“Lo fundamental de la doctrina de
Marx es que destaca el papel internacional histórico del proletariado
como constructor de la sociedad socialista”- Vladimir Ilich Lenin
Pável Blanco Cabrera
El 195 aniversario del natalicio de Karl
Marx fue un momento para la realización de diversas actividades
conmemorativas; pero la visión que se ha querido presentar del maestro
del proletariado es deformada, para ajustarla a los parámetros de la
academia y volverlo inofensivo.
El marxismo es resultado del desarrollo
del pensamiento y es la posición filosófica, ideológica y política de la
clase más revolucionaria en la historia de la humanidad: la clase
obrera. Es la síntesis del conocimiento forjado hasta el siglo XIX,
dando un salto cualitativo y produciendo una revolución en las ideas; es
una doctrina viva que no se estancó en lo producido por sus autores,
Marx y Engels, sino que se fue enriqueciendo con la praxis del
proletariado, y es por ello que los comunistas llamamos al marxismo
contemporáneo: marxismo-leninismo.
Querer hablar del marxismo, limitándolo
sólo a la obra de Karl Marx, lleva ya una intención política. Es muy
evidente el silencio que se lanza sobre Engels. Basta la lectura de la
correspondencia entre ambos, para comprender su trabajo común. Marx en
varios momentos reconoció el genio de Engels, por ejemplo al adelantar
en Los Anales Franco-Alemanes, la crítica a la economía política, que
abrió el camino del Doctor rojo a las investigaciones, de varias
décadas, para la elaboración de El Capital. Los trabajos biográficos de
Franz Mehring, Auguste Cornú, Heinrich Gemkow, entregan una documentada
descripción de cómo ambas vidas se fusionan en la forja del pensamiento
científico del proletariado, de obras en común. Sin embargo, la
contribución de Engels les parece insustancial, y además infamemente
sugieren que él habría tergiversado el aporte de su camarada. Lo mismo
acontece con Lenin, centro de sus ataques. Niegan el desenvolvimiento de
la teoría, pero lo que detestan sin disimulo alguno, es la construcción
socialista a la que culpan de la crisis del marxismo.
¿Pensamiento crítico? Ideología burguesa o ideología socialista
El punto donde Karl Marx revoluciona el
pensamiento es al establecer el nexo entre teoría y práctica.
Contentarse con la contemplación e interpretación del mundo no es
novedad, se plantea entonces la transformación revolucionaria. El
objetivo del materialismo dialéctico, del materialismo histórico y de la
economía política no es contemplativo, especulativo; es político, para
la intervención e irrupción de los proletarios y explotados como un
torrente que barra con la prehistoria del género humano, con las
diversas sociedades divididas en opresores y oprimidos, explotadores y
explotados, con la división de clases y el Estado.
Es una posición de clase, producida por
esta clase al desenvolverse el capitalismo, y para confrontar la
ideología burguesa. Querer reducirla a pensamiento crítico es
desclasarla y volverla inofensiva. Karl Marx no escribe para adular a
jurados, ni para complacer a las editoriales, por el contrario no
encuentra cabida en la universidad, ni editores, y así buena parte de
sus obras van sólo para la “crítica demoledora de los roedores”.
Encubrenlos nuevos revisionistas sus
vacilaciones ideológicas en el “pensamiento crítico”, en supuestas
aspiraciones de enriquecer al marxismo; sin embargo reeditan la
operación de Bernstein y de otros oportunistas del Siglo XIX, tan sólo
actualizando el vocabulario, envolviéndolo en una fraseología
posmodernista.
Son fieles militantes de sus becas del
CONACyT, de la búsqueda de grados y posgrados, de la conquista de la
titularidad de profesores del nivel C, del no nos moverán del SNI,
atrincherados en sus cubículos, construyendo barricadas para evitar que
lleguen a sustituir su imprescindible aporte, juzgando y calificando, y
lo mejor, dirigiendo desde su atalaya. Sus alianzas tácticas son tan
honorables que han cerrado filas contra el CGHy con el Estado para
condenar a los que luchan.
Confrontan lo que Lenin recapitulaba
como el valor del marxismo, que reside en que como teoría “se plantea
directamente la tarea de poner al descubierto todas las formas de
antagonismo y explotación de la sociedad moderna, estudiar su evolución,
demostrar su carácter transitorio, la inevitabilidad de su conversión
en otra forma, y servir así al proletariado, para que éste termine lo
antes posible y con la mayor facilidad, con toda explotación”.
La actitud frente a la construcción socialista en el siglo XX: piedra de toque
“Lo fundamental de la doctrina de Marx
-escribía Lenin- es que destaca el papel internacional histórico del
proletariado como constructor de la sociedad socialista ”.
Para volver a Marx, anteponen un
deslinde con la construcción socialista, niegan la teoría, la práctica y
la historia de la revolución socialista. Niegan el poder obrero, la
dictadura del proletariado, la socialización de los medios de producción
concentrados y la planificación de la economía; por ello encuentran
comodidad en las posiciones del “socialismo del siglo XXI” o en
reivindicar a Holloway o Negri.
Quieren reivindicar el método de Marx y negar su programa comunista.
Sin más pruebas que las diseminadas por
el adversario de clase se deslindan de las revoluciones socialistas del
siglo XX. No hacen el estudio científico de tales experiencias, asumen
el lenguaje del “derrumbe”, del “fracaso del experimento”. Para ellos la
dialéctica revolución/contrarrevolución no existe, pues suspiran por
una nueva sociedad que no traiga sobresaltos a su acomodada
cotidianidad. Ellos absolutizan la democracia y sustentan una visión
idealista de los procesos históricos sin rupturas y sin…revolución.
La colaboración de clases.
En una de esas conmemoraciones se hizo
con justeza la crítica a la colaboración de clases, pero que fácil es
esa crítica cuando en la práctica no hay coincidencia con esa posición.
Evidentemente quien se reclame del marxismo no podría aparecer en una
abierta alianza con los monopolios, pero en la política las mediaciones
no permiten que esto se visibilice con facilidad. Para los comunistas es
muy claro que en el contexto de la crisis general del capitalismo hay
intentos gatopardistas de que todo cambie para que las cosas sigan
igual. A la gestión neoliberal buscan sustituirla con la vuelta del
keynesianismo para estabilizar al sistema en un periodo de fragilidad,
de turbulencias sociales que pueden volverse incontrolables.
La crítica dirigida a la colaboración
con la gestión más salvaje del capitalismo es incompleta si no se dirige
a las gestiones “alternativas”. Las alianzas con López Obrador también
son una forma de colaboración de clases, y en ellas participan todos
estos “marxistas”.
La actualización del marxismo
Las ideas no son estáticas, se someten a
la prueba de la realidad, del tiempo histórico; hablan de nuevos
autores, pero no citan más que antimarxistas, revisionistas. ¿Por qué no
hablan de IstvánMeszaros, de Georges Labicá, de DomenicoLosurdo? ¿Por
qué no hablan del aporte colectivo de los cerebros de la clase obrera,
es decir de los partidos comunistas?
Son necesarios los intelectuales
marxistas, pero no las caricaturas de éstos. Son necesarios los
intelectuales marxistas que cumplan las tareas que esbozaba Lenin,
apelando a una labor fecunda, que abandone las ilusiones, que se apoye
en el desarrollo real y no el deseado y que apunten a la siguiente
dirección su labor teórica:
a) el estudio concreto de todas las formas de antagonismo económico existentes.
b) el estudio de su conexión y desarrollo consecuente.
c) el deber de descubrir ese
antagonismo, allí donde se encuentre encubierto por la historia
política, por las particularidades del orden jurídico, por los
prejuicios teóricos establecidos.
d) ofrecer un cuadro completo de la
realidad, como sistema determinado de relaciones de producción, señalar
cómo la explotación y la expropiación de los trabajadores es la esencia
de este sistema, señalar la salida del régimen, indicada por el
desarrollo económico .
No cabe duda que esos “marxistas” están
lejísimos de satisfacer cualquiera de esos aspectos y también de incidir
objetivamente en la realidad, pues por ejemplo, el día Primero de Mayo
no los vimos, en tanto que el intelectual colectivo, el Partido
Comunista de México, desplegaba combativamente sus banderas rojas en
pleno corazón de la república, planteando sin complejos su objetivo: el
derrocamiento de los monopolios, la construcción del poder obrero y el
socialismo-comunismo.
Lenin, Vladimir Ilich; Destino histórico de la doctrina de Karl Marx
Lenin, Vladimir Ilich; ¿Quiénes son los “amigos del pueblo” y como luchan contra los socialdemócratas?