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domingo, 19 de enero de 2014

DESPILFARRAN 300 MILLONES DE EUROS EN UN EJERCITO MINÚSCULO

domingo, 19 de enero de 2014

Igual lo están equipando para, como dicen por ahí, ayudar a la Policía en labores de reprimir al pueblo.

El Ministerio de Defensa comprará un total de 1.506 vehículos todoterrenos por un precio de 303 millones de euros, lo que supone que cada vehículo costará más de 200.000 euros.

Esta misma semana ha salido el pliego de condiciones para la adquisición de camiones medios y pesados todoterreno militares. Se trata de 523 camiones para el Ejército de Tierra, 29 para el Ejército del Aire, 36 para la Armada y 37 para las Unidad Militar de Emergencia (UME). Todo ello por un precio de más de 154 millones de euros.

Las adquisiciones se irán incorporando a lo largo de los próximos seis años: 71 este año, 107 en 2015, 144 en 2016, 140 en 2017, 136 en 2018, y los otros 136 restantes a lo largo de 2019. La vida útil de estos vehículos se prevé que sea de quince años o superior. Entre las adquisiciones hay camiones de 4.000 kilogramos y otros que son capaces de transportar una carga útil de 15.000 kilogramos. Según el pliego de condiciones, el precio de los vehículos oscila entre los 172.720 y los 469.830 euros.

Estas adquisiciones vienen a sumarse a las ya licitadas hace un año por el propio Ministerio. En mayo de 2013 se adjudicó a Urovesa la fabricación de 772 vehículos todoterrenos para poner en circulación a lo largo de los siguientes cuatro años.

En total se presupuestaron 149 millones de euros. El precio de los todoterrenos, en este caso, oscilaba entre los 90.000 y los 350.000 euros, dependiendo de las características y el tipo de blindaje.

Desde el Ministerio de Defensa justifican estas inversiones en la necesidad de obtener “una mayor eficacia en las operaciones conjuntas y combinadas” por lo que “es preciso los vehículos logísticos sean interoperables entre los tres ejércitos y con nuestros aliados”.

La Marea

FELIPE GONZÁLEZ SE "ABURRE" DE GANAR DINERO SIN DAR PALO AL AGUA


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19 de enero de 2014


Felipe González se llevó hace unos pocos días un gran broncazo en la presentación de su último libro, "En busca de respuestas", a cargo de un trabajador indignado de la élite política corrupta, de la que forma parte el expresidente, aunque a este posiblemente no le importó, pues nunca le ha importado un pimiento, la opinión del ciudadano.

Felipe González fue acusado por el asistente cabreado de haber renunciado al marxismo para llenarse los bolsillos, y de formar parte de la clase política profesional que "está cuarenta años en el cargo". Ante eso, el expresidente, con la chulería que siempre le ha caracterizado, afirmó que "estaba aburrido" de ser consejero y que iba a renunciar al puesto en el Consejo de Gas Natural. Veamos cuánto de aburrido es el trabajo de consejero independiente del antiguo marxista-leninista, que cambió en un pis pás su ideología para servir a los intereses de la CIA en España y, por supuesto, convertirse en multimillonario a costa del dinero público sin dar jamás palo al agua.

El trabajo en Gás Natural quizás no haya sido una ocupación estimulante para el hombre de las multiples caras (marxista ayer, socialista por el camino, y neoliberal en el gobierno, por no decir la de hombre de negocios sin excrúpulos en las diferentes asuntillos medio sucios que ha tenido en Colombia, Marruecos, y, por supuesto, España), pero sí muy rentable: en los tres años que ha ejercido su labor, ha percibido, una retribución anual de 126.500 euros (más de  400.000 euros).

González fue nombrado consejero independiente de la compañía en diciembre de 2010 en sustitución de José Arcas, expresidente de Nestlé. Su nombramiento fue ratificado por la Junta General en abril de 2011, y se ha mantenido hasta la fecha.

Como hemos dicho ya, en presentación pública en Sevilla de su libro En busca de respuestas, el expresidente socialista anunció que dejará su puesto de consejero "no porque haya incompatibilidades", que eso a sirvenguenzas de su calaña le importa un comino, "sino porque es muy aburrido". 

En el momento de su nombramiento, en diciembre de 2010, la compañía que preside Salvador Gabarró justificó su elección porque su "reconocimiento como estadista y su profunda conexión con Latinoamérica le hacen especialmente indicado para ser consejero" de una multinacional que está presente en la zona (y a la que le vendrían bien los consejos del andaluz, acostumbrado a los negocios sucios con presidentes corruptos como él en aquella zona, como Carlos Andrés Pérez, para maximizar el expolio).

En los documentos oficiales de Gas Natural Fenosa se describe el perfil de Felipe González como abogado y presidente del Gobierno de España entre 1982 y 1996. Además de la retribución anual, el expresidente cuenta con acciones de la compañía. Al cierre de 2011 poseía 1.812 títulos, que un año más tarde amplió hasta 1.902, según datos facilitados por GNF a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Lo cierto es que el expresidente ha vivido casi toda su vida del cuento, a costa de hacer el trabajo sucio a las multinacionales internacionales y a los grandes empresarios nacionales, desde que fue nombrado de la nada Secretario General del PSOE en aquel curioso Congreso de Suresnes, del que salió un partido antimarxista, procapitalista, y lleno de corruptos como el propio Felipe Gonzalez dispuestos a llenarse los bolsillos como fuera, eso sí, "!al servicio de España!".


Mientras el trabajador que le abroncaba en la presentación de su libro en Sevilla decía unas cuantas verdades sobre los que como González viven de saquear a los trabajadores españoles (en realidad toda la clase política, incluyendo por supuesto a los franquistas del Partido Popular, pero también a los socialdemócratas de Izquierda Unida), a este le entraba todo por un oido y le salía por el otro, con una sonrisa despectiva y chulesca, y pensando, quizás, en lo bien que le ha ido todo desde que vive del trabajo ajeno y a costa del dinero que pagan los que trabajan.

A su lado, por cierto, le acompañaban otros tipejos de su calaña, también miembros de su partido, como los andaluces Chaves o Yañez, miembros del aparato del partido de los GAL, de las privatizaciones de las empresas públicas, de la reconversión industrial, de los EREs ilegales, etc.., etc...  Es decir, una adecuada representación del gran casino, la gran mafia, la gran orgía de corrupción y delincuencia económica, que es nuestro país.

PARA ENTENDER LA SITUACIÓN DE UCRANIA



 19 de enero de 2014

Qué fuerzas políticas están detrás de Maidán

Георгий Крючков

Gueorgui Kriuchkov
Pravda

Traducido del ruso por Josafat S. Comín

Ucrania está sufriendo seguramente una de las etapas más complicadas y delicadas desde la proclamación de su independencia. Los continuados actos de protesta están sacudiendo el país. Ha habido días en los que Maidán ha congregado a cientos de miles de personas. Radicales exigencias en forma de ultimátum, todo tipo de excesos, amenazas, la ocupación de instituciones gubernamentales, paralización del trasporte, desorganización del trabajo de los órganos estatales, de los sistemas de mantenimiento de los servicios básicos, actos de vandalismo cavernario, cuyo principal exponente fue el derribo del monumento a Lenin en Kiev… En los enfrentamientos entre manifestantes y miembros de las Fuerzas de Seguridad, de los antidisturbios, se ha derramado sangre. Decenas de personas entre manifestantes y policías antidisturbios, han terminado en el hospital con heridas graves. Han volado las primeras cabezas: por abuso de sus atribuciones han sido apartados de su cargo el Jefe de la administración de Kiev, Popov y el vicesecretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Sivkovich, entre otros.

En la superficie, podría parecer que estamos ante una protesta espontánea del pueblo ucraniano que unánimemente aspira a integrarse en Europa y que está indignado por la decisión del gobierno de detener el proceso de ratificación del acuerdo de asociación y de su inclusión en la zona de libre comercio con la Unión Europea. Pero de no haber surgido complicaciones a la hora de elegir el vector hacia el que debe orientarse la política exterior de integración, hubieran encontrado otra excusa. El agravamiento de la situación era inevitable. El trasfondo y sus causas son mucho más profundas.

La sociedad ucraniana, después de 20 años tras la proclamación de su independencia sigue estando profundamente fracturada. Es una división que se manifiesta en varias e importantes direcciones:

-con relación al golpe de 1991 y la instauración del nuevo orden socioeconómico, o lo que es lo mismo la restauración del capitalismo;

-con relación a los acontecimientos y protagonistas del pasado, especialmente a aquellos relacionados con la presencia de Ucrania como parte integrante del imperio ruso y de la URSS, con la Segunda Guerra Mundial y su componente central: la Gran Guerra Patria;

-con relación a la orientación de la política exterior de Ucrania.

-con relación a los valores de la civilización eslava oriental y de  la civilización occidental;

-por motivos del uso de la lengua.

Y por supuesto, la fractura es fruto de la formación en nuestra sociedad tras el golpe antisocialista de 1991, de una estructura social fuertemente polarizada por ingresos y nivel de vida, una estratificación por nivel de ingresos, cada vez más profunda. Es cierto que no hay todavía un carácter de clase claramente definido en la conciencia popular de esta contradicción. Al mismo tiempo asistimos a una lucha encarnizada entre la burguesía y la nueva clase de terratenientes latifundistas nacida bajo el sol de aquel golpe y que se ha hecho con el poder político y económico en el país, que lucha por hacerse con con esas empresas y sectores todavía propiedad del Estado, por el reparto de la propiedad que ya ha sido privatizada y por el acceso a ese “comedero” estatal: a las palancas del poder que obran el que ese poder se transforme en propiedad. En cuanto a la relación social de clase, los grupos enfrentados son frutas del mismo árbol y las diferencias habría que buscarlas en el nivel de avaricia, agresividad y demagogia populista.

El actual agravamiento de la situación política viene determinado por el hecho de que en las elecciones del 2012 al parlamento de Ucrania, ninguna de las partes enfrentadas alcanzarse su objetivo. Los regionales, que aspiraban a conseguir la mayoría constitucional en el parlamento (300 escaños), no pueden contar siquiera con la mayoría simple. La denominada “oposición”, tampoco conquistó la mayoría. Pero en las regiones occidentales de Ucrania (ante todo en el Lvov, Ternopil, Ivano-Frankovskaya) las fuerzas nacionalistas prácticamente han instaurado sus gobiernos, negándose a cumplir las decisiones que vienen del centro, con la aspiración de imponer su visión nacional-chovinista, rusófoba, a todo el país. El gobierno está claramente perdiendo la capital también.

La Rada de Ucrania se ve incapacitada para asumir las funciones que le otorga la Constitución. Sus sesiones plenarias a cada rato se ven interrumpidas por la “oposición”, boicoteadas, convirtiendo el parlamento en un organismo incapacitado para legislar. La situación se agrava más, por el hecho de que en el parlamento ha entrado una fuerza abiertamente neonazi como es el partido “Svoboda”, que hasta no hace mucho se autodenominaba social-nacionalista. A éste se le ha unido “Batkivschina” y el partido “UDAR” de Klichko, creando en la Rada una oposición unida nacionalista de derechas, cuyo núcleo ideológico representa Svoboda. Una figura conocida dentro de “Batkivschina”, como Tomenko, en un arranque de sinceridad calificó al grupo como “OMON (antidisturbios) de la oposición”. Ahora ya hemos podido ver todos qué clase de “OMON” era ese.

En Ucrania se ha creado una amenaza real de fascistización de la vida social. Tras las elecciones parlamentarias, la oposición demostró que no se detendría hasta lograr hacerse con todo el poder en el país. Tirándose por la máxima “cuanto peor mejor”, los opositores han elegido el curso que lleva a la provocación de la desestabilización de la situación y del descontento en la sociedad.

Cómo podría hablarse de espontaneidad en los actos de protesta, cuando todo estaba perfectamente organizado al detalle con anterioridad. De la periferia, sobre todo las regiones occidentales se trajeron a la capital a miles de personas, pronto empezaron a destacar los “comandantes de campo”, con galones y experiencia desde el Maidán del 2004. Tenían preparadas una gran cantidad de tiendas de campaña militares, resuelta la logística de la comida, de la calefacción, de los lugares donde pasar la noche. Todos los detalles estaban pensados incluso la creación de un servicio jurídico y la puesta en marcha de una milicia interna. En aquellos lugares donde surgían situaciones conflictivas, “en el momento necesario”, aparecían sin falta periodistas y cámaras de televisión… Se deja sentir claramente una mano experimentada en todo este guion de la provocación.

Pero sería imposible comprender en profundidad la esencia real de esta lucha de ahora, sin contar con el factor externo. Los acontecimientos en Ucrania se están desarrollando en unas condiciones de agudización de las contradicciones permanentes entre occidente y Rusia; una confrontación que no desapareció con la caída de la URSS, ni con la restauración del capitalismo en el espacio postsoviético. Los esfuerzos de occidente están encaminados a arrancar a Ucrania de Rusia a cualquier precio, a impedir su acercamiento. No ha faltado la consabida quinta columna, una parte de la cual fue ya cultivada en el subsuelo del PCUS. Los EE.UU. y sus aliados están llenos de determinación para impedir a toda costa el renacimiento, sea en la forma que sea, de la unión de antiguas repúblicas que componían la URSS, y el ingreso de Ucrania en esa unión. A Ucrania la están empujando claramente hacia la OTAN. Ya en noviembre de 1996 en una resolución acordada por ambas cámaras del Congreso norteamericano, la resolución nº 120, en respaldo a la independencia de Ucrania, había directrices muy claras sobre lo que debería hacer el presidente, el gobierno y el parlamento  de la Ucrania independiente.

El líder del Partido de la Regiones, Yanukóvich, elegido Presidente en el 2009, recibió el apoyo de la mayoría de los electores principalmente por sus promesas de recuperar las relaciones de buena vecindad con Rusia, de restablecer el estatus de lengua oficial para el ruso, de enfrentar al agresivo nacional-chovinismo, y de impedir que Ucrania fuese arrastrada hacia la OTAN. Esos compromisos quedaron fijados en los acuerdos con el bloque de izquierdas, donde el papel principal le correspondía al Partido Comunista. En la práctica lo que ha ocurrido es que se ha asentado el régimen “yuschenkista sin Yuschenko”, cuando la integración europea pasó a convertirse en el eje principal de la política exterior e interior de Ucrania, pasando por la firma del acuerdo de asociación y la zona de libre comercio con la Unión Europea. Los lemas del gobierno “blanquiazul” pasaron a ser: “Europa es nuestra casa, Rusia nuestro vecino”. La Unión Económica Euroasiática no es nuestra elección. Se repetía insistentemente que no se puede hablar del ingreso de Ucrania en la Unión Aduanera. Se intensificó la cooperación con la OTAN.

El Partido Comunista desde el principio se mostró partidario, de que en una cuestión de tal relevancia como la elección de la orientación de integración exterior, fuese tenida en cuenta la opinión del pueblo, mediante la celebración de un referéndum nacional. El gobierno se mostró abiertamente contrario a estas propuestas, haciendo caso omiso a las advertencias de destacados especialistas, científicos, y expertos independientes. El gobierno violó descaradamente la Constitución y la ley sobre la convocatoria de un referéndum. A pesar de todos los obstáculos que se nos pusieron, los comunistas conseguimos reunir más de tres millones y medio de firmas en apoyo a la celebración del referéndum. El trabajo para recabar firmas iba acompañado de una activa explicación de las consecuencias catastróficas que tendría para nuestro país el ingreso de Ucrania en la Unión Europea.

A medida que se iban conociendo los detalles del proyecto de acuerdo de asociación y de la zona de libre comercio con la UE, iba quedando claro la amenaza frontal que representaba para la seguridad nacional de Ucrania. En la sociedad comenzó a crecer la preocupación. Se empezaron a oír voces discordantes, provenientes del mundo empresarial, directores de empresa que ven como la firma del acuerdo de asociación representaría una drástica caída de la producción, lo que supondría un notable aumento del desempleo en el país. Como resultado el gobierno se vio obligado -a falta de pocos días para la cumbre de Vilna en la que estaba previsto se ratificase el acuerdo-, a adoptar la decisión de detener el proceso de integración europea.

Occidente activó inmediatamente el escenario de desestabilización de la situación en Ucrania. En su realización tomaron parte activa senadores y altos funcionarios del Departamento de Estado de los EE.UU., ministros y fracasados presidentes de una serie de países europeos, con amplia experiencia en la ejecución de “revoluciones de colores”, y gente por el estilo. Estos comienzan a entrometerse descaradamente en los asuntos internos del país, llamando  abiertamente a luchar contra el gobierno legítimo. Sin embargo ni por parte del Presidente, ni del gobierno, ni del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, no hubo ni una sola voz de condena ante tan evidente violación de las normas del derecho internacional.

No puede sorprendernos que el rasgo que mejor caracteriza la actual situación en el país, sea la pérdida de confianza hacia todos los órganos de gobierno y de la sociedad. Es algo que refleja convincentemente la investigación sociológica que anualmente realiza el Instituto de sociología de la Academia Nacional de Ciencias. La encuesta se celebró en julio de 2013, antes de los masivos actos de protesta.

En los tres últimos años el índice de confianza hacia el Presidente Yanukóvich ha descendido del 30,8%  al 10,9%, o lo que es lo mismo se ha reducido a casi la tercera parte. Nunca se había producido una caída así en la confianza hacia un Presidente a lo largo de su mandato.

Confían en la Rada únicamente el 4,6% de los encuestados, frente al 14,2 % de hace tres años. En el Consejo de ministros de Ucrania confía un 8,1% (era del 19,6%), en los órganos locales del poder un 13,8% (era 17,9%). En los últimos 10-15 años los órganos de gobierno no habían tenido un nivel tan bajo de confianza entre la población. En la policía, en julio, antes de los incidentes, mostraban su confianza absoluta solo un 0,8% de los encuestados, en la Fiscalía y la Inspección fiscal, un 0,9%. En estos más de diez años no había habido nunca un nivel tan bajo de confianza en los partidos políticos (6,6%), sindicatos (15%), bancos, compañías de seguro, directores de empresa estatales, empresarios privados.

Nunca había habido un total descreimiento y desconfianza como ahora en la sociedad ucraniana. Pero motivos para que esto sea así hay más que suficientes. El empeoramiento de la situación en la economía y en la esfera financiera, el crecimiento del desempleo, la pobreza generalizada, una estratificación social cada vez más profunda, le imposibilidad de miles de personas de satisfacer sus necesidades vitales más acuciantes, la práctica liquidación de la sanidad y educación gratuitas, la imposibilidad en muchos casos de obtener en los organismos de gobierno la defensa de los derechos legales, unos niveles de corrupción sin precedentes que inexorablemente provocan un absoluto descontento de la mayor parte de la ciudadanía con el estado de las cosas, con su vida misma. Todo esto unido se ha convertido en premisa objetiva para la participación masiva de ciudadanos en los recientes actos de protesta. Pero quien se ha aprovechado de ello, ha sido la oposición nacionalista de derechas, prooccidental y agresiva.

Sobre el estado de ánimo que prevalece en la sociedad, hablan bien a las claras los datos de los estudios sociológicos. El 82,7% de los encuestados, consideran que el gobierno no resuelve o toma únicamente medidas de maquillaje de los problemas relacionados con la subida del nivel de bienestar de la población y el descenso de la desigualdad social. Más del 68% están convencidos de que el gobierno no defiende los intereses nacionales, ni refuerza la unidad y la concordia en la sociedad. El 42,5% de los encuestados están convencidos de que la Fiscalía ucraniana está al servicio de aquel que lo pueda pagar. Un 49,1% opina lo mismo de la policía, y un 55,5% de los jueces. En opinión de casi una quinta parte de los participantes del estudio, los Cuerpos de Seguridad sirven al Presidente, a otros dirigentes de los órganos de poder, pero no el pueblo.

Tres cuartas partes de los ciudadanos encuestados consideran imposible el control de la sociedad sobre la actuación de los órganos de gobierno. Se ha multiplicado por dos en comparación con el año 2010 el porcentaje de aquellos que consideran que en Ucrania la gente no puede expresar libremente sus opiniones políticas (era un 12,2%, ahora un 28%). Como en años anteriores, un 44% considera que Ucrania no necesita un sistema pluripartidista. Un 45,1% de los encuestados no ve entre los actuales partidos políticos existentes en el país y movimientos, ninguno al que se le pueda confiar el gobierno de la nación. Un 48,7% considera que en el país no hay líderes políticos capaces de dirigir con eficacia el Estado (en el 2010 era el 30,3%), mientras que un 28,3% no pudo o no quiso responder a esa pregunta.

Un 50,5% de los participantes en el estudio califican como insatisfactoria su actual situación en la sociedad, mientras que casi una tercera parte no supo qué responder. Uno de cada cuatro se situaba en los dos escalones más bajos de la escala social (de siete escalones), se considera desecho social. Según los datos del estudio, la gente no sólo se queja de que no pueda adaptarse a las nuevas realidades de la vida, también se quejan de no poder alimentarse tal y como les gustaría, de que no tienen una vivienda en condiciones, de que no pueden disfrutar de su tiempo libre, de la imposibilidad de poder tener unas vacaciones, etc. Eso piensa entre una tercera parte y la mitad de los encuestados.

Solo un 11,1% piensa que en el país “no está todo tan mal” y que “se puede vivir”. Mientras que casi la tercera parte de los encuestados manifiesta que es imposible seguir soportando una situación tan dura. Según datos del estudio la gente teme ante todo una subida los precios (79,6%), el desempleo (78,1%), el no poder cobrar los salarios, las jubilaciones, los subsidios (75,4%), el crecimiento de la delincuencia (49,3%), la propagación de infecciones peligrosas para la vida (36,6%), el cierre de empresas (36,4%), el hambre (29,8%), la falta de calefacción en las viviendas (28,4%), los desórdenes callejeros (18,6%), la instauración de una dictadura en el país (18,3%).

Ucrania no se ha convertido ni en un Estado social, ni democrático ni de derecho. Eso es al menos lo que opina, entre la mitad y las dos terceras partes de los participantes del estudio. Al señalar que hoy día ya no existen esos valores morales que se inculcaban en la época soviética (igualdad social, colectivismo, ayuda mutua y otros) el 48% de los encuestados declaran que no acepta el sistema de valores, que se ha estado tratando de imponer en Ucrania tras el golpe de 1991 (el predominio de la propiedad privada, el ansia de enriquecimiento personal, el individualismo, etc.).

Al valorar la situación política en el país, un 57,8% de los encuestados la definieron como tensa, y uno de cada cinco como explosiva. Un 42,5% declararon que es imprescindible protestar activamente contra el empeoramiento  de las condiciones de vida. Sin embargo el gobierno no se muestra intranquilo ante el incremento  de estas alarmantes tendencias en el estado de ánimo de la sociedad. La naturaleza de esa conducta habría que buscarla en  el carácter mismo del régimen gobernante. Todos los presidentes y miembros de los gobiernos que han dirigido la riendas de Ucrania a lo largo de las dos últimas décadas, lo han hecho expresando los intereses del capital oligárquico-criminal y vendepatrias. No deja de ser significativo el hecho de que los principales multimillonarios ucranianos, después de que los representantes de los círculos occidentales hayan llevado con ellos un “trabajo educativo”, mostrasen públicamente a toda prisa su respaldo a las “aspiraciones europeas de Ucrania”. A la memoria te viene la advertencia de Lenin, sobre que “la burguesía traicionará a la patria y estará dispuesta a cualquier crimen, con tal de imponer su poder sobre el pueblo y preservar sus beneficios”. Parece que nada han aprendido de los resultados de ese coqueteo con las fuerzas ultranacionalistas de derecha, incluidos los neofascistas de Svoboda.

La presidencia de Yanukóvich ha venido marcada por una “interpretación libre” de la Constitución y las leyes, por la concentración en manos del Jefe del Estado de enormes prerrogativas y la instauración prácticamente en el país de un régimen autoritario, que expresa los intereses de un limitadísimo círculo de oligarcas a los que se ha venido calificando como  “la familia”.

La política de nombramientos del régimen mostró también un carácter destructivo. Durante la época de Yúschenko, se promocionaba a los “queridos amigos” para los altos cargos, mientras que con el gobierno actual se promociona a los suyos (principalmente de Donetsk). Esto ha derivado en unos niveles de corrupción sin precedentes a todos los niveles de los organismos estatales. Se ha puesto de moda un fenómeno tan vergonzoso, como el pago por la lealtad y el sometimiento ante aquellos que reparten cargos, condecoraciones estatales o galones de General. En los Servicios de Seguridad de Ucrania, durante estos años de independencia se han sucedido doce directores. La mitad de ellos no estuvieron siquiera ni dos años en el puesto, aunque a cinco les dio tiempo a alcanzar el rango de General. Por el Ministerio del Interior han pasado diez ministros, seis de los cuales no llegaron a estar un año en el cargo. El Ministerio de Desarrollo Económico y Comercio (su denominación ha sufrido innumerables cambios) lo dirige hoy el ministro número 21. Y el Ministerio de Finanzas el ministro número 11.

En el gobierno prácticamente no hay figuras con autoridad respetadas y conocidas por la sociedad, capaces de tener su propia postura y defender sus principios consecuentemente. En lo que respecta al entorno del Presidente, a veces uno tiene la impresión de que en el mismo aparte de los obedientes “veletas” de turno, hay también “topos” mal disimulados, gente que está trabajando a conciencia para desacreditar al Jefe del Estado.

El gobierno prácticamente ha cedido a la “oposición” el espacio informativo. Incluso los medios de información del Estado (canales de televisión, emisoras de radio, publicaciones escritas) en esta situación, parece que trabajan más para favorecer un golpe de estado. En algo sí que coincide el gobierno y la oposición: en desatar la histeria anticomunista, en esa aspiración por descalificar el pasado soviético. Pero al mismo tiempo el gobierno se queda claramente atrás con respecto a la “oposición”, en ese empuje, en esa actividad, en ese saber influir en el estado de ánimo de la gente, en la capacidad para organizar actos de masas. El actual gobierno parece no querer escuchar en absoluto la voz del pueblo, ni tener en cuenta las conclusiones y propuestas de los expertos.

Hoy nuestro pueblo tiene que pagar por la fracasada política económica y social del actual gobierno y de los gobiernos precedentes, por el incumplimiento  de las promesas preelectorales, por ese incapacidad y negativa a querer tener en cuenta en la actividad práctica, los más y los menos, los riesgos de las decisiones adoptadas y los acuerdos alcanzados (especialmente los que tienen relevancia estratégica). “Maidán dos”, no es más que un producto  de unas reformas que no fueron meditadas (reforma de las pensiones, de la sanidad, etc.) y que han supuesto  el empeoramiento  de la situación de millones de personas. Es el precio por adoptar un estilo de gobierno autoritario, y una actitud desdeñosa con la legalidad. “Maidán dos” es la consecuencia de la pérdida de confianza del gobierno entre el pueblo.

La situación en el país es muy complicada. Al gobierno se enfrenta un adversario agresivo, organizado y respaldado abiertamente por occidente. Esa “oposición”, está encabezada por gente que en absoluto encaja en el papel de líder nacional. Pero sin embargo están peligrosamente cargados de ese ansia de poder que les hace no detenerse ante nada, con tal de lograr sus objetivos. Su llegada al poder significaría el establecimiento en el país de un régimen de tipo fascista. Sus primeros pasos serían la prohibición del Partido Comunista, la eliminación de la ley que sienta las bases de la política interior y exterior y el carácter del curso de política exterior de neutralidad, de no pertenencia a ningún bloque; la inclusión de Ucrania en la OTAN, la denuncia de los acuerdos de Járkov, la expulsión de la flota de la Federación de Rusia del mar negro de territorio ucraniano, el establecimiento  de una ideología nacional chovinista como ideología del Estado, con todas las consecuencias que de ello se derivan.

La tarea principal ahora es explicar a la gente todos los peligros que encierra esa amenaza del desarrollo de los acontecimientos.
Los estudios sociológicos demuestran, que una parte significativa de la población de Ucrania se encuentra en la oposición con respeto al actual orden socioeconómico, es decir al capitalismo. La gente comienza a plantearse todo aquello que se ha perdido con la liquidación del socialismo, y que es lo que les ha traído ese capitalismo tan alabado. La mayoría de nuestros conciudadanos no terminan de aceptar un modelo económico en el que domine la propiedad privada. Los ciudadanos de Ucrania se muestran reticentes a privatizar la tierra, apuestan por el reforzamiento del papel del Estado en la regulación de las relaciones socio-económicas. Un 41,3% de los encuestados se mostró partidario de complementar el sector estatal con el privado, y un 27,2% apuesta por la vuelta a la planificación de la economía sobre la base del control estatal absoluto.

La mayoría de la población percibe la situación en el país, y los procesos que se están produciendo en él, desde unas posiciones cercanas a las del Partido Comunista. De lo que se trata ahora es de poder utilizar de un modo más eficaz todas esas premisas objetivas, para atraer a los trabajadores hacia las posiciones del partido.

Hay que reforzar la organización de las estructuras partidistas, se necesita un notable incremento de savia joven en nuestras filas, un mayor empuje en nuestro actuar. Esas son las principales tareas que tenemos por delante a día de hoy y que quedaron reflejadas en el último pleno del Comité Central del PCU, celebrado recientemente.

G.Kriuchkov es miembro del CC del PCU y ha sido diputado de la Rada en la III y IV legislaturas.

CIEN AÑOS DEL REMEDIO DE FORD CONTRA EL MOVIMIENTO OBRERO




El 6 de enero de 1914, el fabricante de automóviles norteamericano Henry Ford introdujo en sus fábricas una serie de medidas sobre el trabajo que modificaron el panorama laboral hasta entonces y que han llevado el peso preeminente en la organización del trabajo en el capitalismo durante varias décadas. Los trabajadores de su factoría tendrían una jornada de ocho horas diarias y de lunes a viernes.

Igualmente introducía el principio de participación en la empresa para el goce de los beneficios, con un aumento a cinco dólares del sueldo diario, una medida que determinaría la expansión de la clase media estadounidense al aumentar la capacidad de consumo de los trabajadores de sus fábricas. Estas medidas fueron criticadas por el resto de capitalistas al considerarlas permisivas, y por el movimiento obrero por paternalistas.

¿Pero quién era Ford y qué pretendía con estas medidas? Henry Ford nació en Dearborn, Michigan, el 30 de julio de 1863, en el seno de una familia granjera. Siendo joven se instaló en Detroit, donde trabajó para la Edison Illuminating Company. También comenzó a experimentar con los automóviles, hasta que en 1903 fundó la Ford Motor Company. Una carrera en la que EE UU tenía en ese momento una desventaja frente a Europa.

Ford transformó el panorama automovilístico cuando en 1908 lanzó el modelo “T” de coche. Un modelo que se vendió al precio de 600 o 700 dólares cuando un coche podría valer en la época unos 2.000. El objetivo de Ford era popularizar el uso del coche. Para ello introdujo un modelo de producción que dio un vuelco a la visión del momento. Por un lado redujo el precio de producción para provocar el aumento de la demanda. Por otra parte, introdujo un modelo de producción en cadena que tenía su reflejo en el modelo de los mataderos de caballos de Chi­cago y en la influencia de Frederick Taylor, teórico de la organización del trabajo que llegó a visitar la fábrica de Ford. Nació así el llamado fordismo como modelo de producción. Esto anulaba el poder de los sindicatos de oficio, claves en la industria pesada hasta entonces, dada su alta cualificación.

Ford dejó plasmado su pensamiento en algunas obras, entre las que destacan Mi vida y trabajo (1922) y Mañana y ayer (1926). Pero, por encima de los logros técnicos y de los avances mecánicos que pudiesen tener los coches Ford, la ideología es fundamental para entender el porqué de las medidas que introdujo, basadas en el control de los ritmos de trabajo y el rechazo de la actividad sindical en todas sus formas.

Neutralizar el sindicalismo

EE UU fue una referencia del obrerismo desde la segunda mitad del siglo XIX. Que Karl Marx trasladase el Consejo General de la AIT de Londres a Nueva York lo denota. El amplio poder de implantación que generó la AIT y los ecos revolucionarios que llegaban desde Europa, forzaron que, en 1868, el presidente norteamericano Andrew Johnson aprobara la Ley Ingersoll, por la cual se establecía la jornada de ocho horas de trabajo para empleados federales.

A pesar de la desaparición de la AIT en 1875, el movimiento obrero siguió reivindicando mejoras para la clase obrera. Los trabajadores norteamericanos comenzaron a pensar en la posibilidad de establecer un sindicato a nivel general que pudiese articular las reivindicaciones obreras. En Chicago, y haciéndose eco de las reivindicaciones históricas de la AIT, se constituyó un Comité por las Ocho Horas de Trabajo, y fechó la huelga general para el Primero de Mayo de 1886. La huelga fue un completo éxito de convocatoria para el sindicalismo norteamericano.

La situación de miseria que ­vivían los trabajadores era reconocida incluso por los propios gobiernos, y el presidente Grover Cleveland dijo: “Las condiciones presentes de las relaciones entre el capital y el trabajo son, en verdad, muy poco satisfactorias, y esto es en gran medida por las ávidas e inconsideradas exacciones de los empleadores”. La huelga del Primero de mayo del 86 fue un éxito de convocatoria y más de 5.000 huelgas se declararon desde entonces. En muchos lugares (Chicago, Boston, Pittsburgh, Saint Louis, Washington, etc.) se conquistaron esas ocho horas de trabajo.
En las sucesivas manifestaciones tras el Primero de Mayo, los patronos lanzaron contra los huelguistas a rompehuelgas y sindicatos amarillos. El 4 de mayo, en Haymarket Squareestallaron unas bombas con 15.000 personas reunidas. El resultado fue de 38 obreros muertos, otros 115 heridos, un policía muerto y setenta heridos entre el resto de asistentes. La prensa, a favor de los patronos, no dudó en apuntar desde el primer momento a la autoría anarquista. Las razzias contra anarquistas iniciadas por el comisario Michael Schaack no se hicieron esperar. Los animadores más entusiastas del movimiento obrero, August Spies, Michael Schwab, Óscar Neebe, Adolf Fischer, Louis Lingg, George Engel, Samuel Fielden y Albert Parsons, pasaron a ser primera plana. El juicio que se montó contra ellos estuvo plagado de irregularidades. La suerte de los acusados estaba echada de antemano. El 11 de noviembre de 1887 se ejecutaba la sentencia contra los condenados a muerte. Spies, Parsons, Fischer y Engel fueron ahorcados. Lingg se suicidó el día anterior.

El movimiento obrero norteamericano no paró de crecer. Motivo por el cual, tras el asesinato del presidente William MacKinley por el anarquista León Czolgosz, se decretaron una serie de leyes antianarquistas. Con todo, la fuerza del Partido Socialista de América y la IWW (Industries Workers of the World) no pasó inadvertida a los distintos gobiernos, que procedieron a una dura represión contra el movimiento obrero norteamericano, sobre todo tras el triunfo de la Revolución Rusa en 1917. Se procedió a la expulsión de numerosos militantes obreros y revolucionarios por orden del secretario Palmer.

Junto a toda esta ola represiva por parte del Estado, Henry Ford trazó su propio plan para desmontar el movimiento obrero y no permitir su avance en sus fábricas. Las medidas que introducía de la jornada de ocho horas de trabajo (reivindicación histórica del obrerismo), así como las medidas de gratificación a los trabajadores, sirvieron para anular las reivindicaciones obreras. En su papel de reformador social de la derecha conservadora, Ford se presentó a las elecciones a senador y se hizo con el control de algunos periódicos, como el Dearborn Independent. Desde sus páginas defendió la concepción de su modelo de organización y responsabilizó al “judaísmo internacional” de instigar la Primera Guerra Mundial.

El auge de los totalitarismos en las décadas de 1920 y 1930 fue bien visto por Ford, que llegó a mostrar su simpatía por el nazismo. Y es que las ideas de regeneración social y de dar capacidad adquisitiva a los trabajadores para alejarlos de las ideologías revolucionarias eran una concepción que aceptaban muchos movimientos: desde el fascismo hasta el catolicismo social (cuando no se mezclaban entre ellos). Ford entendió muy bien desde el inicio este proceso y lo aplicó en su imperio económico. Cuando murió en 1947 dejó su legado a su nieto, conocido como Henry Ford II. Su modelo de producción en cadena y el concepto de paternalismo antisindical fue la seña de identidad de su Ford Motor Company.
 Julián Vadillo
http://www.diagonalpe

EL PARLAMENT ACUERDA INTENTARLO POR ÚLTIMA VEZ CON EL ESTADO ESPAÑOL

19.01.2014


Una amplia mayoría de 87 diputados aprobó ayer en un pleno extraordinario del Parlament una proposición de ley para solicitar al Congreso la competencia para convocar referéndums. Lo hizo con los votos a favor de CiU, ERC, ICV-EUiA y tres diputados críticos del PSC, que finalmente optaron por romper la disciplina de voto. La CUP se abstuvo y el grueso del PSC votó en contra junto a la bancada unionista, representada por el PP y Ciutadans.

El Parlament aprobó ayer con una amplia mayoría de 87 votos a favor -de un total de 135- una proposición de ley para solicitar al Congreso de los Diputados el traspaso de la competencia para convocar referéndums, en base al artículo 150.2 de la Constitución. La medida se aprobó gracias a los votos a favor de CiU, ERC e ICV-EUiA, a los que hay que sumar los tres diputados críticos del PSC que rompieron la disciplina de voto y pulsaron la tecla «Sí». Fueron la exconsellera Marina Geli y los miembros de la corriente Avancem Joan Ignasi Elena y Núria Ventura. Tal y como estaba anunciado, los tres diputados de la CUP se abstuvieron, mientras que el grueso del PSC se alineó junto a PP y Ciutadans para votar en contra.

En el texto aprobado se puede leer, textualmente: «Se delega a la Generalitat de Catalunya la competencia para autorizar, convocar y celebrar un referéndum consultivo para que los catalanes y catalanas se pronuncien sobre el futuro político colectivo de Catalunya».

Pese a que todo el mundo es consciente de cuál será la respuesta del Estado -evidentemente negativa-, la aprobación de la iniciativa no deja de tener un fuerte simbolismo, ya que es, ni más ni menos, el último tren que zarpa a Madrid.

Así lo debiera ser, al menos, si se respeta la hoja de ruta dibujada por los cuatro partidos que acordaron la pregunta y la fecha de la consulta.

La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, envió ayer mismo la proposición de ley aprobada a su homólogo en el Congreso, que pondrá la propuesta catalana a la cola de las iniciativas de los parlamentos autonómicos.

Para evitar que esto sirva para dilatar el proceso, los diputados de CiU, ERC e ICV-EUiA en el Congreso de los Diputados registrarán la semana que viene el mismo texto aprobado ayer como proposición de ley en el mismo Congreso, aprovechando el derecho que el grupo parlamentario de CiU tiene para presentar una propuesta de ley en marzo. Según los cálculos del Govern, esto obligará al Congreso a votar la propuesta catalana durante el mismo mes de marzo o, como mucho, en abril.
Recibida la esperada negativa del Congreso y cerrada, por lo tanto, la puerta de la legalidad española para convocar el referéndum, se dará paso entonces a la legalidad catalana, para lo que el Parlament prepara desde la legislatura anterior una ley de consultas no refrendarias, que deberá ser aprobada en los próximos meses.

«Un paso necesario»

Los defensores de la proposición de ley coincidieron en calificar este paso como «necesario». La secretaria general de ERC, Marta Rovira, admitió que la iniciativa «quizá no servirá para nada», pero añadió que «es necesario dar este paso para ganar toda la legitimidad democrática de cara a los pasos que tengamos que dar en el futuro».

Palabras parecidas a las del portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull, que reivindicó que «este paso no sobra, nos sirve para cargarnos de razón dentro y fuera de Catalunya».

En el otro extremo, sin sorpresa alguna, se situaron PP y Ciutadans, ayer más bancada del miedo que nunca. La líder del PP en Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho alertó sobre las siete plagas que se cernirán sobre Catalunya si algún día se declara independiente: «No solo saldríamos de la UE, sino también de los tratados internacionales y también habría una recesión económica».
Mayor ingenio cabe reconocerle al líder de Ciutadans, Albert Rivera, que calificó la proposición de ley de «autogol por la escuadra», ya que con ella, sus impulsores «admiten que no tienen la competencia para convocar el referéndum».

Tanto Sánchez-Camacho como Rivera concluyeron sus discursos pidiendo a Mas y a los impulsores del proceso independentista que respeten «la respuesta democrática que dé el Congreso», en palabras de la portavoz del PP, y renuncien a la consulta si el Congreso deniega el traspaso de la competencia. Ambos líderes unionistas pusieron como ejemplo de ello la propuesta que en su día llevó al Congreso el lehendakari Juan José Ibarretxe.

Y en la bancada unionista, el PSC
Teniendo en cuenta que la aprobación de la proposición de ley estaba garantizada, toda la atención se centró ayer en el grupo parlamentario del PSC. Con un discurso duro, su portavoz, Maurici Lucena, trató de explicar lo imposible: la decisión de votar en contra con el argumento de que la medida no está previamente pactada con el Estado. Lucena lo hizo sin pudor alguno a la hora de echar mano del ejemplo de Escocia y Gran Bretaña, donde como señaló, «sí que existe acuerdo».

El portavoz del PSC aseguró que los impulsores de la proposición de ley «saben que lo que plantean hace más difícil la celebración de la consulta» e insistió en que su vía federal «no es sencilla, pero sí mucho más fácil que la independencia».

Por cierto, pasó un día más sin conocer los detalles de la propuesta federalista. Lucena explicó ayer que «en los próximos meses» concretarán punto por punto qué es lo que proponen.

Pero su discurso no convenció ni a sus correligionarios. Tal y como se rumoreaba, tres diputados críticos optaron finalmente por el voto a favor.

Tras el pleno parlamentario, los tres ofrecieron una rueda de prensa en la que tanto sus declaraciones como sus caras dieron cuenta de lo difícil que les resultó tomar la decisión. Probablemente fue la exconsellera Marina Geli la que mejor expresó su razonamiento: «No rompemos la unidad del PSC, defendemos su pluralismo».

En el Parlament fueron tres los diputados que rompieron la disciplina de voto, pero a lo largo y ancho de Catalunya fueron muchos más los militantes y simpatizantes del PSC que rechazaron la decisión de la dirección y mostraron su apoyo a los diputados díscolos.

El primero fue el alcalde de Flix y miembro de la Ejecutiva, Marc Mur, que asistió al pleno en calidad de vicepresidente de la Associació de Municipis per la Independència (AMI). Posteriormente fueron históricos como Joaquim Nadal, Antoni Castells o Montserrat Tura los que firmaron, junto a un centenar más de militantes, un manifiesto de apoyo.

El primer secretario del PSC, Pere Navarro, se limitó ayer a pedir a los tres diputados que abandonen el acta de diputado, como hizo el miércoles el alcalde de Lleida, Àngel Ros. Algo a lo que los tres respondieron que no.

Pese a los llamados de varios diputados como el propio Ros o Rocío Martínez-Sampere -que votó en contra pero abandonará la Ejecutiva- a favor de un PSC inclusivo que dé margen a la discrepancia, Navarro es ahora prisionero de sus propias amenazas, por lo que, a excepción de una sorpresa mayúscula, la dirección expulsará del grupo parlamentario a los tres diputados.

La CUP esperará el regreso del tren de Madrid

Pese a la polémica de los últimos días y la abstención de los tres diputados de la Esquerra Independentista, no hubo roce alguno entre los cuatro partidos que acordaron la fecha y la pregunta de la consulta, CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP. El diputado Quim Arrufat explicó, en tono conciliador, que no darían su apoyo a una vía en la que no creen, pero que entienden que el resto de fuerzas lo quiera hacer. Por eso acompañaron todo el proceso de presentación de la proposición de ley hasta ayer. Arrufat señaló que siempre han «militado en contra del pacto constitucional sellado en la transición», por lo que no ven sentido a acudir ahora a reclamar vías constitucionales, pero invitó al resto de fuerzas a que «vayan a Madrid y cierren este camino que se inició en los setenta». «Nosotros esperaremos en el andén el regreso del tren de Madrid», concluyó, dejando claro que la abstención no significa un desmarque del proceso independentista.

Fuente: Gara

DEBATE SOBRE LA NUEVA LISTA DE IZQUIERDAS A LAS ELECCIONES EUROPEAS. HOY: JAVIER PARRA



La Revolución se organiza de abajo a arriba, sin focos ni maquillaje, dice Javier Parra, militante del PCE y director del diario larepublica.es

La Revolución se organiza de abajo a arriba, sin focos ni maquillaje
por Javier Parra

¿Cuantas veces hemos puesto la sala, las sillas, la mesa, el micrófono, el vaso de agua, la gente y los aplausos a quienes luego han utilizado esa tribuna contra nosotros? Creo que no es necesario recordar los numerosos episodios que, de una manera u otra, han acabado con un debilitamiento de la organización y el viraje ideológico hacia el centro o hacia el populismo, según soplasen los vientos políticos.

Se entenderá, por tanto, que en un momento de conflicto social agudo y con procesos electorales a la vuelta de la esquina, haya que ser extremadamente riguroso con los procesos democráticos internos dentro de las organizaciones en las que militamos, debatimos y llegamos a conclusiones colectivas, sobretodo para evitar ser víctimas de interferencias externas interesadas, normalmente apoyadas por medios de comunicación al servicio del poder y que tienen el sagrado deber de salvaguardar el criminal sistema económico imperante.

No seré yo quien diga que formo parte de una organización perfecta, sin nada que mejorar. Y tampoco he sido de quienes han ocultado sus posiciones al respecto ni quien exprese mis opiniones de forma anónima para protegerme de las críticas. Por supuesto que no, pero hay algo que está por encima de cualquier estrategia personal o colectiva, o de cualquier aspiración; y es la lealtad a los y las camaradas, y a los y las compañeras con los que cada día debatimos, repartimos octavillas, pegamos carteles y nos dejamos lo mejor de nuestra vida por una causa.

“Ni en dioses, reyes ni tribunos está el supremo salvador”, nos recuerda la Internacional, sin que ello no signifique que no necesitemos líderes que expongan nuestras propuestas, nuestras aspiraciones y nuestros objetivos. Pero esos líderes no se fabrican en un plató de televisión, en las páginas de los periódicos o las emisoras de radio. Los líderes son líderes cuando son puestos ahí por quienes les ceden de manera voluntaria la representatividad colectiva de manera temporal (o permanente en los casos excepcionales en que se convierten en iconos). Del debate y la lucha diaria, y siempre que los procesos sean democráticos y abiertos, es como surgen los líderes legítimos, de la misma manera en que también podrán ser depuestos.

Ninguna Revolución se ha hecho desde los platós de televisión o los medios de comunicación, ni tampoco por la obra y gracia de un líder ajeno a las tareas de organización del poder en las bases suficientemente capaz de derrocar un régimen. Es común citar a Lenin para justificar muchos comportamientos y actitudes. En no pocas ocasiones nos hemos encontrado en discusiones políticas en las que una y otra parte citaban al líder bolchevique para defender cosas contrarias. También es común comparar la situación de España y procesos como el bolivariano en Venezuela, en base a la incuestionable necesidad de confluencia de las fuerzas políticas y movimientos sociales hacia un proceso Revolucionario. De la misma manera podemos incluso encontrar a quienes comparan a un grupo de iluminados con los barbudos que bajaron de la Sierra Maestra para hacer triunfar la Revolución. Cuando se hacen dichas odiosas comparaciones muchos olvidan que esas Revoluciones – como todas – se produjeron gracias al tejido revolucionario que sus líderes se ocuparon durante años de tejer, reforzar y dar la orientación necesaria. Lenin sin los soviets y el partido bolchevique sólo habría sido un charlatán más, igual que Chávez sin el “Movimiento Bolivariano Revolucionario – 200″ que empezó a tejer en 1977, o que Fidel Castro sin el Movimiento 26 de Julio fundado en 1953 (6 años antes del triunfo de la Revolución). Es decir, un líder revolucionario sin un tejido revolucionario es sólo un charlatán.

Por eso, si lo que queremos es darle un sentido revolucionario a las protestas y no queremos limitarnos únicamente a una serie de gestos populistas o a un mero proceso electoral, tenemos una obligación ineludible si no queremos convertirnos en charlatanes: crear organización y darle una orientación revolucionaria.

En este momento de conflicto social agudo en España muchos son los movimientos que cada día se enfrentan en cada pueblo y cada ciudad de nuestro país a una situación de saqueo y represión de la clase trabajadora y las clases populares. Hacer confluir esta innumerable cantidad de movimientos en estructuras de contrapoder, encontrando las fórmulas para su funcionamiento a través de la acción y la experiencia, de los aciertos y los errores colectivos, es por tanto la labor principal que tenemos por delante. Es por ello que cualquier intento de socavar esta tarea, o de debilitar las aún débiles organizaciones obreras, está destinado a asestar un golpe más – voluntario o involuntario – contra la clase trabajadora.

Los procesos democráticos de abajo a arriba, la lealtad a compañeros/as y camaradas, la construcción de estructuras de contrapoder haciendo confluir a los movimientos, y huir de salvadores iluminados, es lo único que puede garantizar nuestro éxito y el éxito de nuestro programa máximo

MATERNIDAD OBLIGATORIA, EL POLÉMICO VÍDEO PRO ABORTO CON ALTO CONTENIDO SEXUAL QUE YOUTUBE CENSURÓ


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DESEMPLEO JUVENIL GLOBAL: ¿ BARRIL DE PÓLVORA CONTRA EL CAPITALISMO?

 

por: Scott Williams    Las estadísticas son alarmantes. Los jóvenes constituyen el 17 por ciento de la población mundial pero el 40 por ciento de los desempleados

Los reportes oficiales dicen que la tasa mundial de desempleo es de 4,5 por ciento mientras que la tasa mundial de desempleo juvenil es un 12,6 por ciento. Sin embargo, en realidad es mucho más alta.
El desempleo/subempleo juvenil global: mitos y realidad

El mundo cuenta con 1,2 mil millones de jóvenes entre las edades de 15 a 24 años. Ochenta y siete por ciento vive en Asia, África, América Latina y Europa del Este. Alrededor del 30 por ciento de lxs jóvenes del mundo, 357 millones, no está en la escuela ni empleadxs. De lxs que trabajan en los países “en desarrollo”, 536 millones están subempleadxs, en comparación con 1,5 millones en los 27 países de la Unión Europea. Las mayores tasas de desempleo entre jóvenes se encuentran en el norte de África y Oriente Medio, según el Foro Económico Mundial, una organización internacional sin fines de lucro con sede en Suiza.

Mientras que las estadísticas recopiladas por organizaciones pro-capitalistas afirman que sólo 75 millones de jóvenes de todo el mundo están “desempleadxs”, la realidad es que 903,5 millones de jóvenes en el mundo están desempleadxs, subempleadxs o forzados fuera de la fuerza laboral. Esto es más bien el 75,2 por ciento — no el 12,6 por ciento — que necesita empleos a tiempo completo con salarios dignos. El otro 24,8 por ciento está en la escuela o trabaja a tiempo completo.

¿Cuál es la causa del desempleo juvenil en el mundo? Entre 1985 y 2000, la fuerza laboral mundial aumentó de 1,5 mil millones a 3,0 mil millones, según el reportaje “La duplicación de la fuerza de trabajo global”, escrito por el economista Robert B. Freeman. El aumento en el número de trabajadorxs es debido en parte a la apertura de China, Rusia, Europa del Este y muchas otras partes del mundo a la competencia laboral global.

La globalización capitalista ha significado mayor explotación y salarios más bajos para lxs trabajadorxs del mundo. Además, el aumento en la automatización y la tecnología avanzada elimina la necesidad de tener muchxs trabajadores expertos. Los robots han reemplazado muchos de los puestos de trabajo básicos que lxs trabajadores jóvenes han ocupado tradicionalmente.

“Recuperaciones sin empleos” afectan a la juventud estadounidense
La mayoría de la gente cree que la educación es la clave para el empleo. Esta noción nos la enseñan nuestrxs maestros, nuestrxs madres y padres y los medios de comunicación. Sin embargo, esto resulta ser un mito a nivel sistémico.

En los Estados Unidos, alrededor de 1,7 millones de estudiantes se graduaron de bachillerato en 2013, más que anteriormente. La mayoría va a pasar tiempo desempleada después de graduarse. Una tercera parte se mudará de nuevo con sus padres. Durante los próximos dos años, el 40 por ciento trabajará en empleos que no requieren un título universitario.

De hecho, la mayoría de lxs desempleados en EE.UU. tiene menos de 34 años. Mientras tanto, los bancos llaman. La deuda estudiantil cruzó la marca de $1 billón el año pasado. El promedio de deuda estudiantil es alrededor de $30.000 dólares, con un crecimiento del 63 por ciento en menos de una década.

Entre los supuestos finales de las últimas dos crisis económicas en EE.UU., entre 2003 y 2010, se perdieron 11 millones de puestos de trabajo. Estas “recuperaciones [de las crisis] sin empleos” derivan del crecimiento de la fuerza laboral mundial y el aumento en el uso de la tecnología para crear equipos más productivos.

Si las recuperaciones sin empleos y la deuda estudiantil no son lo suficiente para lxs jóvenes, se les sermonea con comentarios acerca de que estudiaron las asignaturas equivocadas y cómo a los empleadores estadounidenses les encantaría darnos puestos de trabajo si tuviéramos los conocimientos adecuados. Esta “brecha en destrezas” causada por la sustitución de lxs trabajadores por la tecnología, es el resultado de que los empleadores se niegan a pagar por el entrenamiento de sus trabajadorxs, no que lxs estudiantes no estén aprendiendo cómo utilizar tecnología avanzada como estudiantes pre graduadxs.

Jóvenes desempleadxs del mundo: levantémonos
Es un principio básico del marxismo que demasiado de una cosa se convierte en su contrario. El exceso de desempleo puede llevar a lxs trabajadores a tomar el poder de los patronos y proporcionar puestos de trabajo para todxs.

El desempleo juvenil tiene el poder de hacer estallar el capitalismo y el imperialismo a escala global. Lxs jóvenes desempleados necesitan organizarse y hacer valer sus derechos a un futuro. La explosión de la primavera árabe ocurrió en 2011; fue iniciada en Túnez por los jóvenes sin empleo. Allí, el 40 por ciento de lxs graduados universitarios está desempleado, mientras que el 24 por ciento de lxs sin graduar está desempleado.

El mismo fenómeno ha estallado en los movimientos masivos de asambleas de jóvenes en España y Grecia, y en las protestas de Ocupar Wall Street en EE.UU. en 2011. Nada ha cambiado desde entonces. De hecho, nuestras condiciones de vida han empeorado.

La juventud estará a la cabeza de la resistencia militante a la austeridad capitalista, la explotación y la opresión. Lxs jóvenes — mujeres, personas de color, trabajadorxs, estudiantes y miembros de las comunidades LGBT — deben unirse para derrotar al capitalismo en callejón sin salida y reemplazarlo con el único sistema que beneficia a la humanidad: el socialismo.
www.workers.org