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viernes, 9 de agosto de 2013

AL BORDE DE LA QUIEBRA, 20 CIUDADES DE EE.UU



9 de agosto de 2013.- Al menos 20 ciudades estadounidenses tienen números en rojo y podrían declararse en bancarrota como Detroit, que protagonizó la mayor quiebra municipal en la historia nacional.

Lo ocurrido en la llamada ciudad motor, en Michigan, alertó a tenedores de bonos, empleados del gobierno y residentes de las grandes urbes, destacó un artículo del medio digital News Max.

Detroit declaró su insolvencia financiera y ratificó su incapacidad para pagar sus deudas, superiores a los 18 mil millones de dólares.

Las principales urbes con problemas son: Compton, Fresno y Oakland (California); East Greenbush y Newburgh (Nueva York); condado del Golfo (Florida); Harrisburg y distrito escolar de Filadelfia (Pensilvania); Irvington y Salem (Nueva Jersey); condado de Jefferson (Alabama); Menasha (Wisconsin), y Pontiac (Michigan).

VEA "DOSSIER" CON WALTER MARTÍNEZ




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Walter Martínez

Walter Martínez

Credito: aporrea tvi

8 Agosto 2013.- Los sucesos internacionales y noticias de resonancia mundial en "pleno desarrollo" analizados por el periodista y corresponsal de guerra, Walter Martínez, a través de la señal del canal de todos los venezolanos, Venezolana de televisión.

“Dossier”, único en su estilo en la televisión venezolana, es una herramienta necesaria, que brinda información de actualidad, en un lenguaje directo y de fácil comprensión.

EN CUESTIÓN DE TERRORISMO, USTEDES SON LOS MAESTROS Y NOSOTROS LOS ALUMNOS

Carta abierta de Hassan Hamade a la embajadora de la Unión Europea en Beirut


El comentarista político de mayor audiencia en Líbano, Hassan Hamade, reacciona ante la inclusión de la «rama militar» del Hezbollah en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea. Más que defender la Resistencia, Hassan Hamade resalta la falta de autoridad moral de la Unión Europea para deslindar entre el Bien y el Mal.
| Beirut (Líbano)  
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Angelina Eichhorst, embajadora de la Unión Europea en Líbano
Su Excelencia, señora Embajadora,
Señora, usted sabe que una de las tareas más difíciles para un diplomático civilizado y respetable que realmente tiene fe en la paz, como usted, es verse obligado durante el ejercicio de sus funciones a defender una decisión inicua y agresiva tomada por sus superiores en representación de un Estado o de un conjunto de Estados, como es el caso de la Unión Europea, que ha decidido incluir en su lista de organizaciones terroristas internacionales lo que ha calificado como… ¡«ala militar» del Hezbollah!

Digamos de paso que esa decisión ha sido tomada a pesar de que el ministro búlgaro de Relaciones Exteriores, el señor Kristian Vigenin, ya había declarado oficialmente que no existe absolutamente nada que pruebe la menor vinculación entre el Hezbollah y la explosión del autobús de pasajeros en Burgas, Bulgaria, lo cual significa que es con total conocimiento de causa que la Unión Europea tomó su decisión, en contradicción con la investigación realizada por ese país. Y esto tiene lugar precisamente en momentos en que se levanta una esquina del velo que cubre el atentado del 18 de julio de 1994 contra una institución judía en Buenos Aires, atentado que de inmediato fue atribuido al Hezbollah a pesar de que las investigaciones no han terminado aún y de que los indicios apuntan ya hacia el señor Vladimir Corach, ex ministro argentino del Interior, cuyas estrechas relaciones con la mafia y con los servicios de seguridad israelíes son de sobra conocidas.

Sobre esta última decisión de la Unión Europea, estoy en el deber de exponer varias observaciones que confiaré a usted, con la esperanza de que tenga usted a bien transmitirlas a sus superiores, por la simple razón de que la definición de terrorismo, adoptada por la propia Unión Europea, es aplicable en primer lugar a los gobiernos y responsables miembros de la Unión misma.

Señora, nadie duda que usted sabe que la Unión Europea considera la retención de civiles inocentes como rehenes como un «crimen terrorista» imprescriptible, crimen equivalente a un crimen contra la humanidad totalmente injustificable. Por lo tanto, lo menos que puede decirse es que la Unión Europea adopta una posición oficial no razonable, inhumana y conciliadora hacia los autores de esos crímenes cuando se trata de los rehenes secuestrados en A’zaz o de monseñor Pablo al-Yazigi y de monseñor Juan Ibrahim, ambos víctimas sirias incuestionablemente pacíficas e inocentes.

Nadie duda que usted sabe lo que ahora es de pública notoriedad en cuanto a la influencia directa y decisiva del gobierno del señor Erdogan sobre las organizaciones terroristas armadas; gobierno de un Estado miembro de la OTAN, a la que a su vez pertenecen muchos de los gobiernos de la Unión Europea que usted representa, aliados y cómplices de la guerra devastadora desatada contra Siria.
Usted sabe también que nada de todo eso ha impedido a la Unión Europea que usted representa proseguir su colaboración en el terreno con el gobierno turco, apoyando, armando y entrenando a los terroristas, que cuentan con no menos de 40 000 mercenarios extranjeros en Siria, como ha reconocido el emisario internacional, el señor Lakhdar Brahimi. Esa es una verdad que pone a la Unión Europea que usted representa en el banquillo de los acusados directos y que involucra su responsabilidad ética y jurídica, con todo lo que ello implica en materia de acciones judiciales contra los responsables que se hallan al mando.

Es absolutamente inadmisible verles a ustedes encubrir esos crímenes odiosos, sobre todo cuando la Unión Europea que usted representa se pasa la vida dando los demás lecciones en las que insiste en que es necesario luchar contra el terrorismo dondequiera que este se manifieste, sin concesiones ni pretextos. Y si aún necesitasen ustedes pruebas, ¡es más que probable que los innumerables videos que exhiben en YouTube los propios terroristas criminales y necrófagos no hayan escapado a la vigilancia de ustedes mismos!

Señora, perdóneme por señalar que no puedo imaginar que no sepa usted que el desvío de un avión civil equivale, muy justificadamente y según los criterios de ustedes mismos, a un crimen caracterizado como terrorismo internacional y comparable con los secuestros de personas y su detención o asesinato, con o sin documentos fotográficos que sirvan de prueba, etc. ¿No es eso lo que sucedió hace varias semanas, cuando varios gobiernos de la Unión Europea que usted representa cerraron sus espacios aéreos al avión del presidente de Bolivia Evo Morales cuando regresaba de Moscú? ¿No se vio él obligado a hacer un aterrizaje forzoso en Austria? ¿No estuvo bloqueado allí durante horas bajo el pretexto de que el estadounidense Edward Snowden –la misma persona que reveló al mundo que el gobierno de Estados Unidos los espía a ustedes [la Unión Europea]– podía hallarse a bordo del avión? ¿No salió la información de la embajada de Estados Unidos en Moscú?

¡Qué paradoja!

Ese incidente, que no es otra cosa que una clara agresión contra un avión civil que transportaba al presidente de un Estado independiente y soberano, nos recuerda la primera operación de ese tipo, que tuvo lugar el 22 de octubre de 1956, cuando a varios responsables franceses les pareció correcto desviar un avión civil que transportaba a varios dirigentes del FLN de Rabat hacia Túnez [Ahmed Ben Bella, Hocine Ait Ahmed, Mohammed Khider, Mohammed Boudiaf, Mostefa Lacheraf].
El desvío de aviones, señora, es por desgracia un invento europeo. Como también lo es, por ejemplo, el nazismo, también de inspiración europea… Pero dejémoslo ahí. Sólo les recordaremos a ustedes que los gobiernos europeos clasifican los desvíos de aviones ¡como terrorismo internacional!
Señora, la trágica crisis que ha golpeado a Siria ha hecho caer más de una máscara y ha revelado el alcance de las mentiras de ustedes, siendo la primera de ellas la decisión de ustedes de poner a al-Qaeda y sus grupos asociados en la cima de las organizaciones terroristas internacionales, como la más peligrosa. Y ahora resulta que el escenario sirio nos está revelando los mecanismos de coordinación, [existentes] en el terreno, entre la organización europea que usted representa y la de al-Qaeda; coordinación ya flagrante y públicamente comprobada en Libia, antes de que se tradujese en todo su esplendor al territorio sirio, como lo demuestran las numerosas declaraciones de responsables europeos.

Me limitaré a mencionar sólo a dos de esos eminentes responsables:
  • el ministro francés de Relaciones Exteriores, señor Laurent Fabius, quien el año pasado dijo claramente en Marrakech –en una conferencia de los supuestos amigos de Siria– que los terroristas de Jabhat al-Nusra hacían un «buen trabajo», antes de que Estados Unidos los incluyera en su propia lista de terroristas;
  • y el prolijo ministro británico de Relaciones Exteriores, aún más brutal y sádico, quien dijo llanamente que los miembros de al-Qaeda y de sus grupos asociados no debían regresar de Siria ¡porque son una amenaza para los civilizados países de ustedes!
Ni siquiera me extenderé sobre el flujo constante de armas y de municiones introducidas en Siria a través de las «puertas europeas», que ya conocemos nosotros y que usted misma conoce perfectamente.

En cambio, sí le diré a usted que la Unión Europea, que no deja de repetir que se preocupa por los cristianos del Medio Oriente, ha perseguido constante y sistemáticamente el cristianismo así como a los fieles adeptos de esa religión nacida en nuestra tierra y, por lo tanto, «hija del Oriente». Y al decir esto no exagero ni engaño a nadie. Testigo de ello es Su Santidad el papa Benedicto XVI. Filósofo e importantísimo teólogo, [Benedicto XVI] advirtió sobre esa persecución permanente en su mensaje por la celebración del «Día Mundial de la Paz», a principios de 2011. Lo citaré, palabra por palabra, conforme a lo que escribió al final del párrafo 14:
«Expreso también mi deseo de que en Occidente, especialmente en Europa, cesen la hostilidad y los prejuicios contra los cristianos, por el simple hecho de que intentan orientar su vida en coherencia con los valores y principios contenidos en el Evangelio. Que Europa sepa más bien reconciliarse con sus propias raíces cristianas, que son fundamentales para comprender el papel que ha tenido, que tiene y que quiere tener en la historia; de esta manera, sabrá experimentar la justicia, la concordia y la paz, cultivando un sincero diálogo con todos los pueblos.» [1]
Señora, usted sabe, al igual que yo, que esas verdades son prácticamente ignoradas por los pueblos de ustedes porque viven tras una nueva cortina de hierro, todavía más opaca, más taimada y más insidiosa que la cortina de hierro más primitiva que rodeaba el Bloque del Este y que aún se mantiene alrededor de las dictaduras árabes y no árabes. La cortina de ustedes es invisible, pero lo más aterrador es que se manifiesta a través de la sumisión de los gobiernos de ustedes a una doble ocupación: por un lado, la ocupación estadounidense en el plano militar, de seguridad y económico; por otro lado, la ocupación israelí en materia de seguridad y en el plano cultural.

Esa es la verdad, señora, a pesar de lo que hagamos por ignorarla. Y la reciente decisión de la Unión Europea no hace más que confirmar la realidad de esa doble ocupación de los países de ustedes, ocupación de la que nos gustaría que pudiesen ustedes liberarse algún día. Sabemos que eso es difícil porque la más persistente de las ocupaciones es la que se apodera de las mentes a través de un «terrorismo cultural» incesante que ejercen los medios de ustedes, casi totalmente dominados por los sionistas.

Señora, estamos viviendo, tanto ustedes como nosotros, un periodo de cambio social donde el verdadero enfrentamiento es entre la libertad y la esclavitud. Pero si bien la libertad se basa en una sola norma y en un solo rasero, las formas de esclavitud son en cambio numerosas.
Discúlpeme usted si me he extendido demasiado. Pero el horrible tsunami de mentiras nos obliga a poner los puntos sobre las íes. Sepa usted que estoy convencido de la sinceridad y la nobleza de sus objetivos de usted, aunque pienso todo lo contrario de la Unión Europea que usted representa.
Europa, señora, no se halla en una posición jurídica ni ética que le permita darnos lecciones de humanidad ni de humanismo.
Fuente

LA SOMBRA DEL FRANQUISMO Y EL PARTIDO POPULAR

09.08.2013.

No es por casualidad la inexistencia en nuestro país de una extrema derecha con cierto peso electoral como ocurre en otros países europeos. La razón es muy sencilla: está en el PP impartiendo doctrina. 
 
Recuerdo una anécdota que viví en mi primer curso de periodismo allá por el año 1973, ó 1974. Fui a retirar unos apuntes a casa de un compañero que vivía en en la madrileña calle de Capitán Haya. Recuerdo de aquella visita dos imágenes que me llamaron poderosamente la atención: una enorme bandera rojigualda con el escudo franquista bordado en el centro, presidiendo el vestíbulo, y una cocina lujosa e inmensa, tan grande como todo el piso de protección oficial en la periferia de Madrid que yo compartía con mis padres y mis hermanos. El padre de mi amigo tenía un alto cargo en la administración franquista y el mundo en que aquella familia vivía era un mundo radicalmente distinto al mío. Mi compañero, al que perdí la pista al poco de terminar la carrera, había nacido, como yo, en la década de los cincuenta, pero había crecido en un ambiente y con una educación en las antípodas de la mía. En su familia nunca habían cuestionado el sistema: al contrario, vivían cómodamente a su sombra. La normalidad cotidiana se había cimentado con el “cara al sol” en el patio del colegio, la religión en el aula, la misa semanal, la ignorancia (inconsciente o buscada) respecto a la existencia de miles de presos políticos, la elusión de la falta de libertades, el mito de la pérfida Albión como fuente de todos los males y del robo de Gibraltar, la visión de la guerra civil como una cruzada necesaria contra una República que llevaba al país al desastre y toda una panoplia de aprendizajes bajo un Régimen que mimaba a sus afectos y servidores  y que se había convertido, en la mente de la mayoría silenciosa en algo parecido a la marcusiana “sobrerrepresión”, o autorrepresión convertida en parte de la conciencia propia a fuerza de miedo, resignación y voluntad de sobrevivir.

En ese ecosistema se formaron varias generaciones de ciudadanos. Y crecieron, maduraron y forjaron su educación sentimental quienes, nacidos en la década de los cincuenta y sesenta, tienen hoy responsabilidades de gobierno en el Partido Popular. Nunca fueron conscientes del todo de que aquella España carecía de toda legitimación democrática ante los organismos internacionales. Nunca se movilizaron contra la dictadura: aquella España representaba el “orden natural de las cosas”. Consideraban cualquier oposición al Régimen parte de una conspiración de rojos resentidos y comunistas.  El lema “España es diferente” que popularizó el entonces ministro Fraga Iribarne lo hacían suyo sin ambages y lo esencial era acabar la carrera, opositar a notarías, a registradores de la propiedad o al cuerpo de abogados del Estado y no meterse en líos.

Ese caldo de cultivo explica hoy la difícil homologación (real, profunda, no meramente jurídica) de ese partido con los partidos de la derecha democrática europea. Mantienen la apariencia, hacen declaraciones grandilocuentes sobre liberalismo, democracia, pluralismo y derechos humanos, pero el inconsciente sigue trabajando hasta convertirse en leyes, en declaraciones antidemocráticas, en silencios y omisiones, en complicidad de facto con el régimen anterior, en muletillas, gestos y actitudes que nos hablan de una realidad dura, difícilmente equiparable a la de cualquier país europeo: el partido que gobierna España al amparo de la Constitución de 1978 es el partido que no ha condenado la sublevación de 1936 contra la República; es el partido que avala cuando no apoya el vacío y la exclusión de cualquier acto institucional de las Brigadas Internacionales ante el estupor de las autoridades británicas, francesas o norteamericanas; el partido que bloquea o suspende de facto la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica; el partido que mantiene cientos de calles con los nombres de personajes desterrados en la historia de Europa al cubo de los detritus de todas las dictaduras; el partido que avala a alcaldes capaces de reponer en una plaza el nombre de Franco (con o sin "generalïsmo" delante) para sustituir el de Miguel Hernández o el de Federico García Lorca que algún gobierno local de izquierdas se atrevió a colocar en tiempos mejores; el partido, en fin, que contribuye activamente a que ningún nuevo juez Garzón esté tentado de cuestionar la era de bondades que “presidió” el generalísimo y de devolver la dignidad democrática  y civil a tantos desaparecidos enterrados en las cunetas, junto a las tapias de cementerios perdidos o en caminos convertidos en heridas irrestañables sobre los cuales —¡todavía!— proyecta su sombra el miedo de los vencidos y de sus herederos.

Sólo en la ignorancia de lo que fue, en verdad el franquismo, puede un partido mantener o albergar en su interior tales actitudes y posiciones políticas en la Europa del siglo XXI. Porque si no fuera así, si esas actitudes fueran producto de una reflexión, de una opción meditada, tendríamos que pensar que estamos  gobernados por una versión aggiornada de lo que fuera el “movimiento nacional”. Es decir, por un partido que no ha superado el sustrato ideológico-político del franquismo y que, en buena parte, ha hecho suya su proteína.  Unas veces de manera consciente; otras, inconscientemente.
Sé que estas afirmaciones pueden sonar duras. O a exageración. Pero, mal que nos pese, son el fiel reflejo de lo que ocurre hoy en España.  Dejo, premeditadamente, de lado (y es mucho dejar, lo reconozco) el tratamiento que está dando el Partido Popular al caso Bárcenas porque me interesa, ante todo,  poner al desnudo esa condición ideológico-política, y entro en el contenido de sus políticas.

La reforma educativa está llena de guiños al tiempo de la adolescencia de los muchachos arriba citados (entre los que, seguro, estaba el ministro Wert): la reválida, la introducción de la religión (católica, por supuesto) en los programas educativos, el reforzamiento de la red de centros privados y concertados de confesión religiosa, la laminación de Educación para la Ciudadanía, el reforzamiento de la “autoridad” del profesorado con un enfoque esencialmente disciplinario, la desconfianza hacia las lenguas cooficiales, la apuesta por las universidades privadas…. Todo ello conforma un abanico de tributos a la “edad de oro” de su juventud, lo que lleva aparejado el retroceso para la mayoría a tiempos funestos: los anteriores  al Estado democrático y social de derecho que, al menos en teoría, ampara  la Constitución.

En esa dirección apunta la reforma de la justicia impulsada por Ruiz-Gallardón, que no solo agrieta la independencia judicial, sino que convierte las tasas judiciales en barreras o instrumentos para diluir la igualdad de oportunidades en el acceso a un servicio esencial; o el anuncio de un retroceso de 25 años en la legislación sobre aborto, siguiendo los consejos de la Conferencia Episcopal más integrista de Europa y con el consiguiente desprecio a los derechos de las muejres; o el brutal incremento de las tasas universitarias, que está  expulsando a decenas de miles de jóvenes del acceso a estudios superiores (como cuando ellos eran jóvenes opositores de una universidad para minorías); el recorte y el endurecimiento de las condiciones para acceder a una beca por razones económicas, de falta de recursos familiares..

Todo ello se complementa con el desprecio hacia la política (“no te metas en política” era el lema oficial de aquellos años), condenando a parlamentos enteros  como el de Castilla La Mancha a funcionar, de facto, sin oposición al tiempo que se mantienen las diputaciones provinciales, auténticos  reductos clientelares no directamente elegidos y heredados del franquismo , y con el desdén hacia la cultura y hacia sus representantes, a los que se descalifica permanentemente o se intenta ridiculizar.

Es una derecha de la que ha desaparecido cualquier sombra de humanismo, de compasión y solidaridad hacia los más humildes  (dependientes, parados —“¡que se jodan!”—, estudiantes sin medios, inmigrantes y enfermos, niños desnutridos o jóvenes doctores que no son expulsados del país, sino beneficiarios de la “movilidad exterior”) y que ha crecido sobre las cenizas del último intento de forjar un centro político civilizado, europeo y dialogante como fue UCD. Una derecha que, contraviniendo los principios democráticos que han cimentado la Europa moderna, es capaz de destinar ingentes recursos para rehabilitar el Valle de los Caídos —que es, en el fondo y en la forma, un permanente homenaje al dictador y una herida de dimensiones inabarcables en la conciencia de los vencidos y de la Europa posterior a los fascismos—  y negarse a convertirlo en lugar de reconciliación y homenaje a todas las víctimas; una derecha que, en fin, es incapaz de expulsar de sus filas de manera inmediata a un alcalde que afirma que los ejecutados por el franquismo se lo merecían o de desautorizar a alcaldes que se niegan a retirar placas ofensivas para la democracia. Esa derecha, por mucho que se autoproclame democrática, no está a la hora de Europa. Sigue funcionando con un pie en un régimen desaparecido hace más de treinta años y, cuando se descuida (o no), se ve superada por el inconsciente: ¿por su verdadero perfil? O por la nostalgia del tiempo perdido de una juventud acomodada al estado dictatorial, un juventud que jamás quiso saber de compromiso, de lucha por las libertades, que vivió a espaldas a una dura realidad hecha de exilios, cárceles, tribunal de orden público, fusilamientos (los últimos, en septiembre de 1975), censura y ausencia de sindicatos, de partidos y de los más elementales derechos colectivos.

Desde esa perspectiva, no es difícil entender que el intento de Adolfo Suárez (hace más de 35 años) de abrir paso a una derecha centrada que rompiera de manera tajante con el franquismo y se comprometiera, sin eufemismos, con la democracia, fuera considerado por aquellos jóvenes de AP, hoy gobernantes  del Partido Popular, un atrevimiento intolerable, un paso que ponía patas arriba el mundo “inmutable” en que habían crecido. Suárez, Landelino Lavilla, Fernández Ordóñez, Martín Villa, Rodríguez de Miñón, los líderes de aquel partido que se la jugaron (como pudimos comprobar el 23-F) descolgándose del franquismo, han sido, al cabo del tiempo, ideológicamente derrotados. Lo que se  ha impuesto en la derecha española, con algunas décadas de retraso, es, en gran medida,  el corpus político e ideológico que representaba la vieja Coalición Democrática que, a finales de los setenta, abanderaban los “siete magníficos”, encabezados por Silva Muñoz, Fernández de la Mora o Ricardo de la Cierva, que se convertiría en AP para abstenerse en el Referéndum Constitucional y que nunca reconocería al franquismo como la negación radical de la democracia.  Sólo faltaba, para completar el cuadro y hacer aún más visible la sombra del franquismo, el inevitable “Gibraltar español”.

Todo lo hasta aquí expuesto nos lleva, entre otras muchas conclusiones, a una que me parece esencial: no es por casualidad la inexistencia en nuestro país de una extrema derecha con cierto peso electoral como ocurre en otros países europeos. La razón es muy sencilla: está en el PP impartiendo doctrina.

Fuente: http://www.nuevatribuna.es/articulo/espana/sombra-franquismo-y-partido-popular
/20130808190141095467.html

LA CAMPAÑA "OBRA SOCIAL DE LA PAH" PRESENTA EL MANUAL DE DESOBEDIENCIA CIVIL PARA RECUPERAR VIVIENDAS VACIAS DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS


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El manual de desobediencia civil para retornar a las viviendas vacías de los bancos su función social, se acompaña de un nuevo video: “De la burbuja a la Obra Social”


Después del desahucio de la ILP por parte del Partido Popular, la PAH no se queda de brazos cruzados. No podemos permitírnoslo. Las medidas de la ILP son más necesarias que nunca, por eso, la PAH hace público un protocolo de la campaña la Obra Social de la PAH, un manual de desobediencia civil de 25 páginas con información práctica sobre cómo realojar familias mediante alguna de las dos vías contempladas en esta campaña: Las ocupaciones individuales en las viviendas de las que hemos sido desahuciados y las recuperaciones de bloques enteros propiedad de la banca.

Consulta y descarga el manual de desobediencia civil aquí o en este enlace

Además de la dación en pago y la moratoria en los desahucios, el alquiler social es una medida fundamental de una ILP que ha sido despreciada por el PP. Sin ella, en las PAHs aumentan los casos de familias que, aún habiendo solucionado el problema de la deuda -consiguiendo la dación gracias a la lucha de la PAH- ven denegadas sus peticiones de alquiler social a los bancos. A esto se suman las personas que han sido desahuciadas. Las administraciones locales y autonómicas dicen no poder hacer frente a la creciente emergencia habitacional, por lo que es fácil entender la urgencia social por recuperar las viviendas vacías en manos de las entidades financieras y darles su función social.

La campaña “Obra Social la PAH”, que cuenta ya con 12 edificios recuperados de la banca, consiste en extender la práctica de realojar familias en viviendas de las entidades financieras, de manera organizada, protocolizada y encaminada a conseguir pequeñas grandes victorias. Igual que se hizo en el inicio con la campaña de stop desahucios. Cada vez son más los núcleos de la PAH que no tienen más remedio que sumarse a esta campaña y el interés creciente de muchos otros nos empuja a editar este dosier. Un manual de desobediencia civil para poner en práctica la exigencia de que las viviendas vacías en manos de la banca y el SAREB pasen a formar parte de un parque público de alquiler social.

http://afectadosporlahipoteca.com/2013/07/09/obra-social-pah-manual-desobdiencia-civil-viviendas-entidades-financieras/

COSPEDAL FRACASA EN AL PRIVATIZACIÓN DE LAS RESIDENCIAS UNIVERSITARIAS EN CUENCA


residencias cuenca


Según comunicado por parte de la Consejería de Educación , Cultura y Deportes de los Servicios Periféricos de Cuenca, queda sin efecto el Plan de Recursos Humanos que se estuvo negociando para la reasignación de efectivos por la privatización de las residencias universitarias. Ninguna empresa se ha mostrado interesada en licitar bajo las condiciones establecidas en el pliego de prescripciones técnicas que ha de regir el contrato de gestión del servicio de residencia universitaria en la modalidad de concesión, de las Residencias Universitarias de Cuenca. En definitiva lo que han conseguido es  tener a alrededor de 60 trabajadoras y trabajadores en vilo durante unos tres meses desde que se conoció la intención, se realizaron las primeras reuniones formales para informar sobre las privatizaciones y otras muchas reuniones para la negociación de la reasignación. Con lo cual nos han estado ninguneando, pues se les propuso diversas alternativas para continuar en el mismo puesto de trabajo con una gestión diferente y así no privatizar y que el servicio que se prestase siguiese siendo de calidad y en condiciones laborales dignas. Cayendo en saco roto bajo su política capitalista.

Con la caída de matriculaciones en algunas de las residencias universitarias, debido a la preocupación que suscitó la merma de calidad del servicio prestado por la posible privatización, así como el descenso de matriculaciones  en el campus de Cuenca, bien porque no pudieron pagar el curso pasado y por lo tanto continuar con sus estudios, bien porque las tasas han aumentado otra vez un 1,4%, respecto al IPC y  a la subida del 15% al 19% que hubo el curso pasado, se duda de que las cuatro residencias universitarias existentes en Cuenca puedan permanecer abiertas, y con ello que los y las trabajadoras permanezcan en sus puestos de trabajo.

Esto demuestra de qué manera la Administración Regional pretendía “vender” algunos servicios públicos, antes de realizar una gestión eficiente y eficaz, palabras que dicen desde que llegaron al gobierno los dirigentes del Partido Popular, pero que parece ser les cuesta llevar a la práctica, pues hasta ahora no han hecho nada al respecto, tan sólo ir deshaciéndose como pueden (y a veces no lo consiguen) de todos aquellos servicios necesarios y gratuitos, o en parte, para la ciudadanía, y, con ello, destrucción de empleo público. Ya que si lo hicieran, y ahora tienen otra oportunidad en Cuenca, podrían hacer del servicio público de las residencias universitarias algo “rentable” fuera del periodo lectivo, ya que esto se les ofertaba a las empresas, el poder sacar beneficios fuera de ese periodo.
Pese a todo lo acontecido durante éste proceso penoso, nos sentimos satisfechas y satisfechos con la resolución del mismo, esperando que sea definitivo, y porque tanto estudiantes como las personas que trabajan en éstos centros van a seguir teniendo unas condiciones apropiadas.

Nota prensa STAS-Intersindical

¿QUIÉN ASESINOA A LOS COMUNISTAS EN MEXICO?

9 agosto, 2013 

pcm


Los comunistas advirtieron desde el principio que el Pacto por México era una alianza asesina. La burguesía mexicana se coaligó en un papel para emprender una campaña de exterminación contra la clase trabajadora, basándose en el poder de los monopolios; amos y señores de este país. Y ahora han cobrado sus primeras tres víctimas: Raymundo Velázquez, Samuel Vargas y Miguel Solano, militantes del Partido Comunista de México en el Estado de Guerrero, a quienes nunca les perdonaron desafiar la violencia estatal contra los campesinos e indígenas guerrerenses.

Desde la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (LARSEZ), el camarada Raymundo había advertido una y otra vez que grupos paramilitares estaban actuando con impunidad en la zona de la Costa Grande de Guerrero. Finalmente ahí fue torturado, asesinado e incendiado el auto en el que viajaba.

En un comunicado emitido por la mañana de este miércoles 7, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de México señaló sin cortapisas que los camaradas Raymundo, Miguel y Samuel, fueron asesinados por paramilitares complacidos desde el poder público.

“Para el PCM y para el pueblo de Guerrero está claro que el crimen perpetrado en contra de nuestros camaradas Raymundo Velázquez Flores, Samuel Vargas Ramírez y Miguel, está estrechamente ligado a los grupos paramilitares que actúan con impunidad y complacencia de las autoridades estatales y federales”.

Además, rechazó las declaraciones de la diputada federal perredista Rosario Merlín y del vocero del gobierno José Villanueva Manzanero por considerarla “falaces y con la intención de encubrir de manera cómplice la responsabilidad moral y política del gobierno del estado, emanado del PRD, y de su titular Ángel Aguirre”.

“Miente el vocero del gobierno cuando afirma que ‘en Guerrero el gobierno vela por el derecho a la vida’, cuando, desde el inicio del mismo, sus manos están manchadas con sangre de estudiantes normalistas, ambientalistas y dirigentes sociales y revolucionarios. Su falta de compromiso y vigilancia fue fatal en el caso de nuestro camarada, le recordamos que Raymundo había denunciado el hostigamiento criminal en su contra y que su petición de condiciones de seguridad fue absolutamente ignorada”.

¿Cómo creer en sus palabras?

Fue precisamente la diputada perredista Rosario Merlín quien en la previa al 2 de diciembre del 2012 impidió mediante la imposición de un grupo de colonos que la LARSEZ celebrara en la comunidad La Morena, del municipio de Atoyac de Álvarez, su Congreso estatal como militancia del Partido Comunista.

“Del gobierno, del Pacto por México, de sus representantes no nos interesan sus condolencias hipócritas, queremos a los autores materiales identificados con nombre y apellidos, pues los autores intelectuales son ampliamente conocidos”, declaró al respecto el Buró Político del PCM.

La saña con la cual fueron asesinados los camaradas demuestra una venganza ¿Y quién podría vengarse de tres campesinos, cuyo único trabajo ha sido la sobrevivencia de sus comunidades? ¿A quién no le gusta que el pueblo oponga resistencia a sus designios? La respuesta apunta al centro de la crisis y quienes la han provocado, desatando la violencia contra la clase trabajadora como medida de imposición.

! ZAPATA VIVE Y CELEBRAMOS SU 134 CUMPLEAÑOS


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Zapata nació en San Miguel Anenecuilco, Morelos, el 8 de agosto de 1879. Se destacó como jefe del Ejército Libertador del Sur. En 1909 fue elegido fue elegido calpuleque (palabra náhuatl que significa jefe) de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco, y desde allí reivindicó la devolución de tierras a los campesinos originarios. En 1910 recuperó por la fuerza las tierras de Villa de Ayala, entregándosela a los campesinos. Tras un primer período de acuerdo con el presidente Francisco Madero, rompe con él porque considera que éste ha traicionado la revolución. Zapata elabora en 1911 el Plan de Ayala, postulando una reforma agraria profunda, presidida por el lema “la tierra para quien la trabaja”, exigiendo el fin de los latifundios.

Hacia 1914, El ejército de Zapata contaba con más de 25.000 hombres, y controlaba por completo el estado de Morelos, parte del de Guerrero, y ciudades como Cuernavaca y para junio ocupó Cuajimalpa, Xochimilco y Milpa Alta. El Ejército federal lo enfrentó para que no llegara a la ciudad de México, siendo presidente Venustiano Carranza. Ese mismo año Zapata se unió con Francisco “Pancho” Villa, el otro gran líder revolucionario. A fines de 1914 la poderosa División del Norte y el Ejército Libertador del Sur entraron en la Ciudad de México. Zapata siguió su campaña, y tomó Puebla, continuando sus enfrentamientos con el Ejército Federal, que por esos años concentraba sus fuerzas contra Pancho Villa, a quien le infligió serias derrotas.

John Reed, el gran escritor revolucionario de “Los diez días que conmovieron al mundo”, escribía en 1914 en un artículo titulado “¿Qué pasa en México?” sobre los campesinos mexicanos: “Si se les pregunta a veinte de ellos al azar, ni uno solo dejará de decir por qué está luchando: por la tierra. Hace cuatrocientos años que han luchado de maneras diferentes por lo mismo y, la mayoría de las veces, como les sucede a todos los pueblos sencillos y medio primitivos, no fueron capaces de expresar este deseo con claridad. Pero que lo han sentido profundamente lo demuestra el hecho de que se levantaron en armas cada vez que alguien supo expresarlo por ellos. Ésta es la causa subyacente de la revolución. Y el mismo Reed, que luego acompañaría las tropas de Pancho Villa afirmaba entonces” Zapata fue el primer líder de los peones en esta revolución que los llamó a las armas para solucionar el problema de la tierra”.

En los años siguientes a 1914, en los territorios controlados por Zapata, se avanzó en el reparto de tierras, reabrió escuelas, creó instituciones para reiniciar la producción de alimentos del campo y continuó la guerrilla en zonas periféricas y de frontera. Su ejército se fue desgastando, ya que el gobierno controló la ciudad de México y la zona central, impidiendo la colaboración entre Zapata y Villa, a la vez que una Ley Agraria dictada por Carranza, le quitó fuerza entre los campesinos.

Zapata cayó cobardemente asesinado en la trampa que le tendió el coronel Jesús Guajardo, que le hizo creer que se le uniría con sus tropas. Yendo a entrevistarse con Guajardo en la Hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de 1919, Zapata y un puñado de sus hombres fueron emboscados por las tropas de Guajardo. Tras su muerte, y luego de un año de resistencia, se desarmó el ejército zapatista, aunque su nombre pasó a ser bandera de la lucha indígena y campesina hasta el día de hoy.
Como escribió el camarada Pablo Neruda al hablar de Zapata:

Pedimos patria para el humillado
Tu cuchillo divide el patrimonio
y tiros y corceles amedrentan
los castigos, la barba del verdugo.
La tierra se reparte con un rifle.
No esperes, campesino polvoriento,
después de tu sudor la luz completa
y el cielo parcelado en tus rodillas.
Levántate y galopa con Zapata.
 www.pcr.org.ar

ELECCIONES DE ALCALDES Y CONCEJALES: TÁCTICAS Y ESTRATEGIA, REFORMA O REVOLUCIÓN

9 agosto, 2013 

elecciones-en-venezuela


Siempre que se acercan las elecciones me motivo a escribir sobre la visión y tarea de los comunistas frente a las mismas, en primer lugar porque estas, hoy tienen una relevante importancia entre la opinión pública en el país y en segundo lugar porque los comunistas participamos de estas elecciones de corte democrático, liberal burguesa y debemos participar en las mismas como auténticos comunistas y no como lo hacen los partidos de viejo tipo que hoy funcionan como franquicias electorales.

Lo primero que debemos señalar es que el partido comunista es un destacamento de vanguardia del que por su ideología y su accionar representa los intereses de la clase trabajadora ya que está al servicio de lograr la misión histórica de la última clase social que existirá en la historia de la humanidad: el proletariado.

Como señalo claramente Marx en el manifiesto del partido comunista : “En este sentido los comunistas pueden resumir su teoría en este formula única: abolición de la propiedad privada.” es decir que nuestra participación en las elecciones no tiene como fin legitimar el orden social existente , si no el de usarla como medio o táctica para cuestionar este orden, para elevar el nivel de conciencia de las masas y prepararlas para insurgir contra el viejo orden y construir la nueva y necesaria sociedad .

¿Creemos los comunistas en las elecciones de corte democrático burguesa? La respuesta debe ser que no, ¿Debemos entonces participar de las elecciones en el marco de esta “democracia”? Debemos decir que depende de la situación, la corelación de fuerzas,etc ¿en el caso particular de Venezuela es momento de participar en las elecciones democrático burguesas? Con contundencia debemos decir que si, ¿ Participando de este tipo de elecciones legitimamos el orden existente? Debemos responder que depende de nuestro accionar, si actuamos como comunistas haremos que desde estos espacios se cuestione el sistema, pero si actuamos como reformistas serviríamos de punto de apoyo de la burguesía.

Hoy para el pueblo venezolano las elecciones (burguesas) tienen una gran importancia,ya como tradición nuestro pueblo tiene la costumbre de esperanzarse año tras año con que un presidente, un gobernador, un alcalde le solucione sus problemas como se lo han prometido a través de ofertas electorales los diversos candidatos. Por eso en los autobuses, calles y centros de trabajo, se discute sobre las gestiones y los perfiles de unos y otros, desatando discusiones acaloradas porque sienten que en el deposito de su voto se encuentra la esperanza de un mejor futuro para la sociedad. Sin tener el conocimiento que ese mejor futuro solo será posible rompiendo con este sistema injusto que produce todos los males que viven millones de trabajadores en el mundo y que ese futuro que anhelan depende de nosotros mismos y que no existe otra salida que el sacrificio y la lucha revolucionaria.

El trabajador común cambia de candidato y de tarjeta electoral cuando se ha defraudado, esperando que el otro no lo haga, aunque sabemos que el resultado siempre será el mismo mientras exista en nuestro país la dictadura de la propiedad privada(capitalismo) que condena a nuestro pueblo a ser víctimas de la pobreza, marginalidad, delincuencia, alto costo de la vida, desempleo y que mercantiliza nuestros derechos fundamentales haciéndonos cada día más duro y difícil nuestro derecho humano a la vida.

¿podemos los comunistas sabiendo lo antes señalado aspirar dirigir una alcaldía? Sin duda que podemos aspirar una alcaldía, para hacer una gestión honesta, bajo la linea de construir partido revolucionario y elevar nuestra influencia de masas, de discutir con la gente sobre sus necesidades mas latentes, organizarlas, empujarlas y acompañarlas en sus luchas bajo una gestión que impulse la participación de la población en la política, que mejore en lo posible la calidad de vida de las comunidades.

Lo que no podemos pretender los comunistas es decirle a la población que votando por nosotros podrán ser solucionado todos los problemas que produce el sistema, jamas debemos plantear que ganando una alcaldía estamos haciendo la revolución,hacemos juego a la social democracia y al reformismo planteando que podemos cambiar la lógica del estado desde adentro, por la vía fácil,es traicionar al pueblo y renunciar al marxismo leninismo plantear a la población solo que vote, significaría rebajarnos al nivel de conciencia de las masas y no buscar elevar sus niveles de conciencia, seria no indicarles cual es la tarea revolucionaria , seria olvidar que la revolución la hacen las masas y no el partido desde un cuerpo burocrático o institucional,cometeríamos el error de convertir lo táctico en lo estratégico, sustituir la visión de obtener una alcaldía para avanzar en los objetivos revolucionarios poniendo como el fin de nuestro instrumento el obtener una alcaldía y no organizar la revolución, lo que seria legitimar el sistema .

Participar de las elecciones , tener diputaciones, concejalías, alcaldías, gobernaciones puede ser una táctica legitima de los comunistas en el proceso de acumular fuerzas para nuestro objetivo histórico de tomar el poder y hacer la necesaria revolución comunista, siempre y cuando blindemos nuestro partido ideológicamente y nunca olvidemos que nuestro fin no es tener esos espacios,teniendo en cuenta la perspectiva histórica por la que fue creado nuestro instrumento que es conducir el triunfo en Venezuela y el mundo de la revolución proletaria;sepultar el capitalismo y construir el Socialismo-Comunismo.
“Hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan pausada y fina, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima. Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra”. Mao Tse Tung
Eleazar Melo Miembro del Consejo Central de la JCV

VIDEOS DE POLÍCIAS DE EE.UU MANOSEANDO GENITALES ( CUAL REVISACIÓN) A VARIAS MUJERES ARRASAN LARED

09.08.2013.



Una serie de videos está sacudiendo Internet, mostrando lo que parece ser ya una práctica común entre los policías de EE.UU.: tocar las partes íntimas de las mujeres que viajan por las carreteras del país con el pretexto de una revisación.

Los últimos casos ocurrieron en mayo y julio del año pasado en Texas y tienen muchos detalles en común: las mujeres, que no habían cometido ninguna infracción o delito, fueron obligadas a detener su vehículo por oficiales de la Policía (hombres) porque supuestamente "olían a marihuana". Después el oficial invitó a su colega de sexo femenino para que cacheara los genitales de las pasajeras. En ambos casos las victimas protestaron, pero finalmente se sometieron al cacheo que se efectuó sin ninguna prueba o motivo que justifique el maltrato.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=9ob7BDGx3Zo


En el primer caso, las mujeres, Angel Dobbs y su sobrina, Ashley, lograron ser escuchadas por el juez. La agente de la Policía que las cacheó fue acusada de dos cargos de asalto sexual y resultó despedida. Mientras tanto, el oficial fue acusado de un cargo de robo: el juez le declaró culpable de robar un frasco de Vicodin del bolso de Angel. El agente fue suspendido temporalmente de su trabajo en espera de una investigación interna. Finalmente, la familia Dobbs obtuvo 184.000 dólares como compensación.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=aB3nPWMQ9SU


En el segundo caso, los policías cachearon a una mujer que estaba en bañador, que regresaba de la playa junto con su amiga. "Básicamente, las violaron junto a la carretera", dijo el abogado de las chicas, Allie Booker al diario 'The New York Daily News'. Según dijo al rotativo, la agente fue despedida, mientras que el hombre fue suspendido en espera de una revisión administrativa.

Booker dice que hay muchos casos parecidos en las carreteras de EE.UU. "Mucha gente tiene miedo a denunciar.

Pero las personas nos están contactando. Ellos dicen 'bueno, eso también me pasó a mí' y actuaremos", explica Booker.

Hechos parecidos fueron registrados en Florida. También se ha informado de que en Milwaukee ocho policías habían realizado búsquedas en los genitales a varios sospechosos detenidos sin la autorización legal para hacerlo.

Los abogados y defensores de los derechos civiles insisten en que las búsquedas "no solamente son asquerosas, sino también contradicen a la Constitución" de EE.UU.   


UNA CONVOCATORIA EN EL SUR PARA GENTE DE IZQUIERDAS

 
10 de agosto.


SIEMPRE HAY ARGUMENTOS PARA CREER QUE ELM PSOE ES MEJOR QUE EL PP

09.08.2013.

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LOS EJERCITOS SECRETOS DE LA OTAN -III




Gladio: Por qué la OTAN, la CIA y el MI6 siguen negando

La existencia del gobierno de las sombras instituido por Estados Unidos y Gran Bretaña en el conjunto de países aliados quedó fehacientemente demostrada durante las investigaciones judiciales y parlamentarias realizadas en los años 1980 y 90. A pesar de ello, la OTAN, la CIA y el MI6 siguen negando hoy en día. Y es que Washington y Londres no ven en ello una etapa histórica sino un dispositivo actual. Esto último ha quedado demostrado con los recientes secuestros perpetrados en Europa y con el escándalo de los vuelos secretos de la CIA que marcaron la era de Bush. Si los ejércitos secretos de la OTAN siguen siendo un secreto militar, es porque se mantienen activos.


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Antes de asumir sus funciones como nuevo comandante supremo de la OTAN (SACEUR), el 2 de julio de 2009, el almirante James G. Stavridis visitó discretamente el SHAPE para reunirse con los jefes de las redes stay-behind.

Cuando se producen las revelaciones sobre la red Gladio, en 1990, la OTAN, que es la alianza militar más grande del mundo, contaba con 16 países miembros: Alemania, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Holanda, Portugal, Gran Bretaña, Turquía y los Estados Unidos, país que asume el papel de comandante.
Ante las revelaciones del primer ministro italiano Giulio Andreotti, la reacción de la alianza atlántica fue de confusión y de temor por su imagen cuando se estableció el vínculo entre los ejércitos stay-bahind y los atentados, actos de tortura, golpes de Estado y otras operaciones terroristas que se habían cometido en varios países de Europa occidental.
El lunes 5 de noviembre de 1990, al cabo de un largo silencio que había durado cerca de un mes, la OTAN negó categóricamente las alegaciones de Andreotti sobre la implicación de la alianza atlántica en la Operación Gladio y sus vínculos con los ejércitos secretos. El principal vocero de la OTAN, Jean Marcotta, afirmó desde el cuartel general del SHAPE, en Mons (Bélgica) que: «La OTAN nunca ha previsto recurrir a la guerrilla o a operaciones clandestinas. Siempre se ha ocupado de cuestiones exclusivamente militares y de la defensa de las fronteras de los países aliados [1].»
Posteriormente, el martes 6 de noviembre, otro vocero explicó que el desmentido del día anterior era falso. Este otro vocero sólo proporcionó a los periodistas un breve comunicado en el que se precisaba que la OTAN nunca comentaba asuntos que eran secreto militar y que Marcotta debió haberse mantenido en silencio [2]. La prensa internacional criticó amargamente aquellas contradicciones en la estrategia de relaciones públicas de la alianza militar: «Mientras que verdaderos sismos sacuden el continente entero, un vocero de la OTAN hace un desmentido: nada sabemos de Gladio ni de las redes stay-behind. Y ahora un lacónico comunicado viene a desmentir el desmentido “incorrecto” y nada más [3]».
Mientras se producía el derrumbe de la credibilidad de la OTAN, los titulares de los diarios eran: «Unidad clandestina de la OTAN “sospechosa de vínculos con el terrorismo”» [4]. «Red secreta de la OTAN acusada de subversión: La Comisión descubrió que Gladio, brazo armado clandestino de la OTAN en Italia, se había convertido en un refugio de fascistas que combatían el comunismo mediante atentados terroristas que debían justificar un endurecimiento de las leyes.» [5] «La bomba que estalló en Bolonia provenía de una unidad de la OTAN» [6].
Un diplomático de la OTAN, que insistió en conservar el anonimato, justificó ante los periodistas: «Ya que se trataba de una organización secreta, no espero que abunden las respuestas, aunque ya haya acabado la guerra fría. Si hubo vínculos con organizaciones terroristas, ese tipo de información debe estar enterrado muy hondo. Y si no es el caso, ¿qué hay de malo en preparar el terreno para la resistencia en caso de que los soviéticos atacaran?» [7]
Según la prensa española, inmediatamente después del fiasco de la operación de comunicación de los días 5 y 6 de noviembre, el secretario general de la OTAN Manfred Worner convocó a los embajadores de la alianza atlántica para una reunión a puertas cerradas sobre Gladio el 7 de noviembre. El «Supreme Headquarters Allied Powers Europe o SHAPE, órgano de mando del aparato militar de la OTAN, coordinaba las acciones del Gladio, eso fue lo que reveló el secretario Manfred Worner durante una entrevista con los embajadores de las 16 naciones aliadas de la OTAN», reportó la prensa española. «Worner habría pedido tiempo para realizar una investigación sobre las causas del desmentido formal» que la OTAN había publicado el día anterior. «Eso es lo que habría anunciado a los embajadores del Consejo Atlántico reunidos el 7 de noviembre, según ciertas fuentes.»
El más alto oficial de la OTAN en Europa, el general estadounidense John Galvin, había confirmado que las alegaciones de la prensa eran en gran parte correctas, pero que había que mantener el secreto. «En aquella reunión a puertas cerradas, el secretario general de la OTAN precisó que los altos oficiales interrogados (se refería al general John Galvin, comandante en jefe de las fuerzas aliadas en Europa) habían indicado que el SHAPE coordinaba las operaciones que realizaba el Gladio. En lo adelante, la política de la OTAN será negarse a hacer cualquier comentario sobre los secretos oficiales.» [8]
Según fuentes que han expresado su deseo de mantenerse en el anonimato, el Buró de Seguridad de la OTAN estaba directamente implicado en la Operación Gladio [9]. Con sede en el cuartel general de la OTAN en Bruselas, el misterioso Buró de Seguridad es parte integrante de la OTAN desde la creación de la alianza atlántica, en 1949. Su misión consiste en coordinar, supervisar y aplicar las políticas de seguridad de la OTAN. El director de la Seguridad es el principal consejero del secretario general en materia de seguridad, dirige el Servicio de Seguridad del cuartel general y es responsable de la coordinación general de la seguridad en el seno de la OTAN.
Pero lo más importante es que preside el Comité de Seguridad de la alianza atlántica, órgano que reúne regularmente a los jefes de los servicios de seguridad de los países miembros de la OTAN para discutir sobre cuestiones de espionaje, terrorismo, subversión y otras amenazas, entre ellas el comunismo en Europa occidental, que pudieran representar un peligro para la OTAN.
En Alemania, el investigador Erich Schmidt Eenboom reveló que los jefes de los servicios secretos de varios países de Europa occidental, sobre todo los de España, Francia, Bélgica, Italia, Noruega, Luxemburgo y Gran Bretaña, se habían reunido varias veces a finales del año 1990 para elaborar una estrategia de desinformación que debía contrarrestar las numerosas revelaciones sobre Gladio [10].
Aquellas reuniones se desarrollaron al parecer en el muy secreto Buró de Seguridad. «El hecho que las estructuras clandestinas de Gladio fuesen coordinadas por un comité internacional de seguridad que se componía únicamente de representantes de los servicios secretos», resalta el diario portugués Expresso, «plantea otro problema: el de la soberanía nacional de cada uno de los Estados». Durante la guerra fría, ciertos servicios de inteligencia actuaban fuera de todo marco democrático. «Parece como si varios gobiernos europeos hubiesen perdido el control de sus servicios secretos» mientras que la OTAN mantenía, por su parte, relaciones particularmente estrechas con los servicios secretos militares de cada uno de los Estados miembros. «Parece evidente que la OTAN aplica un principio de confianza restringida. Según esa doctrina, ciertos gobiernos no son lo suficientemente activos en la lucha contra el comunismo así que no es de utilidad informarlos sobre las actividades del ejército secreto de la OTAN.» [11].
Bajo el título «Manfred Worner habla sobre el Gladio», la prensa portuguesa publicó detalles suplementarios sobre la reunión del 7 de noviembre. «El secretario general de la OTAN, el alemán Manfred Worner, explicó a los embajadores de los 16 países aliados de la OTAN la función de la red secreta –que fue creada en los años 1950 con el fin de organizar la resistencia ante la eventualidad de una invasión soviética.»
Tras las puertas cerradas, «Worner confirmó que el comando militar de las fuerzas aliadas, el Supreme Headquarters Allied Powers Europe (SHAPE), coordina las actividades de la “Red Gladio”, instaurada por los servicios secretos de los diferentes países de la OTAN, a través de un comité creado en 1952 y presidido actualmente por el general Raymond Van Calster, jefe de los servicios secretos militares belgas», posteriormente se supo que se trataba del ACC. Según el diario, «la estructura se creó en Italia antes de 1947, más tarde redes similares se crearon en Francia, Bélgica, el Reino Unido, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Noruega y Grecia». «El secretario general reconoció también que el SHAPE había proporcionado “informaciones falsas” negando la existencia de esa red secreta, pero se negó a explicar las numerosas contradicciones en las que se enredaron numerosos gobiernos al confirmar o negar la realidad sobre las redes Gladio en sus respectivos países». [12]
En medio de la tormenta, la prensa trató repetidamente de obtener una explicación, o al menos algún comentario, de la más alta autoridad civil de la alianza atlántica, el secretario general de la OTAN Manfred Worner. Pero, conforme a la política de la alianza que consistía en no pronunciarse sobre secretos militares, Worner rechazó todos los pedidos de entrevistas [13]. El término «secretos militares» focalizó la atención de los periodistas, que empezaron entonces a buscar ex responsables de la OTAN ya retirados que pudiesen expresarse con más libertad sobre el caso. Joseph Luns, un ex diplomático de 79 años que había ocupado las funciones de secretario general de la OTAN desde 1971 hasta 1984, concedió una entrevista telefónica a varios reporteros desde su apartamento en Bruselas. Afirmó no haber sido informado nunca de la existencia de la red secreta, hasta que se había enterado, en fecha reciente, a través de la prensa: «Yo nunca había oído hablar de eso a pesar de que ejercí algunas responsabilidades en el seno de la OTAN».
Luns admitió, sin embargo, haber sido puesto al tanto «de forma limitada» en ocasión de operaciones especiales y estimó como «poco probable pero no imposible» que Gladio hubiera podido existir sin que él lo supiera [14]. «El único organismo internacional que ha funcionado es la OTAN, simplemente porque se trata de una alianza militar y porque nosotros estábamos al mando », respondió un día el presidente estadounidense Richard Nixon [15].
Hacía notar, con toda razón, que aunque la OTAN tenía su sede europea en Bélgica, su verdadero cuartel general estaba en Washington, en el Pentágono. Desde la creación de la alianza atlántica, el comandante en jefe de la zona Europa, el SACEUR (Supreme Allied Commander Europe), que ejerce sus funciones desde su cuartel general, el SHAPE, con sede en Casteau (Bélgica), fue siempre un general estadounidense. Los europeos podían, por su parte, nombrar al más alto responsable civil, el secretario general. Pero, desde la nominación del general Dwight Eisenhower como primer SACEUR, la más alta función militar en Europa estuvo sistemáticamente en manos de oficiales estadounidenses. [16]
Thomas Polgar, oficial de la CIA en retiro, confirmó, después de que se descubriera la existencia de los ejércitos secretos en Europa occidental, que la coordinación de dichos ejércitos estaba a cargo de «una especie de grupo de planificación de guerra no convencional» vinculado a la OTAN [17]. Sus palabras fueron confirmadas por la prensa alemana cuando esta subrayó que, durante todo el periodo de la guerra fría, ese departamento secreto de la OTAN estuvo bajo control estadounidense. «Las misiones de los ejércitos secretos son coordinadas por la “Sección de Fuerzas Especiales”, que se encuentra en un ala altamente vigilada del cuartel general de la OTAN en Casteau», reportó un diario alemán. «Una puerta gris de acero que se abre como la caja fuerte de un banco y mediante una combinación cifrada impide el acceso de toda persona no autorizada.
Los oficiales de los demás departamentos invitados a penetrar allí tienen que presentarse en una ventanilla oscura en la que son sometidos a un control. La Sección de Fuerzas Especiales está bajo la dirección de oficiales británicos y estadounidenses exclusivamente y la mayoría de los documentos que allí circulan llevan la inscripción “American eyes only” (Únicamente para el personal americano)» [18].
Para contrarrestar la influencia de los partidos comunistas en ciertos países de Europa occidental, la OTAN había emprendido, desde su creación al término de la Segunda Guerra Mundial, una guerra secreta no convencional. Según los descubrimientos de la investigación parlamentaria belga sobre el Gladio, esa lucha comenzó incluso antes de la fundación de la alianza atlántica, bajo la coordinación, a partir de 1948, del “Clandestine Committee of the Western Unión” (CCWU) o Comité Clandestino de la Unión Occidental. Según la prensa, todas las «naciones [participantes en Gladio] eran miembros del CCWU y asistían regularmente a reuniones a través de un representante de sus servicios secretos. Estos estaban generalmente en contacto directo con las estructuras stay-behind» [19].
En 1949, al firmarse el Tratado del Atlántico Norte, el CCWU fue secretamente incorporado al nuevo aparato militar internacional y operó, a partir de 1951, bajo la nueva apelación de CPC. En aquella época, el cuartel general europeo de la OTAN se encontraba en Francia y el CPC tenía su sede en París. Como antes lo había hecho el CCWU, el Comité se encargaba de la planificación, la preparación y la dirección de las operaciones de guerra no convencional que realizaban los ejércitos stay-behind y las Fuerzas Especiales. Sólo los oficiales que disponían de autorizaciones emitidas por el nivel superior estaban autorizados a penetrar en la sede del CPC donde, bajo la vigilancia de los expertos de la CIA y del MI6, se reunían varias veces al año los jefes de los servicios secretos de los Estados de Europa occidental para coordinar las operaciones de guerra clandestina que se desarrollaban en toda la parte occidental del continente.
En 1966, cuando el presidente de la República Francesa Charles de Gaulle expulsó a la OTAN de Francia, el cuartel general europeo de la alianza atlántica tuvo que mudarse de París a Bruselas, lo cual provocó la cólera del presidente de los Estados Unidos, Lyndon Johnson. En el más absoluto secreto, el CPC también se mudó para Bélgica, como se reveló gracias a la investigación sobre el Gladio belga [20]. La histórica expulsión de la OTAN del territorio francés ofreció entonces una primera imagen real de los oscuros secretos de la alianza atlántica. Para Philip Willan, especialista en operaciones secretas: «La existencia de protocolos secretos de la OTAN que implicaban a los servicios secretos de los países firmantes y que tenían como objetivo evitar que los comunistas tuviesen acceso al poder se divulgó por vez primera en 1966, cuando el presidente De Gaulle decidió retirarse del comando conjunto de la OTAN y denunció esos protocolos como una violación de la soberanía nacional» [21].
Si los documentos originales de los protocolos anticomunistas secretos de la OTAN siguen siendo confidenciales, las especulaciones sobre su contenido no dejaron de multiplicarse como consecuencia del descubrimiento de la existencia de los ejércitos secretos stay-behind. En un artículo dedicado al Gladio, el periodista estadounidense Arthur Rowse escribió que «una cláusula secreta del tratado inicial de la OTAN de 1949 estipulaba que todo país candidato a la adhesión tenía que haber instaurado anteriormente una autoridad de Seguridad Nacional encargada de dirigir la lucha contra el comunismo por grupos clandestinos de ciudadanos» [22].
Un especialista italiano en servicios secretos y operaciones clandestinas, Giuseppe de Lutiis, descubrió que en el momento de su integración a la OTAN, en 1949, Italia firmó, además del Pacto Atlántico, una serie de protocolos secretos que estipulaban la creación de una organización no oficial «encargada de garantizar el alineamiento de la política interna italiana con la del bloque occidental por todos los medios necesarios, incluso en que caso de que la población llegara a manifestar una inclinación divergente» [23].
El historiador italiano especializado en el Gladio, Mario Coglitore, ha confirmado también la existencia de esos protocolos secretos de la OTAN [24]. Después de las revelaciones de 1990, un ex oficial de inteligencia de la OTAN, que puso énfasis en conservar el anonimato, llegó a afirmar que esos documentos protegían explícitamente a los miembros de la extrema derecha considerados útiles en la lucha contra los comunistas. El presidente de los Estados Unidos Truman y el canciller alemán Adenauer al parecer «firmaron un protocolo secreto durante la adhesión de la RFA a la OTAN, en 1955, en el que se estipulaba que las autoridades de Alemania Occidental se abstendrían de emprender acciones judiciales contra reconocidos extremistas de derecha» [25].
El general italiano Paolo Inzerilli, quien dirigió el Gladio en su país desde 1974 hasta 1986, subrayó que los «omnipresentes americanos» controlaban el CPC secreto que se hallaba a cargo de la coordinación de la guerra clandestina. Según el general Inzerilli, el Comité había sido fundado «por orden del comandante en jefe de la OTAN en Europa. Era [el Comité] el intermediario entre el SHAPE, el cuartel general de las potencias aliadas en Europa y los servicios secretos de los Estados miembros para las cuestiones de guerra no convencional» [26].
Estados Unidos controlaba el CPC, con sus vasallos británicos y franceses, y constituía juntos a estos últimos una “Comisión Ejecutiva” en el seno del Comité. «Las reuniones se sucedían al ritmo de una o dos al año en el cuartel general del CPC, en Bruselas, y los asuntos del orden del día se debatían entre la “Comisión Ejecutiva” y los responsables militares», testimonió Inzirelli [27].
«La coordinación entre las acciones de nuestra red stay-behind y las de las estructuras clandestinas análogas en Europa la hacía el CPC, el Coordination and Planning Comité [Comité de Planificación y Coordinación] del SHAPE, el cuartel general de las potencias aliadas en Europa», explicó el general italiano Gerardo Serravalle. Predecesor del general Inzirelli, el general Serravalle había tenido bajo sus órdenes el Gladio en Italia entre 1971 y 1974. Serravalle contó que «durante los años 1970, los miembros del CPC eran los oficiales responsables de las estructuras secretas de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Holanda e Italia. Esos representantes de las redes clandestinas se reunían cada año en una de las capitales europeas [28]
Altos responsables de la CIA asistían a cada una de esas reuniones. «Siempre había representantes de la CIA en las reuniones de los ejércitos stay-behind», recuerda Serravalle. «Pertenecían a la estación CIA de la capital donde se desarrollaba la reunión y no participaban en las votaciones» [29]. «La “Directiva SHAPE” desempeñaba el papel de referencia oficial, por no decir de doctrina para las redes stay-behind», explica el general Serravalle en su libro dedicado al Gladio. Precisa también que las grabaciones del CPC, que él mismo pudo consultar pero que siguen siendo confidenciales, «abordan [sobre todo] el entrenamiento de los miembros del Gladio en Europa, cómo activarlos desde el cuartel general secreto en caso de ocupación del conjunto del territorio nacional y otras cuestiones técnicas como, por citar la más importante, la unificación de los diferentes sistemas de comunicación entre las bases stay-behind » [30].
Paralelamente al CPC, un segundo puesto de mando secreto que funcionaba como un cuartel general stay-behind fue creado por la OTAN a principios de los años 1950 bajo el nombre de ACC. Al igual que el CPC, el ACC estaba en contacto directo con el SACEUR, que a su vez estaba bajo control estadounidense. Según las conclusiones de la investigación belga sobre Gladio, el ACC fue creado en 1955 y se encargó de «la coordinación de las redes “stay-behind” en Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Gran Bretaña y en Estados Unidos». Según el informe sobre la investigación belga, en tiempo de paz las funciones del ACC «incluían la elaboración de directivas destinadas a la red, el desarrollo de sus capacidades secretas y el establecimiento de bases en Gran Bretaña y Estados Unidos.
En caso de guerra, se suponía que debía preparar acciones stay-behind conjuntamente con el SHAPE; a partir de ahí, los organizadores tenían que activar las bases clandestinas y preparar las operaciones» [31]. El comandante del Gladio italiano, Inzirelli, afirma que «las relaciones en el seno del ACC eran totalmente diferentes» a las que existían en el CPC. «La atmósfera era claramente más relajada y amigable que en el CPC.» El ACC, fundado en cumplimiento de «una orden expresa del SACEUR al CPC», al parecer «se convirtió en una ramificación» de este último [32].
Parece que ese organismo sirvió sobre todo como un foro donde se compartía la experiencia del Gladio entre los jefes de los servicios secretos: «El ACC era un comité esencialmente técnico, un foro donde uno podía intercambiar información y experiencias, mencionar los medios disponibles o en estudio, compartir sus conocimientos sobre las redes, etc…» El general Inzirelli recuerda: «Nos hacíamos favores mutuamente. Cada uno de nosotros sabía que si le hacía falta un experto en explosivos, en telecomunicaciones o en represión para una operación, podía dirigirse sin problemas a un colega extranjero ya que los agentes habían recibido el mismo entrenamiento y utilizaban el mismo tipo de equipamiento» [33].
Los radiotransmisores llamados Harpoon eran parte del equipamiento de todos los miembros del ACC. La firma alemana AEG Telefunken los había concebido y fabricado a mediados de los años 1980, por orden del comité de dirección de Gladio, a un costo total de 130 millones de marcos, para reemplazar un sistema de comunicaciones que se había hecho obsoleto. El sistema Harpoon podía transmitir y recibir mensajes radiales codificados a una distancia de 6 000 kilómetros permitiendo así la comunicación entre las redes stay-behind que se encontraban a ambos lados del Atlántico. «El único equipamiento que tienen en común todos los miembros del ACC es el famoso radiotransmisor Harpoon», reveló Van Ussel, un miembro del Gladio belga que había utilizado ese equipo personalmente en los años 1980, cuando era un miembro activo de la organización.
Según Van Ussel, «ese sistema se utilizaba regularmente para transmitir mensajes entre las bases y los agentes (en particular durante los ejercicios de comunicación por radio), pero estaba destinado sobre todo a la transmisión de información de inteligencia en caso de ocupación» [34]. El ACC disponía de bases en todos los países europeos, incluyendo una en el Reino Unido. Desde esas bases se podía activar y dirigir las unidades presentes en los territorios ocupados. Al parecer, el ACC editaba manuales destinados a los miembros de Gladio. Estos manuales indicaban los procedimientos comunes a seguir en la realización de acciones clandestinas, las comunicaciones radiales codificadas y el salto de frecuencia así como el abastecimiento por vía aérea y los aterrizajes.
El ACC tenía un sistema de presidencia rotativa con un mandato de 2 años. En 1990, dicha presidencia estaba en manos de Bélgica. La reunión del ACC que tuvo lugar durante los días 23 y 24 de noviembre se desarrolló bajo la presidencia del general de división Raymond Van Calster, jefe del SGR, los servicios secretos militares belgas. El general Inzirelli recordó que «al contrario del CPC, el ACC no tenía una dirección establecida y permanente. La presidencia del Comité se asumía por 2 años y rotaba entre todos los miembros, por orden alfabético». Por esa razón, el ACC no estaba sometido «al mismo dominio de las grandes potencias». Inzirelli afirmó que él prefirió trabajar en el ACC en vez de hacerlo en el CPC, bajo control de los estadounidenses: «Tengo que reconocer, por haberlo presidido yo mismo durante 2 años, que el ACC era un comité verdaderamente democrático» [35].
En el marco de toda investigación exhaustiva sobre la Operación Gladio y las redes stay-behind, salta a la vista la importancia de las transcripciones y grabaciones de las reuniones del CPC y del ACC como fuentes esenciales. Desgraciadamente, a pesar de los años transcurridos desde el descubrimiento de esa red altamente secreta, las autoridades de la OTAN se han limitado, al igual que en 1990, a oponer el silencio o el rechazo a las exigencias del público en ese sentido. Al realizar nuestra propia investigación, durante el verano del año 2000, cuando nos pusimos en contacto con el servicio de archivos de la OTAN para solicitar acceso a informaciones suplementarias sobre Gladio, esencialmente sobre el CPC y el ACC, recibimos la siguiente respuesta: «Después de haber verificado en nuestros archivos, no existe huella alguna de los comités que usted menciona».
Cuando insistimos, el servicio de archivos nos respondió: «Le confirmo nuevamente que los comités que usted menciona nunca han existido en el seno de la OTAN. Además, la organización que usted llama “Gladio” nunca ha formado parte de la estructura militar de la OTAN» [36]. Llamamos entonces al Buró de Seguridad de la OTAN, pero nunca pudimos hablar con su director. Ni siquiera pudimos conocer su identidad, clasificada como “confidencial”. La señora Isabelle Jacobs nos informó que era altamente improbable que lográsemos obtener respuestas a nuestras preguntas sobre un tema tan sensible como el Gladio y nos aconsejó que transmitiéramos nuestro pedido por escrito a través de la embajada de nuestro país de origen.
Fue así que, después de que la Misión Suiza de Observación en Bruselas transmitiera a la OTAN nuestras preguntas sobre el caso Gladio, el embajador de Suiza Anton Thalmann nos respondió que sentía informarnos que «Ni yo ni mi personal tenemos conocimiento de la existencia de los comités secretos de la OTAN que menciona usted en su carta» [37]. Nuestras preguntas eran: «¿Cuál es el vínculo entre la OTAN, el Clandestine Planning Committee (CPC) y el Allied Clandestine Committee (ACC)? ¿Qué papel desempeñan el CPC y el ACC? ¿Qué vínculo existe entre el CPC, el ACC y el Buró de Seguridad de la OTAN?» El 2 de mayo de 2001 recibimos una respuesta de Lee McClenny, director del servicio de prensa y comunicación de la OTAN.
En su carta, McClenny afirmaba que «Ni el Allied Clandestine Committee, ni el Clandestine Planning Committee aparecen en la documentación de la OTAN, confidencial o no, que he consultado.» Y agregaba: «Además, no he podido encontrar a nadie que trabaje aquí que haya oído hablar de esos comités. Ignoro si tales comités han existido alguna vez en la OTAN, lo que sí es seguro es que no es el caso hoy en día» [38]. Nuevamente insistimos y preguntamos: «¿Por qué el vocero de la OTAN Jean Marcotta negó categóricamente, el 5 de noviembre de 1990, todo vínculo entre la OTAN y el Gladio, palabras que fueron desmentidas dos días después por un segundo comunicado?». La respuesta de Lee McCleny fue: «No estoy al corriente de la existencia de vínculos entra la OTAN y la Operación Gladio. Además, no encuentro a nadie con el nombre de Jean Marcotta en la lista de voceros de la OTAN» [39]. Se mantenía el misterio.
La CIA, la agencia de inteligencia más poderosa del mundo, no se mostró más inclinada a cooperar que la mayor alianza militar del mundo si se trataba de abordar la delicada cuestión del Gladio y de los ejércitos stay-behind. Fundada en 1947, dos años antes de la creación de la OTAN, la principal tarea de la CIA durante la guerra fría consistió en combatir el comunismo a lo largo y ancho del planeta mediante la realización de operaciones secretas cuyo objetivo era extender la influencia de los Estados Unidos. El presidente Nixon indicó una vez que «acciones clandestinas» eran para él «aquellas actividades que, aunque están destinadas a favorecer los programas y políticas de los Estados Unidos en el extranjero, se planifican y ejecutan de forma tal que el público no vea en ellas la mano del gobierno americano» [40].
Historiadores y analistas políticos han descrito posteriormente de forma detallada la manera como la CIA y las Fuerzas Especiales estadounidenses influyeron en la evolución política y militar de numerosos países de América Latina mediante guerras secretas y no declaradas. Entre los hechos más destacados podemos citar el derrocamiento del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz, en 1954; el fracasado desembarco en Bahía de Cochinos, en 1961, que debía provocar la destitución de Fidel Castro; el asesinato de Ernesto Che Guevara en Bolivia, en 1967; el golpe de Estado contra el presidente chileno Salvador Allende y la instalación en el poder del dictador Augusto Pinochet, en 1973; así como el financiamiento de los Contras en Nicaragua, después de la revolución sandinista de 1979. [41]
Además de esas acciones en el continente sudamericano, la CIA intervino también en numerosas ocasiones en Asia y en África derrocando el gobierno de Mossadegh en Irán, en 1953; apoyando la política de apartheid en Sudáfrica, lo cual condujo al encarcelamiento de Nelson Mandela; ayudando a Ben Laden y al-Qaeda en Afganistán, durante la invasión soviética de 1979; y apoyando al líder khmer rojo Pol Pot desde la bases que había conservado en Cambodia, después de la derrota estadounidense en Vietnam, en 1975. Desde un punto de vista estrictamente técnico, el departamento de operaciones secretas de la CIA corresponde a la definición de organización terrorista que hace el FBI. El “terrorismo” es, según el FBI, «el uso ilegal de la fuerza o de la violencia contra personas o bienes con el fin de intimidar y obligar a un gobierno, una población civil o un segmento de ésta última a perseguir ciertos objetivos políticos o sociales» [42].
A mediados de los años 1970, cuando el Congreso de los Estados Unidos descubrió que la CIA y el Pentágono habían extendido sus propios poderes casi más allá de todo control, sobrepasándolos incluso en numerosas ocasiones, el senador estadounidense Frank Church hizo, con bastante buen tino, el siguiente comentario: «La multiplicación de los abusos cometidos por nuestros servicios de inteligencia es reveladora de un fracaso más general de nuestras instituciones fundamentales». El senador Church presidía una de las 3 comisiones del Congreso que recibieron la misión de investigar sobre los actos de los servicios secretos estadounidenses y cuyos informes, presentados a mediados de los años 1970, constituyen hoy en día une referencia autorizada en lo tocante a las guerras secretas de Washington [43].
Sin embargo, el impacto de las investigaciones del Congreso estadounidense fue limitado y los servicios secretos siguieron abusando de sus prerrogativas, con el apoyo de la Casa Blanca, como quedó demostrado durante el escándalo del Irángate, en 1986. Aquello llevó a la historiadora Kathryn Olmsted a plantearse la siguiente «pregunta crucial»: «¿Por qué, después de haber emprendido su investigación, la mayoría de los periodistas y miembros del Congreso renunciaron a desafiar el gobierno secreto?» [44]
Mientras se desarrolla en Estados Unidos el debate sobre la existencia o no de un «gobierno de la sombra», el fenómeno Gladio prueba que la CIA y el Pentágono han operado repetidamente fuera de todo control democrático durante la guerra fría, e incluso después del derrumbe del comunismo, sin tener nunca que rendir cuentas sobre sus intrigas. Durante una entrevista concedida a la televisión italiana en diciembre de 1990, el almirante Stanfield Turner, director de la CIA de 1977 a 1981, se negó de plano a hablar del escándalo Gladio. Cuando los periodistas, que tenían en mente la gran cantidad de víctimas de los numerosos atentados perpetrados en Italia, trataron de insistir, el ex jefe de la CIA se quitó el micrófono con furia y gritó: «¡Dije que cero preguntas sobre Gladio!», poniendo así fin a la entrevista [45].
Ex oficiales de la CIA de menos rango aceptaron de mejor grado hablar de los secretos de la guerra fría y de las operaciones ilegales de la agencia estadounidense. Entre ellos, Thomas Polgar, quien se retiró en 1981, al cabo de 30 años de servicio. En 1991, Polgar prestó testimonio contra la nominación de Robert Gates a la cabeza de la CIA, reprochándole el hecho de haber enmascarado el escándalo del Irángate. Interrogado sobre los ejércitos secretos en Europa, Polgar explicó, refiriéndose implícitamente al CPC y al ACC, que la coordinación de los programas stay-behind estaba en manos de «una especie de grupo de planificación de guerra no convencional vinculado a la OTAN».
En sus cuarteles generales secretos, los jefes de los ejércitos secretos nacionales «se reunían cada 2 o 3 meses, siempre en una capital diferente». Polgar subraya que «cada servicio nacional lo hacia con mayor o menor celo», aunque admite que «en los años 1970 en Italia, algunos fueron incluso más lejos de lo que exigía la carta de la OTAN» [46]. El periodista Arthur Rowse, ex colaborador del Washington Post, dio a conocer «Las lecciones de Gladio» en un ensayo dedicado al tema: «Mientras el pueblo estadounidense siga ignorando todo ese oscuro capítulo de las relaciones exteriores de los Estados Unidos eso no incitará realmente a las agencias responsables de esta situación a cambiar de comportamiento. El fin de la guerra fría no cambió gran cosa en Washington. Estados Unidos (…) sigue esperando con impaciencia un verdadero debate nacional sobre los medios, los objetivos y los costos de nuestras políticas federales de seguridad» [47].
Especializados en el estudio de las operaciones clandestinas de la CIA y de los secretos de la guerra fría, los investigadores del instituto privado e independiente de investigación National Security Archive de la universidad George Washington, en Washington, presentaron a la CIA, el 15 de abril de 1991, un pedido basado en la Freedom of Information Act (FOIA). Según los términos de esta ley sobre la libertad de información, todos los servicios del gobierno estadounidense están obligados a justificar ante la ciudadanía la legalidad de sus actos. Malcolm Byrne, vicedirector de investigación del National Security Archive, solicitaba a la CIA el acceso a «todos los archivos vinculados (…) a las decisiones del gobierno estadounidense, tomadas probablemente entre 1951 y 1955, sobre el financiamiento, el apoyo o la colaboración con todo ejército secreto, con toda red o con cualquier otra unidad, creados con el objetivo de resistir ante una posible invasión de Europa occidental por parte de potencias bajo dominio comunista o de realizar operaciones de guerrilla en países de Europa occidental ante la hipótesis de que éstos se encontraran bajo el control de partidos o de regimenes comunistas, de izquierda o que gozaran del apoyo de la Unión Soviética».
Byrne agregaba: «Le ruego que incluya usted en su búsqueda todo documento que mencione actividades conocidas bajo el nombre de “Operación Gladio”, en particular en Francia, en Alemania y en Italia» [48]. Byrne precisaba, con toda razón, que «todos los documentos obtenidos como consecuencia de este pedido ayudarán a dar a conocer al público la política exterior de los Estados Unidos en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, así como el impacto del conocimiento, análisis y adquisición de datos de inteligencia en la política estadounidense de la época». Pero la CIA se negó a cooperar y, el 18 de junio de 1991, presentó la siguiente respuesta: «La CIA no puede confirmar ni negar la existencia o la inexistencia de archivos que respondan a los criterios de su pedido». Byrne trató de reclamar ante la negativa de la CIA a proporcionarle información sobre Gladio pero su gestión fue impugnada.
La CIA fundamentó su negativa a cooperar invocando dos dispensas que permiten bloquear la aplicación de la ley sobre la libertad de información y que sirven prácticamente para cubrir cualquier cosa ya que excluyen cualquier documento «clasificado como “confidencial” en virtud de una decisión tomada por el Ejecutivo en interés de la Defensa Nacional o de la política exterior» (Dispensa B1) o a título de las «obligaciones inherentes al estatus del director de proteger la confidencialidad de las fuentes y métodos de inteligencia, tales como la organización, las funciones, nombres, títulos oficiales, ingresos y número de los empleados de la Agencia, conforme a la National Security Act de 1947 y a la CIA Act de 1949» (Dispensa B3).
Los responsables europeos no navegaron con más fortuna cuando trataron de enfrentarse al gobierno secreto. En marzo de 1995, una comisión del Senado italiano presidida por Giovanni Pellegrino, comisión que había realizado una investigación sobre Gladio y sobre los atentados perpetrados en Italia, presentó a la CIA un pedido FOIA. Los senadores italianos pedían acceso a todos los archivos vinculados a las Brigadas Rojas y al secuestro de Aldo Moro para aclarar si, en el marco de su programa de intromisión en los asuntos de Italia, la CIA había infiltrado el grupo terrorista de extrema izquierda antes de que este asesinara al ex primer ministro italiano y líder de la democracia cristiana italiana Aldo Moro, en 1978.
La CIA se negó a cooperar, invocando las dispensas B1 y B3 y rechazó, en mayo de 1995, todos los pedidos de acceso presentados agregando que dicho rechazo «no confirmaba ni negaba la existencia o la inexistencia en los archivos de la CIA de los documentos solicitados». La prensa italiana subrayó lo embarazoso de aquel rechazo y tituló: «La CIA rechaza pedido de asistencia de la Comisión parlamentaria. Secuestro de Moro, secreto de Estado en Estados Unidos» [49].
El segundo pedido de información sobre Gladio proveniente de un gobierno europeo fue presentado a la CIA por el gobierno de Austria en enero de 2006, como consecuencia del descubrimiento de varios escondites de armas “altamente secretos” que la CIA había preparado para el Gladio en montañas y bosques de aquel país, a pesar de la neutralidad de Austria. Representantes del gobierno estadounidense respondieron que Estados Unidos correría con los gastos ocasionados por el desenterramiento y la recogida del equipamiento de las redes [50]. La investigación austriaca estuvo a cargo de los servicios del ministro del Interior Mickael Sika, quien presentó su informe final sobre los depósitos de municiones de la CIA el 28 de noviembre de 1997 al declarar: «No es posible llegar con certeza a ninguna conclusión en lo tocante a los escondites de armas y el uso al que estaban destinadas».
Por lo tanto: «Para aclarar totalmente el caso sería necesario disponer de los documentos vinculados a éste, especialmente los que se encuentran en Estados Unidos» [51]. Un miembro de la Comisión, Oliver Rathkolb, de la universidad de Viena, presentó entonces un pedido FOIA cuyo objetivo era obtener acceso a los archivos de la CIA. Pero en 1997, el comité de divulgación de la agencia opuso un nuevo rechazo que invocaba nuevamente las dispensas B1 y B3 dejando así a los austriacos con la amarga impresión de que la CIA no estaba obligada a rendir cuentas ante nadie.
Siendo esta la única posibilidad de obtener acceso a los archivos vinculados al Gladio, nosotros mismos presentamos a la CIA un pedido FOIA el 14 de diciembre de 2000. Dos semanas más tarde recibimos una respuesta evasiva a nuestro pedido «vinculado a la “Operación Gladio”»: «La CIA no puede confirmar ni negar la existencia o la inexistencia de documentos que correspondan a su pedido». Al invocar las dispensas restrictivas B1 y B3, la coordinadora encargada de la información y de las cuestiones vinculadas al respeto de la vida privada, la señora Kathryn I. Dyer nos negó el acceso a las informaciones sobre la Operación Gladio [52]. Nosotros hicimos oposición a aquella decisión señalando que: «Los documentos retenidos deben publicarse en virtud de la ley FOIA sobre la libertad de expresión ya que las cláusulas B1 y B2 sólo pueden aplicarse a las operaciones de la CIA que siguen siendo secretas».
Seguidamente demostrábamos que el Gladio no se encontraba ya en ese caso, precisando los datos que ya habíamos recogido anteriormente durante nuestras investigaciones, y concluimos: «Si usted, señora Dyer, invoca en este contexto las cláusulas restrictivas B1 y B3, está usted privando a la CIA de la posibilidad de expresarse sobre informaciones relativas al caso Gladio, [informaciones] que de todas maneras serán reveladas, decida o no la CIA intervenir » [53].
En febrero de 2001, la CIA nos respondió: «Su apelación ha sido aceptada y se tomarán disposiciones para que la examinen los miembros del comité de divulgación de la Agencia. Usted será informado de la decisión que se tome.» Al mismo tiempo, la CIA precisó que aquella comisión procesaba los pedidos en función de la fecha en que habían sido presentadas y que «en este momento, tenemos alrededor de 315 apelaciones por examinar» [54]. Nuestro pedido sobre la red Gladio quedaba así en espera, debajo del montón. En el momento en que redactamos este libro la comisión seguía sin dar respuesta [55].
Después de la OTAN y la CIA, la tercera organización en orden de importancia implicada en la operación stay-behind era el MI6 británico. En 1990, el MI6 no adoptó posición alguna sobre el caso Gladio debido a una legendaria obsesión por el secreto. La existencia misma del MI6 no fue admitida oficialmente hasta 1994, con la publicación de la Intelligence Services Act que estipulaba que la misión de ese servicio consistía en obtener información de inteligencia y ejecutar acciones secretas en el extranjero.
Mientras que el ejecutivo británico y el MI6 se negaban a hacer cualquier comentario, Rupert Allason, miembro del partido conservador, redactor del Intelligence Quarterly Magazine bajo el seudónimo de Nigel West y autor de varios libros sobre los servicios británicos de seguridad, confirmó, en noviembre de 1990, en pleno apogeo del escándalo Gladio y en una entrevista telefónica concedida a la Associated Press: «Estábamos, y seguimos estando todavía, fuertemente implicados (…) en esas redes».
West explicó que Gran Bretaña «participó, claro está, junto a los estadounidenses, en el financiamiento y la dirección» de varias redes y que también participaba en el marco de la colaboración entre el MI6 y la CIA: «Son las agencias de inteligencia británicas y estadounidenses las que dieron origen al proyecto». West afirmó que, a partir de 1949, el accionar de los ejércitos stay-behind había sido coordinado por la Estructura de Comando y Control de las Fuerzas Especiales de la OTAN, en cuyo seno el Special Air Service (SAS) desempeñaba un papel estratégico [56].
«La responsabilidad de Gran Bretaña en la creación de las redes stay-behind en toda Europa es absolutamente fundamental», reportó la BBC, con cierto retraso, en su edición vespertina del 4 de abril de 1991. El presentador de noticias John Simpson acusó al MI6 y al ministerio de Defensa británico de no divulgar toda la información que tenían sobre el tema «en momentos en que las revelaciones sobre Gladio han provocado que se descubriera la existencia de ejércitos stay-behind en otros países europeos –en Bélgica, Francia, Holanda, España, Grecia y Turquía. Hasta en países neutrales como Suecia y Suiza la cuestión dio lugar a un debate público. En ciertos casos se han abierto investigaciones oficiales.
En cambio, nada se ha hecho todavía en Gran Bretaña. Sólo hemos tenido los acostumbrados comunicados del ministerio de Defensa que no quiere comentar las cuestiones de Seguridad Nacional» [57]. Simpson declaró que después de la caída del Muro de Berlín los británicos habían podido conocer, con una mezcla de horror y fascinación, los complots y las operaciones de terrorismo urdidos por la Stasi, la Securitate y otros servicios secretos de Europa oriental. «¿Es posible que nuestro bando haya cometido actos comparables? ¡Nunca!», comentó con ironía antes de llamar la atención hacia los servicios de seguridad de Europa occidental: «Pero ahora empiezan a aparecer informaciones sobre los abusos que pudieran haber cometido la mayoría de los servicios secretos de los miembros de la OTAN.
En Italia, una comisión parlamentaria ha recibido la misión de investigar las acciones de un ejército secreto creado por el Estado con el objetivo de resistir en caso de invasión soviética. La investigación ha permitido descubrir la existencia de fuerzas armadas clandestinas similares en toda Europa. Pero el grupo italiano, conocido bajo el nombre de Gladio, es sospechoso de haber participado en una serie de atentados terroristas» [58].
La BBC no logró obtener de los responsables del gobierno ninguna reacción sobre el escándalo Gladio. La confirmación oficial de la implicación del MI6 sólo llegó años más tarde y en un contexto más bien sui generis: en un museo. En julio de 1995, se inauguró en el Imperial War Museum de Londres una nueva exposición permanente titulada «Las guerras secretas». «Todo lo que usted puede ver en esta exposición es parte de los secretos mejor guardados de este país», se aseguraba a los visitantes en la entrada. «Por vez primera se revelan al público. Y lo más importante, todo es verídico… la realidad es mucho más increíble y apasionante que la ficción.»
En una de las vitrinas dedicadas al MI6 un discreto comentario confirmaba que: «Los preparativos con vistas a una Tercera Guerra Mundial incluían la creación de comandos stay-behind equipados para operar detrás de las líneas enemigas en caso de invasión soviética en Europa occidental». En la misma vitrina, se exhibía una gran caja llena de explosivos con la siguiente explicación: «Explosivos concebidos especialmente por el MI6 para ser escondidos en territorios susceptibles de pasar al enemigo. Podían mantenerse enterrados durante años sin sufrir la menor alteración.»
Junto a un manual sobre técnicas de sabotaje destinado a los comandos stay-behind se podía leer: «En la zona británica de ocupación en Austria, oficiales de la Marina Real fueron destacados especialmente para preparar escondites de armas en regiones de montaña y colaborar con agentes reclutados en el terreno» [59]
Varios ex oficiales del MI6 interpretaron aquella exposición como una señal de que podían hablar en lo adelante sobre la Operación Gladio. Meses después de la inauguración, los ex oficiales Giles y Preston, ambos de la Marina Real, los únicos agentes del MI6 cuyos nombres se mencionaban en la exposición junto a una fotografía tomada «en los Alpes austriacos, 1953-1954», confirmaron al escritor Michael Smith que a finales de los años 1940 y principios de los años 1950 estadounidenses y británicos habían reclutado unidades stay-behind en Europa occidental en previsión de una invasión soviética.
Giles y Preston fueron enviados a Fort Monckton, no lejos de Portsmouth, en Inglaterra, donde los miembros del Gladio compartían el entrenamiento de los hombres des SAS bajo la dirección del MI6. Se les entrenaba en codificación [de mensajes], uso de armas de fuego y operaciones secretas. «Teníamos que hacer ejercicios, salir en medio de la noche y simular voladuras de trenes sin que nos descubriera el jefe de la estación de trenes», recuerda Preston. «Nos acercábamos a rastras y hacíamos como si pusiéramos cargas explosivas en el lado derecho de la locomotora». [60]
Giles recuerda haber participado en operaciones de sabotaje contra trenes británicos en servicio como, por ejemplo, el ejercicio que tuvo lugar en la estación de Eastleigh: «Poníamos ladrillos en las locomotoras para simular las cargas de explosivo plástico. Recuerdo hileras e hileras de vagones enteramente recubiertos de una espesa capa de nieve, detenidos en medio de las nubes de vapor. Había patrullas de soldados con perros. En un momento dado, los guardias se acercaron. Tuve entonces que esconderme entre los cilindros de las locomotoras y esperar que pasaran. También quitábamos la tapa de los tanques de aceite de los ejes para echarles arena. Como consecuencia [los ejes] se recalentaban al cabo de algunas decenas de kilómetros» [61].
A los dos agentes no parecía preocuparles que se tratara de trenes públicos en servicio: «No era problema mío», explicó Giles, «sólo estábamos jugando». «Yo tuve que recorrer Greenwich durante 10 días para aprender a cumplir misiones de seguimiento de personas y a despistar a quienes estuviesen siguiéndome a mí, la realidad concreta de la labor del espía», cuenta Preston. Posteriormente, los dos agentes fueron enviados a Austria con la misión de reclutar agentes y entrenarlos y supervisaron la red de «búnkeres subterráneos llenos de armas, ropa y material» que montaban «el MI6 y la CIA» para uso del Gladio austriaco [62]. Al visitar el cuartel general del MI6 al borde del Támesis, en Londres, en 1999, no fue una sorpresa enterarse de que el MI6 tiene por regla no hablar nunca de secretos militares.

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA 

[1] Diario británico The European, 9 de noviembre de 1990.
[2] Ibid. El representante de la OTAN que presentó la rectificación fue al parecer Robert Stratford. Ver Regine Igel, Andreotti. Politik zwischen Geheimdienst und Mafia (Herbig Verlag, Munich, 1997), p.343.
[3] Diario británico The Observer, 18 de noviembre de 1990.
[4] Diario británico The Guardian, 10 de noviembre de 1990.
[5] Ibid., 30 de enero de 1992.
[6] Ibid., 16 de enero de 1991.
[7] Agencia internacional de prensa Reuters, 15 de noviembre de 1990.
[8] Sin autor especificado, «Gladio. Un misterio de la guerra fría. La trama secreta coordinada por mandos de la Alianza Atlántica comienza a salir a la luz tras cuatro décadas de actividad», diario español El País, 26 de noviembre de 1990.
[9] Sin autor especificado, «El servicio español de inteligencia mantiene estrechas relaciones con la OTAN. Serra ordena indagar sobre la red Gladio en España», diario español El País, 16 de noviembre de 1990.
[10] Erich Schmidt Eenboom, Schnüffler ohne Nase. Der BND. Die unheimliche Macht im Staate (Econ Verlag, Düsseldorf, 1993), p.365.
[11] Diario portugués Expresso, 24 de noviembre de 1990.
[12] Ibid.
[13] Agencia internacional de prensa Reuters, 13 de noviembre de 1990. Diario británico The Independent, 16 de noviembre de 1990.
[14] Agencia internacional de prensa Associated Press, 14 de noviembre de 1990. Agencia internacional de prensa Reuters, 12 de noviembre de 1990. Agencia internacional de prensa Reuters, 15 de noviembre de 1990.
[15] Semanario británico The Independent on Sunday, 21 de junio de 1998. Crítica de un libro sobre Nixon (Nixon in Winter) por la ex asistente de Nixon, Monica Crowley.
[16] Estos fueron sucesivamente:
1951–1952 General Dwight D Eisenhower, US Army;
1952–1953 General Matthew B Ridgway, US Army;
1953–1956 General Alfred M Gruenther, US Army;
1956–1962 General Lauris Norstad, US Air Force;
1963–1969 General Lyman L Lemnitzer, US Army;
1969–1974 General Andrew J Goodpaster, US Army;
1974–1979 General Alexander M Haig Jr, US Army;
1979–1987 General Bernard W Rogers, US Army;
1987–1992 General John R Galvin, US Army;
1992–1993 General John M Shalikashvili, US Army;
1993–1997 General George A Joulwan, US Army;
1997–2000 General Wesley K. Clark, US Army;
2000-2003 General Joseph Ralston, US Air Force;
2003-2006 General James L. Jones, US Marine Corps;
2006-2009 General Bantz J. Craddock, US Army;
2009- Almirante James G. Stavridis, US Navy.

[17] Jonathan Kwitny, «The CIA’s Secret Armies in Europe», publicado en The Nation, 6 de abril de 1992, p.445.
[18] Semanario alemán Der Spiegel, n°47, p.20, 19 de noviembre de 1990.
[19] Pietro Cedomi, «Services Secrets, Guerre Froide et ‘stay-behind’ Part III. Répertoire des réseaux S/B», en la publicación belga Fire! Le Magazine de l’Homme d’Action, noviembre/diciembre de 1991, p.82.
[20] Comisión investigadora parlamentaria sobre Gladio, como aparece resumido en la publicación británica Statewatch, enero/febrero de 1992.
[21] Philip Willan, Puppetmasters: The Political Use of Terrorism in Italy (Constable, Londres, 1991), p.27.
[22] Arthur Rowse, «Gladio: The Secret US War to subvert Italian Democracy» en Covert Action Quarterly, n°49, Verano de 1994, p.3.
[23] Fragmento de Willan, Puppetmaster, p.27.
[24] Mario Coglitore (Ediciones), La Notte dei Gladiatori. Omissioni e silenze della Repubblica (Calusca Edizioni, Padoue, 1992), p.34. «La existencia de los protocolos secretos de la OTAN es un hecho comprobado ya que De Gaulle los denunció explícitamente el 7 de marzo de 1966 y el Parlamento de la RFA admitió recientemente que existían» (ibid.).
[25] Publicación británica Searchlight, enero de 1991.
[26] Paolo Inzerili, Gladio. La Verità negata (Edizioni Analisi, Bologne, 1995), p.61.
[27] Inzerilli, Gladio, p.62.
[28] Gerardo Serravalle, Gladio (Edizione Associate, Rome, 1991), p.78.
[29] Ibid., p.79.
[30] Ibid., p.78.
[31] Comisión investigadora parlamentaria sobre sur Gladio, como aparece resumido en la publicación británica Statewatch, enero/febrero de 1992.
[32] Inzerilli, Gladio, p.63.
[33] Ibid.
[34] Michel Van Ussel : Georges 923. Un agent du Gladio belge parle. Testimonio (Éditions La Longue Vue, Bruxelles, 1991), p.139.
[35] Inzerilli, Gladio, p.64.
[36] Correo electrónico dirigido al autor por Anne-Marie Smith, del servicio de archivos de la OTAN, 18 de agosto de 2000.
[37] Carta dirigida al autor por el jefe de la misión suiza ante la OTAN, embajador Anton Thalmann, fechada en mayo de 2001.
[38] Carta dirigida al autor por Lee McClenny, responsable del servicio de relaciones con la prensa y los medios de difusión en la OTAN, fechada el 2 de mayo de 2001.
[39] Ibid.
[40] Presidential Directive, National Security Decision Memorandum 40, Responsibility for the Conduct, Supervision and Coordination of Covert Action Operations, Washington February 17 1970. Firmada por Richard Nixon.
[41] Para un completo recuento de las operaciones secretas de la CIA a través del mundo a partir de 1945, ver William Blum: Killing Hope. US Military and CIA interventions since World War II (Common Courage Press, Maine, 1995). Versión francesa: Les Guerres scélérates (Parangon, 2004).
[42] Fuente: www.terrorism.com
[43] Las tres comisiones eran la Comisión del Senado que presidía Franck Church, la Comisión de la Cámara de Representantes que presidía Ottis Pike y la Comisión Murphy del presidente Ford.
1. Report of the House Select Committee on Intelligence [Pike Committee], Ninety-fourth Congress, Publicado por Village Voice, New York City, febrero de 1976.
2. Report of the Commission on the Organization of the Government for the Conduct of Foreign Policy [Murphy Commission], US Government Printing Office, Washington DC, junio de 1975.
3. Final Report, of the United States Senate Select Committe to Study Governmental Operations with Respect to Intelligence Activities [Church Committee], US Government Printing Office, Washington DC, abril de 1976.
El que puede considerarse como el mejor de los 3 informes, el Informe final de la Comisión Investigadora Senatorial sobre las Operaciones del Gobierno en materia de Inteligencia, se compone de 6 volúmenes. El primero tiene como tema la «Inteligencia Exterior y Militar, de la CIA, de las operaciones secretas y la cuestión del control democrático sobre los servicios secretos». En el segundo volumen, intitulado «Actividades de Inteligencia y Derechos de los Ciudadanos Estadounidenses», el Informe Church revela de qué manera la NSA y el FBI violaron la vida privada de los ciudadanos estadounidenses. El tercer tomo, intitulado «Informes Internos Complementarios sobre las Actividades de Inteligencia y los Derechos de los Ciudadanos Estadounidenses», prologa el análisis del anterior y afirma que el término «contraespionaje» es una apelación impropia para «operación clandestina interna». El cuarto volumen, intitulado «Informes Internos Complementarios sobre la Inteligencia Exterior y Militar», presenta un recuento histórico sobre la CIA desde 1946 hasta 1975. El quinto volumen, intitulado «El Asesinato del Presidente John F. Kennedy y el Trabajo de las Agencias de Inteligencia», trata de determinar si los servicios secretos estadounidenses conspiraron o no para mantener el secreto alrededor del asesinato de JFK. El último volumen, intitulado «Informes Complementarios sobre las Actividades de Inteligencia», aborda la evolución histórica y la organización de la capacidades del país en materia de inteligencia, desde 1776 hasta 1976. Algunos fragmentos de esos informes han sido publicados en francés bajo el título Les Complots de la CIA. Manipulations et assassinats (Stock, 1976).

[44] Kathryn Olmsted, Challenging the Secret Government: The Post-Watergate Investigations of the CIA and FBI (University of North Carolina Press, Chapelhill, 1996), p.9.
[45] Diario británico The Independent, 1º de diciembre de 1990.
[46] Jonathan Kwitny, «The CIA’s Secret Armies in Europe», publicado en The Nation, 6 de abril de 1992, p.445.
[47] Arthur Rowse, «Gladio. The Secret US War to Subvert Italian Democracy», publicado en Covert Action Quarterly, n°49, Verano de 1994.
[48] Solicitud FOIA: «L’Operation ‘Gladio’ de la CIA», presentada por Malcolm Byrne el 15 de abril de 1991. Solicitud FOIA n° 910113.
[49] Diario italiano Corriere della Sera, 29 de mayo de 1995.
[50] Publicación política austriaca Zoom, n° 4/5, 1996: «Es muss nicht immer Gladio sein. Attentate, Waffenlager, Erinnerungslücken», p.6.
[51] Bericht betreff US Waffenlager. Oesterreichisches Bundesministerium für Inneres. Generaldirektor für die öffentliche Sicherheit. Mag. Michael Sika. 28 noviembre de 1997. Viena, p.10.
[52] Carta fechada el 28 de diciembre del año 2000 y dirigida por la CIA al autor sobre la solicitud FOIA F-2000-02528 vinculada a la Operación Gladio.
[53] Carta fechada el 23 de enero de 2001 y dirigida por el autor a la señora Dyer de la CIA.
[54] Carta fechada el 7 de febrero de 2001 y dirigida al autor por Kathryn I. Dyer, coordinadora de la CIA para asuntos de información y respeto de la vida privada.
[55] En momentos en que entraba en prensa la edición francesa, o sea 6 años después de presentada la solicitud, el autor sigue esperando una respuesta… (Nota del editor)
[56] Agencia internacional de prensa Associated Press, 14 de noviembre de 1990.
[57] Televisión británica BBC Newsnight, 4 de abril de 1991, 22h 30. Reportaje del periodista Peter Marshall sobre Gladio.
[58] Ibid.
[59] Imperial War Museum, Londres. Exposición sobre las Guerras Secretas. Visitada por el autor el 20 de mayo 1999. El 4 de junio de 1999 el autor se reunió con Mark Siemens, del departamento de investigación del museo y responsable de la exposición sobre la Guerras Secretas. Siemens subrayó que la unidad secreta SOE, creada durante la Segunda Guerra Mundial, era el antecedente de los stay-behind Gladio. El autor no pudo obtener del MI6 ninguna información suplementaria sobre ese fenómeno.
[60] Michael Smith, New Cloak, Old Dagger : How Britain’s Spies Came in from the Cold (Gollancz, Londres, 1996), p.117. Basado en entrevistas realizadas a Simon Preston, el 11 de octubre de 1995, y a Michael Giles, el 25 de octubre de 1995.
[61] Smith, Dagger, p.117.
[62] Ibid., p.118.