14.10.2012.
El acceso al empleo ya no es una salvaguarda ante la pobreza. Así lo
constata la Fundación Primero de Mayo en un reciente estudio que afirma
que las políticas de recortes están intensificando y extendiendo la
pobreza en España hasta alcanzar el 27 por ciento de la población.
“El acceso al empleo ya no es una salvaguarda ante las situaciones de pobreza”. Esta es una de las principales conclusiones del informe
“Trabajadores pobres y empobrecimiento en España”elaborado por la F
undación Primero de Mayo, centro de estudios de Comisiones Obreras.
Con la crisis económica de fondo y los recortes puestos en marcha, el estudio se centra en el hecho de que
tener un trabajo ya no es garantía de tener cubiertas las necesidades del día a día.
Los ajustes, las políticas de austeridad, el desmantelamiento
progresivo de los servicios públicos y del Estado de Bienestar están
intensificando y extendiendo
la pobreza en España hasta alcanzar al 27 por ciento de la población, una cifra que aumenta de manera alarmante y que podría llegar, según todas las previsiones, al 28% a finales de 2012.
En el actual escenario,
el fenómeno de los ‘trabajadores pobres’ están alcanzando cotas insostenibles.
La población trabajadora cada vez está más empobrecida, debido en buena
parte a la precarización de las condiciones de trabajo, los procesos de
desprotección en el mercado de trabajo y el debilitamiento de los
recursos sociales.
Una de las paradojas que constata este estudio es que “el fuerte
crecimiento económico de los últimos años en España no ha sido capaz de
reducir las tasas de pobreza por debajo de la media europea, y ha
configurado un mercado de trabajo, un modelo productivo y un modelo
social muy vulnerables a los cambios de ciclo y que ha saltado hecho
añicos al estallar la crisis”.
En suma, la crisis económica ha agudizado la pobreza de las personas
con empleo:“La fuerte precariedad del empleo, que sigue siendo una
característica del mercado de trabajo en España, la reducción de los
salarios o la prolongación de la jornada de trabajo son algunos de los
elementos que ponen de relieve esta tendencia”, se afirma en el estudio.
Y la
reforma laboral está siendo una buena prueba de
ello, porque ha supuesto “un fuerte recorte de derechos laborales y
sociales”, configurando “un nuevo marco de derecho laboral que permite
ahondar en el riesgo de pobreza de los trabajadores y las trabajadoras,
sobreendeudados en un contexto de alza de los precios de los productos
más básicos”.
El empobrecimiento de los trabajadores no es homogéneo.
El trabajo por cuenta ajena, la temporalidad, la inestabilidad y la
parcialidad son condiciones laborales que se encuentran asociadas a
mayor nivel de riesgo de pobreza.
Una parte importante de las consecuencias, continua el estudio, del
empobrecimiento de la población es irreversible: “la malnutrición
infantil, la insalubridad de las condiciones de vida, la reducción de la
atención y cuidado de la salud, la atención descualificada de las
personas en situación de dependencia, la deprivación cultural, son sólo
algunas de ellas”.
Cabe esperar que, ante los importantes recortes sociales, el ritmo de
aumento de la pobreza se acelere significativamente en los próximos
años
OTRAS CONSECUENCIAS (CON EL PRETEXTO) DE LA CRISIS
La Fundación Primero de Mayor también pone de relieve el
desmantelamiento del sector público y la mercantilización total o
parcial de gran parte de los servicios asociados a él, lo que los hará
inaccesibles para los grupos sociales más vulnerables, profundizando así
en la situación de riesgo de pobreza.
Los diferentes recortes implicarán la vuelta de las mujeres a las
labores de cuidado en el hogar. La supresión de la educación infantil
pública así como las becas de comedor, los recortes en la atención a la
dependencia, el incremento de la carga de trabajo reproductivo para
compensar los bajos ingresos salariales, apuntan a ello.
Los problemas económicos de los hogares pueden agudizar el problema
demográfico en España, con un envejecimiento creciente de la población,
lo que puede dificultar la sostenibilidad económica de la protección
social de jubilación.
El aumento de las tasas en la educación superior sienta las bases de un sistema educativo elitista y semiprivatizado.
El aumento de las situaciones de pobreza y exclusión social implica
un incremento de la demanda de servicios sociales, que sin embargo, se
están viendo seriamente afectados por los recortes. La sanidad, la
educación, la atención a la dependencia, pilares básicos del Estado de
Bienestar, ya ha sufrido importantes recortes que afectan directamente a
las condiciones de vida y trabajo de las personas, aseguran la igualdad
de oportunidades y son los principales garantes de la cohesión social.
475.000 HOGARES CON TODOS SUS MIEMBROS EN PARO
La Fundación Primero de Mayo también sostiene que las pensiones y las
prestaciones por desempleo han supuesto en España una de las claves
para contener las situaciones de pobreza. Los límites para el acceso a
los derechos de cobertura por desempleo así como el incremento del gasto
familiar por prestaciones sociales ya no cubiertas (en materia
educativa o sanitaria) merman la capacidad de supervivencia de las más
de 5,5 millones de personas en situación de desempleo y de los 475 mil
hogares con todos sus miembros en paro. A esta dramática situación se
suma la previsión de importantes recortes tanto en la cobertura por
desempleo como en el sistema de pensiones, cuyas consecuencias pueden
incrementar gravemente las situaciones de pobreza en los hogares.