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miércoles, 18 de diciembre de 2013

PATADA EN LOS TRASEROS DE WASHINGTON Y BRUSELAS

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Agencias.- El presidente ruso, Vladímir Putin, ha anunciado una rebaja de alrededor del 30% del precio del gas que Rusia exporta a Ucrania y una inversión de 11.000 millones de euros en bonos ucranianos, lo que supone en la práctica un "rescate" económico y un intento de alejar a Kiev de la Unión Europea.

A partir de ahora, Kiev pagará 268,5 dólares -unos 195 euros- por cada mil metros cúbicos, frente a los aproximadamente 400 -291 euros- que pagaba hasta ahora, una rebaja importante para las maltrechas finanzas de este país, que atraviesa una grave crisis política al debatirse entre un mayor acercamiento a la Unión Europea o a Rusia, de la que depende su aprovisionamiento energético.

El correspondiente acuerdo, que entrará en vigor a comienzos de enero, ha sido suscrito por representantes del consorcio gasístico ruso Gazprom y la compañía estatal ucraniana Naftogaz tras la cumbre entre Putin y su homólogo ucraniano, Viktor Yanúkovich, la tercera en poco más de mes entre ambos. Y también se reanudarán los suministros de petróleo a la refinería ucraniana de Odessa tras un parón de tres años.

Además, ambos países han firmado un plan para el pleno restablecimiento de sus relaciones comerciales que se traduce en una inversión de 11.000 millones de euros en bonos ucranianos, después de que en meses pasados Rusia impusiera algunas restricciones como medida de presión para frenar un tratado de libre comercio con la UE, que considera lesivo para su economía.

Nada más conocer el acuerdo estratégico entre Kiev y Moscú, el líder opositor ucraniano Vitaly Klitschko ha criticado, según él, que Yanukóvich haya vendido el país a Rusia. "Ha abandonado los intereses nacionales, la independencia y las perspectivas de una vida mejor para todos los ucranianos",

¿Independecia y una vida mejor para todos en la UE? Que nos lo pregunten a nosotros. Este tipo, antiguo boxeador, o está sonado o es más manipulador y fascista que sus amigos los criminales MacCain y Saakashvili.

BYE BYE ESL....EN BENEFICIO DE AL-QAEDA



| Beirut (Líbano)  
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El Occidente hipócrita está ahora tremendamente preocupado. Después de machacarnos durante más de 2 años la cantinela de la existencia de una «oposición moderada» en Siria y de negar obstinadamente la presencia allí de grupos extremistas-takfiristas, ahora nos advierte sobre el fortalecimiento de al-Qaeda, movimiento al que el propio Occidente proporcionó –a través de las petromonarquías retrógradas del Golfo y de varios países europeos– el armamento y el entorno político que favorecieron su expansión.

Cualquier experto estará de acuerdo en reconocer que el debilitamiento del poder central en cualquier país es la condición ideal para el surgimiento, la instalación y desarrollo de algo como al-Qaeda. Y eso es lo que los occidentales han estado favoreciendo en Siria a lo largo de los 2 últimos años. Pero sus planes no han llegado a concretarse porque el Estado sirio y su ejército han demostrado una capacidad de resistencia con la que ellos no contaron.

Se ha derrumbado el llamado Ejército Sirio Libre (ESL), que no es otra cosa que la mentira tras la cual se escondía Occidente para justificar su guerra de destrucción contra el Estado sirio. Ese ejército de mercenarios, de bandidos y de traidores a su propia patria prácticamente ha dejado de existir. El jefe de su Consejo Militar, el general desertor Selim Idriss, huyó de Siria a Doha pasando por Turquía el domingo 8 de diciembre, según el Wall Street Journal. Su segundo, el general Mustafa al-Cheikh, se refugió en Suecia, donde solicitó asilo político. Por su parte, el fundador del ESL, el coronel Riad al-Assad, huyó a Holanda.

Otro jefe del ESL, el coronel desertor Ammar al-Wawi, fue arrestado con sus guardaespaldas por miembros del Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL, vinculado a al-Qaeda) cuando regresaba a Siria desde Turquía.

Selim Idriss huyó después de entregar a los extremistas prosauditas del Frente Islámico –una coalición de 7 grupos extremistas conformada por iniciativa de Bandar Ben Sultán, el jefe de los servicios de inteligencia de Arabia Saudita– los depósitos de armas del ESL, cerca del punto de paso de Bab al-Hawa, así como sus propias oficinas.

El derrumbe del ESL ha sido reconocido en Occidente, tanto por la prensa como por los responsables y los expertos. Los reveses del ESL plantean un «gran problema y reflejan la peligrosidad de la situación así como su carácter imprevisible», ha confesado el secretario de Defensa de Estados Unidos Chuck Hagel.

«Es evidente que el estado mayor del ESL está cada vez más débil y que ha perdido poder», afirma por su parte Aron Lund, experto en la rebelión siria basado en Suecia. Lund precisó que «el ESL ha perdido importantes grupos y combatientes con la creación del Frente Islámico». Estima además que la pérdida del importante paso de Bab al-Hawa significa que es posible que Selim Idriss «ya no regrese a Siria».

El diario francés Le Figaro escribe que, al apoderarse de las armas que los occidentales habían entregado a los «rebeldes moderados», sus rivales salafistas pisaron una línea roja. El diario habla de un «minigolpe de Estado contra el estado mayor del ESL» y revela que los extremistas se apoderaron de «varias docenas de cohetes antitanques y antiaéreos».

Todos esos sucesos se acompañan de declaraciones de expertos occidentales sobre la implantación de al-Qaeda en Siria, hecho que anteriormente se negaban a reconocer.

«Los grupos afiliados a al-Qaeda han creado en Siria una alianza que cuenta por lo menos con 45 000 combatientes, o sea el doble que los combatientes talibanes en Afganistán», afirmó en un coloquio organizado en Jamestown el australiano David Kilcullen, especialista en movimientos insurreccionales que trabajó como consejero del mando estadounidense en Irak. «Al-Qaeda está fortaleciéndose en todos los frentes. Su dirección se ha visto debilitada pero no eliminada», subrayó.

La presencia en las filas de los islamistas radicales de cientos de individuos provenientes de Europa y de otros países occidentales, países a los que algunos de ellos volverán con la experiencia adquirida en Siria, está despertando gran inquietud. «Con el entrenamiento que están adquiriendo en Siria hay fuertes posibilidades de que, en los dos próximos años, estén capacitados para realizar la última voluntad de Osama ben Laden, que era montar en Europa un ataque como el de Bombay», agrega Bruce Offman.

«La expansión de al-Qaeda que estamos viendo en el mundo árabe es verdaderamente fenomenal, superior a lo que ya vimos durante el primer decenio de su existencia», explica Bruce Riedel, prominente ex miembro de la CIA, que hoy pertenece a la Brookings Institution.

Al ser interrogada a principios de diciembre, la senadora Diane Feinstein, presidenta de la comisión de inteligencia del Senado estadounidense, decía: «El terrorismo está en alza a nivel mundial. Las estadísticas lo demuestran. Está aumentando el número de víctimas. Hay más grupos, todavía más radicales. Hay más yihadistas decididos a matar para alcanzar sus objetivos.»

Esa confesión es un reconocimiento tardío de todo lo que decía el gobierno sirio, cuando declaraba –al principio de los incidentes que se producían en el país– que estaba enfrentando una verdadera guerra en la que participaban terroristas provenientes de 80 países.

Al cabo de 2 años y medio negándose a hacerlo, los occidentales aceptan por fin mirar la verdad frente a frente. Y hasta comienzan a resignarse a la victoria del Estado sirio, bajo la dirección de su presidente y miembro de la Resistencia Bachar al-Assad. El ex director de la CIA Michael Hayden incluso estimó el jueves, en Washington, que «la victoria de Assad en Siria pudiera ser el mejor de tres muy horribles escenarios», en ninguno de los cuales se prevé la victoria de la rebelión.

«La narración, la historia dominante de lo que está pasando en este momento en Siria es la toma de control por los fundamentalistas sunnitas de una parte significativa de la geografía del Medio Oriente», dijo Hayden antes de agregar: «Eso significa la explosión del Estado sirio y del Levante que hoy conocemos.»

Pero, al igual los demás planes y deseos de Estados Unidos, este también está condenado al fracaso. La guerra en Siria se terminará con la victoria del Estado, la derrota de los terroristas y la reunificación del país… bajo el estandarte de Bachar al-Assad.

Declaraciones y posicionamientos

Serguei Lavrov, ministro ruso de Relaciones Exteriores

«Han transcurrido 18 meses desde la adopción del Comunicado de Ginebra y menos de un año desde que se formuló la iniciativa sobre la convocación de la conferencia y un creciente número de nuestros interlocutores –incluyendo a los occidentales– nos afirman que no consideran que el régimen de Bachar al-Assad sea la principal amenaza sino la conquista de Siria y de otras grandes regiones del norte de África y del Medio Oriente por los yihadistas y el establecimiento de bases de la internacional terrorista en esas regiones.
Nosotros ponemos constantemente ese problema a la cabeza de nuestras preocupaciones y mencionamos todo lo que hay que hacer para instaurar un gobierno de alianza entre el gobierno y la oposición patriótica contra los terroristas que han llegado a Siria del mundo entero.
»

Ali Abdel Karim Ali, embajador de Siria en Líbano

«El señor (Wallid) Joumblatt contribuyó a la campaña contra Siria deformando las realidades y protegiendo a los elementos armados. Los rumores de que las puertas de Damasco están abiertas para su hijo Taymour no son más que chismes de los periódicos.»

Antoine Chedid, embajador del Líbano en Estados Unidos

«El impacto de la crisis de los refugiados sirios sobre el Líbano va en aumento, como lo demuestran las siguientes cifras: una mañana el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados registró 763 000 refugiados, cifra que durante la tarde del mismo día subió a 769 000, y eso sin contar las llegadas ilegales, lo cual ha llevado el total de ese flujo a 1,3 millones, o sea un 30% de la población libanesa. Es como si 93,5 millones de personas llegaran al mismo tiempo a Estados Unidos. Hay refugiados en 1 650 localidades [libanesas], lo cual crea en todas partes tensiones sociales y en materia de seguridad. 

Hay que garantizar fondos para registrar y regularizar la presencia de nuevos refugiados, garantizar en Siria zonas seguras para los que huyen de las zonas de conflicto, sabiendo que Siria es 18 veces más grande que el Líbano. No queremos cerrar nuestra fronteras pero vamos a alcanzar un nivel de saturación que es para nosotros físicamente imposible de sobrepasar.
»
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TENSIÓN DIPLOMÁTICA ENTRE WASHINGTON Y NUEVA DELHI


 

El 12 de diciembre de 2013, la policía de Nueva York arrestó y esposó en público a Devyani Khobragade (ver foto), ayudante del cónsul general de la India en esa ciudad estadounidense. La joven sólo fue liberada después del pago de una fianza de 250 000 dólares.

Según las autoridades estadounidenses, la joven india cometió fraude para obtener un permiso de residencia para una empleada de su casa, un delito que no está cubierto por la inmunidad diplomática ya que la Convención de Viena se aplica solamente a los delitos o crímenes cometidos por los diplomáticos en el ejercicio de sus funciones.

Sin embargo, aunque en este tipo de casos la Convención de Viena autoriza el inicio de un proceso judicial también prohíbe categóricamente arrestar, esposar y posteriormente imponer una fianza para la liberación de un diplomático.

Convencidas de que todo el asunto no es resultado de un simple descuido de las autoridades estadounidenses, las autoridades de la India retiraron de inmediato todos los permisos especiales concedidos a los diplomáticos de Estados Unidos en territorio indio. También levantaron todas las protecciones que rodean la embajada estadounidense y anularon todos los privilegios de sus diplomáticos.

SIN CASA NI COMIDA, NOS ESTÁN NEGANDO LA VIDA


por Eloy Cuadra 
 
Miércoles, 18 de Diciembre de 2013 03:25

En la Prehistoria de la Humanidad - escribe ELOY CUADRA - no había educación pública ni privada, no había sanidad universal, no se sabía del derecho a la información, a la cultura o a la manifestación, tampoco había trabajos remunerados (...). 
 
 
 
 
 
En la Prehistoria de la Humanidad no había educación pública ni privada, no había sanidad universal, no se sabía del derecho a la información, a la cultura o a la manifestación, tampoco había trabajos remunerados.  La cosa es que en la Prehistoria no había prácticamente nada, pero todo el mundo tenía acceso libre a una cueva o podía construirse una choza en la que vivir, y todos eran libres para cazar, pescar y recolectar frutas de lo que la naturaleza ofrecía.  Esas sociedades primitivas fueron evolucionando hasta lo que hoy somos, y hoy están comunmente aceptados el progreso y el desarrollo como conceptos base que nadie cuestiona.


   Muchos dirán que es un muy errado argumento tratar de comparar nuestra situación actual con la vida de nuestros antepasados prehistóricos, pero créanme, no se me ocurre otra forma mejor de denunciar el absurdo y la injusticia de lo que está ocurriendo hoy en España, y especialmente en Canarias, donde lo sufro yo.


   Y es que en Canarias, según el último dato del INE, son 138.262 las viviendas que están vacías sobre un total de 1,04 millones de viviendas que hay en el Archipiélago.  Si somos en torno a dos millones de habitantes, el resultado es que hay aproximadamente una casa por cada dos habitantes.  
Lo malo es que hay muchos que tienen más de una casa, y como vemos son muchas las casas vacías, lo que nos deja la realidad que ya muchos conocemos para Canarias, que también son muchas las personas que no tienen casa alguna donde vivir.


   En circunstancias parecidas estamos con respecto a la comida como derecho en Canarias.  En torno al 92% nos viene de fuera gracias al REA y a otros instrumentos fiscales, un suicidio institucional a poco que se compliquen los transportes, algo que tampoco sirve para hacer la comida más barata pues tenemos la cesta de la compra más cara.  La agricultura abandonada totalmente, la pesca en manos de unos pocos, los supermercados tirando comida por toneladas y las ayudas sociales son mínimas desde Ayuntamientos y demás instituciones públicas.  El resultado: buena parte de la población con serios problemas para acceder a una comida digna.


   Comida y casa, alimentación y vivienda dignas, dos necesidades básicas inherentes a la condición humana, mucho más que un derecho fundamental.  Es tan claro como decir que sin vivienda y sin comida, no hay vida posible.  Nos encontramos así con una primera base de derechos fundamentales, recogidos también en ese panfleto de propaganda que e la Constitución Española, dos derechos que deben contar con un nivel de exigencia y protección máximos, por encima y con preferencia a otros derechos fundamentales como son la Educación, la Sanidad o las Libertades Públicas.


   Hasta aquí nadie podrá discutirme nada de lo que he dicho, creo.  El problema viene a partir de ahora, cuando hemos de responder a la pregunta sobre qué están haciendo nuestros poderes públicos por garantizar y proteger estos dos derechos básicos fundamentales e imprescindibles para la vida humana.  Y la respuesta es básicamente nada.


   En torno a la vivienda, en Andalucía se ha dado el primer paso con una normativa autonómica por el derecho social de la vivienda, normativa que ha contado con la oposición frontal de nuestro Gobierno, recurrida ya ante el Tribunal Constitucional por ir contra el sagrado derecho a la propiedad privada.  En Canarias el Gobierno de Paulino intenta copiar a Andalucía con una norma muy a la baja, que presumiblemente quedará en nada, conociendo a los que han de llevarla adelante.  Al margen de esto lo único que hay es lucha ciudadana, la Plataforma de Afectados por las Hipotecas y algún colectivo social más, promoviendo y facilitando la ocupación extralegal de viviendas vacías, poco más.


   Y en torno al derecho a una comida digna, aún peor.  Prestaciones sociales directas para alimentación y lucha contra la exclusión apenas si hay, y los comedores sociales, con muy limitadas plazas, son casi exclusivamente para personas sin hogar.  Con este panorama queda todo en manos de la solidaridad social, las ONG y los Bancos de Alimentos, a los que se premia con el Príncipe de Asturias, con el Premio Canarias y con todos los reconocimientos posibles.  También se premia a sus apóstoles, con mención especial a Manuel Artiles y a su cadena local en Tenerife, Mírame TV.  Pero en Canarias este fenómeno traspasa ya los límites de una televisión y se ha extendido como una moda a prácticamente todos los medios y agentes sociales, con multitud de actos solidarios cada día y promoción por todos lados. 

 Y lo que es peor, es tal la corriente que hay a favor de este tipo de solidaridad buenista "descansa conciencias" -que aclaro: sólo es un parche con muchas deficiencias e irregularidades que además oculta el verdadero problema, el mal reparto de la riqueza de Canarias, vía Presupuestos Generales por ejemplo- que hasta los políticos con cargos de gobierno se atreven ya sin tapujos a ponerse delante de las cámaras y participar en la fiesta, y los tristes partidos de la izquierda alternativa callan y consienten por miedo a perder votos, aún sabiendo lo que hay detrás.

Y esta es nuestra realidad canaria más triste que yo no puedo dejar de contar.  En la lucha por los dos derechos más básicos, sólo islotes de rebeldía en un mar de servilismo y cooperación con el sistema, a los que por creer en otras soluciones más justas ya nos empiezan a tachar de radicales, subversivos y hasta violentos.  Pues sí, radical soy, entendiendo por "radical" lo que etimológicamente expresa la palabra: aquel que va a la raíz de los problemas.  ¿Algún radical más dispuesto a luchar conmigo?  Si es así ya saben dónde encontrarme.

( LA HIPOCREÍA DE FIESTA) ESCÁNDALO EN ITALIA POR VÍDEO DE MALTRATOS EN CENTRO DE IINMIGRANTES

Miércoles, 18 de Diciembre de 2013 

La fiesta mediática de la hipocresía ha estallado. Los poderes y la ciudadanía se arrancan las vestiduras por la aparición de un video que muestra lo que todo el mundo ya sabe que sucede. Las denuncias permanentes existen desde hace mucho tiempo, pero nada cambia. 
 
 
Pueden ser duras estas palabras, pero ¿Habrá siempre qué "disculpar por la ignorancia" de que este sistema asesina, tortura y acaba con toda dignidad humana? Pues no, la población debe hacerse cargo de lo que sucede.

Eso sí, ya sabemos que pasadas las 72 horas convenientes en que se haya logrado bombardear desde los medios este caso, se pasará de inmediato a otra cosa y esto quedará sepultado. Por eso pienso "maldita gente" porque ante esto que han conocido y que dice espantarle, no hará absolutamente nada, salvo cumplir con el "minuto de la indignación" para hacer número.

A ver cuanta gente a partir de esto encara un activismo o al menos apoyo a las organizaciones y movimientos sociales que luchan contra la represión, criminalización, tortura y asesinatos de inmigrantes. Los inexistentes efectos por la tragedia de Lampedusa son la prueba. Nada se ha modificado.

Políticos, jerarquías eclesiásticas, funcionarios y gente en general. Todos y todas responsables por acción u omisión!


Esta es la noticia:

Asombro y rechazo provocó hoy en Italia la divulgación de imágenes de un centro de acogida de inmigrantes que aparecen desnudos haciendo fila a la intemperie para ser desinfectados, tema que también provocó pronunciamientos de Naciones Unidas.

"El vídeo recuerda los campos de concentración", señalan varios medios de comunicación sobre la secuencia transmitida en un telediario de la cadena pública RAI2, filmada por un inmigrante con su teléfono celular en una instalación de la isla siciliana de Lampedusa.

El primer ministro Enrico Letta afirmó que "esas imágenes son muy graves, el gobierno hará una investigación a fondo para verificar y sancionar a los responsables". A raíz de la difusión del vídeo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados instó al Ejecutivo italiano a tomar medidas urgentes dirigidas a mejorar las condiciones de los centro de primera acogida.

El ministro italiano del Interior, Angelino Alfano, garantizó que habrá una rendición de cuentas "y los culpables van a pagar"; mientras la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, consideró que esa manera de tratar a los foráneos es indigna de un país civilizado.

"Nadie puede ser indiferente a esa grabación, tanto más porque son posteriores al trágico naufragio de octubre último en Lampedusa, en el cual murieron más de 350 personas", agregó Boldrini.

Según el noticiario italiano, la película fue filmada el 13 de diciembre, y en la fila habría inmigrantes eritreos, sirios, ghaneses, nigerianos, kurdos, e incluso algunos sobrevivientes del naufragio frente a las costas de Lampedusa. Por su parte, el alcalde de la isla, Giusy Nicolini, afirmó que esa situación no es lo que esperaban ver dos meses después del trágico incidente.

Nicolini afirmó que los inmigrantes son sometidos en Lampedusa a un trato como de "campo de concentración" y responsabilizó con ello al Ministerio del Interior. Varios han sido los pronunciamientos de alarma sobre el asunto, con declaraciones de condena por parte de la ministra de Integración, Cecile Kyenge, del presidente del Comité de Migración de la Conferencia Episcopal, monseñor Francesco Montenegro, entre otras personas.

UN ESTALLIDO SOCIAL EN CURSO



ITALIA: Las revueltas contra las políticas neoliberales se extienden por quinto día en Italia


El presidente italiano, Giorgio Napolitano, expresó  su preocupación por el estallido de protestas violentas debido al descontento social azuzado por la crisis capitalista que atraviesa el país y Europa.
El ‘Movimiento de las Horcas’ (Movimento dei Forconi) se extiende por Italia. Las protestas contra los recortes del Gobierno y las políticas neoliberales entran en su quinto día y han dejado disturbios en varias ciudades del país.

“La crisis que afecta a la eurozona ha dañado la cohesión social. Las previsiones más detalladas para 2014 indican que existe el riesgo de tensiones sociales generalizadas: un riesgo que hemos de tener en cuenta y al que se ha de hacer frente”, lamentó el mandatario italiano durante un discurso pronunciado en el palacio presidencial, sito en la capital, Roma.

Ante la situación, consideró urgente que las autoridades plantearan nuevas medidas y reformas eficientes para calmar el ambiente social, en este momento que “la recesión sigue golpeando”.

Napolitano hizo estas afirmaciones el mismo día en que la oficina de estadísticas del país, Istat, informara de que uno de tres italianos se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social.

Cabe recordar que Italia en los últimos meses ha sido escenario de masivas marchas contra el desempleo, los recortes salariales y la cancelación de servicios públicos, todo esto por las medidas neoliberales aplicadas por el gobierno bajo presión de la Troika, conformada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE).

La crisis capitalista en Europa, surgida en 2008, afecta a casi todas las naciones de la eurozona, donde se registran altos porcentajes de malestar social.

El movimiento de Las Horcas  surgió en Sicilia y toma su nombre de un grupo de agricultores que inició las protestas en 2012 contra el Ejecutivo italiano por los altos impuestos y las subidas de los carburantes.

Pero a ellos se les han unido en la última semana miles de estudiantes, autónomos, desempleados, camioneros, que recorren el país cortando carreteras y mantienen colapsada la frontera con Francia para mostrar su rabia por la situación social.

La tensión ha ido en aumento y en los últimos días este movimiento ha bloqueado carreteras, estaciones ferroviarias y se han producido enfrentamientos entre manifestantes y policías, con el resultado de cinco detenidos y más de medio centenar de personas denunciadas por saqueos.
Este jueves se produjeron enfrentamientos entre cientos de estudiantes y la policía en Roma. También se produjeron incidentes entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad después de que se bloqueara durante varias horas la carretera estatal Aurelia a la altura de Ventimiglia en la frontera con Francia.

Las protestas continúan en varias ciudades y las marchas se extienden. En Mestre, se ha convocado una concentración ante la sede de Equitalia, sociedad que se ocupa de la recaudación de impuestos, así como en Florencia, Bari y Barletta, y los manifestantes están ocupando algunas carreteras.
“Somos millones y seguimos creciendo cada hora. El Gobierno se tiene que ir”, asegura Danilo Calvani, un granjero que participa en las protestas.

Disolver el parlamento

Las protestas se ven alimentadas por la fuerte caída de los ingresos, la tasa de desempleo récord del 41 por ciento entre los jóvenes menores de 25 años, además de los diferentes casos de corrupción y los escándalos que sacuden a la clase política.

La principal demanda de los manifestantes es que el Parlamento se disuelva y el Gobierno sea reemplazado por otro.

El Ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, ha mostrado la preocupación del Gobierno ante las protestas. En una comparecencia en el Parlamento expresó la “inquietud” del Ejecutivo ante la posibilidad de que este movimiento pueda derivar en una “rebelión contra las instituciones italianas y europeas que puede estar apoyada por organizaciones subversivas”.

ENTREVISTA IMPERDIBLE A EVO MORALES: ¿CIVILIZACIÓN?. AQUÓ LO QUE LLEGÓ FUE LA SIFILIZACIÓN...MÁS ANTIIMPERIALISTA QUE NUNCA

18.12.2013.


Evo: “No llegué aquí para que un grupo de oligarcas determinen las políticas”

El presidente de Bolivia dijo que empezó a sentirse antiimperialista desde sus inicios “en la lucha sindical”, y destaca sus orígenes como parte de “esos pueblos que se enfrentaron durante la invasión europea”, como define el descubrimiento de América, en una larga entrevista con la Garganta Poderosa, la revista argentina de cultura villera.

“¿Qué descubrimiento de América? ¿Qué encuentro de culturas? ¿Qué civilización? Como algunos dicen, aquí no había llegado la civilización, sino la sifilización. Las luchas por las independencias o por la fundación de las repúblicas, se han dado enfrentando tanto al colonialismo interno, como al externo”, responde el mandatario a sus entrevistadores.

Agrega que “aquellos que lucharon en esas batallas (de la independencia) nos dejaron principios fundamentales, como la lucha antiimperialista y la lucha anticapitalista”.

“Me alegra mucho que La Poderosa se haga escuchar desde la marginalidad, porque así nacieron todas las revoluciones en la historia de la humanidad”, dice el mandatario respecto a sus entrevistadores, con quienes departió en el Palacio de Gobierno de La Paz.

En relación a los logros y los máximos desafíos de Bolivia hoy, el presidente opinó: “Como desafíos, seguir achicando las profundas asimetrías entre familias. Hemos avanzado bastante y hemos levantado a los sectores más abandonados, principalmente a los indígenas, a punto tal que ya no estamos como antes”.

“Fíjense que hace algunos años se privatizaba la riqueza y se socializaba la pobreza, pero ahora es al revés: se socializa la riqueza para reducir la pobreza”, agrega.

Morales destaca que su “gran interés es que los obreros, los campesinos, los indígenas y los pobres estén felices. No he llegado aquí para que un grupo de elites u oligarquías determinen las políticas”.
En la tapa de la nueva edición de la revista, el líder indígena grita desaforado, reivindicando la voz de los siempre marginados. Y en la contratapa, posa con un barrenador, con una playa de fondo, y un lema escrito en la tabla de surfear: “Urgente, un mar para Bolivia”, en relación al conflicto que mantiene su país con Chile, por no cederle la soberanía al mar.

“Por lo menos en acuerdos bilaterales, muchos presidentes de América Latina y el Caribe han apoyado a Bolivia para que se logre un acuerdo con soberanía porque hay una deuda todavía. Casi todos los presidentes están a favor, y en reuniones reservadas se habla de cómo lograr una solución pacífica y duradera”, dice Evo Morales.

Añade que “el gobierno chileno, y no el pueblo chileno, tiene la obligación de devolvernos el mar y de resarcir todo el daño económico que le han provocado a Bolivia por este aislamiento”, desde la invasión y posterior guerra de 1879, en que el país andino perdió sus 400 kilómetros de costa.

Respecto a la hoja de coca, el mandatario dice que “si la coca fuera yanqui, estaría legalizada en todo el mundo. De hecho, aunque no estaba legalizada, hasta el `96 se seguía exportando coca boliviana hacia Estados Unidos. Fuera legal o ilegal ellos decidían. Pero eso ya se ha terminado”.

El narcotráfico, enfatiza, “debemos atacarlo con políticas sociales y programas productivos”. Dentro de la nacionalización y regionalización de la lucha contra los narcóticos, tras la expulsión de la agencia estadounidense DEA, señala que “estamos trabajando muy bien con Brasil y Argentina”.
“El mejor aporte de la Argentina refiere al mercado del plátano boliviano en la zona productora; así, muchos de mis compañeros en vez de dedicarse a plantar coca, se están dedicando al plátano”, precisa.

Enfatiza luego que “la lucha contra el narcotráfico no es la militarización, ni la represión, sino la producción y el compromiso con los trabajadores”.

Morales expresa luego que daría asilo al ex agente de la NSA y la CIA norteamericana, Edward Snowden; reclama a la electa presidenta de Chile, Michelle Bachelet, que si quiere demostrar que es socialista debe separar a Chile de la Alianza del Pacífico, que a su juicio es un mini ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas) como el que “enterramos” con Néstor Kirchner en Mar del Plata en 2005.

También cuestiona los alimentos modificados genéticamente por la trasnacional Monsanto, que “son malos” para el ser humanos, y pone sobre el tapete la contradicción entre la minería a cielo abierto, que afecta el medioambiente, con la necesidad de desarrollo de muchos países.

Por último, dice que su sueño sería jugar al futbol en La Bombonera, junto a su ídolo Juan Román Riquelme.
Telam

LA PARTICIPACIÓN DE LOS PARTIDOS COMUNISTAS EN EL GOBIERNO: ¿ UNA FORMA DE SALIR DE L A CRISIS CAPITALISTA?


Herwig LerougeEstudios Marxistas, num 100.

En el transcurso de los últimos años, la posibilidad que tienen ciertos partidos comunistas (o excomunistas) de participar en el gobierno ha estado a la orden del día. En Alemania, Die Linke ha participado en ciertos gobiernos regionales y, por cierto, sigue participando. El partido ha discutido la posibilidad de participar en el gobierno federal. En Grecia y en los Países Bajos, la coalición de izquierda Syriza y el Socialistische Partij han anunciado claramente su voluntad de entrar al gobierno. La holgada mayoría del Partido Socialista Francés, durante las recientes elecciones parlamentarias del 2012, ha eliminado la duda sobre una nueva participación en el gobierno del Partido Comunista Francés. El PCF y, en Italia, la Rifondazione Comunista y el Partido de los comunistas italianos, han participado en muchos gobiernos en el transcurso de las últimas décadas.

En el 2008, el éxito electoral de ciertos de estos partidos llevaron a la revista británica de izquierda, The New Statesman, a concluir: “El socialismo, el socialismo puro, inalterado, una ideología considerada muerta por los capitalistas liberales, regresa con fuerza. A lo largo del continente, asistimos a la tendencia de que partidos de centro izquierda establecidos desde hace mucho tiempo sean desafiados por otros indudablemente socialistas, que defienden un sistema económico en el que los intereses del capital se subordine al de los simples trabajadores[1]”.
Desgraciadamente, esta visión sobre un brillante futuro socialista para Europa ha sido rebasada por los últimos resultados electorales, y, más importante aún, por la evolución política de estos partidos.
La tragedia italiana


La mayoría de estos partidos fueron creados después de la contra revolución de terciopelo de Gorbachov. En Italia, durante su congreso en Rimini, en 1991, el histórico Partido Comunista Italiano (PCI) se transformó en un partido social-demócrata ordinario. Ese mismo año, los comunistas italianos fundaron el Partito della Rifondazione Comunista (Partido de la refundación comunista). En el seno de la Rifondazione, el debate sobre la estrategia del partido quedó abierto durante mucho tiempo… Cuando Bertinotti accedió a la presidencia el debate se aceleró. Durante el 5º Congreso de la Rifondazione, en febrero de 2002, Bertinotti presentó sus 63 tesis como una suma de “innovaciones”. Descubrió una “nueva clase obrera” nacida en Génova en el 2001; un “nuevo concepto de partido”. Rechazando el partido de vanguardia, que se había vuelto “obsoleto”, lo remplazó por un partido concebido como una suma de “movimiento de movimientos”. Descubrió Igualmente, una “nueva definición del imperialismo”, según la cual el mundo ya no se divide en bloques capitalistas rivales y la guerra ha dejado de ser un medio mediante el cual se lo reparten de manera periódica. El antiguo centralismo democrático fue remplazado por el derecho a formar tendencias[2]”.
Tras 36 meses de innovación, la dirección de la Rifondazione Comunista se declaró lista para participar en el gobierno, junto a los demócratas cristianos de Romano Prodi y la socialdemocracia de D’Alema. Durante el 6º Congreso del PRC, en marzo de 2005, Bertinotti afirmó que su partido debía ser la fuerza motriz de un proceso de reforma. Y la participación en el gobierno se volvió un paso necesario en dicha dirección. En el discurso de clausura del Congreso afirma: “El gobierno, incluso el mejor, no es más que un paso, un paso de compromiso. El partido debe situarse en una posición que deje ver su estrategia, a fin de mostrar que quiere ir más lejos […][3]”. Para prevenir críticas contra el PRC, que formaba parte de una coalición favorable a la UE junto al antiguo presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, Bertinotti no encuentra mejor excusa que la gastada pirueta de la socialdemocracia: “Debemos difundir la idea de que los movimientos y el partido deben guardar su autonomía respecto al gobierno. El partido no debe ser identificado con el gobierno. Debe mantener su propia línea y una estrategia activa separada de éste [4]”.
El archiconocido miembro del grupo Bildelberg, Romano Prodi, estaba presente en el Congreso y percibió muy bien el giro del dirigente de Rifondazione: “He aquí un partido socialista de izquierdas que acepta el desafío de gobierno[5]“.
En menos de 10 años, Bertinotti consiguió colocar un importante potencial revolucionario bajo el control del sistema. En el año 2007, el PRC se suma a la coalición del “Olivo”. Sin una clara oposición de izquierdas anticapitalista a la participación en la guerra en Afganistán y a las medidas de austeridad del gobierno de Prodi, la derecha llenó el vacío político y Berlusconi llegó al poder. El PRC perdió toda su representación parlamentaria en la debacle de la izquierda electoral. Es la experiencia más reciente que muestra los estragos que puede ocasionar el revisionismo. Actualmente, el movimiento comunista italiano atraviesa una profunda crisis.
Francia: Comunistas en el gobierno (1981, 1987)
El siglo XX probó ya el fracaso de los que pretenden modificar el equilibrio de poder en favor de la clase obrera mediante mayorías en el seno del parlamento burgués.
En la euforia de la victoria electoral de Miterrand en 1981, el secretario general del PCF, George Marchais, envió a 4 comunistas al gobierno para modificar “el equilibrio de poder”. El dirigente del PCF, Roland Leroy, lo explicaba así: “Nuestra presencia concuerda bien con nuestra misión y nuestra estrategia: utilizar cada oportunidad, incluso el más pequeño paso hacia adelante, para construir un socialismo original mediante medios democráticos[6]”.
En lugar de obtener un socialismo original, la clase obrera francesa debió soportar un Código de trabajo desregulado, una seguridad social reducida y la desconexión de los salarios de la subida de la inflación. Seis años más tarde, en julio de 1997, la dirección del PCF volvió a hacer lo mismo. Tres ministros comunistas se alían al gobierno de la “izquierda plural” (PS-PCF-Verdes-MDC) llegada al poder después de las grandes luchas de 1995. ¿Resultado? En dicho gobierno hubo más privatizaciones que en la suma de las administraciones de derecha de Juppé y Balladur. La privatización de Air France fue supervisada por el ministro comunista de Transporte, Jean-Claude Gayssot. Air France, France Télécom, las compañías de seguros GAN y CIC, la Sociedad Marsellesa de crédito, CNP, Aeroespacial, todas ellas fueron “abiertas al capital”. La dirección del PCF continuaba en el gobierno de “Jospin-el guerrero” cuando, en 1999, Francia apoyó el bombardeo de Yugoslavia por la OTAN.
Por supuesto, se hicieron ciertas concesiones a las exigencias sindicales, pero, como ocurrió en 1936 con el gobierno del Frente popular, básicamente fueron resultado de las grandes luchas que precedieron o acompañaron la victoria electoral de la izquierda.
Pretender modificar en el hemiciclo parlamentario, el equilibrio de poder, en favor de la población trabajadora es absurdo a los ojos de todos aquellos que observan el circo electoral, que ven a los miles de grupos de presión y las comisiones de expertos pagados por los grupos de negocios con el fin de influir directamente en las decisiones políticas. Y para mostrar de qué manera “la riqueza ejerce su poder indirectamente, pero con mayor eficacia” (retomando las palabras de Engels) el mejor lugar son los Estados Unidos. En el año 2000, los 429 candidatos con mejor financiación en sus campañas ocuparon los 429 primeros lugares en el Congreso estadounidense. Sólo los lugares del 430 al 469 fueron dados a candidatos con menos “fortuna”[7].
Si hay una conclusión de toda la época del neoliberalismo, es ésta: la evidencia de que la influencia de los grupos más poderosos del capital sobre los Estados nación, las instituciones europeas y las instituciones financieras internacionales nunca han sido tan abiertas y descaradas. Las decisiones reales son la prerrogativa del ejecutivo desde hace numerosas décadas y el Parlamento no es más que un instrumento para ratificar las decisiones que ya se han tomado a nivel gubernamental. Cada vez más, las leyes se preparan en los despachos ministeriales, y actualmente, en los grupos de presión de las firmas más importantes. Una paz duradera y el progreso social requieren una sociedad socialista y una transformación radical de la sociedad. La vía parlamentaria hacia el socialismo reposa en la ilusión de que el gran capital va a aceptar retroceder y que llegará a ceder sin más el aparato del Estado a la clase obrera cuando ésta esté suficientemente representada en el Parlamento.
Naturalmente, debemos ser conscientes que actualmente la mayoría de la gente en Europa ve el orden social actual como el único posible.
Un proceso revolucionario requiere flexibilidad táctica, la adaptación a la realidad política, una adecuada evaluación del objetivo de cada batalla, un conocimiento exacto de las contradicciones de clase y de las correlaciones de fuerza, así como grandes alianzas.
Nosotros luchamos por reformas, luchamos por reforzar la fuerza política y organizativa de los trabajadores. No le decimos a la población: “Resolveremos esto por vosotros”, sino que les decimos: “Tomar vosotros mismos el destino en vuestras manos”. En cada batalla, los trabajadores adquieren experiencia y nuestro deber es introducir la perspectiva socialista a largo plazo. Incluso en la lucha por las reformas, lo decisivo no es el parlamento o las elecciones, sino las luchas. Todos los avances del movimiento obrero ha sido resultado de un combate organizado, en la realización de la campaña, y creando correlación de fuerza en las calles.
La Izquierda europea
El 8 y 9 de mayo de 2004, los 2 partidos ya mencionados, el PRC y el PCF, se encuentran entre los fundadores del Partido de la Izquierda Europea. Bertinotti es nombrado presidente.
El Partido de la Izquierda Europea es un salto cualitativo de la evolución hacia el reformismo (de izquierdas), declara uno de sus fundadores, el presidente del Partido del Socialismo Democrático (PDS), Lothar Bisky. En una entrevista realizada por la revista Freitag, explica: “Para las fuerzas políticas de la Unión Europea que tienen como origen el movimiento obrero revolucionario, el Partido de la Izquierda Europea significa un nuevo paso cualitativo en el proceso de adaptación del socialismo de izquierdas[8]”.
Ni en el Manifiesto de la Izquierda Europea ni en sus estatutos, se hace referencia a la propiedad privada de los medios de producción, a las crisis económicas inherentes al sistema, a la competencia asesina que se libra entre las empresas monopolistas, o al reparto del mundo entre las principales potencias imperialistas. El partido de la Izquierda europea promete “una alternativa progresista”, la “paz”, la “justicia social”, un “desarrollo sostenible” y otras hermosuras que nadie quisiera rechazar [9].
Todo queda dicho de forma vaga dentro de los límites del sistema y sus relaciones de propiedad. Es un esfuerzo vano el buscar la menor referencia a la estrategia de la revolución social. Al contrario, el Partido se centra básicamente en la “reforma en profundidad” de las instituciones del sistema. “Queremos hacer que las instituciones electas – el Parlamento Europeo y los parlamentos nacionales – tengan más poder y posibilidades de control [10]”.
Die Linke
Un partido importante en el seno de la Izquierda Europea es el partido alemán de la izquierda, Die Linke. Es el resultado de la unificación, en el año 2007, del Partido del socialismo democrático (PDS, el partido que sucedió al principal partido en la RDA, el SED) y el WASG (los socialdemócratas de izquierda desilusionados, responsables de sindicatos y grupos trotskistas de Alemania del Oeste).

El WASG, compuesto por el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes, nació en el año 2005 tras las protestas suscitadas contra el gobierno de Gehrard Schröder. La reforma Hartz IV, que retiraba el subsidio de desempleo al cabo de un año de introducir a los parados en un sistema de asistencia social, creó un enorme sector de salarios bajos. Las consecuencias de la reforma Hartz IV han sido desastrosas. Un informe de las Naciones Unidas[11] sobre la situación social en Alemania muestra que en la actualidad el 13% de la población vive por debajo del nivel de pobreza y que 1.3 millones de personas, aun teniendo trabajo, precisa de una ayuda suplementaria pues sus ingresos no son suficientes para la subsistencia. La pobreza infantil afecta a 2.5 millones de niños. Algunos estudios muestran que 25% de los escolares acuden a clase sin haber desayunado. Asistimos al incremento de la pobreza entre las personas ancianas debido a pensiones modestas que disminuyen por la reducción del salario. Actualmente hay 8.2 millones de personas con empleos temporales o “mini-jobs” – de menos de 400 euros por mes. De los nuevos empleos, el 75% son precarios. Todo esto le hace “el agosto” a los súper-ricos. En Alemania, en el 2010, había 924 mil millonarios, es decir, habían aumentado el 7.2% en tres años.

Esta “reforma” dividió al partido socialdemócrata y llevó al antiguo ministro socialdemócrata Lafontaine a abandonar al partido. Le siguieron federaciones enteras del movimiento sindical alemán. Estos tránsfugas crearían el WASG. El partido unificado WASG-PDS se convirtió en “Die Linke” y en 2009 obtuvo el 11.9% de los sufragios en las elecciones federales, logrando 78 asientos. Su número de miembros rondaba los 80.000.

Pero tres años más tarde, según los sondeos más recientes, Die Linke tiene problemas para rebasar el antidemocrático umbral del 5% que se aplica a todas las elecciones, tanto nacionales como regionales. En mayo de 2012, perdió sus asientos en los Parlamentos federales y regionales de Schleswig-Holstein (del 6%, los votos pasaron al 2.2%) y de Renania del Norte-Westfalia (del 5.6% al 2.5%). El número de miembros disminuyó a menos de 70.000.

La nueva socialdemocracia

Die Linke adoptó un programa durante su congreso en Erfurt, en el 2011. Se presenta como una síntesis entre las tendencias marxistas y los realistas muy reformistas [12].

“Die Linke, como partido socialista, opta por alternativas, por un futuro mejor” (p.4). Este futuro incluye, con gran justeza, “una vida con seguridad social, con un ingreso mínimo asegurado exento de sanciones y al abrigo de la pobreza, así como una protección total contra la dependencia, con una pensión obligatoria para todos, que se apoye en la solidaridad, al abrigo de la pobreza, con educación aceptable, gratuita, accesible para todos, con diversidad cultural y participación de todos en la riqueza cultural de la sociedad, con un sistema de impuestos justo que reduzca las cargas impuestas a los ingresos bajos y medios, pero que las aumente a los altos ingresos, apuntando sustancialmente a las grandes fortunas para hacer efectiva la democracia y hacer valer la ley contra el poder exorbitante de las grandes compañías, con la abolición de toda forma de discriminación basada en el sexo, edad, estatus social, filosofía, religión, origen étnico, orientación sexual e identidad, o basada en incapacidades de cualquier género”.

Pero no se sabe con certeza si estas buenas intenciones se concretarán en este sistema capitalista o si se debe abolir este sistema. En un pasaje se puede leer: “Necesitamos un sistema económico y social diferente: el socialismo democrático” (p.4). Se critica la “economía social de mercado” como “un compromiso entre el trabajo asalariado y el capital que nunca ha eliminado la explotación depredadora de la naturaleza ni las relaciones patriarcales en las esferas públicas y privadas”. En otros pasajes, el problema no es el sistema sino el “capitalismo sin restricciones” (p.58), el “modelo político neoliberal” (p.56) y los “mercados financieros desregulados” (p.15).

El texto evoca un “largo proceso de emancipación en el que el dominio del capital es revertido mediante las fuerzas democráticas, sociales y ecológicas”, que llevará a una “sociedad de socialismo democrático” (p.5). En otro lugar del documento, la clave del cambio social es la cuestión de la propiedad. “Mientras que las decisiones tomadas por las grandes compañías se orienten hacia los beneficios deseados más que hacia el bien público, la política estará sujeta a chantajes y se minará la democracia”.

 Más adelante, “la propiedad pública” se limita “a los servicios de interés general de infraestructura social, a las industrias del sector energético y al sector financiero” (p.5). Y el programa copia la vieja tesis socialdemócrata de “la democracia que se extiende a la toma de decisiones económicas y somete todas las formas de propiedad a normas emancipadoras, sociales e ideológicas. Sin democracia en la economía, la democracia permanece imperfecta […]”. De modo que este “orden económico democrático diferente” será una economía de mercado regulada. “Someteremos la regulación del mercado de la producción y de la distribución a un marco y a un control democrático, social y ecológico”. “El mundo de los negocios debe estar sometido a un severo control de la competencia” (p.5).
La clase obrera no tiene ningún rol en la conquista del poder político. Es cuestión de “mayorías ganadoras” (p.20) y el “socialismo democrático” podrá llevarse a cabo en el seno de estructuras “democráticas” de la constitución alemana y de un “estado social de derecho”.
Los servicios de inteligencia deberán ser abolidos, pero el “control democrático” del ejército y de la policía serán suficientes para transformarlos en herramientas del socialismo.

La participación en el gobierno

Según el programa, la participación en el gobierno sólo tiene sentido si se basa en el “rechazo al modelo político neoliberal”, si supone un cambio “social y ecológico” y si puede mejorar el nivel de vida de la población. En tal caso, “el poder político de Die Linke y los movimientos sociales podrán ser reforzados” y “el sentimiento de impotencia política que existe entre numerosas personas podrá ser eliminado” (p.56).

Uno se pregunta cómo pudo adoptarse esta posición sólo poco después de la debacle de lo que siempre había sido presentado como un notable ejemplo de la estrategia del partido: el desastre de Berlín. En agosto de 2010, Die Linke se hundió en las elecciones del Senado de Berlín. En 10 años de participación en el gobierno berlinés, el partido sufre una debacle, pasando del 22.3% al 11.5%.

Durante 10 largos años, la coalición gubernamental SPD-Die Linke gobernó a la capital alemana. Se cierran numerosas guarderías, se recortan las indemnizaciones sociales y se privatizan 122.000 viviendas sociales. Die Linke votó a favor de la privatización parcial del sistema berlinés de tranvías, hizo campaña contra la paridad nacional de salarios de los trabajadores del sector público (que todavía ganan considerablemente menos en el Este) y se manifestó contra los esfuerzos de devolver a la titularidad pública la sociedad de agua de Berlín. Contribuyó igualmente a privatizar una parte del principal hospital de Berlín – lo que se traduciría en una degradación de las condiciones de trabajo y una disminución de los salarios.
Mathias Behnis, politólogo y vocero del frente de resistencia contra la privatización de la sociedad berlinesa de distribución del agua, y Benedict Ugarte Chacón, politóloga y vocera de la iniciativa berlinesa contra el escándalo bancario, establecieron un balance particularmente negro en el periódico Junge Welt del 20 de agosto de 2011[13]. La coalición SPD-PDS (en esos momentos se trataba todavía del PDS; que más tarde participaría en la creación de Die Linke) hizo saber claramente desde el inicio de 2002 qué vía tomaría, al aprobar un fondo de riesgo para la Bankgesellschaft Berlín. Asume los riesgos de un fondo inmobiliario creado por la banca por un monto de 21.6 mil millones de euros. Desde entonces, la Región de Berlín administra las pérdidas anuales de esta banca. El PDS estuvo de acuerdo en garantizar las ganancias a los accionistas de estos fondos, con ayuda del dinero público.
Al mismo tiempo, dirigió una política monetaria estricta en detrimento, por ejemplo, de los subsidios a los ciegos en el 2003, o de los billetes sociales para el transporte público urbano en el 2004, después de que los gobiernos federales suprimieran los subsidios. Fueron necesarias enormes protestas sociales para reintroducir estos billetes, pero a un costo mucho más elevado.
Las guarderías y las universidades dejaron de subvencionarse. Esto detonó vehementes protestas entre los estudiantes y el congreso del PDS, el 6 de diciembre de 2003, en el lujoso hotel Maritim en el centro de Berlín, tuvo que ser protegido de los estudiantes por la policía antimotines, que hizo evacuar la calle con brutalidad.
En mayo de 2003, los padres fueron obligados a participar hasta con 100 euros en la compra de manuales escolares.
Die Linke en Berlín es igualmente responsable del deterioro de la situación de miles de inquilinos. En mayo de 2004, el gobierno regional de Berlín vendió 65.700 casas de la sociedad pública de alojamiento GSW al ventajoso precio de 405 millones de euros a un consorcio al que pertenece el Whitehall-Fund de la banca de inversión Goldman Sachs y la sociedad de inversión Cerberus. En el 2010 permitió a estas sociedades entrar a la Bolsa y transformar miles de alojamientos berlineses en objetos de especulación.
Suprimió igualmente los subsidios a los propietarios que ponían su casa en alquiler social, sin preocuparse en lo más mínimo de qué le ocurriría a los inquilinos. En los antiguos apartamentos, hasta entonces muy baratos, ocupados sobre todo por trabajadores con bajos salarios y por desempleados, los alquileres aumentaron en 17%.

El agua pasa a ser mercancía

En 1999, el antiguo gobierno vendió el 49.9% de la antigua sociedad de distribución del agua berlinesa a RWE y a Vivendi (Veolia). El PDS obtuvo el puesto de ministro de Economía en el 2002 pero no hizo ningún cambio. El precio del agua aumentó un 33%. Bajo el antiguo gobierno, el PDS hizo campaña contra la privatización parcial del agua. Pero el ministro del PDS, Wolf, hizo exactamente aquello contra lo que combatía: garantizar los beneficios de los accionistas privados y beneficiarse él mismo de los precios elevados del agua.

En el acuerdo de coalición de 2006, Die Linke y el SPD hablaron de comprometerse al retorno de la sociedad de distribución del agua a la autoridad municipal. Pero no se hizo nada. Peor aún, se opusieron por todos los medios a un gran movimiento extraparlamentario en favor de la publicación del acuerdo secreto de privatización de la sociedad de distribución del agua. Más de 666.000 personas reclamaron que fuera objeto de un referéndum. La coalición hizo campaña contra esta acción. Aceptaron el referéndum, obtenido forzosamente, pero siguieron oponiéndose a toda iniciativa legal de la población.

Todo lo que pueden decir en su defensa, es la eterna cantinela de los socialdemócratas: “Sin nosotros, hubiese sido peor”. Pero no, hubiese sido bastante parecido, o incluso mejor, pues mediante su participación paralizaron una parte del potencial de resistencia.

Después de sufrir un golpe en las elecciones, se quejaron de no haber podido imponer sus puntos de vista al SPD. Hubo “restricciones a la libertad del movimiento”, dijo el dirigente del partido Klaus Lederer. Naturalmente, pero cuando prometes entrar a un gobierno para cambiar las cosas, no debes sorprenderte si, a fin de cuentas, la gente te pregunta qué has cambiado.

En los gobiernos regionales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, de Brandeburgo, y de Berlín, el partido participó en las restricciones y en los cierres.

Sin embargo, el Congreso de Erfurt concluyó que la participación en el gobierno tenía sentido. La participación en gobiernos locales e incluso federales apenas se discute en el seno del partido. El ala derecha de la dirección ha aprovechado incluso los malos resultados recientes para reclamar que el partido renuncie a su “deseo de permanecer en la oposición”. Debe declarar abiertamente su intención de buscar participar en todos los niveles de gobierno, particularmente con su “compañero natural de coalición”, el SPD. Dietmar Bartsch, uno de sus principales voceros, es apoyado por el partido los cinco Länder del este, donde la organización es más numerosa. En el Este, la participación en el gobierno se ha vuelto la norma.

Oskar Lafontaine, considerado representante de la izquierda del partido, nunca se ha opuesto a que el partido se embarque en las coaliciones de gobierno – al contrario. Es keynesiano y sueña con una especie de Estado providencia socialmente limitado a nivel nacional. El regreso a los años 70. Junto con sus compañeros no deja de formular los “principios” o “condiciones” que se deben cumplir para participar en el gobierno.

“No podemos dejar al SPD y a los Verdes gobernar solos. Lo social sólo es posible con nosotros”. Ése era el título del texto de base de la dirección del partido durante su congreso en Rostock en el 2010. “Die Linke puede gobernar, incluso mejor que los demás. Y nosotros, en el Mecklenburgo-Pomerania Occidental tenemos ideas muy claras sobre qué se debe mejorar y cómo hacerlo”, declara Steffen Bockhahn, presidente regional de Die Linke en el Land Mecklenburgo-Pomerania Occidental[14]. “Debemos tener alternativas a la coalición CDU-FDP”, dicen los dirigentes del partido. ¡Como si el SPD y los Verdes no estuvieran de acuerdo en hacer pagar la crisis a los trabajadores! Ya no hay crítica radical hacia estos partidos.

Die Linke afirma que combina las protestas sociales y políticas, elaborando alternativas y transformaciones políticas en el marco del gobierno. Pero es evidente que actualmente no existe la correlación de fuerza que haga posible ejercer tal presión sobre los gobiernos que les fuerce a realizar importantes reformas en favor del pueblo. La única consecuencia de la participación gubernamental es que paraliza los movimientos de masas y los integra al sistema, como ya lo hemos visto en Berlín.
Las experiencias de la participación comunista en los gobiernos europeos han probado que esta participación no detiene las privatizaciones, la regresión social, ni siquiera la participación en guerras imperialistas. Estas experiencias han mermado la confianza en los partidos que han participado en esos gobiernos y han mostrado que no hay diferencia con otros partidos. La participación en un gobierno burgués donde los monopolios capitalistas dominan, debilita a las fuerzas anticapitalistas.

 En Grecia


Sin embargo, algunos partidos rechazan aprender las lecciones de dichas experiencias. Prueban que se han vuelto auténticos partidos socialdemócratas, listos a remplazar a los antiguos, hoy desacreditados.

En Grecia, cuantas más posibilidades hay de una victoria electoral, más aceptable hace su programa la sección local del Partido de la Izquierda Europea, Syriza, para la dirección de la UE y la burguesía griega. Su programa gubernamental [15] se presentó como un “plan para poner fin a la crisis”. “El propósito es unir al pueblo alrededor del programa gubernamental de Syriza con el fin de liberar a Grecia de la crisis, de la pobreza y su mala reputación”. No se menciona en ningún sitio el sistema capitalista como el causante de la crisis: tan sólo es más el resultado de la gestión “neoliberal”. El programa se presenta como social y fiscalmente equitativo. Promete la anulación de las medidas más insoportables y antisociales, el aumento al salario mínimo, la restauración del antiguo nivel de protección contra el desempleo y enfermedad. Promete suprimir los impuestos especiales a los bajos y medianos ingresos. Pero este plan sólo pretende la “estabilización de los gastos básicos alrededor de un 43% del PIB, frente al 36% del memorándum, y a un máximo del 46% del PIB”. La idea es poner a Grecia en “el promedio actual en el seno de la zona euro”. Es un programa que no va más allá del marco capitalista. “Organizaremos el relanzamiento de la producción del país con importantes impulsos para apoyar el desarrollo de industrias competitivas”. Sólo promete congelar la privatización de entidades públicas de importancia estratégica que aún eran públicas en 2010, cuando estalló la crisis. Sobre la deuda, el programa busca un compromiso con la burguesía de la UE. Está muy por debajo del programa de 10 puntos de Syriza de las elecciones del 6 de mayo, que exigía “una moratoria en el pago de la deuda, negociaciones para anular ciertas deudas (no la deuda, como exige el KKE) y la regulación de la deuda restante para incluir provisiones para el desarrollo económico y el empleo [16]”. El 8 de mayo, después de las primeras elecciones, Alexis Tsipras, el dirigente de Syriza, presenta un programa de cinco puntos como base para la formación de un “gobierno de izquierdas”. Ahora sólo platea “la creación de una comisión de auditoría internacional para investigar las causas del déficit en Grecia, con una moratoria en el pago de la deuda en espera de la publicación de los resultados de la auditoría [17]”.

Antes de las nuevas elecciones del 17 de junio, su “programa de gobierno” se limita a denunciar los préstamos (negociados con la Troika) remplazando sus condiciones por “otras que no pongan en duda la soberanía nacional de Grecia y la supervivencia económica de nuestro país. No se aceptarán sin más condiciones como la prioridad en el rembolso de préstamos o el embargo de la propiedad del Estado, acordada con los acreedores por el memorándum…” No hay reivindicaciones radicales que busquen hacer pagar a los responsables de la crisis (los burgueses griegos, europeos, otros bancos…), ni medios para imponer sus medidas. Todo será negociado. El programa no espera imponer “la anulación del régimen fiscal cero para las compañías navieras y la Iglesia”, sino que “busca un acuerdo” con la industria marítima para suprimir las 58 exenciones. No se dice nada sobre la creación de un gobierno capaz de imponer sus propias medidas. Quiere “elevar el nivel de impuestos al mismo nivel que el resto de la UE”, donde la totalidad de la carga recae en las espaldas de la población trabajadora. En ninguna parte se plantea la cuestión del control de la administración o del sistema económico por los trabajadores. ¿Quién va a controlar a los patrones, a los banqueros? Nada sobre la policía, el ejército. Syriza se queda en el seno de la OTAN, de la UE.

Las duras lecciones del pasado

Las experiencias confirman las posiciones de Marx, Lenin y la Tercera Internacional a este propósito. Rechazan toda la participación, a excepción de situaciones en las que el fascismo constituya una amenaza real, en el caso de una situación que pueda dar lugar a una transición hacia un gobierno realmente revolucionario, esto es, en situaciones prerrevolucionarias importantes con luchas de clase y correlación de fuerzas favorable (como se daban en Chile a principios de los años 1970, en Portugal en 1975…). En estas situaciones es posible que debamos sellar alianzas con fuerzas que representan capas no proletarias, pero que son igualmente oprimidas por los monopolios o amenazadas por el fascismo o enemigos exteriores. Pero sólo a condición de que este poder evolucione o desee evolucionar hacia la democracia popular y el socialismo, hacia un Estado diferente controlado por los trabajadores. No fue el caso de Chile, donde la reacción masacró a socialistas y comunistas metiéndolos en el mismo saco.

El gobierno de los trabajadores, tal y como fue propuesto por la Tercera Internacional, se entiende como “el frente unido de todos los trabajadores y una coalición de todos los partidos de trabajadores, tanto en la arena económica como política, para luchar contra el poder de la burguesía y, finalmente, para tumbarla”. “El programa más elemental de un gobierno obrero debe consistir en armar al proletariado, en desarmar a las organizaciones burguesas contrarrevolucionarias, en instaurar el control de la producción, en hacer recaer sobre los ricos el mayor peso de los impuestos y en destruir la resistencia de la burguesía contrarrevolucionaria. [18]”.

Dicho gobierno de trabajadores sólo es posible si nace de las luchas de masas y si es apoyado por las organizaciones militantes de trabajadores [19].

Aquellos que justifican una coalición con los partidos políticos burgueses en las instituciones parlamentarias utilizan a menudo los escritos de Dimitrov sobre el frente unido contra el fascismo. Es cierto que Dimitrov criticaba a la gente que rechazaba la política del frente unido contra el fascismo, pero según Dimitrov, el frente popular antifascista se debe crear en base a un frente unido de trabajadores. Pide que un gobierno de frente popular tome medidas revolucionarias anticapitalistas: puede surgir “puede producirse una situación en que la creación de un gobierno de frente único proletario, o de frente popular antifascista sea no solamente posible, si no indispensable en interés del proletariado. […] le exigimos que lleve a cabo determinadas reivindicaciones cardinales revolucionarias, congruentes con la situación, como, por ejemplo, el control de la producción, el control sobre los bancos, la disolución de la policía, su sustitución por una milicia obrera armada, etc.[20]”.

Dimitrov ponía en guardia contra el hecho de que, “mantener un frente popular en Francia no significa que la clase obrera va a apoyar al actual gobierno [21] a toda costa […]. Si, por una razón u otra, el gobierno existente se muestra incapaz de hacer pasar el programa del Frente Popular, adopta la línea de retirada ante el enemigo, de su país y del extranjero, si su política debilita la resistencia a la ofensiva fascista, entonces, la clase obrera, con el propósito de reasegurar los lazos del Frente Popular, provocará la sustitución del actual gobierno por otro[22] […]”.
Es lo que pasó y el PCF tardó mucho tiempo en comprenderlo. En 1936, tras la victoria electoral de los partidos de izquierda, se formó el gobierno Blum de socialistas y radicales, apoyado desde el exterior por el PCF. Una enorme ola de huelgas ejerció presión sobre el gobierno para forzarlo a satisfacer las reivindicaciones que se encontraban en el programa del Frente Popular. Pero, para retomar los términos de su presidente, el gobierno se fijó como objetivo encontrar una manera de “procurar un alivio suficiente a aquellos que sufren” en el marco de la sociedad de aquel entonces. Para Blum, la misión del Frente Popular consistía en “moderar la sociedad burguesa” y extraer “un máximo de orden, bienestar, seguridad y justicia”. En esas condiciones, el impacto negativo de la participación en el gobierno aumentó considerablemente. Las administraciones “de izquierda” presidiendo sistemas capitalistas históricamente han desmoralizado y desmovilizado a la clase obrera, y abierto la vía a partidos y gobiernos conservadores e incluso de extrema derecha.

El gobierno de Blum fue echado abajo dos años después y bastaron dos años más para que los capitalistas franceses tomaran la revancha y recuperaran las concesiones que habían hecho. A iniciativa del Partido Socialista, el gobierno dirigido por el líder del Partido Radical, Daladier, ilegalizó el PC el 21 de noviembre de 1939 y sus representantes fueron sometidos a juicio. El 7 de julio de 1940 los mismos representantes radicales y socialistas dieron su voto de confianza en el gobierno del traidor Pétain.

Incluso en los periodos en los que la participación en el gobierno puede llevar a la fase de lucha abierta por el socialismo, es necesaria una extrema vigilancia.

En septiembre de 1947, durante una reunión donde estaban presentes miembros del nuevo órgano de coordinación de los partidos comunistas tras la Segunda Guerra Mundial – el Kominform[23]- los participantes criticaron la línea oportunista del PCF y del PCI en su política de frente unido durante la ocupación y su participación subsecuente en el gobierno.

La burguesía tenía interés en cooperar con los comunistas durante la guerra y después porque era débil. Los comunistas debieron haber aprovechado esa situación para ocupar puestos claves, pero no lo hicieron. En lugar de conquistar el apoyo de las masas para tomar el poder, desarmaron a las masas y sembraron ilusiones sobre la democracia burguesa y el parlamentarismo.

En lugar de crear la unidad antifascista a partir de la base, mediante la creación de instrumentos emanados de las masas, juntando a todas las tendencias que estaban realmente dispuestas a seguir la vía de lucha por un poder revolucionario, los dirigentes del PCF y del PCI cometieron el error de construir un frente por la cima, sobre la base de una representación igualitaria de los diferentes partidos, cuando el objetivo de los partidos burgueses era evitar la transformación real del país. Para llevar a la práctica esta política, los dirigentes del PCF y del PCI adujeron que toda reivindicación diferente a la de liberación nacional, toda reivindicación de cambios democráticos radicales y revolucionarios, expulsaría del frente antifascista a un cierto número de grupos sociales y de fuerzas políticas.

La reunión criticó al PCF por haber permitido y hasta facilitado el desarme y disolución de las fuerzas de la Resistencia bajo el pretexto de que la guerra había terminado y que una acción contra la política de De Gaulle desembocaría en una confrontación con los Aliados. Esta concepción facilitó la tarea de los imperialistas preocupados por reconquistar sus posiciones previas a la guerra. Creó ilusiones sobre la “democracia” de los imperialistas y su capacidad de ayudar en la reconstrucción, sin otros objetivos, de las naciones que fueron liberadas del fascismo.

En general, los delegados en la Conferencia les reprocharon persistir en las ilusiones de una vía parlamentaria hacia el socialismo y propagarlas entre las masas en lugar de movilizarlas contra la política pro-estadounidense de sus gobiernos y por una alternativa verdaderamente revolucionaria [24].

Ahora menos que nunca


La pregunta persiste: ¿cuál es el carácter de la sociedad en la que un partido comunista quiere participar en el gobierno? Es un Estado capitalista. Su base económica es el capitalismo y su tarea es, obviamente, administrar el capitalismo, proteger y crear condiciones favorables para el éxito de su desarrollo. Este Estado adopta una constitución, unas leyes y reglamentaciones que tienen como objetivo garantizar el orden constitucional, crear las condiciones para el desarrollo del capital y evitar conflictos en el seno de la sociedad.

La política hostil hacia los trabajadores en estos Estados no revela a políticos malvados ni a malos partidos con maliciosos programas. Mientras la propiedad privada de los medios de producción reine, mientras las empresas deban competir para sobrevivir, deberán acumular, aumentar sus ganancias, reducir los salarios, rechazar las reivindicaciones sociales. A esta ley no se le pueden oponer “buenos” políticos en el gobierno con ideas y programas “correctos”.

El capitalismo actual ya no puede, como esperaba Lafontaine, volver a la época de la llamada “economía social del mercado” con cooperación social. Fue un episodio que debe ser situado en el contexto de la rivalidad ideológica entre socialismo y capitalismo, de la fuerza de los partidos comunistas tras la Resistencia, cuando podían tomarse en cuenta reivindicaciones a partir de las ganancias de la fase de reconstrucción de la posguerra.

Esto ya no es posible ni obviamente necesario en la lógica capitalista. Los 25 millones de desempleados oficiales de la UE que ejercen una presión sobre los salarios y los mercados de empleo hoy mundialmente accesibles reducen el precio de la mano de obra. El costo del desempleo duplica el presupuesto social: los salarios a la baja aportan menos ingresos a las cajas de la seguridad social y cada vez hay más beneficiarios a atender con dichos fondos.

El hundimiento del sistema de seguridad social no es más que una cuestión de tiempo si no hay un combate de envergadura para hacer que el capital pague impuestos. Además, los ingresos de los impuestos a los beneficios de las empresas van a la baja a pesar de que las ganancias crecen: necesitan reducciones suplementarias de impuestos para reforzar a los capitalistas nacionales en los mercados internacionales.

El Estado capitalista trabaja para crear las condiciones favorables para el crecimiento de la rentabilidad de las empresas, para crearles nuevos mercados gracias a la privatización y la redistribución del ingreso nacional en favor de los poseedores de capital. Está ahí para hacer callar o reprimir a la clase obrera nacional y para garantizar los intereses del capital en otras regiones.
De modo que la participación en gobiernos en estas condiciones significa únicamente la participación en la regresión social, incluso aunque logre ralentizarla. Significa desarmar a la resistencia y darle falsas esperanzas al movimiento obrero.

Antiguos partidos comunistas han escogido participar en el poder, sabiendo a menudo que esto significa gobernar bajo los intereses del capital y formar parte de la destrucción de los logros sociales obtenidos tras las luchas por parte del movimiento obrero.

La participación en el gobierno ha contribuido a desmovilizar la resistencia tan necesaria y el desarrollo de un contra-poder. Actualmente, para modificar el equilibrio de las fuerzas de clase, debemos unirnos en los numerosos combates defensivos contra la regresión social, con el fin de crear un movimiento político independiente de trabajadores y de aquellos a quienes se impide trabajar y difundir una conciencia anticapitalista creciente en el seno del movimiento obrero.

La debilidad de los comunistas y los sindicatos con una clara orientación anticapitalista es la principal causa del dominio agresivo del capital en la mayor parte de los países capitalistas.

Necesitamos un programa político alternativo y debemos luchar por él. Que incluya reivindicaciones inmediatas pero que también la consigna de la abolición de las relaciones capitalistas de propiedad. Estas reivindicaciones no deben dirigirse a potenciales socios en el seno de un gobierno de izquierdas (que no existe), sino a un movimiento obrero organizado y a otras capas explotadas de la sociedad. Deben dirigirse a los sindicatos, a todo tipo de organizaciones populares activas en todos los dominios de la lucha social, democrática, anti-imperialista y cultural.

La verdadera pregunta es saber de qué manera los partidos comunistas se van a preparar para las batallas que vendrán, cómo se van a organizar para ser capaces de asumir eficazmente la carga de las nuevas luchas de la clase obrera y de la población laboral en sentido amplio. La crisis lleva a grandes masas de trabajadores a darle la espalda a la socialdemocracia. No debemos ofrecerles una socialdemocracia renovada. Es necesario un partido revolucionario que tenga en cuenta el nivel de conciencia actual, que haga suyos los problemas de la gente, que hable en un lenguaje accesible, que busque la unidad el mayor número de gente posible en la lucha. Pero que no olvide sus principios, que mantenga el rumbo hacia una sociedad en la que no haya explotación del hombre por el hombre, una sociedad sin propiedad privada de los medios de producción, una sociedad en la que los trabajadores serán realmente libres y con un Estado que proteja la libertad de la vasta mayoría contra la opresión de una minoría.
                                                                                                                                                                                                                                                                            
[1] « Socialism’s comeback », New Statesman, diciembre 2008, http://www.newstatesman.com/europe/2008/12/socialist-partysocialism?page=5.
[2] Fausto Bertinotti e.a., Tesi maggioranza (tesis de la mayoría), V Congresso Nazionale, 2002, Partito della Rifondazione Comunista. Todas las citaciones sobre el PRCI provienen de la obra “La clase obrera en la era de las multinacionales“, de Peter Mertens:http://www.jaimelago.org/node/7. (Las tesis en italiano: http://www.d-meeus.be/marxisme/modernes/Bertinotti63Tesi.html).
[3] Partito della Rifondazione Communista. VI Congresso Nazionale. Relazione introduttiva del segretario Fausto Bertinotti.
[4] Partito della Rifondazione Comunista. VI Congresso Nazionale. Conclusioni del segretario Fausto Bertinotti.
[5] La Stampa, 4 de marzo de 2005, p. 7, http://www.archiviolastampa.it/.
[6] Le Nouvel Observateur, 10 de febrero de 1984.
[7] Michael Scherer, Amy Paris e.a., « Campaign inflation », en The Mother Jones 400, marzo 2001,http://www.motherjones.com/news/special_reports/mojo_400/index.html.
[8] Junge Welt, 8 de abril de 2004, http://www.jungewelt.de/2004/04-08/004.php.
[9] Parti de la Gauche européenne, « Manifeste du Parti de la Gauche européenne », 10 de mayo de 2004.
[10] Ibidem.
[11] United Nations Economic and Social Council, 20 de Mayo de 2011. Concluding Observations of the Committee on Economic, Social and Cultural Rights. Alemania, http://www.agfriedensforschung.de/themen/Menschenrechte/deutsch-un.pdf
[13] Mathias Behnis et Benedict Ugarte Chacón, ”Die Überflüssigen: Hintergrund. Harmlos, farblos und immer treu zur SPD. Zehn JahreRegierungsbeteiligung der Linkspartei in Berlin — eine unvollständige Bilanz des Scheiterns”, https://www.jungewelt.de/loginFailed.php?ref=/2011/08-20/024.php.
[14] Disput, junio de 2010.
[20] Georgi Dimitrov, La ofensiva del fascismo y las tareas de la Internacional en la lucha por la unidad de la clsae obrera contra el fascismo,http://www.marxists.org/espanol/dimitrov/1935.htm
[21] El gobierno del Frente popular de socialistas y radicales dirigido por Léon Blum, ver más adelante.
[22] Georgi Dimitrov, OEuvres choisies, t. 2, p. 160, Sofia Presse
[23] En 1943 fue disuelta la Tercera Internacional. Tras la derrota del fascismo, fue restaurada bajo el nombre de Kominform. Ésta se reunió solamente tres veces. Durante sus sesiones que se llevaron a cabo del 23 al 26 de septiembre de 1947, se discutió en detalle la situación en Francia e Italia.
[24] Intervención de Djilas el 25 de septiembre de 1947. Giuliano Procacci (red.), The Cominform : Minutes of the Three Conferences 1947/1948/1949, Milan, Fondazione Giangiacomo Feltrinelli & Russian Centre of Conservation and Study of Records for Modern History (RTsKhIDNI), 1994, pp 255-257. Citado en Peter Mertens, « La clase obrera en la era de las multinacionales »: http://www.jaimelago.org/node/7