Tamer
Sarkis Férnandez,
DIARIO
UNIDAD
REVISTA
PENSAMIENTO DEL SUR
La neo-izquierda europea y anglosajona, representante de la
Aristocracia obrera venida a menos y hasta proletarizada, de estudiantes
desclasados, de “intelectuales” alienados en relación a la
Contradicción real que sacude al Mundo (la ofensiva opresora, ya a la
desesperada, por parte del Bloque Declinante y su Guerra Sucia con
proyección universal), neo-izquierda representante también de
“políticos” y sindicalistas “alternativos” igualmente alienados del
movimiento real de las sociedades..., se ha zampado una vez tras otra
-Túnez, Egipto, Libia, Siria, Sudán, Yemen...- una película
holywoodiense producida con un cartel de actores virtuales:
“El Tirano árabe”;
“El Castillo” -para decirlo a lo Kafka- hecho de alturas suntuosas,
de derroche, de excentricidad -caso de Gaddafi-, de represión, de
armas, de sangre y órdenes sanguinarias, de espías y burocracia, de
venganzas familiares (“leyenda negra” acuñada por la BBC en torno a
Saddam Hussein), de paredones impactados, de Horror que sube desde las
mazmorras adversas a la blanca pulcritud aseptizada de las prisiones
democráticas...;
“El Rebelde y el desertor”, romántico, desértico, del desierto,
pendiente de recibir una solidaria partida de armas que le permita
aunque sea una brizna de esperanza...;
Un “Pueblo” metafísico perteneciente a unas tierras radicalmente
ajenas a noción de libertad y a quien, paradójicamente, parece que el
Espíritu Santo ha poseído dándole claridad espontánea de libertad y
rumbo hacia la libertad...;
Unas “masas” presentadas por sedientas de dar un paso extra hacia
“la Modernidad robada” emulando a “sociedades de Vanguardia” en lo que
se refiere a instituciones “de representación”, a ideales normativos de
vida, a derechos y oportunidades...;
Unos “súbditos” que, a decir de las narraciones oficiales en torno
al proceso, bajaban a las calles unificados por la Justa exigencia de
devenir ciudadanos indistintos: sin paliativos, restricciones ni
distinciones por apellido o con arreglo a confesionalidad, a grados de
religiosidad...;
Y, en definitiva, “la Dictadura árabe” dirigiendo sociedades
deficitarias respecto de una línea euro-céntrica de grados de
liberación. Esto es, dirigiendo sociedades caducas respecto de una línea
de Progreso democrático alcanzado por “Occidente”, si bien esta misma
neo-izquierda matiza que el panorama de “conquistas” habría sido
“traicionado” o “secuestrado” por Variables Externas viciantes: lobbies,
bancos, políticos, corrupción, partitocracia, neo-liberalismo,
mercados...
I. Credulidad a una inconsistencia
Esta
credulidad genérica que la neo-izquierda extrema “occidental” viene
mostrando respecto de la violación anglo-USSionista a la nación árabe en
su vasto hábitat físico, es una credulidad abusiva, en tanto que
unifica con grosería casos inconmensurables e incomparables. Y los
unifica porque va a remolque ideológico, parasitario, miserable..., de
la Categoría acuñada por los diseñadores sociales y los expertos de
inteligencia del Hegemonismo yankie: “la Primavera Árabe”.
En términos puramente lógicos formales, Categorías como la que nos
ocupa son calificables de inconsistentes (en su propia lógica interna):
Se trata de una Categoría que “unifica” en la imagen espectacular a
todo un eje geográfico árabe norte-mediterráneo y próximo-oriental,
atravesando discursivamente a ese eje con un paradigma mínimo común:
“las masas árabes contra la barbarie política árabe”. Y, sin embargo,
omite explicarnos por qué la unificación categórica (“masas árabes
insurrectas bajo condiciones supuestas equiparables entre Estados”) no
ha funcionado entonces y ni tan siquiera se ha mostrado con nitidez
“precisamente” en los sistemas políticos pro-yankies (el caso marroquí y
argelino), fuera de algunas manifestaciones y protestas en reflujo. ¿No
tenían las poblaciones marroquí y argelina “tantos motivos” como se
dice de los demás?.
En Marruecos y Argelia, el tejido neo-islamista gestado, criado y
activado por el Pentágono fue y es animado a armar ruido; pero se trata
de ruido al punto suficiente para advertir a los gobiernos-marioneta
respecto de que ellos pueden ir también a la jubilación si flaquean en
su condición de good boys. Se formula el chantaje y se procede a la
desactivación: “regreso a los cuarteles” (o a las mezquitas domesticadas
por pastores bajo patrocinio de los petro-emires).
La
“insurrección”, curioso, sí ha arrasado en cambio allí donde Francia
gozaba de hegemonía sobre la política gubernamental (Túnez), allí donde
todavía se disputaba dicha hegemonía con los Estados Unidos (Egipto,
donde muchas decenas de miles de empresas y patentes francesas han
cerrado desde la desembocadura política pre-cocinada de la Primavera
egipcia, mientras hace unos días la Hermandad Musulmana “acordaba” con
los Estados Unidos poner al país bajo “intervención” del FMI), o allí
donde Francia concentraba los grandes acuerdos petroleros (caso de
Libia). Esto último contrariamente a Argelia, donde Francia no pudo en
los 90 re-orientar a su favor el tránsito de petróleo y de gas. Ni tan
siquiera cuando a tales fines los servicios secretos franceses crearon y
manejaron al “Grupo Islámico Armado” en clave de provocar en Argelia un
golpe de Estado que sustituyera la Junta Cívico-Militar por una Junta
Militar más netamente pro-gala.
No nos despistemos con Libia:
Sarkozy y Berlusconi llevaron la iniciativa de ataque contra ese
país: es cierto. Pero ella fue una cuestión de “ganar la posición
física” y de anidarse “un lugar bajo el sol” del botín y de la
re-ordenación multilateral político-geográfica de la Jamahiriya. Pues
galos e italianos sabían que los Estados Unidos y sus escuderos ingleses
iban en cuestión de semanas a por Libia con todo el uranio y el fósforo
blanco de la OTAN (yendo de paso a desbaratar la relación privilegiada
franco-libia). Los Estados Unidos hacía años que habían ido afinando las
cerriles cuerdas “locales” de “la Primavera” hasta que activaron el
estruendo y pudieron re-presentarlo por “insurrección popular”... ¡ante
rebaños humanos como nuestra participativa, subvencionada y mediática
neo-izquierda! (pues “En el espectáculo, el mentiroso se engaña a sí
mismo”, Guy Debord, La sociedad del espectáculo).
En efecto, la CIA había ido durante años llenando Ben Ghazi de
perros mercenarios salafistas y Al-Qaida. Igual hizo con Alepo en Siria a
través de las contratas urbanísticas qataríes. Fueron éstas un
auténtico Caballo de Troya tanto al subterfugio de los perros como a su
trasvase por medio de la construcción de pasadizos subterráneos
kilométricos comunicantes con terceros lugares de llegada desde Turquía y
el Líbano.
La Jamahiriya no sacó sus cazas a sobrevolar Ben Ghazi precisamente
contra “indefensos civiles disconformes”. Tampoco el Estado sirio sus
tanques contra “pacíficos manifestantes”. Esa “noticia” es un absurdo
incluso desde el punto de vista táctico de control social; absurdo que
halla la credulidad del televidente tragalotodo “apolítico”..., ¡y de
nuestros avispados jovenzuelos de la neo-izquierda!.
El Hegemonismo, su CIA y sus perros ya estaban en marcha. También
lo estaba la maquinaria mediática rendida a los pies de los Investment
Funds norteamericanos. Todo listo para otro Irak, y en este sentido el
Departamento de Estado yankie había manifestado ante la ONU que, “de no
encontrar respaldo”, los Estados Unidos podrían llegar a emprender una
intervención militar unilateral una vez testado el indiferentismo ruso y
chino para el caso.
Sarkozy y Berlusconi no dieron el gusto a sus Patrones atlánticos
de dejarlos solos a la hora de la merienda. Recordaron el caso irakí y
cómo allí Bush había puesto la directa comandando el trío de las Azores.
Al final, en Irak, PETRONOR fuera, BRITISH PETROLEUM dentro. Testigos
(auto)excluidos de fatalidad precedente, franceses e italianos fueron
más papistas que el Papa y así, más que unirse a un plan estadounidense
que amenazaba con liquidar en Libia la hegemonía europea de relaciones,
se avanzaron a fin de salvar muebles.
También
afloró “Primavera” en Sudán, país con quien China tenía título de
prioridad en la extracción y abastecimiento petroleros. Dicha actividad
se halla focalizada en el sur del país, dotado del 80% de la riqueza
petrolífera, y que “lograría” su “independencia” en mitad de ese
contexto de “rebeldes”, “auto-determinación popular”, ataques aéreos
israelíes y presión por parte de los “activistas” pro-Human Rights
dentro y fuera de las fronteras sudanesas (estrellas de Holywood
incluidas, montando el espectáculo con sonoridad frente a las Embajadas
del “Tirano” en “occidente”). Sudán del Sur: nuevo Estado express en los
neo-coloniales mapamundis de Mercator.
Sabido
es que China realizaba en Libia una gran labor de desarrollo de Fuerzas
Productivas, de vías de comunicación, de infraestructuras, de
tecnología energética..., habiendo enviado para ello a decenas de miles
de técnicos e ingenieros. Nada queda ya de ello. Ni de la iniciativa del
Coronel Al-Gaddafi por irrigar y fertilizar terrenos africanos
canalizando aguas desde el gigantesco acuífero natural subterráneo libio
(el mayor y más caudaloso del Planeta).
Ni tampoco del empeño que el Coronel tenía por llevar al
“Continente Negro” a la disputa de la propiedad sobre la tierra contra
los colosos de la agro-industria, abanderamiento de lucha que tanto
molestaba a los Rockefeller, a los demás tiburones de Monsanto y a las
finanzas inversoras en la hambreadora Bolsa “alimenticia” de Chicago
(igual rabian con la soberanía alimentaria todavía caracterizadora de la
economía siria).
Ni tampoco queda ya materialidad de aquella idea chino-libia de
impulsar una auténtica alternativa solar africana al negocio
bio-energético fundamentado en el maíz y la soja transgénicos, cuyos
monocultivos invaden ingentes extensiones de suelo africano.
Al contrario del Bloque Declinante (con epicentro estadounidense),
el cálculo de Economía Política china sí está interesado en el
desarrollo material de los países, puesto que ello significa acrecentar
las oportunidades de negocio chino así como brinda la oportunidad a esos
países de desencajarse de la dependencia estadounidense. Tal último
proceso de “desarrollos locales y nacionales” cataliza el declive del
parasitismo hegemonista yankie aproximando así el gran impasse chino. A
quien tenga en cuenta esta realidad objetiva al nivel de la Economía
Política mundial, que se traduce dialécticamente en una Política
Económica china desarrollista para el Mundo, no extrañará la inversión
china al desarrollo en Níger, Chad, Angola... Países minados hoy
-”casualidad”- por el terrorismo de Al-Qaida, especialmente contra
población cristiana, aunque no sólo.
II. El “filósofo” de la “Élite Elegida”
El
máximo ingeniero social de las “Primaveras Árabes” no es otro que el
filósofo franco-israelí Bernard Henri-Levy, quien en sus escritos
manifiesta textualmente su lealtad única a Israel, afirmando también que
todo cuanto ha ideado y ejecutado lo ha hecho a favor de Israel y desde
su condición de sionista. Sabemos de su papel en confeccionar la
llamada “revuelta libia” y luego en asesorar la participación francesa
en la invasión conjunta otánica. Lo vemos inspeccionando mapas
regionales y hablando de estrategia militar con Generales en Francia del
ELS (hay fotos al respecto). Por otro lado, fue destacado organizador
de la Cumbre de París, evento que lo reunió con delegados de los
Hermanos Musulmanes, ciertos elementos palestinos traidores, el CNS y
representantes franceses del sionismo, a fin de definir líneas de
actuación llamadas “opositoras sirias” bajo el anfitrionazgo del Estado
francés y el Padrinazgo del propio Nicolás Sarkozy.
Sin embargo, y contradictoriamente, se constata que las Primaveras
Árabes –ni el caso libio, ni el tunecino, ni el sudanés, ni el
egipcio…-, lejos de reportar una rentabilidad a la burguesía monopolista
financiera francesa, le ha supuesto a ella un retroceso claro en su
correlación de fuerzas inter-imperialista con el Capital monopolista
estadounidense, cuyo neo-colonialismo en África está siendo el gran
beneficiado, y a costa precisamente de las perspectivas francesas.
Piense el lector qué trasfondo corporativo transnacional debe de
haber ahí: ¡grandes gestores políticos de los monopolios petroleros y
energéticos franceses, trabajando “contra de sí”, en nombre del llamado
“principio” sionista “de doble lealtad”!.
III. La Contradicción real: declive de la Época del Hegemonismo y, con él, de su Bloque satelital
Para
todos esos casos árabes expuestos, la credulidad genérica de la
izquierda “occidental” es miserable no ya ética y humanamente, que
también, sino miserable en la dimensión teórica de base. Pues se salta
-o como mucho asume en tanto que añadidos distorsionadores- la
Contradicción principal que nuestra especie humana enfrenta (el
Hegemonismo) así como la Contradicción principal actual (económica) que
el Hegemonismo encaja frente a “su” Mundo a fin de conservar y de
apuntalar su dominación:
1) Los Estados Unidos han dejado de dominar a través de la
actividad imperialista “normal” o típica-estándar de exportación de
capitales, tal y como refleja la evolución de su PIB a través de las
últimas cuatro décadas en relación al PIB total mundial;
2) Los Estados Unidos han dejado de dominar amplias regiones del
Planeta, tales como su ex-Patio Trasero latinoamericano, o la misma
Rusia post-soviética, a través de la dependencia política;
3) Los Estados Unidos están dejando de dominar a través de sus
organismos e instituciones privadas pseudo-”supranacionales”: FMI, BM,
OMC, OIT..., donde precisamente países conquistadores de soberanía
política, están ganando influencia y capacidad directriz;
4) Los Estados Unidos SÍ tienen perspectiva de re-anudar la soga de
su dominio a través de su diseminación e implantación mundial de
ciclópeo Aparato Diplomático/ ”Voluntario” pseudocivil/ Propagandístico
oenegero/ Militar/Armamentístico/ ”De inteligencia”/ de Terror
paramilitar y mercenario (como contra Siria)/ Comprador y manejador de
agentes políticos sobre todo en países aún a la órbita estadounidense
(como en España o en Colombia).
En otras palabras: los Estados Unidos derivan desde el imperialismo
“normal” o “típico” al neo-colonialismo militar y medrador falsamente
“civil” y “filantrópico por los derechos”, fijado con presencia directa
en los suelos, protagonizando así una involución que rebela al
neo-colonialismo como auténtica “fase superior del Hegemonismo”.
“Pero
la fama cuesta”: mantener el aparato político-militar del
neo-colonialismo no puede correr a cargo de la Metrópoli. Para eso está
el saqueo financiero, tributario, fiscal, de condiciones laborales, de
dominio bursátil transnacional estadounidense... sobre los países que
-¡todavía!- están bajo su “órbita” de dependencia (véase la Europa del
Sur) empleando el Hegemonismo a sus ejecutores-intermediarios (“Europa”,
Japón...). A esa centralización y abducción hegemonista de los factores
de riqueza, la llaman “crisis” (como la “crisis griega”, “la crisis
española”...).
¿Y allí donde no “hay condiciones” óptimas para ellos, pero que
resultan ser regiones-clave, véase el Mundo Árabe? Allí el Hegemonismo,
como condición al saqueo económico, tiene que imponer la supeditación
política a ultranza y re-dividir las unidades políticas territoriales.
El movimiento bolivariano y los cambios que desde su claridad
ideológica ha conseguido impulsar en América Latina, libran, por el
momento, de la jaula, a la centenaria gallina de los huevos de oro
cínicamente condenada por Monroe en su “¡América para los americanos!”.
Aún intentan medrar los viejos Caciques yankies a través de Colombia, de
Chile, de Paraguay, pero los Estados Unidos conocen su error: no haber
sabido en su momento re-presentar ante el mundo un espectáculo de
“contra-ideología”, pantalla tras la que transfigurar “intervenciones”.
No habiendo pasado por alto la identidad de fondo entre bolivarianismo y
pan-arabismo, los Estados Unidos se han encaminado en el Mundo Árabe a
desactivar el potencial antes de que pudiera “pillarles el toro”
(“control pro-activo” en Ciencia Política). Heredaban para ello un
artefacto sobre el que Inglaterra llevaba acumulando “trabajo social”
desde hace unos noventa años: la llamada “Hermandad Musulmana”.
Así
pues, la contradicción económica crítica puntualizada, se traduce en
geopolítica (Planes: el Informe Brezinsky, la Doctrina Brezinsky del
pasillo Euroasiático y el “Occidente expandido”, el Gran Oriente Medio,
el Nuevo Oriente Medio, la Doctrina Clinton Look towards Asia, etc.).
Una geopolítica, en fin, a implementar apoyándose en contrafuertes
regionales: Israel, la Doctrina Ben Gurión, El Plan Peres de
“Confederación comercial arabo-israelí”, la Hermandad Musulmana, el
Salafismo, el Wahabismo, los canales de televisión “árabes”, el sunnismo
pervertido como supremacismo pseudo-étnico...
Y contrafuertes, estos, que en sí mismos no son entes metafísicos,
sino agentes producidos por el propio Hegemonismo, o por sus capataces
-principalmente Inglaterra e Israel-, de modo que la idea es
transportada por la ingeniería social y por la maquinaria colosal
político-científica Hegemonista, desde el epicentro de manufacturación
hacia la sociología de aplicación o de destino.
Una
de las funciones rectoras pensadas para la Primavera Árabe, es la que
podríamos llamar de “antídoto” al pan-arabismo: hacer trizas cualquier
perspectiva árabe unificadora, a base de prodigar las fronteras, el
confrontacionismo y el abstencionismo inversor productivo desde las
nuevas satrapías “tradicionalistas”, una vez que ya se hubo minado
durante décadas la identidad política árabe a base de “vacunar”
inyectando una contra-ideología (el neo-islamismo) que actúa como una
bomba de racimo. El neo-islamismo va explosionando sobre sí mismo
sucesivamente, segmentándose en un sinfín potencial de variantes y
sub-variantes hostiles y condenatorias entre sí.
La identidad derivada del panarabismo es una identidad política y
civil, meta-confesional, y que pone el peso en el futuro práctico más
que en “eso que fuimos”. No riza el rizo de lo que “por esencia” se es,
sino que se auto-propone en calidad de Idea práctica al servicio de
realizar aquello que puede llegarse a ser -y que urge- a través de la
unidad política, de la coordinación racional de Fuerzas Productivas en
el completo ámbito material (físico, económico) árabe, de unificar la
voz y la defensa frente al Hegemonismo y su determinación de
comportamiento neo-colonial.
Inversamente, el neo-islamismo configura una identidad de masas
montada sobre un “subidón” interpretativo que gira en torno a Dogmas
transmitidos de “rectitud”. Este control especulativo, jamás seguro de
sí ni poseedor de certidumbre (y por tanto obseso de las Escrituras
islámicas), produce y re-produce la “desviación” y la herejía,
usualmente sin más argumento que el sentimiento, la exaltación del xeih o
del muftii o del hermeneuta decodificador y el “Espíritu de Cuerpo” (la
Assabiiya, para decirlo como el gran teórico social tunecino Ibn
Jaldún). El resultado es parejo a la micro-biología de la célula
tumorada, que auto-cataliza su propia división y proliferación
destructiva del organismo.
El
imperialismo sin duda ha estudiado y considerado esto, y, si sus
Primaveras Árabes conforman en substancia una proyección contra el
pan-arabismo en su doble dimensión inter-conectada de perspectiva
colectiva y de potencialidad política, entonces no debe extrañar que
enormes esfuerzos se hayan dirigido contra Siria: bastión vivo de
socialismo pan-arabista, donde éste gobierna, se expresa, se piensa, se
edita, se funde con las masas y con el poder volviéndose materialidad
ejemplarizante y letal para el sionismo.
Ciertamente, sin el vuelco pro-yankie tunecino tras el
desbancamiento del viejo Gobierno pro-galo, no habrían entrado en Siria
una cantidad tal de mercenarios y de fanáticos-muñecos (el islamismo
gubernamental tunecino, tan del gusto de algún consagrado gurú
neo-izquierdista, patrocina las “excursiones”). Tampoco habría llegado
Siria a su dramático asedio sin la conversión de la Jamahiriya libia
(solidaria combatiente africana anti-imperialista donde se presentara)
en una gigantesca base de exportación de salafistas. Y tampoco sería
explicable el panorama sirio sin la previa “Primavera turca” y la
entronización de un neo-islamismo que se ha preocupado por enguirnaldar
la frontera turco-siria de decenas de campos de entrenamiento y de
emisión de energúmenos (salafistas, takfiríes, mártires de Al-Nusra,
etc., todos ellos tras la máscara hueca del bluff al que llaman
“Ejército Libre de Siria”). Por su parte, no hizo falta tocar a Argelia:
allí el Gobierno lacayo de los Estados Unidos ya ejerce perfectamente
de ciego mientras de allí parten los armados.
Más ampliamente, la Primavera Árabe es calificable de “cadena
sistémica de acontencimientos”, donde no se explica la destrucción de
Libia sin la coetánea Operación espectacular que enclaustraba a las
masas populares egipcias en la película de “su emancipación”, mientras
dos pasos al lado -en la Jamahiriya resistente- el Hegemonismo
practicaba “a las duras” lo que con ellos estaba procurando “a las
maduras”. Pero, dialécticamente, tampoco se explica el actual Egipto de
la Hermandad Musulmana sin concebirse la edificación del Grand Fort
Yankie libio de salafismo (imagen extremista de los Hermanos Musulmanes,
útil a estos para auto-contraponerse y auto-distinguirse, mientras se
les emplea como banda de choque “forzadora de acontecimientos” y
legitimadora de la “templanza” de las medidas gubernamentales).
Qué duda cabe, en fin, de que en contextos políticos “internos”
alternativos, las masas árabes magrebíes y egipcias habrían acudido a
defender Siria de su asedio, tal y como otrora se entregaran a defender
Irak. Pero se desarticuló a estos Pueblos enfrascándolos en el simulacro
de “su propia historia”, mientras los fanáticos y los lúmpenes
caza-recompensas tunecinos, argelinos, egipcios, libios..., sí parten
hacia el Este prestos a protagonizar cada día la historia de cómo fundir
el odiado país sirio “de los herejes” y “de los pecaminosos laicos”.
Son miles, a diario, los nuevos incorporados a tal siniestra
glorificación sectario-”integrista” de “matar sirios”. A la
efervescencia colectiva de cada país se le consignaba en cada
“informativo” televisado y en cada artículo de prensa, que lo de Siria
era una “revuelta por la libertad”, tal y como, en el plano de la
auto-representación subjetiva, lo estaba siendo “la suya propia”.
Resultado: el Pueblo irakí fue apoyado incluso físicamente por los
árabes, mientras ahora no pocos árabes apoyan de facto a los asesinos
del Pueblo sirio y dan la espalda a su lucha de auto-defensa
anti-imperialista creyendo estar apoyando con ello “la lucha del Pueblo
sirio”. Por su parte, a los libios el Hegemonismo les ha “dado” una
inmensa ruina, escombro y misera de cuyo retirar ocuparse sin descanso.
Entretanto,
y en silencio, fermentan las Taifas, el desmembramiento. Tanto más
funcionales cuanto que estos nuevos micro-estados de facto no hallan
resonancia ni mención en la esfera de la ONU y de su “Derecho
Internacional”. Muchas nueces y poco ruido parece ser en esto el lema
del Hegemonismo, buen heredero histórico de la discreción política
burguesa.
En Libia ya funcionan con todo el aparataje necesario, como un
collar explosivo anudado a la garganta del país, o como una de esas
serpientes de pólvora verbenera cuyas cargas saltan sin que pueda
saberse dónde van a estallar. El sur de Egipto ya tiene también sus
chiringuitos territoriales, donde los clérigos llaman a expulsar a las
minorías y los “yihadistas” libios entrantes toman las posiciones clave.
En Siria, los “hombres fuertes” “profanos” (caza-recompensas) o
“teológicos” (xeihs) de la máquina mercenaria declaran, desde el
interior y desde el exterior, pequeños Emiratos islámicos.
Mientras, Israel anuncia y detalla por televisión su “Plan de
seguridad” partitivo de Siria en una media docena de Estados
pseudo-”étnicos”. Y Francia, a quien siempre le ganan la espalda,
recuerda públicamente su propio “mapa de agrupamiento político de
comunidades”, añejo proyecto colonial donde la “Lumiére du Monde” hace
de la Jebel Al-Ansariya el montañoso Estado de los alawíes, así como
traslada a todos los católicos maronitas al Líbano, y otro tanto con
sirios sunnitas, kurdos, chiítas, drusos, ortodoxos, etc.
IV. El racismo, el multi-culturalismo, “El Árabe”
El
“Pueblo” en un film real contra el Pueblo. Consumo neo-izquierdista de
la falsificación. Y hasta producción neo-izquierdista de ésta, en tanto
que se colabora en dar pulmón y ánimo solidario a la jugada.
¿Los Pueblos reales árabes?: re-emplazados por leyes electorales
trucadas y referéndum objeto de trampa (Egipto), echados a la calle para
derrocar al espectáculo realizado y ya gobernante (Túnez y ahora Egipto
también), combatientes en recobrar la tierra palmo a palmo (Libia y su
irredenta “Resistencia verde”), o resistentes hasta la tragedia contra
una Operación de “inteligencia” tan impopular que debe importar a sus
“rebeldes” desde Chechenia, Colombia, Afganistán, Irak, Libia... (el
caso de Siria). Este último país recibe a dicho yihadismo tele-dirigido
mientras escenarios terceros de “yihad” van vaciándose correlativamente,
por ejemplo en Asia sud-oriental y central, Filipinas, Indonesia...
Me he devanado el cerebro intentando entender y explicarme cómo es
posible este tocar fondo teórico de la izquierda, extrema-izquierda,
neo-izquierda... “occidentales”, que ve molinos de viento de libertad
donde operan los gigantes del Hegemonismo y sus zarpazos. Y aunque diga
luego que las corrientes de viento son desviadas a posteriori por
actores terceros, por el imperialismo...: ¡qué casualidad que siempre
son “desviadas”!. En el fondo del pozo y de la ponzoña, he hallado el
racismo “puro y duro”.
Creo, en efecto, que en el fondo de la credulidad e imbecilidad
neo-izquierdista hay toda una cosmovisión arraigada del “árabe”, que se
traduce, para el caso, en el Dictador árabe y en el “Mundo árabe” donde
la gente está en calabozos de arena compactada o donde los niños pícaros
malviven en la calle harapientos y pidiendo una moneda... Entra también
ahí la figura del fanático, del sanguinario..., que “asesina a su
propio Pueblo”, “que lo bombardea con tanques, con aviones, con armas
químicas” y con todo lo que tenga a mano... Y es que, no en vano, los
críos de la neo-izquierda son hijos de la “é
poca
dorada” antisemita -anti-árabe- de Holywood (La joya del Nilo, Mentiras
arriesgadas, el Tintín de Spielberg y su “paisajismo tópico árabe” sin
ir más lejos...). No voy a entrar en análisis freudianos sobre el
subconsciente duradero o en cuestiones de socialización primaria a
través de dibujos animados, televisión y cine adolescente.
Este
racismo sobre “el árabe” se ha venido desenvolviendo sobre todo a la
forma clásica: los árabes son unos bestias que masacran a “la
oposición”, o que siempre están en “guerra civil”, o que viven por y
para “dar bala” y el Pueblo en medio del fuego cruzado lo sufre y
perece..., así que el Pueblo desflora su Primavera de Praga, de
“democratización”... Travesía por el desierto hacia el oasis.
Se imaginó a Saddam deleitándose con los más barrocos sadismos, y
luego a Gaddafi, y ahora a Bashar. Y es que “estos árabes”... Se imagina
igualmente a los Pueblos, dirigidos por su propio pie hacia la
carnicería fratricida, bajo maldición de identidad. Y es que “estos
árabes...”: se les ve arruinándolo todo y a sí mismos, degradando con
celeridad “su propia rebelión” o “revolución” en perversiones de “guerra
civil” o “étnica”.
Pobrecitos: quieren la libertad, pero, en esa andadura de periplo
suyo, que es el de todos los “internacionalistas”, les falta catadura
democrática y no pueden evitar extraviarse. Les puede su propio genoma
cultural incivilizado. Habrá que echarles una mano neo-izquierdista
panfletaria desde “aquí arriba”; desde las calmas y razonables tierras
del English Worker avanzado.
Paralelamente a esa inversión de lo real, el Pueblo sirio
-voluntario, a las armas- se organiza en los Comités de Defensa Popular
junto a su Ejército, el Ejército Árabe Sirio, codo con codo, todo
corazón en su combate contra las bandas multinacionales de matarifes que
con su mecánica de matanzas aldeanas y barriales tratan de provocar,
por el momento en balde, un calculado corolario de etnicidad y de
confrontacionismo. La internacional mercenaria vacía a Siria de
población cristiana -a los productores de imagen les molesta la realidad
de milenaria convivencia pluri-religiosa.
Mientras, Mohammed Mursi impuso por fraude plebiscitario un
compendio jurídico supremo que “invita” a la sociedad egipcia
pluri-religiosa a pasar por el embudo de la Sharia, o quedar en
indefensión ante una Ley que se lava las manos con los derechos
ciudadanos independientes del credo profesado por el sujeto jurídico.
Sociedad de neo-castas constitucionalmente fijada, bendición de Obama
(pues el Hegemonismo es el artífice de fondo). Policía religiosa
vigilando el sunnismo “rigorista” para todos, los cristianos coptos
egipcios a las catacumbas o al éxodo (varios millones han salido ya de
Egipto)... Y el Pueblo egipcio tratando, en las calles, de oponer Egipto
a una secta creada por el colonialismo británico durante los años 20
contra el despertar nacional árabe y en un contexto de temor
imperialista por el alumbramiento de la URSS como bastión del socialismo
tras la victoriosa resistencia bolchevique y popular a la invasión
multi-Potencia contra Rusia (1918-1921), llamada (para variar) “guerra
civil rusa” mientras otros falsificadores hablan sin sonrojarse de
“guerra civil en Siria”.
El
segundo rumbo del racismo hacia “el árabe” representado como imagen del
animal bruto -tal y como en la Torah- consiste en profesar un
relativismo culturalista: como la idea de la “Primavera primaveral” en
el sentido liberal -al estilo de “la Primavera de Praga”- es ya
insustentable por la neo-izquierda en vista de la difusión analítica
sobre el cariz de los procesos reales ocurridos (el neo-islamismo, el
sectarismo, el neo-tribalismo o pseudo-etnicidad, la involución hacia lo
pre-nacional -el divisionismo sociológico y político-territorial...),
hay una parte de la neo-izquierda que, para no bajar del burro, tiene
que hacer una filigrana multi-culti. Así dicen: “Si los árabes van a la
instauración de la Ley islámica, hacia la Sharia, hacia instaurar el
islamismo como principio rector del Poder Político, hacia el
confesionalismo, hacia el fraccionismo político-territorial, hacia las
taifas y los micro-emiratos..., en definitiva esto refleja su
idiosincrasia y su cultura; luego, éste es su acto de afirmación de
independencia, de soberanía, y debemos apoyar su libertad”.
En consonancia, se apoyan operaciones de ingeniería social
implementadas por el Hegemonismo, quien lleva al poder a sus cipayos
neo-coloniales, en nombre del concepto leninista de
“auto-determinación”. Cuando, en realidad, dicho concepto es un concepto
precisamente anti-colonial, y que hace referencia a procesos cuyo curso
es dirigido por el Pueblo, es decir, la antítesis de las Primaveras
Árabes.
V. Irrealidad discursiva de la neo-izquierda social-imperialista: ¿desconcierto o motivos de conveniencia?
Mi
pregunta, a modo de (in)conclusión, es la siguiente: ¿Qué hay
subyaciendo, en el nivel ideológico y en el material, por debajo de esa
postura de la neo-izquierda, del trotskismo, de la socialdemocracia
izquierdista, del neo-libertarismo pop, pero incluso también de la línea
dominante dentro del maoísmo?.
Vemos que se predica la “solidaridad” con un supuesto “Pueblo
masacrado por el Tirano”, Pueblo sobre el que se alucina, y la
“fraternidad” con “su rebelión” (en Libia, en Siria...). Ello mientras,
por ese mismo episodio alucinatorio (que es también ejercicio de llevar a
alucinar a quienes leen los panfletos, las declaraciones, los
artículos, las entrevistas...), la neo-izquierda encripta al Pueblo real
y al proletariado real -libio, sirio...- en el ataúd, al silenciar, con
todo el peso de esa mistificación, la contradicción real y el combate
real del Pueblo resistente a la ofensiva emprendida por el Bloque
imperialista Decadente. En Libia con luces, cámara, acción y salafistas
montados en todo-terrenos. En Siria, además de salafistas, con el ELS:
una banda de sectarios que se creen “etnia” y además se creen etnia
suprema y legítima propietaria del territorio, de la política, de los
pueblos y las aldeas, y que allá por donde pisa va pasando la guadaña a
la población y va expulsando población.
Luego llegará el sionismo con sus mapas de fragmentación por
ejemplo para Siria -dentro del Plan del Nuevo Oriente Medio- y esta
misma neo-izquierda clamará al Cielo gritando “de dónde viene tanta
desgracia”. ¡De “la rebelión”, chavales!, ¡de “la revolución”,
chavales!. O la OTAN aparecerá directamente en escena y esa misma
neo-izquierda saldrá a la calle diciendo “fuera manos imperialistas de
Siria”..., como ya hicieran cuando Libia...
¿”Manos fuera”?: si la OTAN mete sus zarpas, es porque antes el
Imperialismo violador ya “ha metido hasta los huevos”. Ha metido el
cerebro; sus expertos, sus académicos, sus Think-tanks, sus ONGs, su
tejido pseudo-civil “Human Rights”, su dinero financiando al llamado
cínicamente “factor interno”.
“Factor interno” que ellos producen y al que llevan a la Hegemonía:
cientos de mezquitas en Egipto, a miles en África, poder ideológico,
grandes medios de propaganda, políticos-títeres (Mubarak en Egipto, el
anterior Ministro de Economía en Siria, etc.) a la ejecución de
políticas que, el Hegemonismo sabe de ante-mano, van a generar el caldo
de cultivo de asfixia interna y por tanto de descontento...
No
se trata, hablando con rigor, de “injerencia”, sino de producción
política apriorística de acontecimientos, en cuya representación la
neo-izquierda cae de pies juntillas con una inocencia, o una vileza,
pavorosas. Pavorosas. En el caso de la neo-izquierda más espectacular es
evidente que se trata de vileza, de cinismo y de venalidad:
Mediaset, Mediapro, la Sexta...
La “Izquierda Socialista” y sus juventudes, el Sindicato de Estudiantes, El Militante...
“Periodismo Humano”, “Entre Tierras”, Alberto Garzón, la execrable
Escuela de Paz de alguna universidad cínicamente auto-llamada
“autónoma”...
Las tropas de choque mental autodenominadas “ONGs” tales como el
Laboratorio “Sirio” (londinense) de Derechos Humanos, la pro-eugenesista
de pobres Save the Children o Amnistía Internacional con sus Directivos
sentados literalmente en los despachos del Departamento de Estado
yankie...
Médicos sin Fronteras y su deleznable cuento sobre Siria basado en
la mentira de “el Pueblo entre dos fuegos”, veneno con que presentan la
ficción de dos supuestos “bandos malvados internos” de “sirios” bestias
(ya se sabe: “Estos árabes...”) asolando, con su “barbarie
entrecruzada”, a un “Pueblo sirio neutro”. Díganme por favor, ¿qué
bandos son esos?; ¿no será que un “bando” lo compone la nación agredida
-y su Pueblo sirio- y otro “bando” es “multinacional” por así llamarlo,
abriéndose canal a través de elementos “internos” leales, contra Siria,
exclusivamente a su propio sectarismo y a las promesas hechas por
quienes desde “democrática” distancia están usando a ese proto-etnicismo
suyo? ¿A qué “bando” hace juego su falacia de “el Pueblo entre dos
fuegos de bandos sirios”, chacales hipócritas de Médicos sin Fronteras?
El gran (gusano) Wyoming, el diario Público y el pluri-empresario Jordi Roures...
¡Es normal en estos ejemplares enumerados! Son la voz de sus Amos:
Unos, ahijados de La Haya, de Bruselas, de su espesa maraña
burocrática a la que embadurnan con perfume “de iniciativa cívica y
ciudadana”, de sus cien “institutos europeos del Mediterráneo”,
repugnantes teatros a los que desciende “la Academia” universitaria
departamental de los chupatintas y la mamandurria.
Otros, ahijados de los mismísimos Fondos de Inversión de la Costa Este norteamericana y su sionismo “liberal-leftist”.
Otros más, ahijados de la socialdemocracia que ha montado a ésa su
imagen “radical”. Socialdemocracia subsidiaria a su vez de las finanzas
hegemonistas y “nacionales” a quienes, por ejemplo, representan los
Zapatero y su consorcio privado Mediaset y Mediapro (pródigo mecenas y
patrón de El Público).
Pero hay encandilados que siguen estos medios y se nutren de sus
infamias; hay otra neo-izquierda menor de edad y de juicio
-profundamente dependiente de juicio.
¿Omisión hecha del Hegemonismo y de la época hegemonista?
¿Ideología
espontaneista y por tanto incurrimiento en el mito de “la
espontaneidad”, viéndose, desde esa nube azúcar, molinos de viento allá
donde el gigante se implanta alentando y pautando involución para
entrega del país?
¿Aristobrerismo
del estudiante de origen familiar privilegiado a expensas del Mundo
oprimido, y quien, como la cabra, tira al monte, siendo así que, por más
que reniega y refunfuña de la mentira de la democracia, en el fondo y
al final resulta que la democracia es “su padre”, su tótem, tan
hondamente instalado en su médula, que se le sigue manejando desde la
noción abstracta de “democracia”, ya denunciada por Lenin en su momento?
Pues la democracia imperialista -fascismo de “nuestros” días- pone
plato, cubierto y babero a un neo-izquierdista más o menos decorosamente
sentado al festín de la mesa mundial. Dictatorial banquete contra el
80% de la humanidad, presente en naciones oprimidas, “dictatoriales”
éstas si intentan disentir de ser coto de caza para el Capital
financiero, quien trae a la mesa los manjares y pone parte en el plato
de sus perros (aun rojizos de pelaje).
¿Inconsciente
colectivo racista sobre “el árabe” y sobre “lo árabe”, que vibra con la
nueva película de Holywood, que pasa por real e implica a la
neo-izquierda en el reparto actorial, dándole el papel de “ciudadanía
internacionalista solidaria con los pueblos contra Gaddafi, contra
Assad...”?.
De todo ello hay, en la ceguera de tal neo-izquierdismo confuso y confusionista.
Tamer Sarkis Fernández,
Vice-Director de DIARIO UNIDAD