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viernes, 1 de noviembre de 2013

EL COLMO DEL DESCARO: OBAMA ORDENA A LA NSA QUE DEJE DE ESPIAR AL FMI Y AL BANCO MUNDIAL


O sea...

O sea...

Credito: web

Washington, octubre 31 - El presidente de EE.UU., Barack Obama, pidió a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) que cese el espionaje

Esta es la última medida llevada a cabo por la Casa Blanca en un intento por "demostrar" que está dispuesta a poner freno a la vigilancia descubierta a raíz de las revelaciones del excolaborador de la CIA Edward Snowden.

Un alto funcionario estadounidense informó a esa agencia que el mandatario frenó el espionaje durante las últimas semanas, casi al mismo tiempo que ordenó reducir las escuchas en la sede de la ONU en Nueva York como parte de una reforma de la vigilancia electrónica por parte de EE.UU.

“EE.UU. no está realizando una vigilancia electrónica sobre las sedes del Banco Mundial y el FMI en Washington", señaló otro responsable de la inteligencia estadounidense.

Todavía se desconocen las actividades de vigilancia de la NSA en el FMI y el Banco Mundial. Los organismos no han emitido ningún tipo de declaración al respecto, como tampoco la han hecho la NSA, ni la Oficina del Director Nacional de Inteligencia.

"Creo que es una buena idea disminuir la vigilancia" de objetivos relacionados al campo económico, dijo a Reuters el exasesor de supervisión del Congreso Loch K. Johnson.

"El enemigo es el terrorismo y deberíamos centrarnos en eso. Tenemos que centrar casi todos nuestros recursos en Al Qaeda y sus afiliados", afirmó.

La cosa es que por esa vía ahora son terroristas hasta Ángela Merkle y el Papa Francisco

¿ PERO NO DICEN QUE ISRAEL APOYA A SIRIA?

01.11.2013 

Hace 12 horas fuentes sirias (bandoleros y desertores) informaron de un ataque contra la base aérea siria de Latakia, cercana a la ciudad costera del mismo nombre.

Por su parte Siria desmintió la noticia "Es una mentira y una provocación", dijo una fuente de inteligencia de Damasco a la agencia rusa Itar-Tass. 

Más recientemente, Russia Today Televisión informa de que EEUU adjudica el ataque a Israel, ataque que, de ser cierto, se habría realizado con el visto bueno de Washington, claro está.

Sea como fuere, este tipo de noticias echan por tierra las tesis de los "comunistas" pro-imperialistas (vamos a definirlos así porque son más contradictorios que el propio término) como Santiago Alba Rico, Gran Muftí del Califato de Túnez, y sus seguidores, quienes denuncian una alianza tácita entre Damasco y Tel Aviv. 

Recordemos que estos "comunistas" de pacotilla, aliados del imperialismo son-, no podía ser de otra manera- valedores de la "democracia" burguesa.

FUNDACIÓN PER LA PAU, O LA PIEL DE CORDERO DEL VERDADERO "REGIMEN CRIMINAL"


01.11. de 2013

Tamer Sarkis Fernández

DIARIO UNIDAD

Liga Siria Anti-difamación




Jordi Armadans, Director de la llamada Fundació per la Pau (por la Paz), habla con el semanario El Triangle (nº 1133) y engaña al entrevistador cuando declara que “el Régimen es lo bastante criminal para hacer aquello que probablemente hizo”. Se refiere al atentado químico en Goutta, Siria, que dio rápido fuelle a las maniobras anglo-franco-estadounidenses para un ataque directo pesado aéreo y naval, aunque truncado a la postre dado el escepticismo o prudencia de poblaciones y cámaras legislativas ante la inconsistencia de “pruebas” e “imputaciones”. Ésas cuya repetición auto-convence ya a pocos más que a propagandistas bélicos al estilo del entrevistado.
Armadans usa aquí lo que en Lógica formal llaman “falacia ad hominem”, viviendo así de la renta sembrada por toda la acumulación anterior de embustes. Como el retrato espectacular del “criminal assádico” es poco menos que un a priori entre lectores, Armadans se siente confortable dando liebre por gato: esto es, cargando la “probable” autoría del hecho en el lote de la tendenciosa imagen ya antes cargada en el “actor”. Una falacia ad hominem de manual de Secundaria.

Ser peón de una Fundació-eco del espectáculo da al entrevistado la arrogancia suficiente como para saltarse los hechos a la torera; hechos que, no olvidemos, han de fundamentar cualquier apreciación de “autoría química”. Aunque, para el caso de Goutta, es el propio Proyecto acusatorio el que ha estado enunciando apreciaciones de antemano sobre “hechos” a través de su tejido organizativo “cívico y no-gubernamental”, desde apenas unas cuantas horas después de fabricado (por la acusación) el auténtico hecho material.

Al hilo, Ardamans “apuntala” acto seguido by the beautiful face: “Los hechos más objetivos apuntan hacia el Régimen”. Con esto contraviene a la Comisaria de la ONU la suiza Carla del Ponte; a la hermana Soeur Marie Agnés Lacroix (quien habló con y recogió decenas de testimonios de las madres de los niños secuestrados en el noroeste y aparecidos luego en las filmaciones de Goutta); a la Comisión de Inspectores de Naciones Unidas llamada a Damasco por el Gobierno sirio a fin de investigar los ataques químicos contra el país y sacar a la luz la que viene siendo su autoría real desde varios meses atrás; a los Comisarios sobre el terreno que salían cada mañana escoltados por el ejército y recibían la mercenaria ráfaga balística en la chapa y ruedas de los vehículos, etc. Y enumera Ardamans el flagrante muestrario de objetividad inculpatoria, valore el lector: “(El Régimen) tenía armas químicas. Estaba constatado” (tenían con qué defenderse, como los coreanos...; malo. De eso puede inferirse y hasta “probabilizarse” que atentó el “Régimen” contra civiles en Goutta). “No era firmante del Tratado por su Eliminación” (malo, malo: Siria tenía intención de seguir defendiéndose y de disuadirle los pensamientos al sionismo, ergo “Assad debe de ser asesino de su propio Pueblo”). Además: “Posee los materiales y el equipamiento necesario para diseminarlos” (los rebeldes y sus Proveedores no, por lo que hemos visto en las inmediaciones de Alepo, o en los videos donde los rebeldes del ELS experimentan con conejos enjaulados y amenazan con esa química a la población alawí...). En conclusión: “La impresión, de entrada, es que el Régimen está detrás de este ataque”. ¿Pero esto es en serio?; ¿dónde está la cámara?. Quizás el señor Director del semanario El Triangle, el ilustre Jaume Reixach, sea un cachondo, y haya insertado en esta página 23 el fragmento de una de las divertidas parodias kubrickianas al General McArthy.
  
Al entrevistado, que es de los buenos, de las fuerzas de la Paz, de los civilizados iluminadores sobre desiertos orientales de Tiranía..., puede que la auto-complacencia en su bondad funcional le haya llevado a desocuparse de conocer los “detalles”, los Hechos. Eso constituiría ya per se negligencia e incapacidad, frivolité, tratándose de tan salvífica Fundació per la Pau. Pero yo no creo a ésta la cuestión. Y sí creo, en cambio, que el mercenario “pacifista” conoce la mercenaria autoría de lo que no fue sino un atentado químico dosificado por descarga controlada y diseminación, no aéreo ni por lanzamiento artillero, ejecutado por comandos del Ejército “Libre” “de Siria”. Estos últimos, instruidos y abastecidos químicamente en los campos jordanos de la CIA, penetraron desde el Sur camino a Goutta mientras comandos terceros entrados con tóxicos desde Turquía ejecutaban su parte de la “Operación”, asesinando a cientos de niños alawíes y sacándolos de las aldeas y pueblos del litoral montañoso ocupado por los sicarios, para transportar los cadáveres a Goutta e inflar las cifras de lo que iban a (re)presentar como “bombardeados por el Régimen”.

Así pues, uno no puede más que reír por no llorar cuando el fariseo, quien siempre ofrece veneno y acto seguido muestra la copa de agua cristalina que él va a beber, expone su “apertura mental”: “Entre los rebeldes hay tantos grupos y lógicas diferentes que es perfectamente imaginable que pudiera haber sido alguno de ellos”. Claro: los incontrolados, “los terroristas malos”, medievalizantes operando a su rollo o de la mano de los saudíes, a diferencia de “los terroristas buenos”, controlados por Qatar, Turquía, los Emiratos, Israel, los Estados Unidos y sus viejas marionetas europeas. Pero resulta que tantas “lógicas diferentes” subjetivas tienen a bien confluir en la senda objetiva que el Plan anglo-sionista marca. Por lo demás, la fechoría de Goutta fue ejecutada por “los terroristas buenos” del ELS -pagados por los qataríes y sionistas que cogen por el cuello de la financiación crediticia a los “grandes agentes económicos” catalanes y a su Generalitat, a su vez gestora de la Universitat Autònoma de Barcelona y subvencionadora de tanta fundació universitaria. Todo es lo mismo en última instancia, señor Ardamans; de “incontrolados” en lo de Goutta, nada de nada. El Pentágono ha sido cerebro y controlador de la Operación; lea las declaraciones de las esposas de los militares estadounidenses operantes, después de leídos sus e-mails. ¿Pero qué voy a contarle yo a usted, no?.
  
El entrevistado es, por tanto, cómplice bien de (A) abstenerse de indagar, de contrastar y en cambio acusar de tan grave acción desde el burdo desconocimiento de los hechos, o bien es cómplice de (B) disfrazar, apuntando “probabilísticamente” al “Régimen”, la verdadera autoría de un genocidio poblacional localizado. Matanza que en sí misma compartía tal objetivo de estigmatizar al Gobierno re-ubicándolo ya al otro lado de la Línea Roja y, quizás, allanando a genocidios de mayor potencia los carriles de la opinión masiva, de la “legitimidad de urgencia” y de la “legalidad internacional”. Claro que Armadans jamás osaría hablar a favor de una “intervención militar de Obama”, postura propia de belicistas, cowboys y derechosos. Él se congratula, por el contrario, de que la entrada en escena de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas desarmando el arsenal sirio “haya detenido una hipotética acción militar”. El gendarme, antes de proceder con su presa, se abalanza, la inmoviliza y desarma. El camino a generar el estado de alerta internacional demandante de tamaña acción de paz ha sido arduo; ha dejado tras de sí un reguero de matanza ejecutada por los interinos de los propios pacificadores.

Se lee a un Ardamans contento de que, con su concesión a la Organización contra las Armas Químicas, el Premio Nobel “vuelve a sus orígenes” este 2013. Y que lo diga: cínicos orígenes, cínica parroquia. Paz de los cementerios la que prepara, esta venal parroquia, con el desarme promovido. En 1997 Israel contaba ya con 280 cabezas nucleares. Ha llovido mucho desde entonces. Llovió por ejemplo, sobre el Status Quo, cuando en 2003 el Presidente Bashar Al-Assad propuso un desarme químico general en la región, Israel incluido, y todos sacaron el paraguas para no mojarse. Un hecho más desterrado del relato del “régimen lo bastante criminal” en boca de los cientos de Ardamans que el Imperio viene integrando en su Régimen ideológico. A la pregunta alusiva al trasfondo supuestamente “bélico” “sirio” de la presente edición Nobel, responde el entrevistado que “generalmente, el premio (se refiere al Nobel de la Paz, NdR) tiene cierta vinculación con la realidad informativa”. Justo lo contrario es cierto: han sido la irrealidad informativa y la macabra realidad en unitaria conjunción, aquello que ha presionado con éxito en pro del desarme sirio, siendo esa Totalidad de Bloque asesino santificada por sí misma con un premio asignado a un amable nombre más con que la Totalidad se auto-enuncia (la Organización para la prohibición...). Elevar el trofeo es elevar el atentado de falsa bandera al plano de la ideología. Lo mismo hacen los aplausos de Ardamans.

La Corte de “pacifistas” cooperantes con la concentración del monopolio de la violencia armamentística en manos del Hegemonismo anglo-sionista, le hacen flaco servicio a la paz. Ellos lo saben; cobran por ello. A la pregunta de si sabe quiénes poseen “todavía” armas químicas, el lobo, zorrunamente adiestrado y con tan gruesa piel de cordero, no comete la desnudez de repetir a las claras la cantinela que recitan sus Amos “de más feo rostro”, es decir, enumerar a Corea, Irán, el Eje del Mal en definitiva. Armadans se limita a responder “Sólo quedan los Estados Unidos y Rusia, […] y algunos países que no son firmantes del Tratado (de destrucción), como era el caso de Siria y algunos otros”. Sabedor de que el lector ya estará lo bastante condicionado como para suponer “por sí mismo”, arroja la piedra y enseña el pañuelo, pues él es partidario de “reducir los ejércitos y los militarismos”. Tras el farisaico nombramiento a los Estados Unidos, quienes destinan un presupuesto militar anual que dobla al resto del Mundo junto, y a quienes por tanto se la refanfinfla destruir su arsenal químico, el “crítico de la Super-Potencia” mete la cizaña que de verdad interesa. En fin, y como buen ave de carroña, no desperdicia la ocasión que la pregunta brinda a arrancar carne del genocidio libio y darle Salvas de justificación: “En Libia representaba que se había hecho limpieza, pero resulta que aparecieron armas químicas”. Podría pensarse que “teóricamente” no viene a cuento sacar a relucir a la Jamahiriya en la entrevista, ensuciándola y profanándola un poquito más después de muerta, pero por lo visto sí “viene al pelo” del cuento de Armadans. Así puede hacer caja a base de moraleja (“Después de todo, la OTAN halló que Gaddafi el Asesino hasta de su propio Pueblo, tenía guardadas armas químicas..., para nada bueno”). Por lo mismo, la moraleja se desdobla aquí funcionalmente en chantaje en pro de inutilizar las defensas sirias: “Assad, caso semejante, también las tiene. El Régimen debe desarmarse o...”.
        
A la última pregunta del entrevistador, referida a la propuesta de premiar a Vladimir Putin en la próxima edición, Ardamans contesta: “Cada año hay candidaturas de las que podría pensarse que son broma, pero son candidaturas que alguien hace en serio. Esperemos que ninguno de estos personajes tan extraños acabe siendo premiado”. O sea: Ardamans, tan plañidero contra las armas químicas y tan apologeta de su liquidación en Siria durante todo el transcurso de la entrevista, resulta luego que a Putin no lo ve merecedor de un supuesto galardón “a la contribución a la paz”. Solamente este dato ya muestra para quién trabaja este personaje tan supinamente peor que “extraño”:

Mientras el desarme sirio obedece a una táctica bélica en pro de asegurar un futuro ataque libre para Israel de riesgo de respuesta, el Presidente ruso Vladimir Putin sí ha destacado como artífice de paz. Sus baterías de S-300 instaladas en Siria son la paz. Sin Putin, hoy Siria sería Libia. ¡Ojalá no den a Putin el Nobel, y, si se lo dan, que éste renuncie o lo rompa en la recogida!; pues quienes se lo habrían de “conceder” dan tanta grima como el entrevistado. También Ardamans espera que no se lo den a Putin. Y yo espero que este personaje no vuelva jamás a ser entrevistado en ningún medio que se precie.
   
Como todo un archipiélago de organizaciones dependientes -cuando no creadas y dictadas por esas mismas manos que las alimentan-, la fundación por la paz se ha especializado, para el caso, en echar leña al fuego de la escalada exterior contra Siria; escalada que, en su montarse una coartada que la catapulte a dar su necesario salto cualitativo de agresión, ha precisado de confeccionarse realmente la víctima propiciatoria. ¿Y tienen la barra estos señores de llamarse Fundació per la Pau?.

Los sirios estamos ya muy hartos de la vil campaña que el social-imperialismo, vestido de “activismo”, de “ONG” o de “fundación”, aplica contra nuestro país y contra nuestro Pueblo. El veneno social-imperialista (la genuina arma tóxica) se auto-sublima y suena siempre con el “radical” nombre del “Pueblo”, de la “rebelión”, “de la paz”, “de la solidaridad internacional occidental”, “del anti-militarismo” y de la “Revolución”, exactamente igual que sus Amos y mecenas imperiales-clásicos hablan de “democracia”, “de Libertad y prosperidad económicas”, “de resistencia a la Tiranía”, de “civilización”, de “Mundo Libre” y de “desarrollar las regiones del Planeta”. ¡No se preocupen, señores!, que cuando los Pueblos del Mundo seamos efectivamente libres e inter-nacionales sean los organismos “internacionales” ahora propiedad del Hegemonismo, los sirios vamos a postular juzgarles a ustedes como lo que son: propagandistas de guerra y criminales animadores de la agresión.


      Tamer Sarkis Fernández             

LAS COMPLICACIONES EN FUKUSHIMA, MÁS ALLÁ DE UNA CRISIS NUCLEAR


por Pedro Blas García 
 
Viernes, 01 de Noviembre de 2013 08:54

Las ingentes tareas por desmantelar y eliminar la contaminación en la Central nuclear de Fukushima, Japón, parecen ir más allá de la crisis destapada en el país a raíz del catastrófico terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo del 2011. 
 
De acuerdo con todos los cálculos tanto oficiales como de instituciones independientes, el costo de esas labores puede sobrepasar los 150 mil millones de dólares y extenderse al menos por 30 años debido a la complejidad del trabajo, la falta de mano de obra y la anárquica gestión para contratar obreros.

Diversos testimonios, publicados en la prensa nacional, apuntan que la Tokyo Electric Power (Tepco), la cuestionada operadora de Fukushima, no ha podido chequear o vigilar las subcontratas de otras 800 empresas japonesas vinculadas a las tareas mencionadas.

Según directivos de esas compañías, en la zona se necesitan al menos 12 mil trabajadores pero actualmente hay menos de ocho mil, con salarios reducidos en un 20 por ciento y en cuya gestión aparecen bandas del crimen organizado como las denominadas Yamaguchi, Sumiyoshie e Inagawa.

Tales datos son aportados por fuentes policiales, que junto a otras entidades han formado grupos especializados para luchar contra esas bandas, gestionadoras de fraudes laborales en la propia región y procedentes de barrios de Tokio y Osaka.

Condiciones laborales

Diversos expertos apuntan que luego del desastre, el cual costó más de 28 mil vidas entre muertos y desaparecidos, salieron a la luz las malas condiciones de labor en el sector nuclear de energía y que con sus 54 plantas en todo el país proporcionaba casi el 35 por ciento de la electricidad en Japón.

Saburo Murata, subdirector del hospital de Hannan, en Osaka, afirmó que esa situación se refleja en problemas de financiamiento, reclutamiento laboral bajo débiles normas de subcontratación y carencia de seguros médicos, entre otros elementos ampliamente citados en medios de prensa nacionales y extranjeros.

Otros requisitos, entre ellos los de la Agencia Internacional de Energía Atómica, señalan que la dosis admisible de radiación para cada persona no puede ser superior a los 100 milisieverts por espacio de cinco años.

Todas las previsiones subrayan que una buena parte de los obreros están bajo contratos o subcontratos por tal período de tiempo.

Estudios bien documentados, entre ellos los de la Universidad Meiji, de Tokio, demuestran que desde los años 70, cuando se intensificó el desarrollo nuclear en Japón, esa industria utilizó mano de obra barata, sin condiciones de salud y medioambiental adecuadas.

De otra forma, Tepco y otras empresas incumplieron y ocultaron condiciones tecnológicas transgredidas y que se reflejan, entre otros aspectos en violaciones como: edificaciones para reactores nucleares presuntamente resistentes a terremotos de hasta siete grados en la escala de Richter, muros de contención inferiores a los 10 metros ante un tsunami y sistemas de seguridad sin el mantenimiento exigido.

Una realidad dramática

En la actualidad, la industria nuclear japonesa virtualmente no existe, al ordenarse el cierre de los 54 reactores existentes, todo lo cual ha provocado el rechazo multitudinario al empleo de esa fuente energética por los riesgos conocidos y ahora destapados a la luz pública.

Por otra parte, el Gobierno del primer ministro Shinzo Abe minimiza los problemas al respecto, cuestión denunciada por el Partido Comunista de Japón y que junto a otras fuerzas políticas exige transparencia en la información al público.

La actuación de Abe va por el contrario, al revés de tales peticiones y ahora intenta aprobar en el Parlamento una ley que permita la creación de un Consejo Nacional de Seguridad similar al de Estados Unidos.

Ese proyecto prevé que existirá un secreto estatal -de hasta más de 30 años en su clasificación- que incluye temas de seguridad nacional, energía nuclear y política, entre los fundamentales.

Fukushima, el segundo accidente nuclear de mayor gravedad tras la localidad ucraniana de Chernobil en 1986, ha trastocado el modelo político, económico y social de Japón, cuyos mayores déficits en la historia se deben, en buena parte, a los excesivos gastos en la importación de petróleo y otros combustibles.
Fuente: PL

LAS OPCIONES EL RÉGIMEN Y WERT: MOSTRAR SU DEBILIDAD O SU AUTENTICO ROSTRO


wert

Los pasados 22, 23 y 24 de Octubre fueron testigos de unas exitosas e históricas jornadas de movilización, protagonizadas por una huelga masiva y una intensa lucha en el sector de la educación.

 Especialmente victoriosa fue la jornada de huelga del 24-O, convocada por representantes de todos los niveles de la educación de todo el Estado. Tanto estudiantes como personal docente, además de madres y padres, trabajadores, y capas populares de los barrios,  acudieron en defensa de la dignidad. En términos cuantitativos, la huelga tuvo un seguimiento histórico; mientras que el alcance de la jornada en primaria y secundaria se situó en torno al 83%, el seguimiento de la huelga en la enseñanza universitaria tuvo un seguimiento del 91%. Además, las manifestaciones tuvieron una asistencia masiva, destacando la de Madrid con 250.000 asistentes, y la de Barcelona con una afluencia de 170.000 manifestantes.

 Esas abrumadoras cifras representan la oposición -de la aplastante mayoría- a los recortes de becas y ayudas al estudio, el aumento de las tasas a las diferentes modalidades de enseñanza (tanto universitaria como de las FP superiores), el empeoramiento de las infraestructuras educativas al no destinar dinero para su renovación o mantenimiento -recortando mediante despidos o no renovaciones al personal docente y no docente de los centros-, la segregacionista y adoctrinadora LOMCE (que expulsa del sistema educativo a numerosos estudiantes con baja formación),…En resumidas cuentas, abrumadoras cifras de personas en defensa de una educación pública y gratuita.

A pesar de que la histórica y dura lucha de los trabajadores ha arrancado concesiones en educación, entre otras, ¿es coherente que, en una sociedad que es democrática, sea necesario emprender estas luchas? No hay coherencia alguna, dado que implica que no hay capacidad de partición directa en el debate de las reformas y en las decisiones, mediante referendos. En caso contrario, no sería necesario emplear la huelga ni la movilización contra algo, como mecanismo de presión. Evidentemente, a alguien no le interesa que la sociedad se pueda desarrollar de esta forma democrática porque podría suponer la negativa a ciertas reformas necesarias para sus intereses particulares, de clase. Ese alguien es la clase de los grandes empresarios y banqueros.

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¿Por qué a los grandes empresarios y banqueros no les interesa?  Porque la educación es una parte más puesta al servicio de su producción y de sus objetivos: de la maximización de sus beneficios. El desarrollo de la industrialización en los años 80 implicó la necesidad de incorporar a un mayor número de mano de obra cualificada a todos los niveles, para afrontar el reto de ese desarrollo tecnológico. De la misma forma, ha sido necesario durante los años de la especulación inmobiliaria, del sector de la construcción y de la industria subsidiaria. Todo ello implicó crear unas condiciones mejores de acceso a niveles universitarios y un aumento de matrículas (crecieron casi un 60%). Pero ahora, tras la caída de este sector, desencadenando la actual crisis económica y estructural del sistema, y el muy avanzado proceso de reconversión industrial, ya no es necesaria tanta mano de obra cualificada. Además, el sector financiero se beneficia sustancialmente del incremento de las tasas y la inevitable adquisición de un crédito para poder estudiar; así, el Banco Santander entró en la universidad con los créditos-beca. A todo esto debemos unir la estrategia económica aprobada por el Gobierno en septiembre de 2012.

La Estrategia Económica del Gobierno se dirige a desarrollar sectores de bajo desarrollo tecnológico. Por tanto, deben ser de baja cualificación y bajo coste salarial, con el objetivo de poder competir -como exige Alemania- y controlar ciertos mercados frente a otras economías, principalmente los BRICS. Ésta se basa en:
  • El ajuste de los gastos en el sector público con “medidas para racionalizar el gasto en educación, salvaguardando su cobertura y calidad…”;
  • Las “reformas educativas…”, donde se enmarca la LOMCE y otras que vendrán, utilizando como excusa la “elevada” financiación del sistema educativo y las estadísticas europeas y de la OCDE;
  • El “desarrollo de la Ciencia y la Innovación…”, a pesar de los cuantiosos recortes en el presupuesto para I+D+i, los despidos en los centros de investigación,…;
  • El “Plan Nacional e Integral de Turismo para el periodo 2012-2016 -persigue incrementar la actividad turística y su rentabilidad; generar empleo de calidad;…-”;
  • El “apoyo a la Internacionalización y el Sector Exterior…”, mediante “medidas para estimular el crecimiento de la exportaciones y el comercio exterior…” -lo que implica producir a más bajo coste que el resto de países, a parte de las facilidades de crédito que proporcionan a la exportación-;
  • Y, entre otras, la “aprobación de las líneas estratégicas para la internacionalización del sector agroalimentario, no solo a través del incremento de las exportaciones, sino mediante una mayor presencia, dinamismo e influencia de la industria agroalimentaria española en los mercados internacionales…”1
Por tanto, el mantenimiento de los recortes responde a los intereses actuales de los grandes empresarios y banqueros. A la necesidad de redirigir grandes masas de dinero de las arcas públicas al pago de la deuda, a la subvenciones y ayudas, al mantenimiento de las exenciones y/o reducción fiscales -como la bajada del impuesto de sociedades y la existencia de las SICAV-. A la necesidad de cambiar el modelo productivo para poder producir a bajo coste y poder competir para controlar el mercado interior y exterior.

Al final, al señor José Ignacio Wert, al Gobierno del PP y al Estado, solo les queda elegir entre ceder a la presión, demostrando su debilidad e impotencia para imponer una ley que resulta vitalmente necesaria para los intereses de los grandes empresarios; o bien, el mantenimiento de los recortes, la subida de las tasas, la LOMCE,…, ante la abrumadora oposición por parte de la mayoría social, desenmascarándose y mostrando el verdadero carácter de clase y dictatorial del régimen capitalista español. En este sentido, el señor Wert parece situar que la opción elegida es la segunda; según sus recientes declaraciones, la reforma de la ley supone “un cambio de arquitectura muy profundo” y “No estoy dispuesto a sacrificar convicciones en materia educativa en la búsqueda de un consenso.2

Así, el señor Wert se decantan por desenmascarar el carácter de clase del Estado y del Gobierno; sujeta la educación a los intereses económicos de una parte minoritaria de la sociedad.  Esta minoría ejerce su poder político frente a la mayoría de la población, frente a la clase obrera y las capas populares que han mostrado su absoluta y mayoritaria oposición a las reformas y recortes. El Estado y el Gobierno defienden solo a esa parte minoritaria de la sociedad, a los grandes empresarios y banqueros. La educación, bajo el régimen capitalista, no está orientada a cubrir las necesidades sociales: cultura, capacitación, conocimiento, etc… Éstas son dos grandes lecciones que nos reporta la huelga educativa del 24-O.

Por tanto, la única salida es hacerles débiles obligándoles a ceder a las exigencias de la mayoría; es impidiendo que sus beneficios pesen más que nuestros derechos; es defender la educación pública y gratuita, una educación que permita el acceso a toda la población sin discriminación por motivos económicos, que fomente su acceso a toda la población. Para ello, también es necesario emprender la lucha por una participación realmente democrática en la sociedad, donde las reformas puedan ser debatidas y refrendadas por el conjunto de la sociedad, que no sean decididas por una minoría que maneja los gobiernos. Desde el Partido del Trabajo Democrático contribuiremos, defenderemos y apoyaremos a las formas de organización populares que encarnen estas luchas, existan o deban crearse nuevas, y que integren a toda aquella persona dispuesta a llevarla a cabo, a construir el progreso de la sociedad.

Notas:
[1] Estrategia Española de Política Económica (27 de septiembre de 2012): http://www.lamoncloa.gob.es/NR/rdonlyres/11BDF744-55AF-4A0C-9BB8-57F9C538016C/0/120927_EstrategiaEspanolaPoliticaEconomica3.pdf
[2] http://www.publico.es/477300/wert-no-sacrificare-convicciones-educativas-para-lograr-un-consenso

NO VAN A FRENARNOS AUNQUE PONGAN 10.000 SOLDADOS ARMADOS



Asociaciones, partidos e inmigrantes se muestran totalmente en contra de la colocación de concertinas de cuchilla en el perímetro fronterizo de Melilla.
El sistema fue retirado en 2007 debido a las muertes y graves lesiones que se dieron durante los dos años anteriores.

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“Aunque pongan 10.000 soldados armados no van a frenarnos”, comenta a sus compañeros un joven de Malí sentado en una piedra a las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) mientras observa hierático y pensativo la sofisticada alambrada que separa Melilla de la provincia marroquí de Nador.

Todos piensan lo mismo. Creen que las autoridades españolas no se quieren dar cuenta de que realmente lo están pasando muy mal y que no les importa jugarse la vida saltando la valla: “Ya estamos muertos, sin futuro, sin vida”.

A pocos metros, encaramados a unas largas escaleras de aluminio y ayudados por un camión grúa, un grupo de operarios se afana en instalar en la valla metálica exterior, la conocida como concertina barbada o concertina de seguridad: un alambre de cuchillas afiladas que se fabrica y almacena en grandes bobinas pero que a la hora de colocarse se expande como un muelle y puede llenar una gran superficie con púas cortantes.

Este tipo de alambre mortífero fue utilizado en las guerras mundiales para impedir el paso de las tropas enemigas y, hasta hace poco, se usaba casi únicamente en los perímetros de seguridad de algunas cárceles y en el muro israelí en Cisjordania, de ahí que muchos lo conozcan como “concertina o alambre palestino”.

En Melilla estuvo durante muchos años separando el territorio marroquí del español y en 2005, tras construir la doble valla metálica, entonces de tres metros de altura, se puso –además de a ras de suelo en la zona exterior– coronando ambas paredes de acero.

El Defensor del Pueblo, en su informe anual, anunciaba con “grave preocupación” que en su visita a Melilla durante la llamada crisis de la valla de 2005 se apreciaba el despliegue de concertinas formadas por alambre de cuchillas que ponían “en serio riesgo la vida y la integridad de las personas”, ya que su principal efecto práctico sería causar “daños corporales a aquellas personas que intentaran traspasar las vallas”.

A pesar de estas y otras advertencias, las afiladas cuchillas permanecieron dos años más hasta que en octubre de 2007, el entonces delegado del Gobierno, el socialista José Fernández Chacón, anunció su retirada definitiva. Consideraba este sistema “muy lesivo”, después de que causara durante años cientos de heridos, algunos de ellos muy graves.

En su lugar se instalaron una serie de medidas “menos lesivas y más seguras”, tales como sensores de movimiento, mallas antitrepa y un sistema nuevo de mallazos inclinados que dificultaba sobremanera encaramarse a la primera de las vallas. Todas esas actuaciones costaron más de 30 millones de euros.
Ahora, seis años después, el actual representante gubernativo en Melilla, Abdelmalik El Barkani, del PP, anuncia que se vuelve a llenar el perímetro fronterizo de afiladas cuchillas con “una estructura similar a la que se retiró en 2007″, como “parte de una serie de medidas antintrusión”, con las que el Ejecutivo español pretende dificultar la entrada irregular de inmigrantes.

La escritora y periodista francesa, Nicole Muchnik, escribió en noviembre de 2009: “Vaya uno a saber a qué cabeza enfermiza se le ocurrió poner concertinas, o sea, cuchillas en la parte superior del vallado interior que separa Melilla de Marruecos y que ocasionaba terribles heridas”.

No se para con sangre

El principal grupo de la oposición en la Asamblea de Melilla, Coalición por Melilla (CpM), ha anunciado que está “totalmente en contra” de estas medidas lesivas. El portavoz del grupo, Hassan Mohatar, asegura que no quiere que se repitan “las terroríficas imágenes del pasado en las que se veía gente colgando de las alambradas con cortes profundos y heridas que daban escalofríos”.

CpM cree que la inmigración debe ser controlada y que se deben tomar medidas, pero nunca si corren serio peligro los inmigrantes: “Nosotros somos una formación que representa a las personas y estaremos siempre a favor de los derechos humanos por encima de cualquier tipo de actuación, máxime si sólo sirve para frenar la inmigración irregular hiriendo a los inmigrante.

La formación EQUO tiene muy claro que la inmigración nunca podrá frenarse “poniendo vallas más altas y más peligrosas”. Lo primordial es ir al origen del problema, “que no está precisamente en Melilla, si no más bien en Europa y el África subsahariana”.

El portavoz de la formación en Melilla, Manuel Soria, insiste en que estas medidas no impedirán que sigan viniendo los inmigrantes: “Lo harán por la valla o por cualquier otro medio, sólo que los que lo hagan por la valla llegarán con lesiones más graves o incluso muertos. No se puede parar el hambre y la miseria con cuchillas y con sangre”.

Las ONG y las asociaciones que trabajan con inmigrantes en Melilla no pueden creer que después de tanta lucha y esfuerzo se dé otro paso atrás en la política fronteriza: “Es inaudito. Increíble. Después de seis años de haberse retirado, esto no tiene explicación alguna”. Así de defraudado se muestra José Alonso, portavoz de la Asociación Pro Derechos Humanos de Melilla (APDHM), que explica cómo se retiró la concertina porque iba en contra de los derechos fundamentales y podía causar daños irreparables en las personas. Alonso piensa incluso que el interés económico de algunos puede estar detrás de esta medida: “Costó mucho ponerla, costó mucho quitarla y ahora la vuelven a poner de nuevo. No sé si están intentando hacer negocio o qué es lo que pasa”.

Nunca llegó a quitarse del todo

A pesar de todo el revuelo que está causando la noticia, lo cierto es que la mayor parte del perímetro fronterizo ya contaba con mallas antitrepa y con concertinas de cuchilla. La nueva medida únicamente viene a completar estos dispositivos en los lugares donde no estaban todavía y a reforzarlos en las zonas más sensibles o que cuentan con mayores intentos de entrada de inmigrantes.

melilla

Este hecho ha sido denunciado públicamente en los últimos años por la Asociación de Reporteros y Artistas Solidarios (Areas) y por la Asociación Pro Derechos de la Infancia (Prodein). El presidente de esta última, José Palazón, ya anunciaba en noviembre de 2007, cuando el Gobierno dio por concluido el desmantelamiento de la concertina en la valla, que la medida no era más que “un lavado de cara y una campaña de imagen”.

Palazón volvió a denunciar este verano que gran parte del perímetro fronterizo seguía contando con este tipo de armas lesivas, pero que peor era la existencia de “armas letales”, como es el caso de “las pelotas de goma españolas o las escopetas de las fuerzas auxiliares marroquíes que han causado muchas muertes y muchos heridos muy graves a uno y otro lado de la valla en los últimos diez años”.
El 16 de noviembre de 2007 concluían los trabajos de retirada del entramado de alambre que coronaba las vallas perimetrales de Melilla y todos los medios publicaban la noticia: “La concertina ya es historia”. Pero lo cierto es que únicamente se retiró de la parte superior de las vallas, pero nunca se quitó la llamada “concertina de superficie”, que permanece desde entonces a ras de suelo en la parte exterior y que es más visible y evidente cerca de los puestos de vigilancia marroquíes y en los límites de la ciudad al norte –en el Barranco del Quemadero– y al sur, en el llamado Dique Sur.

“Estuve a punto de morir”

Pascal, un joven inmigrante subsahariano de 26 años de edad, contaba este verano en el monte Gurugú cómo casi pierde la vida intentando entrar en Melilla. Cuando se encontraba encaramado en lo más alto de la primera valla sus pies resbalaron y cayó desde seis metros de altura a la concertina de cuchillas situada en el lado marroquí.

Al intentar salir se desgarró todo el cuerpo quedándole incluso una nalga y parte de la carne que rodea el omoplato izquierdo colgando. Notaba que se desangraba pero hizo acopio de todas sus fuerzas y volvió a trepar por la alambrada.

Finalmente consiguió entrar en Melilla aunque cayó al suelo exhausto y sangrando a borbotones. Pensó que algún guardia civil, de la veintena que había en la zona repeliendo el intento de entrada grupal, le auxiliaría y que su sueño de llegar a España tendría un final feliz. Pero no fue así.
“Dos guardias me arrastraron hasta la parte marroquí y negociaron con los alís –las fuerzas auxiliares marroquíes– para que se quedaran conmigo. Luego alguien avisó a la ambulancia, que tardó mucho, y me llevaron al hospital Hassani de Nador”.

Allí permaneció dos días hasta que Médicos Sin Fronteras (MSF) se hizo cargo de su caso. Fue trasladado de urgencia a Oujda, donde pasó varias veces por quirófano. Tras tres meses de recuperación en planta, consiguió salir vivo y tener fuerzas para volver al Gurugú e intentar de nuevo entrar a Melilla.

Estos hechos ocurrieron en un salto el 20 de octubre de 2012 a la altura del puesto fronterizo de Mariguari. Casi un año después Pascal seguía escondido en los bosques y había intentado llegar a Melilla en otras cuatro ocasiones.

“No voy a dejar de intentar entrar. Soy huérfano de padre y madre y en mi país vivía en la calle, sin nada. Estoy aquí para entrar en Europa, es mi única meta y no voy a parar hasta conseguirla. ¿Qué es lo que puedo perder? No tengo nada”.
http://www.eldiario.es/

ROMA: BATALLA CAMPAL

Protesta por derecho a la vivienda: Un grupo de activistas anti sistema italiano se enfrentó duramente con la policía en el centro de Roma durante una manifestación para pedir el derecho a la vivienda, en una auténtica batalla campal que incluyó uso de gases y lanzamiento de todo tipo de objetos contundentes.

Los activistas del "Movimiento por la Vivienda" habían convocado a manifestarse pacíficamente en la céntrica plaza Montecitorio, donde tiene la sede el Parlamento.
Como parte de la protesta, la Cámara de los Diputados de Italia amaneció esta mañana con un cartel en el que se leía la palabra "CASA" y varias banderas de los movimientos sociales Asia y USB, mientras que en la plaza ondeaba una gran bandera roja con la frase "La casa se toma".

La situación se violentó cuando policías intentaron impedir el paso de varios cientos de activistas que querían ir de la plaza hacia el lugar donde se llevaba a cabo una Conferencia Extraordinaria de la Asociación Nacional de Municipios Italianos, ANCI, a la que asistía el alcalde de Roma, Ignacio Marino.

Los activistas intentaron atravesar por la fuerza el cordón, formado por una hilera de policías y dos blindados, e hicieron explotar varios petardos "rompeportones" frente a los agentes, que reaccionaron lanzando gases y pegando bastonazos.

Los manifestantes respondieron a su vez arrojando spray urticante, botellas, monedas y huevos a los carabineros (policía militar italiana), y algunos de ellos se subieron a uno de los vehículos blindados.

En medio del caos, aterrorizados comerciantes corrían a bajar la persiana de sus negocios.

Fuentes médicas citadas por la página web del diario La Reppublica dijeron que al menos 22 personas resultaron heridas, entre ellas ocho policías y el resto todos manifestantes.

Un activista fue detenido, agregó el diario, que citó a fuentes policiales.

La sede del gobierno italiano, a pocos metros de allí, estaba fuertemente protegida por la policía.

Estos disturbios se producen sólo dos semanas después de la convocatoria del pasado 19 de octubre, en la que se pedía menos austeridad y más políticas sociales y en la que también hubo enfrentamientos entre la policía y grupos antisistema.

Después de los disturbios los manifestantes volvieron a Montecitorio y desplegaron un gran cartel con la leyenda "De aquí no nos movemos".

En una conferencia de prensa conjunta del ministro de Infraestructuras y Transportes, Maurizio Lupi, y el alcalde Marino, se refirieron a las dos cuestiones centrales de la protesta.

"A partir del 1 de enero 2014 comenzarán a operar dos fondos para cumplir con todas las viviendas de emergencia. El primero será de 100 millones de euros, para apoyar el pago de las rentas de los que no tienen ingresos suficientes, y el segundo será de 40 millones de euros para los llamados atrasos inocentes (atrasos en el pago producto de las altas tasas)", anunció Lupi.

Mientras que Marino, que habló tras recorrer en su bicicleta la zona donde se habían registrado los disturbios, pidió al gobierno que "considere la suspensión de los desalojos de las familias más vulnerables, las personas con edad avanzada, los niños y los discapacitados".

EL SISTEMA NO DESCANSA: OTRA PERSONA SE SUICIDA POR NO PODER PAGAR EL ALQUILER DE LA VIVIENDA DONDE VIVÍA




Un hombre de 54 años de edad que vivía de alquiler en un piso de la calle Santo Domingo fue hallado muerto ayer por la mañana en el interior de su domicilio. El cuerpo sin vida fue encontrado a primera hora de la mañana por la comisión judicial encargada de ejecutar el desahucio decretado por un juzgado de la capital.

Vecinos de esta calle han explicado que los funcionarios llegaron a las nueve de la mañana y llamaron al timbre, pero nadie les abrió, por lo que requirieron los servicios de un cerrajero para acceder al interio de la vivienda.

La comisión judicial entró en el piso poco antes de las diez y se encontró el cuerpo sin vida de Manuel C. J., quien no presentaba signos de violencia, según ha confirmado el Cuerpo Nacional de Policía. Como posible causa de su muerte se baraja la posibilidad de que hubiese ingerido alguna sustancia que le hubiese provocado la muerte, una hipótesis que deberá ser analizada en la autopsia que se le realizará.

Ildefonso Cabezudo, propietario de una perfumería ubicada justo al lado del bloque en que residía el fallecido, reconocía que la noticia causó un enorme pesar en el vecindario. «Es una persona a la que conocíamos todos, llevaba tres o cuatro años residiendo en la calle y su trato era muy correcto».

Francisco Figueroa, que trabaja como aparcacoches de Adeba en el solar que hay frente al piso, también se mostró afectado. «Nosotros lo apreciábamos, incluso vino a declarar a nuestro favor cuando un compañero fue agredido».

Problemas económicos

Varios vecinos de la calle Santo Domingo han reconocido que Manuel C. J. atravesaba problemas económicos serios y que adeudaba varias mensualidades en el alquiler de su piso. Según relataron, el martes por la noche se acercaron varios amigos a su domicilio con una furgoneta para ayudarle a sacar los muebles, pero no llegaron a realizar la mudanza porque les comentó que aún no había firmado el nuevo contrato. «Lo que nunca esperábamos es que le ocurriese esto».

Estas mismas fuentes añadieron que no estaba trabajando, aunque recibía una paga por enfermedad. «Yo sé que le han ayudado mucho sus hermanos y también algunos vecinos. Realmente lo estaba pasando mal».

hoy.es

" NO COBRAMOS, NO COTIZAMOS, NO CONSUMIMOS, DESAPARECEMOS DEL MAPA"

01.11.2013.



Mientras que el desempleo no deja de crecer, cobrar el paro o una pensión es cada vez más más difícil después de cada reforma. Miles de jóvenes deben elegir entre emigrar o conformarse con una precariedad sin límite de tiempo. A los mayores de 50 años sin trabajo parecen negarles incluso esas opciones.

Hablar de empleo en España es hablar de cifras y porcentajes escandalosos. Los desempleados registrados en el INEM se acercan a los 5 millones, mientras que la Encuesta de Población Activa habla de entorno a 6 millones de personas en España que no encuentran trabajo. Dicho de otros modo, en varias Comunidades Autónomas uno de cada tres adultos no consigue empleo.

Pero algunas cifras son más que cifras, porque es sencillo imaginarse las historias personales que llevan consigo. Como ese dato que habla de los 1.821.000 hogares en los que ninguno de sus miembros tiene trabajo. O esos dos millones de personas que ya han agotado la prestación de desempleo y se les ha dejado fuera de cualquier tipo de ayuda.

En estos últimos años, a medida que el desempleo crecía, el apoyo a los parados se reducía en cada nueva normativa laboral. Los recortes empiezan desde el mismo momento de quedarse sin trabajo: la última reforma laboral redujo las indemnizaciones por despido a menos de la mitad, de 45 a 20 días de sueldo por año trabajado. A los seis meses: los nuevos parados solo cobrarán el 50% del último sueldo, en vez del 60% anterior. Y cuando se agota el paro: en julio de 2012 se endurecieron las condiciones para cobrar el subsidio de 426 euros tras agotar la prestación de desempleo.

Además, tampoco han mejorado las alternativas a la suerte de milagro en que se ha convertido ser contratado. No se ha aprobado ninguna medida que alivie realmente los obstáculos a los que se enfrenta quien trata de crear una pequeña empresa o ser trabajador autónomo. Y por otro lado, la reforma de las pensiones que aprobó el anterior Gobierno ya está ampliando la edad que da derecho a la jubilación. Un aumento progresivo que concluirá en 2027, cuando la edad para acceder a una pensión será de 67 años.

 “Fuera del mapa”

Pero hay realidades que no caben en ninguna cifra. El desamparo de los jóvenes obligados a elegir entre precariedad y exilio. La tristeza de miles de personas que vuelven a sus países de origen con las manos vacías, o llenas de deudas. La desesperanza de los que acaban de formarse para su vocación, la apatía de los que renuncian a su vocación sin ni siquiera intentar cumplirla.

Como la rabia de José Félix. Con 54 años, en paro desde hace más de dos, que ve cómo el sistema le va dejando fuera poco a poco. “No cobramos, no cotizamos, no consumimos, desaparecemos del mapa”, resume.José Félix explica con orgullo su vida laboral. Durante 26 años se convirtió en “el hombre para todo” en un estudio de urbanismo. Pero la desesperanza asoma en su voz cuando reconoce que en dos años no ha conseguido una sola entrevista de trabajo. “Ni siquiera te llaman por la edad”, protesta ante lo que califica de una “clara discriminación”, frente a la cual propone cuotas para mayores de 55 años en las grandes empresas.

Los puños de este hombre tranquilo se cierran al hablar de las recientes reformas del Gobierno. “A mí personalmente la que más afecta es la última, el decreto del 15 de marzo”, dice con el convencimiento del que sabe de lo que habla. Explica que justo le pilló en medio la ampliación de los 52 a 55 años como edad mínima para recibir una pensión. Y cuando llegue a esa edad, al computarse ahora los ingresos de la unidad familiar tampoco recibirá ninguna ayuda. “A lo mejor tengo que separarme para cobrar algo”, bromea resignado.

La situación de los miles de casos similares a José Félix se puede comparar a tener cada pie en dos barcos que se separan: la dificultad de encontrar trabajo en los últimos años de vida laboral por un lado, y la ampliación de la edad de jubilación por el otro. 

Pero en el momento en el que parece imperar la ley de la selva y el todos contra todos, José Félix  y tantos otros como él, han decidido formar  la Asociación de Mayores por el Empleo (Ampem).  Además de participar en protestas, organizar recogidas de firmas contra las leyes que les recortan derechos, AMPEM se ha convertido en un grupo donde se comparte información sobre posibles trabajos, se intercambian cursos y se debate cómo les van a afectar cada nuevo recorte en materia laboral. En definitiva, se echan una mano en lo que pueden.

Por ahora las firmas recogidas por AMPEM no han  conseguido cambiar ninguna de las leyes a las que se enfrentan. Puede que muchos de sus miembros no logren encontrar un trabajo. O tal vez sí. Pero lo que es seguro es que cuando José Félix habla de la asociación,  de la necesidad de unirse ante los recortes, de luchar juntos,  aleja unos cuantos metros el fantasma de sentirse un hombre rendido.

Alberto Senante

http://losrostrosdelosrecortes.periodismohumano.com/2013/10/29/no-cobramos-no-cotizamos-no-consumimos-desaparecemos-del-mapa/

EMOCIONANTE CÁNTICO DE LAS AFICIONES DEL OVIEDO Y LA LEONESA EN RECUERDO DE LOS MINEROS MUERTOS





VIDEO:
http://www.youtube.com/watch?v=QYJKNif56OY

Está claro que no todo es blanco o negro en esta vida y que no todos los futboleros son un grupo de insensibles que tan sólo tiene en su cabeza el futbol, tratar de apalear al hincha del equipo rival o ir a berrear al estadio el domingo.

Como todo el futbol tampoco es el Real Madrid, el Barcelona, el Athletic o el Atletico de Madrid y sus millonarias figuras. Este miercoles dos aficiones, de dos modestos equipos de segunda división b, que saben de sobra lo que es el trabajo en la mina, porque a buen seguro más de uno habrá trabajado en algún pozo minero o tendrá algun familiar haciendolo, durante el partido Leonesa-Oviedo han hecho uno de los homenajes más bonitos y emocionantes que han recibido esos 6 trabajadores que han dejado su vida en la mina, como consecuencia de la insaciable voracidad de los patronos, la dejadez den las medidas de seguridad y los recortes de los diferentes gobiernos neoliberales.

Como se ve en las imagenes, los hinchas no han dudado en cantar la canción obrera "En el pozo María Luisa", como recuerdo y homenaje a los mineros fallecidos.

Sinceramente ver las imagenes...pone la piel de gallina. Chapeau para los hinchas leoneses y ovetenses. Sin más

lahaine

OBSERVEN LAS IMÁGENES DE LOS DIPUTADOS SALIENDO EN ESTAMPIDA PARA IRSE DE PUENTE; VERGONZOSO



Ante el descontento y desafectación con la clase política, pareciera lógico que sus señorías estuvieran haciendo un esfuerzo para congratularse con sus votantes y que el agua volviese a su cauces.

 Nada de eso, en la primera oportunidad demuestran lo que son. Este breve video ilustra su actuación, vota y salen a la carrera para no perder ni un minuto de puente. Son patéticos.


LOS EJERCITOS SECRETOS DE LA OTAN (XV) ALEMANIA


Los ejércitos secretos de la OTAN (XV)

La guerra secreta en Alemania

Si bien la existencia del Gladio alemán durante la etapa anterior a la incorporación de Alemania a la OTAN está perfectamente documentada gracias al trabajo de August Zinn, el entonces primer ministro del Estado de Hesse, la acción de esa red a partir de 1955 ha sido objeto de grandes mentiras de Estado. A pesar del descubrimiento de escondites de armas por aquí y por allá, la policía federal nunca investigó seriamente la cuestión y el gobierno federal siempre protegió su secreto.

 

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Klaus Barbie (1913-1991). Después de desempeñar un importante papel en el asalto contra el gueto de Ámsterdam, Klaus Barbie es nombrado jefe de la Gestapo en la ciudad francesa de Lyon, donde logra capturar, torturar y asesinar al legendario jefe de la Resistencia francesa, Jean Moulin. Al terminar la guerra, Barbie es buscado por las Naciones Unidas, pero la CIA lo recluta en secreto para crear el Gladio alemán. Al ser acusado en Alemania, Barbie es enviado a Bolivia, en 1951. Allí se convierte rápidamente en jefe de los servicios de inteligencia y hombre fuerte del país, donde captura y asesina al Che Guevara. Sin embargo, después de un cambio de régimen, es arrestado y expulsado hacia Francia, donde será finalmente juzgado y condenado a cadena perpetua. Muere de cáncer en la cárcel.

El 27 de febrero de 1933, hacia las 21 horas, estalla un incendio en el Reichstag –el Parlamento alemán– en Berlín. Aunque los bomberos logran salvar parte del edificio, el Parlamento y la democracia alemana no sobreviven al atentado. Adolf Hitler, del Partido Nacional Socialista (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei, NSDAP, nombre comúnmente abreviado como «nazi»), nombrado canciller apenas un mes antes del incendio, acusa de inmediato al Partido Comunista Alemán (Kommunistische Partei Deutschlands, KPD). Al día siguiente, junto al ministro del Interior Wilhelm Frick y el ministro a cargo de las fuerzas de policía Hermann Goering, miembros ambos del NSDAP, el canciller Hitler ordena sin dilación el arresto de unos 4 000 opositores políticos y periodistas que criticaban su régimen, muchos de ellos miembros del Partido Comunista y del SPD, Partido Socialdemócrata.
Un mes después del misterioso incendio, de la marginación de los comunistas y del arresto de gran número de socialistas, el Parlamento alemán adoptó por mayoría, y a pesar de las protestas de los pocos socialistas que quedaban, una nueva ley de crucial importancia (Gesetz zur Behebung der Not von Volk und Reich) que de hecho abolía el Parlamento y transfería todos los poderes al ejecutivo encabezado por Hitler. Aquel mismo mes se crearon en Alemania los primeros campos de concentración, a los que fueron enviado, en abril de 1933, más de 25 000 opositores políticos arrestados por las fuerzas especiales de Hitler –las Schutzstaffel o SS– y por la policía secreta del régimen, la Gestapo. Marinus van der Lubbe, un comunista que había sido arrestado en el lugar de los hechos durante la noche del incendio del Reichstag, fue juzgado, condenado a muerte y ejecutado. Ya antes del inicio mismo del juicio contra van der Lubbe, una investigación de los británicos había llegado a la conclusión de que los militantes del NSDAP habían provocado ellos mismos el misterioso incendio para apoderarse del control total del Estado. A principios de 1933, Hitler y sus numerosos partidarios convirtieron así Alemania en una dictadura dirigida por el Fuhrer y su partido nazi. Seis años más tarde, Hitler declaraba la Segunda Guerra Mundial, que provocó una devastación sin precedentes y la muerte de 60 millones de personas. Fueron aquellas las horas más sombrías de la historia de la Humanidad. Cuando el Ejército Rojo tomó finalmente Berlín e izó la bandera de la URSS en lo alto del Reichstag, Hitler –ya vencido– se suicidó. En Berlín, era el 30 de abril de 1945 [1].
«La instauración de las organizaciones stay-behind en los países de la OTAN comenzó inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial», según confirmó en 1990 el informe oficial del gobierno alemán [2]. Después de la derrota de Alemania, en 1945, el caos del final de la guerra proporcionaba, según la visión de los estadounidenses, las condiciones ideales para la creación de una red stay-behind. En su calidad de fuerza ocupante, las tropas de Estados Unidos compartían el control del territorio con los ejércitos de Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética. La prioridad era reunir un gran número de individuos visceralmente anticomunistas con experiencia en la realización de acciones de guerrilla y en el manejo de armas y explosivos. Es por ello que, en el mayor secreto, Estados Unidos reclutó ex nazis y los incorporó a la red stay-behind alemana. En el momento del escándalo que desencadenó Andreotti, en 1990, el canal de televisión privado RTL conmocionó a la opinión pública alemana al revelar en un reportaje sobre el Gladio que ex miembros de la temida Waffen-SS de Hitler, los mismos que habían exterminado a los comunistas bajo el III Reich, habían sido después miembros de la red stay-behind alemana.
Un documento del estado mayor estadounidense titulado Overall Strategic Concepts (Conceptos Estratégicos Generales) y fechado el 28 de marzo de 1949 subrayaba que Alemania
«disponía de un excelente potencial en hombres entrenados para conformar las unidades clandestinas y las reservas del ejército secreto [unidades stay-behind]. Una resistencia eficaz puede y debe organizarse.» [3]
Por orden del Pentágono, el Counter Intelligence Corps (CIC) –que acababa de crearse– recibió entonces la tarea de buscar a los antiguos nazis para juzgarlos en Nuremberg mientras reclutaba simultáneamente a los partidarios de la extrema derecha incorporándolos a las filas del ejército secreto anticomunista. Aquella práctica no fue revelada hasta 1986, cuando el Departamento de Justicia estadounidense dio una conferencia de prensa –quizás la más importante desde el escándalo del Watergate– en la que reconoció que el CIC había reclutado a un alto dignatario nazi inmediatamente después del fin de la guerra. Un largo estudio de 600 páginas compilado por Allan Ryan para el Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmaba que el oficial de las SS y responsable de la Gestapo Klaus Barbie había sido reclutado en 1947 por el CIC, que posteriormente lo había ayudado a escapar a las acciones legales por crímenes de guerra, antes de organizar su huida de Europa hacia Argentina a través de una red clandestina.
No fueron precisamente las cualidades morales de Klaus Barbie las que movieron a los agentes de los servicios secretos estadounidenses a salvarlo sino más bien su experiencia y su potencial utilidad para la creación de la red stay-behind alemana. La prensa británica reportó en 1990 que:
«Entre los que fueron reclutados y a su vez reclutaron [a otros] durante los primeros años del programa figuraba un ex Obersturmführer de las SS, Hans Otto, así como otros personajes de menor envergadura. Pero el reclutado más valioso de aquella operación fue Klaus Barbie quien trabajó [a su vez] en el reclutamiento de ex nazis y de miembros de la organización fascista Bund Deutscher Jugend (BDJ).» [4]
En 1943 y 1944, Klaus Barbie había ordenado la ejecución de al menos 4 000 personas, miembros de la Resistencia y judíos, así como la deportación de otras 15 000 hacia los campos de concentración y de exterminio, lo cual le había valido el sobrenombre de «Carnicero de Lyon». Poco después del fin de la guerra, Barbie fue hallado culpable de crímenes contra la humanidad y condenado a muerte en ausencia por un tribunal francés al cabo de un juicio en el que los testigos lo describieron como un torturador sádico que aterrorizaba a hombres, mujeres y niños con su fusta y su perro pastor alemán [5].
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Reinhard Gehlen (1902-1979). Jefe del servicio de inteligencia nazi en el Frente Oriental y general de brigada de la Reichswehr. Supo anticiparse al fin de la Segunda Guerra Mundial acercándose a conspiradores contrarios a Hitler. En el momento de la liberación, se da a conocer a las autoridades estadounidenses al entregarles en microfilms el contenido de sus archivos. Creó, por cuenta de la CIA, el nuevo servicio de inteligencia de la RFA (BND), convirtiéndose en su jefe. Desde ese cargo protege la red Gladio alemana y recluta decenas de miles de ex agentes nazis para la realización de operaciones de sabotaje contra la Unión Soviética. Consiguió para la CIA la parte más importante de la información de inteligencia que esa agencia llegó a tener sobre el bloque del este, información a menudo exagerada. Dimite, en 1963, cuando se descubre que los soviéticos habían penetrado su organización a los más altos niveles.
En la conferencia de prensa de 1986, el Departamento estadounidense de Justicia se abstuvo de mencionar el papel que había desempeñado Klaus Barbie en la creación de la red stay-behind y afirmó que, con excepción de Barbie,
«no existía ninguna otra huella de un caso similar en que un nazi sospechoso de crímenes de guerra haya sido exfiltrado o ni siquiera de cualquier otra persona buscada por el gobierno de Estados Unidos o por el [gobierno] de alguno de sus aliados» [6].
Aquella declaración es en realidad una mentira. El personaje más importante reclutado por el CIC no fue el Carnicero de Lyon sino el general Reinhard Gehlen. Este último había iniciado su carrera en los servicios secretos bajo el III Reich, asumiendo en 1942 el mando del Fremde Heere Ost (FHO, las Tropas Extranjeras del Este) cuya misión era combatir las tropas soviéticas. «Gehlen obtenía la mayor parte de su información perpetrando los peores crímenes de guerra, la tortura, el interrogatorio y haciendo morir de inanición a unos 4 millones de prisioneros soviéticos», descubrió el historiador estadounidense Christopher Simpson al investigar sobre el reclutamiento de nazis por parte de Estados Unidos [7]. Gehlen estaba totalmente consciente de que sus crímenes le habían valido un lugar en la lista negra del NKVD, los servicios especiales de Moscú. Cuando se dio cuenta de que Alemania estaba perdiendo la guerra prefirió entregarse al CIC estadounidense –el 20 de mayo de 1945– para escapar a las represalias de los rusos.
Gehlen había previsto, con toda razón, que la información que había logrado arrancar mediante la tortura a los prisioneros comunistas y soviéticos despertaría gran interés entre los estadounidenses. Así que, con ayuda de varios altos responsables nazis, había transferido minuciosamente a microfilms los registros del FHO sobre la URSS y había conservado los microfilms en cilindros herméticos de acero que había enterrado después en los Alpes austriacos. Después de varias semanas de detención en manos del CIC, Gehlen se puso en contacto con el general estadounidense Edwin Luther Siber y le reveló su secreto. Siber se quedó tan impresionado que se encargó de la carrera de Gehlen en los siguientes años. Lo presentó a los más altos responsables de la inteligencia estadounidense, como el general Walter Bedell Smith, quien encabezaba en aquel entonces los servicios secretos militares de Estados Unidos en Europa y dirigió posteriormente la CIA entre 1950 y 1953. Siber también presentó Gehlen al general William Donovan, el jefe de la Office of Strategic Services (OSS), el servicio secreto competente en caso de guerra, y a sus agentes Allen Dulles, futuro director de la CIA, y Frank Wisner, futuro jefe de la OPC –la Oficina de Coordinación Política de la CIA, que estuvo a cargo de la creación de la red stay-behind en Europa [8].
Guiados por Gehlen, los estadounidenses recuperaron los microfilms enterrados en Austria y, en agosto de 1945, Siber envió Gehlen con sus microfilms a Washington para una entrevista. El presidente Truman también quedó muy impresionado, al extremo que puso a Gehlen y a muchos de los colaboradores de este último a la cabeza del primer servicio alemán de inteligencia creado después de la Segunda Guerra Mundial, bautizado incluso como Organización Gehlen (ORG). Como concluyó Simpson,
«A fin de cuentas, Gehlen y varios cientos de oficiales superiores alemanes llegaron a ponerse de acuerdo con los británicos o los americanos [estadounidenses] (…) Pero el general Gehlen se impuso como el más importante de todos.» [9]
Con el respaldo financiero y material de Estados Unidos, el cuartel general del ORG se instaló primeramente en Oberursel, no lejos de Francfort, antes de mudarse a Pullach, cerca de Munich, a un antiguo centro de entrenamiento de las Waffen-SS, donde aún se encuentra hoy en día el Bundesnachrichtendienst (BND), el actual servicio de inteligencia alemán. En el marco de los acuerdos secretos de cooperación entre la CIA y el ORG, el agente James Critchfield fue enviado a Alemania. Critchfield, a quien los alemanes pusieron como sobrenombre «Her Marschall», supervisó el trabajo de los servicios de Gehlen ocupándose permanente de que se le comunicaran los nombres de los 150 principales agentes de la organización, como medio de mantener el servicio de inteligencia alemán bajo control estadounidense.
«Yo estaba estacionado en Augsberg y, como hablaba el idioma fluidamente, me confiaron la dirección de una red de informantes alemanes a la que pertenecía Klaus Barbie y Klaus Barbie era… hee… descubrí después que los franceses lo estaban buscando por asesinato y se lo dije a mis superiores, quienes me respondieron que no buscara problemas: “nos sigue siendo útil por el momento. Cuando no tengamos más nada que sacarle, lo entregaremos a los franceses.” ¡Yo había creído que me merecía un ascenso por haberles hablado de Barbie y me dijeron simplemente que cerrara la boca!» [10]
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Gunther Bernau
El ex agente del CIC Dabringhaus, hoy residente en la Florida, explicaba después cómo antiguos nazis habían preparado escondites de armas stay-behind por orden de los estadounidenses:
«El coronel Gunther Bernau era un agente, un informante que trabajaba para la inteligencia militar en Stuttgart. Nosotros [el CIC] le habíamos proporcionado un alojamiento, un escondite en Ludwigsburg donde nos reuníamos 3 veces por semana para que él me transmitiera información sobre los comunistas. Nos decía todo lo que queríamos saber.»
El objetivo de Estados Unidos era combatir el comunismo a cualquier precio, recuerda Dabringhaus, aunque a él mismo no le impresionaba mucho Bernau:
«Seguramente había tenido mucho influencia en tiempos del nazismo. Un día me senté a su buró y estuve hojeando un álbum de fotos que databan de la guerra. Una de ellas era un magnífico retrato de Adolf Hitler. [Bernau] recibía visitas de varios ex oficiales superiores nazis de la Waffen-SS en su casa de Ludwigsburg y me decía que si algún día necesitaba ayuda le bastaba con una simple llamada telefónica para contactar con 200 ex responsables SS de Hamburgo hasta Munich.»
Según las declaraciones de Dabringhaus, Bernau estaba muy implicado en la creación del ejército secreto alemán:
«Recuerdo que un día me llevó a un lugar preciso donde cavamos y encontramos fusiles, armas cortas, granadas, todo cuidadosamente empaquetado, y me dijo: “tenemos miles así por todo el país”. Aquello me inquietó un poco, así que lo informé a mis superiores, quienes me respondieron: “Estamos al corriente. Ellos trabajan para nosotros, en caso de que los comunistas atraviesen la Cortina de Hierro.”»
Los altos responsables estadounidenses, fieles a su principio de máxima confidencialidad, no informaban al agente del CIC Dabringhaus sobre los detalles del ejército stay-behind. Pero el agente se enteró de lo suficiente como para entender que se trataba de un proyecto altamente secreto en el que participaban gran cantidad de nazis:
«Un ex general, un general SS, Paul Hauser, visitaba regularmente a Bernau. Los dos trabajaban juntos en ciertos proyectos de los que no sabíamos absolutamente nada e incluso se me pedía no tratara de saber nada más. Me imagino que alguno de mis superiores ya dirigía el conjunto de aquellas operaciones.» [11]
Cuando estalló el escándalo del Gladio, en 1990, un ex responsable de la inteligencia de la OTAN explicó, en condiciones de anonimato, que para construir el ejército secreto alemán el departamento de operaciones especiales de la CIA, bajo la dirección de Frank Wisner, había literalmente
«anexado el servicio de espionaje de Hitler dirigido por Reinhard Gehlen. Eso se sabe con seguridad porque Gehlen fue el padre espiritual de la red stay-behind de Alemania, su papel lo conocía perfectamente el canciller Konrad Adenauer, y desde el comienzo mismo.»
Según esa misma fuente anónima de la OTAN, el presidente Truman y el canciller Adenauer habían
«firmado un protocolo secreto en el momento de la adhesión de la RFA a la alianza atlántica en mayo de 1955, protocolo según el cual las autoridades de Alemania occidental se abstendrían de emprender acciones judiciales contra partidarios reconocidos de la extrema derecha. Lo que es menos conocido es que otras personalidades políticas alemanas de primer plano también fueron informadas de la existencia de aquellos planes de resistencia. Entre ellas estaba nada menos que el ministro de Relaciones Exteriores alemán de aquella época, el ex dignatario nazi Hans Globke.» [12]
En 1952 se descubrió en Alemania una de las redes que los estadounidenses habían construido y conformado en gran parte con nazis, el Bund Deutscher Jugend (BDJ) y su rama stay-behind conocida como Technischer Dienst (TD). Klaus Barbie había contribuido activamente a la creación del stay-behind BDJ-TD [13]. Pero el secreto se supo rápidamente. En su edición del 10 de octubre de 1952, bajo el ambiguo título «Saboteadores alemanes traicionan la confianza de los americanos. Apertura de una amplia investigación después de confirmarse el financiamiento y entrenamiento de guerrilleros», el New York Times reportó que «fuentes bien informadas confirmaron ayer que Estados Unidos financiaba y apoyaba el entrenamiento clandestino de jóvenes alemanes, entre los que había un buen número de ex soldados, para formarlos en la realización de operaciones de guerrilla ante la posibilidad de una guerra contra la URSS». El diario estadounidense proseguía: «Las revelaciones que se hicieron ayer en el Parlamento regional de Hesse y los titulares que publican hoy los periódicos alemanes han provocado considerable malestar en el Departamento de Estado y el Pentágono» ante todo porque «se descubrió que los grupos que debían realizar esas operaciones se implicaron en combates políticos. Sus jefes (…) establecieron listas negras de ciudadanos que “liquidar” de cuya fiabilidad podía dudarse en una guerra contra los rusos.» «Se organizaron varias reuniones entre representantes alemanes y americanos» porque «varios socialistas, entre ellos algunos miembros del gobierno, figuraban en la lista junto a comunistas».
Aquel descubrimiento precoz de una parte del stay-behind alemán provocó un gran escándalo a ambos lados del Atlántico. En Estados Unidos, la revista Newsweek anunció el 20 de octubre de 1952 que la CIA había organizado un grupo de «stay-behind» en Alemania. El día 29, el semanario informativo alemán Der Spiegel precisó, con toda razón, que aquellas redes stay-behind existían igualmente en numerosos países de Europa:
«El caso del BDJ ha causado gran inquietud en las diferentes estaciones de los servicios secretos estadounidenses en Europa. En efecto, el “Technischer Dienst” alemán es sólo una de las ramas de una red de partisanos respaldada por Estados Unidos y que se extiende por toda Europa.»
El semanario alemán Der Spiegel precisaba incluso:
«Esa red está muy implantada en Francia, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, Italia y en la península ibérica. En Francia, la organización fue creada desde 1948 con el respaldo del [ministro del Interior] socialista Jules Moch.»
¿Qué había pasado? ¿Cómo había salido a la luz el secreto?
El 9 de septiembre de 1952, el ex oficial de las SS Hans Otto se había presentado por voluntad propia en la sede de la policía criminal de Francfort, en el Land de Hesse, donde declaró, según los archivos del gobierno alemán «pertenecer a un grupo de resistencia política cuya misión era realizar actos de sabotaje y volar puentes en caso de invasión soviética». Según Otto, a quien no le agradaban las actividades terroristas, «un centenar de miembros de la organización habían recibido una formación ideológica, habían aprendido el uso de armas de fabricación americana, rusa y alemana y habían sido entrenados en tácticas militares. La mayoría de esos hombres eran ex oficiales de la Luftwaffe, de la Wehrmacht o de las Waffen-SS». Según puede leerse en la transcripción de su confesión:
«Aunque oficialmente no era necesario mostrar opiniones neofascistas, gran parte de los miembros se inscribían en esa tendencia. Los medios financieros de la organización venían de un ciudadano americano nombrado Sterling Garwood.»
Otto reveló también que, en lo que llegaba una invasión soviética, el ejército secreto alemán realizaba actos subversivos en el territorio nacional:
«En materia de política interna, la estrategia de la organización apuntaba al KPD [el Partido Comunista Alemán] y el SPD [el Partido Socialdemócrata]». [14]
La «organización» a la que Otto se refería estaba integrada a la red stay-behind alemana pero no representaba el conjunto de la red, ni siquiera en aquella época. La rama había adoptado el engañoso nombre de BDJ, iniciales de la Unión de la Juventud Alemana, cuando la edad media de sus miembros andaba en realidad por los 40 años. Mucho antes del testimonio de Otto, el movimiento se había hecho notar por su anticomunismo radical. Pero lo que se ignoraba hasta aquel momento era que la BDJ había servido de pantalla al Technischer Dienst (Servicio Técnico o TD), una red stay-behind de tipo paramilitar y altamente secreta que se componía de antiguos nazis, financiada por Estados Unidos y equipada con armas y explosivos. Según las estadísticas alemanas, la BDJ, que se extendía a toda la RFA, llegó a contar oficialmente con 17 000 miembros mientras que una investigación del gobierno federal afirmaba que los efectivos del TD no pasaban de 2 000 individuos [15].
En 1952, el testimonio de Otto dio lugar a una amplia investigación policial que permitió localizar el centro de entrenamiento de la red stay-behind cerca de Waldmichelbach, un pintoresco pueblecito en medio del bosque de Odenwald, que a su vez se halla en el Land de Hesse. Antes de aquella fecha, el entrenamiento de los miembros del Gladio alemán se desarrollaba en la base militar estadounidense de Grafenwohr, en Alemania [16]. Aquel campamento, que los visitantes habituales llamaban «Wamiba», consistía esencialmente en un viejo edificio, un campo de tiro subterráneo y un bunker construido cerca de allí. Todo el conjunto se hallaba en el flanco de una montaña, al abrigo de las miradas y a 500 metros de la carretera más cercana. Los habitantes del pueblo recuerdan «que los americanos hacían regularmente ejercicios de tiro o algo así». [17]
Otto reveló a las autoridades alemanas que los contactos entre el BDJ-TD y la CIA se concretaban la mayor parte de las veces a través del misterioso señor Garwood. Aquel hombre, probablemente un agente de la CIA, entrenaba regularmente a los miembros del TD en el bosque de Odenwald y muy a menudo insistía en el carácter altamente secreto de la red stay-behind y en que no se podía hablar de ella a nadie, bajo ningún pretexto. Sus instrucciones fueron tomadas, según parece, muy en serio. Y cuando surgieron sospechas de que un miembro del TD residente en otro Land –Baviera– «había llenado una planilla de adhesión a otra organización de resistencia», en el Technischer Dienst se habló muy seriamente de la posibilidad de eliminarlo, según contó Otto, no sin cierta repulsión [18]:
«No me parece que esos métodos le plantearan ningún tipo de problema a Garwood.»
«Él nos enseñaba, por ejemplo, a matar sin dejar huellas, simplemente durmiendo a la víctima con cloroformo, sentándola en su propio auto y reintroduciendo los gases de escape [del motor] en el habitáculo a través de un tubo. También nos enseñaba a utilizar la violencia en interrogatorios sin dejar huellas.»
Otto recordaba su propia iniciación en métodos de tortura:
«Comience por vendarle los ojos a la persona que va a interrogar. Haga freír carne en la habitación y aplique un pedazo de hielo en ciertas partes del cuerpo. El contacto del hielo combinado con el olor de la carne le dará [a la persona] la impresión de que la están quemando con un hierro al rojo vivo.» [19]
Otto especificó que Garwood ponía los fondos y la mayoría del equipamiento. En total, cerca de 130 hombres, en su mayor parte antiguos nazis, pasaron por el centro de Wamiba para recibir formación en métodos de interrogatorio, manejo de armas y explosivos, técnicas de emboscadas y asesinato y procedimientos de comunicación por radio. Otto abordó después la cuestión, raramente mencionada pero no menos importante, de la capacidad de los combatientes stay-behind para realizar su misión en caso de invasión soviética. Desde el punto de vista de la estrategia militar es evidente que las posibilidades de supervivencia a largo plazo de una red stay-behind en un contexto de ocupación, y sobre todo de ocupación soviética, son extremadamente bajas. Los oficiales nazis del TD que ya tenían la experiencia de la guerra estaban perfectamente conscientes de ello y Otto subrayó que la mayoría de ellos no estaban nada entusiasmados con la idea de mantenerse detrás de las líneas enemigas tratando de sobrevivir a una ocupación soviética:
«La idea de los americanos era que todos los miembros se quedaran pasivamente detrás de las líneas soviéticas para ser utilizados después como partisanos. Pero Peters [el jefe del TD] nunca hubiese podido concretar ese plan porque, en caso de invasión de los rusos, todos los agentes de la organización habrían tratado a toda costa de irse a occidente.» [20]
El 13 de septiembre de 1952, o sea 2 días después de que Otto terminara sus declaraciones, la base stay-behind de Wamiba fue tomada por asalto y cerrada por la policía alemana. Las oficinas y domicilios de los miembros del TD fueron igualmente sometidos a registro y sellados con vistas a una investigación. Los agentes del stay-behind fueron detenidos. Armas, explosivos y municiones fueron confiscadas al mismo tiempo que toda la documentación de la organización. Uno de los expedientes hallados resultó particularmente interesante. Los investigadores tuvieron la sorpresa de descubrir en él la identidad de las personas que debían ser asesinadas el Día D:
«La lista de proscripción contiene los nombres de los individuos a eliminar. La lista está incompleta porque aún está en fase de elaboración».
El documento precisaba también la identidad del agente encargado de elaborar el listado para el Land de Hesse: Hans Breitkopf [21]. Otto Rietdorf, el agente del TD que había sugerido la expresión «lista de proscripción», explicó: «Encontré el término “proscripción” en la documentación rusa en la que designa disposiciones tomadas contra el oeste. En la acepción rusa se trata de personas de las que hay que ocuparse. Me parece que no hay dudas de lo que eso significa en Rusia.» Rietdorf agregó que la CIA tenía conocimiento de aquella operación: «Gardwood estaba perfectamente al tanto de todo aquello.»
Hans Otto también confirmó que aquellos «informes y expedientes individuales habían sido comunicados a los americanos por el BDJ y el TD».
Los hombres que recogían aquella información eran al parecer un tal «Dr. Walter» y, nuevamente, el señor Gardwood. La investigación oficial alemana sobre aquella primera versión del ejército secreto concluyó con solemnidad y extrema precisión:
«Según este testimonio, el uso de la violencia contra blancos internos estaba previsto en caso de producirse el Día D.» [22]
No se determinó si «D» designaba únicamente el día de la invasión o si se aplicaba a otras situaciones, como sublevaciones populares o una victoria masiva de la izquierda en las elecciones.
En la lista de proscripción de los miembros del Gladio aparecían gran cantidad de comunistas alemanes reconocidos así como socialistas moderados, entre los que se hallaban numerosos responsables políticos muy presentes en el escenario de la época, como Heinrich Zinnkann, ministro del Interior socialista del Land de Hesse; Hans Jahn, presidente del sindicato alemán de los ferrocarriles; Emil Carlebach, reportero del Frankfurter Rundschau, y muchos más. El periodista Leo Muller, specialista del Gladio, cuenta que a raíz del descubrimiento de la lista de proscripción «la sorpresa fue tan grande que las primeras reacciones denotaban escepticismo» [23]. El historiador estadounidense Christopher Simpson concluye:
«Los líderes del TD y del BDJ habían hecho de la liquidación de los políticos alemanes considerados “izquierdistas” una de sus prioridades en caso de ofensiva soviética.
Para el Technischer Dienst, los comunistas alemanes figuraban, por supuesto, a la cabeza de la lista de personas que había que matar. Venían después los representantes más visibles del SPD de Alemania occidental. El TD tenía previsto asesinar a más de 40 altos responsables del Partido Socialdemócrata, entre ellos a Erich Ollenhauer, quien encabezaba el partido desde 1952.»
Simpson descubrió que Estados Unidos no tenía la menor confianza en la izquierda alemana y que, por consiguiente, entrenó a los agentes secretos del BDJ y les asignó la misión «de penetrar el SPD y de espiar a los líderes del partido para poder eliminarlos más rápidamente cuando llegara el momento» [24].
Como puede comprenderse fácilmente, el Land de Hesse no podía admitir que la Casa Blanca estuviera entrenando y equipando en el mayor secreto a neonazis alemanes con listas secretas de gente que matar, entre las que se hallaban algunos de los ciudadanos más respetables del país. Así que la capital regional –Francfort– se convirtió en teatro de debates particularmente tempestuosos. Las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la RFA, ya de por sí muy delicadas después de la guerra, se deterioraron considerablemente y las posteriores entrevistas entre responsables estadounidenses y alemanes fueron particularmente tensas. El canciller Konrad Adenauer fingió no saber nada de todo aquello mientras que los estadounidenses trataban, por su parte, de limitar los daños. Donnelly, el embajador de Estados Unidos en Bonn, explicó que la organización había sido creada en el contexto de la guerra de Corea y agregó que ya se había previsto de antemano que la red fuese disuelta en los siguientes meses, independientemente del testimonio de Otto. Incluso dijo que el financiamiento ya estaba interrumpido desde agosto de 1952. Pero los miembros del TD se apresuraron a atestiguar que ya habían recibido el financiamiento para el mes de septiembre.
Era un tal Paul Luth, alto responsable del BDJ-TD, que servía de intermediario entre este y la CIA, quien controlaba los flujos de dinero provenientes de Estados Unidos, como se reveló en la investigación  [25]. Luth se reunía regularmente con varios estadounidenses a quienes rendía cuentas y, cuando se trataba de cuestiones delicadas, hacía siempre 4 copias de los informes escritos que entregaba a la CIA [26]. Cuando se descubrió el stay-behind alemán, los estadounidenses escondieron a Luth, quien pudo así escapar a la justicia y desapareció sin dejar rastro. Un antiguo compañero de escuela de Luth, Erhard Peters, también ocupaba funciones de primer plano en el ejército secreto. Peters fue nombrado a la cabeza del Technischer Dienst debido a su competencia en el campo de las comunicaciones por radio y en operaciones de guerrilla. Le gustaba que se identificara la red como la «Organización Peters» y, para mostrar su categoría, se había comprado un Mercedes 170 V y un BMW descapotable. Cuando su ejército secreto fue descubierto tampoco fue posible arrestar a Peters porque este invocó «la protección de los americanos», según los términos del informe de la investigación. Luth reapareció posteriormente ante la policía alemana luego de haber «dado a los americanos su palabra de honor de que no revelaría nada». Según su propio testimonio, la Casa Blanca les había ofrecido, a él y a otros nazis implicados en el escándalo TD, la posibilidad de emigrar a Estados Unidos, pero Luth no había aceptado la propuesta [27]. Ante los policías, Peters reconoció haber quemado numerosos expedientes que contenían informes destinados a los estadounidenses sobre las actividades del TD.
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Georg August Zinn (1901-1976). Socialista alemán, fue uno de los padres de la Constitución de la RFA. Presidió el Land de Hesse (de 1950 a 1969). En 1952, reveló con precisión la existencia del Gladio alemán y trató de obtener su prohibición.
Para los alemanes, el escándalo vinculado al BDJ-TD no fue únicamente de carácter regional sino que se convirtió en un verdadero asunto de Estado. Pero si Francfort creyó en algún momento que podía contar con la cooperación de Bonn –el gobierno federal–, el hecho es que no tardó en sufrir un desencanto. Al cabo de largas conversaciones con los estadounidenses, los principales responsables de la CDU del gobierno conservador de Adenauer trataron de enterrar el asunto y frenar las investigaciones. El 30 de septiembre de 1952, la Corte Suprema de Karlsruhe decidió –sin consultar o al menos informar a la policía de Francfort– poner en libertad a todos los miembros de la red TD que habían sido detenidos, lo cual provocó un verdadero escándalo entre la población. Los miembros del Gladio fueron por lo tanto liberados mientras que los dos jueces que habían que habían tomado aquella extraña decisión, Schrubbers y Wagner, eran ascendidos. El primer ministro del Land de Hesse, August Zinn, comentó lleno de cólera:
«La única explicación legal de esa liberación es que quizás hayan estimado en Karlsruhe [en la Corte Suprema] que actuaron bajo la dirección de los americanos». [28]
Zinn estaba tan furioso que decidió presentar el asunto al Parlamento federal, a pesar de las enormes presiones de los estadounidenses para evitar que lo hiciera. Fue así que, el 8 de octubre de 1952, el público y la prensa, en Alemania y en el extranjero, supieron por primera vez de la existencia de ejércitos stay-behind nazis financiados por Estados Unidos. «Señor Presidente, señoras y señores», declaró Zinn ante el Parlamento, «después de la entrevista que tuve el pasado 3 de octubre en Francfort con el canciller Adenauer y como resultado de la discusión que acabo de tener esta misma mañana en mi oficina con el señor Reeber, representante del Alto Comisariado americano, tengo que informar a la cámara de los siguientes hechos: el 9 de septiembre de 1952,» –el rostro del presidente era particularmente grave– «la policía criminal alemana supo de la existencia de una organización secreta creada en 1950-1951 por jefes del BDJ y bautizada TD por “Technischer Dienst”». Zinn prosiguió ante un auditorio perplejo:
«La organización estaba concebida como un movimiento de resistencia armada con objetivos políticos, constituido con el consentimiento y la cooperación del presidente del BDJ, Paul Luth. Gerhard Peters era el jefe de esa organización.»
Era la primera vez que políticos oían hablar de la existencia de un ejército secreto stay-behind. Zinn les informó que:
«Esa sección TD del BDJ tenía como misión formar un ejército de partisanos que, según los planes iniciales, debía mantenerse detrás de las líneas enemigas en caso de invasión soviética para realizar actos de sabotaje en territorio ocupado, como la voladura de puentes o ataques contra campamentos.»
Después de aquella somera descripción de las características típicas de una red stay-behind, Zinn mencionó el respaldo aportado por Estados Unidos y la dimensión nacional del ejército secreto anunciando que:
«Según el testimonio de una persona directamente implicada y el material que se ha logrado confiscar, la organización tenía como blancos, dentro de nuestras fronteras, el KPD y sobre todo el SPD. El descubrimiento de la organización dio inmediatamente lugar a detenciones y a la ocupación de documentos el 18 de septiembre de 1952.
Pero el 1º de octubre, la Corte Suprema ordenó que los sospechosos fuesen liberados bajo el pretexto de que el ejército secreto había sido creado por orden de varias agencias americanas.»
Las actas de la sesión parlamentaria señalan que se extendió entonces un clamor por toda la sala y que se oyeron exclamaciones de los diputados: «¡Escuchen! ¡Escuchen!» o «¡Increíble!».
Cuando el auditorio se calmó, Zinn prosiguió: «Según el testimonio de un alto responsable del TD, incluso se planificaron asesinatos». El anuncio acentuó la agitación del auditorio y algunos diputados comienzan a dirigirse a sus colegas: «¡Oigan! ¡Oigan! ¡Otra vez!»
Zinn continuó: «Se instaló un centro de entrenamiento en Waldmichelbach, en el bosque de Odenwald (...) Los miembros de la organización eran en gran parte ex oficiales de la Luftwaffe, de la Wehrmacht y de las SS.» De nuevo se agitó el Parlamento ya que todos sus miembros habían conocido la Segunda Guerra Mundial. Los parlamentarios gritaban ahora: «¿Están oyendo? ¡Increíble!»
Zinn explicó que los agentes tenían de 35 a 50 años y que «la organización disponía de un financiamiento considerable, los documentos ocupados sugieren que su presupuesto mensual se acercaba a los 50 000 marcos». Al oír aquello, un diputado gritó: «¿De dónde venía ese dinero?» Zinn respondió que «el dinero llegaba directamente al TD mediante transferencias fraudulentas provenientes de una agencia americana» y agregó que «la misma organización estaba también a cargo de una misión interna (…) Según el testimonio de uno de sus dirigentes, debía proceder a la eliminación de individuos “sospechosos” cuando llegara el Día-D», lo cual provocó nuevas reacciones en la asamblea, donde se oyeron voces que exclamaban: «¡Así que asesinatos! ¡Increíble!» Perfectamente consciente de la verdadera conmoción que sus revelaciones estaban provocando, Zinn continuó en el mismo tono solemne:
«Sobre este punto, hay que señalar que 15 hojas contenían nombres de comunistas mientras que se ocuparon no menos de 80 páginas sobre personalidades de la socialdemocracia (…) el ministro del Interior socialdemócrata del Land de Hesse estaba considerado como sospechoso de mantener vínculos con los comunistas.»
Además de críticas, esta última declaración provocó risas entre los diputados. «Según varios testimonios, una buena cantidad de documentos confidenciales fueron destruidos y otros fueron confiscados por un representante de las autoridades americanas y están, por lo tanto, actualmente inaccesibles. El dinero y las armas eran proporcionados por un americano que también supervisaba el entrenamiento», lo cual provocó una nueva ola de protestas entre los parlamentarios.
Pero Zinn no había terminado aún:
«Es importante señalar que, en el extranjero, organizaciones clandestinas similares han servido de base a actividades ilegales perpetradas en el territorio nacional. Se trata de una experiencia que ya hemos vivido, hace 30 años, en este país y parece que esa organización se inscribe en ese modelo.»
Aquella clara denuncia suscitó la aprobación de los parlamentarios con exclamaciones como: «¡Así es! ¡Exacto!» Zinn prosiguió:
«Esta misma mañana, el señor Reeber, representante de Estados Unidos, estuvo de acuerdo conmigo en que ese tipo de organizaciones constituye el fermento de la instauración del terror en el país, (…) expresó su más sincero pesar y condenó firmemente la existencia de tal red (…) Me garantizó su más plena cooperación para aclarar todo este asunto e identificar todas las ramificaciones para evitar que este fenómeno se repita en el futuro.» [29]
Por supuesto, no por ello fue desmantelado el Gladio alemán, como quedaría comprobado con las revelaciones de 1990. Simplemente se disimularon las huellas en la medida de lo posible. En octubre de 1952, el ex alto comisario estadounidense McCloy precisó claramente que Estados Unidos no estaba procediendo a un rearme de los nazis: «Durante todos estos años que yo he pasado en Alemania, nuestros objetivos y esfuerzos han apuntado siempre a la consolidación de las fuerzas democráticas y a la lucha contra los comunistas y también contra los neo y los pronazis».
McCloy subrayó que:
«Es por lo tanto inconcebible que un responsable americano haya podido respaldar actos como los descritos por el primer ministro Zinn. Esto debe expresarse claramente, en nombre de la verdad y de la amistad.» [30]
A pesar de aquellas bellas palabras, el Parlamento de Hesse encargó al ministro del Interior del Land una profunda investigación sobre el fenómeno. En 1953, el ministro entregó sus conclusiones bajo la forma de un impresionante informe de 3 volúmenes. [31]
Cuarenta años después de aquellos hechos, el ex agente de la CIA Thomas Polgar, jubilado en 1981 al cabo de 30 años al servicio de la agencia, se acordaba todavía muy bien del caso del Gladio alemán. En efecto, a principios de los años 1950, Polgar había estado destacado en Alemania, donde había sido enviado nuevamente a principios de los años 1970 como reemplazante de Ray Cline a la cabeza de la estación CIA en Alemania. Posteriormente, en los años 1990, Polgar testimonió:
«El Bund Deutscher Jugend era una organización política de derecha vagamente afiliada a uno de los partidos del Land de Hesse, en Alemania, y se componía de hombres motivados y firmemente decididos a contribuir a la resistencia clandestina en caso de ocupación de todo o parte del territorio de la RFA por el Ejército Rojo.
Cuando estalló el escándalo hubo un ruido considerable y se estimó que el general Truscott [del ejército de Estados Unidos] tendría que explicar en persona a los elementos implicados lo que había sucedido. Primeramente se explicó la situación al canciller alemán Konrad Adenauer.»
Como ya hemos visto, aquello no bastó para arreglar la situación.
«Después hablamos con el general Matthew Ridgeway, quien era por entonces el comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN, y finalmente con el primer ministro de Hesse Georg Zinn, quien incluso figuraba en la lista. [El general] Truscott le explicó que se trataba de una actividad ilegal pero que, después de todo, no era más que un ejercicio en papel del que él mismo nada sabía y que no debía en ningún caso interpretarse como una señal que pusiese en duda la confianza que nosotros teníamos en el primer ministro Zinn.» [32]
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Dieter von Glahn, ex miembro del Gladio. Fundó una orden templaria.
Después de las revelaciones de 1990, Dieter von Glahn aportó la confirmación de que existían células stay-behind no sólo en Hesse sino también en otros Lander alemanes. «Nuestra misión y nuestra organización eran idénticas a lo que hoy se conoce bajo el nombre de Gladio», explicó [33]. Personaje ambiguo del medio anticomunista alemán, Glahn se había escapado de un campo soviético de prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial. Después del armisticio se había unido al ejército secreto stay-behind incorporándose al BDJ-TD de Bremen, en el norte de Alemania. Según explicó en su autobiografía, publicada en 1994: «En la época de la guerra de Corea, los americanos estaban muy inquietos ante la idea de que la misma situación se repitiese en Alemania». Así que
«decidieron reclutar y constituir una unidad alemana confiable con vista al Día-D, el día de la invasión de Alemania por parte del Ejército Rojo. La unidad tenía que formarse con armamento americano, disponer de sus propios escondites de armas y pasar a la clandestinidad en caso de ofensiva.»
Glahn recordó que «le BDJ no era más que la pantalla, una especie de vitrina legal de la organización anticomunista. La rama clandestina Technischer Dienst u “Organización Peters”, como a veces la llamaba su director, constituía la verdadera unidad combatiente» y estaba presente en gran parte del territorio nacional. «El TD se convirtió por consiguiente en un componente esencial de la defensa antisoviética germano-americana. A los americanos les interesaban ante todo los antiguos elementos del ejército alemán», entre los que se hallaba precisamente él mismo.
«Como yo no escondía mis posiciones anticomunistas, fui reclutado. Así que yo era oficialmente el responsable del BDJ para la ciudad de Oldenburg, en Frisia Oriental. Extraoficialmente, yo dirigía el TD en toda la zona Oldenburg-Bremen-Frisia Oriental [en el noroeste de Alemania].» [34]
Con cierto orgullo, Glahn cuenta en sus memorias que el «FBI alemán», el Bundesamt für Verfassungsschutz (BfV), conocía y cubría las actividades de las redes stay-behind. «Yo colaboraba muy estrechamente con Neubert, del BfV.» Glahn menciona la lucha anticomunista en la que ambos estaban comprometidos: «de noche salíamos regularmente a pegar carteles y tapar los de los comunistas (…) denunciábamos así los vínculos que ciertos hombres de negocios mantenían con los comunistas. Aquello llevaba a menudo a enfrentamientos violentos.» Fue en esa época que «fundé numerosas secciones del BDJ en mi zona», con la ayuda de la CIA que entrenaba a los reclutas en el campamento de Waldmichelbach y en la base estadounidense de Grafenwöhr. «Yo mismo participé varias veces en aquellos entrenamientos. Los hombres, que portaban un uniforme americano parduzco y estaban autorizados a llamarse entre sí únicamente por su nombre de pila, venían de los cuatro puntos cardinales de Alemania pero no podían en ningún caso revelar el lugar de donde eran originarios. Durante 4 semanas estábamos completamente aislados del mundo exterior.» Los miembros del Gladio seguían
«un entrenamiento intensivo con vista al Día-D. En aquella época los americanos preparaban escondites de armas por todo el territorio de la RFA. En mi zona, mi adjunto y yo mismo éramos los únicos que conocíamos la localización exacta del escondite de armas (…) Estaba enterrado profundamente en un pequeño bosque.» [35]
La red stay-behind alemana no era la única que gozaba de la protección de la poderosa CIA. Gracias a esta última, el servicio de inteligencia ORG y su personal lograron enfrentar los descubrimientos de 1952 sin demasiados problemas. El general Reinhard Gehlen se mantuvo en funciones y en 1956 la «Organización Gehlen» cambió aquel nombre por el de «Bundesnachrichtendienst» (BND). Cuando le preguntaron al director de la CIA Allen Dulles si no sentía vergüenza por haber colaborado así con el nazi Gehlen, su respuesta fue:
«Yo ignoro si es un crápula. Usted sabe, hay muy pocos santos en el mundo del espionaje (…) Además, uno no llega ahí para hacer amigos.» [36]
Por cierto, no fue hasta que el gobierno federal del canciller conservador Kurt Georg Kiesinger y del vicecanciller y ministro de Relaciones Exteriores Willy Brandt comenzó a dudar de su servicio secreto BND que este último fue por primera vez objeto de una investigación verdaderamente profunda.
El «Informe Mercker» que se redactó entonces constituía «un documento tan acusador para el BND que todavía hoy sigue siendo confidencial». Al menos eso fue lo que informó la prensa alemana en 1995.
«Su reveladora conclusión sobre el BND: “una organización corrupta”» [37].
Reinhard Gehlen, directamente en el colimador de la investigación gubernamental, ni siquiera fue autorizado a leer el informe. Al leer el documento, los socialdemócratas, quienes por primera vez desde la guerra acababan de entrar al gobierno en la persona de Willy Brandt, se sintieron tan incómodos por la presencia nazi en las altas esferas del ejecutivo que de inmediato despidieron a Gehlen. Después de haber pasado 20 años a la cabeza del servicio de inteligencia alemán, Gehlen fue despedido el Día del Trabajador, el 1º de mayo de 1968. Para no incomodar a la Casa Blanca se escogió como sucesor a Gerhard Wessel, quien había servido en Washington como agregado militar de la RFA después de 1945 y mantenía excelentes relaciones con la CIA y con el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense.
Se ignora si el informe de Mercker, clasificado como confidencial, contenía información sobre las actividades stay-behind del ORG y del BND, aunque eso es lo que parecen indicar las pruebas descubiertas durante las investigaciones realizadas en 1990. Según el sucinto informe que el gobierno alemán presentó sobre el BND y su red stay-behind en diciembre de 1990, en diciembre de 1968 –o sea, sólo unos meses después del informe– se creó un marco legal para las actividades de la red clandestina: «En diciembre de 1968, el jefe de la cancillería federal había mencionado explícitamente en el artículo 16 de las “Directivas generales para el BND” que había que emprender preparativos de defensa». Parece que el gobierno de la época decidió continuar la operación stay-behind, pero ya con bases legales:
«La directiva indica: “El BND procede a los preparativos y planificaciones necesarios para la defensa, cuyas cuestiones generales se acuerdan con el jefe de la cancillería federal”». [38]
El periodista especialista en el Gladio Leo Muller se preguntó en 1990:
«¿Qué lógica antidemocrática subyacía aún en los nuevos stay-behind de los servicios secretos alemanes que fueron descubiertos en 1990?» [39]
¿La salida de Gehlen y la adopción de la nueva ley debilitaron el control de la CIA sobre las redes stay-behind alemanas? Eso está por averiguar. El ex miembro del Gladio Glahn precisa claramente en su libro que la CIA mantuvo el control hasta el último instante:
«Escribo deliberadamente “servicios secretos” en plural porque nosotros fusionamos más tarde con la Organización Gehlen por orden de los americanos.»
Según Glahn, aunque Gehlen fue el hombre clave de la red stay-behind alemana, el mando quedaba en manos de Estados Unidos:
«Esa organización había tomado el nombre de su fundador, el general Gehlen (…) Él había establecido un excelente cuartel general de la inteligencia en Pullach, en los alrededores de Munich (…) El Technischer Dienst, o TD, estaba en contacto permanente con la gente de la Organización Gehlen. En cuanto al Día-D, la decisión en el plano militar era siempre, sin embargo, de los americanos.» [40]
Cuando voló en pedazos la pantalla del ejército secreto alemán, en 1952, a Gehlen y sus colegas se les ofreció asilo en Estados Unidos para que pudieran escapar a la justicia alemana.
«Me propusieron huir a Estados Unidos, al igual que a otros miembros del TD que estaban implicados en una investigación criminal. Lo discutí ampliamente con mi mujer… pero finalmente decidí que no quería ser un emigrante. Mi lugar estaba aquí, en Alemania.» [41]
En mayo de 1955, Alemania se incorporó a la OTAN. Al igual que los demás ejércitos secretos de Europa, la red alemana fue incorporada al programa de guerra no convencional de la alianza atlántica. El informe oficial del gobierno alemán sobre el stay-behind, redactado por Lutz Stavenhagen en 1990, confirmó que
«con el fin de uniformizar sus programas con el mando militar de la OTAN, los servicios de inteligencia que participaban en la operación establecieron en 1952 el Coordinating and Planning Committee (Comité de Planificación y Coordinación) o CPC. Para coordinar su cooperación crearon el 1954 el Allied Coordination Committee (Comité de Coordinación Alliado) o ACC.»
El gobierno alemán confirmó además que el
«BND es miembro regular del CPC y del ACC desde 1959».
En un torpe intento de limitar los daños, el informe oficial afirmaba erróneamente que «los dos comités de coordinación nunca fueron ni forman parte actualmente de la estructura de la OTAN». Sin embargo, precisamente en el mismo momento, la investigación del Parlamento de Bélgica revelaba que el ACC y el CPC habían sido instaurados por el SACEUR [Comandante Supremo] de la OTAN, puesto sistemáticamente ocupado por un general estadounidense, y que estaban en contacto directo con el SHAPE [Supreme Headquarters Allied Powers in Europe] de la OTAN. El informe oficial alemán trató de insistir en la soberanía del ejército secreto alemán declarando: «que el BND haya formado parte de esos órganos no excluye en nada que el stay-behind nunca estuvo integrado a la OTAN ni que siempre haya sido el instrumento del BND. Nunca hubo ni existe hoy ninguna relación de subordinación de los diferentes servicios de inteligencia con el ACC y el CPC.» [42]
«Entre los diferentes servicios existía una cooperación bilateral así como también multilateral cuya coordinación garantizaba el ACC», describía el informe oficial del gobierno alemán al referirse a la dimensión internacional del ejército secreto stay-behind. «Entre esos participantes figuran, junto a Alemania Occidental: Bélgica, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Italia, Luxemburgo, Noruega y los Estados Unidos de América.» Según el informe, la cooperación incluía «entre otras cosas ejercicios conjuntos, la adquisición de un equipamiento de radio estandarizado [los transmisores Harpoon], compartir experiencias en materia de entrenamiento, el establecimiento de una terminología estandarizada en materia de inteligencia» [43]. Debido a la presencia entre ellos de gran cantidad de partidarios de la extrema derecha, Stavenhagen prefirió no precisar cifras en lo que se refería al número de miembros del Gladio que habían operado en Alemania durante la guerra fría. «A finales de los años 1950, la organización contaba alrededor de 75 miembros permanentes.», se limitó a indicar. «El número de informantes llegó a veces a 500. En 1983, el personal stay-behind fue igualmente formado en la dirección de los actos de sabotaje contra el invasor y en organización y mando de grupos de resistencia en territorio ocupado.» [44]
Según el informe, el gobierno alemán había sido informado de la existencia del ejército secreto «poco después de 1974 (en el marco de una presentación de estrategia de conjunto de los preparativos de defensa del BND). Podemos suponer, sin embargo, que informaciones sobre las bases de la operación stay-behind pudieron llegar a filtrarse antes de esa fecha.» En lo tocante al legislativo, una comisión del Parlamento, obligada a guardar silencio sobre ciertos secretos, fue puesta al tanto en los años 1980, cuando hubo que buscar créditos para la compra de nuevos equipos de comunicaciones Harpoon:
«En ocasión de la compra de nuevos transmisores de radio, la comisión competente (Vertrauensgremium) fue informada de su utilización por el stay-behind.» [45]
Los transmisores de radio Harpoon habían sido concebidos y producidos por orden del ACC, el centro de mando stay-behind de la OTAN, por la firma alemana AEG Telefunken, filial del grupo Daimler. El servicio de inteligencia BND había servido de intermediario y había comprado los sistemas Harpoon al fabricante por cuenta del ACC, que no debía aparecer en la transacción. El BND había hecho un pedido total de 854 transmisores por un monto de 130 millones de marcos. Conservó equipos por valor de unos 20 millones y revendió el resto a los demás ejércitos stay-behind de Europa Occidental. Último grito de la tecnología en su época, el sistema Harpoon podía enviar y recibir mensajes de radio codificados hasta una distancia de 6 000 kilómetros, así que era capaz de garantizar el enlace entre los diferentes stay-behind y entre ambas orillas del Atlántico. [46]
Durante la guerra fría Alemania estuvo dividida en 2 Estados. Una guerra secreta se libró, por lo tanto, entre el BND de Alemania occidental, respaldado por la CIA, y el MfS (Ministerium für Staatssicherheitsdient), más conocido como Stasi, que dependía del KGB soviético. Los dos servicios realizaban múltiples misiones de espionaje así como intentos de infiltración desde ambos lados del muro de Berlín. Aquellas operaciones eran especialmente fáciles en la medida en que tanto los agentes de la Stasi como los del BND eran todos alemanes y compartían, por lo tanto, el mismo idioma y la misma cultura. La CIA y el MI6, como resultado de sus experiencias respectivas, habían puesto al BND el sobrenombre de «servicio de filtraciones» [47]. Incluso llegó a leerse en Der Spiegel, la primera revista informativa de la RFA:
«El KGB y la Stasi de Berlín Este parecen haber logrado poner fácilmente a sus infiltrados en los puestos claves de Pullach [el cuartel general del BND] y obtener así acceso a la lista completa de sus agentes (…) Para sus rivales, el BND no es más que un gran chiste.» [48]
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Yuri Ivanovich Drosdov, el general del KGB que logró penetrar el Gladio alemán, estaba absolutamente al tanto de toda la información sobre la red stay-behind.
Cabe preguntarse en qué medida la Stasi, y por lo tanto Moscú, tenía conocimiento de los secretos vinculados a la operación stay-behind. Todo parece indicar que ambos tuvieron conocimiento de ella a finales de los años 1970. En la filtración comprobada más célebre estuvo implicada Heidrun Hofer, una secretaria que trabajaba en el Departamento IV del BND de Munich, el servicio a cargo de la dirección de la red stay-behind. Su puesto le daba acceso a los documentos más confidenciales de la OTAN, incluyendo los clasificados «cosmic». Aunque se desconoce la naturaleza exacta de los datos que transmitió a la Stassi y el KGB, lo que sí se sabe es que comunicó información sobre un centro de mando stay-behind altamente secreto, que se hallaba en la costa atlántica y debía servir de base al gobierno alemán en el exilio. Como consecuencia de la indiscreción de Hofer, hubo que reconstruir aquel centro en otro lugar, lo cual costó 100 millones de marcos.
No fue a propósito que Hofer reveló aquel secreto. Siendo hija de un oficial conservador, había sido específicamente seleccionada como blanco por el KGB, que había enviado a Argentina un agente encargado de entrar en contacto con el círculo de exiliados nazis para dotarse de una buena reputación. A su regreso, el agente debía pedir a Heidrun que se casara con él. El padre de la muchacha apreciaba a aquel «Hans» por sus ideas de extrema derecha, y dio su consentimiento. Después del matrimonio, «Hans» le dijo a Heidrun que él trabajaba para una organización ultraconservadora y la sorprendió mostrando que conocía a la perfección el BND. Excitada ante la idea de participar en una conspiración, Heidrun aceptó revelar información a Hans.
El servicio de contraespionaje del BND demoró bastante en descubrir la existencia del infiltrado del KGB. En diciembre de 1976, agentes del BND tendieron una emboscada en el domicilio de la joven que, sin saberlo, ya llevaba 6 años trabajando para el KGB. Hans logró escapar por una puerta oculta, pero Heidrun fue arrestada y acusada de alta traición. Sólo entonces supo que su marido era un espía de Moscú. La impresión que sufrió fue tan violenta para aquella mujer de convicciones ultraconservadoras que al parecer trató de matarse lanzándose por una ventana en momentos en que el BND la interrogaba en una oficina del sexto piso de su sede en Munich. Sobrevivió con algunas secuelas físicas y desde entonces vivió de una pensión por invalidez. La investigación sobre Hofer se cerró en 1987, por falta de nuevos elementos [49].
El segundo caso de espionaje que tuvo que enfrentar el BND implicó a un alto responsable ya que se trataba de Joachim Krase, el director adjunto del propio BND, fallecido en 1988. Krase era en realidad un doble agente pagado por la Stasi y, como escribió un periodista británico, había «revelado todo sobre el stay-behind y la Operación Gladio, levantando así un secreto que los rusos conocían desde el principio» [50].
Con la reunificación de Alemania, después de la caída del muro de Berlín, la Stasi fue desmantelada y el BND extendió sus actividades. Documentos del servicio de inteligencia de la RDA, hoy desclasificados, confirman que este estaba extremadamente bien informado sobre la operación stay-behind. Durante las maniobras efectuadas por la OTAN en 1979, unidades de la Stasi interceptaron señales desconocidas y detectaron la presencia de una red paralela. Al cabo de unos años de investigación lograron descifrar el código que utilizaban los agentes del stay-behind del BND y localizar más de 50 puntos repartidos por todo el territorio de Alemania occidental, pero muchos de los cuales estaban concentrados en la zona fronteriza con la RDA y Checoslovaquia.
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El general de la RDA Horst Mannchen presentaba a su gobierno informes regulares de la Stasi sobre el Gladio alemán.
En 1984, el general Horst Mannchen, director del Departamento III de la Stasi y responsable de las escuchas radiofónicas, comunicó a los ministros del gobierno de la RDA numerosos detalles sobre la red stay-behind del BND.
«Analizando señales de radio secretas del BND que hemos logrado descifrar (…) hemos podido reunir datos fiables sobre una categoría especial de agentes del BND.»
El informe de Mannchen, fechado el 3 de agosto de 1984, explicaba que aquellos elementos especiales del BND, a los que la Stasi llamaba «agentes» (Überrollagenten), se preparaban para una invasión de los ejércitos del Pacto de Varsovia y que habían sido entrenados para la realización de acciones subversivas tras las líneas enemigas. Subrayaba Mannchen que esos agentes secretos «representan un peligro real para las operaciones de las fuerzas del Pacto de Varsovia» y resaltaba por lo tanto la necesidad de identificarlos lo más rápidamente posible para neutralizarlos inmediatamente «en caso de conflicto militar» [51].
En otro informe, fechado el 6 de noviembre de 1984, Mannchen precisaba que en el seno del BND «esos agentes especiales son calificados de “stay-behind”» y que su creación parecía remontarse al programa de defensa desarrollado por la OTAN en previsión de una primera ofensiva de las fuerzas del Pacto de Varsovia. El director del Departamento III explicaba que la red contaba también con mujeres en sus filas y que la Stasi había logrado descifrar toda una serie de señales de radio secretas transmitidas desde el cuartel general del BND a sus agentes stay-behind.
«Estos agentes son hombres y mujeres, ciudadanos de la RFA que viven en territorio de Alemania occidental, en muchos casos a lo largo de la frontera con la RDA y Checoslovaquia. Tienen un buen conocimiento de su zona de operaciones y actúan solos o en grupos de 3 o 4 para efectuar misiones que se les confían en un radio de 40 kilómetros a partir del lugar donde residen. Según las informaciones de las que disponemos, entre 16 y 20 unidades están en contacto regular con el BND. Según varias fuentes en el seno del BND, el número total de agentes pudiera elevarse a 80.»
Mannchen indicaba, a modo de conclusión, que aquellos agentes especiales eran «peligrosos» y que la Stasi debería tratar de identificar a la mayor cantidad de ellos [52].
En un informe ulterior, la Stasi concluía que los datos reunidos «indicaban claramente que el BND había concedido gran importancia al entrenamiento y la preparación de estos agentes especiales». Las comunicaciones radiales interceptadas por el servicio revelaban también que la red stay-behind alemana estaba muy bien coordinada y que estaba en contacto con los «servicios secretos de la OTAN» en Cerdeña [Italia], en Huy (Bélgica) y en [las ciudades francesas de] Lille y Grenoble [53]. Al espiar las comunicaciones radiales stay-behind del BND, la Stasi supo de la instalación de los nuevos sistemas Harpoon en Alemania occidental y, el 22 de mayo de 1984, indicó que los agentes estaban utilizando ahora un equipamiento de comunicaciones más moderno y eficaz [54]. En un informe muy detallado de 11 páginas sobre la red stay-behind entregado en 1985, la Stasi deploraba que aquel nuevo sistema capaz de enviar señales de radio en menos de 3 segundos hacía la localización de los agentes del BND más difícil para los agentes de la RDA. [55]
Cuando se reveló, en 1990, la existencia de la red alemana, la prensa se interesó especialmente por el equipamiento de la organización secreta y preguntó al gobierno de Bonn si había escondites de armas en Alemania. «Como apoyo a las unidades de resistencia en territorio ocupado, los servicios secretos aliados establecieron escondites de armas en los primeros tiempos de la operación stay-behind. [Los escondites] contenían fundamentalmente piezas de repuesto para los aparatos de radio, medicinas, oro y joyas destinados a posibles transacciones en el mercado negro así como algunas pistolas», así confirmaba el vocero del gobierno alemán las características observadas en otros países. Pero, sorprendentemente, trató de engañar al público afirmando que «esos escondites habían sido desmantelados por las unidades stay-behind del BND antes de 1972, Las pistolas fueron destruidas. Actualmente, el equipamiento y el entrenamiento de los agentes de inteligencia se limitan estrictamente a las misiones de obtención de información y evacuación. Ese equipamiento incluye un transmisor de radio especial pero nunca armas ni explosivos.» [56]
Los periodistas alemanes sospecharon que el vocero del gobierno Lutz Stavenhagen les había mentido al afirmar que todos los escondites de armas habían sido destruidos en 1972. En efecto, misteriosos arsenales habían sido descubiertos en Alemania en los años 1980. El más célebre de aquellos descubrimientos había tenido lugar el 26 de octubre de 1981, cuando varios leñadores habían encontrado por casualidad una importante excavación que contenía armas de fuego y material de combate, cerca de la aldea de Ulzen, en los campos de Luneburg. Aquel sorprendente hallazgo provocó el arresto del guardabosque y militante de extrema derecha Heinz Lembke, quien condujo después los investigadores a una vasta red de no menos de 32 escondites de armas. «Esos escondites fueron atribuidos por principio al militante de extrema derecha Heinz Lembke», comentó en 1991 una fuente anónima en el ministerio de Defensa de Austria.
«Pero aquella seductora explicación tenía un defecto. Además de armas automáticas, los escondites contenían material de guerra química [Arsen y Zyankali] y unos 14 000 cartuchos así como armas antitanque, 156 kilogramos de explosivos, 230 detonadores y 258 granadas de mano. Es increíble que un Estado que tomó importantes medidas antiterroristas no notara el robo o desvío de tal cantidad de material de combate.» [57]
En su artículo titulado «Los ejércitos secretos de la CIA en Europa», el periodista estadounidense Jonathan Kwitny se interesaba por el documento del ministerio de Defensa austriaco, antes de concluir que «el programa stay-behind alemán hubiese podido dar lugar a un segundo escándalo, similar al de 1952, pero nada se dijo finalmente al público.»
Los escondites de armas descubiertos en 1981 habían permitido, en efecto,
«llegar hasta un grupo de jóvenes paramilitares dirigidos por el neonazi Heinz Lembke, quien fue arrestado. Se le describió en aquella época como un extremista desequilibrado que entrenaba clandestinamente sus tropas en medio del bosque.»
Kwitny señalaba, sin embargo, que él no era el único que relacionaba el arsenal de Lembke con la red stay-behind del BND ya que la publicación austriaca también había echado abajo la tesis de que el guardabosque no era más que un extremista perturbado y aislado.
«El responsable de la publicación del ministerio de Defensa austriaco, el general retirado Franz Freistatter, afirma haber supervisado personalmente la redacción del artículo que sugería que Lembke utilizaba los escondites de armas stay-behind para el entrenamiento de sus tropas neonazis. También afirma que cree esas tesis, aunque su autor haya preferido mantenerse en el anonimato.» [58]
El artículo de Kwitny y la publicación austriaca sobre el Gladio parecen indicar con toda razón que los escondites de armas de Lembke pertenecían a la red stay-behind alemana. Entre los documentos ocupados en 1952, cuando se descubrió la organización BDJ-TD, había una directiva relativa de Día-D, el día de la invasión. Aquella directiva indicaba que, en caso de invasión, los campos de Luneburg serían el punto de reunión del stay-behind del norte de Alemania y ordenaba:
«Los responsables de sectores han recibido orden de buscar dónde hay gran cantidad de camiones estacionados. El Día-D, los agentes requisarán esos camiones, por la fuerza si es necesario, y los llevarán después hasta los puntos de reunión especificados por el BDJ en las ciudades y pueblos. De ahí los camiones transportarán a los miembros hasta el punto de reunión del norte de Alemania, situado en los campos de Luneburg.» [59]
Como es de imaginar, el descubrimiento de los escondites de armas de Lembke, en octubre de 1981, provocó un verdadero escándalo en Alemania. Pero el asunto se volvió aún más explosivo cuando varias fuentes sugirieron que los arsenales no habían estado sin uso en espera de una hipotética invasión soviética sino que Lembke había utilizado parte del material para equipar a sus soldados de extrema derecha, quienes a su vez habían utilizado las armas mortales en un atentado con bomba perpetrado en Munich en 1980, un año antes del descubrimiento de los escondites. Aquella teoría rebosante de implicaciones fue emitida por el periodista alemán Harbart, quien estimaba que Gladio era «una espada en manos de extremistas». Harbart explicó que «la investigación sobre el atentado de Munich condujo hasta el guardabosque de Baja Sajonia Heinz Lembke». Harbart está convencido de que el hecho de recurrir a las bombas y a la estrategia de la tensión no se limitó a Italia sino que llegó hasta la propia Alemania. [60]
El bombazo de Munich es el más grave atentado que conoció Alemania después del fin de la Segunda Guerra Mundial. En la noche del 29 de septiembre de 1980, a las 22 horas 20 minutos, una bomba estalló en pleno centro de la popular Fiesta de la Cerveza. Como todos los años, miles de personas se habían reunido para participar en lo que muchos consideran el fin de semana más bello del año. La explosión mató a 13 personas e hirió a otras 213, muchas de gravedad. El hecho conmocionó a todo Munich y toda Alemania. La investigación policial mostró la responsabilidad de activistas de extrema derecha. Y condujo hasta varios grupúsculos neonazis entre los que se hallaba el «Wehrsportgruppe Hoffmann». Según la policía, un miembro de aquel grupo, un tal Gundolf Kohler, de 21 años, había puesto la bomba. Los expertos explicaron que el artefacto –una granada de mano metida dentro de un extintor– había sido concebido con gran habilidad y se llegó a dudar que Kohler hubiese logrado fabricar él solo una bomba tan compleja. Pero nunca fue interrogado porque murió en la explosión.
Ignaz Platzer, un participante en la fiesta que había perdido a sus dos hijos en la explosión, concedió en 1996 una entrevista al diario alemán Suddeutsche Zeitung y señaló que nunca se había realizado una investigación sobre la red de extrema derecha implicada en el atentado. «Ya hace varios años que usted viene pidiendo que se reabra el expediente. ¿Usted no cree que Gundolf Kohler haya sido el verdadero culpable?», le preguntó un periodista. «No. Hay demasiados elementos que tienden a probar lo contrario. ¿Por qué alguien que comete un acto de ese tipo portaría un pasaporte permitiendo así que se le identificara tan facilmente? ¿Por lo menos es seguro que no actuó solo», respondió el padre de las dos víctimas. «Hace tiempo que vengo luchando por descubrir quién se esconde detrás de todo eso. Pero he tenido que acostumbrame a la idea de que nunca recibiré una respuesta honesta.» El periodista le preguntó después: «¿Ha renunciado usted a pedir explicaciones?» A lo que Platzer respondió: «Entendí que insistir sólo me traería problemas.» [61]
Esos problemas provienen quizás del hecho que la investigación sobre el atentado de Munich había seguido la pista de los arsenales de Lembke hasta el ejército stay-behind alemán, que a su vez implicaba a la mayor alianza militar del mundo –la OTAN– y a una de las dos superpotencias de la época –Estados Unidos. E incluso si Estados Unidos, la OTAN y el BND no hubiesen tenido nada que ver con el drama de Munich, el descubrimiento de un ejército secreto vinculado a los movimientos de extrema derecha no habría dejado de dar lugar a interrogantes extremadamente delicadas, como la del control de las instituciones democráticas sobre los combatientes secretos y sus depósitos de armas.
Sólo un día después del atentado de Munich, la policía alemana a cargo de la investigación ya había descubierto que Lembke había proporcionado equipamiento a los activistas de extrema derecha. «El señor Lembke nos mostró diferentes tipos de explosivos, detonadores, mechas lentas, explosivos plásticos y explosivos militares», confesó Raymund Hornle, miembro del Wehrsportgruppe Hoffmann, a los policías que lo interrogaban.
«Dijo que había numerosos escondites con ese tipo de material enterrado en los bosques y que él podía darnos mucho (…) El señor Lembke nos dijo que él entrenaba gente en el uso de los detonadores y explosivos.» [62]
O sea, como demuestran los documentos de la policía, paralelamente al entrenamiento de los miembros del Gladio alemán, Lembke también proporcionaba apoyo a los terroristas de extrema derecha. «Helmuth Meyer me dijo que se podía obtener explosivos a través del señor Lembke», declaró la activista Sibylle Vorderbrugge después del atentado.
«Lembke nos mostró diferentes explosivos (…) nos dijo que había varios escondites de armas en los bosques.» [63]
A pesar de aquellos testimonios, la policía no efectuó ninguna investigación para tratar de hallar los escondites de armas de Lembke, de forma tal que hubo que esperar un año hasta varios leñadores descubrieron accidentalmente uno de aquellos arsenales, lo cual hizo imposible seguir negando su existencia. Pero aún entonces, los investigadores tampoco relacionaron el atentado con los escondites de armas stay-behind.
El 25 de noviembre de 1981, el Dr. Daubler-Gmelin, del SPD, sacó a relucir el tema ante el Parlamento nacional –el Bundestag– al dirigirse al gobierno en los siguientes términos:
«¿Pueden ustedes revelarnos, a raíz del descubrimiento de estos escondites de armas y del arresto del señor Lembke, si actualmente se vislumbra una nueva pista sobre el atentado de Munich?»
La pregunta era pertinente. Pero la respuesta lo fue mucho menos. El secretario de Estado von Schoeler se limitó a contestar:
«No tienen nada que ver.» [64]
Aquella versión oficial tenía como objetivo esconder toda relación con la organización Gladio ya que la existencia del ejército stay-behind tenía que mantenerse en secreto. También contradecía los testimonios de los militantes de extrema derecha interrogados por la policía. Inmediatamente después del descubrimiento de los escondites de armas hallados el 26 de octubre de 1981, la policía alemana registró el domicilio de Lembke y confiscó un cargador de pistola G3 y un juego de mechas lentas correspondiente a la fabricación de bombas. Pero el propio Lembke parecía intocable y no fue arrestado.
Nacido en 1937 en Stralsund, en el este de Alemania, Lembke había pasado un tiempo en la socialista RDA antes de huir al oeste a los 22 años y adquirir cierta celebridad en los círculos de extrema derecha. Se puso a la cabeza de la «Bund Vaterlandischer Jugend» o BVJ (Alianza de Jóvenes Patriotas). Como ideólogo de dicha organización concibió lemas tales como «Un alemán que piensa como judío merece que lo ahorquen» [65]. Al igual que el BDJ, declarado ilegal en 1952, la BVJ fue prohibida en 1962. Pero Lembke no renunció a sus convicciones de extrema derecha. En 1968 trató de aspirar a un escaño en el Parlamento regional de Baja Sajonia bajo la etiqueta del NPD. Pero renunció rápidamente a su carrera política para dedicarse al activismo y a la lucha contra los antifascistas alemanes, lo cual le valió ser enviado a los tribunales antes de que una jurisdicción superior lo declarara misteriosamente «no culpable».
No fue sino varias semanas después del descubrimiento de los escondites de armas que Lembke fue finalmente arrestado y encarcelado. Pero fue por otro motivo. Se le acusó de haberse negado a servir de testigo durante el juicio contra su amigo y colega el líder de extrema derecha Manfred Roder, del movimiento terrorista «Deutsche Aktionsgruppen». En la cárcel, Lembke cambió súbitamente de opinión y se declaró dispuesto a declarar sobre Roder, los escondites de armas y todo lo que sabía. Lembke precisó incluso que quería hablar únicamente con el fiscal que lo había interrogado inútilmente en el marco del caso Roder. Se aceptó aquella condición y el fiscal visitó inmediatamente a Lembke en su celda. Este comenzó finalmente a hablar y reveló la localización exacta de los 33 escondites de armas, de los que sólo algunos habían sido descubiertos hasta aquel momento. Lembke le dijo a su interlocutor que le diría al día siguiente quién se suponía que debía utilizar las armas y explosivos. Al día siguiente, el 1º de noviembre de 1981, Lembke apareció ahorcado con una cuerda amarrada al techo de su celda. [66]
A la policía local se le retiró entonces el caso de Lembke, que fue entregado a las autoridades nacionales de Bonn. El ministro del Interior de Baja Sajonia, Mocklinghoff, calificó aquella maniobra judicial de «chanchullo policial» [67]. Un año más tarde, el 3 de diciembre de 1982, Bonn decidió cerrar la investigación sin haber relacionado los arsenales secretos con el atentado de Munich y declarando que el caso de Lembke era «un caso privado». En el informe final, los investigadores concluían que «no existe ningún indicio que permita deducir que Lembke tenía intención de perturbar el orden constitucional de la República de Alemania mediante atentados o asesinatos». El texto final se limitaba a reconocer que Lembke vivía probablemente con el temor de una invasión soviética contra la cual tenía intenciones de librar una “guerra de partisanos” y concluía que
«el material de combate fue reunido y enterrado por él a lo largo de años para realizar operaciones de resistencia conforme a la hipótesis de una invasión, a la que él temía». [68]
Para sorpresa general, la corte concluyó finalmente «que las actividades de Lembke no representaban un peligro tan importante como se temió al principio. Sus esfuerzos no estaban en realidad dirigidos contra el orden actual del país.» Al mismo tiempo, el tribunal parece haber tomado conciencia de la estrategia stay-behind al declarar que Lembke había realizado una operación «Werwolf». Aquel término hacía referencia a las redes de tipo stay-behind que los nazis habían dejado tras ellos en numerosos países al final de la Segunda Guerra Mundial. Aquellas redes también disponían de sus propios escondites secretos de armas. El Werwolf, criatura del folklore germánico, es un ser humano que se transforma en un lobo sanguinario que ataca y mata a las personas hasta que sale el sol. La corte descubrió que
«el guardabosque había emprendido además preparativos en caso de que los comunistas llegasen al poder, para que el “Werwolf” pudiese entonces despertarse». [69]
Ya muerto, durante su detención y en las condiciones anteriormente mencionadas, Lembke no pudo comentar aquellas conclusiones. Muchos de sus camaradas de extrema derecha fueron condenados a pagar módicas multas. Entre toda la cantidad de armas halladas en los arsenales subterráneos, sólo se aclaró el origen de 3 de ellas. Provenían de una firma privada que equipaba al ejército alemán y a la OTAN.
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El diputado verde Manfred Such
Como resultado de las conexiones con la extrema derecha y las presuntas implicaciones con el atentado de Munich, Alemania enfrentó muchas dificultades para investigar y aclarar su propia historia en materia de stay-behind. El 5 de noviembre de 1990, Manfred Such, diputado de Los Verdes, presentó al gobierno de Helmut Kohl un pedido oficial sobre las sospechas de que existían estructuras del tipo Gladio en Alemania. El vocero del gobierno alemán, Hans Klein, provocó estupor y cólera entre los parlamentarios al declarar que «el Gladio alemán no era, como se ha dicho, un comando secreto o una unidad de guerrilla» y al agregar que no podía entrar en detalles por razones de confidencialidad [70].
La declaración de Klein provocó una ola de protestas en las filas de los socialdemócratas y Los Verdes de la oposición. El diputado Hermann Scheer, experto del SPD en temas de defensa, comparó la misteriosa red de extrema derecha con una especie de «Ku-Klux-Klan», más destinado a la realización de acciones antidemocráticas en tiempo de paz que a actuar en caso de invasión soviética. Con vista a aclarar completamente los hechos, Scheer demandó la inmediata apertura de una profunda investigación judicial al más alto nivel de la jerarquía del ejército de la sombra de la OTAN ya que
«la existencia de una organización militar armada y secreta que actúa fuera de todo control gubernamental es totalmente contraria a la ley fundamental y cae, por lo tanto, en el ámbito de la justicia penal». [71]
Scheer insistía en que era urgente que se realizara una investigación «antes de que alguien pueda hacer desaparecer las pruebas» [72]
Las voces del SPD que exigían la apertura de una profunda investigación enmudecieron de inmediato cuando se reveló que sus ministros también habían participado en la conspiración. Ante la cercanía de las elecciones, los socialdemócratas veían con temor el resultado de posibles investigaciones y sólo el partido de Los Verdes, fundado en 1980, persistió en exigir aclaraciones ya que, al no haber participado nunca antes en el gobierno, no podía estar implicado en el asunto. Así que el pedido de Los Verdes de que se discutiese en el Parlamento el tema del stay-behind y sus posibles vínculos con el terrorismo fue rechazado por la alianza CDU/CSU-FDP-SPD, que temía un escándalo de gran envergadura y que decidió por lo tanto, el 22 de noviembre de 1990, que la cuestión se abordaría a puertas cerradas en el seno de la PKK (Parlamentarische Kontrollkommission), la Comisión Parlamentaria de Control, obligada a mantener sus debates en secreto. Fue en ese marco que Volker Fortsch, el último director stay-behind del BND, informó que las unidades secretas iban a ser desmanteladas. Los Verdes, que no estaban representados en aquella importante comisión encargada de controlar las acciones del BND, arremetieron contra ella declarando que todo el mundo sabía perfectamente que la comisión acostumbraba a «cubrir más que aclarar» [73]. Cuando algunos periodistas trataron de obtener más información interrogando a Eberhard Blum, el ayudante de Gehlen y director del BND entre 1983 y 1985, este respondió:
«¿Gladio? Nunca hubo tal cosa en Alemania.» [74]
Los Verdes no se dieron por vencidos y presentaron una nueva moción el 29 de noviembre. «A finales del mes de octubre, el actual primer ministro italiano Giulio Andreotti confirmó en un informe al Parlamento la existencia en el seno de la OTAN de un servicio confidencial, conocido bajo el código de Gladio», comenzaba la moción, que contenía además la siguiente interrogante:
«¿Operó en Alemania una organización supranacional de ese tipo vinculada a la OTAN?»
El Dr. Lutz Stavenhaguen, miembro del gobierno de Helmut Kohl y responsable del servicio de inteligencia BND respondió con un breve y categórico «No».
Los Verdes también querían saber:
«¿Cuáles son la naturaleza y el contenido exacto de los acuerdos que el gobierno alemán concluyó en el momento de su adhesión a la OTAN o como consecuencia de ella y que autorizan las acciones de tales organizaciones?»
Nueva negativa de Stavenhaguen: «El gobierno alemán no ha concluido ningún acuerdo de ese tipo».
Los diputados le preguntaron entonces:
«¿Cuál es la naturaleza exacta de las relaciones que ha mantenido o que mantiene la OTAN con ese servicio secreto que operó en Alemania y/o en otros países de la OTAN?».
Respuesta de Stavenhaguen: «Dada la respuesta a la primera pregunta, esta otra es inútil.»
Los Verdes acabaron por preguntar:
«Estará dispuesto el gobierno a informar detalladamente y por propia iniciativa a esta asamblea en cuanto disponga de información pertinente? Y si no lo está, ¿por qué?»
Respuesta: «Sólo será posible responder a esta pregunta cuando esos documentos estén disponibles. La respuesta depende, en efecto, de las condiciones que rodeen la obtención de esos documentos.» [75]
Los Verdes estaban furiosos pero nada podían hacer. El gobierno del canciller cristianodemócrata Helmut Kohl, en funciones desde 1982, había preferido responder con una serie de mentiras antes que poner en peligro sus posibilidades en las primeras elecciones nacionales de la Alemania reunificada, que tendrían lugar el 2 de diciembre de 1990 con la victoria de Kohl.
Inmediatamente después de aquellas elecciones, el lunes 3 de diciembre de 1990, Lutz Stavenhaguen envió a todos los medios de difusión un fax titulado: «Informe del Gobierno sobre la organización Stay-behind del BND». Contradiciendo sus declaraciones anteriores, aquel informe confirmaba que una red secreta stay-behind vinculada a la OTAN había existido en Alemania:
«las unidades constituidas en territorio alemán hasta 1955 por los servicios secretos aliados con vista a recoger información y organizar operaciones de evacuación están bajo control del BND desde 1956.»
El gobierno confirmaba también que el ejército secreto se mantenía activo, aunque precisaba que el 22 de noviembre se había informado a la Comisión Parlamentaria de Control de los detalles importantes:
«En este momento 104 personas colaboran con el BND en el marco de la operación stay-behind
El informe concluía:
«Teniendo en cuenta la evolución de la situación política mundial, el BND comenzó desde el verano de 1990 a estudiar el desmantelamiento de la organización stay-behind. En base a acuerdos concluidos con los socios aliados, ese desmantelamiento comenzara hacia abril de 1991.» [76]
Mientras el BND garantizaba al público que el ejército secreto había sido disuelto y que los arsenales clandestinos en el país habían sido desmantelados, el tema volvió a salir a la palestra el 17 de agosto de 1995. Aquel día, Peter Naumann, un neonazi de 43 años con conocimientos de química y experto en explosivos guiaba, ante las cámaras, a un grupo de atónitos policías hasta el emplazamiento de no menos de 13 escondites que, según sus declaraciones, él mismo había preparado en Baja Sajonia y en Hesse durante los últimos 17 años. En aquellos depósitos había armas, municiones y unos 200 kilogramos de explosivos. Naumann confesó a los policías que era amigo de Lembke y que la mayoría de aquellas armas y explosivos venían de las reservas de este último. [77]
Resulta sorprendente comprobar que, a pesar de la presencia de terroristas neonazis en sus filas y de su supuesta implicación en atentados terroristas de extrema derecha, el ejército secreto alemán no fue objeto de ninguna investigación parlamentaria, con excepción de un informe oficial bastante detallado.
«En materia de transparencia democrática, Alemania clasifica en el último lugar entre todos los países europeos», concluyó el periodista investigador Leo Muller en un breve libro publicado en los primeros tiempos del escándalo sobre el Gladio [78]. Aunque otros periodistas, como Ulrich Stoll, reportero de la ZDF, investigaron sobre el Gladio en Alemania, el tema está lejos de estar agotado. Cuando se tuvo acceso a informes desclasificados de la Stasi, en 2002, Stoll declaró: «Las investigaciones sobre el Gladio pueden reanudarse.» [79]

[1] Para profundizar en el debate sobre los verdaderos autores del incendio del Reichstag, ver Der Reichstagsbrand. Wie Geschichte gemacht wird, de Alexander Bahar y Wilfried Kugel, (Quintessenz Verlag, Berlín, 2000).
[2] Bericht der Bundesregierung über die Stay-Behind Organisation des Bundesnachrich tendienstes. Documento de 4 páginas redactado en Bonn por Lutz Stavenhagen el 3 de diciembre de 1990. En el presente trabajo se mencionará en lo adelante ese documento bajo la denominación de Informe alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[3] Publicación francesa Intelligence Newsletter, 19 de diciembre de 1990.
[4] Publicación británica Searchlight, enero de 1991.
[5] Luego de ser extraditado desde Bolivia (en 1983), Klaus Barbie fue juzgado en la ciudad francesa de Lyon, en 1967, y condenado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad. Murió de cáncer en la cárcel, 4 años después del juicio. (Nota del editor)
[6] Christopher Simpson, Blowback: America’s Recruitment of Nazis and Its Effects on the Cold War (Weidenfeld y Nicolson, Londres, 1988), Prólogo. Es importante resaltar que la prensa estadounidense siguió la misma estrategia de disimulación que el Departamento de Justicia y mencionó aquello como una excepción. Por ejemplo, la agencia estadounidense UPI (United Press International) tituló al día siguiente: “Barbie, la excepción, no la regla”. Y la cadena de televisión ABC invitó a su edición nocturna a Allan Ryan quien explicó que Estados Unidos había «reclutado a Barbie de buena fe, sin saber el papel que había desempeñado en Francia… [y que] su caso no tenía nada de significativo». Respondiendo a las preguntas de los periodistas, Ryan prosiguió diciendo que era «altamente improbable que otros dignatarios nazis se hayan beneficiado con el mismo grado de confianza que Barbie… y que el caso [estaba] por lo tanto cerrado» (ibid.).
[7] Simpson, Blowback, p.44.
[8] Ibid., p.42.
[9] Ibid., p.40.
[10] Allan Francovich, Gladio: The Ringmasters. Primero de los 3 documentales de Francovich dedicados al Gladio, transmitido el 10 de junio de 1992 por BBC2.
[11] Ibid.
[12] Publicación británica Searchlight, enero de 1991.
[13] Ibid.
[14] Leo Muller, Gladio. Das Erbe des Kalten Krieges. Der NATO Geheimbund und sein deutscher Vorläufer (Rowohlt, Hamburgo, 1991), p.72. Con este libro, publicado en los primeros momentos del escándalo sobre el Gladio, el periodista alemán Leo Muller es probablemente quien ha presentado la mejor descripción de lo sucedido en Alemania en 1952. El fragmento sobre el testimonio de Hans Otto figura en el informe BDJ-TD que el gobierno local de Hesse publicó a raíz del escándalo.
[15] Dieter von Glahn, Patriot und Partisan für Freiheit und Einheit (Grabert, Tubingen, 1994), p.58.
[16] Otros campamentos militares, como el centro de entrenamiento de las unidades paracaidistas situado cerca de Altenstadt, en Baviera, fueron utilizados para el entrenamiento de las unidades stay-behind alemanas. Ver Erich Schmidt Eenboom, Die “Graue” und die “Rote” Hand. Geheimdienste in Altenstadt, años 1990. No publicado.
[17] Muller: Gladio, p.123.
[18] Ibid., p.124, citando el informe BDJ-TD.
[19] Ibid., citando el informe BDJ-TD.
[20] Ibid., p.130, citando el informe BDJ-TD.
[21] Ibid., p.128, citando el informe BDJ-TD.
[22] Ibid., p.129 et 130, citando el informe BDJ-TD.
[23] Ibid., p.133.
[24] Simpson, Blowback, p.181. Y Jens Mecklenburg (ed.), Gladio: Die geheime Terrororganisation der Nato (Elefanten Press, Berlín, 1997), p.74. Mecklenburg fue uno de los primeros en tomar conciencia, después de 1995, de las considerables implicaciones del fenómeno Gladio y en publicar en Europa varios ensayos sobre ese tema.
[25] Muller: Gladio, p.94, citando el informe BDJ-TD.
[26] Ibid., p.107, citando el informe BDJ-TD.
[27] Ibid., p.136 y 143.
[28] William Blum, Killing Hope. US Military and CIA interventions since World War II (Common Courage Press, Maine, 1995). En la página 64 de su profunda investigación sobre la CIA, Blum señala con toda razón que «esa operación en Alemania… formaba parte de una red mucho más amplia, cuya designación codificada era “Operación Gladio”, creada por la CIA y otros servicios de inteligencia europeos y que contaba con ejércitos secretos en toda Europa Occidental».
[29] Discurso de Zinn ante el Landtag (Parlamento régional) de Hesse, pronunciado el 8 de octubre de 1952. Transcripción en Muller, Gladio, p.146–152.
[30] Citado en Glahn, Patriot, p.67. El agente del TD Glahn calificó aquella declaración del estadounidense como «insultante hacia el TD».
[31] Titulado Der Technische Dienst des Bundes Deutscher Jugend (El TD del BDJ), el informe sobre la investigación, presentado en 1953 por el ministro del Interior de Hesse, contaba 3 volúmenes: un largo desarrollo de 121 páginas (primer volumen) y dos apéndices, uno de 200 páginas y el otro de 300 con copias de cartas, de registros, de informes y decisiones (volúmenes 2 y 3). Sin quitar mérito a los trabajos realizados en Bélgica, Suiza e Italia, puede considerarse que el Informe sobre el BDJ-TD es quizás la única investigación satisfactoria realizada después del descubrimiento de una red stay-behind del Gladio.
[32] Allan Francovich, Gladio: The Ringmasters. Primero de los 3 documentales de Francovich dedicados al Gladio, transmitido el 10 de junio de 1992 por BBC2.
[33] Publicación política austriaca Zoom, n°4/5, 1996: Es muss nicht immer Gladio sein. Attentate, Waffenlager, Erinnerungslücken, p.97. Y Klaus Harbart : «Gladio – ein Schwert in rechter Hand», en Der Rechte Rand, n°10, enero de 1991, p.4.
[34] Glahn: Patriot, p.41–42.
[35] Ibid., p.43–47.
[36] Simpson, Blowback, p.260.
[37] Sin autor especificado, «Schnüffler ohne Nase. Die Pannen und Pleiten des Bundesnachrichtendienstes in Pullach» en el semanario informativo alemán Der Spiegel, n°17, 1995.
[38] Informe alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[39] Muller, Gladio, p.109.
[40] Glahn, Patriot, p.48.
[41] Ibid., p.74.
[42] Informe alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[43] Ibid.
[44] Ibid.
[45] Ibid.
[46] Mecklenbrug, Gladio, p.64.
[47] Semanario británico The Economist, 27 de octubre de 1990.
[48] Sin autor especificado, «Schnüffler ohne Nase. Die Pannen und Pleiten des Bundesnachrichtendienstes in Pullach» en el semanario informativo alemán Der Spiegel, n°17, 1995.
[49] Muller, Gladio, p.20. Y Erich Schmidt Eenboom, Schnüffler ohne Nase. Der BND. Die unheimliche Macht im Staate (Econ Verlag, Dusseldorf, 1993), p.376.
[50] Diario británico The Observer, 6 de diciembre de 1990.
[51] MfS Hauptabteilung III. Report of General Major Männchen to Genosse Generalleutnant Neiber, Berlín, 3 de agosto de 1984. Desclasificado.
[52] MfS Hauptabteilung III. Report of General Major Männchen to Genosse Generalleutnant Neiber, Berlín, 6 de noviembre de 1984. Desclasificado.
[53] MfS Streng Vertraulich. Information G/02069/13/02/84. Relevante Funkverbindungen von Sonderagenten und der Partnerdienste des BND sowie der NATO Geheimdienste. Desclasificado.
[54] MfS Hauptabteilung III. Schnellautomatische Funksendungen im Funknetz der Ueberrollagenten des BND mit einer neuen Uebertragungsapparatur. Berlín, 22 de mayo de 1984. Desclasificado.
[55] MfS Hauptabteilung III. Gegenwärtiger Stand bei der Bearbeitung des Funkverbindungssystems des BND zu Ueberrollagenten. Berlin, 5 de julio de 1985. Desclasificado.
[56] Informe alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[57] Anónimo. Publicación austriaca Oesterreichische Militärische Zeitschrift, n°2, 1991, p.123.
[58] Jonathan Kwitny, «The CIA’s Secret Armies in Europe» en The Nation, 6 de abril de 1992, p.446.
[59] Mecklenburg, Gladio, p.78.
[60] Klaus Harbart, «Gladio – ein Schwert in rechter Hand» en Der Rechte Rand, n°10, enero de 1991, p.5.
[61] Diario alemán Süddeutsche Zeitung del 27 de septiembre de 1996.
[62] Mecklenburg, Gladio, p 82.
[63] Ibid.
[64] Transcripción de las sesiones del Parlamentp alemán. Deutscher Bundestag.
[65] Fragmento de Mecklenburg: Gladio, p.79.
[66] Klaus Harbart, «Gladio – ein Schwert in rechter Hand» en Der Rechte Rand, n°10, enero de 1991, p.5.
[67] Ibid.
[68] Ibid., p.6.
[69] Mecklenburg, Gladio, p.83.
[70] Presse- und Informationsamt der Bundesregierung. Pressemitteilung N°455/90, de Hans Klein, 14 de noviembre de 1990. Ver también Muller, Gladio, p.30.
[71] Fragmento de Muller, Gladio, p.14.
[72] Sin autor especificado, «Das blutige Schwert der CIA. Nachrichten aus dem Kalten Krieg: In ganz Europa gibt es geheime NATO Kommandos, die dem Feind aus dem Osten widerstehen sollen. Kanzler, Verteidigungsminister und Bundeswehrgenerale wussten angeblich von nichts. Die Spuren führen nach Pullach, zur ‘stay-behind organisation’ des Bundesnachrichtendienstes» en el semanario informativo alemán Der Spiegel, 19 de noviembre de 1990.
[73] Ibid.
[74] Mecklenburg, Gladio, p.48.
[75] «Kleine Anfrage der Abgeordneten Such, Frau Birthler, Hoss, Frau Dr Vollmer und der Fraktion DIE GRUENEN. Tätigkeit eines NATO-Geheimdienstes auch in der Bundesrepublik Deutschland?» Drucksache 11/8452. Inklusive Antworten von Dr Lutz G. Stavenhagen, MdB, Staatsminister beim Bundeskanzler, Beauftragter für die Nachrichtendienste. Bonn, 30 de noviembre de 1990.
[76] Informe alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[77] Publicación política austriaca Zoom, n°4/5, 1996: «Es muss nicht immer Gladio sein. Attentate, Waffenlager, Erinnerungslücken», p.110. Y Reuters, 17 de agosto de 1995.
[78] Muller, Gladio, p.19.
[79] Ulrich Stoll, Gladio: Späte Spuren einer NATO-Geheimarmee, en Thomas Leif (ed.), Mehr Leidenschaft Recherche. Skandal-geschictehn und Enthüllungsberichte. Ein Handbuch zur Recherche und Informationsbeschaffung (Westdeutscher Verlag, Wiesbaden, 2003), p.184