Respuesta
a Gisela Pérez de Acha sobre sus opiniones emitidas en el programa "Sin
Filtro" respecto a la propiedad de los medios en Venezuela
De acuerdo con las concepciones imperantes en los EEUU, no supone un daño a la democracia
el que un pequeño grupo de corporaciones controle el sistema de información:
de hecho, eso es la esencia de la democracia.
Noam Chomsky, "La oligarquía, esencia de la democracia"
En
el spot promocional del programa "Sin Filtro" de Foro TV, en tono
exacerbado, Gisela Pérez de Acha decía estar harta de la vieja clase
periodística y su respectivo sesgo al tratar la información. Sin
embargo, minutos después de haber comenzado el polémico programa, la
estudiante del ITAM afirmaba, como condena incuestionable, que en
Venezuela no hay medios públicos, que solo existen medios
gubernamentales, que todos los medios son de (Hugo) Chávez,
literalmente. Es decir, Gisela Pérez de Acha se convertía en un nuevo
portavoz de la matriz de opinión creada por esa vieja clase periodística
de la que decía estar harta y, entonces, usaba el mismo sesgo del que
se valen los oligopolios mediáticos de todo el mundo, en el afán
irracional por descalificar con calumnias el proceso de cambios
políticos y sociales que se vive en Venezuela.
De
ese modo, Gisela se convertía en un dispositivo más del engranaje
mediático mexicano que sólo se ha abocado a difamar al proyecto
socialista que encabeza Hugo Chávez, y con él, al pueblo organizado, a
la amplia mayoría del país. Otra vez, como prolongando infinitas veces,
las cámaras y micrófonos de Televisa disparaban frases desinformadas,
cargadas de mentira, solo que ahora las escupía una ex #132, una
estudiante de pose intelectual, que se jacta de representar una voz
crítica al duopolio televisivo, y de ser una alternativa a la línea
editorial impuesta por los medios aliados a los poderes fácticos que no
representan los intereses del pueblo. A los pocos más de 20 minutos de
haber iniciado "Sin Filtro", esa imagen, ese alarde, quedaba totalmente
sepultado ante los ojos y oídos de cualquiera que la haya escuchado y
tenga un poco más de información que Gisela sobre lo que ocurre en
Venezuela.
Ante
tus palabras, Gisela, me planteé dos escenarios. El mejor de ellos es
que te hubieses atrevido a hablar sobre un tema en el que demuestras
crasa ignorancia, y sobre el que tu única fuente de información
pareciera ser los mismos medios a los que criticas. En ese momento creí
conveniente que te informaras a profundidad sobre lo que ocurre en mi
país (y no estaría mal que fuera así sobre cada tema del que hables),
para que entonces, tu "imagen de una joven crítica" en un canal de
televisión privado pueda sostenerse con argumentos sólidos y no con
insípida verborrea.
Pero
el peor de los escenarios es que seas una vocera más del aparato
ideológico y mediático del capitalismo para difamar, basándote en
mentiras, los procesos de cambios sociales que se gestan en América
Latina, donde el pueblo históricamente excluido al fin asume un rol
protagónico en la vida política de sus países, al fin se puede expresar
con libertad. Y no puedo descartar "el peor de los casos", porque tu
afirmación es similar a la de Lucy Morillón, de la organización
Periodistas Sin Fronteras, quien declaró en CNN que "
el Presidente Chávez controla la mayoría de los canales de televisión". O a la de Jackson Diehl, subeditor de la página editorial del Washington Post y columnista, quien se refirió al "
dominio sobre los medios del régimen chavista"
en un artículo de septiembre de 2010 relacionado con las elecciones
legislativas de mi país. Pero lo más preocupante --espero que también
para ti-- es que tu frase fue más radical aún que la del exsecretario
adjunto para América Latina del departamento de estado de Estados Unido,
Roger Noriega, quien en noviembre de 2010, en una entrevista para PBS
dice que los medios venezolanos están
"prácticamente bajo el control de Chávez".
Créeme que preferiría comprender tu ignorancia a pensar que eres un
títere más de la línea editorial de los grandes medios, una alienada más
por el discurso de los poderosos o una cachorra ideológica del
imperialismo estadounidense.
Como
prefiero seguir creyendo en que eres una ignorante del tema y porque yo
también estoy harto de que los medios de comunicación en México y el
mundo sigan manipulando, desinformando y mintiéndole a la población
sobre lo que sucede en mi país, decidí escribir estas líneas. También lo
hago porque me indigna profundamente que en un espacio televisivo que
vendieron como "distinto", las mismas prácticas y los mismos vicios
mediáticos sigan imperando, y entonces, parece imposible cuestionar los
comentarios que planteaban la imposibilidad de tener un discurso
"crítico" en un espacio otorgado por los monopolios mediáticos que
imponen su opinión a los ciudadanos.
En
este artículo sólo me limitaré a responder las delirantes afirmaciones
de la Itamita, es decir, solamente escribiré sobre la propiedad de los
medios en Venezuela. El caso RCTV, la libertad de prensa, el caso de las
emisoras radiales y la ley RESORTE serán temas que quedarán reservados
para otros artículos. Creo que tocando a detalle cada tema podremos ir
desmontando las mentiras sobre mi país con el debido grado de
profundidad al tratar cada asunto, cosa que no hace la vieja clase
periodística, y cosa que tampoco ha hecho Gisela Pérez de Acha. Pronto
espero publicar una serie de artículos sobre la democratización de los
medios en Venezuela, pues es necesario que al calor de la agenda que
impulsa el Movimiento #YoSoy132 se conozca a profundidad, y sin sesgos,
una de las experiencias pioneras y más exitosas de América Latina en el
ámbito de la democratización de los medios.
En
fin, solo pretendo proporcionar algo de información para que todas las
personas que, como Gisela, tienen una imagen errónea sobre la propiedad
de los medios en Venezuela, puedan reflexionar y ser verdaderamente
críticas con la forma en que los medios mexicanos les han manipulado y
les han mentido.
Durante
varias décadas (aproximadamente nueve) la televisión comercial en
Venezuela fue un oligopolio que se inició con dos familias -a las que
luego se le añadieron otras-- constituidas como poderosos grupos
económicos: la Organización Diego Cisneros (ODC), que posee Venevisión, y
el grupo 1BC, controlado por las familias Bottome y Granier, que
dominaban Radio Caracas Televisión y Radio Caracas Radio. Contra la
decidida oposición de estos grupos, surgieron posteriormente Televen (de
Camero Zamora), Globovisión (de Alberto Federico Ravell y Guillermo
Zuloaga; CMT (de Humberto Petricca Zugaro), Meridiano TV (del editor
Armando de Armas) y La Tele. Estos grupos privados, aunados a las
televisoras locales, controlan 94% de la cobertura nacional y
desarrollan 85% de potencia efectiva irradiada, dejando para el sector
público un magro 15%. Para ser claro y contundente: más del 86% de los
medios que utilizan el espectro radioeléctrico público son de propiedad
privada, y la mayoría es controlada por grupos económicos que integran
la oposición política al gobierno.
A
este abrumador poder de emisión se añaden, para finales de 2004, más de
dos centenares de operadoras de televisión por suscripción. Las
operadoras legalizadas alcanzan a 5,5 millones de auditores, lo cual
totaliza cerca del 13% de la audiencia total (
El Nacional,
5/11/2004, p. A-19). En estas compañías cableras, se transmiten
libremente más de 184 canales de todo el mundo. Directv, una de las
cableras más importantes del país y que pertenece al grupo de Cisneros,
cubre buena parte del porcentaje de los usuarios de televisión de paga.
Además, Cisneros tiene acciones en Televisa, de esa manera se evidencia
con suficiente claridad la alianza antichavista de los medios en el
mundo.
Los
contados grupos económicos dueños de las televisoras también dominan
otras importantes empresas afines: poseen radios, agencias de
publicidad, asesoría de imagen y relaciones públicas que operan en
estrecha vinculación con los canales, y consorcios disqueros y otras
industrias culturales que producen el material a ser difundido,
prácticas monopolísticas que los países desarrollados prohíben.
A
pesar de los esfuerzos del gobierno por democratizar los medios, sigue
existiendo una alta concentración en la propiedad de la prensa. En
Venezuela circulan dos centenares de revistas, una docena de periódicos
de alcance nacional y unos setenta diarios locales. Los medios privados
acumulan el 90% de los periódicos. Los seis principales son poseídos
cada uno por un específico grupo familiar. En más de uno el capital
extranjero tiene también peso determinante. Nuestras rotativas imprimen
cotidianamente cerca de dos millones de ejemplares; para 1994 había 206
ejemplares de periódicos por mil habitantes. Si todos se vendieran y
cada uno llegara a dos lectores, éstos constituirían un público de casi
cuatro millones de personas que lee titulares y artículos con las
críticas más absurdas al gobierno de Chávez. Titulares paradójicos como:
"No hay libertad de expresión", enferman desde hace más de 10 años a
parte de la población venezolana.
Hoy
en día, Gisela, todavía no se han logrado las conquistas necesarias
para afirmar que en Venezuela hemos democratizado el espectro
radioeléctrico a pesar de los enormes esfuerzos realizados por el
Gobierno Bolivariano para lograr este objetivo. Los medios privados, que
despliegan líneas editoriales predominantemente hostiles al gobierno y
las instituciones, acumulan 78% de las televisoras VHS y 82% de las UHF.
Un reducido grupo de propietarios posee 65 televisoras en el país. De
ellas sólo seis tienen alcance nacional: las demás son emisoras locales.
En tres de éstas, Televisora Andina de Mérida, Canal de los Niños
Cantores del Zulia y Vale TV, tiene participación decisiva la Iglesia
católica. Hay una sola televisora de servicio público de alcance
nacional, Venezolana de Televisión, e incipientes emisoras comunitarias
de poco alcance, como Catia TV, a las cuales se agrega posteriormente
Vive TV y TVES.
Sin
embargo, uno de los grandes logros de la Revolución Bolivariana en esta
materia, es el crecimiento exponencial y el total apoyo a los medios
comunitarios, libres y alternativos. Según un informe publicado por el
Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela (Minci), en el año
2011 se pudo registrar en el país la existencia de 938 radios y
televisoras autorizadas. De las mismas, 70,36% son privadas, 25,05% son
de propiedad comunitaria y 4,58% son públicas. Si bien las cifras no
coinciden plenamente con las suministradas por la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (Conatel), en el estudio realizado por esta segunda
organización se observan tendencias similares. Un informe de gestión
publicado en 1998 por la Conatel, reportaba la existencia de 587
televisoras y radios, de las cuales 7,5 % eran públicas y 92,5% se
encontraban en manos privadas. Una medición posterior, realizada en el
año 2010, contabilizaba un total de 1.099 televisoras y radios
autorizadas, de las cuales 699 (63,6%) se encontraban en manos privadas,
120 (10,9%) eran públicas y 280 (25,5%) eran de propiedad comunitaria.
De este modo, se observaba un crecimiento exponencial de los medios
públicos, que crecieron un 173%, mientras que los medios de comunicación
privados crecieron un 28,7%.
Siguiendo
con el contraste sobre la democratización de los medios de comunicación
entre la IV República (períodos antes de Chávez) y la V República
(período de Chávez), un informe de laComisión
Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), muestra que en las cuatro
décadas de gobiernos de la derecha, es decir, antes de 1998, se
otorgaron licencias de transmisión a 330 radios privadas y 9 públicas en
FM; a 180 radios comerciales y 25 públicas en AM, así como a 31 canales
de televisión privados y 8 públicos. El gobierno bolivariano,
impulsando políticas por la democratización de los medios ha moderado
este monopolio privado y actualmente hay en el país 469 emisoras
comerciales y 82 públicas en FM; 184 emisoras comerciales y 25 públicas
en AM; 63 televisoras comerciales y 12 públicas en señal abierta; y
además hay 109 medios impresos de circulación nacional y regional (sin
contar medios comunitarios impresos). También ha habido un fuerte
impulso para otorgar a las comunidades las herramientas para informar
sobre los asuntos que le interesen. Para 2002 existían 13 radios y
televisoras comunitarias con licencias en Venezuela, mientras que en
2010 la cifra creció a 244 radios comunitarias con licencia en FM y 37
televisoras donde la comunidad organizada era la propietaria. Asimismo,
para 2007 se habían creado más de 100 periódicos comunitarios en el
país. A pesar de la falta de contundencia en las políticas
mediáticas, las cifras muestran un avance sostenido del Estado por la
democratización de los medios de comunicación.
También
sería bueno informarte sobre las cuotas de audiencia en televisión,
para que veas la manera terrible en que el "régimen chavista-stalinista
adoctrina e ideologiza a la población venezolana gracias a que ostenta
el monopolio mediático". En septiembre 2010, los canales de televisión
estatales en Venezuela registraron sólo un 5,4% cuota de audiencia. Del
otro 94.6% de la audiencia, 61.4% veían canales de televisión privados, y
33.1% veían canales de paga. Ya que los dueños de los canales privados,
en su gran mayoría, están políticamente opuestos al gobierno, es
evidente que más del 94 % de la programación vista por los venezolanos
no es pro-gobierno. De hecho, una gran parte de los medios privados es
fuertemente anti-gobierno, de manera más extrema de lo que se permite en
los Estados Unidos, por ejemplo (Véase "Inter-American Press
Association Shouldn't Pursue Partisan Agenda in Venezuela." 7 de enero.
http://www.cepr.net/index.php/op-eds-&-columns/op-eds-&-columns/inter-americanpress-association-shouldnt-pursue-partisan-agenda-in-venezuela)
Encuestas
realizadas en hogares venezolanos, durante más de diez años por AGB
Panamericana de Venezuela Medición S.A., una filial local de Nielsen
Media Research Internacional revelan datos donde demuestran que incluso
después de la expansión del principal canal estatal (VTV), y la creación
o expansión de cuatro canales más (TVES, Vive TV, TV Catia, Asamblea),
la cuota de audiencia del Estado aun se mantiene bastante baja - aunque
actualmente está considerablemente más grande de lo que estaba una
década atrás. Durante los años 2000 y 2001, los canales estatales
registraron un promedio de 1,9 % de la audiencia, en comparación con el
5,9 % durante 2009-2010.
Destaca
mencionar que la cuota estatal de la audiencia televisiva en Venezuela,
la cual registra un 5,1% para el presente año, es marginal no solo en
su tamaño, sino también en comparación a varios otros países con canales
públicos. Por ejemplo, la cuota pública de audiencia en Francia es
aproximadamente 37 % y en el Reino Unido llega al 37.8% .Por supuesto,
estos canales son menos partidarios que la mayoría de los canales
estatales en Venezuela, y por lo tanto no se pueden comparar
directamente. Sin embargo, lo mismo es cierto para el otro lado de la
ecuación: Francia y el Reino Unido no tienen canales privados que forman
parte de un movimiento de oposición política, o por lo menos no al
mismo grado que en Venezuela.
Los
datos sobre la cuota de audiencia de televisión en Venezuela
contradicen el reclamo comúnmente creído y extensamente reportado por
personas como Gisela, que el gobierno de Chávez domina el medio
televisivo. En realidad, lo contrario es cierto: la cuota de audiencia
de los canales estatales es muy mínima, actualmente es de solamente un
5%. Los canales privados abrumadoramente dominan la audiencia
televisiva. Por eso reitero Gisela, todavía faltan por hacer muchas
cosas, falta equilibrar verdaderamente el espectro radioeléctrico en
Venezuela, y cuando eso ocurra no quisiera imaginarme lo que van a decir
los grandes medios de comunicación. Pues si la realidad es tan distante
a la matriz de opinión que se ha creado, imagínate el día en que
realmente logremos la total democratización de los medios.
Más
bien podemos ser críticos con el gobierno de Chávez justamente por no
haber tomado este tema con la suficiente dureza, porque en Venezuela no
sólo hay libertad de expresión, sino "libertinaje de expresión". Sin
embargo, Chávez ha sido un gobernante que ha actuado siempre bajo los
marcos constitucionales.
Bajo
estas conclusiones, Gisela, quisiera invitarte no sólo a que te
retractes de la gran mentira que dijiste en "Sin Filtro", sino de que
les informes a los mexicanos con imparcialidad, con objetividad, y con
los argumentos y cifras que te he dado, parte de una realidad
incuestionable en Venezuela. Me encantaría escuchar por primera vez en
un medio mexicano, un discurso más cercano a la realidad que vive el
pueblo venezolano, un discurso alejado de la satanización a Hugo Chávez y
de la "dictadura venezolana". Hoy Venezuela construye un sistema
profundamente democrático sobre los pilares de la justicia, de la
igualdad, de la libertad, siempre entendiendo la democracia como darle
el poder al pueblo. Ya basta de mentiras, de manipulación y
desinformación sobre lo que pasa en Venezuela. Aprovecha el espacio que
tienes en Televisa, esa capacidad de llegar a tanta gente, y ten la
"bonditud" de informar verazmente sobre la realidad de los pueblos que
han visto resueltas sus demandas históricas gracias a la voluntad de
gobiernos cercanos a los intereses del pueblo.
Gisela,
y es que los mismos que te dijeron que "todos los medios son de
Chávez", han dicho que "los comunistas comen niños", y si sobre la
segunda todavía tienes dudas, de una vez te digo, es falso, no comemos
niños ¿Ya hay razones para que les dejes de creer?
*venezolano, estudiante de la UNAM