Etiquetas

lunes, 5 de noviembre de 2012

VENEZUELA: TODOS LOS MEDIOS SON DE CHÁVEZ? ¿LITERALMENTE?



Respuesta a Gisela Pérez de Acha sobre sus opiniones emitidas en el programa "Sin Filtro" respecto a la propiedad de los medios en Venezuela
 De acuerdo con las concepciones imperantes en los EEUU, no supone un daño a la democracia 
el que un pequeño grupo de corporaciones controle el sistema de información: 
de hecho, eso es la esencia de la democracia.
Noam Chomsky, "La oligarquía, esencia de la democracia"

En el spot promocional del programa "Sin Filtro" de Foro TV, en tono exacerbado, Gisela Pérez de Acha decía estar harta de la vieja clase periodística y su respectivo sesgo al tratar la información.  Sin embargo, minutos después de haber comenzado el polémico programa, la estudiante del ITAM afirmaba, como condena incuestionable, que en Venezuela no hay medios públicos, que solo existen medios gubernamentales, que todos los medios son de (Hugo) Chávez, literalmente. Es decir, Gisela Pérez de Acha se convertía en un nuevo portavoz de la matriz de opinión creada por esa vieja clase periodística de la que decía estar harta y, entonces, usaba el mismo sesgo del que se valen los oligopolios mediáticos de todo el mundo, en el afán irracional por descalificar con calumnias el proceso de cambios políticos y sociales que se vive en Venezuela.
De ese modo, Gisela se convertía en un dispositivo más del engranaje mediático mexicano que sólo se ha abocado a difamar al proyecto socialista que encabeza Hugo Chávez, y con él, al pueblo organizado, a la amplia mayoría del país. Otra vez, como prolongando infinitas veces, las cámaras y micrófonos de Televisa disparaban frases desinformadas, cargadas de mentira, solo que ahora las escupía una ex #132, una estudiante de pose intelectual, que se jacta de representar una voz crítica al duopolio televisivo, y de ser una alternativa a la línea editorial impuesta por los medios aliados a los poderes fácticos que no representan los intereses del pueblo. A los pocos más de 20 minutos de haber iniciado "Sin Filtro", esa imagen, ese alarde, quedaba totalmente sepultado ante los ojos y oídos de cualquiera que la haya escuchado y tenga un poco más de información que Gisela sobre lo que ocurre en Venezuela.
Ante tus palabras, Gisela, me planteé dos escenarios. El mejor de ellos es que te hubieses atrevido a hablar sobre un tema en el que demuestras crasa ignorancia, y sobre el que tu única fuente de información pareciera ser los mismos medios a los que criticas. En ese momento creí conveniente que te informaras a profundidad sobre lo que ocurre en mi país (y no estaría mal que fuera así sobre cada tema del que hables), para que entonces, tu "imagen de una joven crítica" en un canal de televisión privado pueda sostenerse con argumentos sólidos y no con insípida verborrea.
Pero el peor de los escenarios es que seas una vocera más del aparato ideológico y mediático del capitalismo para difamar, basándote en mentiras, los procesos de cambios sociales que se gestan en América Latina, donde el pueblo históricamente excluido al fin asume un rol protagónico en la vida política de sus países, al fin se puede expresar con libertad. Y no puedo descartar "el peor de los casos", porque tu afirmación es similar a la de Lucy Morillón, de la organización Periodistas Sin Fronteras, quien declaró en CNN que "el Presidente Chávez controla la mayoría de los canales de televisión". O a la de Jackson Diehl, subeditor de la página editorial del Washington Post y columnista, quien se refirió al "dominio sobre los medios del régimen chavista" en un artículo de septiembre de 2010 relacionado con las elecciones legislativas de mi país. Pero lo más preocupante --espero que también para ti-- es que tu frase fue  más radical aún que la del exsecretario adjunto para América Latina del departamento de estado de Estados Unido, Roger Noriega, quien en noviembre de 2010, en una entrevista para PBS dice que los medios venezolanos están "prácticamente bajo el control de Chávez". Créeme que preferiría comprender tu ignorancia a pensar que eres un títere más de la línea editorial de los grandes medios, una alienada más por el discurso de los poderosos o una cachorra ideológica del imperialismo estadounidense.
Como prefiero seguir creyendo en que eres una ignorante del tema y porque yo también estoy harto de que los medios de comunicación en México y el mundo sigan manipulando, desinformando y mintiéndole a la población sobre lo que sucede en mi país, decidí escribir estas líneas. También lo hago porque me indigna profundamente que en un espacio televisivo que vendieron como "distinto", las mismas prácticas y los mismos vicios mediáticos sigan imperando, y entonces, parece imposible cuestionar los comentarios que planteaban la imposibilidad de tener un discurso "crítico" en un espacio otorgado por los monopolios mediáticos que imponen su opinión a los ciudadanos.
En este artículo sólo me limitaré a responder las delirantes afirmaciones de la Itamita, es decir, solamente escribiré sobre la propiedad de los medios en Venezuela. El caso RCTV, la libertad de prensa, el caso de las emisoras radiales y la ley RESORTE serán temas que quedarán reservados para otros artículos. Creo que tocando a detalle cada tema podremos ir desmontando las mentiras sobre mi país con el debido grado de profundidad al tratar cada asunto, cosa que no hace la vieja clase periodística, y cosa que tampoco ha hecho Gisela Pérez de Acha. Pronto espero publicar una serie de artículos sobre la democratización de los medios en Venezuela, pues es necesario que al calor de la agenda que impulsa el Movimiento #YoSoy132 se conozca a profundidad, y sin sesgos, una de las experiencias pioneras y más exitosas de América Latina en el ámbito de la democratización de los medios.
En fin, solo pretendo proporcionar algo de información para que todas las personas que, como Gisela, tienen una imagen errónea sobre la propiedad de los medios en Venezuela, puedan reflexionar y ser verdaderamente críticas con la forma en que los medios mexicanos les han manipulado y les han mentido.
Durante varias décadas (aproximadamente nueve) la televisión comercial en Venezuela fue un oligopolio que se inició con dos familias -a las que luego se le añadieron otras-- constituidas como poderosos grupos económicos: la Organización Diego Cisneros (ODC), que posee Venevisión, y el grupo 1BC, controlado por las familias Bottome y Granier, que dominaban Radio Caracas Televisión y Radio Caracas Radio. Contra la decidida oposición de estos grupos, surgieron posteriormente Televen (de Camero Zamora), Globovisión (de Alberto Federico Ravell y Guillermo Zuloaga; CMT (de Humberto Petricca Zugaro), Meridiano TV (del editor Armando de Armas) y La Tele. Estos grupos privados, aunados a las televisoras locales, controlan 94% de la cobertura nacional y desarrollan 85% de potencia efectiva irradiada, dejando para el sector público un magro 15%. Para ser claro y contundente: más del 86% de los medios que utilizan el espectro radioeléctrico público son de propiedad privada, y la mayoría es controlada por grupos económicos que integran la oposición política al gobierno.
A este abrumador poder de emisión se añaden, para finales de 2004, más de dos centenares de operadoras de televisión por suscripción. Las operadoras legalizadas alcanzan a 5,5 millones de auditores, lo cual totaliza cerca del 13% de la audiencia total (El Nacional, 5/11/2004, p. A-19). En estas compañías cableras, se transmiten libremente más de 184 canales de todo el mundo. Directv, una de las cableras más importantes del país y que pertenece al grupo de Cisneros, cubre buena parte del porcentaje de los usuarios de televisión de paga. Además, Cisneros tiene acciones en Televisa, de esa manera se evidencia con suficiente claridad la alianza antichavista de los medios en el mundo.
Los contados grupos económicos dueños de las televisoras también dominan otras importantes empresas afines: poseen radios, agencias de publicidad, asesoría de imagen y relaciones públicas que operan en estrecha vinculación con los canales, y consorcios disqueros y otras industrias culturales que producen el material a ser difundido, prácticas monopolísticas que los países desarrollados prohíben.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por democratizar los medios, sigue existiendo una alta concentración en la propiedad de la prensa. En Venezuela circulan dos centenares de revistas, una docena de periódicos de alcance nacional y unos setenta diarios locales. Los medios privados acumulan el 90% de los periódicos. Los seis principales son poseídos cada uno por un específico grupo familiar. En más de uno el capital extranjero tiene también peso determinante. Nuestras rotativas imprimen cotidianamente cerca de dos millones de ejemplares; para 1994 había 206 ejemplares de periódicos por mil habitantes. Si todos se vendieran y cada uno llegara a dos lectores, éstos constituirían un público de casi cuatro millones de personas que lee titulares y artículos con las críticas más absurdas al gobierno de Chávez. Titulares paradójicos como: "No hay libertad de expresión", enferman desde hace más de 10 años a parte de la población venezolana.

Hoy en día, Gisela, todavía no se han logrado las conquistas necesarias para afirmar que en Venezuela hemos democratizado el espectro radioeléctrico a pesar de los enormes esfuerzos realizados por el Gobierno Bolivariano para lograr este objetivo. Los medios privados, que despliegan líneas editoriales predominantemente hostiles al gobierno y las instituciones, acumulan 78% de las televisoras VHS y 82% de las UHF. Un reducido grupo de propietarios posee 65 televisoras en el país. De ellas sólo seis tienen alcance nacional: las demás son emisoras locales. En tres de éstas, Televisora Andina de Mérida, Canal de los Niños Cantores del Zulia y Vale TV, tiene participación decisiva la Iglesia católica. Hay una sola televisora de servicio público de alcance nacional, Venezolana de Televisión, e incipientes emisoras comunitarias de poco alcance, como Catia TV, a las cuales se agrega posteriormente Vive TV y TVES.
Sin embargo, uno de los grandes logros de la Revolución Bolivariana en esta materia, es el crecimiento exponencial y el total apoyo a los medios comunitarios, libres y alternativos. Según un informe publicado por el Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela (Minci), en el año 2011 se pudo registrar en el país la existencia de 938 radios y televisoras autorizadas. De las mismas, 70,36% son privadas, 25,05% son de propiedad comunitaria y 4,58% son públicas. Si bien las cifras no coinciden plenamente con las suministradas por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), en el estudio realizado por esta segunda organización se observan tendencias similares. Un informe de gestión publicado en 1998 por la Conatel, reportaba la existencia de 587 televisoras y radios, de las cuales 7,5 % eran públicas y 92,5% se encontraban en manos privadas. Una medición posterior, realizada en el año 2010, contabilizaba un total de 1.099 televisoras y radios autorizadas, de las cuales 699 (63,6%) se encontraban en manos privadas, 120 (10,9%) eran públicas y 280 (25,5%) eran de propiedad comunitaria. De este modo, se observaba un crecimiento exponencial de los medios públicos, que crecieron un 173%, mientras que los medios de comunicación privados crecieron un 28,7%.
Siguiendo con el contraste sobre la democratización de los medios de comunicación entre la IV República (períodos antes de Chávez) y la V República (período de Chávez), un informe de laComisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), muestra que en las cuatro décadas de gobiernos de la derecha, es decir, antes de 1998, se otorgaron licencias de transmisión a 330 radios privadas y 9 públicas en FM; a 180 radios comerciales y 25 públicas en AM, así como a 31 canales de televisión privados y 8 públicos. El gobierno bolivariano, impulsando políticas por la democratización de los medios ha moderado este monopolio privado y actualmente hay en el país 469 emisoras comerciales y 82 públicas en FM; 184 emisoras comerciales y 25 públicas en AM; 63 televisoras comerciales y 12 públicas en señal abierta; y además hay 109 medios impresos de circulación nacional y regional (sin contar medios comunitarios impresos). También ha habido un fuerte impulso para otorgar a las comunidades las herramientas para informar sobre los asuntos que le interesen. Para 2002 existían 13 radios y televisoras comunitarias con licencias en Venezuela, mientras que en 2010 la cifra creció a 244 radios comunitarias con licencia en FM y 37 televisoras donde la comunidad organizada era la propietaria. Asimismo, para 2007 se habían creado más de 100 periódicos comunitarios en el país. A pesar de la falta de contundencia en las políticas mediáticas, las cifras muestran un avance sostenido del Estado por la democratización de los medios de comunicación.
También sería bueno informarte sobre las cuotas de audiencia en televisión, para que veas la manera terrible en que el "régimen chavista-stalinista adoctrina e ideologiza a la población venezolana gracias a que ostenta el monopolio mediático". En septiembre 2010, los canales de televisión estatales en Venezuela registraron sólo un 5,4% cuota de audiencia. Del otro 94.6% de la audiencia, 61.4% veían canales de televisión privados, y 33.1% veían canales de paga. Ya que los dueños de los canales privados, en su gran mayoría, están políticamente opuestos al gobierno, es evidente que más del 94 % de la programación vista por los venezolanos no es pro-gobierno. De hecho, una gran parte de los medios privados es fuertemente anti-gobierno, de manera más extrema de lo que se permite en los Estados Unidos, por ejemplo (Véase "Inter-American Press Association Shouldn't Pursue Partisan Agenda in Venezuela." 7 de enero. http://www.cepr.net/index.php/op-eds-&-columns/op-eds-&-columns/inter-americanpress-association-shouldnt-pursue-partisan-agenda-in-venezuela)
Encuestas realizadas en hogares venezolanos, durante más de diez años por AGB Panamericana de Venezuela Medición S.A., una filial local de Nielsen Media Research Internacional revelan datos donde demuestran que incluso después de la expansión del principal canal estatal (VTV), y la creación o expansión de cuatro canales más (TVES, Vive TV, TV Catia, Asamblea), la cuota de audiencia del Estado aun se mantiene bastante baja - aunque actualmente está considerablemente más grande de lo que estaba una década atrás. Durante los años 2000 y 2001, los canales estatales registraron un promedio de 1,9 %  de la audiencia, en comparación con el 5,9 % durante 2009-2010.
Destaca mencionar que la cuota estatal de la audiencia televisiva en Venezuela, la cual registra un 5,1%  para el presente año, es marginal no solo en su tamaño, sino también en comparación a varios otros países con canales públicos. Por ejemplo, la cuota pública de audiencia en Francia es aproximadamente 37 % y en el Reino Unido llega al 37.8% .Por supuesto, estos canales son menos partidarios que la mayoría de los canales estatales en Venezuela, y por lo tanto no se pueden comparar directamente. Sin embargo, lo mismo es cierto para el otro lado de la ecuación: Francia y el Reino Unido no tienen canales privados que forman parte de un movimiento de oposición política, o por lo menos no al mismo grado que en Venezuela.
Los datos sobre la cuota de audiencia de televisión en Venezuela contradicen el reclamo comúnmente creído y extensamente reportado por personas como Gisela, que el gobierno de Chávez domina el medio televisivo. En realidad, lo contrario es cierto: la cuota de audiencia de los canales estatales es muy mínima, actualmente es de solamente un 5%. Los canales privados abrumadoramente dominan la audiencia televisiva. Por eso reitero Gisela, todavía faltan por hacer muchas cosas, falta equilibrar verdaderamente el espectro radioeléctrico en Venezuela, y cuando eso ocurra no quisiera imaginarme lo que van a decir los grandes medios de comunicación. Pues si la realidad es tan distante a la matriz de opinión que se ha creado, imagínate el día en que realmente logremos la total democratización de los medios.
Más bien podemos ser críticos con el gobierno de Chávez justamente por no haber tomado este tema con la suficiente dureza, porque en Venezuela no sólo hay libertad de expresión, sino "libertinaje de expresión". Sin embargo, Chávez ha sido un gobernante que ha actuado siempre bajo los marcos constitucionales.
Bajo estas conclusiones, Gisela, quisiera invitarte no sólo a que te retractes de la gran mentira que dijiste en "Sin Filtro", sino de que les informes a los mexicanos con imparcialidad, con objetividad, y con los argumentos y cifras que te he dado, parte de una realidad incuestionable en Venezuela. Me encantaría escuchar por primera vez en un medio mexicano, un discurso más cercano a la realidad que vive el pueblo venezolano, un discurso alejado de la satanización a Hugo Chávez y de la "dictadura venezolana". Hoy Venezuela construye un sistema profundamente democrático sobre los pilares de la justicia, de la igualdad, de la libertad, siempre entendiendo la democracia como darle el poder al pueblo. Ya basta de mentiras, de manipulación y desinformación sobre lo que pasa en Venezuela. Aprovecha el espacio que tienes en Televisa, esa capacidad de llegar a tanta gente, y ten la "bonditud" de informar verazmente sobre la realidad de los pueblos que  han visto resueltas sus demandas históricas gracias a la voluntad de gobiernos cercanos a los intereses del pueblo.
Gisela, y es que los mismos que te dijeron que "todos los medios son de Chávez", han dicho que "los comunistas comen niños", y si sobre la segunda todavía tienes dudas, de una vez te digo, es falso, no comemos niños ¿Ya hay razones para que les dejes de creer?
*venezolano, estudiante de la UNAM

No hay comentarios:

Publicar un comentario