04.05.2014
Diputado
comunista Leonid Kaláshnikov se pregunta qué pasaría si esto mismo
sucediese en países amigos de EEUU. Foto: Una señora ucraniana no da
crédito a lo que está viendo en su país ante la pasividad de la tan
afamada comunidad internacional de la que habla una y otra vez los
destacados voceros políticos del pensamiento único.
Varios políticos comparten la misma posición sobre la anarquía que
reina en Ucrania y consideran ciertas acciones como crímenes de lesa
humanidad e incluso genocidio de su propio pueblo por parte del Gobierno
autoproclamado de Kiev.
El miembro del Consejo Presidencial de
Rusia para el Desarrollo de la Sociedad Civil y los Derechos
Humanos Ígor Borísov opina que la operación especial de las tropas
enviadas desde Kiev es "un genocidio contra su propio pueblo" y se
mostró "seguro de que las personas que tomaron la decisión de utilizar
las Fuerzas Armadas contra civiles serán castigadas tarde o temprano".
Alexander Torshin, miembro del Consejo de la Federación (la Cámara Alta del Parlamento ruso), dijo al portal
Ridus que
el Gobierno autoproclamado debe asumir la responsabilidad por el uso de
la fuerza contra el pueblo. "Se trata de un fenómeno sin precedentes.
La operación del Ejército con vehículos blindados, aviones y artillería
es una violación flagrante de la
declaración de Ginebra", afirmó.
"El cinismo de Occidente implica consecuencias graves a largo plazo"
El diputado del Partido Comunista ruso Leonid Kaláshnikov opina
que los políticos actuales de Kiev "sienten el apoyo de EE.UU., por lo
que no se preocupan por las leyes y demandas de la sociedad".
"Si algo parecido sucediera incluso en los países más pobres de
África, Occidente reaccionaría de inmediato, pero en el caso de Ucrania,
los políticos occidentales guardan silencio", dice Kaláshnikov.
Según el político, "Kiev tampoco planea desarmar a los radicales
responsables de la muerte de más de 40 personas que fallecieron
asfixiadas por el asalto de los milicianos del Sector Derecho en
Odesa. El Gobierno actual da órdenes de manera hipócrita para intensificar el conflicto".
Los radicales operan con la aprobación tácita de Occidente
"Los radicales operan con la aprobación tácita de Occidente", opina
el diputado del Partido Liberal-Democrático de Rusia, Alexéi Didenko.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov,
destacó,
por su parte, que sólo hace unos meses los líderes occidentales
no permitieron al presidente legítimo de Ucrania, Víktor Yanukóvich,
tomar medidas para restablecer el orden durante las protestas en Maidán,
pero ahora adoptaron una posición de profundo cinismo hacia la
operación de castigo de las autoridades ucranianas.
"Nosotros
percibimos esa posición como un [tipo de] cinismo que implica
consecuencias graves a largo plazo a causa del derramamiento de sangre e
inevitablemente indica su responsabilidad sobre lo que está
sucediendo", subrayó el portavoz presidencial.
"Consideramos
que las palabras de que 'el monopolio para la aplicación de la violencia
tiene que pertenecer al Estado ucraniano' son absolutamente
inalcanzables para el entendimiento humano", declaró Peskov,
refiriéndose a la
reciente declaración de la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton.
"Las autoridades de Kiev están transformándose en algo que puede
considerarse como criminales", dijo el diputado Didenko, que agregó que
"la situación requiere la intervención activa de la comunidad
internacional, que, sin embargo, no está preocupada por esos crímenes,
sino por el contrario, sigue llevando a cabo un plan de
distanciamiento de Ucrania con respecto a Rusia".
La tragedia de Odesa, escenario "al estilo nazi"
Leonid Slutski, director de la Comisión de la Duma Estatal para
asuntos de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y la Integración
Euroasiática, afirmó que el incendio en la Casa de los Sindicatos en
Odesa, "se asemeja a los crímenes de los nazis durante la Segunda Guerra
Mundial".
"Es la nueva [masacre de]
Jatýn y
Auschwitz", señaló el político ruso, que también agregó que
"la benevolente reacción occidental hacia los mencionados crímenes de
las autoridades de Kiev contra su propio pueblo es lo que causa una
preocupación especial".
La última vez que las personas fueron quemadas vivas en Ucrania fue durante la Segunda Guerra Mundial
El primer vicepresidente de Crimea, Rustam Timergalíyev, también cree
que los acontecimientos en Odesa son comparables a los crímenes nazis
en Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial.
"La última vez
que las personas fueron quemadas vivas en Ucrania fue durante la Segunda
Guerra Mundial. Los crímenes de la 'junta neonazi' de Kiev del 2 de
mayo, cuando más de 40 personas fueron brutalmente asesinadas en la
ciudad heroica de Odesa, muy pronto recibirán un castigo justo",
escribió Timergalíyev en su página de Facebook.
Según el representante permanente de Rusia ante la ONU,
Vitali Churkin,
las acciones del Sector Derecho en Odesa evocan los crímenes de los
nazis, fuente de inspiración ideológica de los ultranacionalistas.
Churkin también instó "a los 'abogados' occidentales de las autoridades
ucranianas a que se unan a Rusia y condenen este acto bárbaro".
El diputado del Partido Comunista Alexander Yúshchenko, que despegó
esta mañana rumbo a Crimea para preparar la celebración del 70º
aniversario de la liberación de la ocupación nazi de la península,
aseguró que "en violación de todos los posibles acuerdos las autoridades
autoproclamadas han cruzado la línea roja al iniciar una operación de
castigo contra su propio pueblo". Yushchenko también comparó la
operación militar con el ataque de Hitler a la URSS el 22 de junio de
1941, ya que cree que la junta que se hizo con el poder en Kiev de
manera ilegítima está actuando de forma muy parecida.
Kiev cruza la 'línea roja', ¿qué será lo próximo?
El portavoz presidencial también afirmó que después de que
"personas desarmadas fueran quemadas vivas" en Odesa, para Rusia o
cualquier otro país será imposible persuadir a los ucranianos del
sureste de que se desarmen.
"Después de los trágicos acontecimientos ocurridos en Odesa,
Rusia efectivamente
perdió su influencia en estas personas porque no podrán ser convencidas
de desarmarse en vista de la amenaza directa contra sus vidas", aseguró
Peskov.
Los vecinos se sienten furiosos, lo ocurrido sigue siendo un choque para todos
El líder del movimiento de Liberación de Odesa, Yegor Kvasniuk, a su
vez, está seguro de que después de los acontecimientos del viernes, en
la ciudad se formará un movimiento guerrillero contra los milicianos
armados.
"Los vecinos se sienten furiosos, lo ocurrido sigue
siendo un choque para todos. Pero estoy seguro de que dentro de un día o
dos, Odesa empezará a responder a los mercenarios", dijo Kvasniuk.
"Las autoridades de Kiev, a su vez, están dispuestas a inflamar el
conflicto hasta la Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, todavía existe
la posibilidad de resolver esta situación de forma pacífica si se
celebra un referéndum el 11 de mayo", indicó el activista y enfatizó que
"no se puede privar a los ciudadanos ucranianos del derecho a la
autodeterminación".