Etiquetas

viernes, 24 de octubre de 2014

¿ FUÉ EL ÉBOLA CREADO A PROPÓSITO POR LOS FARMACEUTICOS Y LA ONU?


La infección de ébola se creó a propósito a través de los programas de vacunación de la ONU, asegura una nueva hipótesis sobre el origen del virus.
Un grupo de científicos advertían recientemente que el ébola fue creado por las corporaciones farmacéuticas en altas instancias del poder. Ahora otras fuentes afirman que la infección coincide precisamente con un programa de vacunación de la ONU, relata trueactivist.com.
Cyril Broderick, exprofesor de Fitopatología en la Universidad del Colegio Liberio de Agricultura y Silvicultura, ha afirmado que el ébola es un organismo genéticamente modificado creado por las compañías farmacéuticas occidentales con la intención de acabar con la población del continente africano a través de las vacunas de la ONU.
Boderick cita el libro de 1996 de Leonard Horowits ‘Virus Emergentes sida y ébola: ¿naturaleza, accidente o intención?’, que contiene varias entrevistas con el científico estadounidense Robert Strecker. Este último afirmaba que su país tenía un biolaboratorio militar que llevaba a cabo pruebas en africanos bajo el pretexto de programas de vacunación organizados por médicos occidentales contra enfermedades conocidas como la meningitis, la polio y el cólera, según Broderick.
Las vacunas empleadas en estas pruebas eran producidas por empresas farmacológicas de los países occidentales participantes en este programa, como EE.UU., Canadá, Francia y el Reino Unido, afirma Broderick. Además, el profesor cita informaciones sobre la supuesta presencia de especialistas sobre la guerra biológica de las Fuerzas Armadas, entidades estatales y empresas privadas estadounidenses en la región.
El profesor destaca también que en enero de 2014 EE.UUlanzó un estudio sobre el desarrollo del ébola en humanos sanos, solo unos meses antes de que la epidemia fuera anunciada oficialmente tras permanecer oculta durante semanas. En aquella época varios científicos advirtieron de que tales experimentos constituían una irresponsabilidad y podían provocar una pandemia global, según el autor.
“El mundo debe estar en alarma. La amenaza es real y no se limita a unos cuantos países africanos. Hay que poner fin a todo tipo de pruebas clandestinas de enfermedades mortales en humanos inocentes y ayudar a los países de África a superar esta tragedia”, concluye Broderick.

SE LE CAERÁ EL MOCO AL NAZI ARSENI

viernes, 24 de octubre de 2014

Según las estadísticas de "Ukrtranshaz", el 20 de octubre Ucrania comenzó la extracción de gas de sus almacenes subterráneos.

De acuerdo a los datos operativos de la empresa, el 20 de octubre el país extrajo 10.810.000 metros cúbicos de gas, el 21 de octubre fueron 15.350.000 metros cúbicos de gas.

Según los expertos, para la temporada de invierno, Ucrania debe tener en los almacenes de gas entre 18 y 20 mil millones de metros cúbicos de gas, mientras que, de acuerdo con "Gazprom", unos 5.000 millones de metros cúbicos es un gas "buffer", que no puede ser utilizado.
A petición del Vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Energía, Günther Oettinger, Ucrania necesita 10-12.000 millones de metros cúbicos más de gas para la temporada de invierno.
"Ukrtransgaz" es una empresa líder en el transporte y almacenamiento de gas natural en el territorio de Ucrania, el 100% de las acciones de esta empresa es la propiedad de "Naftogaz Ucrania".


NOVOROSSIA NEWS

El moco y el papel


LAVROV: RUSIA REFORZARÁ AL EJERCITO SIRIO " A UNA GRAN ESCALA"


lavrov_3
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha señalado que EEUU está contraviniendo las reglas del Derecho Internacional y fomentando la aparición de tensiones entre Rusia y los países del continente europeo. También señaló que Washington intenta interferirse en los asuntos de otros países bajo el pretexto de los derechos humanos.
Lavrov dijo su país no se unirá a la coalición liderada por EEUU puesto que ella funciona sin un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, y señaló que EEUU bombardea el territorio de Siria sin haber obtenido la aprobación del gobierno sirio y no proporciona a Moscú información sobre sus operaciones en ese país.
El ministro afirmó que los países occidentales están tratando de desestabilizar Iraq y Siria e hizo un llamamiento en favor de la cooperación con estos países. Él reiteró que la política de EEUU utiliza un claro doble rasero en lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo y señaló que la oposición armada siria, que está luchando codo con codo junto al EI, recibe un apoyo internacional y es llamada “moderada” por los países occidentales.
Él subrayó también que Irán y Siria son aliados estratégicos en la lucha contra el terrorismo y dijo que Rusia suministrará ayuda a los gobiernos de Iraq, Siria y otros países de la región para que hagan frente a los terroristas, que buscan apoderarse del poder.
Esta ayuda incluirá “entrega de armas y equipos militares a gran escala con el fin de reforzar su capacidad militar frente a los terroristas”.
La declaración de Lavrov conlleva el mensaje claro de que Moscú no abandonará a Damasco, que se ha convertido en un aliado fundamental para los rusos, y que si EEUU envía armas y abre campos de entrenamiento para terroristas, Rusia apoyará al Ejército sirio a una escala mayor e incrementará su capacidad destructiva con el fin de contrarrestar esta acción ilegal y agresiva hacia Siria.
Un ejemplo de esto pudo ser visto recientemente en Yobar, donde el Ejército sirio ha probado en los últimos días nuevos misiles y sistemas de armas para destruir fortificaciones de los grupos armados de la localidad. Esto indica que Siria se ha convertido en un país fuertemente armado por su aliado Rusia y que esta última permanecerá siempre a su lado.

POLÉMICA EN ESPAÑA POR UNA FOTO DE INMIGRANTES SUBIDOS A LAS VALLAS MIENTRAS AL LADO DOS MUJERES JUEGAN AL GOLF

24.10.2014
9
El Gobierno de Melilla (PP) ha tachado de “demagógica” la fotografía en la que se ve a los inmigrantes subidos en lo alto de la valla mientras dos mujeres juegan al golf y ha dicho que Melilla tiene derecho a tener esta instalación deportiva “como la tienen otras ciudades de España y Europa”.
A preguntas de los periodistas, el presidente accidental y consejero de Fomento, Juventud y Deporte, Miguel Marín, ha señalado que la ciudad sufra una intensa presión migratoria, como ha ocurrido el miércoles y el jueves, “no significa que vayamos a tener la frontera hecha un vertedero”.
Por ello se ha preguntado “¿Melilla no tiene derecho a un campo de golf como cualquier otra ciudad de España y de Europa? ¿Por qué haya saltos de inmigrantes debemos tenemos los alrededores de la frontera como un vertedero?”.
Miguel Marín ha negado por otro lado la información de Prodein en la que señala que el campo de golf se construyó con fondos europeos para “corregir los principales desequilibrios de la Unión Europea” sino con fondos de la EU “para equipamientos turísticos”.

LA IZQUIERDA OCCIDENTALISTA: REFORMISMO, ARISTOCRACIA OBRERA E IMPERIALISMO

Obama en la convención del sindicato norteamericano AFL-CIO en el año 2009, reforzando el tradicional vínculo del Partido Demócrata con el sindicalismo norteamericano.

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/43/Obama_at_AFL_CIO_2009.jpg
Enrique Castells Turia
«Kondrat piensa en las privaciones que soporta el país que está llevando a cabo el plan quinquenal, y apretando los puños bajo la pobre manta de borra, apostrofa mentalmente, con odio, a los obreros del Oeste que no apoyan a los comunistas. “¡Nos habéis vendido por la buena soldada que os dan vuestros amos! ¡Nos habéis entregado, falsos hermanos, a cambio de una vida holgada!... ¿Por qué no tenéis todavía el Poder Soviético? ¿Por qué os retrasáis tanto? Si llevaseis una vida perra, ya habríais hecho la revolución, pero por lo visto el gallo de la miseria no os ha picado aún en el trasero. No hacéis más que rascaros el cogote y nunca os acabáis de decidir; andáis cada uno por vuestro lado, renqueando y arrastrando los pies… ¡Pero ya os picará este gallo! ¡Hasta haceros ronchas!... ¿Es que no veis, a través de la frontera, las fatigas que estamos pasando para levantar nuestra hacienda? ¿No veis las privaciones que sufrimos y que, medio descalzos, medio desnudos, apretamos los dientes y arrimamos el hombro? ¡Vergüenza os dará luego, falsos hermanos, llegar cuando ya esté la mesa puesta! Si hubiera manera de hacer un poste tan alto, que lo pudierais ver todos, yo treparía hasta la misma punta, ¡para gritaros desde allí lo que os merecéis!»
Mijaíl Sholojov, Campos roturados.  
Introducción
En las sencillas palabras del campesino Kondrat –personaje de una de las obras cumbres de la literatura soviética– resonaban no sólo una dura acusación contra parte de los obreros occidentales, sino también, implícitamente, contra las corrientes de la izquierda occidental que sostenían la política de insolidaridad o incluso de enemistad contra el proyecto socialista que se construía en la Unión Soviética. En realidad, esta actitud representaba la hegemonía del reformismo entre los trabajadores, que se traducía en políticas que buscaban mejorar el sistema y la democracia capitalista, mostrando una indiferencia o incluso hostilidad a los proyectos socialistas y antiimperialistas. Hoy en día esta tradición todavía es dominante, y las propuestas socialistas brillan por su ausencia o son minoritarias.
Sumidos desde hace años en una de las crisis económicas más graves del capitalismo, que ha desencadenado una catástrofe social en Europa occidental, Estados Unidos y menos en Japón, el socialismo –como idea y como proyecto de una sociedad basada en la propiedad pública de los principales medios de producción, en la restricción de la economía de mercado, en la superación del trabajo asalariado y del capital, en el bienestar colectivo y en un régimen político basado en el poder popular de los trabajadores–, es todavía una aspiración ignorada o rechazada por las izquierdas mayoritarias y por amplios sectores populares, que no imaginan la posibilidad de una sociedad alternativa y confían en regresar al capitalismo de los buenos tiempos, realizando «otras políticas» dentro de las instituciones democráticas del sistema.
Pero la democracia capitalista y oligárquica –una democracia neutra, apolítica, simultáneamente de derechas y de izquierdas– no da más de sí y en su putrefacción se está transformando en la fase inferior del neofascismo, mientras que la crisis capitalista occidental es de tal magnitud que ya no permite «otras políticas» que permitan recuperar los anteriores niveles de corporativismo social[1]. Se pueden crear de esta manera falsas esperanzas entre los movimientos sociales y los trabajadores, propiciando una desilusión de graves consecuencias.
Ante los nuevos problemas planteados para los que luchan por el cambio social, afloran a la superficie las grandes líneas de ruptura que desde hace más de un siglo han dividido a las organizaciones políticas críticas con el orden capitalista: ¿hay que luchar contra la crisis o contra el capitalismo? ¿Hay que apoyar a los gobiernos amenazados por el imperialismo, la OTAN y el sionismo, hay que atacarlos o mantener un extraño silencio? ¿La culpa de la crisis es de las «manzanas podridas» del capitalismo –los banqueros y políticos corruptos–, o es la propia naturaleza del sistema que hace inevitables tales crisis y las guerras imperialistas? Y, finalmente: ¿hay que mejorar el sistema o éste debe ser sustituido por el socialismo?
Es preciso aclarar que cuando aquí se habla de reformismo no se hace en términos condenatorios, sino simplemente descriptivos. El reformismo, además, no es monolítico, ya que contiene en su seno corrientes revolucionarias que pueden desarrollarse y aportar una contribución sustancial al proyecto antiimperialista y socialista del siglo XXI. Por otra parte, a veces las apariencias más revolucionarias y radicales ocultan prácticas que no difieren del reformismo o son claramente reaccionarias, llegando a confluir con las actitudes más genocidas del imperialismo en sus ataques a la soberanía nacional defendida por gobiernos patrióticos.
El reformismo implica el rechazo a las concepciones científicas de Marx plasmadas en El Capital, y las de Lenin y sus estudios sobre el imperialismo y la revolución. Para ello ha resucitado a Proudhon –que pretendía un socialismo sin cambiar el sistema– y a Keynes, convertido en el santo patrón de esta izquierda. En cambio, ha tratado toda la investigación de Marx acerca de la crisis capitalista y su propuesta revolucionaria y anticolonialista como un cadáver descompuesto que debe ser enterrado en una anónima fosa común.
En sucesivas fases de desmantelamiento ideológico –primero de insolidaridad y abandono de la experiencia de la Unión Soviética mientras se hacían reverencias a las instituciones democráticas del sistema, después a la adopción de un europeísmo obtuso que entrega los restos de nuestra soberanía nacional al imperialismo, finalmente de rechazo a experiencias de resistencia antiimperialista– estas izquierdas se empaparon de los valores del occidentalismo: la validez universal de la democracia liberal, los derechos humanos en versión imperialista, el eurocentrismo y la supremacía de la cultura occidental. En sintonía con los medios de comunicación del sistema, las resistencias antiimperialistas recientes –exceptuando el consenso sobre la heroica lucha del pueblo palestino–, como Yugoslavia, Libia, Irak, Siria, Afganistán, Costa de Marfil, el Este de Ucrania e incluso Venezuela y Cuba, frecuentemente se analizaron por el filtro occidentalista, provocando muchas veces la indiferencia, rechazo o incluso condena: como justificación se invocaba el sagrado amuleto de la democracia –la democracia imperialista– y los derechos humanos occidentales frente a la cómoda denominación de «dictaduras». Indudablemente, estas actitudes insolidarias o cómplices han marginalizado una política antiimperialista y socialista.
Un aspecto que ha solidificado el reformismo ha sido el papel de los grandes sindicatos. Las luchas de clases en occidente fueron muy importantes para conseguir derechos sociales y laborales, y la actividad sindical fue decisiva en ello. Pero en su función prioritaria de disputar la plusvalía a los capitalistas, muchos sindicatos se deslizaron hacia una ideología puramente economicista y se independizaron de los partidos de izquierdas revolucionarios, pretendiendo ser «apolíticos». De esta manera, la mejora de las condiciones de los trabajadores ya no era una cuestión política, era una tarea técnica que podía resolverse mejorando el sistema e incluso apoyándolo activamente, como el AFL-CIO hizo con el  imperialismo norteamericano.
Este artículo pretende inspirarse en la concepción de Lenin sobre el reformismo, que en su opinión era el reflejo de la influencia de la burguesía y del imperialismo sobre el movimiento obrero y socialista. Para Lenin, además, era fundamental el análisis de la aristocracia obrera -una capa más o menos extensa de trabajadores y dirigentes obreros y socialistas de los países imperialistas, privilegiados y corrompidos por el sistema, que asumen sus valores- para comprender la estabilidad del imperialismo. Lenin la definía como «los verdaderos agentes de la burguesía en el seno del movimiento obrero, los lugartenientes obreros de la clase capitalista, los verdaderos portadores del reformismo y del chovinismo»[2].
Debatir acerca de las perspectivas del socialismo en el siglo XXI implica, pues, un repaso crítico de las raíces de la ideología y la práctica reformista, y de su relación con el imperialismo. 
El colonialismo anula a la clase obrera occidental
Quizás hoy no tengamos conciencia de la relación que existe entre la política imperialista contra los países oprimidos, el reformismo y los derechos sociales y laborales. La causa fundamental es que las operaciones neocoloniales no se presentan como guerras de conquista, exterminio y saqueo, sino bajo la cobertura de los derechos humanos y la democracia. Pero esta relación es indiscutible: como recuerda Edward Said, los artistas e intelectuales de vanguardia, la clase obrera y las mujeres en Europa y Estados Unidos mostraron «un febril entusiasmo» por las políticas de conquista imperialista[3]. Este entusiasmo también contaminó a una parte sustancial de la izquierda, que descubrió las “virtudes” del colonialismo: el año 1900, el entonces prestigioso “marxista” alemán Bernstein afirmaba: «Sin la expansión colonial de nuestra economía, la miseria que todavía tenemos en Europa y que nos esforzamos por extirpar sería mucho más grave (…). Aun contrapesándola con los atropellos del colonialismo, la ventaja obtenida con las colonias sigue pesando muchísimo»[4].
El mayor nivel de vida que disfrutamos los centros imperialistas respecto África, Asia y América Latina desde hace casi dos siglos se debe ante todo a lo que Marx denominó la “acumulación primitiva del capital”. Ésta se generó por el robo de las tierras de los campesinos y, sobre todo, por el colonialismo: «el botín conquistado fuera de Europa mediante el saqueo, la esclavización y la matanza, refluía a la metrópoli para convertirse aquí en capital»[5]. Los ríos de riqueza, alimentos, millones de esclavos, fuentes de energía y minerales baratos que los países imperialistas han succionado como parásitos desde hace cinco siglos, han posibilitado multiplicar la tecnología y la productividad del trabajo, han elevado nuestro nivel de vida y han consolidado un sentimiento de superioridad “blanca” respecto a otros pueblos del planeta. Así nació el nacionalismo imperialista que impregnó al reformismo socialdemócrata, hegemónico desde hace más de un siglo entre la clase obrera de occidente –descontando breves experiencias históricas–, y que ha arrinconado los proyectos de cambio social.
Sus raíces son profundas: según Marx, Irlanda y la India, por entonces colonias británicas, eran la causa de que los obreros ingleses renunciaran a una política independiente de clase y se sometieran a las oligarquías británicas. Engels explicaba en 1858 que el proletariado británico, el más desarrollado del mundo entonces, se había convertido en un «proletariado burgués» a causa del colonialismo, y en 1882, respondía crudamente en una carta: «Me pregunta usted qué piensan los obreros ingleses de la política colonial. Pues lo mismo que de la política en general; lo mismo que piensan los burgueses. Aquí no hay partido obrero, no hay más que el partido conservador y el partido liberal-radical, y los obreros se benefician tranquilamente con ellos del monopolio colonial de Inglaterra»[6].
El año 1907 Lenin realizaba un análisis inquietante de la clase obrera de Europa: «el proletariado europeo ha alcanzado en parte una situación en la que no es su trabajo quien sostiene al conjunto de la sociedad, sino el de los pueblos de las colonias, que están prácticamente esclavizados... En determinados países estas circunstancias crean las bases materiales y económicas para emponzoñar al proletariado de uno u otro país con el chovinismo colonial; naturalmente, esto puede ser sólo un fenómeno temporal, pero hay que reconocer no obstante el mal y comprender sus causas»[7].
No fue por casualidad que los socialdemócratas occidentales y “marxistas” apoyaran las guerras coloniales de rapiña y genocidio, y la matanza imperialista de la I guerra mundial. Rompiendo con esa línea, Lenin fundó la doctrina bolchevique para promover las revoluciones anticoloniales y comunistas, y varios de sus escritos más polémicos se centraron en triturar el reformismo y la aristocracia obrera, calificando a sus dirigentes como «social-imperialistas» cómplices del colonialismo. Pero el proyecto leninista sólo en ciertas ocasiones representó un desafío para la hegemonía reformista. Tras la muerte de Lenin, los dirigentes soviéticos tenían cada vez menos esperanzas de desafiarla a corto plazo. Stalin, en 1934, lo atribuía a dos razones:
«La razón principal hay que buscarla en el proceso histórico, en los lazos que existen entre las masas europeas y la democracia burguesa. La segunda razón está ligada a la situación particular de Europa. Los países europeos no tienen suficientes materias primas, carbón, etc., y dependen de sus colonias. Sin las colonias, no pueden existir. Los trabajadores lo saben y tienen miedo de perder las colonias. Y desde este punto de vista, son propensos a inclinarse del lado de su burguesía. Intrínsecamente, ellos no se adhieren a nuestra política antiimperialista. Incluso tienen miedo. Y es por esta razón precisamente por la cual es necesario proceder a un trabajo de explicación y realizar una aproximación justa. No lo tenemos fácil para acercar a nuestra causa a millones de trabajadores en Europa»[8].

Imperialismo, aristocracia obrera y guerra perpetua
Desde 1945, en los países occidentales -excepto en Francia, en Italia y Portugal, y relativamente en España y Grecia–, la alternativa comunista nunca tuvo una adhesión importante de masas, mientras que la socialdemocracia y el sindicalismo apolítico y anticomunista –con el apoyo de la CIA– fueron dominantes. En los Estados Unidos, el sindicato AFL-CIO ­–cuya burocracia colaboró con la CIA para depurar a los comunistas– era obediente al Partido Demócrata. En este país el consenso se articuló mediante un keynesianismo militar basado en el complejo militar-industrial-comunicacional –especialmente la carrera de armamentos, la alta tecnología y la industria audiovisual– que sostenía la política de guerra perpetua como necesidad vital para el imperialismo. Gracias a los colosales beneficios de la industria militar se expandió notablemente el corporativismo social y el «modo de vida americano». En los años 60 el revolucionario dominicano Juan Bosch definió esta realidad como pentagonismo, a partir de la sumisión absoluta del sistema político al complejo militar-industrial-audiovisual y a la complicidad de la comunidad científica pero sobre todo del movimiento obrero: en 1965 el AFL-CIO había apoyado la invasión yanqui de la República Dominicana, el derrocamiento del propio presidente Juan Bosch y el asesinato de miles de dominicanos por los marines. En 1967, durante la convención de la AFL-CIO una amplia mayoría de 1200 delegados aclamaron la política del presidente Johnson de incrementar los bombardeos contra Vietnam del Norte [9].
Desde la década de 1960 surgieron teorías polémicas que buscaban actualizar la relación entre aristocracia obrera e imperialismo. Algunos autores –originarios de países oprimidos–, siguiendo las declaraciones de Engels sobre el «proletariado burgués» y tratando de aplicar matemáticamente las fórmulas de Marx sobre la producción de plusvalía, pretendían demostrar que la mayoría de la clase obrera del occidente imperialista y de Japón había dejado de producirla, e incluso afirmaban[10] que estaba recibiendo parte de la producida por los trabajadores de los países oprimidos. Esto se debería al deseo de la oligarquía de mantener la paz social en las metrópolis, y de esta manera la clase obrera se habría convertido en aliada circunstancial de la opresión imperialista
Para Juan Bosch, la inmensa mayoría de obreros norteamericanos estaban «drogados por la propaganda pentagonista» y por la televisión, sólo buscaban aumentar su bienestar y no les importaban en absoluto los niños vietnamitas quemados con napalm. Juan Bosch, en su famoso ensayo El Pentagonismo, ironizaba sobre la mentalidad del obrero medio norteamericano de esta manera: «el niño quemado en Vietnam debía ser hijo de un comunista y probablemente llegaría a ser un comunista si hubiera vivido, y todo comunista debe ser aniquilado a tiempo, porque si no llegará el día en que él, obrero norteamericano, no podrá comprar un automóvil de último modelo debido a que los comunistas se proponen quitarles a los norteamericanos sus propiedades y sus comodidades»[11]. En apoyo de sus tesis citaba los resultados de encuestas que mostraban que más del 70% de norteamericanos apoyaron la invasión de la República Dominicana en 1965 y el incremento de los bombardeos a Vietnam en 1967.
Quizás estas palabras sean vistas hoy como teorías extremistas –justificables por proceder de países víctimas de la barbarie imperialista– pero tienen una parte de verdad. Con la creación del Estado del bienestar en occidente desde la década de 1950, para mantener sus beneficios las oligarquías imperialistas redoblaron la superexplotación de los países oprimidos, instigaron guerras genocidas y promovieron dictaduras brutales para imponer sus intereses. Mientras que en los países imperialistas aumentaban los puestos de trabajo bien remunerados, de alto nivel tecnológico y productividad, en los países oprimidos se recibían las industrias contaminantes, de baja tecnología, escasa productividad y mucha fuerza de trabajo, que implican bajos salarios, explotación infantil, interminables jornadas laborales y nulos derechos de seguridad e higiene. Mientras que el imperialismo fabricaba biotecnología, ordenadores y teléfonos móviles, los países oprimidos debían contentarse con turismo, maquilas e industrias de bajo valor añadido que fabricaban textiles o productos semielaborados. La baja productividad, misérrimos salarios y vidas infernales en los países oprimidos fue, en gran medida, la condición de la elevada productividad, altos salarios y derechos sociales en los países opresores.
La izquierda occidentalista frente a la izquierda antiimperialista

El occidentalismo ha sido el soporte ideológico de la colonización, la esclavitud, el exterminio de indígenas, el saqueo de los recursos naturales, la segregación racial, las guerras mundiales y los fascismos –etapa superior de muchas democracias burguesas–, el imperialismo moderno y sus recientes guerras «humanitarias».
El occidentalismo en la izquierda se consolidó a través de la lucha sostenida contra el proyecto soviético: entre 1918 y 1945 los partidos socialdemócratas o el movimiento anarquista fueron sus expresiones iniciales, cuando teorizaron que la URSS era una dictadura más que no beneficiaba a los trabajadores, mientras que el trotskismo afirmaba que una casta burocrática soviética iba a restaurar el capitalismo en ese país. Desde 1945 se situaron los términos de la confrontación entre el llamado «totalitarismo soviético» y las supuestas democracias, a las que se valoraba mejor porque, al fin y al cabo, permitían “libertades” políticas. Los neoconservadores norteamericanos a la sombra de Reagan y Bush, ex trotskistas muchos de ellos, no hicieron más que llevar a sus últimas consecuencias las conclusiones implícitas en el análisis que hizo Trotski de la URSS como «Estado obrero y burocrático degenerado».
A finales de los 60 y principios de los 70 se consolidó la izquierda occidentalista moderna: mientras los socialdemócratas, eurocomunistas, maoístas y algunos leninistas se desvinculaban de la Unión Soviética y de los gobiernos y organizaciones políticas afines ­–o incluso los consideraban enemigos–, en el Sur la mayoría de dirigentes antiimperialistas, obreros, populares y guerrilleros seguían identificados en alguna medida con la política interna y/o externa de la URSS. En el Sur, además, no era raro encontrar intelectuales que, pese a tener radicales diferencias ideológicas con la URSS, defendían aquellas políticas que precisamente más ampollas levantaban en la izquierda occidentalista. Por ejemplo, el intelectual trotskista sudafricano Hosea Jaffe en los años 70, tras el obligado ritual antiestalinista, calificó a la izquierda antisoviética occidental de proimperialista y refutaba las acusaciones de que la Unión Soviética poseía colonias con estas palabras: «la URSS no tiene colonias en sentido leninista ni en cualquier otro sentido: «Si “invadió” Polonia en 1941 o Hungría en 1956 o Checoslovaquia en 1968, no fue como potencia colonialista, sino como reacción defensiva ante el imperialismo»[12].  
Si el eurocomunismo nació por el rechazo a la operación soviética en Checoslovaquia, para Jaffe, en cambio, ésta era legítima porque se trataba de expulsar al «régimen liberal y pro-israelita de Dubcek», y fue «una excursión de domingo» en comparación con la brutal ocupación francesa de Somalia y Martinica, las masacres del imperialismo alemán en el Sur de África y Tanganika, etc., sucesos que no despertaban ningún interés entre la izquierda occidentalista[13]. Para Jaffe, además, el mayor nivel de vida de los países capitalistas respecto a los socialistas se debía al saqueo imperialista:
«La Alemania Oriental, a pesar de tener un gobierno de trabajadores y la socialización, no pudo conseguir el nivel de vida de la Alemania Occidental porque esta última obtiene superbeneficios de las inversiones semicoloniales, mientras la primera no. La Alemania del Oeste tiene un nivel de vida superior a la Alemania del Este exactamente porque toda su población goza de los superbeneficios obtenidos de la superexplotación de América Latina, de Asia y de África.
El ciudadano de Berlín Este que intenta pasar a la “libertad”, no se imagina que la vida en un estado imperialista es la muerte viviente en África, Asia o Sudamérica, la muerte que hace posible aquella vida “Occidental”. Si quisiese de verdad huir hacia el verdadero “Oeste”, debería ir a hacerse esclavo en una factoría o en una mina Sudafricana, o en una plantación de Kenia o Malasia»[14].
Así, mientras una izquierda sostenía que las contradicciones mundiales se polarizaban entre la democracia occidental y la dictadura soviética, otra izquierda sostenía que la confrontación se producía entre el antiimperialismo –la Unión Soviética, sus aliados y los pueblos oprimidos– y el imperialismo –los Estados Unidos, Europa y Japón básicamente–. Desaparecida la Unión Soviética, la izquierda occidentalista impuso fácilmente su versión, y las contradicciones actuales las vuelve a simplificar en la lucha entre la democracia y las dictaduras.
Hoy la distinción occidentalismo/antiimperialismo sigue vigente. El raquítico éxito que ha tenido entre los trabajadores occidentales una política antiimperialista y de oposición activa a las guerras genocidas perpetradas por Estados Unidos, Francia, Israel y la OTAN entre otros –Irak en 2003 fue la excepción-, así como el escaso interés de muchas organizaciones políticas y sindicales de occidente no sólo en una política activa de solidaridad antiimperialista sino en oponerse a las guerras neocoloniales, sólo puede explicarse por la hegemonía del occidentalismo. Algunos dirigentes de organizaciones políticas y sindicales –repitiendo el entusiasmo del AFL-CIO por los bombardeos de napalm en Vietnam– fueron más allá, apoyando algunas guerras genocidas de la OTAN, y organizaciones de extrema izquierda como trotskistas y falsos leninistas han pretendido ver revoluciones por doquier –esgrimiendo además argumentos occidentalistas como la democracia y los derechos humanos–, cuyo objetivo real era impedir una eventual solidaridad hacia las resistencias patrióticas anticoloniales, como las dirigidas en Libia por el Coronel Gadafi y hoy en Siria por el Dr. al Assad. Y una vez derribado el «dictador» Gadafi, automáticamente un silencio sepulcral invadió a las organizaciones de izquierdas tan preocupadas por los derechos humanos y la democracia, a pesar de los crímenes bestiales de los “revolucionarios” libios, del exterminio de los negros y de la “sharia” contra las mujeres que se implantó en Libia gracias a la llegada de la democracia imperialista. Asesinado Gadafi y a buen recaudo la riqueza petrolera de Libia, la izquierda occidentalista respiró aliviada y dirigió sus dardos contra el «tirano» de Siria.
Perspectivas del socialismo en el Estado español: antiimperialismo y III República
La contradicción fundamental de nuestra época –iniciada en 1991 con la desaparición de la Unión Soviética y el crecimiento del poder unipolar del imperialismo dirigido por Estados Unidos– es la que opone al imperialismo y los pueblos oprimidos: de esas contradicciones han surgido tanto importantes movimientos obreros, sociales e indígenas, como gobiernos progresistas y revolucionarios. Éstos han afectado intereses fundamentales del imperialismo, han recuperado la soberanía nacional, han nacionalizado sectores económicos importantes y también han fomentado la conciencia de sectores populares, obreros e indígenas, promoviendo su ascenso a esferas del poder usufructuadas hasta entonces por la oligarquía. Su concreción más importante son los países del bloque del ALBA –especialmente Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua– y también los procesos de integración económica y política como MERCOSUR, UNASUR o CELAC al margen del imperialismo.
Esta contradicción ha posibilitado, además, la reorientación de importantes países –como los llamados BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– que cuestionan  el poder unilateral del imperialismo dirigido por Estados Unidos, se oponen a las guerras imperialistas de la OTAN, y, en el caso de China, mantienen un contenido socialista y antiimperialista importante, impulsando una política solidaria en África que ha permitido mantener la independencia de muchos países. La recuperación de la soberanía nacional, el control de sus recursos naturales y energéticos, y la oposición cada vez más intensa de países como China o Rusia a tolerar las aventuras imperialistas genocidas, reducen el margen de maniobra del imperialismo para resolver la crisis general del capitalismo iniciada el año 2008 y reiniciar la recomposición del corporativismo de clases.
Se está cerrando así tanto el ciclo colonial iniciado en 1492 –del cual se nutrió un capitalismo naciente con la acumulación primitiva de capital, el exterminio de indígenas y la sangre de millones de esclavos– como las tuberías por donde fluía el petróleo y las materias primas baratas y abundantes que desde hace décadas llegaban a los países occidentales para ayudar a mantener un mayor nivel de vida a sus poblaciones y la cohesión social. Las contradicciones de clases en el centro del imperialismo se agudizan y se abren sólidas posibilidades para construir proyectos socialistas, así que la solidaridad antiimperialista activa es clave para un proyecto de transformación socialista en occidente, y las vacilaciones o complicidades con el imperialismo frenan el avance al socialismo. No hay término medio: o se está con los pueblos oprimidos y con los que luchan heroicamente por romper las cadenas imperialistas y establecer un nuevo orden mundial más justo, o se está con el imperialismo genocida.
En España, la ideología dominante de la izquierda ­–las corrientes reformistas, keynesianas, socialdemócratas y europeístas que se articulan sobre el consenso constitucional de 1978– se ha adaptado al auge de las movilizaciones sociales y obreras, perpetuando la idea de que dentro del sistema hay soluciones a la crisis capitalista: con una fe supersticiosa en las instituciones democráticas del sistema, su planteamiento gira alrededor de la defensa de «otras políticas» –alternativas a las neoliberales­­– contra la austeridad y los recortes, redistributivas y de más gasto público acompañadas de reformas democráticas que posibiliten recuperar la tasa de empleo y las prestaciones sociales.
Pero la gravedad de la crisis y la situación del Estado español –oscilando entre un papel subimperialista y un papel periférico dentro de la Unión Europea–, en una situación de dependencia y sumisión, condenado por la división imperialista del trabajo a ser la patria de la economía de servicios, especulativa y terciarizada, con el trabajo precarizado y de bajo coste, convierten en irrealizables las propuestas reformistas. La oligarquía española, por otra parte, tiene muchas similitudes con la de Latinoamérica: es una oligarquía antipatriota, fascistoide y ultraliberal, cuyo poder emana de su función sucursalista ante el imperialismo yanqui-alemán.
En España, los momentos de ruptura y avance político y social modernos están ligados al movimiento republicano. La III República puede ser el catalizador de una nueva ruptura, tanto con la transición de 1978 como con la oligarquía pro-imperialista. Esta República, si no quiere ser un fraude para los trabajadores, deberá tener un contenido popular, quizás en la línea que hoy siguen las repúblicas latinoamericanas donde gobiernan fuerzas patrióticas y revolucionarias. La estrategia pasa por recuperar la soberanía nacional, rompiendo con la Unión Europea y el euro, otorgando amplios poderes a los trabajadores y reconociendo el derecho de autodeterminación.
Pero esto serán palabras vacías si no se produce un retorno de la izquierda desde las sacrosantas instituciones hacia los barrios, empresas, polígonos industriales, etc., recuperando la vida colectiva y social, y los valores de solidaridad, fraternidad y amistad con los pueblos. El desafío no es incrementar la recaudación de votos, sino plantear alternativas viables para todos los aspectos de la vida de los trabajadores –vivienda, sanidad, alimentación, cultura, deporte, etc.–, que el capitalismo organiza a través del mercado y las corporaciones.
Por otra parte, el futuro Estado republicano no puede permanecer aislado entre los grandes bloques económicos de nuestra época: es preciso formular un proyecto de integración económica y política que permita sobrevivir y desarrollar nuestro proyecto de socialismo en España. Para nuestro país la perspectiva que se abre tras liberarnos del imperialismo euro-yanqui es la integración democrática y solidaria con los bloques latinoamericanos –ALBA, CELAC MERCOSUR– con quienes compartimos una cultura e historia común, y con los que tenemos una economía complementaria que puede permitir desarrollarnos y aportar al esfuerzo común de independencia latinoamericana y española. Finalmente, la relación con los países del BRICS será estratégicamente importante para mantener nuestro proyecto de República popular orientada al socialismo y nuestra futura independencia.




[1] Enrique Castells Turia: La izquierda reformista, la retórica democrática y la transición al neofascismo. Apuntes sobre el caso español. http://mismanosmicapital.blogspot.com.es/2014/05/la-izquierda-reformista-la-retorica.html
[2] Lenin: El imperialismo, fase superior del capitalismo. Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín 1975, pp. 163 y 10.
[3] Edward Said: Culture and imperialism. Vintage Books ed., New York, 1993, p. 222.
[4] Bernstein, citado por Domenico Losurdo: La lucha de clases. Una historia filosófica y política. El Viejo Topo, España, 2013, p. 166.
[5] C. Marx: La llamada acumulación originaria. Tomo I de El Capital. Recopilado en: C. Marx y F. Engels, Acerca del colonialismo.  Editorial Progreso, Moscú, s/f, pp. 116-122.
[6] Marx y Engels: Acerca del colonialismo. Editorial Progreso, Moscú, s/f, p. 148.
[7] Lenin: Sobre el Congreso de Stuttgart de la Internacional Socialista (1907). Citado por: Eric Hobsbawm: Revolucionarios. Editorial Crítica, Barcelona, 2000, pp.183-184.
[8] Dimitrov: Journal 1933-1949. 07.04.1934. Ed. Belin, 2005, pp. 111-112.
[9] Periódico New York Times, cit. por Juan Bosch: El Pentagonismo, sustituto del imperialismo. Ediciones Miguel Ángel Porrúa, México, 2009, p.25.
[10] Por ejemplo, Hosea Jaffe: El imperialismo hoy. ¿Producen plusvalía los trabajadores de los países imperialistas? Colección “Lee y discute”. Editorial Zero, Bilbao, 1976.
[11] Juan Bosch, íbid., pp. 74 y 75.
[12] Hosea Jaffe, obra cit., p. 22.
[13] Íbid, p. 23.
[14] Íbid., pp. 35-36.

MUERE UNA PERSONA EN EL CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL EN MURCIA. LA FAMILIA DICE " NOS LO HAN MATADO"·

24.10.2014
Juan José Pérez llegó a abofetear a uno de los guardias antes de ser esposado y llevado a una sala / «¡Me lo han matado! Le pegaban y luego oí decir: ‘¿Y ahora qué hacemos?’», relata la viuda. La familia de Juan José Pérez Lozano tiene claro que peleará hasta el final para aclarar las circunstancias de su muerte. Esta es la información suministrada por un periódico local. VER VIDEO CON DENUNCIA FAMILIAR. 
 
Confusa difusión de la noticia en la madrugada de ayer. Mientras que el diario La Verdad de Murcia informaba de la desesperación y las denuncias de la familia por la muerte del vecino de Marchena, las agencias y otros diarios informaban "Un hombre muere en el puesto de la Guardia Civil de Archena por causas que se desconocen" obviando tales denuncias reflejadas por ese periódico. Llegó por unas horas a no encontrarse la noticia en La Verdad de Murcia.  La confusión reinó por unas horas frente a este hecho hasta que luego volvió a aparecer en la red dicha noticia, reflejando las denuncias correspondientes, pero ya no estaba la noticia firmada por los dos periodistas iniciales, sino solo por una. Efectivamente, pasado ese tiempo que relatamos, la noticia reaparece con la misma entradilla inicial: "Juan José Pérez llegó a abofetear a uno de los guardias antes de ser esposado y llevado a una sala / «¡Me lo han matado! Le pegaban y luego oí decir: ‘¿Y ahora qué hacemos?’», relata la viuda". Una vez comentado el misterioso tratamiento informativo de la noticia, nos centramos en el hecho realmente grave, la muerte de un hombre en el cuartel de la Guardia Civil por causas que deben esclarecerse, pero sabiendo que hay testigos familiares que afirman que el deceso se produce una vez que la víctima es reducida por los agentes. ¿Estamos en presencia de otra muerte más producto de la brutalidad policial?   D.C. - redacción Web A seguir el texto de la noticia del diario La Verdad de Murcia:   Muere en el cuartel de la Guardia Civil de Archena tras enfrentarse a los agentes
 
Alicia Negre

 «Ellos han tenido la culpa», recalca, presa de la rabia María, una de sus hijas. «Nos lo han matado». Este vecino de Archena, de 66 años y natural de la pedanía molinense de Campotejar, falleció ayer en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad en un suceso que está siendo objeto de una investigación interna.
La versión oficial del Instituto Armado es que el hombre, que acudió a las instalaciones muy alterado, cayó desplomado y falleció, aunque un portavoz no quiso ofrecer más datos porque el asunto ya se encuentra judicializado. La familia relata, sin embargo, que fue esposado y golpeado antes de que los agentes lo condujeran a una sala donde perdió la vida. Su mujer, Pascuala Gomariz, lo acompañaba en el cuartel y llegó a ser ingresada en el hospital tras sufrir un ataque de ansiedad. A última hora de la tarde de ayer, en declaraciones a este diario, esta vecina de Archena no titubeaba. «Vi cómo uno de ellos le golpeaba y luego lo esposaron y se lo llevaron para dentro», relató. «Oía los guantazos».
El origen de este suceso se encuentra en el conflicto que Juan José llevaba manteniendo en los últimos meses con una mujer a la que alquilaba una vivienda. Al parecer, la familia cuenta con algunas casas en la localidad que mantiene arrendadas. Según explicaba una de sus hijas, esta inquilina acumulaba varios impagos y un amigo aconsejó a Juan José que una salida para este problema podía ser cortarle el agua y la luz. Y así lo hizo. Este hecho, unido a algunas disputas que al parecer habían mantenido por esta situación, originó que la mujer denunciase a Juan José ante la Guardia Civil. A primera hora de la mañana de ayer, la Benemérita telefoneó al arrendatario para que acudiese al cuartel y prestara declaración por los hechos de los que se le acusaba.

«Él estaba muy alterado»

María, la hija del fallecido, reconoce que su padre acudió al cuartel «muy alterado». En este sentido, explica que «llevaba unos años enfermo» -sufrió una trombosis tiempo atrás- y que «le costaba mucho controlarse». El fallecido, que residía en la céntrica Calle Mula, entró en las instalaciones de la Guardia Civil en torno a las diez y media de la mañana en compañía de su esposa. «Discutieron y mi padre abofeteó a un guardia», reconoce María.

En ese momento, según el relato que hace la familia, Juan José fue reducido por los agentes, uno de los cuales llegó presuntamente a golpearle. «Se le abalanzaron cinco encima y uno de ellos le dio varios golpes en la cara», sostiene su hija. La mujer del fallecido fue testigo directo de lo que ocurrió en esos primeros momentos. «Yo vi cómo uno le pegaba y lo podría reconocer perfectamente si lo tuviera delante», recalca. Tras reducirlo, los guardias esposaron presuntamente al hombre y se lo llevaron a una sala contigua, dentro del mismo cuartel. Pascuala asegura que ya no podía ver lo que ocurría dentro de esa estancia, pero que el ruido que salía de allí le proporcionó una pista. «Yo sentía los guantazos que le pegaba», recalca su viuda.

Un golpe en la cabeza

En esa sala fue donde Juan José perdió al parecer la vida. Según ha podido saber este diario, el cadáver de Juan José presenta, a falta de lo que determine hoy la autopsia, un fuerte golpe en la cabeza. «Mi madre oyó como un agente le decía a otro: ‘¿Y ahora qué hacemos?’», explica María. La Guardia Civil aseguró ayer que los agentes trataron en vano de realizarle la reanimación cardipulmonar a este vecino y que avisaron a una ambulancia. Al llegar al cuartel, los facultativos ya solo pudieron confirmar el fallecimiento. Su viuda, al conocer el deceso, sufrió un ataque de ansiedad por el que tuvo que ser trasladada al hospital Morales Meseguer de Murcia, donde permaneció bajo observación unas horas.
Según explicó la familia, la versión que la Benemérita le ofreció es que Juan José habría tratado de escaparse, estando aún esposado, y que se habría golpeado la cabeza. Una versión que, sin embargo, no convence a la familia. «¿Por qué lo ocultaron? ¿Por qué metieron a mi padre allí dentro?», recalca María. «Esto es una injusticia». La familia de este vecino de Archena, padre de cinco hijos, estudia ya interponer una denuncia contra los agentes para que se esclarezcan las circunstancias de la muerte.

La Calle Mula se convirtió ayer en un hervidero de vecinos que acudieron a la casa de la familia para darle el pésame e interesarse por lo ocurrido. Juan José ya estaba jubilado. En su época activa se dedicó a vender cupones de la ONCE y era muy conocido en la localidad. La autopsia debe arrojar hoy algo de luz sobre su muerte.

http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache%3Akt_DUqlGEJsJ%3Awww.laverdad.es%2Fmurcia%2Fcomarcas%2F201410%2F23%2Fmetieron-para-dentro-pero-20141022231803.html+&cd=6&hl=es&ct=clnk&gl=es&client=firefox-a
http://www.laverdad.es/murcia/comarcas/201410/23/metieron-para-dentro-pero-20141022231803.htm

EPA DEL TERCER TRIMESTRE: 5,4 MILLONES DE PARADOS, MÁS CONTRATACIONES TEMPORALES Y AUTOEMPLEO, MENOS POBLACIÓN ACTIVA


24.10.2014
Con 5'5 millones de parados, se crean 151.000 empleos por el aumento de la precariedad y de los autónomos y por la caída de la población activa, casi 1'8 millones de familias tienen todos sus miembros en paro y se destruye empleo indefinido.   
 
La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre  señala que el paro bajó en 195.200 personas y se crearon 151.000 empleos. Suponen, no obstante, un frenazo respecto al segundo trimestre del año, cuando tanto empleo como paro consiguieron mejores registros.

Hay que señalar que el tercer trimestre incluye el principio del verano, que suele ser un buen momento para el mercado laboral, pero también el final, con las rescisiones de contratos que conlleva. La mejora de los datos tiene, sin embargo, tres razones fundamentales: la caída de la población activa, el tirón de los autónomos y, sobre todo, el empuje de la contratación temporal.

El paro baja en 195.200 personas y la cifra total de desempleados se sitúa en 5.427.700, la cifra más baja desde el cuarto trimestre de 2011. La tasa de paro baja casi un punto respecto al trimestre anterior: se sitúa en el 23,6%, ocho décimas por debajo del nivel en el que estaba el trimestre anterior. La reducción es muy desigual entre sexos y se concentra principalmente en los hombres: entre julio y septiembre, el desempleo masculino se redujo en 138.700, mientras que el femenino lo hizo en 56.500. En el último año la diferencia es aún mayor: el paro bajó en 367.300 hombres y 148.300 mujeres.

El empleo que se ha creado en el último trimestre es temporal. De los 151.000 ocupados que ganó el mercado laboral, 95.700 fueron asalariados y el resto -58.500- corresponden a trabajadores por cuenta propia, la mayoría empleadores. Es decir, algo más de un tercio de los nuevos ocupados son autónomos.

Entre los asalariados, los que cuentan con contrato indefinido cayeron en 26.700, mientras que los temporales crecieron en 122.400. El saldo restante son esos 95.700 -todos temporales- que se suman a la cifra de ocupados. Visto de otra forma: el mercado de trabajo no ha creado ningún puesto de trabajo fijo en los últimos tres meses.

La evolución del empleo por sexos es también significativa: todos los nuevos ocupados son hombres (164.900 más), mientras que el empleo cae entre las mujeres, ya que hay 13.900 mujeres ocupadas menos.

La mejora del empleo se concentra en el sector privado, que gana 154.900 ocupados, mientras que el sector público sigue perdiendo efectivos, 
concretamente 3.900 personas. Se trata de una evolución que lleva varios meses consolidándonse y que muestra la reducción del sector público: en el último año, el empleo del sector privado ha crecido 291.600 personas, mientras que el público ha perdido a 17.700.

En cuanto al tipo de jornada, este trimestre han aumentado los ocupados con contratos a tiempo completo en 370.700 personas, mientras que los de tiempo parcial caen en 219.700. El descalabro de la jornada parcial durante los últimos tres meses ha hecho que el porcentaje de personas ocupadas que desempeñan uno de estos trabajos baje al 14,99%.

La población activa, es decir, que quiere trabajar, vuelve a caer: hay 44.200 activos menos que el trimestre anterior. El INE señala que se trata de una cifra similar a la de la caída de la población entre 16 y 64 años, que bajado en 43.100 personas. Eso significaría que la reducción de la población activa se debería íntegramente a la pérdida de población. De hecho, los activos extranjeros han caído en 51.100 y el de españoles aumenta en 6.900.

El número de hogares con todos sus miembros en paro baja en 44.600, pero aún son 1.789.400. En el lado opuesto, los hogares con todos los miembros ocupados crecen 165.400, hasta 9.073.100. El INE explica que en este periodo el número total de hogares se ha incrementado en 24.400 respecto al trimestre anterior porque, a pesar de la reducción de la población, el tamaño medio de los hogares es cada vez menor y hay un aumento importante de los unipersonales.

EL CAMPAMENTO DIGNIDAD DE EXTREMADURA OCUPA UNA FINCA DEL EXMINISTRO ARIAS CAÑETE


El Campamento Dignidad en su camino hacia la finca de Arias Cañete. \ Ignacio Tudela

Alrededor de unas cincuenta personas del Campamento Dignidad de Extremadura han realizado una marcha esta mañana desde Fuente de Cantos, Badajoz, hasta la finca Los Quintos, propiedad de la familia el ex ministro Miguel Arias Cañete. La protesta, que ha comenzado en torno a las 10 de la mañana y que ha transcurrido por la carretera que conecta la localidad extremeña con Llerena, ha sido escoltada en todo momento por un fuerte dispositivo de la Guardia Civil.

Tras el trayecto por carretera, el Campamento Dignidad ha recorrido los siete kilómetros que separan la entrada a los terrenos de la finca privada. “Monago, mientras usted come canapés, nosotros no llegamos a fin de mes” ha sido una de las consignas que ha podido escucharse durante la marcha, en referencia al presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago.

“A mí me parece bien que haya fincas de dehesas pero no pueden tener tantas tierras sin cultivar”, ha comentado uno de los miembros del Campamento. “Por lo menos que le dé al Ayuntamiento la mitad, para poder sacarle provecho. Qué pena de tierras. Debería ser igual que en Somonte”, ha concluido refiriéndose a la finca propiedad de la Junta de Andalucía en Córdoba y que el Sindicato Andaluz de Trabajadores ocupó hace dos años para el cultivo del campo.

Para algunos, esta no era su primera marcha. “Esta caminata me recuerda cuando nos fuimos andando hasta Madrid”, explicaba una de las asistentes en relación a las Marchas de la Dignidad, que finalizó con la multitudinaria manifestación del pasado 22 de marzo.

Durante el camino, que cada vez se ha ido haciendo más estrecho, han ido apareciendo las primeras manadas de toros bravos, completamente ajenos a la marcha, que se acercaba al final del recorrido. Ante la imposibilidad de llegar a la hacienda familiar, los asistentes se han concentrado frente a la plaza de toros propiedad de la familia y han realizado una asamblea donde han leído el manifiesto y han valorado la acción. También ha habido tiempo para recordar la concentración programada la semana que viene durante la entrega de los Premios Príncipe de Asturias y en la que el Campamento Dignidad participa.

En el comunicado, han querido mostrar su indignación ante lo que consideran “el expolio del dinero público”, y han denunciado la cantidad de subvenciones agrarias comunitarias concedidas a estas tierras desde los años 90 hasta la actualidad. La última de estas ayudas de la Unión Europea, con un importe de 1.800.000 euros, fue adjudicada siendo Arias Cañete ministro de Agricultura.

“Ha aprovechado su cargo y que está en los círculos de poder para llevarse el dinero”, ha afirmado Daniel Hierro, miembro del Campamento Dignidad. 

Asimismo, Hierro ha querido destacar que estas partidas económicas podrían dedicarse a asuntos más urgentes como el fomento del empleo o la Renta Básica. Por ello, han reclamado la creación de un Banco de Tierras en Extremadura que garantice el trabajo de los jornaleros así como la modificación de la normativa de la PAC.