Tras
las elecciones europeas y sus resultados, muchos lanzaron vítores al
aire, gritaron y celebraron los resultados en cuanto al golpe que
suponía para los dos grandes partidos. Pero pasada la resaca, las mentes
comienzan a discurrir y a analizar los procesos, aflorando así las
primeras divergencias y los sucesivos retratos de unos y otros.
Las
filas de IU actualmente se encuentran revueltas en cuanto a la
situación de protagonismo de Podemos, sobre todo tras los últimos datos
arrojados por dos encuestan que sitúan a Podemos como tercera fuerza
política en España, con un 15% de los votos y 58 escaños de media. Tras
estos números, diferentes voces de Podemos han determinado que estas
encuestas no son importantes, si no que el cambio puede ser posible. Los
sondeos realizados otorgarían a IU solo 15-17 escaños en el Congreso.
Debido
a todo esto desde IU han divergido en cuanto a sus opiniones internas,
pues algunas de las voces hablan sobre la imposibilidad de frenar el
terremoto de Pablo Iglesias tras las elecciones europeas, tratando esto
como un problema en su campo, como un grupo político que ha absorbido
parte de sus electores naturales ante el descontento. A la vez hablan de
que es un efecto globo o soufflé, que acabará deshinchándose. Estas
últimas palabras pueden ser un doble filo para IU; si Podemos se
desinfla serán quienes absorban parte sus votos (aunque la mayoría
desaparecerían ante la desilusión) y por ende, si Podemos se mantiene
estable o creciente, IU será perjudicada si mantiene una posición
estática.
Por
otro lado está la parte que se muestra menos inmóvil, cuyas palabras
han tendido a indicar que IU debe realizar una remodelación de toda la
dirección, por lo tanto supondría una renovación de sus cabezas
visibles, a través de unas elecciones primarias abiertas a la ciudadanía
para elegir un candidato a la presidencia. Dentro de este sector de IU
se encuentran los partidarios de establecer un frente amplio contra el
bipartidismo, por lo que se entiende un acercamiento a Podemos
(desconociéndose por ahora qué tipo de acercamiento se propondría).
Recientemente Cayo
Lara ha indicado “construir un bloque que consiga la mayoría en las
Elecciones Generales de 2015, y que permita poner en marcha el proceso
constituyente que reclamamos”. El problema es como será y funcionaría
dicho bloque, el cual no debería superponer una fuerza a otra
(cualquiera). Pero a su vez en una entrevista en Público indicó; “No
vamos a hacer parte del discurso de Podemos porque no creemos en él”.
Podemos
se mostró receptivo en algunos momentos a esta última posibilidad, pero
por ahora lo único que se conoce es que el partido decidirá en asamblea
como actuará ante esta situación y las elecciones municipales. Algunas
personas afines o pertenecientes de Podemos han dado su opinión a través
de las redes sociales en cuanto a una unión con IU; “Votamos a Podemos,
no a IU, unirlo supone renunciar a las particularidades de Podemos”.
Momentáneamente
la situación es de incertidumbre ante la no actuación de IU y la
posición de Podemos, que no estaría dispuesto a renunciar a su actual
ascenso para beneficiar a IU. Por lo tanto a pesar de que las voces de
IU divergen, no abrirse a un proceso que tienda posiciones puede abocar a
una problemática interna que derive en el descenso electoral, mientras
que Podemos obtendría de ahí más electores.
La
idea que tienen muchas personas es que ambas organizaciones deberían
unirse, pero esto siempre bajo la sensación de que IU quiere ser el
abanderado, mientras que Podemos no quiere perder su nueva posición de
batalla. Lo que es evidente es que el ascenso de Podemos supone un
actual descalabro del PSOE, que se retrata día a día.
¿Ustedes que piensan?
Carlos Albalate Sánchez