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viernes, 27 de diciembre de 2013

LAS DROGAS Y LA MAQUINA DE GUERRA DE ESTADOS UNIDOS



Entrevista con Peter Dale Scott


El ex diplomático canadiense Peter Dale Scott aprovecha su jubilación para estudiar detalladamente el Sistema de Estados Unidos y sigue describiéndolo en sus libros. En esta entrevista responde a nuestro colaborador Maxime Chaix, traductor de sus trabajos al idioma francés.
 
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Peter Dale Scott es doctor en Ciencias Políticas, profesor emérito de Literatura Inglesa de la Universidad de California (Berkeley), poeta y ex diplomático canadiense. Su primer libro traducido al francés, The Road to 9/11, fue publicado en septiembre de 2010 por Demi-Lune bajo el título La Route vers le Nouveau Désordre Mondial [El Camino hacia el Nuevo Desorden Mundial] y le valió los elogios del general de la fuerza aérea francesa Bernard Norlain en el número 738 de la Revue Défense Nationale (marzo de 2011). Su más reciente libro, La Machine de guerre américaine [la Máquina de Guerra de Estados Unidos], fue publicado en francés por Éditions Demi-Lune en octubre de 2012 y también fue recomendado por el general Norlain en el número 757 de la Revue Défense Nationale (febrero de 2013).
Peter Dale Scott publica regularmente artículos en el sitio web de la Red Voltaire.
Maxime Chaix: En su último libro, La Machine de guerre américaine, usted estudia profundamente lo que usted llama la «conexión narcótica global». ¿Puede aclararnos esa noción?
Peter Dale Scott: Permítame, ante todo, definir lo que yo entiendo por «conexión narcótica». Las drogas no entran en Estados Unidos por arte de magia. Importantes cargamentos de droga son enviados a veces a ese país con el consentimiento y/o la complicidad directa de la CIA. Le voy a poner un ejemplo que yo mismo cito en La Machine de guerre américaine. En ese libro yo menciono al general Ramón Guillén Dávila, director de una unidad antidroga creada por la CIA en Venezuela, quien fue inculpado en Miami por haber introducido clandestinamente una tonelada de cocaína en Estados Unidos. Según el New York Times, «la CIA, a pesar de las objeciones de la Drug Enforcement Administration [DEA], aprobó el envío de al menos una tonelada de cocaína pura al aeropuerto internacional de Miami [,] para obtener información sobre los cárteles colombianos de la droga». En total, según el Wall Street Journal, el general Guillén posiblemente envió ilegalmente más de 22 toneladas de droga a Estados Unidos. Sin embargo, las autoridades estadounidenses nunca solicitaron a Venezuela la extradición de Guillén. Incluso, en 2007, cuando [Guillén] fue arrestado en su país por haber planificado un intento de asesinato contra [el presidente] Hugo Chávez, el acta de acusación contra ese individuo todavía estaba sellada en Miami. Lo cual no es sorprendente, sabiendo que se trataba de un aliado de la CIA.
Pero la conexión narcótica de la CIA no se limita a Estados Unidos y Venezuela sino que, desde los tiempos de la postguerra, ha ido extendiéndose progresivamente a través del mundo. En efecto, Estados Unidos ha tratado de ejercer su influencia en ciertas partes del mundo pero, siendo una democracia, no podía enviar el US Army a esas regiones. Así que desarrolló ejércitos de apoyo (proxy armies) financiados por los traficantes de droga locales. Ese modus operandi se convirtió poco a poco en una regla general. Ese es uno de los principales temas de mi libro La Machine de guerre américaine. En ese libro yo estudio específicamente la operación Paper, que comenzó en 1950 con la utilización por parte de la CIA del ejército del KMT en Birmania, [fuerza] que organizaba el tráfico de droga en la región. Cuando resultó que aquel ejército era totalmente ineficaz, la CIA desarrolló su propia fuerza en Tailandia (bajo el nombre de PARU). El oficial de inteligencia a cargo de esa fuerza reconoció que el PARU financiaba sus operaciones con importantes cantidades de droga.
Al restablecer el tráfico de droga en el sudeste asiático, el KMT –como ejército de apoyo– fue el preludio de lo que se convertiría en una costumbre de la CIA: colaborar en secreto con grupos financiados a través de la droga para hacer la guerra, como sucedió en Indochina y en el Mar de China meridional durante los años 1950, 60 y 70, en Afganistán y en Centroamérica en los años 1980, en Colombia en los años 1990, y nuevamente en Afganistán en 2001. Los responsables son nuevamente los mismos sectores de la CIA, o sea los equipos encargados de organizar las operaciones clandestinas. Se puede observar como desde la época de la postguerra sus agentes, financiados con las ganancias que reportan esas operaciones con narcóticos, se mueven de continente en continente repitiendo el mismo esquema. Por eso es que podemos hablar de «conexión narcótica global».
Maxime Chaix: En La Machine de guerre américaine, usted señala además que la producción de droga se desarrolla bruscamente en los lugares donde Estados Unidos interviene con su ejército y/o sus servicios de inteligencia y que esa producción disminuye cuando terminan esas intervenciones. En Afganistán, en momentos en que la OTAN está retirando paulatinamente sus tropas, ¿piensa usted que la producción disminuirá cuando termine la retirada?
Peter Dale Scott: En el caso de Afganistán es interesante ver que durante los años 1970, a medida que el tráfico de droga disminuía en el sudeste asiático, la zona fronteriza pakistano-afgana se convertía poco a poco en punto central del tráfico internacional de opio. Finalmente, en 1980, la CIA se implicó de manera indirecta, pero masiva, contra la URSS en la guerra de Afganistán. Por cierto, Zbigniew Brzezinski se jactó ante Carter de haber organizado el Vietnam de los soviéticos. Pero también desató una epidemia de heroína en Estados Unidos. Antes de 1979 sólo entraban a ese país muy pequeñas cantidades de opio proveniente del Creciente de Oro. Pero en un solo año, el 60% de la heroína que entraba en Estados Unidos provenía de esa región, según las estadísticas oficiales.
Como yo mismo recuerdo en La Machine de guerre américaine, los costos sociales de aquella guerra alimentada por la droga aún siguen afectándonos. Por ejemplo, sólo en Pakistán existen hoy, al parecer, 5 millones de heroinómanos. Sin embargo, en 2001, Estados Unidos reactivó, con ayuda de los traficantes, sus intentos de imponer un proceso de edificación nacional a un cuasi-Estado que cuenta no menos de una docena de grupos étnicos importantes que hablan diferentes lenguas. En esa época, estaba perfectamente claro que la intención de Estados Unidos era utilizar a los traficantes de droga para posicionarse en el terreno en Afganistán. En 2001, la CIA creó su propia coalición para luchar contra los talibanes reclutando –e incluso importando– traficantes de droga que ya había tenido como aliados en los años 1980. Como en Laos –en 1959– y en Afganistán –en 1980–, la intervención estadounidense fue una bendición para los cárteles internacionales de la droga. Con la agravación del caos en las zonas rurales afganas y el aumento del tráfico aéreo, la producción se multiplicó por más de 2 pasando de 3 276 toneladas en el año 2000 (y sobre todo de las 185 toneladas producidas en 2001, año en que los talibanes prohibieron la producción de opio) a 8 200 toneladas en 2007.
Hoy en día es imposible determinar cómo evolucionará la producción de droga en Afganistán. Pero si Estados Unidos y la OTAN se limitan a retirarse dejando el caos tras de sí, todo el mundo sufrirá las consecuencias –con excepción de los traficantes de droga, que se aprovecharían entonces del desorden para [desarrollar] sus actividades ilícitas. Sería por lo tanto indispensable establecer una colaboración entre Afganistán y todos los países vecinos, incluyendo China y Rusia (que puede ser considerada una nación vecina debido a sus fronteras con los Estados del Asia Central). El Consejo Internacional sobre la Seguridad y el Desarrollo (ICOS) ha sugerido comprar y transformar el opio afgano para utilizarlo con fines médicos en los países del Tercer Mundo, que lo necesitan con gran urgencia. Pero Washington se opone a esa medida, difícil de poner en práctica sin un sistema de preservación del orden eficaz y sólido. En todo caso, tenemos que dirigirnos hacia una solución multilateral en la que se incluya Irán, país muy afectado por el tráfico de droga proveniente de Afganistán. Se trata además del país más activo en la lucha contra la exportación de estupefacientes afganos y el que más pérdidas humanas está sufriendo por causa de ese tráfico. Por consiguiente, habría que reconocer a Irán como un aliado fundamental en la lucha contra esa plaga. Pero, por numerosas razones, ese país es considerado como un enemigo en el mundo occidental.
Maxime Chaix: En su último libro, La Machine de guerre américaine, usted demuestra que una parte importante de los ingresos narcóticos [de la droga] alimenta el sistema bancario internacional, incluyendo los bancos de Estados Unidos, creando así una verdadera «narconomía». En ese contexto, ¿qué cree usted del caso HSBC?
Peter Dale Scott: Primeramente, el escándalo de lavado de dinero del HSBC nos lleva a pensar que la manipulación de ingresos narcóticos por parte de ese banco pudo contribuir al financiamiento del terrorismo –como ya había revelado una subcomisión del Senado en julio de 2012. Además, un nuevo informe senatorial ha estimado que «cada año, entre 300 000 millones y un millón de millones de dólares de origen criminal son lavados por los bancos a través del mundo y la mitad de esos fondos transitan por los bandos estadounidenses». En ese contexto, las autoridades gubernamentales nos explican que no se desmantelará HSBC porque es demasiado importante en la arquitectura financiera occidental. Hay que recordar que Antonio María Costa, el director de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Crimen (ONUDC), recordó que en 2008 «los miles de millones de narcodólares impidieron el hundimiento del sistema en el peor momento de la crisis [financiera] global».
Así que el HSBC se puso de acuerdo con el Departamento [estadounidense] de Justicia para pagar una multa de unos 1 920 millones de dólares, con lo cual evitará ser objeto de acciones penales. El gobierno de Estados Unidos nos da a entender de esa manera que nadie será condenado por esos crímenes porque, como ya señalé anteriormente, ese banco es parte integrante del sistema. Eso es una confesión fundamental. En realidad, todos los grandes bancos de importancia sistémica –no sólo el HSBC– han reconocido haber creado filiales (los privates banks) concebidas especialmente para el lavado de dinero sucio. Algunos han pagado fuertes multas, habitualmente mucho menos importantes que las ganancias generadas por el lavado de dinero. Y mientras dure esa impunidad, el sistema seguirá funcionando de esa manera.
Es un verdadero escándalo. Piense usted en un individuo cualquiera arrestado con unos cuantos gramos de cocaína en el bolsillo. Lo más probable es que vaya a la cárcel. Pero el banco HSBC puede haber lavado unos 7 000 millones de dólares de ingresos narcóticos a través de su filial mexicana sin que nadie vaya a la cárcel.
En realidad, la droga es uno de los principales factores que sostienen el dólar, lo cual explica el uso de la expresión «narconomía». Los 3 productos que más se intercambian en el comercio internacional son, en primer lugar, el petróleo seguido por las armas y después la droga. Esos 3 elementos están interconectados y alimentan los bancos de la misma manera. Es por eso que el sistema bancario global absorbe la mayoría del dinero de la droga. Así que en La Machine de guerre américaine yo estudio de qué manera una parte de esos ingresos narcóticos financia ciertas operaciones clandestinas estadounidenses. Y analizo además las consecuencias que se derivan.
Maxime Chaix: Hace 10 años, la administración Bush emprendía la guerra contra Irak, sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Qué balance hace usted de ese conflicto, sobre todo en relación con sus costos humanos y financieros?
Peter Dale Scott: En mi opinión, ha habido dos grandes desastres en la política exterior reciente de Estados Unidos: la guerra de Vietnam, que no era necesaria, y la guerra de Irak, que lo era menos todavía. El objetivo aparente de esa guerra era instaurar la democracia en ese país, lo cual era una verdadera ilusión. Es el pueblo iraquí quien tiene que determinar si está hoy en mejor situación que antes de esa guerra, pero yo dudo que su respuesta sea afirmativa si se le consulta al respecto.
En cuanto a los costos humanos y financieros, ese conflicto fue un desastre, tanto para Irak como para Estados Unidos. Pero el ex vicepresidente Dick Cheney acaba de declarar en un documental que él haría lo mismo [que antes] «al minuto». Sin embargo, el Financial Times estimó recientemente que los contratistas habían firmado con el gobierno de Estados Unidos contratos por más de 138 000 millones de dólares en el marco de la reconstrucción de Irak. Sólo la empresa KBR, filial de Halliburton –firma que dirigía el propio Dick Cheney antes de convertirse en vicepresidente [de Estados Unidos]– firmó desde 2003 una serie de contratos federales por al menos 39 500 millones de dólares. Recordemos también que a finales del año 2000 –un año antes del 11 de septiembre– Dick Cheney y Donald Rumsfeld firmaron juntos un importante estudio elaborado por el PNAC (el grupo de presión neoconservador conocido como Proyecto para el Nuevo Siglo Americano). Aquel estudio, titulado «Reconstruir las Defensas de América» (Rebuilding America’s Defenses), reclamaba sobre todo un fuerte aumento del presupuesto de Defensa, el derrocamiento de Sadam Husein en Irak y mantener tropas estadounidenses en la región del Golfo Pérsico, incluso después de la caída del dictador iraquí. A pesar de los costos humanos y financieros de esa guerra, ciertas empresas privadas sacaron cuantiosas ganancias de ese conflicto, como yo mismo analizo en mi libro La Machine de guerre américaine. Para terminar, cuando se ven las gravísimas tensiones que hoy existen en el Medio Oriente entre los chiitas, respaldados por Irán, y los sunnitas, que cuentan con el apoyo de Arabia Saudita y Qatar, tenemos que recordar que la guerra contra Irak tuvo un impacto muy desestabilizador en toda esa región…
Maxime Chaix: Precisamente, ¿cuál es su punto de vista sobre la situación en Siria y las posibles soluciones?
Peter Dale Scott: Dado lo complejo de la situación no existe una respuesta simple sobre lo que habría que hacer en Siria, al menos a nivel local. Sin embargo, como ex diplomático, estoy convencido de que necesitamos un consenso entre las grandes potencias. Rusia sigue insistiendo en la necesidad de remitirse a los acuerdos de Ginebra. No es ese el caso de Estados Unidos, que efectivamente fue en Libia más allá del mandato concedido por el Consejo de Seguridad [de la ONU] y que está violando un consenso potencial en Siria. No es ese el camino a seguir ya que, en mi opinión, es necesario un consenso internacional. Si no, es posible que la guerra a través de intermediarios entre chiitas y sunnitas en el Medio Oriente acabe por arrastrar a Arabia Saudita e Irán a participar directamente en el conflicto sirio. Habría entonces un riesgo de guerra entre Estados Unidos y Rusia. Así estalló la Primera Guerra Mundial, desencadenada por un acontecimiento local en Bosnia. Y la Segunda Guerra Mundial comenzó con una guerra por intermediarios en España, donde Rusia y Alemania se enfrentaban indirectamente. Tenemos y podemos evitar que se repita ese tipo de tragedia.
Maxime Chaix: ¿Pero no piensa usted que, por el contrario, Estados Unidos está tratando hoy de ponerse de acuerdo con Rusia, esencialmente a través de la diplomacia de John Kerry?
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Peter Dale Scott: Para responder a esa pregunta, permítame hacer una analogía en el Afganistán y en el Asia Central de los años 1990, después de la retirada soviética. El problema recurrente en Estados Unidos es que resulta difícil lograr un consenso en el seno del gobierno porque existe una multitud de agencias que a veces tienen objetivos antagónicos. Lo cual se traduce en la imposibilidad de obtener una política unificada y coherente. Eso es precisamente lo que pudimos observar en Afganistán en 1990. El Departamento de Estado quería llegar obligatoriamente a un acuerdo con Rusia. Pero la CIA seguía trabajando con sus aliados narcóticos y/o yihadistas en Afganistán. En aquella época Strobe Talbott –un amigo muy cercano del presidente Clinton, a quien representaba con mucha influencia dentro del Departamento de Estado– declaró con toda razón que Estados Unidos tenía que llegar a un arreglo con Rusia en Asia Central, en vez de considerar esa región como un «gran tablero» donde manipular los acontecimientos para obtener ventajas (para retomar el concepto de Zbigniew Brzezinski). Pero, al mismo tiempo, la CIA y el Pentágono estaban haciendo acuerdos secretos con Uzbekistán, [acuerdos] que neutralizaron totalmente lo que Strobe Talbott estaba tratando de hacer. Yo dudo que hayan desaparecido hoy en día ese tipo de divisiones internas en el seno del aparato diplomático y de seguridad de Estados Unidos.
En todo caso, desde 1992, la doctrina de Wolfowitz que aplicaron los neoconservadores de la administración Bush a partir de 2001 llama a la dominación global y unilateral de Estados Unidos. Paralelamente, elementos más moderados del Departamento de Estado tratan de negociar soluciones pacificas a los diferentes conflictos en el marco de la ONU. Pero es imposible negociar la paz a la vez que se exhorta a dominar el mundo a través de la fuerza militar. Desgraciadamente, los halcones intransigentes se imponen más a menudo, por la simple razón de que disponen de presupuestos más elevados –los presupuestos que alimentan La Máquina de guerra estadounidense. Así que si usted logra compromisos diplomáticos, esos halcones tendrán menos presupuesto, lo cual explica por qué son las peores soluciones las que tienen tendencia a prevalecer en la política exterior de Estados Unidos. Y eso es precisamente lo que pudiera impedir un consenso diplomático entre Estados Unidos y Rusia en el caso del conflicto sirio.

DICEN QUE EL AUMENTO DE LAS EXPORTACIONES ES SINTOMA DE " SALIDA DE LA CRISIS"

viernes, 27 de diciembre de 2013

Lo que no dicen es que sólo exportan un 3% del total las empresas españolas y el "bien de consumo estrella"...
... es, fundamentalmente, mortal. Cuba, "pobrecita", exporta médicos y maestros: Las exportaciones de armas facturaron hasta junio en España un 194% más que en 2012

Agencias.- España ha facturado en el primer semestre del año 1.821,4 millones de euros por la exportación de armas, un 194% más que el mismo período del 2012, y sus principales países de destino fueron Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Reino Unido, con las aeronaves como producto más destacado. 

Esta cifra viene recogida en el informe de exportaciones de material defensa, otro material y doble uso elaborado por el Ministerio de Economía y Competitividad, que señala que los dos países de la península arábiga representaron el 44,1% de las exportaciones, frente al 45,6% del bloque UE+OTAN. 

Las principales operaciones correspondieron a aviones de reabastecimiento en vuelo Así, las principales operaciones correspondieron a aviones de reabastecimiento en vuelo a Emiratos Árabes Unidos por valor de 426,7 millones y a Arabia Saudí que, además, compró repuestos para aviones de transporte y munición de artillería hasta alcanzar los 376,8 millones

ITALIA: SOBRE LA " REVUELTA DE LAS HORCAS": EL INVISIBLE PUEBLO DE LOS NUEVOS POBRES

por Marco Revelli
Viernes, 27 de Diciembre de 2013 

La primera impresión, superficial, epidérmica, fisionómica —el color y la forma de los vestidos, la expresión del rostro, el modo de moverse— ha sido la de una masa de pobres. Quizá lo digo mejor: de “empobrecidos”. 
 
 
 
 
Turín ha sido el epicentro de la llamada “rebelión de las horcas”, al menos hasta ayer. Turín es también mi ciudad. Así que he salido de casa y me he ido a buscarla, la rebelión, porque como  decía el protagonista de una vieja película de los años 70, ambientada en el tiempo de la revolución francesa, «si uno va, uno lo ve…». Bien, tengo que decirlo sinceramente: lo que he visto, a la primera ojeada, no me ha parecido una masa de fascistas. Y ni siquiera de vándalos de un clan deportivo. Ni tampoco de mafiosos o camorristas, o de evasores sin castigo.

La primera impresión, superficial, epidérmica, fisionómica —el color y la forma de los vestidos, la expresión del rostro, el modo de moverse— ha sido la de una masa de pobres. Quizá lo digo mejor: de “empobrecidos”. Las numerosas caras de la pobreza, hoy. Sobre todo de la que es nueva. Podríamos decir de la clase media empobrecida: los endeudados, los prejubilados, los fracasados o en riesgo de fracaso, pequeños comerciantes obligados por los requerimientos  a quedarse en descubierto bancario, u obligados al cierre, artesanos con los requerimientos de Equitalia (agencia tributaria)  y con el crédito cortado, transportistas, “pequeños patronos” con el seguro caducado y sin dinero para pagarlo, desempleados de larga y corta duración, ex albañiles, ex peones, ex empleados, ex mozos de almacén, ex titulares del CIF que ya no pueden soportar ese impuesto, precarios sin renovación gracias a la reforma de la ex ministra Fornero, trabajadores con contrato limitado, despedidos de las obras ya paradas o de las tiendas cerradas.

Los rostros marginales de cada categoría productiva, aquellas que están “al límite” o ya se han desplomado, las hasta hace poco todavía sutiles, hoy ya en rápida y quizá vertiginosa expansión… Alrededor, la plaza en círculo, con todas las tiendas cerradas, las persianas bajadas formando un muro gris como el de la muchedumbre. Y la “gente”, encerrada en los coches bloqueados por un filtro no asfixiante pero suficiente para generar  inquietud, ella también con sus propios problemas, mirándolos —al menos en un primer momento— con cierto respeto, me ha parecido. Como cuando uno se para porque pasa un entierro. Y piensa “podría tocarme a mí…”  Levantaban el dedo pulgar —no el índice, el dedo pulgar— como diciendo “aquí andamos todavía “, desde los automóviles alguien respondía con el mismo gesto, y una sonrisa triste como preguntando “¿hasta cuándo?”.
No había otra comunicación: la “plataforma”, por decir algo, el común denominador que les unía era debilísimo, reducido a los huesos. El único cartel que mostraban decía “Somos ITALIANOS”, con caracteres cubitales, “Paremos ITALIA”. Y la única frase que repetían era: “Estamos hartos”. Es decir, si transmitían algún dato sociológico era éste: que eran aquellos que no aguantan más. Heterogéneos en todo, multitud solitaria por constitución material, pero reunidos por ese único, terminal estado de emergencia. Y de una visceral, profunda, constitutiva, antropológica extrañeza/hostilidad política.

No eran una astilla del mundo político. Eran un trozo de sociedad disgregada. Y sería un error imperdonable liquidar todo esto como producto de una derecha golpista o de un populismo radical. Había entre ellos gente de Fuerza nueva, es verdad, allí estaban. Como había ultras entre las escuadras. Y los cultivadores de la violencia por vocación o por frustración personal o social. Había de todo, porque cuando un contenedor social se rompe y deja escapar su propio líquido inflamable, a los incendiarios les ha caído el gordo. Pero no es esto lo que explica el fenómeno. No se ceba así una movilización tan amplia, diversificada, multiforme como la que se ha visto en Turín. La verdadera pregunta que hay que hacerse es por qué precisamente aquí se ha materializado este “pueblo” hasta ayer invisible. Y por qué una protesta  en otro momento  puntual y selectiva ha tomado un carácter tan masivo…

¿Por qué Turín ha sido la “capital de las horcas”? En parte porque ya existía un núcleo cohesionado —los vendedores ambulantes de Porta Palazzo, los llamados “mercatali” , ya movilizados desde hace tiempo— que ha funcionado como principio organizativo y detonador de la protesta, capaces de ramificarla y extenderla de forma capilar. Pero sobre todo porque Turín es la ciudad más empobrecida del Norte. Donde la ruptura sobrevenida a consecuencia de la crisis ha sido más violenta. Las cifras hablan.

Con sus casi 4.000 procedimientos ejecutivos en 2012 (cerca del 30% más respecto del año anterior, uno cada 360 habitantes como certifica el ministerio) Turín ha sido definido como “la capital de los desahucios”. En su mayor parte debidos a “morosidad involuntaria”, es decir, “cuando a consecuencia de la pérdida de empleo o el cierre de la actividad, el inquilino no puede pagar el alquiler”. Y ya se han anunciado otros 1.000, tal y como ha  denunciado el obispo Nosiglia, para los inquilinos de las casas populares que han recibido la advertencia de pagar al menos los 40 euros mensuales marcados por una reciente ley regional,  también a quien está clasificado como “involuntario” y que no se lo puede permitir.

Las actividades comerciales también están de luto: en los dos primeros meses del año han cerrado 306 tiendas, es decir, el 2% de las existentes, lo que equivale a 15 al día, y 626 en toda la provincia, de los que 344 son bares y restaurantes. Es la última estadística disponible, pero podemos suponer que en los meses sucesivos el ritmo no se ha parado. Otros casi 1.500 habían “muerto” el año anterior […]

Si echamos un vistazo al mapa de los grandes ciclos socio-productivos ocurridos en el tránsito hacia el siglo XX, está en crisis toda la composición social que la vieja metrópolis de producción fordista había generado en su pasaje hacia el post-fordismo, con la retroversión de la gran factoría centralizada y mecanizada en un territorio, la diseminación de las subcontratas, la multiplicación de empresas individuales que se emplean en aquello que quedaba del ciclo productivo automovilístico, las consultas externalizadas, el pequeño comercio como sucedáneo del welfare, junto con las prejubilaciones, los contratos por programa, los empleos interinos de bajo nivel (no los cognitarios  de la creative class sino el peonaje de bajo costo)[1]. Era una composición frágil, que sobrevivía en suspensión dentro de la burbuja del crédito fácil, de las tarjetas revolving, del crédito bancario blando, del consumo compulsivo. Y así ha ido hasta que la presión financiera ha puesto sus manos en el cuello de los marginales, y cada vez más fuerte y cada vez más hacia arriba.

No da gusto ver esta segunda sociedad  salida a la superficie con el símbolo tremendamente obsoleto, premoderno, de feudalismo rural y de jacquerie (levantamientos campesinos)  como es la horca, pero a la vez portadora de una hipermodernidad explosiva. De una tentativa de transición fracasada. Pero es verdadera, más verdadera que los vacuos ritos que se vuelven a proponer desde arriba, en los tenderetes de las primarias que, precisamente decían también, con otra forma y con buen tono, que “no se puede aguantar más”, o en los programas de debate de la televisión. Es sucia, fea, mala. Esclavitud, también. Está llena de rencor, de rabia y a veces de odio. Porque la pobreza no es nunca serena.

Nada que ver con la “hermosa sociedad” (y la “hermosa subjetividad”) del periodo industrial, con el lenguaje del conflicto áspero pero aseado. Aquí la política es coto del orden del discurso. Ha sido demasiado profundo el abismo excavado en estos años entre representantes y representados, entre el lenguaje que se habla en voz alta y el dialecto con el que se comunica la gente de abajo. Demasiado vulgar ha sido el éxodo de la izquierda, toda la izquierda, de los lugares donde está la vida. Y quizás, como en la Alemania de los años treinta, serán sólo los lenguajes guturales de los nuevos bárbaros los que vayan al encuentro de esta nueva plebe. Pero sería una desgracia —peor, un delito— regalar a los centuriones de la derecha social el monopolio de la comunicación con este mundo y la posibilidad de que esos (malos) sentimientos coticen en su propia bolsa. Un enésimo error. Quizás el último.

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Marco REVELLI es catedrático de Ciencia Política de la Universidad del Piamonte Oriental. El artículo apareció publicado en il Manifesto, el 13 de diciembre.

EL,EJERCITO ISRAELÍ BOMBARDEA NUEVAMENTE LA FRANJA DE GAZA


Viernes, 27 de Diciembre de 2013 03:49

Al menos dos palestinos resultaron heridos en un bombardeo de la Franja de Gaza realizado durante la noche del jueves por el Ejército israelí tras el lanzamiento de un proyectil desde este territorio que impactó en la zona sur de Israel. 
Según informa el periódico 'Jerusalem Post', los objetivos del ataque de la Fuerza Aérea de Israel fueron un almacén de armas en el centro de Gaza e instalaciones de fabricación de explosivos en el norte. 
Inmediatamente después del bombardeo, el brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qassam,  han informado en su cuenta de Twitter de que dos civiles palestinos habían resultado heridos.
Según especifican las Brigadas, entre los objetivos del ataque también estaban "un lugar de entrenamiento" del propio grupo y "una zona agrícola en la ciudad de Gaza". De acuerdo con los informes de la Fuerza de Defensa de Israel se alcanzaron los objetivos con precisión y todos los aviones regresaron a la base militar de forma segura.  Horas antes del bombardeo Israel informó del lanzamiento de un cohete desde Gaza que había alcanzado una localidad de Hof Ashkelon en el territorio israelí.
Sin embargo, el ataque no ha provocado heridos entre los habitantes de la zona, que habían sido alertados del lanzamiento de un proyectil mediante las sirenas.La última ofensiva por parte de Israel tuvo lugar esta semana en la Franja de Gaza. Allí la Fuerza Aérea y el Ejército de Israel lanzaron una serie de ataques en respuesta a la muerte de un israelí cerca de la frontera con Gaza por los disparos de un francotirador palestino. Una niña palestina de tres años de edad murió y al menos otras nueve personas resultaron heridas en la ofensiva.  
La nueva espiral de violencia ocurre tras el cese del diálogo directo entre Israel y Palestina. Sin embargo, el analista político Basem Tajeldine cree que Israel siempre se ha burlado del proceso de paz con Palestina y "es el mayor interesado en destruir cualquier posibilidad de acuerdo y con el propósito de lograr su expansión y la toma de todos los territorios palestinos".

EL GOBIERNO RUMANO SE ALÍA CON CHEVRON Y USA EL EJÉRCITO CONTRA LOS OPOSITORES AL FRACKING




“¿A dónde va, abuela? Por aquí no se puede pasar”, dijo el policía antidisturbios. “Voy en busca de mi muerte. Si estáis golpeando brutalmente a la gente de mi pueblo ahí abajo, es ahí donde yo también quiero estar”. Así respondía la anciana María Dediu, palo en mano, cuando a las cuatro de la madrugada del lunes 2 de diciembre intentaba acceder a la zona donde cientos de antidisturbios, traídos desde varias zonas de Rumanía, desmantelaban brutalmente y por sorpresa el campamento de resistencia que los habitantes de Pungesti, al nordeste del país, habían montado el 16 de octubre, en oposición al comienzo de las obras de fracking por parte de Chevron.

Resistencia pacífica

Levantado en el terreno particular de uno de los acampados, el campamento siempre fue pacífico –según defienden los vecinos de Pungesti–, y visibilizaba la fuerte oposición local a los trabajos de perforación que habían comenzado a desarrollarse en un terreno cercano, que había pasado ilegalmente de titularidad pública a ser propiedad del alcalde para poder otorgar la licencia a la multinacional petrolera Chevron. “Vosotros tenéis porras, nosotros las manos vacías”, cantaban ya por la mañana los últimos activistas resistentes del campamento evacuado.

La compañía estadounidense cuenta con varios permisos en Rumanía para buscar gas no convencional mediante la técnica de la fractura hidráulica. Las últimas estima­ciones de la Adminis­tración de Infor­mación de la Energía (del Gobier­no de EE UU), publicadas en 2013, sitúan las reservas europeas de gas de pizarra en torno a los 470 billones de pies cúbicos, de los cuales algo más de una décima parte estarían en suelo rumano.

En Rumanía, las promesas de prohibir la fractura hidráulica contribuyeron a la elección del Gobierno actual de Victor Ponta, del Partido Socialdemócrata, en las elecciones de mayo de 2012. Se estableció una especie de moratoria de facto hasta finales de ese año, que sin embargo el nuevo Gobierno no respetó al conceder súbitamente cinco licencias a Chevron y a Shell.

La población ha llevado a cabo desde hace meses protestas masivas y hasta tres referendos en Dobrogea, una de las zonas afectadas en el sureste del país, que han dejado clara la oposición masiva a la actividad. En el condado de Vaslui, donde se ubica Pungesti, se han multiplicado los municipios que se autodeclararon libres de fracking. En Mosna, en el corazón de Transilvania, se levanta desde hace días otro campamento de resistencia contra otro de los ­permisos de exploración otorgados. Actualmente, gran parte del territorio del país está afectado por permisos para perforar la tierra en busca de gas. Según Alex Summerchild, ecologista rumana, el hombre en la sombra que ha motivado este cambio de opinión en el presidente ­rumano es Wesley Clark, antiguo general del ejército americano, presentado como un “excelente economista” y principal asesor de Ponta para asuntos de estrategia económica.

Desde el 2 de diciembre se ha instaurado una especie de ‘ley marcial’ en la zona de Pungesti. Existen restricciones para moverse, carreteras de acceso cortadas, vigilancia policial, patrullas de antidisturbios en ­cada calle, y los vecinos denuncian abusos de autoridad por parte de los policías. Además, el acceso a la prensa fue vetado durante esos días y la mayoría de los actos de represión policial tuvieron lugar durante la noche para evitar las grabaciones con cámaras o teléfonos móviles.

Concentración multitudinaria

Cinco días después del desmantelamiento del campamento, el 7 de diciembre, cientos de personas acudieron a Pungesti desde distintos puntos de Rumanía para mostrar su solidaridad. La valla perimetral del campo de Chevron fue derribada al grito de “Chevron vete a casa” y “Rumanía Estado policial”, incluso hay testigos que aseguran a este periódico que la policía incitó y participó en el derribo. Pero fue entonces cuando los antidisturbios cargaron con dureza, golpeando también a personas mayores y arrestando, sin alegar motivos, a numerosas personas.

Desde el pasado 2 de diciembre se ha instaurado una especie de ‘ley marcial’ en la zona de PungestiEse día, ya entrada la noche, los antidisturbios sembraron el miedo en el­­­ pueblo de Pungesti y entraron en muchas casas sacando a la gente de la cama e incluso propinando palizas y acusando a muchos vecinos de alojar “ilegalmente” a algunas de las personas que habían viajado desde distintos lugares de Rumanía para mostrar su soli­daridad, se­gún relatan varios activistas a DIAGONAL. El resto de familias permanecían escondidas a oscuras en sus propias casas, por temor a que entraran los antidisturbios. Entre esa tarde y el día siguiente se produjeron ‘cacerías’ aleatorias por parte de patrullas policiales, que lo mismo propinaban palizas y dete­nían a personas que se encontraban en una tienda, como a personas que se encontraban en el monte sacando a pastar al ganado. “Puede que no tengamos dinero, pero tenemos agua limpia y salud, y queremos que nos dejen en paz”, declaraba recientemente una habitante de la zona.

Algunos activistas locales comparan la represión con la ejercida por el régimen comunista. “Es la misma situación, sólo que ahora se trata de terrorismo corporativo. El Gobierno vende el país a empresas extranjeras y declara la guerra contra sus ciudadanos”, explica María Olteanu, una artesana que ahora dedica todos sus esfuerzos a luchar contra el fracking. La denuncia de cooptación de las instituciones democráticas por parte de las corporaciones es general estos días entre la población. La puntilla ha sido la decisión la semana pasada de un tribunal que desestimó la demanda interpuesta por los habitantes de Pungesti contra el bloqueo militar que sufre el pueblo. Por su parte, Chevron ha presentado una demanda contra los habitantes de Pungesti por el derribo de la valla.

“Estamos decepcionados con la falta de reacción internacional a la militarización de nuestro pueblo”, apunta Olteanu. Varias organizaciones sociales y ambientales, como Ecologistas en Acción en el Estado español, se han dirigido al Parla­mento europeo pidiendo su intervención, sin que al cierre de esta edición se haya producido ninguna reacción. Tampoco la embajada de Rumanía en España ha respondido a los requerimientos de la organización ecologista.

Chevron ha presentado también una demanda en Polonia contra los agricultores que se oponen al fracking y, que bajo la campaña Occupy ­Chevron, llevan instalados meses en un campo de Zurawlow donde la compañía quiere iniciar las obras sin los permisos. En Lituania Chevron amaga con retirarse si no encontraba facilidades, lo que está motivando reacciones políticas para dar mayor seguridad jurídica a las empresas y facilitar la vuelta de Chevron. Esto contrasta con la campaña de imagen iniciada por Chevron, en la que muestra fotos de personas felices porque la compañía explote el gas de esquisto “con responsabilidad”.

En otros países

Además de lo sucedido en Rumanía y en Polonia, las protestas antifracking han sido reprimidas con dureza en lugares como el Reino Unido, las manifestaciones antifracking han sido reprimidas con dureza, donde la oposición a las perforaciones de Cuadrilla en Balcombe (West Sussex) concitaron el pasado verano una de las mayores luchas contra este método, y una de las mayores protestas en décadas en este país. Pero no sólo en Europa; en otras partes del mundo la oposición al fracking ha generado importantes movilizaciones, como es el caso de New Brunswick, en Canadá, o de Neuquén en Argentina.

*Samuel Martín-Sosa Rodríguez es responsable de Internacional de Ecologistas en Acción

CATALUÑA: ¿ INDEPENDENCIA PARA ACABAR CON LA AUSTERIDAD?




Más de 1 millón de personas celebraron el pasado 11 de Septiembre la Diada en Cataluña. 8 de cada 10 catalanes parecen partidarios de un referéndum, y el 40% de la independencia.[i]Preguntados acerca de los problemas esenciales que existen en Cataluña, sobresalen dos: el paro (62%) y los problemas económicos (44%).[ii] Con más de medio de millón de trabajadores catalanes sin empleo, no son pocos quienes piensan que la independencia podría ser una solución a sus problemas.

¿Cataluña oprimida? Más rica y menos social
El gobierno de la Generalitat cifró en algo más de 16.000 millones de € el dinero que sale de las arcas catalanas para el estado español. ¿Reflejo de la opresión colonial?

La realidad probablemente esté mucho más cerca de la mitad: unos 8.200 millones.[iii] En el fondo el argumento que se esconde en la exigencia de la Generalitat, es que las zonas más ricas no deben sufragar el desarrollo de las menos desarrolladas. Porque si bien es cierto que una parte de estas transferencias tienen que ver con el mantenimiento de la policía, el ejército en sus misiones exteriores, el sistema judicial… o el dinero que el estado invierte en los bancos, no es menos cierto que la seguridad social, el mantenimiento de las conquistas de la protección social, también se basan en una parte de transferencias de los más ricos. Algo que intentan desmontar a ritmo acelerado, en Madrid y en Barcelona.

Con la misma intención, pero en sentido inverso, los gobiernos del PSOE y del PP facilitaron las transferencias sanitarias y educativas a cada comunidad. Hoy, las comunidades con más déficit, son las que más recortan en personal sanitario o quienes más interinos despiden. Deshacer por abajo el sistema de cobertura social. Una idea que, bien sea recortando los presupuestos centrales y transfiriendo la carga a las comunidades, bien sea evitando que las regiones más ricas contribuyan más, une a todas las grandes fortunas.

¿Estaremos en el caso catalán, ante una nación oprimida, pobre, frente a una España imperialista que extrae las rentas de su colonia? La renta media por persona en Cataluña es de 10.000 €, en el estado español de  9.446 €.[iv] Los ricos catalanes (directores, gerentes…) ganan 6 veces más: 59.138 € anuales, y ganan 9.000 € más que sus correligionarios en Madrid, Albacete o Canarias. Entre las mayores 35 empresas que cotizan en el IBEX, 5 tienen tienen su sede en Cataluña: Grifols, Abertis, Gas Natural, Sabadell y Caixabank.[v]  La burguesía catalana no tiene una situación de dependencia respecto a la “de la metrópoli”. Los trabajadores catalanes no tienen peor posición que los del resto de la península. Desde el punto de vista económico parece que la única opresión existente es la que los inversores y grandes empresarios calanes y madrileños realizan sobre sus empleados diariamente.


Cataluña es una región rica: su PIB per cápita es el 110% de la media del de la UE-15. Y un 114%, si asignamos a España en global la cifra de 100. Andalucía estaría en el 77% del PIB nacional.[vi]Representa un 8.1% de la población del estado español pero tiene un 18% de la riqueza anual nacional (PIB). ¿Y qué se hace el reparto de la riqueza en Cataluña? Vicente Navarro da cifras elocuentes: “el gasto público social por habitante, que cubre las transferencias y servicios públicos del Estado como sanidad, educación, servicios de ayuda a las personas con dependencia, guarderías, vivienda social y otros, es el más bajo de la Unión Europea del 15, junto con España, y es sólo el 74% del promedio de la Unión Europea de los 15.”

En una de las regiones más ricas de Europa el salario mínimo es uno de los más bajos de la UE-15. En realidad Cataluña gasta un 12% menos de su PIB menos que la media europea en políticas sociales. Es 3 veces más que la cacareada transferencia de Cataluña a Madrid.[vii]La verdadera transferencia, no es la que Madrid expolia a Barcelona, es la que los ricos, en ambas capitales, expolian a sus trabajadores y a las políticas sociales. [viii]

¿Pero esto no está cambiando con el gobierno de ERC, que hace “girar a la izquierda a CIU”? ¿No se quejaban los banqueros catalanes de los impuestos que están aprobando en los presupuestos para 2014? En realidad el aumento del tramo de IRPF a las rentas más altas no es capaz de igualar la amplitud de los recortes. Los ricos en Cataluña siguen teniendo una baja carga impositiva.[ix] Y en 2014 el nivel de gasto social por habitante se situará en niveles de 2004, si tenemos en cuenta el aumento de los precios de la vida.[x]En realidad, la izquierda nacionalista supedita la lucha por solucionar las necesitares sociales, inaplazables, de los parados, pensionistas, enfermos… a la independencia. Nuevamente una parte de la izquierda “aplaza” la lucha social “para más adelante”. Cuando nunca antes, como desde 2008, fue tan necesaria.

La gran patronal: mejorar el negocio al exterior

Aunque muchos trabajadores catalanes puedan encontrar en la independencia, o en la opresión nacional, una respuesta a las difíciles situaciones que viven, el nacionalismo tiene su origen en otros centros. No en vano el gobierno de Artur Más, intenta ganarse a la patronal a su campo.
De las 3 patronales catalanas, las de la pequeña y mediana empresa CECOT y PIME apoyan el proyecto de creación de estado propio. Aquella patronal que vende sobre todo al interior, aspira a hacerse con mayor cuota de mercado. La grande, organizada en parte en Fomento, con gran volumen de beneficios proveniente de inversiones fuera de Cataluña, duda: “En Fomento, no hay ninguna oposición a la consulta; los suizos hacen consultas tres veces al año y nadie dice que no sean 
demócratas; pero lo que tenemos que conocer es el contenido y la dirección de la consulta“.[xi]
En diciembre de 2012, Artur Más exponía su proyecto político para ganarse el apoyo de la gran patronal. Una Cataluña independiente: “Cuando miro el Estado propio, veo un país con menos presión fiscal y más eficacia en la lucha contra el fraude”, el Estado propio Cataluña podría “crear una estructura jurídica mucho más ágil y moderna, sin tantas rémoras del pasado”.[xii] Es decir: menos impuestos a las grandes fortunas y empresas, menos estado. Más liberalismo. La misma receta que nos ha metido en la crisis.

Y es que la clase empresarial catalana, bascula en sus intenciones. Salvador Alemany, el presidente de Abertis, muestra la tendencia de la gran patronal: hacer negocios en un clima tranquilo: “Los empresarios prefieren operar en un contexto de certeza”, “el consenso siempre es mejor que el conflicto”. Y es que Abertis es una de las mayores compañías europeas de carreteras y aeropuertos: una potencial salida de la UE no está en su interés.

Es la misma incertidumbre que muestran los grandes inversores extranjeros, como los que quienes promover un macro complejo de juegos por una cifra de 4.8 billones de € (Barcelona World), que buscaron asegurarse que cualquier proyecto catalán quedase dentro del proyecto de la UE. [xiii]
Las pequeñas y medianas empresas: aumentar su mercado al interior

Otra parte de los ejecutivos catalanes optan abiertamente por la independencia. La agrupación FemCAT, que agrupa a 100 grandes empresarios, acordaba en 2004, en su manifiesto fundador que era hora de que Cataluña “tomase su sitio en el mundo y en la escala europea”.[xiv]
Antoni Abad i Pous, presidente de CECOT, una asociación que representa a 8.000 empresarios calanes, afirmaba que “el 97% de nuestros miembros piensan que nuestra actual relación con España necesita cambiar, aunque eso no significa necesariamente independencia.” En 2012, una encuesta entre sus afiliados mostró que un 53% optaba por la creación de un estado propio.
El presidente de Pimec, Josep González, formaba fundamentalmente por pequeñas y medianas empresas, apoya el proyecto de creación de estado: “Nosotros llegamos a un punto en qué vimos que la única solución es que los recursos que generamos se queden aquí. El expolio fiscal es el motivo para llegar hasta aquí. La causa principal del cierre de empresas en Catalunya es la falta de financiación.”[xv]

El marxismo y la cuestión nacional en Europa


La primera frontera precisa se traza en 1643,  en un mapa que define las fronteras entre el país vasco español y francés de la época. “La idea de frontera como la conocemos se comienza a aplicar en el siglo XVII, en particular en ocasión de los tratados de Westfalia, en 1648”.’[xvi]

El surgimiento pues de los estados nación tal y como los conocemos hoy en la “vieja Europa” es fruto de la lucha ascendente de la burguesía.

Marx y Engels describen quien dirige el proceso: “La burguesía suprime cada vez más el fraccionamiento de los medios de producción, de la propiedad y de la población. Ha aglomerado la población, centralizado los medios de producción y concentrado la propiedad en manos de unos pocos. La consecuencia obligada de ello ha sido la centralización política. Las provincias independientes, ligadas entre si casi únicamente por lazos federales, con intereses, leyes, gobiernos y tarifas aduaneras diferentes, han sido consolidadas en una sola nación, bajo un solo Gobierno, una sola ley, un solo interés nacional de clase y una sola línea aduanera.”[xvii]

Así pues para crear un mercado único sobre el cual  enriquecerse, la burguesía necesita ciertos elementos. El estado suprime las trabas al comercio interior (los impuestos feudales de la época), dicta las tarifas aduaneras con el exterior (para proteger su naciente industria), crea una moneda para el establecimiento del precio de las mercancías (distinto en cada país), desarrolla infraestructuras para favorecer la circulación de mercancías… En definitiva utiliza el estado para proteger el mercado nacional en favor de “su” burguesía.

Marx y Engels parten de un punto de vista internacionalista: “Los obreros no tienen patria. No se les puede arrebatar lo que no poseen.” Pero, prosiguen “por cuanto el proletariado debe en primer lugar conquistar el Poder político, elevarse a la condición de clase nacional, constituirse en nación, todavía es nacional, aunque de ninguna manera en el sentido burgués. El aislamiento nacional y los antagonismos entre los pueblos desaparecen de día en día con el desarrollo de la burguesía, la libertad de comercio y el mercado mundial, con la uniformidad de la producción industrial y las condiciones de existencia que le corresponden.”[xviii]

En su época, en la que la mitad de Europa estaba constituida por el imperio Austrohúngaro (Europa central), otomano (en los Balcanes) y ruso (hasta Polonia y Finlandia), Marx y Engels no apoyan por igual todos los movimientos nacionales. “En esta época, de hecho, no hay más que dos potencias en el continente Europeo: Rusia con su absolutismo, la revolución con la democracia”.[xix] Eso les lleva a apoyar las reivindicaciones nacionales de Alemania, Polonia, Hungría, Italia e Irlanda. Porque se encaminaban en un sentido democrático revolucionario, y por el contrario, a no dar su apoyo a los checos, serbios, croatas… porque eran utilizados por Rusia a través de su comunidad eslava para reforzar la potencia de la autocracia feudal.[xx]

Lenin, a inicios del siglo XX, recoge la aspiración del movimiento comunista a reivindicar el derecho de las naciones a la autodeterminación – la construcción de un estado-: “El socialismo es imposible sin democracia en las siguientes dos maneras: 1. El proletariado no puede llevar a cabo la revolución socialista si no preparó la lucha por la democracia 2. El socialismo victorioso no puede mantener su victoria y llevar a la humanidad a la extinción del Estado, sin lograr plenamente la democracia. ‘[xxi] Y ponía como ejemplo la separación entre Suecia y Noruega, en 1901, en la que una inmensa mayoría de los noruegos votó por la separación: “La estrecha unión de los obreros noruegos y suecos y su plena solidaridad de camaradas de clase ganaban, al reconocer de este modo los obreros suecos el derecho de los noruegos a la separación.[xxii]

Pero, al igual que Marx, Lenin entiende que todo debe partir de analizar la situación concreta, y nunca perder de vista si facilita o dificulta el objetivo final: “Las distintas reivindicaciones de la democracia, incluyendo la de la autodeterminación, no son algo absoluto, sino una partícula de todo el movimiento democrático (hoy socialista) mundial. Puede suceder que, en un caso dado, una partícula se halle en contradicción con el todo; entonces hay que desecharla. Es posible que en un país, el movimiento republicano no sea más que un instrumento de las intrigas clericales o financiero-monárquicas de otros países; entonces, nosotros no deberemos apoyar ese movimiento concreto. Pero sería ridículo excluir por ese motivo del programa de la socialdemocracia internacional la consigna de la república.’[xxiii]

En la época de Lenin, la característica principal “consiste en que el mundo entero está dividido en una gran cantidad de naciones oprimidas y un insignificante número de naciones opresoras, que poseen riquezas colosales y fuerzas armadas potentes”.
Las tareas eran diferentes en los distintos países. En los dependientes “el movimiento nacional solo puede ser democrático-burgués, porque la inmensa mayoría de la población en estos países atrasados son campesinos, que representan relaciones burgués-capitalistas”. “Debemos apoyar los movimientos de liberación burgueses cuando son genuinamente revolucionarios, cuando sus exponentes no esconden nuestro trabajo educando y organizando en un espíritu revolucionario al campesinado y las masas explotadas.”[xxiv]

La tarea en los países avanzados, era la revolución socialista: “sólo en dichos países es posible “hacer saltar” ahora mismo la comunidad nacional e implantar la comunidad de clase.”
Lenin describe 3 tipos de países en los que era preciso abordar de distinta manera el derecho a la autodeterminación, en función de las tareas inmediatas a cumplir. El primer tipo son “los países avanzados del Oeste de Europa (y de América), en los que el movimiento nacional es lo pasado. Segundo tipo: el Este de Europa, donde dicho movimiento es lo presente. Tercer tipo: las semicolonias y colonias, en la que es -en grado considerable- lo futuro”.

Según el criterio de Lenin los 12 países de Europa occidental eran: “los países capitalistas más adelantados y más desarrollados económica y políticamente. Su nivel cultural es también el más alto. Desde el punto de vista nacional, la mayoría de estos Estados cuenta con una población homogénea o casi homogénea. La desigualdad nacional, como fenómeno político especial, desempeña un papel totalmente insignificante.”[xxv]  “En esos países avanzados (Inglaterra, Francia, Alemania, etc.), el problema nacional está resuelto desde hace mucho, la comunidad nacional ha vivido su época hace mucho, y objetivamente no hay “tareas nacionales generales”.

Para Lenin, en los países económicamente avanzados, imperialistas, la tarea nacional había sido desarrollada en su práctica totalidad. “De los países capitalistas avanzados, ante todo, de Alemania, Francia e Inglaterra, (…) que hasta ahora habían llevado adelante a la humanidad, especialmente entre 1789 y 1871, ha terminado el proceso de formación de Estados nacionales; en estos países, el movimiento nacional es un pasado irrevocable y resucitarlo constituiría la más absurda utopía reaccionaria”.[xxvi]

Casi 60 millones de personas murieron en la primera Guerra Mudial. Muchos trabajadores sucumbieron en el periodo prebélico a sus respectivos gobiernos en la retórica chovinista que imperaba en todas las capitales europeas. Algo que Lenin critica implacablemente: “El nacionalismo militante de la burguesía, que embrutece, engaña y divide a los obreros para hacerles ir a remolque de los burgueses, es el hecho fundamental de nuestra época.”

Cataluña: una nación histórica.
El historiador Pierre Villar sitúa el surgimiento del movimiento nacional en Cataluña en el siglo XIX. Es la época del comercio, del surgimiento de la burguesía. “Del regionalismo intelectual pasa al autonomismo (1892: Bases de Manresa). Después de 1898, habla de «nacionalidad». En 1906, una Solidaridad Catalana obtiene, por encima de los partidos, un gran triunfo electoral. Hacia la misma fecha se sitúa otro cambio: el primer partido catalán, la Lliga Regionalista, que reunía sobre todo a elementos moderados (eruditos acomodados, «fuerzas vivas» industriales, campesinos y tenderos católicos).”

Es igualmente, en el siglo XIX, cuando el idioma catalán, surge con más fuerza: “La lengua catalana recobró dignidad literaria entre 1833 y 1850, con la Oda a la Patria, de Aribau, las poesías de Rubió y Ors y los Juegos Florales. Los trabajos históricos de los Bofarull, Milá y Fontanals y Balaguer pusieron de moda el pasado catalán. Surgieron grandes poetas, como Verdaguer, y más tarde Maragall.”.

Pero, se pregunta el historiador: “Lo esencial es saber por qué esta corriente “intelectual (…) pudo encontrar a su servicio un teatro, una prensa, unas asociaciones, y por último, influir a todo un pueblo, en lugar de quedarse en una obra de capillas y de almanaque.

¿Por qué el movimiento adquirió consistencia nacional en Cataluña y no en Aragón o en Asturias? Porque en Cataluña, a diferencia del resto de España, existía “una burguesía activa y toda suerte de capas medias acomodadas, que cultivan el trabajo, el ahorro y el esfuerzo individuales, interesadas por el proteccionismo, la libertad política y la extensión del poder de compra. En España dominan los viejos modos de vida: el campesino cultiva para vivir y no para vender; el propietario no busca acumular ni invertir; el hidalgo, para no desmerecer, busca refugio en el ejército o en la iglesia, y el burgués madrileño, en la política o en la administración; los conservadores condenan la libertad política, y los liberales, el proteccionismo. Dos estructuras, dos psicologías.”[xxvii]

Sobre esa base económica propia, se desarrolla – y promueve- el uso del idioma, de la cultura, de la psicología, que son propias y distintas. Y es sobre esa base, que el PCE y el PSUC, elaboran su línea política: reconocimiento del derecho a la autodeterminación, supeditación a la causa del progreso social. El periodo iniciado en 1789 con la revolución francesa y las sucesivas oleadas revolucionarias de 1848 en Europa, había llegado con casi un siglo de retraso a España. El progreso social, en esa época, implicaba realizar todavía tareas de la revolución democrático-burguesa: combate al latifundismo, establecimiento de un sistema educativo, de transportes, industrialización…
Joan Comorera, fundador del PSUC –muerto en las cárceles franquistas-, resumía la actitud frente a la cuestión nacional a mediados de los años 30: “«Cataluña es una nación. Pero Cataluña no puedeaislarse. La tesis de que Cataluña puede resolver su problema nacional como un caso particular, desentendiéndose y hasta en oposición al problema general del imperialismo y de la lucha del proletariado, es reaccionaria. Por este camino se va a la exageración negativa de las peculiaridades nacionales, a un nacionalismo local obtuso. ¡Por este camino no se va hacia la liberación social y nacional, sino a una mayor opresión y vejación!”[xxviii]

La UE: la economía cada vez más internacionalizada

Las naciones se forman en un periodo histórico determinado, en el de la burguesía ascendiente como clase, que los necesita para asegurar un mercado sobre el que dominar. En el Manifiesto comunista, Marx y Engels exponen como el propio desarrollo va disminuyendo las contradicciones nacionales: “El aislamiento nacional y los antagonismos entre los pueblos desaparecen de día en día con el desarrollo de la burguesía, la libertad de comercio y el mercado mundial, con la uniformidad de la producción industrial y las condiciones de existencia que le corresponden.”

Hoy, la UE supone un mercado de cerca de 500 millones de personas. Las aduanas han desaparecido al interior, hay una moneda única, tarifas arancelarias únicas… Los estados nación persisten, pero más del 70% de la legislación se decide a nivel europeo. Este proceso no ha sido impuesto por Alemania o Francia. Las clases dirigentes en todos los países europeos han optado voluntariamente por la integración. Los partidos socialdemócratas y liberales (PP/PSOE en España) apoyan las políticas de austeridad o la prioridad al pago de la deuda, las privatizaciones y la transferencia de competencias hacia la UE.

En 2011 la economía catalana vendía más al extranjero (53%) que al resto de España (47%). Esta proporción ha ido evolucionado desde 1995, cuando la relación era inversa: del 36% frente al 64%.[xxix]Y en sus inversiones, aplican el mismo criterio que el resto de empresas: el beneficio es lo primero. Aguas de Barcelona, propiedad parcial de La Caixa y la multinacional francesa Suez participa en la privatización del servicio de agua en los países del tercer mundo, con dramáticas consecuencias en los precios y el acceso de las poblaciones a tan preciado bien.[xxx]

La internacionalización de la economía es un hecho. Y Cataluña depende, en su vida económica, de Europa. El 81,4% de las exportaciones catalanas se dirigen a Europa y el 70% de las importaciones proceden de Europa.[xxxi]En 2012 la inversión extranjera en Cataluña provenía en un 84% de los 27 países de la UE. Y las inversiones directas originadas en Cataluña al extranjero se dirigían en un 72% al área de la UE-27.[xxxii]

Cataluña y España son, a principios del siglo XXI, más homogéneas en su base económica, en su población. Ambas son cada vez más dependientes del mercado europeo. Algo que probablemente, aunque la UE desaparezca en su forma actual, no variará. La historia económica de los últimos 50 años disminuye las diferencias nacionales entre ambas, no las aumenta.

Pero sobre una base económica común (el dominio de las grandes empresas), el desarrollo es desigual: las naciones del sur europeo se desindustrializan. Y dentro de estos países algunas regiones se desindustrializan menos. En Euskadi y Cataluña, el peso de la industria en el PIB es mayor que en el resto del estado.[xxxiii]Y con la crisis, estas contradicciones se intentan resolver con la misma lógica que funciona en el mercado: egoistamente, a costa del vecino.
Alemania marca la política: salvarse a costa del vecino. Exportar más que otras naciones/regiones. Aumentar tu mercado, a costa del vecino. No es pues de extrañar, que los salarios bajen a ritmo acelerado en Cataluña y en España. Que el gasto social baje en los dos sitios. Que todas las burguesías hagan recaer la crisis sobre los empleados.

Es la política, que a escala menor, siguen Flandes en Bélgica, el norte de Italia o Cataluña: regiones ricas, que pretenden deshacerse de cargas “sociales” más rápido que los estados a los que pertenecen. Regiones ricas, que pretenden atraer inversiones, basadas en su mayor presencia industrial, de vías de comunicación… Sobre esa base se desarrollan los movimientos nacionalistas (NVA en Bélgica, Liga Norte en Italia, CIU en Cataluña).

El derecho a la autodeterminación y lo social


Hoy Cataluña ha logrado avanzar en el reconocimiento de la lengua, la cultura y la gestión propia de los recursos. La opresión cultural, que llegó a prohibir el uso del catalán durante el franquismo, ha pasado a segundo plano. Y aunque es evidente que el nacionalismo españolista sigue existiendo, no tiene las mismas dimensiones que antaño.

¿Y la base económica? La tendencia a ampliar el mercado europeo para construir multinacionales fuertes, la creciente internacionalización de la economía… disminuyen los elementos de construcción nacional al interior de los países occidentales europeos. Cataluña es económicamente dependiente de las exportaciones (81%) e importaciones (70%) con la UE.

El derecho a la autodeterminación debe poder ser decidido por los catalanes. Y resuelto mediante el sufragio universal. Pero una Cataluña independiente sólo lo sería formalmente. Económicamente seguiría siendo dependiente de la UE. Y debería seguir aplicando sus políticas: con una deuda pública equivalente al 26% de su PIB, la austeridad seguirá siendo la marca de la casa por mucho tiempo, independiente o no.

El referéndum es dirigido por la élite económica catalana y no tiene como objetivo resolver un problema democrático, que por otra parte niega en la cuestión social, pretende fortalecer su cuota de mercado en la UE, desgravar a las grandes fortunas más que sus vecinos para favorecer la implantación de empresas en su territorio. Supone acelerar el fin de la caja de la seguridad social, en la que aquellos que más tienen contribuyen más.

Reconocer el derecho democrático a decidir no puede separarse de ver qué fuerzas están en liza, quién dirige el proceso, y de no olvidar el objetivo principal: la cuestión social. Si el principal objetivo a corto plazo es la independencia, el objetivo social pasa, necesariamente, a un escalón menor. Y si no ¿por qué no preguntar si se quieren recortes en los presupuestos sanitarios? ¿Por qué no un referéndum sobre los impuestos que pagan Caixa Cataluña o Telefónica?

La misma Generalitat que impone el copago o cierra hospitales, encuentra un balón de oxígeno con el apoyo a su propuesta independentista entre un sector de la izquierda. ¿No sería mejor un gobierno catalán inestable, privado de apoyos, para dificultar sus políticas?

¿Por qué no un referéndum sobre la austeridad o las grandes fortunas?
Quienes sufren los cierres patronales y la austeridad en sus carnes, en Madrid y Tarragona no pueden más que salir perdiendo con una deriva nacionalista. Porque en la misma medida que se desarrolla el chovinismo en las calles de Cataluña, lo hace en el resto de España en sentido contrario.

Bajar los impuestos a los ricos no atrae inversiones ni crea empleo. Esa política se lleva haciendo 20 años, en Madrid y en Barcelona, y ha sembrado la mayor crisis desde 1929. Desregular los mercados no favorece el desarrollo, promueve burbujas como la inmobiliaria.

Hoy es más necesario que nunca unir en base a lo común a los trabajadores: altos impuestos a las rentas y capitales, nacionalizaciones de las empresas que deslocalizan, creación de empleo público, impago de la deuda contraída para pagar a los bancos, participación de los empleados y la sociedad en las decisiones de las empresas, de los bancos…Hoy más que nunca es necesaria la solidaridad, en que las regiones más ricas, los contribuyentes más ricos, paguen más. Lo contrario a la tendencia nacionalista burguesa del sálvese quien pueda: el que más tenga.

Una línea que, seguro enfrentará a la UE y a las grandes fortunas, a imagen y semejanza de la Francia absolutista que envió en 1783 a “Los cien mil hijos de San luis” para combatir al gobierno liberal. Para enfrentar la reacción del capital europeo, para construir un área viable económicamente, se necesitarán todas las fuerzas posibles. Pensar que Cataluña puede romper con la Europa del capital, -aparte que no está en discusión- es una utopía.

Las 260.000 personas que son asistidas por la caridad en la provincia de Barcelona, el medio millón de parados catalanes, necesitan soluciones. El nacionalismo implica no enfrentar estos problemas, los desplaza para más adelante (cuando seamos independientes), a costa del resto (regiones más ricas que “cargan” con los “impuestos de madrid”), y hacer pasar por amigos a los enemigos (como al Conseyer de Sanidad que afirmaba “que la salud es un bien privado que depende de uno, no del estado”).

Respetar el derecho de los catalanes a decidir su futuro es una cuestión democrática. Pero ignorar que estamos ante una cortina de humo lanzada por la élite económica catalana, un engaño. Si se quiere una soberanía plena, se tiene que logar una soberanía de los mercados financieros. Socializar las grandes empresas. Planificar la economía. Y eso no lo va a lograr una Cataluña independiente sin los trabajadores del resto de la península. Eso requerirá la lucha conjunta de los trabajadores de España y Cataluña -con la solidaridad de portugueses, griegos…y franceses-.


Alejo Mancebo
Asociación Cultural Jaime Lago

Diciembre 2013

Notas:

[xii]El Pais, 26-10-2012
[xiii]NYT, 17/10/2013
[xvi]http://marx.be/fr/content/études-marxistes?action=get_doc&id=45&doc_id=128
[xvii]Manifiesto del Partido Comunista. Pág 39.
[xviii]ibid
[xix]Engels, en un artículos del New York Daily Tribune, 12 abril 1853
[xx]http://marx.be/fr/content/études-marxistes?action=get_doc&id=45&doc_id=128
[xxiii]Lenin, Balance de la discusión sobre la autodeterminación.http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas06-12.pdf
[xxv]El socialismo y el derecho de las naciones a la autodeterminaciónhttp://www.nacionandaluza.info/biblioteca%20internacional/lenin-la-revol…
[xxvi]Sobre la caricatura del marxismo y el “economismo imperialista”.http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas06-12.pdf
[xxxiii]http://www.invertia.com/noticias/espana-desintegrada-radiografia-economica-comunidades-autonomas-2786912.htm

LOS POLÍTICOS DEL PPPSOE QUE " ASESORAN" A LAS ELÉCTRICAS GANARON MUCHO DINERO EN LA BOLSA EN EL 2013

27.12.2013


Arrecia la tormenta en el sector eléctrico, pero no truena para todos igual. Para algunos, como los once consejeros del sector energético procedentes de la alta política y la Administración, incluso ha salido el sol. Después de un extraordinario año bursátil, el valor conjunto de las acciones del club de kilowatio en manos de las viejas glorias de la política española ha roto el listón del millón de euros.

A sus jugosas retribuciones como miembros del máximo órgano de administración de las compañías, lo ex altos cargos públicos suman paquetes de títulos más o menos suculentos. Nadie tiene más que José Borrell. El ex candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, ex presidente del Parlamento Europeo y hoy peso pesado de Abengoa cuenta con 341.695 acciones de la compañía con un valor de mercado de unos 740.000 euros.

Las últimas compras las realizó en pasado mes de noviembre, con muy buen ojo por cierto. Adquirió títulos alrededor de 1,5 euros por acción que hoy valen cerca de 2,2. No obstante, Abengoa es uno de los grupos con intereses energéticos con una evolución bursátil más discreta en 2013, tocado por la reforma eléctrica aprobada el pasado verano que ha hecho especial mella en la compañía por el recorte a las primas de las energías renovables.

El que fuera Secretario de Estado con Rodrigo Rato al frente del Ministerio de Economía, Ricardo Martinez Rico, también es consejero de Abengoa. Cuenta con un paquete de 2.567 acciones mucho más modesto que el de Borrell, el hombre que hizo carrera en la política de la mano de Felipe González. El político catalán se embolsa 300.000 euros al año como consejero de Abengoa -es el presidente del consejo asesor internacional y de la comisión de nombramientos y retribuciones-, más del doble que el sevillano como consejero de Gas Natural.

Para González el año bursátil ha sido estupendo. Casi ha multiplicado por dos el valor de sus 1.902 acciones en el grupo gasista, que ahora suman unos 35.000 euros. Ningún otro grupo energético sube tanto este año en bolsa. Luis Carlos Croissier y Mario Fernández en RepsolJosé Folgado en Red Eléctrica, Marcelino Oreja en Enagás y Ángel Acebes en Iberdrola también han disfrutado de la subida entre el 18% y el 25% de las cotizaciones de las empresas de cuyo consejo forman parte.

Además, Miquel Roca tiene pequeñas participaciones en Endesa y ACS que conjuntamente no superan los 10.000 euros de valor efectivo. Y sólo uno de los consejeros públicos del sector no tiene una sola acción. Se trata de Miguel Boyer en Red Eléctrica, que este año acumula una gran subida del 36% en bolsa. La peor parte es para Carlos Espinosa de los Monteros, alto comisionado del Gobierno para la Marca España y con rango de secretario de Estado. Cuenta el segundo paquete de acciones más elevado después del de Borrell en Abengoa. Sus 3.000 acciones de Acciona valen alrededor de 120.000 euros, una cifra que era sensiblemente más elevada cuando empezó el año. El grupo controlado por la familia Entrecanales ha perdido una cuarta parte de su valor en bolsa este año por el impacto de la reforma

. Es la excepción a la regla de un año en el que las eléctricas han recuperado las buenas sensaciones en el parqué. Los discutidos ex cargos públicos que pueblan sus consejos de administración han hecho un pingüe negocio.

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