Texto de Helena Curto (Bonatarda Publishing), colaboradora de Cultura
Libre –
El próximo 20 de junio se celebra la asamblea general de SGAE
con el objetivo de aprobar las cuentas del 2012. Las cuentas no van a ser
buenas porque parece que ha habido que aprovisionar más de 30 millones de Euros
para sanear la Sociedad de los agujeros arrastrados de la época anterior.
Chequeando las liquidaciones, además, nos hemos
dado cuenta que la liquidación de ejecución próxima ha bajado. Debido a esta
crisis en los repartos de SGAE y principalmente al impacto de “la rueda” de las
televisiones.
“La rueda” es el montaje realizado entre las
editoriales de algunas teles y un grupo súper reducido de autores que se dedican
a componer “música” o a registrarse arreglos de dominio público, que son
emitidas en bucle en programas producidos por las propias cadenas, tipo
tertulias, magazines, tarots y concursos, con música de fondo que casi ni se
oye, o en conciertos a menudo de obras prácticamente desconocidas que se emiten
casi a lo largo de toda la noche.
Gracias a estas prácticas, dicen que más del 70%
de los derechos que pagan algunos grandes medios se reparten directamente a sus
editoriales (de los mismos medios) y ese grupo reducido de autores que han
firmado con ellas. Los repartos de las televisiones son una bolsa que se paga a
todo el mundo, por lo que ese 70% que les retorna es otro tanto que no se
reparte a los autores de repertorio que no está firmado con las editoriales de
las televisiones. El reparto se hace proporcional al tiempo de cada obra y el
aumento de la música nocturna y/o propia de las cadenas ha ido en detrimento de
los demás. Lo que supone muchos millones al año.
Si las editoriales de las teles y este grupo de
autores consiguen la no aprobación de las cuentas de 2012, esto sembraría el
caos en la SGAE, esto podría provocar que la nueva junta no acabe el mandato y,
se podrían hacer, cada vez, con una mayor cuota de poder dentro de la
Sociedad.
Esto nos parece que no va a traer nada bueno a
los autores porque los medios siempre han estado en contra de los derechos de
autor, dando eco a los conocidos defectos de funcionamiento de SGAE y
contribuyendo al arraigo de su imagen de desprestigio. Posiblemente, uno de los
motivos (junto con ganar audiencia, dar informaciones de interés, etc.) es que
ellos vean los pagos a SGAE como un gasto molesto más que como derechos de
remuneración de gente que crea y trabaja y que aporta contenidos a sus
negocios.
Independientemente de disertaciones sobre la
calidad y el esfuerzo que requieren este tipo de composiciones, nosotros
pensamos que hay que poner un límite a este tipo de prácticas (o a que lo que se
les atribuya en el reparto sea razonable) que, aunque se amparan en la
normativa, pueden generar dinámicas perversas porque, por ejemplo, si los
repartos de casi todas las radios (hasta que exista la tan deseada
monitorización) o copia privada se hacen conforme a baremos que tienen en cuenta
repartos anteriores, cada vez tendrán más peso. No olvidemos que el derecho a
voto en SGAE se basa en criterios económicos. Es decir, que tanto si eres autor
como editor, como más has generado más votos tienes.
Y claro, lo que podría implicar esta rueda que se
retroalimenta y cada vez es más grande, al adquirir cada vez más cuota de poder
dentro de la Sociedad, es que al final las negociaciones de tarifas a pagar las
negocien determinados medios consigo mismos. Con lo que podría haber, si no una
colisión de intereses a la hora de obtener la remuneración más justa para los
autores, una desaparición de dicho interés.
No es que demos nuestro apoyo incondicional al
actual presidente y su junta directiva, pero creemos que deberíamos darles un
poco más de tiempo, y sobre todo que, respecto a la amenaza que estas prácticas
suponen, son mucho más susceptibles atender a negociaciones para conseguir,
mediante la monitorización y otros medios, repartos más justos, que al final es
lo que todo el mundo merece.
NOTA: ES DECIR, LOS INTERMEDIARIOS SE QUEDAN CON EL DINERO, Y EL AUTOR, AQUEL QUE HA GENERADO EL TRABAJO, SE TIENE QUE IR CON LA MÚSICA A OTRA PARTE.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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Periodistas heridos en Turquía por llevar adelante su trabajo. se han reportado al menos una decena, producto de los gases lacrimógenos, los chorros de agua de gran intensidad y las cargas policiales. La enfermería de #OccupyGezi reporta 12 traumas de craneo, 6 fracturas de miembros, 6 quemadas y 300 afectadxs gases y en las cargas.
Agencias
Se trata de la primera vez que la
Policía entra en la plaza en más de una semana. La oficina del
gobernador local ha asegurado que el único objetivo de asalto era
"retirar las pancartas y banderas de la estatua de Ataturk (Mustafá
Kemal Ataturk, fundador y primer presidente de la República de Turquía) y
del Centro Cultural de Ataturk (AKM)".
Asimismo, ha añadido que no se ha
previsto ninguna operación en el Parque Gezi, al que se han desplazado
la mayoría de los manifestantes después de su desalojo de la plaza
Taksim.
Las imágenes en directo de las
televisiones muestran el lanzamiento de unos pocos cócteles Molotov
contra los agentes antidisturbios. Al respecto, los manifestantes
trasladados al Parque Gezi inmediatamente ha puesto distancia entre
ellos y los elementos más violentos y han asegurado por Twitter que
nunca habían visto a las personas que han lanzado los cócteles Molotov
en las dos semanas transcurridas desde el comienzo de las
movilizaciones.
Según 'Hurriyet', se han registrado
otros enfrentamientos entre grupos reducidos y policías en las calles
aledañas a la plaza Taksim, mientras en el Parque Gezi reina una calma
relativa, más allá de los efectos causados por los gases lacrimógenos en
los manifestantes.
Algunos manifestantes han intentado
hablar con la Policía en un intento por convencerla de que no utilice
gases lacrimógenos y también se han comprometido a llamar a la calma a
sus compañeros. Finalmente, la Policía ha retirado las pancartas y
banderas de la estatua de Ataturk y del AKM.
Las protestas comenzaron a raíz del
anuncio de las autoridades de su intención de talar los árboles
centenarios de la plaza Taksim para la construcción de un centro
comercial, pero la violenta represión policial contra los manifestantes
provocó posteriormente una movilización aún mayor para denunciar la
deriva autoritaria del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
Los sectores críticos acusan al
Gobierno de Erdogan de ser el causante de los problemas que sufre estos
días el país por haber arremetido contra los manifestantes en los
primeros días de movilizaciones y por haber intentado vincularlos con el
terrorismo. El uso de gases lacrimógenos y cañones de agua por parte de
los policías para dispersar a los manifestantes provocó que las
protestas derivaran en enfrentamientos y, posteriormente, se extendieran
a otras ciudades.