07.11.2014
El Juzgado número 2 de Cáceres ha absuelto a los seis miembros del
Campamento Dignidad de Extremadura, algunos de ellos militantes de
Izquierda Unida, que fueron denunciados por el vicesecretario de
Organización del PP, Carlos Floriano, por realizar un escrache en su
domicilio de Cáceres el domingo 5 de mayo de 2013.
Agencias
En la sentencia, que no es firme porque cabe recurso, el juez
absuelve a los acusados porque el acto de protesta que realizaron frente
a su casa no supuso ningún peligro para la integridad física del
dirigente 'popular', ya que ni éste ni su familia se encontraban en su
domicilio en ese momento, precisamente, según argumenta el fallo
judicial, porque fueron avisados por la policía con anterioridad de que
ese iba a realizar esa protesta.
El fallo, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge también que
ha quedado probado que ni Floriano ni su familia tuvieron que retrasar
el regreso a su domicilio debido a esta concentración de miembros del
Campamento Dignidad porque duró poco más de media hora y se disolvieron
sin provocar ningún incidente.
Cabe recordar que el juicio se celebró el pasado 9 de octubre,
cuando se sentaron en el banquillo seis personas, miembros de los
Campamento Dignidad de Extremadura, que fueron denunciadas por el propio
Floriano y a las que se les acusaba de una falta de coacciones,
vejaciones, injurias, calumnias y amenazas.
José Luis Gibello, Manuel Cañada, Sara Marchena, Rafael González,
Manuel Rodríguez y Abel Izquierdo han quedado absueltos de esa falta por
la que la acusación particular había solicitado una multa de 10 euros
durante 20 días, es decir, 200 euros para cada uno de los acusados,
mientras que el Ministerio Fiscal no realizó petición de condena.
LOS HECHOS
Cabe recordar que los hechos por los que han sido absueltos
sucedieron el domingo 5 de mayo de 2013, cuando algunos participantes de
los Campamentos Dignidad que realizaban una marcha entre Plasencia y
Mérida, a su paso por Cáceres, se concentraron a las puertas del
edificio donde reside Floriano, en la avenida Virgen de Guadalupe de la
capital cacereña.
Durante aproximadamente unos 20 minutos, corearon frases contra él
y su partido, y en la fachada del inmueble pegaron carteles alusivos a
la reivindicación de la renta básica o en contra de los desahucios,
entre otros. En esos momentos, ni Floriano ni ningún otro miembro de su
familia se encontraban en el domicilio.
Durante el juicio, Floriano explicó que el día anterior el
inspector jefe de la Brigada de Información de la Policía Nacional le
llamó para advertirle de que la marcha del Campamento Dignidad tenía
pensado dirigirse a su domicilio particular para realizar una protesta
y, ante estos hechos, él decidió abandonar su casa a primera hora de la
mañana del domingo ya que, según relató, ese día tenía que hacerse cargo
de sus hijas, que en aquel momento tenían 10 y 7 años de edad, porque
su mujer debía acudir a un funeral.
Según dijo en la vista oral, no regresó al domicilio familiar
hasta última hora de la tarde puesto que decidieron cambiar de planes y
comer en casa de unos amigos, por lo que, debido a la protesta, tuvo que
alterar su actividad normal de un domingo.
Por su parte, todos los acusados reconocieron haber participado en
la concentración, siempre de forma "pacífica" y justificaron su
presencia ante el domicilio de Floriano como un "ejercicio de democracia
social" y una forma de protestar por la situación de "miseria" que
viven muchas personas en el país debido a la crisis económica.