22.05.2013.
“Para cambiar la mentalidad es necesario erradicar el dogmático, el
oportunista y el soberbio que muchos llevan dentro. También el
miedoso que algunos no pueden controlar”.
Fue Martí quien dijo… “Ni fue
nunca más útil vernos en lo que somos, sin engaño para los demás ni para
nosotros mismos, porque las empresas en que le va a un pueblo la
vida…no son para esconder los obstáculos que deben conocerse, porque es
preciso saber dónde están para vencerlos…Las bases de la nación nueva
serán, el trabajo y la libertad de expresión. Trabajar en lo verdadero y
decir sin miedo lo que se piensa. He ahí las dos raíces”
Pero hay quienes sostienen que es lícito “esconder los obstáculos que deben conocerse”,
y no se puede criticar porque eso equivale a alegrar al enemigo.
Estamos en desacuerdo. Hay que estar dispuesto a coincidir con quien
sea, si lo que dice es verdad. La verdad siempre es revolucionaria. Se
puede coincidir en cualquier apreciación sobre los problemas y hasta con
sus causas, lo que no se puede es coincidir en los remedios.
Nos parece bajo renunciar a la búsqueda
de la verdad porque el enemigo la identifique también. ¿Acaso no nos
corresponde a los rebeldes de hoy analizar con nuestras propias cabezas
los eventos que nos afectan y generar los argumentos y las acciones que
nos permitan avanzar hacia el socialismo necesario a estos tiempos, la
libertad y la justicia y la democracia próspera y libre que nos
merecemos?.¿No fue eso lo que han hecho e hicieron los rebeldes de ayer y
de siempre? Lo que beneficia al enemigo es ocultarnos nuestros errores y
tratar de ocultárselo al pueblo que siempre los conoce.Lo que alegra al
enemigo y sirve a la reacción, es castrar los ideales revolucionarios y
solo convertirse en “revolucionarios justicieros”; abandonando la
libertad, las democracia, el bienestar y el derecho.
Hay quienes sostienen que somos
fundamentalistas marxistas y que usamos muchas citas de los clásicos.
Parecen olvidar que la constitución aprobada por casi todos, y
plenamente vigente, sostiene… Nosotros, CIUDADANOS CUBANOS,…GUIADOS.
Por el ideario de José Martí y las ideas político-sociales de Marx,
Engels y Lenin;… DECLARAMOS. Nuestra voluntad de que la ley de leyes de
la República esté presidida por este profundo anhelo, al fin logrado, de
José Martí: “Yo quiero que la ley primera de nuestra Republica sea el
culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.
Ellos, tan dados al culto de la personalidad, olvidan también estas palabras de Fidel…
¿Para qué sirve un partido si se endiosa a un hombre, y se le endiosa
hasta tal grado que ni siquiera los nombres de Marx, Engels y Lenin se
vuelvan a mencionar?
Hay quienes sostienen que aquellos que
mantienen la alerta sobre errores y rumbos incorrectos, quienes
defienden que no pueden volver a sacrificarse los intereses de los
trabajadores -que somos la inmensa mayoría-, quienes defendemos una
república en la que nadie pueda comprar al otro por dinero y el que
mire desde la altura solo lo haga para ayudar al caído… no deben ser aceptados y deben ser represaliados…… “,
Quien no se da cuenta de que nunca antes como ahora han coincidido
tantos malos deseos para empujar a Cuba hacia atrás. Desde las derechas
de Washington, Miami y Madrid, hasta las derechas y las izquierdas
internas, pasando por reivindicaciones que, justas en esencia, se
deslegitiman por su lenguaje absoluto y por el momento escogido para
exigir lo que, al no considerar la creciente condición de plaza
sitiada de Cuba, fragmenta la unidad nacional y debilita el proceso de
readecuación y transformación social (1). Otros aprietan más, y afirman que “el
peligro mayor que corremos son los enemigos disfrazados de
revolucionario. Ha llegado el momento de poner a cada uno de estos
personajes en el lugar histórico que les corresponde y, ¿a quién se le puede ocurrir pensar que esas personas serían bienvenidas en la indispensable construcción del consenso…?”. Dicen
con sofisma bellaco, tirando globos de ensayos que permita a quienes
realmente le manipulan como títeres, un nuevo capítulo de exclusiones.
Algunos se desbordan, se desbocan, y no pueden contener la ceguera y se preguntan. “¿cómo
es que un grupo de personas que fueron defensores del socialismo en la
Isla, se hayan convertido en sus peores enemigos, peores aun que los
mercenarios al servicio de una potencia extranjera. Hoy –el
pueblo- se conforma con el rumbo trazado por la dirección del partido y
del gobierno, solo las manifestaciones en contra se oyen en
intelectuales de “izquierda” contrarios al gobierno, pero en su mayoría
constituidos por oportunistas y seudo marxistas o trotskistas que asumen
la tradicional posición de revisionistas en las revoluciones, solo que
su círculo y seguidores no sale de su marco teórico donde son seguidores
y activos exponentes de la crítica que hoy leemos en medios
alternativos de dudosa posición de izquierda”.
Existen diferencias entre ellos, pero no son relevantes. Todos tienen un guión y se lo aplican a cualquier escrito.
A.-Quien haga algún señalamiento a los dirigentes históricos es oportunista y contrarrevolucionario,
B.-Quien critique al estado es revisionista y capitalista.
C.-Quien pida democracia es Socialdemócrata,
D.-Si hace una crítica y no adjunta 10 elogios es gusano.
E.-… mira cómo se vive en Haití.
F.- y al final, si no encuentran otra
cosa…el lenguaje es desmesurado y esas propuestas seudo marxistas solo
se pueden hacer en la luna, pues nosotros estamos en estado de guerra.
Según los eternos defensores del culto a la personalidad. “,
Nada debe decirse si antes el líder no lo dice y lo que critica el
líder no deben repetirlos los demás y lo que no ven los líderes no
pueden verlo los otros”. Según ellos el poder es quien decide qué y quiénes son los extremos. Los
argumentos no valen y todos los que critican o sugieren algo son
ambiciosos e hipercríticos y lo que debe hacerse es tener fe, aprobar
todo lo que venga de arriba y jamás criticar a quienes forman parte de
la dirección,…pues esto sirve al imperialismo y a la división del
pueblo.
Las críticas provenientes de la derecha
están claras. Ellos privilegian el capital y tienen todo el derecho a
defenderlo, ellos están claro que somos sus enemigos y que hemos dicho
que es inmoral ir a país alguno a pedir la incentivación del bloqueo
sobre el propio pueblo, es inmoral no pedir la liberación de nuestros
compañeros prisioneros en EE.UU. que ya han cumplido, con dignidad,
cualquier condena que se merecieran, es no patriótico renunciar a
nuestro derecho a recuperar mediante negociación la base extranjera de
Guantánamo.
Pero las provenientes de la supuesta
izquierda presentan una falta de ética y principios asombrosos.
Cualquiera puede discrepar de nuestras posiciones e incluso de la de los
clásicos, y claro fundamentar su discrepancia, lo que no puede es
distorsionarlos, ocultarlos, mentir sobre nuestros juicios, deformar lo
que decimos para combatirnos mejor.
Afirmamos que se puede morir por un ideal, pero no se puede mentir por él.
Quien afirme que Marx definió la nueva
civilización Socialista solo por una mayor ventaja en la productividad
y por tanto por, superior productivismo respecto al capitalismo, no es
solo un reduccionista, sino esencialmente es un mentiroso.
Y quien afirme que Lenin jamás aspiró a una sociedad de cooperativistas cultos y afirme que Lenin dijo que una
vez que tenemos el poder soviético y la producción colectivista, no es
de temer que las cooperativas sean reductos del capitalismo, es un
mentiroso.
Quien afirme que los revolucionarios cubanos
marxistas y martianos son Socialdemócratas o capitalistas o
perestroikos enmascarados, no solo no sabe que es la socialdemocracia,
ni el capitalismo, ni lo que fue la perestroika, ni de sus reales y
enormes errores, sino que es un mentiroso redomado.
A todos estos personajes no solo les
sobra dogmatismo, sino le acompaña una estupidez y una ausencia de
ética mayúsculas. Incapaces de definir sus concepciones y defenderse con
argumentos, se dedican a entresacar frases y adivinar lo
que desea comunicar el otro. Se dedican al embuste y al insulto. Son el
ejemplo perfecto de voces que sólo escuchan sus propios ecos, incapaces
de escuchar otras voces.
Como se observa no está de modas poner
los principios, la moral y la ética por delante. Es verdaderamente
triste que haya gente que no sepa recibir un aporte sin sospechar, una
crítica sin insultar. Gente que no admite el derecho a pensar y hablar
de otros. Hay gente que confunde principios con esclerosis, firmeza con
tozudez e ignorancia y lealtad con silencio, o peor, servilismo.
Contrariamente a como argumenta el
pensamiento “revolucionario” acrítico, las perspectivas del Socialismo
en Cuba no se defienden, ocultando la realidad o, solo ni
principalmente, con las estadísticas socioeconómicas que nos gustan
tanto exhibir. No se nos llamó a construir una nación, sino a construir
el Socialismo, que es otra civilización. Para más escándalo, los
Lineamientos del Partido omiten referencias a las situaciones de
desigualdad y pobreza ya existentes y no se comprometen a actuar sobre
ellas con una política social que introduzca elementos de equidad. El
problema fundamental está precisamente en el déficit estructural de
democracia y la alienación social y cultural existente. En que el pueblo
participa pero no decide, en que los índices numéricos no siempre son
cualitativamente implementados. En que los bellos planes no siempre se
realizan en la realidad práctica. Y superar esa realidad no constituye
concesión alguna a los EEUU y sus aliados. Puesto que estamos hablando
del déficit de democracia socialista. Estamos hablando de darle poder
al pueblo y los trabajadores, no al capital, ni a los partidos de
democracia elitista o a las corporaciones.
Lo que es hoy revolucionario en Cuba
es avanzar con paso firme y proyectos claros en la socialización y
democratización de la economía y la política, en la desenajenación de la
vida económica, intelectual y social, en el bienestar largamente
esperado por los cubanos.Oponerse a ese curso es hacer
contrarrevolución.
Es difícil pensar en algo más socialista
que los trabajadores, en los centros de trabajo, decidiendo qué, cómo y
cuánto se produce, quién los dirigirá y cómo distribuir las
recompensas; que en su municipio decidan sus habitantes en asambleas
públicas, en qué se gasta el dinero con que se cuenta; que en el Poder
Popular, hasta la máxima instancia, la dirección sea electa por el voto
directo y secreto de todos los ciudadanos. No hay nada más socialista
que todas las propuestas de nación sean conocidas y discutidas por
todos, nada más socialista que una mayor ética y transparencia en la
prensa cubana, Y nada más socialista que limitar la ambición de personas
y grupos por ejercer el poder eternamente.
Reiteramos, existen insuficiencias y
desviaciones severas en muchas esferas de nuestro proyecto socialista,
comprometiendo actualmente el apoyo de la mayoría del pueblo al proceso.
Reiteramos, el proyecto de
perfeccionamiento comenzado está basado en consideraciones teóricas muy
confusas, en una aceptación de errores e insuficiencias incompletas y en
un ámbito muy limitado. Las medidas que han adoptado son
bienvenidas e incorporan algunas de nuestras propuestas, pero son
insuficientes y carecen de un carácter sistémico . El propio término
de perfeccionamiento ni siquiera refleja la realidad de algunos cambios
que no perfeccionan nada, sino crean algo totalmente nuevo. Y ni marcha
como debiera ni tiene un único peligro. …. La dirección sigue atascada
en su vieja visión sobre temas nuevos. . En primer lugar no es una
minoría-como desean que creamos- quienes desean avanzar más rápido, eso
es totalmente falso. Minoría es el gobierno que desea avanzar a un ritmo
inadecuadamente lento. Falso es también que tiene un solo peligro-como
desean que creamos- también tienen el peligro de quienes no desean
avanzar, de quienes desean avanzar a objetivos no decisivos y de quienes
desean desviarlo hacia otro objetivo. Por otra parte… Toda la sociedad
debe ser renovada no solo la economía.
Los que intentamos renovar la revolución
en Cuba hemos tenido mucho cuidado respecto a no separar la ética de
la política, cuidado en separar el error del embuste, el desconocimiento
y la confusión teórica, pero nunca aceptaremos a mentirosos, los dobles
raseros ni a los cobardes. Nosotros creemos que lo que sirve al
imperialismo es negar la realidad, la autocomplacencia y el olvido de
los ideales, lo que sirve al Imperialismo es el sectarismo, lo que sirve
al enemigo es la cobardía de ver los errores y no denunciarlos.
Nos consideramos Marxistas y Martianos.
Defensores de la obra de la Revolución Cubana. Porque, con todas las
críticas y errores que puedan hacerse y criticarse -y hacemos y
criticamos y auto criticamos con responsabilidad y dignidad pues,
incluso, algunas de esas insuficiencias las apoyamos decididamente en
sus momentos—la batalla del pueblo de Cuba no ha sido en vano y estará
siempre mejor que cualquier otro que, formando parte del tercer mundo y
en subdesarrollo estructural, viva bajo el yugo capitalista, incluyendo
el costo del sacrificios, y pese a cualquiera de las dificultades
cotidianas.
Conocemos mucho mejor que la mayoría que
solo lo leen en los periódicos o lo escuchan en discursos, que la
política genocida y las agresiones del gobierno norteamericano han sido
un severo obstáculo a nuestros propósitos. Hemos soportado amenazas de
aniquilación atómica, guerra biológica, climática, terrorismo mediático
e intentos de erosión interna con los más disímiles métodos. Los
norteamericanos honestos algún día tendrán que avergonzarse de tamaña
iniquidad y de la inmoralidad realizada por un estado gigantesco de
200 millones y sus gobiernos, contra una pequeña isla de 10 millones
de cubanos.
Pero no formamos parte de los que
consideran que el enfrentamiento a EE.UU. y las difíciles condiciones
mundiales, debe impedir una visión crítica y realista de la sociedad
cubana actual, ni debe castrar la capacidad para imaginar, experimentar
y aplicar otras formas mejores de organización y gestión social. No aceptamos la ausencia de renovación por esas circunstancias.
No condicionamos los cambios internos al levantamiento del bloqueo y el
cese de las presiones externas. No somos émulos de los plattistas del
siglo pasado, para quienes no podía haber revolución por las cercanías a
EE.UU. Cuba, para avanzar al socialismo y lograr una verdadera
democracia participativa y decisoria tiene que hacerlo como resultados
de la propia maduración ya lograda del proceso revolucionario y no por
conflictos externos de ningún tipo.Y los cambios que pedimos son para poder derrotarlos mejor.
Hemos hecho la revolución para estar
mejor, hemos derramado mucha sangre, sudor y sufrimiento para estar
mejor. Somos una nación de trabajadores, los que producen todo, tienen
el derecho al bienestar y al fruto de su trabajo todo. Hemos pagado el
precio de la emancipación y la libertad, quienes no lo han pagado
pueden conformarse o auto justificarse, nosotros no.
Afirmamos que si el bloqueo y la
cercanía y el enfrentamiento al imperialismo-que muy duros daños nos han
causado- hacen imposible vivir según los ideales por los que tanta
sangre y sudor se ha derramado, entonces ganó el imperialismo la guerra
sin utilizar la 82 aerotransportada, la 7ma, los grupos striker, los
predator, los Deltas, ni la CIA o la CR y sin siquiera llegar a nuestras
playas. Y no permitiremos esa mentalidad neoplattista o claudicante
sin luchar.
Como alguien a quien mucho respetamos decimos, Luchamos contra la miseria pero al mismo tiempo contra la alienación…Y como él, también afirmamos que…No se puede construir el socialismo con la armas melladas del capitalismo y
estas son tanto el mercado incontrolado, como el trabajo asalariado,
el desmedido estimulo material, como la insensibilidad ante las
necesidades del pueblo, la democracia representativa indirecta, como
la insolidaridad o la ausencia de toda planificación. Tampoco, como a él, no nos convencen cualquier tipo de justificaciones para explicar ciertos problemas…Y como él decimos…
O poseemos la capacidad de destruir con argumentos la opinión contraria
o debemos dejarla expresarse…No es posible destruir una opinión con la
fuerza, porque ello bloquea todo el desarrollo libre de la inteligencia.
Solo la ignorancia –o la desvergüenza más supina-puede
desconocer o intentar esconder que en 1847, pocos meses antes del
Manifiesto Comunista, en nombre de la Liga de los Comunistas, Marx
anunció: No nos encontramos entre esos comunistas que aspiran a
destruir la libertad personal, que desean convertir el mundo en un
enorme cuartel o en un gigantesco asilo. Es verdad que existen algunos
comunistas que, de forma simplista, se niegan a tolerar la libertad
personal y desearían eliminarla del mundo, porque consideran que es un
obstáculo a la completa armonía. Pero nosotros no tenemos ninguna
intención de cambiar libertad por igualdad. Estamos convencidos... de
que en ningún orden social podrá asegurarse la libertad personal tanto
como en una sociedad basada sobre la propiedad comunal... Pongámonos a
trabajar para establecer un estado democrático en el que cada partido
podría ganar, hablando o por escrito, a la mayoría para sus ideas...Tampoco Martí tenía intención alguna de cambiar libertad por igualdad.
En realidad, desgraciadamente, no
siempre se han tenido en consideración estas concepciones durante el
desarrollo de la Revolución Cubana.
En realidad, desgraciadamente, el
pueblo, las masas han tenido hasta ahora muy poco papel en la toma de
decisiones en las experiencias socialistas europeas que lograron
establecerse en el siglo pasado. Parecería que siempre hubiese sido necesario el sacrificio de la democracia a las urgencias de la seguridad nacional. Parecería
que en Europa del Este y Asia se hubiera diseñado un gobierno del
pueblo y para el pueblo, pero que fracasó en hacer que fuera igualmente
gobierno por el pueblo.
Sabemos ya, por el desastre en otras
latitudes y los problemas en nuestro país, que la vanguardia
revolucionaria no puede continuar confundiendo el socialismo solo con
la distribución, Ni estatización con socialización, ni con participar y
desfilar en actos y mítines, ni poder con saber. Ni tampoco creer que
educar a las masas para la comprensión de la nueva sociedad, puede
ser trabajo solo de sectas iluminadas e insustituibles, ni de
intelectuales orgánicos que encantan con bellos, ecuánimes y matizados
pensamientos la creación popular. Socialismo es en primer lugar poder
de decisión de los trabajadores.
Reiteramos, Nadie debe hacerse ilusiones sobre nosotros acerca de reformadores de algún tipo. Nuestro
papel es impulsar la conciencia sobre la necesidad de renovar el
Socialismo como manera de salvarlo. Y decimos ahora, después de años
explicando una y otra vez nuestras posiciones que quienes nos atacan, o
no han leído nada de lo que hemos escrito o son simplemente unos
embusteros. Y creemos lo segundo.
Embusteros son quienes dicen que
solo hacemos críticas y obviamos la lucha contra el enemigo principal.
Hemos hecho más en nuestro suelo y fuera de él, que escribir. También
están equivocados. Somos trabajadores, estudiantes, campesinos,
milicianos y militares, nos ganamos el pan con el esfuerzo. O
jubilados, que en su mayoría, después del trabajo, y en las noches y
días de descanso, nos obligamos a pensar y tratamos de aportar para la
que la revolución no fracase.
Decenas de artículos hemos hecho
enfrentando las barbaridades del imperialismo, por la lucha contra el
bloqueo, la liberación de los cincos, la solidaridad con
revolucionarios- colombianos, palestinos etc., los indignados y otros, y
algunos hasta hemos participado en sus acciones y broncas en sus
países. Compañeros nuestros han estado en Méjico, en Bolivia, en
Venezuela, en Ecuador en España, desfilando y participando en sus
demandas y eventos. Para no hablar de Angola o Etiopia en las que no
escribimos con tinta, sino con pólvora.
No consideramos necesario para hacer
críticas vernos obligados a realizar un libro de elogios, o en cada
escrito atacar a Estados Unidos, al imperialismo, hacernos solidarios
con alguien y mucho menos con algunos señores feudales que hay en el
mundo abrazados a la bandera del antiimperialismo para avasallar mejor a
sus pueblos..No propugnamos la autoflagelación pública frente al
enemigo –el cual, por demás, ha servido de justificante a muchas de
nuestras insuficiencias- pero exigimos la autocrítica profunda y sincera
ante los comunistas y el pueblo. Ni para la primera posición, ni para
la segunda aceptamos superficialidades ni ingenuidades.Por supuesto
nos negamos a enfrentar la burocracia en abstracto. Enfrentamos las
raíces y los responsables de las insuficiencias, sean burócratas reales
o… crean ser otra cosa.
Embusteros son quienes dicen que estamos
contra el estado. Estamos por otro estado, fuerte, dinámico y moderno,
que no es lo mismo que un estado elefantiásico y monopólico como el que
hemos tenido. Estamos por acercar el poder al pueblo. Estamos por un
estado controlado por el pueblo y los trabajadores.
Embusteros son quienes dicen que
solo defendemos la autogestión y las cooperativas y que queremos
cambios de hoy para mañana. Eso se ha explicado decenas de veces, como
decimos más arriba estamos por una economía plural, no única, nos
oponemos a la propiedad estatal exclusiva, la cooperativizacion
exclusiva y cualquier monopolio exclusivo. Estamos por la participación
tripartita del estado, los obreros y la comunidad en la dirección de
todos los entes socio económico a fín de evitar egoísmos y desviaciones
de cualquiera. No excluimos a nadie. No fetichizamos nada, incluido los
obreros o los campesinos. Y nos hemos cansado de repetir que es un
proceso, poco a poco, pero sistemática y permanentemente en curso.
Embusteros son quienes aducen
que actuamos en la red de izquierda digital y no en la Asamblea
Nacional del PP, en el CDR, en el Sindicato, o en el PCC. Nuestras
propuestas, todas han sido explicitadas en esos espacios.Una
significativa parte de la producción intelectual ha sido enviada a los
órganos correspondientes, a la propia prensa oficial, a los medios
digitales internos. Solo para uso de cubanos en la isla se han publicado
los artículos más severos, sin divulgación internacional alguna.
Varias propuestas y cartas están en mano
de la alta dirección de la revolución y no han sido publicadas y no
las publicaremos. Toda la izquierda participó muy activamente en las
discusiones recién ocurridas en Cuba. Esos críticos debían tener la
vergüenza de pedir a los medios cubanos que permitan implementar el
artículo 53 de la constitución. Y solicitar se nos permita publicar en
Cuba y entonces debatir abierta y horizontalmente nuestros criterios.
Embusteros son quienes dicen
que usamos lenguaje agresivo, desequilibrado y maximalista. Hace más de
cinco años que desarrollamos esta batalla de ideas de forma pública.
Nunca olvidamos que las palabras amables convencen mejor y que avanzar
paso a paso también es avanzar. Nadie pide implementar de forma
irresponsablemente vertiginosa los cambios imprescindibles hacia un
nuevo socialismo, pero existe, sin dudas, la lucha de clases en nuestro
país y existe la ley de la acción y la reacción y existen los que
ocultan su inmovilismo en el estudio interminable de los problemas.
Quien trata de deshonrar a otros, no se da cuenta que se deshonra a sí mismo.
Le rogamos a la izquierda internacional,
que tanto ha ayudado y debe ayudar a Cuba, ser sensibles y cuidadosos
cuando se refieran a las disputas internas entre revolucionarios
cubanos, pues la solidaridad sin los elementos necesarios puede
comprometer la justicia.
Dejamos claro de nuevo que no
permitiremos jamás perder la independencia, la soberanía y la libertad
de la patria, ni negociaremos nuestros ideales internacionalistas. EL
cese del bloqueo, las agresiones, la liberación de nuestros cinco
compañeros, el castigo a los terroristas miserables que sembraron el
luto en Cuba y la devolución de la base de Guantánamo son demandas de
principio. Jamás negociaremos con el enemigo lo que no toca negociar y
dar a nuestro pueblo, pero estamos muy lejos de creer que la repetición
continua de esto sirva para justificar nada.
Jamás nos rendiremos ante el enemigo
imperialista ni vamos a aceptar que se repita en Cuba la experiencia
europea de burocracias corruptas y dirigentes incompetentes e
desideologizados que traicionaron a los trabajadores, al pueblo y al
socialismo. Defenderemos nuestras concepciones revolucionarias,
defenderemos la constitución aprobada por el pueblo, lamentablemente
bastante desconocida y poco apreciada por muchos que se dicen
revolucionarios y solo son unos fanáticos primitivos y defendemos lo
perfectamente definido en los estatutos del PCC y aprobado por todos los
militantes.
NOSOTROS, CIUDADANOS CUBANOS,
herederos y continuadores del trabajo creador y de las tradiciones de
combatividad, firmeza, heroísmo y sacrificio forjadas por nuestros
antecesores;…GUIADOS. Por el ideario de José Martí y las ideas político-sociales de Marx, Engels y Lenin;…DECIDIDOS.
A llevar adelante la Revolución triunfadora… y, con el Partido
Comunista al frente, continuar con el objetivo final de edificar la
sociedad comunista DECLARAMOS. Nuestra
voluntad de que la ley de leyes de la Republica este presidida por este
profundo anhelo, al fin logrado, de José Martí: “Yo quiero que la ley primera de nuestra Republica sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”. Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con
todos y para el bien de todos, como república unitaria y democrática,
para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el
bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana.
..La soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del
Estado… rige el sistema de economía basado en la propiedad socialista de
todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción También
rige el principio de distribución socialista "de cada cual según su
capacidad, a cada cual según su trabajo". Constitución de la República de Cuba (reformada en 1992). Artículos l, 3 y 14.
“El Partido Comunista de Cuba
fundamenta su actividad en el principio del centralismo democrático,
otorgando la máxima importancia a la real y efectiva articulación de la
disciplina consciente con la más amplia democracia interna el ejercicio
de la dirección colectiva y la responsabilidad individual, asegura la
plena libertad de discusión y opinión y la unidad de acción de sus
organismos y organizaciones, estimula y respalda el pensamiento creador y
anti dogmático y el ejercicio de la crítica constructiva.” . De los Estatutos del Partido.
Los tiempos son confusos y de alta
tensión. Deseamos el diálogo, no la confrontación que se nos trata de
imponer, de la que sí sacaría mucha ventaja el enemigo histórico pero,
no somos ingenuos.En política quien evade la raíz de los problemas, por
dolorosas que sean, no tienen posibilidades de ver triunfar sus ideas. Y
el rechazo a las ideas no es problema mayor, problema mayor es la
represalia física y moral que encubierta y no tan encubiertamente se ha
desarrollado contra nosotros, a pesar de nuestras posiciones y nuestra
historia en las filas de la revolución. No somos ni esclavos ni siervos,
somos revolucionarios y reaccionamos y reaccionaremos como tales.Si se
continua optando por una política que privilegia la imposición y
valora y premia las actitudes intolerantes por encima de la búsqueda del
diálogo y el consenso entre revolucionarios habrán serios
desacuerdos.
Y no permitiremos ningún tipo de
represalia sin responderlas.Nuestra revolución nos ha demostrado muchas
cosas, dignas y útiles. Tiene que demostrar todavía que no aceptará
una caricatura de Socialismo y que no devorará a sus hijos. El tiempo y
cierta ceguera conspiran contra esos desafíos.
Ejercemos y ejerceremos los derechos que nos otorga el artículo 53 de la constitución…“Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista”…Y lo defenderemos con todos los medios a nuestro alcance.
Por una sociedad con todos y para el bien de todos. Viva Cuba revolucionaria y Socialista.
Socialismo o Barbarie.
Mayo 2013
Por el Comité Organizador de IDSC-Refundación Socialista
Orlando Ocaña y Carlos C. Díaz
(1) Hay quienes se creen tan revolucionarios que
están hasta en contra de concepciones de Fidel y Raúl.
Citamos a Fidel:
“…aquí ha habido durante bastante tiempo la
tendencia a suponer que los señalamientos críticos, la denuncia de las
cosas mal hechas, hacían el juego al enemigo, ayudaban al enemigo y a la
contrarrevolución…. Llegamos a la convicción de que es necesario
desarrollar mucho más el espíritu crítico. Yo lo he estimulado al máximo
porque constituye un factor fundamental para perfeccionar nuestro
sistema.”
Citamos a Raúl
: “Hay que desterrar la apología y la
autocomplacencia;… debemos aprender no sólo a discrepar, sino a
estimular el libre debate de las opiniones discrepantes, para que las
ideas sean mejores y el convencimiento mayor…Téngale más miedo a un
adulón que a un agente de la CIA”…cuando no decimos toda la
verdad, cuando la verdad se dice a medias, edulcorada…entonces ese
pueblo interpreta que estamos diciendo mentiras.
Referencias
CUBA: Nuevas propuestas de cambios socialistas – I/2.
CUBA. Contra el error, contra el de