martes, 11 de noviembre de 2014
Mientras el partido de la Duma, Rusia Justa
pide en moción parlamentaria más ayuda militar, técnica y humanitaria
para los gobiernos de Damasco y Bagdad, Siria aplica la política del
palo y la zanahoria: Más de 100 militantes armados entregaron sus armas a
las fuerzas armadas sirias como parte del proceso de reconciliación
nacional que impulsa el gobierno para terminar con el conflicto,
reportaron hoy medios nacionales.
Según las televisoras
sirias, los miembros de los grupos radicales son oriundos de Damasco y
de las provincias de Homs, Hama y Alepo.
Recientemente, el
ministro de Reconciliación Nacional, Ali Haider, reafirmó la necesidad
de encontrar una solución política para poner fin a la guerra, que desde
2011 ha causado más de 200.000 muertos.
Como parte de la
iniciativa, miles de irregulares han abandonado la lucha, tras lo cual
las autoridades regularizan su estatus jurídico.
El plan también brinda
la posibilidad a los rebeldes sirios de entregar su armamento pesado y
mantener los fusiles en las zonas de reconciliación para patrullar en
conjunto con el ejército.
Aunque en varias áreas la propuesta trajo la paz, en otras los militantes volvieron a combatir.
Varios sectores de la
sociedad siria, como las tribus y líderes de diversas confesiones,
apoyan este plan para terminar la conflagración.
Al Manar