22.01.2015
¿Quién es el culpable del terrorismo musulmán?
Por Andre Vltchek. Foto: Sukarno Ahmet con Fidel Castro
Hace cien años, hubiera sido inimaginable ver a un par de musulmanes
entrar en una cafetería o subir a un vehículo de transporte público y
luego volarse, matando a decenas de personas. ¡O masacrar al personal de
una revista satírica en París! Cosas así simplemente no ocurrían.
Al leer las memorias de Edward Said, o si hablas con hombres y
mujeres ya de edad en el este de Jerusalén, se ve claramente que la
sociedad palestina era mayoritariamente laica y moderada. Se
preocupaban de la vida, la cultura, e incluso la moda, más que de los
dogmas religiosos.
Lo mismo podría decirse de muchas otras sociedades musulmanas, por
ejemplo las de Siria, Irak, Irán, Egipto e Indonesia. Las fotos antiguas
hablan por sí solas. Por eso es tan importante mirar cuidadosamente,
una y otra vez, las viejas imágenes.
El Islam no es sólo una religión; también es una gran cultura, una de
las más extendidas de la Tierra, que ha enriquecido a nuestra
humanidad con algunos de los logros científicos y arquitectónicos más
importantes y un sinnúmero de descubrimientos en el campo de la
medicina. Los musulmanes han escrito una poesía exquisita, y compuesto
una música hermosísima. Pero, sobre todo, han desarrollado algunas de
las primeras estructuras sociales en el mundo, que incluían grandes
hospitales públicos y algunas de las primeras universidades, como la
Universidad de Qarawiyyin en Fez, Marruecos.
La idea de lo "social" era natural para muchos políticos musulmanes, y
si el Occidente no hubiera interferido tan brutalmente al derrocar a
los gobiernos de izquierda y poner en el trono a aliados fascistas de
Londres, Washington y París, casi todos los países musulmanes, entre
ellos Irán, Egipto e Indonesia, probablemente serían hoy socialistas,
guiados por un grupo de dirigentes moderados en su mayoría laicos.
***
En el pasado, un sinnúmero de líderes musulmanes se levantaron contra
el control occidental del mundo, y eminentes figuras, como el
presidente de Indonesia, Sukarno Ahmet, eran cercanas a los Partidos
Comunistas y sus ideologías. Sukarno incluso forjó un movimiento
antiimperialista mundial, el movimiento de No Alineados, que fue
públicamente definido en la Conferencia de Bandung en Indonesia, en
1955.
Esto, en marcado contraste con las élites conservadoras orientales
cristianas, que en su mayoría se sentían muy a gusto con los gobernantes
fascistas y colonialistas, con las monarquías, los comerciantes y los
grandes oligarcas empresariales.
Para el Imperio, la existencia y la popularidad de los gobernantes
musulmanes progresistas, marxistas, que gobernaban en países del Medio
Oriente o ricos en recursos como Indonesia, era algo claramente
inaceptable. Si decidían utilizar las riquezas naturales para mejorar la
vida de sus pueblos, ¿qué iba a quedar para el Imperio y sus empresas?
Había que pararlos por todos los medios. El Islam fue dividido e
infiltrado de radicales y cuadros anticomunistas a los que no les
importaba el bienestar de su pueblo.
***
Casi todos los movimientos radicales en el Islam de hoy, en cualquier
parte del mundo, están vinculados con el wahabismo, una secta
ultra-conservadora y reaccionaria del Islam controlada por las políticas
de Arabia Saudita, Qatar y otros aliados incondicionales de Occidente
en el Golfo.
Citamos al Dr. Abdullah Mohammad Sindi:
"Está demostrado históricamente que sin la ayuda británica ni el
wahabismo ni la Casa de los Saud existirían hoy. El wahabismo es un
movimiento fundamentalista-británico inspirado en el Islam. A través de
su defensa por parte de la Casa de Saud, EE.UU. también apoya el
wahabismo, directa e indirectamente, independientemente de los ataques
terroristas del 11 de septiembre de 2001. El wahabismo es violento,
derechista, ultra-conservador y rígido, extremista, reaccionario,
sexista e intolerante... "
Occidente dio todo su apoyo a los wahabíes en la década de 1980.
Ellos fueron manejados, financiados y armados, después de que la Unión
Soviética fuera barrida de Afganistán en una amarga guerra que duró de
1979 a 1989. Como resultado de esta guerra, la Unión Soviética se
derrumbó, exhausta, tanto económica como psicológicamente.
Los muyahidines que combatían a los soviéticos, así como al gobierno
de izquierda de Kabul, fueron alentados y financiados por Occidente y
sus aliados. Venían de todos los rincones del mundo musulmán, para
luchar en una 'guerra santa' contra los infieles comunistas.
Según los archivos del Departamento de Estado de Estados Unidos:
"Contingentes de los llamados árabes afganos y combatientes
extranjeros deseaban emprender la yihad contra los comunistas ateos.
Destacaba entre ellos un joven saudí llamado Osama bin Laden, cuyo grupo
árabe finalmente se convirtió en al-Qaeda”.
Grupos radicales musulmanes creados y repartidos por varios países
musulmanes por parte de Occidente forman parte de al-Qaeda y, más
recientemente, de ISIS (grupo también conocido como ISIL). ISIS es un
ejército extremista que nació en los "campos de refugiados" en las
fronteras sirio /turca y sirio/jordana, y que fue financiado por la OTAN
y Occidente para luchar contra el (laico) gobierno sirio de Bashar
al-Assad.
Estos grupos radicales implantados han estado sirviendo a varios
fines. Occidente los utiliza como cipayos en las guerras que está
librando contra sus enemigos, que son los países que todavía se
enfrentan a la dominación absoluta del Imperio en el mundo. Más tarde,
cuando estos ejércitos extremistas 'acaban totalmente fuera de control'
(y siempre lo estarán…), podrán servir como espantajos y como
justificación de la "guerra contra el terror" o, como cuando ISIS tomó
Mosul, como excusa para la renovación del reenganche de las tropas
occidentales en Irak.
Historias sobre los grupos musulmanes radicales han desfilado
constantemente por las primeras páginas de los periódicos y revistas,
por las pantallas de la televisión, recordando a los lectores “lo
peligroso que está realmente el mundo ", " la importancia de la
participación occidental " y, en consecuencia, cómo es importante la
vigilancia, cuán indispensables son las medidas de seguridad, así como
los tremendos presupuestos para las guerras de 'defensa' contra tantos
estados canallas.
***
De ser una civilización pacífica y creativa, que propendía hacia el
socialismo, las naciones musulmanas y el propio Islam, se encuentran de
repente como descarriladas, engañadas, manipuladas, infiltradas por
penetraciones religiosas e ideológicas extrañas, y transformadas por los
ideólogos y propagandistas occidentales en una 'tremenda amenaza ";
transformadas en el culmen y el símbolo del terrorismo y la
intolerancia.
La situación se ha vuelto completamente grotesca, pero la cosa no
está para bromas; ¡demasiadas personas han muerto como resultado; muchas
cosas se han destruido!
Indonesia es uno de los ejemplos históricos más llamativos de cómo
funcionan realmente estos mecanismos de destrucción de los valores
musulmanes progresistas.
En la década de los 50 y comienzos de los 60, EE.UU, Australia y
Occidente en general, estaban cada vez más «preocupados» por la posición
antiimperialista e internacionalista progresista del presidente
Sukarno, y por la creciente popularidad del Partido Comunista de
Indonesia (PKI). Pero aun más lo estaban, por el cariz progresista,
socialista y moderado del Islam indonesio, que se fue aliando claramente
con los ideales comunistas.
Ideólogos cristianos anti-comunistas y "planificadores", entre ellos
el famoso jesuita Joop Beek, se infiltraron en Indonesia. Crearon
organizaciones clandestinas, algunas de ideología paramilitar, lo que
ayudó a Occidente a planificar el golpe de Estado de 1965 que costó la
vida de entre 1 y 3 millones de personas.
Elaborada en Occidente, la propaganda anti-comunista y
anti-intelectual extremadamente eficaz difundida por Joop Beek y sus
cohortes, también ayudó a lavar el cerebro de muchos miembros de grandes
organizaciones musulmanas, impulsándolos a unirse a la eliminación de
izquierdistas, inmediatamente después del golpe. Pocos sabían que el
Islam, no sólo el comunismo, había sido elegido como el principal
objetivo de la “quinta columna” pro-occidental y cristiana en el
interior de Indonesia; más precisamente, el objetivo era el de tendencia
izquierdista, liberal del Islam.
Después del golpe de 1965, el dictador fascista patrocinado por
Occidente, el general Suharto, recurre a Joop Beek como su asesor
principal. También se ayudó ideológicamente de "discípulos" de Beek.
Económicamente, el propio régimen se relacionó con magnates de negocios,
principalmente cristianos, entre otros, Liem Bian Kie.
En el país musulmán más poblado del mundo, Indonesia, los musulmanes
fueron dejados de lado, sus partidos políticos 'no fiables', prohibidos
durante la dictadura, y tanto la política (encubiertamente) como la
economía (abiertamente) cayeron bajo el control estricto de la minoría
pro-occidental cristiana. A día de hoy, esta minoría controla una
compleja y venenosa red de guerreros anti-comunistas, los cárteles y
mafias empresariales estrechamente unidas, los medios de comunicación y
educativos, "incluidas escuelas religiosas privadas, así como los
propagandistas religiosos corruptos (muchos jugaron un papel importante
en la masacre de 1965) y otros colaboradores tanto del régimen local
como del global.
El Islam en Indonesia se ha reducido a una mayoría silenciosa, la
mayor parte pobres y sin influencia significativa alguna. Sólo aparece
en los titulares internacionales cuando sus frustrados militantes
vestidos de blanco van a destrozar bares, o cuando sus extremistas,
muchos relacionados con los muyahidín y la guerra afgano-soviética,
atentan contra clubes nocturnos, hoteles o restaurantes en Bali y
Yakarta.
Pero ¿son ellos en realidad los que hacen todo esto?
El ex presidente de Indonesia y clérigo musulmán progresista,
Abderramán Wahid (expulsado de su cargo por las élites), me dijo una
vez: "Yo sé quién voló el Hotel Marriott de Yakarta. No fue un ataque de
los islamistas; fueron los servicios secretos de Indonesia, con el fin
de justificar su existencia y el presupuesto, y para complacer a
Occidente”.
***
"Yo diría que el imperialismo occidental no sólo es que haya forjado
una alianza con estas facciones radicales, simplemente las creó", me
dijo en Londres un amigo mío, el líder intelectual musulmán progresista,
Ziauddin Sardar.
Y continuó: "Tenemos que darnos cuenta de que el colonialismo hizo
mucho más que daño a las naciones y las culturas musulmanas. Jugó un
papel importante en la represión y la eventual desaparición del
conocimiento y el aprendizaje, del pensamiento y la creatividad, de las
culturas musulmanas. El encuentro colonial comenzó por apropiarse del
conocimiento y el aprendizaje del Islam, que se convirtió en la base del
'Renacimiento europeo "y la" Ilustración " y terminó por erradicar este
conocimiento y el aprendizaje de las sociedades musulmanas y de su
propia historia. Lo hizo tanto mediante la eliminación física - la
destrucción y el cierre de las instituciones de enseñanza, la
prohibición de ciertos tipos de conocimientos indígenas, matando a
pensadores y eruditos locales - como reescribiendo la historia como
historia de la civilización occidental en el que se subsumen todas las
historias secundarias de otra civilización ".
¡Desde las esperanzas de los años de la II Guerra Mundial, hasta la
oscuridad total actual, ha mediado un largo y terrible viaje!
El mundo musulmán está herido, humillado y confundido, casi siempre a la defensiva.
Mal comprendido por los extranjeros y muchas veces ni siquiera por su
propio pueblo, se ve obligado con frecuencia a confiar en las
opiniones occidentales y cristianas del mundo.
Lo que solía hacer a la cultura del Islam tan atractiva - la
tolerancia, el aprendizaje, la preocupación por el bienestar de la gente
- ha sido cercenado del reino musulmán, destruido desde el extranjero.
Lo que quedó fue sólo la religión.
Ahora la mayoría de los países musulmanes están gobernados por
déspotas, por camarillas militares o por corruptos. Todos ellos
estrechamente vinculados con Occidente, con su sistema e intereses.
Igual que lo hicieron en otras grandes naciones e imperios de
Sudamérica y Centroamérica, así como de África, los invasores y
colonizadores occidentales lograron aniquilar totalmente las grandes
culturas musulmanas.
Lo que lo reemplazó no fue sino la codicia, la corrupción y la brutalidad.
Parece como que todo lo que se basa en fundamentos distintos a los
cristianos lo está reduciendo a polvo el Imperio. Sólo las culturas más
grandes y más resistentes siguen sobreviviendo.
Cada vez que un país musulmán intenta volver a su esencia, para vivir
a su manera, socialista o de orientación social - ya sea Irán, Egipto,
Indonesia, o mucho más recientemente, Irak, Libia o Siria -, es feroz y
salvajemente reprimido y destruido.
La voluntad de sus pueblos es destrozada sin contemplaciones, y las elecciones democráticamente expresadas son derrocadas.
Durante décadas, a Palestina se le ha negado la libertad, así como
sus derechos humanos básicos. Tanto Israel como el Imperio escupen sobre
su derecho a la libre determinación. El Pueblo palestino está encerrado
en un gueto, humillado y asesinado. La religión es todo lo que a
algunos de ellos les queda.
La "primavera árabe" se desvió y terminó casi en todas partes, desde
Egipto a Bahrein, con los viejos regímenes y con la vuelta al poder de
los militares.
Al igual que los africanos, los musulmanes están pagando un precio
terrible por haber nacido en países ricos en recursos naturales. Pero
también son tratados brutalmente por tener, junto con China, la
civilización más grande en la historia, que eclipsó todas las culturas
de Occidente.
***
El Cristianismo ha saqueado y brutalizado al mundo. El Islam, con sus
grandes sultanes como Saladino, se levantó contra de los invasores y
por la defensa de las grandes ciudades de Alepo y Damasco, El Cairo y
Jerusalén. Pero en general, estaba más interesado en la construcción de
una gran civilización, que en el saqueo y las guerras.
Ahora casi nadie en Occidente sabe nada de Saladino ni de los grandes
logros científicos, artísticos o sociales del mundo musulmán. Ahora sí,
todo el mundo está "bien informado" sobre ISIS. Por supuesto que saben
del ISIS sólo como un 'grupo extremista islámico ", no como una de las
principales herramientas occidentales utilizadas para desestabilizar el
Oriente Medio.
'Francia está de luto' por la muerte de los periodistas en las
oficinas de la revista satírica, Charlie Hebdo (¡sin duda un crimen
terrible!). En toda Europa, es de nuevo el Islam el que está siendo
representado como brutal y militante, y no Occidente con su
post-Cruzada, con sus doctrinas fundamentalistas cristianas que siguen
derrocando y masacrando a todos los gobiernos y sistemas moderados,
laicos y progresistas del mundo musulmán, dejando a los musulmanes a
merced de fanáticos desquiciados.
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En las últimas cinco décadas, alrededor de 10 millones de musulmanes
han sido asesinados debido a que sus países o no se someten al Imperio, o
no lo sirven de manera incondicional, o simplemente estaban en el
camino. Las víctimas eran indonesios, iraquíes, argelinos, afganos,
paquistaníes, iraníes, yemeníes, sirios, libaneses, egipcios, o
ciudadanos de Malí, Somalia, Bahréin y de otros muchos países.
Occidente creó los más horribles monstruos, invirtió miles de
millones de dólares en ellos, los armó, les dio entrenamiento militar
avanzado, y luego los dejó sueltos.
Los países que están produciendo terrorismo, Arabia Saudita y Qatar,
son algunos de los más cercanos aliados de Occidente, y nunca han sido
castigados por la exportación de terror en todo el mundo musulmán.
Grandes movimientos musulmanes sociales como Hezbollah, que participa
actualmente en un combate a muerte contra el ISIS, pero que también se
ofrece para galvanizar el Líbano en su lucha contra la invasión israelí,
están en la "lista de terroristas", elaborada por Occidente. Eso
explica muchas cosas, si se está dispuesto a prestar atención.
Visto desde el Medio Oriente, parece que Occidente, al igual que
durante las cruzadas, tiene como objetivo la destrucción absoluta de los
países musulmanes y la cultura musulmana.
En cuanto a la religión musulmana, el Imperio sólo acepta sus
aspectos más vergonzantes - aquellos que aceptan el capitalismo extremo y
la posición global dominante de Occidente. El único cliché tolerable
del Islam es el fabricado por el propio Occidente, y por sus aliados en
el Golfo – destinado a luchar contra el progreso y la justicia social;
el que está devorando a su propio pueblo.
Traducción: Red Roja
Andre Vltchek es novelista, cineasta y periodista de
investigación. Cubrió guerras y conflictos en decenas de países. El
resultado es su último libro: "La lucha contra el imperialismo occidental". 'Pluto' publicó su diálogo con Noam Chomsky: El Terrorismo Occidental. Su famosa novela política Point of No Return ha sido reeditada. Oceanía es
su libro sobre el imperialismo occidental en el Pacífico Sur. Su
provocador libro sobre la época post-Suharto en Indonesia y el modelo
fundamentalista de mercado se llama "Indonesia - El archipiélago de miedo". Su documental "Ruanda Gambit"
trata de la historia de Ruanda y el saqueo de la RD del Congo. Después
de vivir durante muchos años en América Latina y Oceanía, Vltchek
actualmente reside y trabaja en el Este de Asia y África. Está accesible
a través de su página web o su Twitter.