miércoles, 8 de octubre de 2014
Artículo de Fidel Castro Ruz: ¡Cuánto odio en el rostro del nuevo Secretario General de la OTAN! ¡Qué
increíble empeño en promover una guerra de exterminio contra la
Federación Rusa! ¿Quiénes resultan más extremistas que los propios
fanáticos del Estado Islámico?
En su evolución, el Homo
Sapiens, como ser pensante único entre millones de especies vivas,
jamás tuvo idea de la naturaleza y la razón de su existencia. Dotado de
la capacidad de pensar, estaba regido por severos instintos. Nada sabía
del resto de su maravilloso planeta. No se conoce siquiera desde cuándo
posee esa capacidad; en raros casos se afirma que hace un millón de años
o un poco más, pero en general se considera que no más de 200 mil años.
Hoy se conoce que el
número de planetas con apariencias similares al nuestro se eleva a miles
de millones en la misma galaxia donde se ubica el nuestro, dentro de lo
que se denomina universo. Espero no ofender a nadie por abordar el tema
de lo que somos o creemos que somos.
Hace dos días, el 5 de
octubre, el sitio web del canal de televisión Russia Today, un medio de
divulgación serio, publicó que Laura Mersini-Houghton, prestigiosa
profesora de la Universidad de Carolina del Norte, ha demostrado que los
supermasivos agujeros negros no existen, y que la teoría del Big Bang
es infundada. Esto, pienso, implica un trauma para muchas personas que
convirtieron tal teoría en un acto de fe.
La mayor autoridad en
este tema sería el científico británico Stephen Hawking, un hombre de
excepcionales méritos por su consagración a la ciencia, a pesar de una
cruel afección que lo obligó a grandes sacrificios para comunicarse con
los demás, cuando era todavía muy joven.
Los científicos más
conocedores de estos temas se comunican e incluso publican sus
resultados en términos técnicos difíciles de comprender por los que no
hemos tenido el privilegio de familiaridad alguna con esa ciencia.
Stephen Hawking se
convirtió, con la publicación de la “Historia del Tiempo”, en el autor
de un libro sobre el importante tema, cuyas ventas ascendieron a más de
10 millones de ejemplares. Seguramente que, aparte de su interés
intrínseco, los principales compradores fueron los miembros de la
comunidad de científicos dedicados al estudio de estos trascendentes
temas que suman ya varios millones de eminentes investigadores. Haré lo
posible por leer y comprender esa obra, cuando mi actual tarea
relacionada con la producción de alimentos en cantidad y calidad
suficientes es prioritaria, y en la que todavía el esfuerzo se puede
traducir en un importante beneficio.
Es mucho lo que ignoramos y muy poco lo que sabemos de nuestra propia ignorancia.
El segundo ejemplar de
Hawking, “El universo en una cáscara de nuez”, escrito según él en un
lenguaje más inteligible para los profanos en la materia, lo leí y
subrayé muchas de las ideas que más me interesaron.
Jamás en su evolución el
género humano tuvo ni podía tener una idea clara de su propia
existencia, porque esta sencillamente no existía, simplemente
evolucionaba con el mismo ritmo de todo lo que existe. Es una realidad
que no surge contra nadie ni debe ofender a nadie.
Cada día podemos aprender algo nuevo. Ayudar a los demás y ayudarnos en lo posible a nosotros mismos.
Ayer escuchaba las
declaraciones del nuevo Secretario General de la OTAN, antiguo Primer
Ministro de Noruega, quien desde el pasado primero de octubre, hace solo
seis días, asumió el cargo. ¡Cuánto odio en el rostro! ¡Qué increíble
empeño en promover una guerra de exterminio contra la Federación Rusa!
¿Quiénes resultan más extremistas que los propios fanáticos del Estado
Islámico? ¿Qué religión practican? Después de eso, ¿se puede disfrutar
la vida eterna en la diestra del Señor?