Mario Hernandez/Buenos Aires. Radio Che Barracas
Entrevista con el periodista y escritor venezolano.
M.H.: Damos comienzo al 2015, con este programa de
reportajes, que hacemos cada 15 días por FM Che Barracas. El último de
2014 lo hicimos el 17 de diciembre.
M.E.G.: El día de la muerte de Simón Bolívar.
M.H.: El que hablaba es Modesto Emilio Guerrero,
compañero venezolano, periodista, biógrafo del Comandante Hugo Chávez
Frías, entre otras cosas. Estamos en la 99.7 Che Barracas, retomando
este programa que hoy va a estar dedicado a Venezuela, además quiero
aprovechar para conversar con Modesto acerca de la reapertura de las
relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
Tengo la idea de empezar con los botines de punta, porque leemos en
Clarín
del domingo 4 de enero: “Fin de año venezolano, colas y la penuria de
no encontrar nada para la mesa familiar”. Pero al mismo tiempo, la
posición del Presidente Maduro, que sostiene: “Recién, gracias a la
Revolución Chavista, los venezolanos pueden comer el plato navideño”.
Entre este titular y el comentario del Presidente, ¿cuál es la realidad?
M.E.G.: Ambas cosas contienen parte de la realidad,
el asunto es ver cuáles son esas partes, cómo se produjeron y cuáles son
los causantes. Es verdad que hay un desabastecimiento de productos
básicos, pero también es verdad que eso no lo provocó el gobierno, a no
ser que estemos en presencia de gobernantes suicidas. Eso está ordenado
sistemáticamente desde diciembre de 2012, un plan que condujo al
desabastecimiento en la economía en algunos productos de la cesta básica
venezolana. Harina de maíz para hacer arepas que aquí no provocaría
ningún problema, pero si en Argentina te sacan la yerba mate y el bife
de chorizo probablemente tengas una crisis política que se traduce en la
gobernabilidad, la credibilidad, etc.
Entonces sí, hay colas, hay desabastecimiento, las primeras surgen de
lo segundo, ¿cómo se llegó a eso en un país que duplicó en los últimos
años, la importación de alimentos? ¿Por qué hay una gigantesca
importación de alimentos y sigue habiendo colas? Entonces, hay que
analizar las colas, es muy simplista y superficial decir “hay colas” sin
explicar cómo, dónde y para qué son esas colas.
Hace unos días le preguntaba a mi único hermano chavista, un
trabajador que tiene un sentido crítico, me dice en diciembre: “claro
que hay colas, pero para comprar, la gente está tirada al comercio
comprando, recorriendo tiendas”. Eso no anula la ausencia de productos
fundamentales que presencié hace 3 meses y medio en Caracas, yo no
pude conseguir harina-pan que es el insumo de la arepa. Pero otros
productos de la dieta básica estaban y traje, usé o compré sin
problemas, sin colas, entonces, no es que hay colas para todos los
productos que es la imagen que queda a partir de un titular así, o que
hay cola siempre, que es la parte que no explica, del mecanismo de las
colas y del desabastecimiento venezolano.
¿Cuál es el mecanismo? El mecanismo no es desaparecer siempre, todos
los productos, porque eso significaría una pérdida económica para los
importadores que viven de vender esos productos, realizan su capital y
su ganancia vendiendo, no pueden desaparecerlo en términos absolutos. El
plan para desbancar a un gobierno que no soportan se parece al de Chile
en el ‘73, pero con diferencias porque allí cortaron toda la cadena de
distribución con una huelga nacional que creo que duró 3 meses, en un
país chiquito que si no tienes con qué trasladar no hay forma y
liquidaron un gobierno. Acá no es así, son muy vivos, muy lúmpenes los
que organizaron hace dos años este plan sistemático de fragilización del
gobierno mediante el desabastecimiento, ¿Cómo se hace? Un día, lunes,
desaparece la harina-pan y el café, en Venezuela se toma café 100% puro,
desaparece el cacao, el arroz, el azúcar, cinco productos, esos mismos
cinco productos desaparecen en el barrio “tal”, en tres días aparecen
los mismos cinco por toneladas en el barrio “cual”, a dos barrios de
distancia. Un día, miércoles, aparecen todos esos productos pero con
colas gigantescas en los supermercados de la cadena X y en dos días
desaparecen, los compran todos en dos días y vuelven a aparecer en ocho
días. ¿Qué es lo que han logrado? Han logrado dos cosas importantes,
una: un estado de desazón, angustia y auto persecución, un estado de
desasosiego que ha conducido a una baja en la credibilidad, porque
gobernar siempre es un acto concreto, se gobierna en la vida diaria, y
el gobierno está en la papa que no puedes comprar o en la cebolla que
cuesta más cara, después está el discurso, el voto, eso es otra cosa.
Primero eso, han creado una situación de penuria emotiva, psíquica,
nerviosismo, porque todos tenenos una vida regularizada en la
distribución de los productos de alimentación, de medicina e higiene
personal. Así se conformó la vida urbana de tipo capitalista desde la
Revolución Industrial. La técnica es que un día desaparecen las toallas
sanitarias para mujeres, otro día los esmaltes de uñas, las mujeres
venezolanas son muy coquetas, se pintan las uñas todo el día, hay colas
para hacer peluquería, hay peluquerías en los pasillos de los centros
comerciales, son así las caribeñas, eso desaparece un día y desata una
queja. ¿Te imaginas 500 mujeres en una cola quejándose porque falta las
toallas? Eso lo han creado ex profeso, con un objetivo calculado, ese
desasosiego en mucha gente de clase media y trabajadora.
El segundo efecto del corte en la cadena de distribución se produce
en la credibilidad gubernamental. Sabemos que eso no es suficiente para
que caiga el gobierno, no es Allende y Chile del ´73, no pdrán tirar al
gobierno de Maduro, porque tiene capacidad de importación, porque es un
país grande, petrolero, porque tiene a China con una banca que le da lo
que le pida a cambio de petróleo, entonces el gobierno compra, porque
hay países amigos que le venden, si Venezuela estuviera bloqueada como
Cuba entonces ahí sería un problema, pero Argentina, Brasil, Uruguay,
Paraguay, Nicaragua, Canadá (que es enemiga) le venden, porque ellos
viven de realizar su capital vendiendo. No olvidemos que Chávez impulsó
una nueva geopolítica de aproximaciones de Estado, PetroCaribe, ALBA,
UNASUR, CELAC. que para estas cosas resulta buena, para otras no tanto.
El plan económico del chavismo no pudo superar la irracionalidad burocrático-capitalista
Este aspecto es central para comprender la crisis de distribución
actual. Es un segundo efecto derivado que facilitó el desabastecimiento
programado. El chavismo, con Chávez incluido, elaboraron dos planes,
pero la realidad, medida por sus resultados actuales, es que entre 2006 y
2015 no se pudo aplicar con coherencia y racionalidad, eso significa,
entre otras cosas, que fue obstaculizado por una estructura estatal y
otra de clase, juntas, actuando con la misma lógica del capital, han
obstruido las potencialidades de ambos planes de Hugo Chávez.
Este
aspecto nunca lo van a decir ni
Clarín ni
La Nación,
porque a ellos solo les interesa echar a Maduro y al chavismo, no que
su economía tradicional, rentista, sea superada por algo mejor. Incluso,
muchos chavistas intelectuales y periódicos del chavismo lo explican
mal, se quedan en lo superficial, no señalan que hay una lógica común
entre la burocracia y la burguesía opositora, aunque sean dos sectores
distintos y hoy estén enfrentados. Eso no nace ahora. Se profundizó
estos dos años, sobre todo desde febrero del 2014, porque se trata de un
recurso técnico de la conspiración en marcha, llamada “el atajo”,
significa drenar al poder desde abajo, buscar un atajo, diagonalizar los
tiempos de la contrarevolución, o sea, no esperar cinco años más hasta
la campaña presidencial de 2019, o dos años más hasta el Referéndum en
2016. Como clases y grupos de interés de esas clases, no soportan más y
quieren convencer a una buena parte de la población. Ellos saben lo que
sabemos desde la calle, que hay una parte del chavismo de masa que
tampoco soporta más la situación económica.
Ese es el primer elemento, también es verdad que dentro de esas
gruesas causales, hay elementos de corrupción, una buena parte es
imposible de calcular con exactitud, como la evasión de gasolina a
Colombia que está hecha desde fuentes que sólo pueden controlar civiles y
militares chavistas. ¿Entonces qué, le vas a echar la culpa a la CIA de
la evasión de la gasolina a Colombia y Trinidad? ¿Vas a decir que los
militares de la derecha tienen control de las fronteras para sacar
gasolina y de la banca para extraer dólares? Ahí actúa la corrupción,
hermano. El gobierno de Nicolás Maduro incautó más de 140 camiones con
café, harina-pan y otros productos, durante varios meses. ¿Quién los
dejaba pasar por la frontera? El Estado controla las aduanas.
Hay cosas que van más allá de las intenciones y fuerzas de la
oposición burguesa. Las puedes entender cuando eres honesto y reconocer
que eres parte del problema, no tienes el objetivo de echar al gobierno,
pero eres parte del problema. Luego está el fenómeno general que es el
estancamiento económico, la economía del país no crece desde hace 5 años
largos. El imperialismo logró traspasar a los países pobres y a parte
de Europa, buena parte de su crisis propia, desde 2009. Casi todas los
commodities cayeron, multiplicó el gas y petróleo shale e independizó a
Estados Unidos del petróleo externo. Nuestra economía crece dentro de
la tasa negativa, de 0.5 a 0.8, pero está por debajo de 1, este año
creció un poco más, pero el país nunca funcionó con un plan económico
coherente, nunca hubo una sistematización, un plan, hay un plan teórico,
el del 2006, Plan Nacional Simón Bolívar y hay otro de 2012, con el que
ganó Chávez, el Plan de la Patria, que ya plantea las transiciones al
socialismo de una manera más clara. Pero esos planes no se aplicaron y
no por culpa del plan escrito o de Chávez, que fue el autor o el
coautor, no se aplica porque hay entre el plan y la economía un sistema
económico nacional y una administración de Estado que gira alrededor del
dólar, y ese dólar se cotiza en 5 bandas, eso alimenta lo que ustedes
llaman la “bicicleta cambiaria”, es una gigantesca manada de
“bicicleteros” jugando entre un dólar a 140 y otro a 6,50, significa que
algunos bicicletean con 100 dólares, pero los que bicicletean con
500.000 dólares que el Estado te da como empresario importador, para
importar, o como corrupto, 30% lo mandas a bancos de Aruba o Panamá y
con el resto importas, o a la inversa, mandas la mayoría a bancos y
cuevas financieras. Eso lo puedes hacer y no te pueden controlar y con
el resto compras mercancía que luego metes en un sistema que está
programado para vaciar estanterías, llenar estanterías, y así, en forma
simultánea hasta la locura colectiva, ese es el mecanismo.
Entonces, el Estado también es responsable, ¿por qué sigue dando esa
cantidad enorme de dólares a los empresarios? Están denunciados ya más
de 80 empresarios industriales que recibieron dólares y los derivaron a
otro lugar que no es la importación, y la que entró, no toda llegó a los
anaqueles, entonces hay un problema de Estado, de control social de la
distribución y eso no lo ha resuelto el Gobierno, no se lo podemos
achacar a la derecha. Desaparecieron U$S 22.000 millones que fueron
trasladados legalmente del Banco Central a la Banca Privada para el
comercio importador y exportador. Fue revelado, ni siquiera con tono de
denuncia, simplemente informado por la presidenta del Banco Central de
Venezuela nombrada por Nicolás Maduro en abril del año pasado. Con esos
U$S 22.000 millones se pueden comprar en alimentación, en fábricas y en
producción una millonada, es el presupuesto de varios países pequeños
juntos, y eso desapareció en manos de empresarios y corruptos. Una parte
de la lista está denunciada. Es más complejo que decir como ese titular
simplón de Clarín, “hay colas” o decir, como hace algún ministro que
escuché por Telesur, “no hay colas”. Cuando el Ministro de Alimentación
dice que “no hay colas”, el único que queda mal es él, es como cuando en
Argentina te dicen que no hay inflación o que es muy baja, y tu compras
el tomate el boliche de los bolivianos a $ 20 el kg, no es serio decir
que no hay colas, lo serio sería reconocerlas y explicar sus causas.
El problema es que no pueden echar al gobierno porque la burguesía
vive de una contradicción, si no vende no gana, y esa relación se
multiplica a otros niveles, si no recibe los dólares del Estado –que al
mismo tiempo, quiere echar–, no puede hacer su plan de
desabastecimiento. Es un aquelarre, algo que a veces se vuelve
incomprensible fuera del país, y posiblemente también adentro del país.
El chavismo es víctima de la cultura rentista de la población
M.H.: De todas maneras, Modesto, el presidente
Nicolás Maduro, el domingo pasado hizo nuevos anuncios en materia
económica enmarcados en lo que ha llamado un “Plan de recuperación
económica” que precisamente fue lanzado por el Poder Ejecutivo Nacional,
a fin de año. ¿Qué expectativa se puede tener?
M.E.G.: Según tres encuestas, hay un sector de la
población, que siente una expectativa positiva. Pero en otro sector
aparece un sentimiento de riesgo para el sistema político, a este sector
apático, descreído, no le importa nada, ya no le interesa lo que pase,
solo quiere una solución presente a sus problemas del presente. Eso no
es positivo o negativo, eso es un desastre, cuando estamos hablando de
un proceso revolucionario. Las revoluciones, o los procesos políticos
transformadores como el de Venezuela, Bolivia y Ecuador, sólo se
mantienen sobre un movimiento social vivo que quiere transformar las
cosas, si esas millones de personas individuales no coinciden en ese
deseo y propósito, organizado o no, entonces el fenómeno político tiene
un gravísimo problema adentro.
La gente del sector “positivo”, entiende que Maduro está haciendo el
esfuerzo, porque otro gobierno podría quedarse callado o pactar con el
FMI, pero Maduro está preocupado, se mete en el problema, investiga,
viaja por el país y el exterior, armó equipos y los puso a trabajar en
planes de corrección, hace lo indispensable para administrar la crisis.
La pregunta no es si Maduro hace o no hace, es si lo que propone es lo
adecuado.
¿Cuál es el límite de lo correcto que hace Maduro? Que todo eso choca
y chocará con la misma estructura grosera auto-depredadora de la
burocracia gubernamental y estatal que existe en el país y lo gobierna. Y
que esa estructura de burócratas es muy abigarrada, se ha enriquecido
en términos de millones en los últimos diez años, y es complementaria a
escala social, con una cultura rentista instalada en los trabajadores
venezolanos, los que producen la riqueza, petroleros y no petroleros. El
chavismo y el camarada Chávez cometieron un error de fondo en la
“revolución bolivariana”, y es que no tuvieron un programa, un plan
específico integral, profundo, de tipo revolucionario, para fortalecer a
la clase trabajadora, no solo la obrera de fábricas, a toda la clase
que vive de su trabajo, la que no tiene propiedad. Al no hacer esa tarea
de tipo histórica, facilitó el fortalecimiento de la clase media en
términos sociales, ideológicos y poblacionales y a la burguesía en
términos de poder económico. Se tardaron 10 años para una Ley de
Trabajo, y solo dos para una Ley de Tierras, siendo los campesinos
alrededor del 25% de las clases trabajadoras urbanas. Ese error se está
pagando caro hoy. Algo se avanzó, pero a contrapelo del Estado, más por
obra de vanguardias obreras revolucionarias y de corrientes chavistas,
que por obra de un plan sistemático, Y no hablo solo de crecimiento
cuantitativo, sobre todo del cualitativo, eso que llamamos conciencia.
Es una batalla compleja pero hermosa como acto de creación en la
política.
El resultado, es que luego de 15 años de gobierno, las clases medias,
los pobres y trabajadores, siguen dominados por la misma cultura
rentista, de hace 50 años por lo menos, eso el chavismo no lo pudo
derrotar, lo denunció Chávez e hizo planes, declaraciones, en algunos
lugares muy pequeños se logró la economía comunal por ejemplo, el
control obrero, algo de anti rentismo se produjo, pero no a escala
social y nacional. Lo que no se comprende es que la burocracia estatal
vive, como los parásitos, de esa base social rentista, de conciencia
frágil, no socialista, que sostiene a ese sistema económico, político,
militar, burocrático. Eso impide el mejor plan socialista o capitalista.
Basta agarrar las orientaciones técnico estratégicas del Plan de la
Patria del año 2012, aplicarle programas, transformarlo en planes
concretos de aplicación semanal, mensual, bien sistematizados,
sincronizados en el sentido socialista, para que sea suficiente ese Plan
de la Patria y que haya una nueva economía en marcha, aunque no sea
completa, ya sería un triunfo que pudiera impedir el desabastecimiento,
bastaría eso.
¿Pero cómo lo pones en práctica? Nicolás Maduro convocó a un experto
argentino en diseño industrial en cadena, hace pocos meses, y cuando
llega a Venezuela y tiene que trabajar con el Ministerio de Industrias,
el Ministro lo despacha, porque había arreglado con otro sector, un
grupo francés capitalista que venden asesores, son de la
socialdemocracia europea que quiere estar bien con Dios y con el Diablo y
quieren empujar al proceso social venezolano a la “normalidad” en el
circuito internacional de la política, la propaganda, la prensa y los
capitales de inversión. Entonces, sus asesores están al servicio de esa
estrategia. El experto internacional argentino, convocado por el
Presidente, fue bloqueado por el Ministerio del área, dirigido por uno
de los cinco grupos de poder que, después de la muerte de Chávez,
armaron la nueva gobernabilidad central ejecutiva bolivariana, como
explico en el libro “Chavismo sin Chávez” (Edic. B, abril, 2013), ahí
está retratado el sistema que llamamos burocrático-capitalista, eso
impide el mejor plan.
A un economista argentino, profesor de la Universidad de Entre Ríos,
le confirmaron hace dos días un pasaje que esperaba hace varios meses,
para formar parte de un grupo de economistas que van a ayudar al Banco
Central en la formación de los nuevos cuadros. ¡Tres meses esperando un
pasaje para viajar a Venezuela!. Hay algo irracional en todo esta
conducta de Estado y eso se traslada a la vida económica. Luego, si yo
soy tu enemigo, aprovecho esas rendijas y ahí meto el desabastecimiento,
la campaña desquiciadora, la propaganda negra, y hablo con mis amigos
de los diarios del mundo para que digan que hay colas, sin explicar cómo
ni por qué. Es natural, es la lucha de clases, es lo que yo haría si
fuera el enemigo.
Solo una transformación radical puede convencer a la población de aumentar el precio de la gasolina
M.H.: Te has referido al tema del contrabando, hay
otro aspecto que llama la atención que tiene que ver con los precios de
las naftas. Porque uno de los rubros centrales del contrabando en
Venezuela tiene que ver con la nafta, se habla de un subsidio anual en
torno a los U$S 15.000 millones, una cifra que realmente impacta, sobre
todo teniendo en cuenta la caída del precio del petróleo, ayer cotizaba
el barril a U$S 47,75, situación que indudablemente genera un gran
perjuicio a la economía venezolana, dependiente de la exportación de
este producto en un 93%. ¿Por qué entonces el subsidio a las naftas?
M.E.G.: El irrisorio precio de la gasolina
venezolana, es un derecho adquirido de la población venezolana, es como
que aquí el precio del pan o la carne sean muy altos. Si esa es tu
ventaja comparativa natural, en términos de economía burguesa, no puede
ser lo más caro. Entonces es un derecho adquirido, tú sabes que en
Venezuela no se pagan peajes. Acá (en Buenos Aires) acaban de aumentar
35% el transporte, hasta 50%, hay quejas por todas las emisoras de radio
y televisión, pero los noticieros no explican las causas, al servicio
de qué y por qué. En Venezuela no se pagan peajes desde que el chavismo
está en el gobierno, parece que ahora comenzaron a cobrarlos de nuevo,
pero es un abuso cobrarle ese impuesto de viaje a la población.
Eso es una cosa, ahora, eso se podría si es parte de un plan
orquestado, consciente, consensuado con la gente, a largo plazo en un
sentido serio de reorganización de la sociedad, en la que ese plan no
solo sirva al Estado, sino que vuelva a la sociedad. La economía no es
más que la forma de organizar el trabajo en un tiempo determinado con un
nivel técnico determinado, para que la sociedad que vive arriba de la
economía disfrute y se reproduzca, la política es otra cosa, es la
administración de esas dos esferas, si tu separas esas esferas, por
supuesto que una medida como el aumento de la gasolina, sería un abuso.
Si en este momento aumentas la gasolina en Venezuela, que solo cuesta 2
céntimos de dólares el litro, imagínate que la aumentes a 4 céntimos,
nada para un argentino, nada para un italiano, pero mucho para un
venezolano, porque no olvidemos que aumentar el litro en Venezuela donde
hay millones de autos en uso, siendo el país que proporcionalmente más
litros quema en el continente, es un error grave. Se queman 700 mil
barriles diarios para mantener el parque automotor y el parque que usa
derivados, esa misma cantidad es la que se le vende a China, es 1/3 de
lo que se le vende a Estados Unidos, es el doble de lo que se le vende
al Mercosur. Venezuela es el país más contaminante en términos de quema
de combustible en el continente. Brasil, que tiene un parque
gigantesco, solo quema 420.000 barriles de crudo por día. En el caso
venezolano, eso explica los U$S 15.000 millones de subsidio a la
gasolina, se trata de un estado rico en términos de caja, capaz de
subsidiar, pero también es un derecho adquirido. Es como no pagar las
viviendas conquistadas durante las ocupaciones de la Revolución de 1958,
un año antes que en Cuba la gente ocupó decenas de edificios en el
oeste de Caracas, eso se transformó en un derecho, no se pagó por mucho
tiempo ningún servicio, era una conquista en revolución.
Luego, si tienes un plan político, económico, social y cultural de
transformación radical, ahí puedes convencer a la población de aumentar
tal impuesto para garantizar el plan general, pero no puedes convencer
hoy en Venezuela a casi nadie de aumentar la gasolina, de un céntimo de
dólar, si del Banco Central se fugaron U$S 22.000 millones a la Banca
Privada, si la inflación es del 70%, la más alta de América Latina y si
la brecha cambiaria es de 6,50 a 150. Nadie te va a comprender, ahí está
la política, la sociedad y la economía mezcladas, no se puede, un plan
es otra cosa, es lo que hace una madre que sienta a la familia y le
dice “este mes no tenemos para tanto”, ahí está el Estado simulado o
simbólico, la economía y la vida social, en Venezuela no es así,
entonces la sociedad chavista no lo va aceptar.
Mi hermano me dice que con U$S 3 llena el tanque para un mes, acá
necesitas eso para llegar a tu casa. El Caracazo en 1989, nació porque
aumentaron los combustibles, aumentar la gasolina es como aumentar la
harina, aumenta el pan y toda la cadena de valores alimenticios y no
alimenticios que nacen de ese insumo. La gasolina es parte de una cadena
impresionante de valores industriales, de servicios, comerciales atados
a su precio. Si aumentan la gasolina, en una economía hoy desquiciada
por la inflación y la devaluación, imagínala con un disparador
energético como el de la gasolina aumentada sólo un céntimo, a cuánto se
van a ir la ropa, los viajes, la escuela, todo va a aumentar de precio
porque es el insumo más importante de la cadena comercial en Venezuela.
Se beneficiaría el Estado cobrando más, pero un Estado que va a tener a
la mitad o más de la sociedad en contra, entonces la medida hoy pierde
sentido.
Además, Maduro no tiene el peso político que tenía Chávez, eso lo
pudo hacer Chávez, lo intentó Evo Morales en Bolivia y tuvo que tirarse
para atrás porque produjo una huelga general. Cualquiera sabe que
aumentar la gasolina es aumentar 40 productos y servicios, es una
contradicción económica cuyo músculo político es que tiene que
modificarse toda la estructura política, económica y social.
El problema de Venezuela está en que avanzó demasiado como proceso
revolucionario, para suponer que puede devolverse
“socialdemocráticamente” con paños, pañitos y pañuelos fríos. Lo que
quiere el grupo francés no es que sea malo o bueno, es imposible, salvo a
condición de que haya una derrota o un retroceso moral de la mayoría
chavista, que en dos años la derecha nos gane el referéndum o en cuatro y
medio las presidenciales.
Si hoy hubiera elecciones legislativas el chavismo podría perder
M.H.: Justamente quería ir a ese tema, porque hay
elecciones legislativas en diciembre. Me llamó poderosamente la atención
una entrevista que te hicieron en el programa “Sueños posibles” de
nuestro amigo Alfredo Grande, en La Retaguardia, de la Ciudad de Buenos
Aires. En una parte de esa entrevista señalás que el chavismo puede ser
desplazado del gobierno de 2 a 5 años. “Ellos saben que si en este
momento hubieran elecciones en Venezuela el actual presidente Nicolás
Maduro o el chavismo podrían perder, esos son los cálculos de expertos
chavistas como Luigi Bracci”. A mí esta afirmación, porque al menos así
fue presentada por quienes te entrevistaron, me pareció fuerte, dura,
sobre todo teniendo en cuenta las próximas elecciones legislativas a fin
de año.
M.E.G.: Lo que digo ahí no es un deseo, como algún
desavisado o mal intencionado podría suponer. Por otro lado es muy fiel a
lo que le dije a Alfredo Grande cuando me preguntó sobre este tema. Por
último, son los cálculos estadísticos de uno de los mejores estudiosos
de los procesos electorales chavistas, Luigi Bracci, quien hizo un
estudio estadístico y su proyección le da que si hoy hubiera elecciones,
perdemos, por acumulación de votos comparados. Usa un método muy serio,
va descartando las variables. Tres años atrás eso no era posible
decirlo, aunque hubo gente que lo hizo, porque lo hubieran llamado loco y
con razón, hace tres años no era posible pensar en esto, y no es por la
ausencia de Chávez, porque Chávez no es el creador de todo, es parte
fundamental del asunto, pero es una combinación de factores muy
complejos donde Chávez juega un rol fundamental hasta su muerte.
Si hoy hubiera elecciones legislativas las podríamos perder. No es mi
deseo, es solo una hipótesis, no está descartad que las podamos perder
en diciembre, de hecho, ya las perdimos en octubre del año 2010, porque
la oposición, signo de que el problema no era Chávez, cuando todavía no
sufría de cáncer, la oposición sacó más votos que el chavismo, aunque
éste haya obtenido más diputados en la Asamblea unicameral, pero se
debió a un arreglo jurídico circunscripcional que le dio más diputados.
La realidad nos dijo otra cosa. Desgraciadamente, tuvo razón la
periodista de Radio Francia, de derecha y enemiga del chavismo, agente
del imperialismo en lo ideológico, que le replicó a Chávez varias veces y
lo puso nervioso con el absurdo de los resultados. Porque la cuenta es
simple, no hay mucha vuelta que darle, perdimos en votos, ganamos en
diputados, pero no es lo mismo. En política, el que le huye a la
realidad, termina cogido por ella. Si la lógica vale para una cosa, vale
para la otra, porque si no estamos locos y cualquier cosa vale. El
pragmatismo es enemigo de la revolución. La lógica con la que desnudo
los títulos que usa
Clarín para la simplicidad de sus
lectores, también sirve para desnudar aquella afirmación de que el
chavismo ganó en todo, que es inexpugnable, o sea, que es inmutable,
¡no!, eso no le haría nada bien al proceso revolucionario.
Esta vez es más grave, porque además falta el Presidente, el líder
carismático que le daba unidad a la masa. La acumulación de todo lo que
está antes y después de Chávez, no da ganador al chavismo para diciembre
de este año, ni daría ganador inevitable al chavismo para un referéndum
en 2016. Esa es la realidad, nuestra labor es transformarla en lo
contrario para evitar una derrota anunciada.
Sin burguesía cubana no habrá capitalismo en Cuba
M.H.: Quisiera retomar el tema central de esta
entrevista que te hiciera Alfredo Grande que tiene que ver con tu
preocupación centrada en la reapertura de las relaciones diplomáticas
entre Cuba y Estados Unidos. Vos sostenés que este país busca volver a
Cuba al capitalismo y das como vía posible de esa situación que nuevos
capitales invertidos en la isla se mixturen con la burocracia que
administra el Estado en un único interés económico y social. De alguna
manera comparás esta posibilidad con lo que ya vendría sucediendo en
Venezuela desde hace algún tiempo.
M.E.G.: Es complejo, porque primero hay que decir
que es apenas una aproximación diplomática, menos acelerada de lo que
parecía hace un mes. Apenas al mes, las dos funcionarias comenzaron las
primeras reuniones de reconocimiento. Va a ser una negociación muy dura,
difícil, compleja, son 50 años de distancia y enfrentamiento,
predominará la desconfianza, ya lo anunció el protagonista principal,
Fidel, a mediados de enero cuando dijo, “No confío en EE.UU. ni he
intercambiado palabra con ellos”. Hay que relativizarlo, porque hoy no
es centro del mando en La Habana, pero su palabra pesa como la de nadie
en ese país.
En esta negociación, como en cualquier otra de su estilo, por ejemplo,
las de las guerrillas del siglo XX, lo fundamental se producirá a
mediano plazo. El gobierno cubano no tiene ninguna intención de
capitular en cosas fundamentales como la soberanía, la independencia
política del Estado y el gobierno, el carácter del Estado. Ya lo
adelantó Raúl. Pero, como sabemos por la historia política
contemporánea, una negociación de este tipo puede comenzar de una manera
y terminar de otra. Hay fuerzas externas e internas que pueden
modificar el curso de las cosas. Al comienzo, sabemos cuál es el
propósito expreso del imperialismo y el de Cuba. El primero, quiere
devolver a Cuba al capitalismo, por medios no violentos, mediante
inversiones y transformaciones internas. Cuba, quiere inversiones para
sobrevivir, pasar el mal momento y reacomodar su economía,
gobernabilidad y mantener el bienestar social. Esos son los puntos de
partida. Ahora vienen las presiones externas e internas y las
transformaciones de los factores que dirigen la negociación. Para mí, el
principal temor es que la sociedad cubana, la mayoría y la masa crítica
de la intelectualidad y profesionales cubanos, que es enorme, sean
ganadas por la opción contraria a la que ellos sostienen hoy, una forma
liviana de retroceso. Entonces, los capitales nuevos que ingresarían,
todavía no se sabe cómo ni cuántos ni de qué firmas, pero serían
masivos, desde Estados Unidos, Europa, Japón y América Latina, en los
próximos años, terminen produciendo, haciendo germinar, una nueva capa
social de propietarios, ya no burócratas privilegiados, sino nuevos
propietarios, que en combinación con lo que ya existe acumulado en
décadas, pueda generar una nueva clase social. Ese fue el mecanismo
social que vimos en la URSS y en otros países y uno de los mecanismos
más probables para Cuba. Esto no es un misterio, se trata de un
mecanismo verificado en la mutación de varias sociedades feudales y
monarquías europeas, al capitalismo moderno, como mostraron Marx,
Anderson y otros investigadores. Lo mismo se demostró en las
transiciones americanas entre 1500 y 1800. Yo me refiero al propósito,
el programa de Estados Unidos para Cuba. Pero el resultado no depende
solo de Estados, ahí entra en juego el rol de los cubanos. Y sobre todo
de América latina, de sus movimientos y gobiernos amigos de Cuba
M.H.: Sin burguesía no hay capitalismo.
M.E.G.: Puede haber capital sin burguesía, pero sin
burguesía no hay capitalismo, que es el Estado bajo el uso de los
capitales. Lenin dijo en 1921, cuando estaban arrasados por la guerra y
comenzaban las primeras señales de la burocracia, que la URSS era un
“Estados burgués sin burguesía”. A mí no me asusta la entrada de
capitales, me preocupa, pero no será un problema si el gobierno logra
conservar el control de Estado sobre esos capitales. En el año 2006
entraron muchos capitales al negocio petrolero en Venezuela, todos bajo
el estricto control del Estado. No cambió nada. Hoy no sé, yo he visto a
oficiales venezolanos que antes eran asesores de seguridad del palacio
de gobierno o jefes en las Fuerzas Armadas, o funcionario altos tal en
tal organismo, y hoy son miembros de la Cámara de Comercio del Mercosur
de Venezuela. ¿De dónde surgen estos nuevos propietarios? Bueno, de esa
mezcla de nuevos capitales y coimas. Al revés de la Rusia de Lenin,
Venezuela es un Estado burgués con burguesía, pero esa burguesía no
gobierno en forma directa, lo hace a través del Estado y sus cuerpos de
burócratas millonarios. Eso explica la guerra permanente contra Chávez y
Maduro, por muy izquierdista que sean. La burguesía siempre quiere un
gobierno propio, con su personal, sólo cuando no puede, soporta
gobiernos como los de Venezuela, Ecuador o Bolivia. Eso se aplica,
incluso al caso argentino, que no es de izquierda, pero no pertenece a
las fracciones mayoritarias de la burguesía ni actúa como un espejo de
las decisiones del Departamento de Estado.
El temor es ése, el Departamento de Estado sabe desde la caía de la
URSS y Europa y la conversión de China, que se puede producir esa
mutación social. Los intelectuales del Pentágono saben eso, no es
necesario ser ni marxista ni trotskista para tener ese conocimiento.
Primero porque han leído los mismos libros, ellos son malos, no
estúpidos, segundo, porque es un aprendizaje práctico del siglo XX, no
necesitas teorías para aprender eso. Ellos saben que en Cuba se puede,
pero también saben que en Cuba existe una resistencia que no hubo ni en
la URSS ni en China ni en ninguno de los otros países llamados
“socialistas”.
Aquí entra en juego el Papa, su rol es fundamental, anda calladito
pero trabajando en el mismo sentido que la burguesía latinoamericana y
de Estados Unidos. Toda negociación tiene costos, ¿cuál será el costo de
la negociación en Cuba? Toda negociación, guerrillera o no guerrillera
tiene costos, si no, no es una negociación. Acá fue el imperialismo el
que ha retrocedido, en su medida, desde el aislamiento y el embargo,
pero no olvidemos un dato: no ha retrocedido después de una batalla en
la que tuvo que hacerlo físicamente, ene se sentido se parece,
mutatis mutandi,
al retroceso que vivió con el ALCA en 2005. Tampoco es una concesión
graciosa, estamos ante un gigantesco triunfo de Cuba, sus 50 años de
resistencia y su gobierno, y de los que seguimos a Cuba desde afuera,
pero no es un triunfo físico, como en Vietnam 1975, donde retrocede el
enemigo en fila y entonces logras consolidarte. Precisamente, lo que
está en juego es lo que hay que consolidar y en ese juego co-participan
varias fuerzas. Una: la masa crítica de intelectuales y profesionales
marxistas cubanos, son cientos de miles; segundo: la sociedad que dice
“quiero una solución ya”, tercero: el tipo de Estado, no olvides que se
trata de una conformación estatal de difícil interpelación social;
cuarto, los beneficios sociales: Cuba tiene algunos privilegios que
Claudio Katz explica muy bien en un escrito, que solo los consigues en
Finlandia, Noruega, Canadá, Suecia, en América Latina no los tiene, pero
también falencias porque no tiene muchos recursos. Entonces, la clave
de la negociación se reduce al problema del tiempo, el peor enemigo en
política para los oprimidos, porque si no lo manejas tú lo hace el
enemigo y el tiempo no juega a favor de Cuba. En esa ecuación del
tiempo, es que me parece vital para Cuba lo que haga o deje de hacer
América latina.
Sería irresponsable un pronóstico, solo tengo perspectivas en
dinámica con fuerzas en pugna. No es como en Venezuela donde es un poco
más fácil pronosticar, te puedes equivocar y ojalá yo me equivoque, pero
se puede pronosticar, en Cuba no, porque hay una masa crítica, una
historia, 50 años de acumulación de nacionalismo y antiimperialismo. Hay
otra cosa, Mario, no es que todo el pueblo cubano tenga conciencia
socialista, el que diga eso miente o es ignorante de la realidad cubana.
Esto lo sabe y dice cualquier cubano intelectualmente honesto. Solo
toma un dato, en la Feria del Libro del año 2007, los títulos más
vendidos fueron los de auto ayuda, religión, y en tercer lugar los de
literatura infantil. Es un indicio confirmado por muchos datos y
estudios recientes. No es que todo el pueblo cubano está dispuesto a
luchar. Pero también es verdad que en Cuba el imperialismo no pudo, como
en el resto del mundo “socialista”, construir una corriente de derecha
opositora interna, favorable o con audiencia. Lo que hace la bloguera
Yoani es muy inteligente y cae bien en Miami y en algunos periodistas
que leen bloggers, pero nada más y es una exitosa bloguera anti
castrista, a ella le va bien en ese nicho. Las Damas de Negro terminaron
en nada, no produjo ningún movimiento, se fracturó.
Lo que no podemos perder de vista es la dinámica, o sea, en este momento
un pronóstico no es factible porque las fuerzas en lucha apenas
comienzan a desplegarse, apenas comienzan a anunciar sus programas. El
New York Times
dijo el suyo claro: “Hemos estado en contra del embargo a Cuba hace 20
años”. No solo porque no sirve ni sirvió, sino porque además refuerza el
nacionalismo cubano anti imperialista. Segundo, dice el NYT, este
programa de Obama lo apoyamos porque abre las puertas para “normalizar a
Cuba”, a través de capitales que es lo que la economía cubana está
implorando.
En este punto entra en escena el fenómeno geopolítico latinoamericano.
Te lo digo en dos partes, uno: el factor Venezuela. Venezuela ya no
puede sostener a Cuba como lo hizo hasta hace dos años, no tiene
capacidad financiera para hacerlo. Lo sigue haciendo porque el gobierno
venezolano es de izquierda y lo va a seguir haciendo, el problema es que
no puede hacerlo como antes. Segundo: América Latina, y no me refiero a
Santos o Peña Nieto, sino a los gobiernos que se reclaman amigos de
Cuba, los llamados progresistas, me refiero a Argentina, Brasil,
Ecuador, Uruguay, etc. ¿Esos países se atreverá a sostener
económicamente a Cuba? Porque sostener a Cuba, no para lo que quiere el
New York Times,
significa aportarle una inversión económica de U$S 20/50.000 millones
en varios plazos. Pero no como regalo, sino como inversión. Eso que
Atilio Borón previsivamente llamó “el Plan Marshall para Cuba” hace 5 o 6
años.
Si el imperialismo pudo salvar a Europa occidental del comunismo
soviético con un Plan Marshall, ¿por qué los gobiernos progresistas no
pueden preservar a Cuba del capitalismo? Venezuela lo está haciendo hace
15 años y muy bien. Entonces el dilema no es solo EEUU/Cuba, o
capitales privados/Cuba, sino también: capitales
privados/Cuba/resistencia interna/masa crítica intelectual/gobiernos
amigos de Cuba. A mí que no me digan que Brasil no puede aportarle U$S
10.000 millones de sus 800.000 millones de PBI anual, para un plan de
dos años de inversión. Y que Argentina no puede invertir una cantidad
menor y que sumando eso, esa masa de inversión es la que la economía
cubana clama y los imperialistas norteamericanos y europeos le van a
dar. Porque saben que el hambre es mala consejera de una revolución, las
revoluciones no se sostienen en el hambre, todas nacen con ella pero no
se mantienen si continúa, ese es el dilema.
¿Los gobiernos “progresistas de América Latina tienen eso en su
cabeza? Parece que no, los veo más bien por el otro lado, yendo a la
Alianza del Pacífico, compadreándose con las corporaciones del Mercosur,
con los amigos de las diplomacias y proclamando en cada acto “Cuba debe
ser defendida”. Así es muy sabroso, pero dentro de 5 años en Cuba puede
brotar el capitalismo, ¿dónde está escrito que eso no es posible?
Pensemos a la inversa de cómo nos enseñó a pensar la educación burguesa.
¿Por qué se producen revoluciones si la gente está acostumbrada a vivir
en el capitalismo? Entonces, ¿por qué en Cuba, con resistencia incluso,
vamos a descartar a priori que la puedan devolver y convertirla al
capitalismo sin guerra, ni invasión? Esas son las preguntas o los
dilemas que evaden quienes viven de la fe en política, prefieren
conformarse y no perturbarse sus almas con este tipo de preocupaciones
complejas. Entonces queda uno como el “malo” que anda con las malas
noticias.