lunes, 3 de febrero de 2014
iVente a Alemania, tío! El 25% de los berlineses sobrevive "gracias" a subvenciones estatales.
En el 2010 empezó a
usarse un concepto que rápidamente fue retirado de la circulación: la
‘Nueva Normalidad’.Algunas previsiones apuntaban a que podía
evolucionarse hacia una situación de muy bajo crecimiento, muy elevado
desempleo estructural, muy alta desigualdad, reducción en el estándar de
vida de la mayoría, …, una situación que, al tornarse permanente,
pasaría a ser lo habitual convirtiéndose en la ‘nueva normalidad’ al ser
inevitable otro escenario.
Los recientes Eurogrupo y
Ecofin pienso que van por ahí, pero de forma camuflada, indirecta,
porque lo político aún hay que tenerlo en cuenta sobre todo considerando
que en Mayo hay elecciones.
En España se reducirán
prestaciones por desempleo, se abaratará aún más el despido, se
reducirán salarios, pero la demanda total de horas de trabajo no
aumentará porque cada vez se precisa de menos factor trabajo y la oferta
de trabajo no desciende lo suficiente para compensar esa menor demanda.
Hay comparaciones que
dan risa: ni España es la Alemania de principios de los 2000, ni es la
actual Escandinavia. Ni lo es por estructura de PIB, ni por
expectativas, ni por productividad efectiva, ni por dependencia. ¡Seamos
serios!.
¿Ahora toca precarizar
más el empleo en España?, pues vale; ¿toca abaratar el precio del
trabajo?, pues muy bien. Nadie va a protestar porque ya no está de moda
ni sirve para nada, y el trabajo cada vez es menos necesario. Hágase,
pero que no se argumente con razonamientos metafísicos que sólo sirven
para liar.
(Por cierto, cuando en
el 2010 empieza en España la serie de Reformas Laborales el tema se
vendió como que iban a servir reducir la tasa de temporalidad y de paro,
y ya ven. Más por cierto: en Alemania ya tienen 7 M de personas
subempleadas y subremuneradas, y el 25% de la población de Berlín tiene
que recurrir a las ayudas públicas para subsistir; ¿por qué esos
magníficos políticos y esos sabios técnicos no hablan de ello?.
El concepto de Nueva
Normalidad fue barrido de periódicos y magazines porque es subversivo,
pero tan real que ya se puede palpar. El mensaje lleva siendo el mismo
desde el 2010: cada seis meses aparece algún político o algún técnico y
dice que las cosas ya están pintando de otra manera. Esta vez ha sido
Mme. Lagarde, la presidente del FMI.
En USA que se estudia
todo y, afortunadamente, se publica casi todo el 1% de la población ha
hecho suya la mejoría que la economía USA ha experimentado en estos
últimos años y un 1% de la población ya controla el 24% de la riqueza,
como en 1928 (el 8,9% en 1976), junto a eso el 10% de las familias USA
pasa hambre, el 16% de la población no tiene cobertura médica porque no
puede pagarla, el índice de Gini es de país subdesarrollado, seis
millones de estadounidenses han de tomar diariamente antiinflamatorios
para soportar las larguísimas jornadas de trabajo que se ven obligados a
realizar para sobrevivir, el 11% de los hogares están formados por
trabajadores pobres, el 25% de los trabajadores tienen salarios bajos, …
¡Cómo será el tema cuando el Presidente Obama anunció el Lunes en el
Congreso que, por decisión personal y pasando de ese Congreso en el que
estaba hablando, va a elevar el salario mínimo el 39%!.
No se habla de ella,
pero ya hemos llegado a la Nueva Normalidad. Una situación en la que la
clase media está evaporándose a marchas forzadas, con una gran parte de
la población ocupada subempleada y subremunerada, con un descomunal
desempleo estructural medido en horas de trabajo que se matizará
contratando por obra y servicio y a tiempo parcial al trabajo que se
necesite, durante el tiempo que se necesite, a precios ridículos, con
tasas de pobreza altas y estancadas.
Una situación en la que
una élite: grandes corporaciones transnacionales junto con sus empleados
de alto nivel apoyándose en una red de profesionales con altísima y
especializada cualificación y con conectividad temporal e
intercambiabilidad espacial, controlarán la generación de PIB y las
fuentes de commodities, y, a un nivel inferior, en otra serie de
profesionales específicos estándar.