El primer ministro chino, Li Keqiang, culmina esta semana una
gira estratégica por Europa en la que alcanzó la firma de casi un
centenar de acuerdos con Alemania, Rusia e Italia por más de 53.000
millones de dólares, abarcando numerosos sectores como energía,
cooperación industrial, finanzas, ciencia y educación.
En este marco, a su vez, participará este fin de semana en la
X Cumbre Asia-Europa (ASEM), donde buscará imponer la nueva iniciativa,
la construcción de la “Ruta de la Seda del siglo XXI”.
El premier chino comenzó su gira el pasado 9 de octubre, iniciando su
segunda visita por el viejo continente el cual se constituye como el
principal socio comercial de la nación asiática con un intercambio mutuo
que supera el millón de millones de dólares.
Europa se presenta como un vasto mercado para los productos chinos al
tiempo que significa un contrapeso para el domino estadounidense.
Su paso por Berlín fue crucial, dado que la nación germana representa
al mayor socio europeo de China en comercio, inversiones y cooperación
técnica, con un intercambio de mercancías que superó los 160.000
millones de dólares en 2013.
Li se reunió con la canciller alemana Ángela Merkel en la tercera
ronda de consultas gubernamentales, donde realizaron la firma de una
veintena de acuerdos intergubernamentales y grandes contratos
comerciales en los sectores de informatización, energía, ciencia,
educación, agricultura, salud, aviación y protección ambiental por un
valor de 18.100 millones de dólares.
Los representantes emitieron un documento conjunto en el que China y
Alemania se comprometen a llegar a un acuerdo de inversiones China-Unión
Europea con altos objetivos, el cual servirá como base de las
negociaciones para un futuro acuerdo de libre comercio entre ambas
regiones.
Asimismo, establecieron un plan de acción integral, sistemático y a
largo plazo de cooperación en innovación, especialmente en
digitalización industrial (“industria 4.0″), así como urbanización,
industrialización, informatización y modernización agrícola.
En
Moscú,
el primer ministro chino se reunió con su homólogo ruso, Dimitri
Medvedev, en su decimonovena reunión regular, donde rubricaron casi 40
acuerdos en sectores claves como energía, finanzas y tecnología por un
monto de 25.000 millones de dólares.
China es el principal socio comercial de Rusia, los mayores vecinos
lograron consolidar fuertemente la alianza estratégica por encima de las
sanciones de Occidente, erigiéndose así como el binomio que disputa con
Estados Unidos por conservar la hegemonía global.
El comercio bilateral ascendió el año pasado a 89.200 millones de
dólares, y ambas potencias planean elevar ese volumen a 100.000 millones
de dólares para el 2015 y a 200.000 millones de dólares para el 2020.
Tras arribar a Roma, en su segunda visita al sur europeo, Li se
reunió con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, con quien promovió
la firma de una veintena de convenios de inversión y cooperación entre
empresas pequeñas y medianas de ambos países por un importe de 10.000
millones de dólares.
China representa un mercado ideal para el sector de manufactura de
Italia, a la vez que la demanda italiana de inversión ofrece a China
nuevas oportunidades. Ambos países han desarrollado sus relaciones de
manera rápida desde que en 2004 forjaron una asociación estratégica
integral.
Además, China e Italia se comprometieron a implementar un plan de
acción de tres años de cooperación económica para impulsar la
contribución práctica en áreas como las manufacturas de alta gama, el
diseño creativo y el espacio aéreo, y expandir el comercio bilateral.
Asimismo, ambos países aspiran a fortalecer la cooperación en la
construcción de infraestructuras, energía y servicios financieros,
mejorar la conexión industrial e incrementar la inversión en ambas
direcciones.
Como cierre de la fructífera gira por Europa, Li acudirá este viernes
y sábado a la X Cumbre Asia-Europa (ASEM) en Milán, donde buscará
impulsar la “Ruta de la Seda del siglo XXI”, una zona de libre comercio
desde Lisboa a Vladivostok -un verdadero desafío para los intereses de
Estados Unidos en el viejo continente a través del Acuerdo
Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en
inglés)-.
El grupo, creado en 1996 como un foro de diálogo entre Europa y Asia,
esta compuesto por un lado, por los 28 Estados de la UE y dos países de
la Asociación Europea de Libre Comercio (Noruega y Suiza); y por el
otro, por las 20 naciones asiáticas que conforman la Asociación de
Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), más Australia, Bangladesh, China,
India, Japón, Mongolia, Nueva Zelanda, Pakistán, Rusia y Corea del Sur.
Cabe destacar que la
UE es
el principal socio comercial de China, mientras que la nación asiática
representa el segundo socio comercial del bloque -después de Estados
Unidos-, con un comercio bilateral que alcanza los 1.600 millones de
dólares diarios.