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viernes, 17 de octubre de 2014

CHINA SE CONSOLIDA EN EUROPA Y EE.UU YA NO SABE QUÉ HACER

 
 17.10.2014
Como si fuera poco; “La Ruta de la Seda” va y va. Estados Unidos se desespera.


El primer ministro chino, Li Keqiang, culmina esta semana una gira estratégica por Europa en la que alcanzó la firma de casi un centenar de acuerdos con Alemania, Rusia e Italia por más de 53.000 millones de dólares, abarcando numerosos sectores como energía, cooperación industrial, finanzas, ciencia y educación. 

En este marco, a su vez, participará este fin de semana en la X Cumbre Asia-Europa (ASEM), donde buscará imponer la nueva iniciativa, la construcción de la “Ruta de la Seda del siglo XXI”.

El premier chino comenzó su gira el pasado 9 de octubre, iniciando su segunda visita por el viejo continente el cual se constituye como el principal socio comercial de la nación asiática con un intercambio mutuo que supera el millón de millones de dólares.

Europa se presenta como un vasto mercado para los productos chinos al tiempo que significa un contrapeso para el domino estadounidense.

Su paso por Berlín fue crucial, dado que la nación germana representa al mayor socio europeo de China en comercio, inversiones y cooperación técnica, con un intercambio de mercancías que superó los 160.000 millones de dólares en 2013.
Li se reunió con la canciller alemana Ángela Merkel en la tercera ronda de consultas gubernamentales, donde realizaron la firma de una veintena de acuerdos intergubernamentales y grandes contratos comerciales en los sectores de informatización, energía, ciencia, educación, agricultura, salud, aviación y protección ambiental por un valor de 18.100 millones de dólares.

Los representantes emitieron un documento conjunto en el que China y Alemania se comprometen a llegar a un acuerdo de inversiones China-Unión Europea con altos objetivos, el cual servirá como base de las negociaciones para un futuro acuerdo de libre comercio entre ambas regiones.

Asimismo, establecieron un plan de acción integral, sistemático y a largo plazo de cooperación en innovación, especialmente en digitalización industrial (“industria 4.0″), así como urbanización, industrialización, informatización y modernización agrícola.

En Moscú, el primer ministro chino se reunió con su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, en su decimonovena reunión regular, donde rubricaron casi 40 acuerdos en sectores claves como energía, finanzas y tecnología por un monto de 25.000 millones de dólares.

China es el principal socio comercial de Rusia, los mayores vecinos lograron consolidar fuertemente la alianza estratégica por encima de las sanciones de Occidente, erigiéndose así como el binomio que disputa con Estados Unidos por conservar la hegemonía global.

El comercio bilateral ascendió el año pasado a 89.200 millones de dólares, y ambas potencias planean elevar ese volumen a 100.000 millones de dólares para el 2015 y a 200.000 millones de dólares para el 2020.

Tras arribar a Roma, en su segunda visita al sur europeo, Li se reunió con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, con quien promovió la firma de una veintena de convenios de inversión y cooperación entre empresas pequeñas y medianas de ambos países por un importe de 10.000 millones de dólares.
China representa un mercado ideal para el sector de manufactura de Italia, a la vez que la demanda italiana de inversión ofrece a China nuevas oportunidades. Ambos países han desarrollado sus relaciones de manera rápida desde que en 2004 forjaron una asociación estratégica integral.

Además, China e Italia se comprometieron a implementar un plan de acción de tres años de cooperación económica para impulsar la contribución práctica en áreas como las manufacturas de alta gama, el diseño creativo y el espacio aéreo, y expandir el comercio bilateral.

Asimismo, ambos países aspiran a fortalecer la cooperación en la construcción de infraestructuras, energía y servicios financieros, mejorar la conexión industrial e incrementar la inversión en ambas direcciones.

Como cierre de la fructífera gira por Europa, Li acudirá este viernes y sábado a la X Cumbre Asia-Europa (ASEM) en Milán, donde buscará impulsar la “Ruta de la Seda del siglo XXI”, una zona de libre comercio desde Lisboa a Vladivostok -un verdadero desafío para los intereses de Estados Unidos en el viejo continente a través del Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés)-.

El grupo, creado en 1996 como un foro de diálogo entre Europa y Asia, esta compuesto por un lado, por los 28 Estados de la UE y dos países de la Asociación Europea de Libre Comercio (Noruega y Suiza); y por el otro, por las 20 naciones asiáticas que conforman la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), más Australia, Bangladesh, China, India, Japón, Mongolia, Nueva Zelanda, Pakistán, Rusia y Corea del Sur.

Cabe destacar que la UE es el principal socio comercial de China, mientras que la nación asiática representa el segundo socio comercial del bloque -después de Estados Unidos-, con un comercio bilateral que alcanza los 1.600 millones de dólares diarios.

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