Víktor Tolokin
Pravda
Traducido del ruso por Josafat S. Comín
El
ejército ucraniano ha entrado en combate contra su propio pueblo, cubriéndose
de esa forma, de vergüenza para siempre. El inicio de esa operación especial
contra su propio pueblo es un “crimen contra la humanidad” y representa el
comienzo de la guerra contra el pueblo, considera el redactor jefe de la
revista “Defensa nacional”, Igor Korótchenko.
Lo
que estamos viendo ahora en Slaviansk, es buena muestra de que el régimen de
Kiev ha comenzado la guerra contra su propio pueblo. Una operación
antiterrorista solo se puede llevar a cabo contra terroristas, mientras que en
Slaviansk vemos manifestaciones de los habitantes que simplemente exigen poder
decidir por sí mismos su destino, el de la tierra en la que viven.
En
ese escenario los destacamentos de asalto de los nazis gozan de plena impunidad. El
cinismo de sus cabecillas sólo es comparable con el de Hitler o Goebbels.
Como
declarase el líder de Svoboda, Oleg Tiagnibok en el programa televisivo “Schuster
live”, que se emite en uno de los principales canales de televisión y de lavado
de cerebros, fueron los comunistas los que incendiaron su propia sede en Kiev.
“Ellos mismos incendiaron sus oficinas para luego tener a quien acusar, es
evidente”, afirma sin género de dudas Tiagnibok.
En
concreto, en el comentario del servicio de prensa del PCU con relación a tamaña
acusación, se señala: “Si seguimos la lógica enfermiza de principal neonazi de
Ucrania, los comunistas desde un principio habrían asaltado y saqueado su propia
sede, durante dos meses la habrían tenido secuestrada, camuflándose bajo la
pantalla de no se sabe que “Comité de lustración”, para finalmente verter
gasolina y pegarle fuego a sus banderas libros y a todo el edificio como
despedida”. Y ya puestos podríamos acusar a los comunistas también de haber
ocupado e incendiado el pasado mes de febrero la sede los sindicatos. La lógica
de los nazis no varía. También en 1933 acusaron a los comunistas alemanes de
haber incendiado el edificio del Reichstag.
No
puede ser casual que ese mismo día, en que el líder de Svoboda estaba
desenmascarando públicamente al Partido Comunista, los activistas de “Praviy sektor”,
en Rovno, estaban quemando en la hoguera, las obras de Lenin, periódicos del
partido y demás literatura, después de haber asaltado la sede regional del PCU.
Lo que más indignó a los radicales fue encontrar en las instalaciones cintas de
San Jorge. Los participantes en el asalto exigían ilegalizar la actividad del
PCU, y las instalaciones donde se ubica su sede para ponerlas a disposición de
las organizaciones sociales territoriales. Para ellos estaría justificado por
la supuesta “colaboración de la dirección del PCU con los actos separatistas en
el este y sur de Ucrania”, y por “la violación cometida por los comunistas de
las leyes del Estado”.
Las
fuerzas del orden que llegaron al lugar, no intervinieron. Como señaló el
primer secretario del Comité local de Rovno del PCU, Alexánder Vozniuk, “estos
actos los calificamos de terrorismo, de ocupación ilegal de unas instalaciones
que son propiedad privada, con todas las consecuencias que de ello se derivan”.
Los
ataques a las sedes del Partido Comunista de muchas ciudades de Ucrania recuerdan
a combates de significado local. Un incidente parecido tuvo lugar en Nikolaev,
donde la noche del 12 al 13 de abril, los locales de una de las sedes del
partido sufrieron un nuevo acto vandálico. Unos desconocidos amparándose en la
oscuridad, llenaron de pintadas la fachada del edificio, con insultos,
maldiciones, amenazas, y el dibujo de la esvástica fascista.
El
14 de abril un grupo de paramilitares de “Praviy sektor” atacó la sede regional
del PCU en Sumy. En el local de los comunistas entraron del orden de 25 o 30
personas exigiendo a los allí presentes abandonar las instalaciones, anunciando
que desde ese momento se iban a instalar allí las oficinas de “Praviy sektor”.
A los asaltantes se les dijo que eso era una
flagrante violación de la Constitución, y que la actividad del Partido Comunista
se encuadra dentro de la Constitución y que solo un tribunal puede
ilegalizarla.
Entre
gritos y espuma en la boca, estos criminales acusaron a los comunistas de
separatismo, fascismo, traición, de romper Ucrania, de las hambrunas, y de
todos los pecados habidos y por haber. Se dedicaron a arrancar los retratos de
Lenin, de Stalin, de los comandantes soviéticos, las banderas de la Victoria,
las obras de Lenin.
Estaban
buscando cintas de San Jorge, octavillas y periódicos, que en su opinión
pudiesen servir como pruebas para acusarlos de separatismo.
En
esas regiones del país se están sucediendo ataques y toma de sedes del Partido
Comunista de Ucrania, confirmó durante una conferencia de prensa el primer
secretario del PCU, Piotr Simonenko. “En
la regiones del este hemos podido hacerles frente, en las regiones central y
occidental del país hacer eso es bastante más complicado. Se han sucedido los
ataques a las sedes del Partido Comunista en Volinia, Cherkass, Lvov. También
hubo problemas en Kirovograd, donde intentaron asaltar nuestra sede entre
amenazas. En realidad ha estado ocurriendo a lo largo de todo el país, cuando a
los comunistas se les exige, en forma de ultimátum, que abandonen sus locales”,
informó Simonenko.
Un
caso especialmente escandaloso tuvo lugar recientemente contra unos
manifestantes pacíficos y desarmados en Zaporozhie. “Ciudadanos pacíficos de
Zaporozhie se dieron cita para manifestar su punto de vista, no portaban ningún
tipo de arma y únicamente acudieron para manifestar todo lo que les preocupaba.
¿Quiénes les ha dado derecho para presentarse allí con bates y palos y golpear
a la gente, prohibirles pensar y expresarse? Incluso cuando los representantes
de las Fuerzas del orden intentaron acercar una furgoneta para poder sacarlos
de allí y salvarlos, los extremistas
prendieron fuego al vehículo. Uno de nuestros diputados sufrió las
consecuencias: a la vista de todo el mundo fue golpeado con bates. Está claro que
para ellos no hay ningún tipo de freno ni de moral”, subrayó el líder de los
comunistas.
“Todo
esto es resultado directo del régimen nacional-fascista en Ucrania, cuando el
país se ve abocado a un problema colosal, -declaró Simonenko expresando su
convencimiento de que los representantes del gobierno están conduciendo al país
a la destrucción y a la pérdida de su integridad territorial. Si no se sientan
en la mesa de negociaciones no podrán conservar el país”.
Refiriéndose
a la destrucción de la sede central del CC del PCU en Kiev, Simonenko declaró
que los participantes de ese crimen no son otros que los partidos políticos que
forman parte de la estructura ejecutiva del gobierno de Ucrania, coaligados en
la Rada. Subrayó que ese incendio intencionado demuestra los métodos fascistas
a los que recurre el poder. Ya no se trata sólo de la destrucción del edificio,
que pertenece a un partido por el que han votado más de tres millones de
ciudadanos de Ucrania: la quema de libros, el incendio del Reichstag, es algo
que ya hemos visto. Quiero volver a subrayar que los que actuaron allí no eran
más que vándalos y ladrones, saqueadores, se llevaron todos nuestros medios
técnicos, destrozaron el interior del edificio, los muebles. Quemaron libros,
carteles con nuestros símbolos y banderas del PCU. Prendieron fuego a las
banderas de la Victoria, destruyendo el testimonio de la grandeza de la hazaña
de nuestros abuelos y bisabuelos”, señaló el líder del PCU.
Simonenko
recalcó: “Europa debe entender que el régimen nacional- fascista que se ha
instalado en el territorio de Ucrania, representa una amenaza para toda la
comunidad internacional”. El líder del partido ha exigido una investigación del
incendio de la sede central del PCU y que los culpables de la ocupación y del
incendio sean puestos a disposición judicial. Mientras los culpables no reciban
su castigo, el grupo parlamentario del PCU
no tomará parte en el trabajo del parlamento.
Para
mucha gente con sentido común, tanta o mayor indignación produce el hecho de
que Ucrania prácticamente esté ahora directamente dirigida desde Washington. El
representante de la Casa Blanca de los EE.UU., James Carney, confirmó la
información de que el director de la Agencia Central de Inteligencia, John
Brennan, visitó Kiev el pasado fin de semana. Resulta que la visita del
director de la CIA a la capital de Ucrania estaba relacionada con “la
ampliación de la colaboración en la esfera de la seguridad”. El director de la
CIA, mantuvo “una serie de consultas por separado con los responsables de los
ministerios del Interior y Seguridad”.
Según
fuentes del Servicio de Seguridad de Ucrania, varias agencias norteamericanas,
el FBI, el ministerio de Justicia y el Departamento de Estado, han enviado a
sus especialistas a Ucrania. Su objetivo es asegurar la coordinación de la
actividad de las estructuras ucranianas para temas de seguridad, funcionamiento
de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, y las relaciones internacionales, por
cuanto los dirigentes del país no están capacitados para organizar ese trabajo
de modo independiente. Como consecuencia de que los ministros de Seguridad e Interior de
Ucrania no son capaces de recibir toda la información operativa de inteligencia
necesaria desde el sur y este de Ucrania, de esa actividad a partir de ahora se
encargará, amparándose en su inviolabilidad diplomática, la estructura del
agregado militar de los EE.UU. en Ucrania. Y por cuanto el ejército regular de
Ucrania ha demostrado un muy bajo nivel de preparación y es poco confiable con
relación al nuevo gobierno, los norteamericanos recomiendan a los dirigentes
ucranianos que para llevar a cabo esa operación antiterrorista, utilice a las
divisiones del ejército únicamente para asegurar el perímetro exterior de los
núcleos urbanos en el sur y este del país. Se recomienda encargar las operaciones de “limpieza” en ciudades y
poblaciones pequeñas a paramilitares de “Praviy sektor” y demás organizaciones
nacionalistas, ocupando el uniforme militar.
La
escalada de escaramuzas bélicas del este de Ucrania sigue en aumento. Contra
los combatientes de las autodefensas en Slaviansk, se están usando helicópteros y morteros. En
Kramatorsk, donde el día de ayer los militares ucranianos dispararon contra cuatro
activistas de las autodefensas, los habitantes de la localidad se interpusieron
frenando el avance de la columna de blindados con paracaidistas ucranianos
venidos de Dniepropetrovsk, evitando que pudieran seguir avanzando.
En
el llamamiento de los líderes del movimiento del sur y el este al pueblo se
dice que el tiempo de los mítines pacíficos ha pasado, es hora de entrar en
combate.
http://kprf.ru/international/ussr/130399.html