Viernes, 18 de Abril de 2014 00:27
Total, que la cosa se puso complicada en algunos tramos del centro de Madrid:
Los gritos de ¡Fuera!, variados insultos y uno que otro violento
empujón cayeron sobre prensa y manifestantes como si fuésemos la vívida
encarnación del “demonio”.
Como podreis observar en el video, ese
fue el trato que recibieron una veintena de activistas de la PAH que
decidieron caminar por las calles del centro de Madrid
para denunciar a los verdaderos ladrones (Botín, Blesa, etc etc). Las
compañeras y compañeros de la Plataforma caminaban pacíficamente con
esas pancartas. Lo alucinante es que quienes les insultaban eran los y
las “cristianocatólicas” , es decir, los venerables seres religiosos o
como querais llamarlos que esperaban el paso de las procesiones.
Total, que la cosa se puso complicada en algunos tramos del centro de Madrid:
Los gritos de ¡Fuera!, variados insultos y uno que otro violento
empujón cayeron sobre prensa y manifestantes como si fuésemos la vívida
encarnación del “demonio”.
El objetivo de los grupos de la Plataforma Antidesahucios de Madrid
es visibilizar con estas marchas la situación de injusticia social y
las violaciones del derecho a la vivienda, mientras los verdaderos
culpables gozan del favor y la benevolencia del sistema y del gobierno. Y
así fue, como vereis en las imágenes la creatividad de las compañeras
de la PAH hizo que varios grupos lucieran disfraces, emblemas, carteles,
bonetes y pancartas de denuncia.
Hubo algunas zonas en las que realmente
no hubo mayor conflicto, unas pocas personas o grupos que adherían,
otras a lo sumo indiferencia, pero en las que predominaban las hordas
católicas expectantes con el paso de la sacrosanta cofradía, allí sí que
la integridad de la veintena de manifestantes se vio comprometida. Se
avanzó entre gritos e insultos, luego la policía no dejó que siguiera la
mani y tuvieron (tuvimos) que regresar. Vernos nuevamente enardeció a
los piadosos cristianos de tal manera que arreciaron los insultos gritos
y pedidos de crucifixión (disculpas, quise decir “pedidos de expulsión
de la santa zona”).
Y así fue, por suerte solo fueron
trescientos metros de violencia entre fanáticos e indiferentes, pero la
presión fue ostensible. Lo único que se había producido era una caminata
pacífica con carteles. Impresionante, cualquiera podría pensar aquellas
hordas reaccionaban ante una manifestación de apóstatas.
Los diferentes
grupos convergieron junto al mercado de San Miguel y allí se dio por
finalizada la acción. Por suerte, sin ninguna baja, salvo la de la
democracia, que viene con tremendas heridas desde hace tiempo.
GALERIA DE FOTOS DE MARÍA PEREZ PARA KAOSENLARED
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