Cometido por grupos yihadistas en la red de Cercanías de
Madrid, como respuesta a la intervención española en la Guerra de Irak,. Desde numerosas
organizaciones se han convocado actos para recordar a las víctimas.
Los acontecimientos ocurridos desde la explosión de las bombas hasta la
celebración de las elecciones generales de 2004, tres días después de
la masacre, cambiaron el rumbo del país. Numerosas fuentes y analistas
coinciden en que fueron determinantes para el cambio de Gobierno, que
pasó de manos del Partido Popular a una mayoría simple del PSOE, contra
todo pronóstico.
De las bombas a la manipulación
Entre las 7.36 y las 7.40 del 11 de
marzo de 2004 diez explosiones casi simultáneas conmocionaron a la
opinión pública mundial, causando el segundo mayor atentado terrorista
de la historia de Europa y el más grave de la de España. Dos artefactos
más fueron detonados de forma controlada por las fuerzas de seguridad
del Estado y un tercero sería desactivado ese mismo día. Las
detonaciones tuvieron lugar en la estaciones de Atocha (tres), El Pozo
del Tío Raimundo (dos), Santa Eugenia (una) y en un tren que se
encontraba junto a la calle Téllez, a 500 metros de Atocha (cuatro).
En un clima de rechazo y manifestaciones contra el apoyo y envío de
tropas por parte del Gobierno de José María Aznar a la campaña militar
contra Sadam Husein, liderada por Estados Unidos, los atentados
influyeron de forma notable en los votantes españoles. El Ministerio del
Interior y lo medios de comunicación afirmaron desde el primer momento
que la autoría de la masacre correspondía a ETA, tal como aseguraban los
servicios de inteligencia. Tan sólo el partido político Batasuna negó
la autoría de esta organización mediante un comunicado leído por su
dirigente, Arnaldo Otegui, a las 12 de la mañana del mismo 11 de marzo.
Los partidos políticos y los medios dieron por falsas las palabras de
Otegui y el entonces Ministro del Interior, Ángel Acebes, calificaba de
“absolutamente intolerable cualquier tipo de intoxicación que vaya
dirigida, por parte de miserables, a desviar el objetivo y los
responsables de esta tragedia”. Comenzaba así uno de los mayores
episodios de manipulación informativa de la historia de la democracia.
José María Aznar, presidente del Gobierno en aquel momento, aseguraba el
mismo 11 de marzo que se lograría “acabar con la banda terrorista”, en
clara alusión a ETA. Además, miembros de la oposición, como el
coordinador general de Izquierda Unida, promulgaban palabras contra la
organización vasca. En concreto, Llamazares aseguraba el mismo 11M: “La
democracia acabará con los bárbaros, con los nazis de ETA”.
El Ministerio del Exteriores, mediante
su titular Ana Palacio, aseguraba a las 17 horas a través de un
comunicado dirigido a las embajadas extranjeras, que la autoría de los
atentados correspondía a la organización vasca, ya que “así lo confirma
el explosivo utilizado y el patrón utilizado en los mismos, que es el
habitual de ETA; así como otras informaciones que aún no se han hecho
públicas por razones obvias”. Sin embargo, el primer reconocimiento de
responsabilidad llegaba en torno a las 21.30 horas al periódico
londinense Al Quds Al Arabi. Las Brigadas de Abu Hafs Al Masri, en
nombre de Al Qaeda, aseguraban estar detrás de los atentados.
Mientras, en la mayoría de medios generalistas al día siguiente de las
detonaciones ya se planteaban dudas sobre qué organización era la
responsable de los atentados. Numerosas localidades se convirtieron en
escenario de concentraciones de solidaridad hacia las víctimas y repulsa
por lo ocurrido. A las 18,30 horas, media hora antes del comienzo de la
manifestación oficial convocada por el Gobierno en Madrid , ETA llamaba
telefónicamente al diario Gara y a la televisión pública vasca, Euskal
Telebista (ETB), y aseguraba que la organización no tenía ninguna
responsabilidad en el ataque.
La convocatoria en Madrid
fue, probablemente, la de mayor asistencia de la historia de la ciudad,
con más de 2 millones de personas según fuentes gubernamentales. Entre
los presentes se encontraban el presidente del Gobierno junto a la
totalidad del Ejecutivo; el príncipe Felipe y las infantas Elena y
Cristina de Borbón (se trató de la primera vez en la historia que
miembros de la familia real participaban en una manifestación); los
presidentes italiano y portugués, Silvio Berlusconi y José Manuel Durão
Barroso, respectivamente; el primer ministro francés Jean-Pierre
Raffarin; el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y los
ministros de exteriores de Alemania, Marruecos y Suecia. Sin embargo, la
convocatoria no estuvo falta de polémica debido al lema elegido -'Con
las víctimas, con la Constitución, por la derrota del terrorismo'-, que
fue criticado por la oposición y numerosas organizaciones por su alusión
a la Carta Magna y el intento de seguir relacionándolo con el problema
vasco.
El día 13, jornada de reflexión, los
acontecimientos se precipitaron y la fractura social llegaba a la calle.
A pesar que desde el Gobierno se insistía en que la principal línea de
investigación apuntaba a ETA, la opinión pública y numerosos medios de
comunicación dudaban abiertamente de la versión oficial. Mediante SMS,
en un fenómeno conocido como el 'Pásalo', miles de ciudadanos convocaron
a manifestarse frente a las sedes del PP en todo el Estado. En Madrid,
varios miles se concentraban desde las 18 horas en la calle Génova
acusando al Gobierno del mentir con fines electoralistas mientras el
candidato del PP, Mariano Rajoy, calificaba las convocatorias de “hechos
gravemente antidemocráticos”. Mientras, en la capital los manifestantes
marchaban hacia la Puerta del Sol gritando lemas como “Gobierno
responsable” o “Mañana votamos, mañana os echamos”, y posteriormente
hasta la explanada de Carlos V, junto a la estación de Atocha. La otra
movilización más numerosa fue la acaecida en Barcelona, donde una
concentración de algunos cientos de personas comenzaba en la rambla de
Canaletas y se convertía en miles de manifestantes a su llegada a la
plaza de Sant Jaume. Al mismo tiempo, Televisión Española continuaba con
su programación emitiendo Cine de Barrrio y la película 'Asesinato en
febrero', sobre la muerte a manos de ETA del diputado autonómico vasco
Fernando Buesa y de su escolta.
Finalmente, el 14 de marzo las
elecciones generales daban como vencedor al PSOE, en los comicios con
mayor participación, en número de votantes, de la historia del país,
bajo la promesa de sacar a las tropas españolas de Irak, algo que
finalmente el nuevo Gobierno cumplió.
Indemnizaciones, juicio y fractura social
El Estado, a través de la Oficina de Atención a las Víctimas, ha
finalizado el pago de las indemnizaciones por los atentados, que se
cifran en más de 350 millones de euros, y que se cerraron con una última
partida de 45 millones en octubre de 2009. Los abonos comenzaron tras
la sentencia en firme por la masacre, que declaró la insolvencia de los
acusados. Además, el Estado español ha concedido a más de mil víctimas y familiares de las mismas la tarjeta de residencia en España
Los damnificados se unieron, en su mayor parte a la Asociación 11M
Afectados por el Terrorismo, presidida por Pilar Manjón, y, en menor
medida, a la Asociación de Ayuda a las Vícitimas del 11M, presidida por
Ángeles Domínguez, y a la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
La politización de estas organizaciones ha protagonizado varias
polémicas en la última década. Mientras la primera insistió en la
responsabilidad del Ejecutivo de José María Aznar por haber integrado a
España en la Segunda Guerra del Golfo, hecho que desencadenó los
atentados, la última ha mantenido posiciones ultraconservadoras y afines
a la política antiterrorista del Partido Popular. Manjón llegó incluso a
necesitar escolta policial dadas las numerosas amenazas de muerte que
recibió por sus críticas al Gobierno de Aznar. También acusó al
Ejecutivo socialista de Zapatero de olvidar a las víctimas.
Asimismo, varias han sido las
manifestaciones convocadas por la AVT que no fueron secundadas por el
resto de asociaciones. Un ejemplo fue la realizada el 9 de abril de 2011
contra la presencia de Bildu en las elecciones municipales y
autonómicas del 22 de mayo de dicho año. Entonces, l3 asociaciones,
entre ellas la de Manjón, se desmarcó del a convocatoria mediante un
comunicado conjunto.
La mala gestión y la manipulación
informativa de los atentados del 11M contribuyó a que en España se
instaurase un clima de fractura social, que ya se venía dando por la
implicación española en la guerra (diversos estudios calculan el rechazo
de entre un 80 y un 90 por ciento de la población a la campaña), al
contrario que había pasado en otro países como Estados Unidos, con los
atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, o Gran
Bretaña con los del metro de la capital inglesa del 7 de julio de 2005.
En ambos casos la sociedad civil y la opinión pública se mantuvo, a
grandes rasgos, unida.
El juicio por los atentados se celebró
en 2007 y dictó que habían sido llevados a cabo por una célula
yihadista. Ésta estaba formada por los siete terroristas que es
inmolaron el 3 de abril de 2004 en el barrio de Zarzaquemada, en
Leganés, cuando la policía les tenía cercados, junto a Jamal Zougan,
Otman el Gnaoui y un décimo integrante no identificado. Además, el
minero José Emilio Suárez fue condenado a 34.715 años de cárcel por
facilitar explosivos a la célula.
Un punto donde sí han estado
de acuerdo todas las asociaciones ha sido en el rechazo del reglamento
de la Ley de Víctimas del Terrorismo, aprobado a finales de septiembre
de 2013. La Ley, del mismo mes, ya había sido criticada por tratar de
forma desigual a los afectados mediante parámetros como tener una
sentencia condenatoria, el lugar donde se hubiese producido el atentado o
la autoría. Según las mismas organizaciones, el reglamento ahondaba en
estos términos y entorpecía derechos reconocidos por la reciente
normativa, con numerosas ambigüedades y lagunas.
Actos conmemorativos
Este décimo aniversario contará con un nutrido programa de actos
conmemorativos organizados por diversas instituciones y organizaciones.
La Asociación 11M Afectados por el Terrorismo, presidida por Pilar
Manjón, la madre de una de las víctimas, el estudiante Daniel Paz
Manjón, realizará el próximo 9 de marzo un concierto en la sala La
Riviera, en Madrid, a las 19,30 horas. Entre los artistas que
participarán se encuentran Ismael Serrano, Jorge Drexler, Ariel Rot,
Carlos Chaouen, Zahara, Marwan, Iguana Tango, Fran Perea, Olga Román,
Stafas, Abel Álvarez, Kike Marcos, Javier Yzuel y el escritor y poeta
Benjamín Prado, que presentará la velada. Mediante un comunicado, la
organización afirma: “Estamos seguros que los asesinados y los heridos
tienen derecho a la dignidad, la justicia y con actos como éste, a la
memoria”.
Los lugares en los que detonaron los explosivos
serán también sede de algunos actos de homenaje próximo.
La Asociación de Vecinos de El Pozo ha convocado un acto In Memoriam
junto a la Estación de Cercanías de El Pozo, tal como viene haciendo
anualmente. La cita se llevará a cabo en el entorno del monumento
levantado en memoria de las víctimas a las 19 horas.del dia 11M.
Por su parte, los sindicatos UGT y CCOO,
junto a la Unión de Actores, han convocado otro homenaje en la estación
de Atocha a partir de las 10 horas del 11 de marzo, que contará con la
presencia de integrantes de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo.
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) conmemorará los atentados
con actos en toda la geografía estatal. La convocatoria central tendrá
lugar en el Bosque del Recuerdo del Parque del Retiro, erigido en
homenaje de las víctimas, a las 12 horas del 11 de marzo. Como cada año,
los integrantes de la organización soltarán 191 globos al aire, uno por
cada uno de los fallecidos. Además, la AVT inauguró el pasado día 6 la
exposición '11M: La respuesta de la ciudadanía' en el Espacio
CentroCentro Cibeles de Cultura y Ciudadanía del Ayuntamiento de Madrid.
La muestra estará abierta al público hasta el 16 de marzo.
Una de las convocatorias más importantes será el Funeral de Estado que
se constituirá como homenaje central a las víctimas del 11M. Será en la
madrileña Catedral de la Almudena y a él acudirán todas las asociaciones
de víctimas coordinadas por la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT),
algo que no ocurría desde 2007. Además, participarán en el mismo los
reyes, el presidente del Gobierno y representantes de numerosas
instituciones del Estado. El encargado de dirigir los oficios será el
cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.
Además, el 12 de marzo se celebrará el concierto In Memoriam de la FVT
en el Auditorio Nacional de Música de Madrid con la participación de la
Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE. También tendrá lugar la entrega de
350 condecoraciones de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las
Víctimas del Terrorismo a damnificados por los atentados. Será en el
Teatro Real de Madrid y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz,
dirigirá la velada.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA