Los comunistas advirtieron desde el
principio que el Pacto por México era una alianza asesina. La burguesía
mexicana se coaligó en un papel para emprender una campaña de
exterminación contra la clase trabajadora, basándose en el poder de los
monopolios; amos y señores de este país. Y ahora han cobrado sus
primeras tres víctimas: Raymundo Velázquez, Samuel Vargas y Miguel Solano, militantes del Partido Comunista de México en
el Estado de Guerrero, a quienes nunca les perdonaron desafiar la
violencia estatal contra los campesinos e indígenas guerrerenses.
Desde la Liga Agraria Revolucionaria del
Sur Emiliano Zapata (LARSEZ), el camarada Raymundo había advertido una y
otra vez que grupos paramilitares estaban actuando con impunidad en la
zona de la Costa Grande de Guerrero. Finalmente ahí fue torturado,
asesinado e incendiado el auto en el que viajaba.
En un comunicado emitido por la mañana de
este miércoles 7, el Buró Político del Comité Central del Partido
Comunista de México señaló sin cortapisas que los camaradas Raymundo,
Miguel y Samuel, fueron asesinados por paramilitares complacidos desde
el poder público.
“Para el PCM y para el pueblo de
Guerrero está claro que el crimen perpetrado en contra de nuestros
camaradas Raymundo Velázquez Flores, Samuel Vargas Ramírez y Miguel,
está estrechamente ligado a los grupos paramilitares que actúan con
impunidad y complacencia de las autoridades estatales y federales”.
Además, rechazó las declaraciones de la
diputada federal perredista Rosario Merlín y del vocero del gobierno
José Villanueva Manzanero por considerarla “falaces y con la intención
de encubrir de manera cómplice la responsabilidad moral y política del
gobierno del estado, emanado del PRD, y de su titular Ángel Aguirre”.
“Miente el vocero del gobierno cuando
afirma que ‘en Guerrero el gobierno vela por el derecho a la vida’,
cuando, desde el inicio del mismo, sus manos están manchadas con sangre
de estudiantes normalistas, ambientalistas y dirigentes sociales y
revolucionarios. Su falta de compromiso y vigilancia fue fatal en el
caso de nuestro camarada, le recordamos que Raymundo había denunciado el
hostigamiento criminal en su contra y que su petición de condiciones de
seguridad fue absolutamente ignorada”.
¿Cómo creer en sus palabras?
Fue precisamente la diputada perredista Rosario Merlín quien en la previa al 2 de diciembre del 2012 impidió mediante la imposición de
un grupo de colonos que la LARSEZ celebrara en la comunidad La Morena,
del municipio de Atoyac de Álvarez, su Congreso estatal como militancia
del Partido Comunista.
“Del gobierno, del Pacto por México, de
sus representantes no nos interesan sus condolencias hipócritas,
queremos a los autores materiales identificados con nombre y apellidos,
pues los autores intelectuales son ampliamente conocidos”, declaró al
respecto el Buró Político del PCM.
La saña con la cual fueron asesinados
los camaradas demuestra una venganza ¿Y quién podría vengarse de tres
campesinos, cuyo único trabajo ha sido la sobrevivencia de sus
comunidades? ¿A quién no le gusta que el pueblo oponga resistencia a sus
designios? La respuesta apunta al centro de la crisis y quienes la han
provocado, desatando la violencia contra la clase trabajadora como
medida de imposición.
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