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viernes, 11 de abril de 2014

EL LABERINTO ANDALUZ II: ¿PUNTO DE RUPTURA?

El Parlamento andaluz rechaza el copago de medicamentos de las farmacias hospitalarias

En nuestro anterior artículo de “El Laberinto Andaluz” realizábamos un análisis bastante crítico del pacto de gobierno de coalición en Andalucía entre el PSOE y la coalición Izquierda Unida.  En dicho artículo señalábamos los flecos oscuros que ha tenía dicho “matrimonio” : Juntarse y realizar pactos con un partido tradicional de la oligarquía que ha estado durante más de 30 años consecutivos gobernando la comunidad autónoma más pobre de todo el Estado. El coste coste político que podía  traer gobernar junto con un partido que en 30 años no ha hecho nada por mejorar el nivel de vida y desarrollo de Andalucía, a parte de unas pocas obras con fondos europeos, subsidios, etc.. Un partido que ha gobernado Andalucía como si fuera un cortijo, haciendo y deshaciendo a su antojo en las administraciones públicas, cuyos principales dirigentes políticos se han visto salpicado por escándalos de corrupción mayúsculos en donde también se han visto implicados empresarios y burócratas sindicales afines.

Este partido en marzo del 2012 se encontraba desprestigiado ante las masas populares andaluzas respondieron en las elecciones autonómicas con un trasvase masivo de votos a IU y una abstención significativa, bajo esta base  se formó el gobierno de coalición PSOE-IU en Andalucía. En el anterior artículo señalábamos las enormes limitaciones que existían en la pretensión de gobernar para los intereses de la mayoría exclusivamente desde las instituciones y coaligado con un partido oligárquico. Este pacto sólo podía terminar de dos formas, la ruptura cuando las relaciones y convergencia de intereses entre ambos grupos político no diesen más de sí o la progresiva quemazón y desprestigio de Izquierda Unida ante sus militantes de base y votantes tradicionales al ver que la izquierda transformadora no gobierna de manera muy diferente al partido social-liberal o incluso a la derecha más rancia, por su parte su participación en el gobierno supondría la recuperación por parte del PSOE en Andalucía de la imagen de izquierdas ante una parte del electorado.

En los últimos días debido a un hecho relevante todas las contradicciones han saltado de repente. El pasado domingo 6 de abril se producía el desalojo de la famosa Corrala “La Utopía” en Sevilla, una serie de edificios ocupados por decenas de familias sin hogar, a pesar de que la Junta llevaba desde febrero intentando frenar el auto del Juez. El desalojo se realizo con una violencia extrema, el delegado del gobierno no tuvo empacho de mandar 20 furgonetas repletas de policías para golpear a hombres, mujeres y niños y echar familias enteras a la calle. 2 personas fueron detenidas durante el desalojo y enseguida se convocaron multitud de protestas vecinales por toda Sevilla, por su parte las familias desalojadas acamparon enfrente del Ayuntamiento en señal de protesta.


Con un valiente gesto la Consejería de Vivienda de Andalucía, controlada por Izquierda Unida, decidió saltarse todas las trabas burocráticas y realojar inmediatamente a las familias desalojadas en Viviendas de Protección Oficial pertenecientes a la Junta. Sin embargo ocurrió algo inesperado, de manera unilateral, y sin consultar con sus socios de gobierno, la Presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz decidió emitir un decreto por el cual quitaba las competencias a la consejería en materia de adjudicación de viviendas V.P.O.

Susana Diaz justificó este gesto diciendo que las viviendas se habían asignado “sin cumplir los procedimientos exigidos”, como si quitar de manera unilateral las competencias a una consejería  fuese “cumplir con los requisitos exigidos”. No nos engañemos Izquierda Unida a llegado a unas acciones que, aún siendo tímidas y moderadas, la oligarquía no puede tolerar. ¡Como puede la chusma sin casa ni empleo acceder con esas facilidades a una casa! ¡Las instituciones ayudando a una panda de vagos sin oficio ni beneficio! ¡El Estado sólo puede decretar ayudas saltándose la burocracia a los que verdaderamente la merecen, es decir banqueros y grandes empresarios!

Susana Diaz ha querido quitar hierro al asunto y ha convocado una reunión de urgencia con sus socios de Izquierda Unida, que se han ratificado en su decisión de seguir adelante con la adjudicación de casas. Por su parte el portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Andaluz, José Antonio Castro ha negado que esto vaya a provocar una “crisis de gobierno” y defiende que la decisión de la Consejería de Vivienda se hizo “en consonancia con el Auto judicial”. En mi opinión este desplante ejemplifica perfectamente el carácter del PSOE como un partido de la oligarquía y el desprecio que dicho partido siente tanto ante las clases más humildes como hacia sus socios de gobierno. Si la dirección de Izquierda Unida quiere recuperar algo de la credibilidad perdida debe romper con esa caterva de ladrones, bajar de las altas instituciones o utilizarlas para subvertir el orden político y social existente, construyendo el empoderamiento de la mayoría desde la base. Sólo así podrán ser un instrumento viable para los trabajadores.

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