La
Unión Europea (UE) advirtió el martes a Suiza sobre las consecuencias
de su decisión de restringir la inmigración de los europeos a su
territorio.
"El mercado interior y sus cuatro pilares son indivisibles. No es posible, por ejemplo, aceptar la separación entre la libre circulación de trabajadores y personas de la libre circulación de capitales", avisó el viceprimer ministro griego y presidente en turno de la UE, Evangelos Venizelos.
"El Consejo respeta el procedimiento democrático interno de Suiza y el resultado del referéndum. Por otro lado, espera que Suiza honre sus obligaciones derivadas de sus acuerdos y tratados con la Unión Europea, en el marco del derecho internacional", precisó Venizelos.
Ya el lunes el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, aseguró que Suiza "no puede tomar ventaja de un gran mercado interior europeo y quedarse fuera en otras cuestiones al mismo tiempo."
El funcionario de la UE llegó a decir que la renegociación de la política de libertad de movimiento de la UE podría afectar a la población suiza y su libre circulación en la UE.
El domingo, los suizos, con el 50,4 % de votos, optaron por poner fin a la política de libre circulación entre la UE y Suiza, en vigor desde 2002.
El 23 % de los 8 millones de habitantes de Suiza son extranjeros, es decir, cuenta con la mayor tasa de inmigrantes en Europa después de Luxemburgo.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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