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martes, 11 de febrero de 2014

EL PCE TIENE UN PROBLEMA


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Este fin de semana, Izquierda Unida celebraba en Madrid su Conferencia sobre Modelo de Estado, donde se discutía, entre otras cuestiones, la posición de la organización sobre Catalunya y la posibilidad de su separación del Estado español. Hoy el diario Público da cuenta del resultado de la votación sobre la resolución final del encuentro (http://www.publico.es/politica/500944/la-consulta-en-catalunya-divide-a-iu), que recabó más votos en contra y abstenciones (60 votos en contra y 35 abstenciones) que favorables (85). ¿El motivo de la discordia? Que la resolución propuesta por la dirección exigía que cualquier consulta sobre autodeterminación en Catalunya debería realizarse dentro del marco legal; es decir, la misma posición que viene sosteniendo el PSC, a pesar de que cuando la cámara catalana votó la petición del traspaso de competencias sobre materia de referéndums, estos votaron en contra.

Que la dirección de IU no consiga sacar adelante de manera consensuada un documento de estas características, ya es interesante y muy significativo de la cuestión, pero más lo es aun cuando uno se detiene a observar la procedencia de los votos en dicha conferencia y su sentido. Señala la noticia, que entre los delegados que se han desmarcado de la propuesta, se encuentran miembros de Izquierda Abierta (Llamazares), la CUT (Gordillo) y otros destacados dirigentes independientes de IU. También es de suponer que algunos representantes de EUiA no simpatizarían con la propuesta. Resulta en este momento interesante, remontarse a los resultados de la IX Asamblea Federal de IU para conocer los distintos niveles de apoyo que obtuvieron los diferentes candidatos a Coordinador Federal para realizar una aproximación al nivel de hegemonía interna que sustentan las diferentes corrientes de esta organización. El candidato del PCE y vencedor de los comicios internos, Cayo Lara, consiguió reunir el 43% de los votos, mientras que las otras listas (las apoyadas respectivamente por IA, EUiA, Ezker Batua y la CUT-BAI) obtuvieron el restante 57%. ¿Qué nos indican estos datos? Pues que el sentido de las votaciones de este fin de semana y, conociendo en parte cuáles son los sectores que se han abstenido o votado en contra de la resolución de la discordia, podemos sacar la conclusión certera de que el 47,3% de votaciones favorables se corresponde más o menos ajustadamente con la fuerza proporcional y peso del PCE dentro de los órganos de la organización, mientras que los votos contrarios se corresponden precisamente con los de los demás sectores que representaron la oposición a Cayo Lara en la IX Asamblea Federal.

¿Debemos entonces entender que el respeto a la legalidad burguesa es el marco de actuación del PCE? O, en caso de no ser así, ¿por qué no ejerce la hegemonía de sus planteamientos dentro de IU, donde tiene fuerza para ello? También puede ser que el problema no sea sobre legalidades o prohibiciones en el marco del régimen, sino que el asunto espinoso sea la cuestión nacional en sí misma, donde no hay valentía y determinación para plantear abiertamente la negación del derecho a la autodeterminación —puesto que dentro del marco legal español ésta es imposible, como bien saben nuestros amigos del PSC e IU— de Cataluña por los motivos X que sean o, por el contrario, apoyar este ejercicio democrático con todas sus consecuencia. Habrá pues que ver si el problema del PCE es sobre legitimidades y legalidades, sobre naciones y nacionalismos o, sobre todos ellos a la vez, pero lo que está claro es que mientras siga con esta política titubeante, el favor que nos hace a los comunistas catalanes es poco o ninguno.
Carles M. Masi

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