Carlos Albalate Sánchez
Estos días estamos viviendo un gran
movimiento con gran parte de las resoluciones de las Becas MEC. Las
partes fijas de la becas son las que están llamando la atención, pues
son las que más se están tramitando, aunque existen ya resoluciones de
partes variables, siendo estas en ocasiones de chiste.
Cuando
un estudiante cumple todos los requisitos, y pide su beca, vive con el
temor a no recibirla, pues no quiere ser una carga económica para su
familia, que vive de ayudas, de la pensión del abuelo, o simplemente la
renta familiar no podría soportar una carga mensual tan fuerte.
Recordemos que la ir a la universidad no solo significa pagar una
matrícula, también hablamos de vivienda, transporte, manutención,
materiales…etc. en sí, hablamos de dignidad y derecho. Mucha gente puede
pensar que no existen estos casos, pero cuando pasas el día a día
inmerso en el proceso de tu propia beca, coincides con más estudiantes
que están pasando por problemas mayores a los tuyos.
Uno de estos casos es el que le ocurre a Antonio Carlos Raigón López,
procedente de El Carpio (Córdoba), y que actualmente estudia en Jerez
de la Frontera (Cádiz). Se encuentra en 5º de Publicidad y Relaciones
Públicas, contando con una nota media de 7,23 en el año 2012. Antonio
Carlos me indicó como su madre limpia habitaciones en un hotel y su
padre es autónomo repartiendo para Panrico (ya conocemos la situación
actual de dicha empresa). La resolución de su beca le llegó hace escasos
días, denegándole cualquier cuantía en la parte fija y al parecer en la
variable de la que no indica nada en el informe que ha recibido. En su
denegación no se alegan motivos claros de porqué es rechazada, y esto
choca más aún cuando la renta de su familia entra dentro del umbral para
percibir beca. En un inicio podría ser referente a su patrimonio, pero
era algo imposible, pues no cuentan con propiedades (ni la vivienda
familiar). Antonio se informó sobre lo que podía ocurrir, recurriendo a
una abogado. Al parecer, durante el pasado año, su padre cobró del
seguro unos seis meses de baja por enfermedad (una cuantía que ronda los
4000 euros). Este dinero supone para el Ministerio el argumento para
denegar su beca. La situación es límite, pues sin la beca, Antonio
Carlos tendría que replantearse su carrera y seguir buscando trabajaos
de ya de por sí no encuentra.
Otro ejemplo claro es el de Amanda Bueno Seguín,
de Elche (Alicante) y que cursa 4º de Bellas Artes en la UCLM (Campus
de Cuenca). Amanda cuenta sin perder su buen humor, como indigna recibir
una cuantía chistosa, resultando incluso insultante. Su madre se
divorció, y convive con ella y su hermana mayor cuando vuelve en épocas
no lectivas. Actualmente su hermana es la sustentadora de la familia
pagando el alquiler mediante trabajos temporales que encuentra, ayudando
así a su madre que se encuentra en paro. Amanda indica que su único
trabajo fue en la biblioteca de la universidad durante dos años,
recibiendo una beca de colaboración, pero eso se dio en cursos pasados,
lo cual no afecta a la beca MEC. Su nota media es alta, superando con
creces la de su rama, lo cual tampoco supondría un impedimento para su
beca. Cuál fue su sorpresa al ver la resolución de su beca; solo le
abonan la matrícula (parte fija) y 60 euros en la parte variable. Es
triste y cómico a la vez, pues te indigna y te sientes insultada, pero a
la vez sientes temor a no poder seguir trabajando para labrar un futuro
propio. Esta beca no cubre apenas las necesidades de Amanda, pues la
deja en una delicada situación. Actualmente la reclamación es la única
manera que tiene de intentar cambiar su situación.
La situación que Antonio Carlos y Amanda
están sufriendo es extensible muchos y muchas más estudiantes que pasan
por la misma situación, pues no son ejemplos aislados. Luchar a diario
es lo único que podemos hacer para ayudar en esta situación, pues
sentándonos y desertando del frente nunca conseguiremos nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario