Bajo las presiones de la Unión Europea (UE), el régimen de Israel se ha visto obligado a cancelar el plan de construir miles de nuevas viviendas ilegales para los colonos en los territorios palestinos.
Así lo declaró el miércoles Michael Mann, el portavoz de la alta representante de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, asegurando que la decisión de cesar la construcción de nuevos asentamientos ilegales en los territorios ocupados se produjo como resultado de mucha presión ejercida sobre el régimen de Tel Aviv por parte de la comunidad internacional, especialmente la UE.
El portavoz europeo no proporcionó detalles respecto a la naturaleza de las presiones ejercidas contra el régimen usurpador y se limitó a decir que la UE considera el nuevo proyecto como “ilegal”.
El premier del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, tomó el martes tal decisión, horas después de que el presidente del Estado de Palestina, Mahmud Abás, amenazara con poner fin a las llamadas conversaciones de paz si este régimen sigue con sus nuevos planes de expansión de asentamientos.
El negociador palestino Saeb Erekat afirmó el martes que Abás también había lanzado dicho ultimátum a la Liga Árabe (LA) y al Cuarteto para Medio Oriente (Estados Unidos, la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea y Rusia).
Ese mismo martes, el grupo opositor a la construcción de asentamientos ‘Paz Ahora’ reveló que el ministerio de vivienda del régimen de Tel Aviv pretendía planificar 20 000 nuevas viviendas en la Cisjordania ocupada.
Las conversaciones entre el régimen de Israel y el Estado de Palestina se congelaron en septiembre de 2010, después de que los primeros rechazaran una moratoria a la construcción de asentamientos en la ocupada Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén Este).
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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