por Un espía en el Congreso
Domingo, 20 de Octubre de 2013 03:47
13 de los 14 ministros han sido denunciados por abusos en el ejercicio de su cargo.
En el Consejo de Ministros se sientan cada viernes 14 personas y 13
de ellas han sido acusadas públicamente y con pruebas de corrupción,
engaño, nepotismo y negligencias graves, sin que hasta ahora haya
dimitido o cesado nadie.
Aunque Mariano Rajoy prometió que su gabinete lo conformarían políticos que hubiesen acreditado su “mérito” y “esfuerzo”, el “curriculum” de los dos primeros años de Gobierno
evidencia que los méritos y la tenacidad han sido otros y no eran
precisamente los que los ciudadanos esperaban. Y se da una paradoja: el
único ministro que hasta ahora no ha sido denunciado por corrupción es
el que peor valoración ciudadana recoge en las encuestas por su gestión:
José Ignacio Wert. Estas son las “hojas de servicios”
del actual Gobierno que jamás revelarán los medios de comunicación
cuando las próximas semanas comiencen a “bombardear” a la opinión
pública con el balance de los dos primeros años de gestión del Ejecutivo de Mariano Rajoy, que comenzamos a evaluar por los dos inquilinos del Palacio de la Moncloa:
Mariano Rajoy,
presidente del Gobierno. Su actividad privada como registrador de la
propiedad ha sido denunciada por fraude en numerosas ocasiones. Rajoy
solo ha ejercido 2 años de los últimos 32 pero nunca ha pedido la
excendencia. Su expediente ha sido calificado como “secreto de Estado” y ha sido escondido en un “archivo de seguridad” dentro de la Administración, en un acto de dudosa legalidad, para que nadie pueda tener acceso a él.
El periodista Miguel Angel Anguilar
fue objeto de una grosera censura en “El País” por formular una docena
de preguntas sobre su actividad como registrador, en cuyo contenido daba
a entender que el presidente del Gobierno estaba infringiendo la ley.
Nunca fueron contestadas. También el diputado de IU, Gaspar Llamazares,
denunció la situación en el Congreso y los periódicos Atlántica XXII,
La República.es e Infolibre lo investigaron a fondo y lo acusaron de
graves irregularidades. Se hizo el sordo.
Rajoy ha sido también acusado de modificar el estatus legal de los registradores durante su mandato para enriquecerlos, encargo que previamente confió a su propio hermano Enrique Rajoy, con quien forma un “clan” en el que participan los otros dos hermanos Luis y Mercedes, casada con el eurodiputado del PP, Francisco Millán Mon, a quien el ministro García Margallo le debe el puesto. Y además un libro le señaló como un político que llevaba doble vida y había hecho de la hipocresía una forma de vivir.
En Estados Unidos o Inglaterra, una mentira vital de tal calibre se
hubiera llevado por delante su carrera política, pues en la cultura
anglosajona de origen protestante los ciudadanos piensan que cuando
alguien miente tan descaradamente en su vida privada posiblemente lo
haga también en la vida pública, como ocurrió en los casos del político británico Michael Portillo o del general norteamericano David Petraeus.
“Caso del registrador Rajoy”:
Denuncia de Atlántica XXI
Denuncia de Gaspar Llamazares
Denuncia sobre trato de favor a los registradores
Denuncia por utilizar a su hermano
Denuncia de Info Libre
Denuncia de La República
El clan de los Rajoy
Censuras a un periodista por preguntar sobre el regsitrador Rajoy
“El País” se pliega a la voluntad del registrador Mariano Rajoy
Eco de la censura de “El País” para salvaguardar a Rajoy
Denuncia de Gaspar Llamazares
Denuncia sobre trato de favor a los registradores
Denuncia por utilizar a su hermano
Denuncia de Info Libre
Denuncia de La República
El clan de los Rajoy
Censuras a un periodista por preguntar sobre el regsitrador Rajoy
“El País” se pliega a la voluntad del registrador Mariano Rajoy
Eco de la censura de “El País” para salvaguardar a Rajoy
Soraya Sáenz de Santamaría, ministra de la Presidencia, vicepresidenta y portavoz. “Espía en el Congreso” reveló que la vicepresidenta había suscrito un contrato ginecológico para ella y sus 700 funcionarias por valor de 40.000 euros, gastándose además en trajes para sus empleados 250.000 euros, en plantas 175.000 euros y en prensa
163.000 euros, además de una millonaria reforma de su cafetería. Un
escándalo así, en un país colapsado económicamente con 6 millones de
parados, 2 millones de exiliados laborales y 1 millón de niños
malnutridos, hubiese originado la dimisión o el cese fulminante. En
España, tras 40 días donde la prensa silenció la denuncia, fue
finalmente aireada por un concejal del BNG, Xaquín Charlín, que aprovechó la dilapidación de fondos públicos para llamar a Soraya “chochito de oro”. Como en una película de Berlanga, quien anunció su dimisión fue el concejal y no la ministra.
Mañana: Balance personal del equipo económico del Gobierno: Guindos (Economía), Montoro (Hacienda), Ana Pastor (Fomento), Soria (Industria), Arias Cañete (Agricultura) y Fátima Báñez (Empleo)
El lunes: Las decisiones más íntimas de los ministros más “políticos”: Margallo (Exteriores), Gallardón (Justicia), Jorge Fernández (Interior), Morenés (Defensa) y Ana Mato (Sanidad)
No hay comentarios:
Publicar un comentario