Cristina
Borbón, copropietaria de la empresa Aizoon, que blanqueaba el dinero
sacado de la Fundación Nóos y lo transfería a paraísos fiscales,
fundación de la que también era vocal, no será imputada por corrupción, a
pesar de la decisión previa del juez que investiga la trama Nóos en la
que también está implicado su marido, Iñaki Urdangarín.De esta manera,
Cristina Borbón tampoco tendrá que entregar sus declaraciones de la renta de los últimos diez años (lo que su abogado calificó de “intromisión en la intimidad” de la hija del rey).
El bloqueo a la imputación de la hija
del rey español la ha decidido la Sección Segunda de la Audiencia
Provincial de Palma, en un auto más que cantado dada la “importancia”
familiar del personaje y la subsistencia de los poderes fácticos
fascistas y medievales en una administración de justicia que nunca fue
depurada.
La imputación había sido recurrida por
la propia Cristina Borbón, la Fiscalía Anticorrupción, la Abogacía del
Estado, su marido y el secretario personal de las hijas del rey, Carlos
García Revenga. Los jueces se han plegado a tanto poderío. Solamente ha
habido un voto particular a favor de mantener la imputación emitido por
parte del magistrado Juan Jiménez.
El juez Castro alegaba que no imputar a
la hija del rey habría sido un descrédito para la Justicia, por lo que
el pasado 3 de abril, el juez Castro la imputó y la citó a declarar el
27 de abril, aunque posteriormente, suspendió esta declaración, después
de que el fiscal Anticorrupción presentara un recurso contra esta
decisión el 5 de abril.
El juez aseguraba en el auto, que ha
decidido imputar a Cristina Borbón antes de finalizar la instrucción de
esta pieza, porque, en caso contrario, se hubiese dejado que “se perpetúe la incógnita” de su implicación en esta causa, lo que, en su opinión, sería un “cierre
en falso en descrédito de la máxima de que la Justicia es igual para
todos y una clara contradicción a la práctica cotidiana de los juzgados y
tribunales que en casos similares es muy escasamente probable que
prescindieran del trámite“.
En el auto judicial, Castro afirma que
a partir de la declaración de Diego Torres, exsocio del marido de la
Borbón, Iñaki Urdangarin, en el Instituto Nóos, y de los numerosos
correos electrónicos que aportó en su curso, así como después de
escuchar la versión dada por el secretario de las hijas del rey, Carlos
García Revenga, “surgen una serie de
indicios que hacen dudar” que la Infanta Cristina “desconociera la
aplicación que su esposo diera a su mención como vocal de la Junta
Directiva de la Asociación Instituto Nóos y en la mercantil Aizoon S.L.“.
Por ello, ante los indicios existentes, el juez consideraba “inevitable” que la hija del Rey prestara declaración, al objeto de despejar “cualquier duda“, dado que “hallándonos
en la recta final de la instrucción, no parece procedente que ésta se
ultime gravitando la más mínima sombra de sospecha sobre la intervención
que haya podido tener y si fuere otra la valoración que su versión
arrojara, se depuren las responsabilidades que procedan“.
“Si los
aludidos indicios abocaran a uno u otro resultado es algo que no cabe
aventurar en este momento, pero sí que tienen virtualidad suficiente
para que, al igual que se ha hecho con los restantes componentes de la
Junta Directiva del Instituto Nóos sea convocada Doña Cristina Federica
de Borbón y Grecia, al objeto de hacer posible que, en calidad de
imputada, precisamente en garantía de sus derechos, facilite las
explicaciones que tenga por conveniente“, recalcaba.
Así, Castro anunciabba que la
declaración de la Infanta versaría sobre su intervención en el Instituto
Nóos y en la entidad mercantil Aizoon S.L., así como el “manejo y destino de los fondos derivados de las mismas y las cuestiones que razonablemente se desprendan“.
SALIÓ A RELUCIR EN LOS CORREOS DE TORRES
El juez Castro pidió su imputación
después de la publicación de nuevos correos aportados por Diego Torres,
exsocio del duque de Palma, en los que Urdangarin pide directamente la
mediación de Cristina en casos relacionados con el Instituto Nóos. Uno
de ellos decía:
“Aprovecho
que estás conectada para enviarte una comunicación de Nóos que tengo
pensado enviar. Hay dos versiones. Clientes, colaboradores y amigos.
Léelo y dime que piensas please…Ciao”.
Urdangarin trató que estos e-mails no tuvieran validez, pero el juez desestimó que fueran anulados.
Castro consideró que no hay razones
para pensar que han sido falseados o que, mediante su aportación a la
causa, se haya violado ningún derecho fundamental como decía en su
escrito la defensa de Urdangarin.
Urdangarin está imputado en esta causa
desde diciembre de 2011 y ha prestado declaración en dos ocasiones, en
febrero de 2012 y febrero de 2013.
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