El
PP se quedó ayer sin el arranque de campaña con la tradicional pegada
de carteles en la calle. Llevaron el acto al hotel Almirante «para poder
garantizar la seguridad de los militantes», decía ayer el popular
Miguel Tellado.
Trabajadores
de Navantia y de Poligal iniciaban a la misma hora su propia campaña
con una sonora cacerolada que, en lugar de enfilar hacia Marqués de
Amboage, donde estaba prevista la pegada del PP, puso rumbo al hotel
donde sabían ya que estaban reunidos los populares.
Las
cacerolas y los bocinazos dejaron paso a una lluvia de huevos sobre la
entrada del establecimiento, en el que llegó a entrar algún petardo.
Hacia las doce de la noche tres policías nacionales entraron con cascos y
escudos en el Almirante para atajar posibles problemas. Tras media hora
de pitos la protesta se recrudeció cuando algunos de los concentrados
cambiaron los gritos por piedras. Dos ventanas y una hoja de la puerta
del hotel quedaron destrozadas.
«Lamento
estas conductas antidemocráticas en un Estado de derecho, pero no van a
conseguir amedrentarnos, seguiremos haciendo campaña en la calle»,
decía ayer Tellado a cuya formación, apuntó, «le sabe mal que intenten
poner en duda los compromisos del PP con el naval».
Trabajadores
del naval que participaban en las protestas siguieron a los políticos
'populares' cuanto éstos abandonaban el lugar y entonces se produjeron
enfrentamientos entre manifestantes y agentes policiales, que redujeron a
algunos participantes.
En
el transcurso de estos enfrentamientos ha sido detenido y conducido a
la Comisaría de la Policía Nacional el secretario comarcal de la CIG,
Xesús Anxo López Pintos, quien habría sufrido una brecha en la cabeza
durante los altercados.
Lavozdegalicia/quées/ep
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