lunes, 18 de mayo de 2015
De ser así, el Primer
Reich de Ucrania sería declarado un Estado ilegal. Bueno, de hecho lo
es: nació de un golpe de Estado nazi propiciado por el imperialismo
occidental.
El presidente ucraniano,
Piotr Poroshenko, firmó el 15 de mayo la ley que condena los regímenes
totalitaristas comunista y nacionalsocialista y prohíbe la ostentación
de sus símbolos.
"La ley prohíbe la
simbología soviética, condena el régimen comunista, permite el acceso a
los archivos de los servicios especiales soviéticos y reconoce la labor
del Ejército Insurgente Ucraniano [considerado una organización
extremista en Rusia] en su lucha por la independencia", informa la
página web oficial del mandatario ucraniano.
De acuerdo con las leyes
ucranianas, todos los monumentos que glorifican a los líderes
soviéticos, incluso las numerosas estatuas de Lenin, deben ser
desmontados. Las autoridades ucranianas también quieren rebautizar las
localidades, calles y entidades cuyos nombres tengan referencias
soviéticas. Además, prohíben el himno nacional de la URSS, cuya
reproducción puede incluso ser castigada con penas de cárcel.
"Las futuras
generaciones de ciudadanos ucranianos acusarán las consecuencias
destructivas de esta ley y de la tergiversación de la historia", comentó
Serguéi Narýshkin, presidente de la Duma Estatal de Rusia.
RT
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