En los últimos
meses se viene cuestionando públicamente la actividad de la fundación
CEPS. Su actividad y finalidad, ingresos y gastos, rendición de cuentas,
pago de impuestos, etc. Incluso en estos días hay noticias relativas al
lujo de los inmuebles alquilados por la entidad para sus colaboradores.
Y todo ello para implícita o explícitamente sembrar la duda sobre la
vinculación económica (o financiación) de la Fundación CEPS con el
partido político PODEMOS. Falsedades interesadas que nos vemos en el
deber de desmentir con toda rotundidad.
El hecho de que algunos
miembros de PODEMOS hayan pertenecido o pertenezcan a la Fundación CEPS,
y que incluso hayan podido colaborar en proyectos que la entidad ha
tenido o tiene en el exterior, no puede justificar el ataque continuo y
el aluvión de difamaciones al que nos vemos sometidos prácticamente a
diario por algunos medios de comunicación.
La Fundación CEPS ha
exigido a estos medios la rectificación, y continuará haciéndolo, de
todas aquellas informaciones que han faltado a la verdad.
Muchas de esas informaciones ni siquiera
fueron contrastadas. En el ejercicio de su derecho de rectificación, la
Fundación CEPS ha visto cómo los medios interpelados, en las pocas
ocasiones en que procedían a la rectificación, lo hacían publicando el
texto que se le exigía faltando de manera flagrante a lo dispuesto en la
norma que obliga a que lo haga “con relevancia semejante a aquélla en que se publicó o difundió la información que se rectifica, sin comentarios ni apostillas.”
Nuestras rectificaciones
han sido recortadas y publicadas en lugares de difícil acceso al lector.
Informaciones ofrecidas a tres o cuatro columnas centradas con foto,
incluso en portada, que en la rectificación quedan reducidas a media
columna en un lateral de una página interior. En el ámbito digital, de
mayor consumo en la actualidad, el daño se perpetúa pues en él las
noticias cuestionadas por la Fundación siguen siendo plenamente
accesibles sin que se respete el derecho a rectificación.
El daño continuado a la
reputación de la Fundación CEPS está a su vez ocasionando perjuicios
tanto a las contrapartes con las que ha trabajado como también y de
manera muy especial sobre las personas que han colaborado con la entidad
y que no forman parte de PODEMOS. Personas que pertenecen a otras
fuerzas políticas como PSOE, IU, Compromís o que no tienen adscripción
política manifiesta. Daños todos ellos que tendrán que evaluar los
Tribunales a los que les llegarán las demandas contra los medios que
incurran en difamación.
La Fundación CEPS lleva
trabajando en el ámbito de la cooperación técnica internacional para el
desarrollo desde su origen (15 años ya). Sus fines son: a) el debate y
la investigación en el ámbito político–social con el objetivo de lograr
una sociedad más justa y solidaria mediante la redistribución de la
riqueza, el fomento de la democracia participativa y las garantías
efectivas de protección de los derechos humanos; b) la difusión entre la
ciudadanía del funcionamiento del sistema político, económico y
social, en especial la promoción a la democracia y el respeto a los
derechos humanos; y c) la cooperación al desarrollo de los pueblos,
contribuyendo al diseño de políticas públicas, a la formación de la
ciudadanía y a la promoción de un sistema educativo de calidad acorde
con los valores de una sociedad democrática y solidaria.
Para el cumplimiento de
dichos fines ha contado con financiación pública (AECI, Diputaciones,
Ayuntamientos, Gobiernos autonómicos, etc.) y privada. Ha rendido
cuentas desde su inicio a las entidades financiadoras y al Protectorado
de Fundaciones, al que como exige la norma le ha presentado todos los
planes de actuación, memoria de actividades y cuentas anuales, así como
elaborado y presentado los correspondientes libros contables. Por
último, ha atendido sus obligaciones con Hacienda y con la Seguridad
social.
La Fundación CEPS ha
ingresado y gastado en los tres últimos años las siguientes cuantías:
2011 (Ingresos: 442.838,63 euros. Gastos: 625.302,05 euros), 2012
(Ingresos: 778.963,80 euros. Gastos: 639.979,06 euros) y 2013 (Ingresos: 798.059,52 euros. Gastos: 800.172,08 euros).
La Fundación CEPS ha
contratado en este período al siguiente número de colaboradores: 2011
(13 personas), 2012 (19 personas) y 2013 (20 personas). Estos
colaboradores eran desplazados al exterior para el cumplimiento de
dichos fines. Desplazamientos que acarreaban considerables gastos de
seguros médicos, alojamientos, desplazamientos internacionales e
internos, secretaría y gestión, entre otros.
La entidad ha destinado
los siguientes porcentajes de sus ingresos o rentas al cumplimiento de
sus fines propios: en 2011 el 100,00%, en el 2012 se destinó el 98,88% y
en 2013 el 100%. No es posible aportar datos respecto al ejercicio 2014
que aún no está cerrado porque ni siquiera se ha iniciado el plazo
para la presentación de cuentas.
Toda la información
contable es accesible al público. Los profesionales de los medios
conocen estos datos, los tienen a su disposición, pero a la vista de los
acontecimientos no importan tanto los datos, sino como utilizarlos para
algo que nada tiene que ver con la Fundación CEPS y éste creciente
interés por ella. Lo que de verdad importa es poner en cuestión la
honorabilidad de los dirigentes de PODEMOS, aunque en ese intento se
lleven por delante a la Fundación CEPS.
Desde la Fundación CEPS
afirmamos rotundamente: No hay financiación ilegal, ni intento de fraude
a las administraciones, ni mal uso de dinero público, ni lujos
impropios de una entidad sin ánimo de lucro que se ha hecho a sí misma y
que se precia de no haber dependido nunca de partido político alguno.
Nuestros colaboradores nunca se han alojado en instalaciones del Country
Club como de forma gratuita e infundada afirman medios como el ABC, aún
siendo conscientes de que van a tener que rectificar y probar ante un
Tribunal.
Lamentablemente nos vemos
inmersos en un proceso de difamación continua fruto del interés por
desinformar a la ciudadanía. No hay coste para quien falta al código
deontológico profesional, incluso a las normas que constitucionalmente
obligan a proporcionar información veraz y contrastada.
Desde la Fundación CEPS
somos conscientes de la instrumentalización de nuestra entidad como un
arma con la que tratar de debilitar a PODEMOS. Desde el convencimiento
de que no todo vale, denunciamos y condenamos esta persecución y
exigimos respeto a la verdad y a la honorabilidad de lafundación y de sus miembros.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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