Etiquetas

sábado, 3 de enero de 2015

¿ CUÁLES SON LOS POSIBLES ESCENARIOS TRAS LA CONVOCATORIA DE ELECCIONES ANTICIPADAS EN GRECIA'

 
 
 

¡Si no toman la sopa viene el Carlanco y se come a todos los niños!


Hay un riesgo del 30% de que Grecia pueda caer en otra grave crisis. Además Grecia podría caer en bancarrota a mediados de marzo

Grecia tendrá elecciones anticipadas el próximo 25 de enero, según ha confirmado su primer ministro, Antonis Samaras.

Las encuestas ya anticipan un triunfo de Syriza, partido radical de izquierdas.

“Si este grupo gana las elecciones, tendrán que afrontar decisiones extremadamente difíciles, por decirlo suavemente”, afirman los expertos de Berenberg.“Vemos un 55% de posibilidades de que gane Syriza, frente a un 45% de posibilidades de que Samarás pueda formar un nuevo Gobierno”, opinan estos analistas.

Además, observan un 45% de posibilidades de que si Syriza gana las elecciones, finalmente sus dirigentes suavicen sus planteamientos más radicales y busquen políticas más sensatas.

El otro 55% de posibilidades consiste en que Syriza ponga a Grecia en una crisis tan importante que pueda producirse un impago de la deuda, dentro o fuera de la Zona Euro.

Lo que se va a producir de aquí hasta las elecciones es una entrada de Grecia en el limbo
“En conjunto, hay un riesgo del 30% de que Grecia pueda caer en otra grave crisis, con potencial para una salida del euro.

Esto es un riesgo significativo”, afirman desde Berenberg. Es más, hay analistas que consideran que lo que se va a producir de aquí hasta las elecciones es una entrada de Grecia en el limbo, lo que supondrá que las reformas quedarán estancadas, mientras que la incertidumbre podría debilitar el plan del BCE para impulsar el crecimiento en la zona euro.

Además, el Banco Central Europeo (BCE) ha indicado en un comunicado que no quiere interferir con el proceso político en Grecia y planea esperar a las autoridades helenas para determinar cómo proceder con la revisión del programa de rescate del país griego.

"Toca ahora al pueblo de Grecia decidir sobre la composición futura del Parlamento y el Gobierno.

No interferimos en ni comentaremos sobre este proceso democrático”, ha asegurado el BCE.

EL CONTAGIO A OTROS PAÍSES, POCO PROBABLE

La Zona Euro podría gestionar un accidente en Grecia con daños temporales y limitados
En todo caso, los expertos de Berenger explican que “el sistema electoral griego da un bonus de 50 parlamentarios al partido más votado.

Como resultados, es muy difícil formar una coalición contra el partido más votado en un Parlamento de 300 diputados”.

Berenberg añade que un Gobierno liderado por Syriza afrontaría las negociaciones con la Troika desde “una posición de debilidad, no de fortaleza.

El programa actual de rescate ha sido extendido hasta final de febrero. Sin el último tramo de este programa de rescate y un acuerdo posterior, Grecia podría caer en bancarrota a mediados de marzo”.

Estos expertos destacan que cualquier acuerdo en Grecia para mejorar las condiciones del programa de asistencia financiera podría sentar “un precedente” en toda Europa.

“En ese caso, Europa debería concentrarse en contener las consecuencias de una caída de Grecia más que en proporcionarle financiación”.

En su opinión, “un accidente en Grecia es ahora un riesgo potencial, pero en su mayoría para la Grecia misma.

La Zona Euro se ha dotado de mecanismos para manejar las crisis, por lo que podría gestionar un accidente en Grecia con daños temporales y limitados.

Para prevenir la deflación, el Banco Central Europeo podría comprar bonos italianos y españoles, así como alemanes e italianos. Un efecto colateral sería prevenir el posible contagio de la crisis a otros miembros de la Zona Euro”.

Su conclusión es que “por supuesto, los riesgos para Grecia lo son también para Europa.

Pero si se materializan, no vemos una probabilidad significativa de que otro país siga sus pasos”.

EL GOBIERNO GRIEGO ASEGURA QUE NO TIENE PROBLEMAS DE LIQUIDEZ

El ministro de Finanzas asegura que podrían producirse retrasos en las reformas
El ministro griego de Finanzas, Gikas Jardúvelis, ha reconocido sin embargo que con la convocatoria de elecciones anticipadas podrían producirse retrasos en las reformas emprendidas por el Gobierno de Andonis Samaras.
Jardúvelis ha asegurado que Grecia "no tiene problemas de liquidez", en un mensaje dirigido a los mercados tras las caídas que ha vivido la bolsa. "Si aparecieran (los problemas), emitiríamos Letras del Tesoro.

Creo que necesitaremos liquidez en marzo", dijo escuetamente Jardúvelis ante las cámaras tras el resultado de la tercera votación parlamentaria, en la que el candidato del Gobierno a la Presidencia del país, Stavros Dimas, no logró salir elegido, lo que obliga a la convocatoria de elecciones generales.

OTROS ANÁLISIS

Yannis Chryssovergis, Atenas, EFECOM La convocatoria de elecciones anticipadas en Grecia y la consecuente interrupción de las negociaciones del Gobierno con la troika puede conducir al país a un problema de liquidez a lo largo de este año, de no lograr el futuro Ejecutivo rápidamente un acuerdo con los acreedores.
Esta previsión de la agencia de calificación británica Fitch la comparten otros analistas, como el catedrático de Economía de la Universidad de Atenas, Yorgos Petrakis.
"Grecia no tendrá problemas de liquidez hasta el mes de junio, pero no se sabe qué pasará en el segundo trimestre", explicó a Efe el profesor de Economía en la Universidad de Atenas Yorgos Petrakis, quien advierte que la financiación solo está asegurada "si hay un acuerdo con la troika (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea, Banco Central Europeo), sea quien sea el Gobierno".
La quinta evaluación del programa de rescate griego, que comenzó a finales de septiembre pasado, fue interrumpida el 10 de octubre por la falta de acuerdo entre el Gobierno y la troika, sobre todo con respecto a las estimaciones sobre el déficit de financiación en los presupuestos de 2015.
Mientras que los acreedores estimaban este "agujero" en 3.600 millones de euros, el Gobierno saliente niega la existencia de un déficit.
La troika exigía además que el Gobierno cumpliera una serie de reformas que forman parte del denominado "memorándum", el paquete de ajuste que iba ligado al rescate.
Entre las medidas pendientes, está la liberalización completa de los despidos en el sector privado y la eliminación de la protección contra los desahucios de las viviendas de primera residencia.
El Gobierno saliente ha estado evitando hasta el final tener que aplicar esta nueva serie de medidas impopulares y algunos analistas han insinuado que el adelanto electoral le ha venido muy bien al primer ministro, Andonis Samarás, que así ha podido evitar coger esta "patata caliente".
Del cumplimiento de estas asignaturas pendientes depende, sin embargo, el desembolso de los 1.800 millones que restan de la parte europea del rescate, prorrogado hasta finales de febrero (las ayudas del FMI se prolongan en principio hasta 2016).
Pero del cierre de la evaluación en curso depende sobre todo que la zona euro otorgue a Grecia el crédito reforzado que en principio debería sustituir en 2015 al rescate propiamente dicho.
La troika, que en principio debía regresar a Atenas el 10 de enero, ha dejado ahora la negociación para después de que se haya formado el nuevo Gobierno.
Nadie puede saber en estos momentos cuáles serán los puntos de partida de esa nueva negociación, pero es improbable que el debate se retome en el punto en que quedó, aún más si de los comicios saliera como vencedor el izquierdista Syriza, liderado por Alexis Tsipras.
Syriza ha prometido que acabará con las políticas de austeridad y que aplicará una política de inversiones que sirva para crear empleo y para el crecimiento de la economía.
Los partidos de la coalición gubernamental saliente, la conservadora Nueva Democracia y el socialdemócrata Pasok, acusan a Syriza de políticas aventureras y prevén que, si este partido gana las elecciones, Grecia acabará saliendo del euro.
Tanto Samarás como varios altos cargos de su partido advirtieron repetidamente que de ganar las elecciones Syriza, habría una retirada masiva de depósitos bancarios, posibilidad que tampoco excluye el análisis de Fitch.
"El Gobierno de Syriza garantizará, en cooperación con el Banco Central Europeo y con nuestros socios europeos, todos los depósitos", contestó Tsipras en su primer discurso tras la convocatoria de elecciones anticipadas.
Syriza insiste que las únicas medidas de su programa que aplicará sin negociación con los socios europeos son las que están destinadas a hacer frente a la crisis humanitaria, que cuestan apenas 2.000 millones de euros, según los cálculos del partido.
Tsipras asegura que no habrá otras decisiones unilaterales y augura una negociación "dura" con los acreedores.
El profesor Yorgos Petrakis por su parte cree que, "incluso si hay una negociación muy larga y muy dura, Europa no cortará completamente la liquidez a Grecia".
Otro tema polémico entre un posible Gobierno encabezado por Syriza y la Unión Europea es la viabilidad de la deuda soberana griega, que ronda el 175 % del PIB.
"La deuda griega es muy alta, pero a medio plazo no supone importantes obligaciones de pagos anuales. Mucho más importante es eliminar la obligación de Grecia de obtener un superávit primario anual de 4,5 % del PIB, que aniquila toda posibilidad de crecimiento de la economía", estima Petrakis.

LAS AMENAZAS EN LOS ANÁLISIS

¡OJO QUE VIENE EL CUCO!

Con las elecciones anticipadas en Grecia, probablemente el 25 de enero próximo, Alexis Tsipras podría lograr ahora lo que no pudo alcanzar hace algunos años: transformarse en primer ministro del país.
Las encuestas, en todo caso, ven a su alianza de izquierda como ganadora de las elecciones anticipadas. Si Tsipras efectivamente es el próximo jefe de gobierno griego y abandona la consolidación del presupuesto nacional, las consecuencias serían muy negativas, tanto para Grecia como para la euro zona en general.
Una retrospectiva: dos jefes de gobierno griegos, el socialista Giorgos Papandreou y el actual, el conservador Antonis Samaras, tuvieron muchas dificultades para convencer a su pueblo de las reformas económicas y la necesidad de una política de austeridad.
Ya entonces Alexis Tsipras lideraba la resistencia contra esas medidas. Pero sin esas condiciones, ni la Unión Europea ni el FMI hubieran ¿salvado? del colapso financiero a Grecia con nada menos que 240.000 millones de euros.

Apoyo de parte inesperada. Es significativo que en su campaña electoral de 2012, Samaras recibiera apoyo no solo de Angela Merkel, que pertenece a la misma familia de partidos políticos que Samaras, sino también del socialista François Hollande, presidente de Francia, y de Mario Monti, independiente, entonces primer ministro de Italia.
Tanto Hollande como Monti se habían aliado en otras ocasiones contra una supuesta imposición alemana de austeridad.
En el caso de los créditos para Grecia, sin embargo, a ambos les quedó claro que no solo estaba en juego la permanencia de Grecia en la eurozona, sino también toda la política europea de salvataje financiero.
El futuro económico de Grecia es hoy nuevamente incierto. Wolfgang Schäuble, el ministro alemán de Hacienda, advirtió que “los tratados con los gobiernos anteriores deben ser cumplidos; si Grecia va por otra senda, tendremos una difícil situación”.
La ironía de una probable victoria de Syriza es que, luego de varios años de recesión, la economía griega actualmente se recupera, si bien lentamente. Los sacrificios de la población podrían haber sido en vano si Tsipras termina con la política de ahorro y reformas.
A quienes pusieron dinero a disposición no les quedaría otra opción que cortar la ayuda. ¿A qué contribuyente en Alemania, los Países Bajos o Francia se le puede explicar conceder ayuda a Grecia prácticamente sin condiciones, es decir, sin hacer nada para eliminar las causas del endeudamiento? También sería difícil explicar a otros países salvados, tales como Irlanda y Portugal, que a ellos no se les autoriza abandonar la política de austeridad, pero a Grecia sí.
 ¿Por qué habrían de seguir haciendo sacrificios, pero Grecia no?
Dos objetivos incompatibles. Tsipras quiere las dos cosas: que Grecia permanezca en la eurozona, pero sin ahorrar.
Eso es imposible. Hasta ahora, una victoria de Tsipras es solo teórica, ya que solo está basada en encuestas.

Y también Tsipras ya no se expresa tan radicalmente como otrora. Antes quería terminar unilateralmente con la política de austeridad. Ahora dice querer negociar con los acreedores.

Pero sus objetivos centrales, aumento de ingresos y jubilaciones, el fin de los despidos y de las privatizaciones, van contra las promesas hechas a quienes le prestaron dinero a Grecia.

Quizás muchos griegos hayan llegado también a la conclusión de que si bien las reformas le hacen bien al país, los políticos tradicionales nunca tuvieron el valor de aplicarlas hasta sus últimas consecuencias, por ejemplo, en cuanto a reducir la burocracia estatal, enorme, pero ineficiente, y mejorar la recaudación impositiva.
Justamente el tema de los impuestos demuestra que no toda reforma supone automáticamente desventajas para los pobres, sino que pueden llevar también a más justicia social.
De cualquier forma, Grecia no puede volver al pasado. Es de esperar que los griegos no destruyan lo alcanzado persiguiendo sueños políticos utópicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario