martes, 2 de diciembre de 2014
Putin vuelve a
descolocar al Pentágono y a la UE. Ahora utiliza a Turquía como peón de
tablero de ajedrez. Al dictador Erdogan no le gustará mucho ese papel
pero ¿qué otro remedio le queda?
"No solo estamos listos
para ampliar Blue Stream, del cual ya hemos hablado, sino también
construir otro sistema de tuberías para satisfacer las crecientes
necesidades de la economía turca y, si es útil, construir en territorio
turco, en la frontera con Grecia, el llamado centro de gas adicional
para los consumidores del sur de Europa", explicó Putin tras reunirse
con su homólogo turco.
El jefe de Estado ruso
prometió que a partir del 1 de enero Rusia reducirá el precio de gas un
6% para los consumidores turcos. "Estamos dispuestos a continuar
reduciendo estos precios a medida que vayan desarrollándose nuestros
proyectos conjuntos".
Putin
explicó que Rusia no comenzará la construcción del gasoducto South
Stream sin la autorización de Bulgaria. "Ustedes entienden que es
absurdo. ¿Invertimos cientos de millones de dólares en el proyecto y
atravesamos todo el mar Negro para luego quedarnos frente a la frontera
de Bulgaria?", dijo.
Según Putin, "aún no
hemos recibido la autorización de Bulgaria para la entrada del proyecto
en la zona económica exclusiva de Bulgaria".
Por su parte, el jefe de
Gazprom, Alexéi Miller, anunció que "no habrá vuelta al South Stream:
el proyecto está cerrado". A su juicio, el volumen de suministros de gas
a Turquía a través de la nueva tubería submarina alcanzará 14.000
millones de metros cúbicos al año de un total de los 63.000 millones
planeados. Además, el próximo mes de marzo empezarán los trabajos de
construcción de una planta nuclear en Turquía, anunció el lunes Serguéi
Kiriyenko, el presidente de Rosatom, la corporación estatal rusa de
energía nuclear.
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