Un agujero inmundo repleto de asesinados/as, cientos de personas
que defendían la democracia fueron arrojadas a la Sima de Jinámar en
Gran Canaria, un tubo volcánico profundo que en la actualidad clama
justicia y reparación para tantas víctimas del franquismo.
Los trabajos del investigador y espeleólogo, Jesús Cantero
Sarmiento, han arrojado algo de luz a una oscuridad premeditada,
instigada por las élites oligárquicas y políticas de las islas, que hoy
como ayer tratan de tapar el genocidio que se llevó por delante a mas de
cinco mil canarios/as, asesinados/as por Falange y el ejército español,
unidos en el crimen para imponer una dictadura sanguinaria durante
cuarenta años.
Una casta política y judicial del régimen español, que en su
criollismo ancestral sigue encubriendo el holocausto fascista en las
islas, poniendo obstáculos para que las familias recuperen los restos de
sus muertos/as, para que la sima no pase de ser solo un monumento
natural, histórico, sin llegar más allá, sin que se conozcan las
identidades de las víctimas, los nombres de los asesinos, los
integrantes de las brigadas del amanecer, algunos miembros de la alta
sociedad canaria, causantes de tantas muertes, sacando a miles de
canarios/as de sus casas para torturarlos, violar mujeres republicanas,
masacrar a todo un pueblo, asesinarlo salvajemente.
Desde instituciones públicas como el Cabildo de Gran Canaria, el
Ayuntamiento de Telde, donde está ubicada la Sima de Jinámar, o el
propio gobierno canario se hace mutis por el foro, silencian una verdad
incomoda, no se plantean una intervención que proceda a la exhumación de
los restos, que identifique con pruebas de ADN a las personas que
reposan en la triste profundidad de la injusticia, para que puedan tener
una sepultura digna, un merecido homenaje por defender la democracia y
la libertad.
Ni siquiera la judicatura, ni las fuerzas de seguridad del estado,
aún a sabiendas de que en ese lugar hay cientos de personas asesinadas,
intervienen para recuperar e identificar sus huesos. Todos contribuyen
al encubrimiento de esos cientos, quizá miles de crímenes, generando una
de las mayores vergüenzas de la historia de esta tierra, tapando unos
sucesos brutales que pasaron hace menos de ochenta años, que siguen
vivos en la memoria colectiva de nuestro pueblo, de familiares
directos/as de esas desgraciadas personas, que ansían tener al menos una
tumba para llevarles flores.
El vergonzoso silencio de cargos públicos como la alcaldesa de
Telde, el presidente del Cabildo grancanario, ambos/as del Partido
Popular, y del presidente del Gobierno de Canarias de Coalición Canaria,
vulnerando e incumpliendo gravemente la Ley de Memoria Histórica,
atentando contra la legislación internacional en materia de derechos
humanos, dónde los crímenes de lesa humanidad jamás prescriben, teniendo
la obligación como representantes públicos de facilitar la
investigación, la exhumación, y el reconocimiento con las víctimas y sus
familias.
Llama la atención esa dejación premeditada, que sin duda les
identifica como herederos del régimen dictatorial, como encubridores del
mayor genocidio cometido en Canarias en su historia, procurando no
remover ni una piedra para que los apellidos de los asesinos,
seguramente con filiación a sus partidos, constructores, empresarios o
financiadores de elecciones, jamás salgan a la luz, contribuyendo a una
vergüenza histórica sin parangón en esta zona del planeta.
Mientras esos huesos de la sima y los/as de miles de asesinados/as
en toda Canarias, casi un millón en todo el estado español no salgan al
sol, la democracia jamás habrá llegado, todo será un oscuro montaje para
la corrupción y el enriquecimiento ilícito de los sucesores de una
dictadura criminal, un engaño, una mentira, sustentada en la tortura,
las vejaciones, la muerte, la humillación sobre las familias de las
personas brutalmente asesinadas por el fascismo español.
http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/
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