El
grado de injerencia de Estados Unidos en México resulta un agravio para
el país azteca, afirma hoy aquí un editorial del diario La Jornada. El
rotativo comenta un reporte publicado por The Wall Street Journal, según
el cual agentes del Departamento de Justicia de Estados Unidos
participan en operativos realizados por la Secretaría de Marina de
México.
En esas operaciones, los agentes
estadounidenses portaron armas y uniformes de la Armada mexicana. De
acuerdo con el Journal, entre esas misiones armadas estaría la realizada
para capturar a Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cartel de Sinaloa,
en febrero pasado.
La creciente injerencia política,
policial, militar y de inteligencia de Washington en nuestro país ha
sido documentada de diversas maneras, subraya La Jornada.
Sin embargo -acota- el dato
aportado por The Wall Street Journal, revelaría que esa injerencia se ha
agravado hasta niveles presumiblemente ilegales y que los gobiernos de
México han avanzado un escalón más en lo que se refiere a la abdicación
de potestades soberanas.
El hallazgo implicaría que
gobiernos extranjeros realizan, con recursos del Estado mexicano -como
son las armas y uniformes de la Marina-, actividades de seguridad
pública que sólo corresponden a las corporaciones nacionales e incluso
podría exhibir un sometimiento de esa corporación armada a un gobierno
de otro país, enfatiza.
Más adelante denuncia que Estados
Unidos ha abastecido de armas a las organizaciones criminales que
operan en México, mediante operativos como Rápido y Furioso y Receptor
Abierto, al mismo tiempo que proporciona apoyo a las fuerzas armadas
gubernamentales.
La presencia de agentes
extranjeros en las filas de las fuerzas armadas de México representa un
grave factor de riesgo para el país, expuesto a “terribles chantajes
diplomáticos y a violaciones de su soberanía”, apunta el texto.
Si el gobierno mexicano ha
cobrado conciencia de su propia incapacidad para combatir a los carteles
de la droga, lo procedente y necesario sería la modificación de la
estrategia gubernamental en la materia, concluye el editorial.
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