miércoles, 13 de agosto de 2014
Un artículo de Nikolas Stolpkin.
El romance estratégico
entre EEUU y Europa está pasando por momentos críticos que podrían
desembocar fácilmente en una ruptura. EEUU está cegado por seguir
obteniendo ventajas de dicho romance sin tener en cuenta la satisfacción
del pueblo europeo, que hoy empieza a ver las consecuencias de dicho
romance a través de estructuras como la UE y que bien podría sumar a la
OTAN.
Paso a paso el
continente europeo en vez de estar progresando pareciera ir en continuo
retroceso. Si Europa quiere sobrevivir y no seguir cayendo al
precipicio, inducido, debiera comenzar a alejarse de la esfera de
influencia de los EEUU y acercarse más a la esfera de influencia tanto
de Rusia como de China. ¿Acaso estas últimas serán las razones por la
que EEUU empuja a Europa al precipicio?
Las sanciones adoptadas
por la UE por presiones de los EEUU hacia Rusia son sanciones que van en
contra de los intereses de los países de la UE y son los que más
pierden. Europa debería actuar más como un continente con políticas
propias que como un continente al servicio de los intereses de EEUU.
Pero para que eso suceda deberán desinstalar estructuras como la UE y la
OTAN, estructuras que hoy más que beneficiar al pueblo europeo han
pasado a beneficiar más los intereses de los EEUU. Alemania y Francia
son claves para llevar a cabo dichos cambios. Y el ascenso de los
eurorealistas, en las pasadas elecciones europeas, nos habla
perfectamente de esa necesidad.
A Europa le importa poco
lo que suceda en Ucrania pero los intereses norteamericanos han hablado
por medio de las estructuras de la UE y la OTAN que han pasado a
representar el brazo político-económico-militar de los EEUU en el
continente europeo.
Rusia está en su derecho
de intervenir dentro de sus zonas de influencia y no pedir permiso para
tales efectos. Por lo que debiera intervenir en el este de Ucrania y
garantizar la estabilidad de una zona que ya optó democráticamente por
separarse de Ucrania y que no ve con malos ojos anexarse a Rusia.
EEUU debiera quitar sus
narices de Ucrania y dejar de empujar a Europa a entrar en conflicto con
sus vecinos (Rusia). ¿Quién podría salir más perjudicado con las
“sanciones” a Rusia o acciones hostiles a Rusia? El más perjudicado sin
duda sería Europa.
EEUU sólo piensa en sus
intereses y conservar su hegemonía, no piensa en las consecuencias que
podría acarrearle a sus aliados acciones hostiles hacia Rusia.
Rusia no debe permitirse
el que sean aplastados los rebeldes por las fuerzas de Ucrania.
Permitir que sean aplastados sería una señal de debilidad. Y Rusia no
debe dar señales de debilidad, menos cuando se trate de defender el
propio patio de influencia.
Los rebeldes del este de
Ucrania son el abono para mantener la seguridad de los intereses rusos
en la zona, darles la espalda significaría retroceder la seguridad de
los intereses rusos y permitir el avance de los intereses de EEUU por
medio de las estructuras, ya conocidas, afincadas en Europa.
Rusia no se puede
permitir más avances de los intereses de EEUU dentro del propio patio de
influencia. Para EEUU es fácil meter sus narices allí donde los
objetivos distan mucho de su posición geográfica. No está en disputa el
patio de influencia de los EEUU sino el patio de influencia de Rusia. Y
permitir que EEUU se salga con la suya sería una muestra de debilidad y
de poco carácter por parte de Rusia.
Rusia debe encontrar la
forma más apropiada para intervenir el este de Ucrania. Debe ocupar
pacífica y militarmente el este de Ucrania bajo algún título como
“ocupación humanitaria defensiva”, y que ante cualquier agresión se
asegure de dar una respuesta apropiada, venga de donde venga. Pero Rusia
debe mandar una señal clara y contundente a EEUU y sus aliados de que
dentro de su patio de influencia no son bienvenidos.
Ucrania no pertenece ni a
la UE ni a la OTAN, pero pareciera que estos se esmeraran en actuar
como si Ucrania les perteneciera, agilizando sus coqueteos. Rusia tiene
más intereses por defender que los que puedan tener la UE, la OTAN o los
EEUU juntos, por tanto es una obligación actuar rápido para defender
sus propios intereses y no permitir que este tipo de actuación se
convierta en tendencia dentro de su propia zona de influencia.
El interés de EEUU en
Ucrania que es transmitido por medio de la UE y la OTAN habla más de un
interés geopolítico que de un interés filantrópico o “humanitario”. Si
fuera por esto último, ya estaría respondiendo como de costumbre a
Israel por las aproximadamente 2,000 muertes de palestinos en Gaza.
Pero, al contrario, Rusia quiere mantener la paz en su propio patio de
influencia, por lo que debería intervenir de manera defensiva al este de
Ucrania hasta poder estabilizar la zona sin querer buscar la anexión a
Rusia.
Rusia debe garantizar a
los pro-rusos que se respeten los referéndums allí desarrollados, no
respetados por Ucrania y sus “aliados” de EEUU y la UE, que gustan
respetar resultados cuando les conviene (ej. La independencia de Kosovo
2008, respaldada automáticamente por EEUU, Reino Unido, Francia y la
gran mayoría de los países pertenecientes a la UE, y luego validada por
la Corte Internacional de Justicia de la ONU). Los intereses de la
población deben ser respetados y no buscar imponer unos resultados
(elecciones presidenciales ucranianas 2014) que los ruso-parlantes del
este de Ucrania no van a aceptar y que quedó más que de manifiesto en
los pasados referéndums aplicados tanto en Donetsk como en Lugansk (hoy
Novorossia).
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