20 de Junio de 2014
Millones son absorbidos en el orbe por un espectáculo que de
deportivo tiene poco y de negocio mucho, alienados por el evento
estrella del Pan y Circo de nuestros días, que aprovechan la élite
económica global y sus operadores políticos para controlar y distraer a
las masas
Se lleva a cabo una nueva edición de
la Copa Mundial de Fútbol, ahora en Brasil, y notamos una vez más, cómo
millones en el orbe pasan horas y horas frente a sus televisores,
prácticamente hipnotizados e idiotizados por el evento en cuestión.
Multitudes absorbidas cada cuatro años por un espectáculo que de
deportivo tiene poco y de negocio tiene mucho (beneficiando obviamente a
una minoría); alienados por el evento estrella del Pan y Circo de
nuestros días, que aprovechan la élite económica global y sus operadores
políticos (Gobiernos) para controlar y distraer de forma insana a las
masas.
Durante un mes no hay nada más
importante para millones de personas en distintos rincones del planeta,
que observar a 22 individuos pateando un balón, quienes supuestamente
representan al gentilicio de 32 naciones. Durante un mes pasan a un
segundo plano noticioso, gracias a la realidad deportivo-virtual
proyectada por grandes empresas televisivas y otros medios masivos de
difusión e imposición de matrices informativas, numerosos problemas
socioeconómicos y ecológicos, y casi se olvidan tantos conflictos que
bañan en sangre al Cercano y Medio Oriente, a América Latina y a
África. Para ejemplificar el comentario anterior, es pertinente advertir
que mientras los aficionados y fanáticos del fútbol celebran con
histeria jugadas y goles de sus selecciones favoritas en Brasil 2014,
Estados Unidos amenaza con realizar otra brutal arremetida contra los
iraquíes, la “crisis” capitalista golpea con fuerza a los pobres, los
fundamentalistas hacen estragos en distintos lugares de la Tierra, y el
ejército terrorista de Israel continúa asesinando mujeres, niños y
ancianos palestinos:
“Ali
al-Awur, niño palestino de 7 años que resultó herido el pasado miércoles
debido al ataque aéreo del régimen de Israel, ha fallecido este sábado
por la gravedad de sus heridas, ha anunciado un portavoz de los
servicios sanitarios palestinos.
El ataque aéreo del miércoles de los israelíes contra el norte de la Franja de Gaza, confirmado por el ejército del régimen de Tel Aviv, provocó en ese día la muerte de al menos un palestino, mientras dos más resultaron heridos ( http://hispantv.com/detail/2014/06/14/275766/muere-nino-palestino-heridas-sufridas-ataque-israeli)”.
Si al pueblo romano lo distrajeron e
idiotizaron con las luchas de gladiadores y otros espectáculos
realizados en el Coliseo, a la humanidad actual la manipulan y alienan
con eventos como la Copa Mundial de fútbol, que más que un
acontecimiento deportivo es una gigantesca y muy rentable operación
comercial, que beneficia en su mayor parte a la FIFA y a un puñado de
corporaciones. Para la minoría que controla económicamente al planeta, y
para todos los gobernantes que atienden a los intereses de ésta, el
máximo torneo futbolístico es una oportunidad de oro considerando la
distracción de las masas, y favorecería, por ejemplo, la ejecución de
medidas impopulares y la recuperación de cierta credibilidad
gubernamental. Tal es el caso de Brasil, cuyas autoridades centrales,
netamente procapitalistas, intentan utilizar a la Copa como tabla de
salvamento ante las duras críticas y las continuas protestas de grupos,
gremios y comunidades por: 1) la irracional inversión pública en
infraestructura para el evento; 2) la represión bestial contra los
habitantes de las favelas, con la inseguridad como excusa y; 3) la
consolidación de una política que, vinculada con los intereses de
ciertas transnacionales, ayuda en gran medida a los ricos.
Desearía cada gobernante
proburgués-lacayo del mundo, con el objetivo de seguir manteniendo
adormecidas e idiotizadas a las masas, que la Copa Mundial de fútbol se
realizara todos los años; no obstante se celebran regularmente torneos
de clubes profesionales de fútbol y/o de otros deportes, y se difunden
ampliamente telenovelas, “realitys show”, concursos de belleza y otras
porquerías que aportan su grano de arena al embrutecimiento sostenido de
los pueblos. El Pan y Circo global, que en realidad es más circo que
pan, no da un solo día de tregua a la humanidad oprimida y sumida en la
ignorancia.
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