por Kaos. Andalucía
En este caso el aceite andaluz, como antes lo hicieron con las
minas, el algodón, el turismo y tantos ejemplos más. Otra muestra del
carácter colonial y dependiente de la economía andaluza.
Según explica la web lamentable.org,
la empresa DEOLEO, que gestiona algunas de las más conocidas marcas de
aceite de oliva andaluz (Hojiblanca, Koipe, Koipesol, etc.), y que está
presente en el mercado de más de 100 países, ha sido vendida a fondos de
especulación internacionales por unos 500 millones de euros.
Según la mencionada web, es el último favor del Gobierno de Rajoy a Andalucía, ejecutado por el ex ministro Arias Cañete que, como premio, más pronto que tarde será, si nadie lo remedia, Comisario europeo. ¿Qué quién se lleva el regalo? pues uno de esos “fondos”, sin cara ni ojos, que se dedican a la especulación a nivel planetario. En este caso el CVC Capital Partners con sede en Londres. Estos entienden de aceite de oliva lo que yo de física cuántica. Pero de especular lo saben todo.
Con ello, el mayor comercializador mundial de aceite de oliva andaluz será Italia. En Andalucía nos quedará mirar al cielo para ver si llueve cuando tiene que llover, que no caiga pedrisco cuando la aceituna ya renegrea y recoger la aceituna, molturarla. Y, todo ello, hacerlo al precio de compra que marquen desde Londres o, lo más probable, desde Italia. Seguro que a un precio de miseria por aquello de ser competitivos o, si no se entra por uvas, quedarnos el aceite almacenado en las cooperativas hasta que se ponga rancio. Todo por gracia y ventura del Gobierno español y su “figura” principal en industria agroalimentaria el Sr. Cañete.
DEOLEO se la queda una empresa Holandesa que, explica el artículo, tiene un capital social de un euro. No lo digo yo lo dicen ellos: “Ole Investments B.V. es una sociedad de responsabilidad limitada de nacionalidad holandesa…En esta fecha los fondos propios de la Sociedad Oferente ascienden a 141.500.000 euros, de los cuales un euro es capital social, representado por una acción, de un euro de valor nominal, totalmente suscrita y desembolsada, y el resto corresponde a prima de emisión. Y esta empresa, con ese “extraordinario” volumen de capital social, está controlada al 100%, a través de la sociedad luxemburguesa Oleum S.à.r. que tendrá otro euro de capital, controlada, a su vez, por fondos de capital riesgo asesorados por CVC Capital Partners VI Limited que, según he entendido, tiene su domicilio social en Londres. Que, claro está, “Todas las decisiones de inversión y de gestión de los Fondos CVC que controlan indirectamente el capital social de la Sociedad Oferente (Ole Investments B.V) son responsabilidad de CVC Capital Partners VI Limited”. Así se ha dejado que pasen las cosas.
Hasta ahora, no obstante, el aceite andaluz estaba ya en manos de intereses no andaluces. Deoleo era 100% del gran capital español -con pequeñas aportaciones de capital andaluz que, al ser privatizadas las cajas, quedó en mera anécdota-.
Los accionistas más significativos eran: Bankia, Banco Mare Nostrum, Caixabank, CajaSur, Unicaja Banco, Dcoop s. c. and. y D. Daniel Klein. Ahora, como es habitual en la historia, estos capitalistas miran por sus intereses y venden la empresa al mejor postor, entregando así este "tesoro" tan representativo de los recursos andaluces al capital especulativo internacional.
Deoleo, según recoge el artículo, tiene un capital social de 438.777.620 euros (frente a un euro de la “comparadora”) y la mayor y mejor red comercial a nivel mundial, a través de las marcas de aceite de oliva con las que empezaba esta columna, que vende aceite en más de 100 países. DEOLEO factura alrededor de 1.200 millones de euros anules y exporta la calidad del aceite andaluz a nivel mundial.
Y así la historia se repite una vez más: el gran capital español que controla a su antojo la economía andaluza, y en el momento que les parece oportuno, ayudado por el estado español -cuando no directamente obligado por dicho estado-, entrega los principales recursos andaluces al mejor postor por un módico precio y, claro, a cambio también de algunos favores políticos que ya se cobrarán los interesados en algún momento. Lo mismo que pasó en su momento con las minas andaluzas, con el algodón, con el turismo, y tantos, tantos otros ejemplos más. Es lo propio de una economía como la andaluza, colonial y dependiente.
Porque en este caso es el aceite y al ser un producto tan conocido y llamativo, con una operación especulativa tan manifiesta, se ve todo bastante claro. Pero, por desgracia para Andalucía, no solo es el aceite: así es con todo, así es con la economía andaluza en su conjunto.
Y así, claro, será imposible que Andalucía pueda salir jamás de su situación de subdesarrollo y miseria. No al menos mientras no recupere su soberanía y pueda establecer las medidas oportunas que logren dar la vuelta a este estado de hechos
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
Según la mencionada web, es el último favor del Gobierno de Rajoy a Andalucía, ejecutado por el ex ministro Arias Cañete que, como premio, más pronto que tarde será, si nadie lo remedia, Comisario europeo. ¿Qué quién se lleva el regalo? pues uno de esos “fondos”, sin cara ni ojos, que se dedican a la especulación a nivel planetario. En este caso el CVC Capital Partners con sede en Londres. Estos entienden de aceite de oliva lo que yo de física cuántica. Pero de especular lo saben todo.
Con ello, el mayor comercializador mundial de aceite de oliva andaluz será Italia. En Andalucía nos quedará mirar al cielo para ver si llueve cuando tiene que llover, que no caiga pedrisco cuando la aceituna ya renegrea y recoger la aceituna, molturarla. Y, todo ello, hacerlo al precio de compra que marquen desde Londres o, lo más probable, desde Italia. Seguro que a un precio de miseria por aquello de ser competitivos o, si no se entra por uvas, quedarnos el aceite almacenado en las cooperativas hasta que se ponga rancio. Todo por gracia y ventura del Gobierno español y su “figura” principal en industria agroalimentaria el Sr. Cañete.
DEOLEO se la queda una empresa Holandesa que, explica el artículo, tiene un capital social de un euro. No lo digo yo lo dicen ellos: “Ole Investments B.V. es una sociedad de responsabilidad limitada de nacionalidad holandesa…En esta fecha los fondos propios de la Sociedad Oferente ascienden a 141.500.000 euros, de los cuales un euro es capital social, representado por una acción, de un euro de valor nominal, totalmente suscrita y desembolsada, y el resto corresponde a prima de emisión. Y esta empresa, con ese “extraordinario” volumen de capital social, está controlada al 100%, a través de la sociedad luxemburguesa Oleum S.à.r. que tendrá otro euro de capital, controlada, a su vez, por fondos de capital riesgo asesorados por CVC Capital Partners VI Limited que, según he entendido, tiene su domicilio social en Londres. Que, claro está, “Todas las decisiones de inversión y de gestión de los Fondos CVC que controlan indirectamente el capital social de la Sociedad Oferente (Ole Investments B.V) son responsabilidad de CVC Capital Partners VI Limited”. Así se ha dejado que pasen las cosas.
Hasta ahora, no obstante, el aceite andaluz estaba ya en manos de intereses no andaluces. Deoleo era 100% del gran capital español -con pequeñas aportaciones de capital andaluz que, al ser privatizadas las cajas, quedó en mera anécdota-.
Los accionistas más significativos eran: Bankia, Banco Mare Nostrum, Caixabank, CajaSur, Unicaja Banco, Dcoop s. c. and. y D. Daniel Klein. Ahora, como es habitual en la historia, estos capitalistas miran por sus intereses y venden la empresa al mejor postor, entregando así este "tesoro" tan representativo de los recursos andaluces al capital especulativo internacional.
Deoleo, según recoge el artículo, tiene un capital social de 438.777.620 euros (frente a un euro de la “comparadora”) y la mayor y mejor red comercial a nivel mundial, a través de las marcas de aceite de oliva con las que empezaba esta columna, que vende aceite en más de 100 países. DEOLEO factura alrededor de 1.200 millones de euros anules y exporta la calidad del aceite andaluz a nivel mundial.
Y así la historia se repite una vez más: el gran capital español que controla a su antojo la economía andaluza, y en el momento que les parece oportuno, ayudado por el estado español -cuando no directamente obligado por dicho estado-, entrega los principales recursos andaluces al mejor postor por un módico precio y, claro, a cambio también de algunos favores políticos que ya se cobrarán los interesados en algún momento. Lo mismo que pasó en su momento con las minas andaluzas, con el algodón, con el turismo, y tantos, tantos otros ejemplos más. Es lo propio de una economía como la andaluza, colonial y dependiente.
Porque en este caso es el aceite y al ser un producto tan conocido y llamativo, con una operación especulativa tan manifiesta, se ve todo bastante claro. Pero, por desgracia para Andalucía, no solo es el aceite: así es con todo, así es con la economía andaluza en su conjunto.
Y así, claro, será imposible que Andalucía pueda salir jamás de su situación de subdesarrollo y miseria. No al menos mientras no recupere su soberanía y pueda establecer las medidas oportunas que logren dar la vuelta a este estado de hechos
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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