jueves, 8 de mayo de 2014
Decíamos ayer: "Putin ha pedido hoy, no exigido,
a las regiones de Donetsk y Lugansk, que aplacen el referéndum
independentista previsto para el domingo, de cara a crear las
condiciones necesarias para el diálogo, pero con la condición de que la Junta nazi cese los ataques contra Ucrania oriental condición que, nos tememos, los nazis no aceptarán y Putin lo sabe".
Moscú esperaba las
reacciones que pueden leer a continuación, no en balde tiene la
experiencia de las fenecidas conversaciones de Ginebra:
"Ucrania advierte que abrirá fuego directo contra cualquier fuerza que ataque las posiciones de las tropas ucranianas"
"A la Casa Blanca no le bastan las declaraciones conciliadoras de Putin"
"Kiev dice
estar listo para hablar con las regiones de este del país pero no con
terroristas" (pero como los "terroristas" son todos, con nadie hablará).
"Si será suspendida [la fecha del referendo] o si ellos anuncian los resultados del referendo, eso no tienen ninguna importancia", dijo el jefe del Consejo de Seguridad y Defensa Ucrania, Andréi Parubi, subrayando que la operación especial en el este del país proseguirá en cualquier caso. (RT)
"Si será suspendida [la fecha del referendo] o si ellos anuncian los resultados del referendo, eso no tienen ninguna importancia", dijo el jefe del Consejo de Seguridad y Defensa Ucrania, Andréi Parubi, subrayando que la operación especial en el este del país proseguirá en cualquier caso. (RT)
Las declaraciones de
Putin han dejado fuera de juego a Washington. Creemos que Alemania (la
UE ya ofrece enviar observadores a Ucrania alejándose de posiciones
fascistas como las de Polonia y Repúblicas bálticas) el caballo de Troya
que Moscú ha introducido en EEUU, tiene mucho que ver en todo esto.
Sabido es que desde hace tiempo Alemania y Rusia mantienen
conversaciones privadas que molestan, y mucho, a EEUU.
Sea como fuere, ese
tándem lleva la iniciativa frente el furor homicida de la Junta golpista
de Kiev y de EEUU, demostrando una capacidad de maniobra del que carece
el bando de los criminales, de hecho mantienen totalmente el control de
la situación.
Una cosa está clara:
Rusia no puede permitir que la OTAN se instale en Ucrania, no le queda
otra y cuenta con la comprensión del "aliado" americano alemán. Ahora no podrán echarle la culpa de desestabilizar ese país
Pero si esto no da
resultado los prorrusos saben hoy, tras analizar estos hechos, que Moscú
no tolerará un progromo en la Ucrania oriental, bien sea por vía
diplomática o por la vía militar, una intervención que estuvo a punto de
producirse hace sólo cuatro días.
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