Por: Mikel Koba. Especial para Tribuna Popular
La unión de
las dos mentes más poderosas que ha dado el género humano, Marx y
Engels, ha realizado unos descubrimientos de tal magnitud que han
cambiado fundamentalmente el curso de la historia.
Marx y su entrañable camarada
evidenciaron que para sanar y erradicar definitivamente los dolores de
la Humanidad son absolutamente insuficientes los buenos sentimientos
sino van acompañados del uso más riguroso de la ciencia. Ojalá en
nuestra Venezuela se hubiesen leído a tiempo las diatribas de Marx
contra los socialistas utópicos del siglo XIX. Nos hubiese ido mejor en
enrumbar la economía.
Al descubrir la ley fundamental de la
Historia y la ciencia que estudia la Historia, Marx descubrió también
que una clase social está llamada a destruir para siempre la sociedad de
la explotación y la opresión y construir la sociedad socialista camino a
etapas superiores de igualdad. Esa clase es la proletaria, los
trabajadores que no disponen de otra cosa más que su fuerza de trabajo y
a quienes el capitalismo extrae la plusvalía.
Pero no es por magia ni encantamientos
que esa clase tiene esa capacidad, sino por su papel fundamental en la
producción, es decir en el núcleo central de toda sociedad que es su
estructura económica.
A quienes niegan el rol central de la
clase obrera en toda revolución, preguntamos ¿Qué sería de Venezuela si
la clase obrera petrolera y gasífera dejase por un día de extraer
hidrocarburos del subsuelo y enviarlos a los países que lo adquieren?
¿Qué sería de nuestro país si los trabajadores del sector eléctrico
dejasen de producir y distribuir tan fundamental energía? ¿Qué sería de
la caótica Caracas si los trabajadores del Metro (agredidos por las
bestias fascistas últimamente) dejasen de conducir sus trenes
subterráneos? ¿Qué sería de nuestra economía si los obreros portuarios
se negasen a descargar los barcos? ¿Qué sería de nuestras ciudades si
los obreros del transporte dejasen de abastecerlas con las frutas y
hortalizas de nuestros campos?
Pero Marx realiza otro descubrimiento
trascendental. Las clases existen históricamente, pero no todas tienen
conciencia de su verdadero rol en la sociedad. Los proletarios
explotados son engañados por la burguesía con respeto a su objetivo
central que no es otro que la toma del poder político para hacer la
Revolución, liberar la Nación y construir el Socialismo. La burguesía
los ha sobornado con migajas, los ha corrompido, sometido y alienado.
Pero dos sabios de origen burgués al servicio del proletariado, como
Marx y Engels, y después el Partido Comunista, han enseñado a la clase a
ser clase no “en sí”, es decir, inerte, consumista, pasiva, inconsciente, sino “para sí”,
es decir revolucionaria. Ese nacimiento se produjo en Venezuela en la
gran huelga petrolera de Cabimas de 1936, que exigió no sólo agua fría
sino la expulsión de los monopolios imperialistas. Sin Marx esa gesta
revolucionaria no hubiese existido.
Otro descubrimiento inaudito que es el
más importante de la historia económica, es desnudar el mecanismo por el
que los capitalistas explotan a los trabajadores. Es la plusvalía, que
sirve asimismo para explicar cómo los imperialistas saquean a los
pueblos “proletarios”, es decir, oprimidos y explotados.
La clase obrera está eternamente agradecida a Marx y Engels.
No hay comentarios:
Publicar un comentario