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miércoles, 7 de mayo de 2014

EL CANAL QUE ENFURECE A EE.UU.


 



Canal de Nicaragua: China y Rusia desplazarán la influencia estadounidense en la región


Las autoridades rusas han manifestado este martes su interés en participar del canal interoceánico de Nicaragua, que comenzará a construirse hacia fines de 2014 de la mano del consorcio privado chino HKND Group.

El nuevo proyecto, sin tutela de Estados Unidos y con la cooperación de China y Rusia, se presenta como una alternativa al canal de Panamá que traerá grandes beneficios para toda Nuestra América, lo que significa una gran pérdida para la potencia norteamericana de su influencia geoestratégica en la región.

Junto a China, Rusia expresó su interés en participar del canal interoceánico de Nicaragua que comenzará a construirse entre fines de 2014 y principios de 2015. En declaraciones para la agencia Ria Novosti, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, anunció que su nación está dispuesta a participar en la construcción del canal.

“Hemos discutido el asunto en más de una ocasión con nuestros socios de Nicaragua, país que estará representado por una amplia delegación en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
Estamos buscando maneras convenientes de participar en ese proyecto”, señaló Riabkov, copresidente de la Comisión Intergubernamental de Rusia y Nicaragua para la Cooperación Económica, Científica y Tecnológica.

A fines de marzo, una delegación de la Duma Estatal rusa visitó el país caribeño donde se reunió con las autoridades nicaragüenses, el canciller Samuel Santos y representantes del Ministerio de Industria, Fomento y Comercio, a quienes expresaron su interés en fortalecer la cooperación entre ambos países, y específicamente se pronunciaron a favor a participar en la construcción del canal interoceánico.

“Por parte de Rusia existe un gran interés y todas las posibilidades de participar en la realización de este proyecto”, afirmó el vicepresidente del Comité de la Duma Estatal para la Política de Economía, Desarrollo de Innovaciones y Actividades Empresariales, el diputado Mikhail Emelyanov, según publicó EFE. “Rusia dispone de todas las posibilidades económicas de hacer inversiones para la construcción de este canal”, sostuvo el funcionario ruso.

Nicaragua y Rusia en los últimos años han estrechados sus relaciones a través de distintos sectores como el comercio y la cooperación técnico-militar. Ante la amenaza de invasión de Estados Unidos por el norte de Nicaragua, Rusia firmó un acuerdo con el país centroamericano para patrullar la zona.
Desde comienzos de 2014, Nicaragua autorizó la visita de buques de guerra y aviones rusos que hasta junio de 2015 vigilarán las aguas del país en el Caribe y el Pacífico, con posibilidades de prorrogar el acuerdo.

Hasta el momento, el Gobierno de Nicaragua, bajo la presidencia de Daniel Ortega, firmó un acuerdo a mediados del año pasado con el grupo empresario chino Hong Kong Nicaragua Canal Development Investment Co. (HKND Group) para la construcción del canal transoceánico, a partir del cual le entrega la concesión del canal nicaragüense durante 50 años, más otros 50  prorrogables.
Si bien el Gobierno chino no tiene participación directa en este proyecto, el presidente del consorcio privado, Wang Jing, es cercano a la administración de Xi Jinping

Aunque no forme parte de los acuerdos bilaterales firmados por el presidente chino durante la gira realizada por Centroamérica a mediados de 2013, el control del canal transoceánico por parte de una empresa china puede ser considerado como parte de la estrategia china de profundizar sus vínculos económicos y políticos con los países de Nuestra América, debilitando así la influencia norteamericana en la región.

El megaproyecto del canal  que conectará al Mar Caribe con el Océano Atlántico y Pacífico será finalizado en 2029 y requerirá una inversión de entre 40 mil y 50 mil millones de dólares para su construcción.

Asimismo, la vía fluvial estará acompañada por la construcción de un oleoducto, una carretera, dos puertos de aguas profundas, dos aeropuertos y dos zonas francas.

De acuerdo a la ley que aprobaron las autoridades nicaragüenses, se espera que hacia el 2019, la vía navegable pueda alcanzar una capacidad para captar hasta 416 millones de toneladas de carga, lo que representa un 3,9 por ciento de la carga marítima mundial

El canal de Nicaragua es una alternativa al canal de Panamá, el cual se ha caracterizado por la lentitud en las obras de remodelación y la falta de adecuación para el paso de las nuevas embarcaciones.

Frente a esto, la alternativa nicaragüense, con total autonomía respecto a Estados Unidos, se presenta como un canal mucho más ancho y profundo, con una capacidad para barcos de gran calado, que no sólo traerá grandes beneficios a corto y mediano plazo para el país caribeño, sino para toda Nuestra América -por ejemplo, Venezuela, podría exportar con mayor facilidad petróleo a China, el segundo comprador del crudo venezolano, luego de Estados Unidos-.

El proyecto, de la mano de China Rusia, representa una pérdida significativa de la influencia geoestratégica que Estados Unidos mantiene en la región. A través del canal de Panamá, la potencia imperialista ha ejercido un gran control en Nuestra América desde su apertura en 1914 hasta la actualidad, sí bien su propiedad fue entregada oficialmente a Panamá en 1999, Estados Unidos se reserva el derecho de intervención militar contra cualquier amenaza que impida el tránsito de embarcaciones por la vía -tratados Torrijos-Carter de 1977-. Mediante el canal de Panamá pasa el 4 por ciento de la carga total del comercio mundial y el 16 por ciento de la carga comercial de Estados Unidos.

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