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jueves, 22 de mayo de 2014

EL BORREGUISMO MISTICO


Voy a comenzar narrando lo que me ocurrió hace unos meses en un festival ecologista que recogía una gran diversidad de talleres y charlas de distintas temáticas, entre las que curiosamente destacaban estas nuevas y modernas prácticas de terapias energéticas. Así pues, me acerqué a un corrillo en el que una mujer hablaba como ponente. Al parecer, su discurso se centraba en las plantas medicinales, aunque cuando yo me aproximé ya el debate se había ido hacia lo que yo entendí como "la actitud vital más beneficiosa". ¿Cuál es esta filosofía de vida tan elevada? ¿Cómo reaccionamos ante los problemas que nos abordan diariamente? Según ella, ignorando la realidad puesto que, como afirmó, "cuánto más pienses en eso, más sucederá". Entonces un chico de los que estaba en el corrillo, tras pedir su turno de palabra, preguntó escandalizado: "¿Cómo vamos a creer que si algo sucede es porque le dedicamos pensamientos? ¿Soy el único al que le parece absurdo que para luchar y acabar contra cualquier discriminación o injusticia no debemos taparnos los ojos, sino combatirlo con todos nuestros sentidos?" Nadie contestó.
Esta creencia infantil de "si no lo veo no existe" tan extendida en nuestra sociedad viene de movimientos neo-místicos como el New Age, término referente a una creencia (o más bien demencia) astrológica y zodiacal cargada de simbología y suposiciones. Paradójicamente, el New Age se embebe de teorías de la fundadora de la Sociedad Teosófica y mayor impostora del siglo XIX, Helena Blavatsky. La fundadora de esta secta es también autora de "La doctrina secreta" (1888), una de las obras más antisemitas y racistas en la que relata la evolución humana a partir de hipótesis fraudulentas, refiriéndose a los judíos como “raza degenerada” y enalteciendo la raza aria. Muchos historiadores opinan que Adolf Hitler, aficionado al misticismo, llegó a leer esta obra.
Otros libros mucho más recientes, como "El Secreto" (2006), de Rhonda Byrne, hablan sobre la "ley de la atracción". Esta creencia afirma que "los pensamientos de las personas influyen, de manera inconsciente o consciente, en nuestra vida", es decir, que somos una especie de antenas que atraemos lo que le prestamos atención. De este modo se recupera aquel famoso "espíritu americano" que nos hizo creer que podíamos tener un chalet con piscina climatizada y un descapotable, e incluso llegar a ser presidentes del gobierno. Conozco muchas personas que llevan una filosofía de vida así, incluso yo llegué a leer hace unos años el condenado librito, y lo que sí es cierto es que te convierte en un auténtico e inofensivo borrego del sistema. Explico por qué:
1º. Está claro que no puedes quejarte por nada que te ocurra a ti o a otrxs, porque si lo haces estás dedicando pensamientos que se convertirán en ondas intergalácticas que te traerán más de lo mismo.
2º. Por consiguiente, todo lo que te sucede es tu culpa (algo que me recuerda muchísimo al mensaje católico). ¿Te han desahuciado? Eso te pasa por estar preocupadx por el acoso que aguantas cada día del Banco. ¿Estás en paro? Pues ponte a imaginar cómo sería tu vida trabajando, que así el Universo te dará un empleo digno. ¿Sufres violencia o discriminación por ser mujer o no heterosexual? "Lo estás atrayendo con tu forma de ser", como me han dicho, "lo mereces".
3º. Lo importante aquí es que sonrías siempre, a toda costa. Sé optimista hasta un punto paranoico y fingido.
niña
Personalmente, opino que todas estas ideas, surgidas como hongos en las últimas décadas, no son nada arbitrarias. En un sistema cruel y criminal, plagado de injusticias y desigualdades sociales, y que poco a poco se va desmoronando, ¿qué si no imponer a nuestro rebaño de borregos consumistas unas creencias tan provechosas para que todo siga funcionando "correctamente"? El capitalismo se adapta a las circunstancias, y, al parecer, ahora ha decidido adoptar una forma más espiritual.
Lo que está claro es que este gran fraude oculta, como una sucia cortina de humo, las causas evidentes de todos los problemas que padecemos. La violencia, el paro, los desahucios, la desigualdad social, el hambre o la discriminación no cesarán nunca si nos colocamos vendas de conformismo en los ojos. Contrario a la doctrina de estas paranoias, para acabar con algo hay que primeramente visibilizarlo, hablar de ello, concienciar socialmente. Así lo enfrentamos individual y colectivamente. Combatamos también estas falsas fórmulas "mágicas" que nos adormecen y atontan, que nos encadenan aún más si cabe a este dichoso sistema.
Dani Curbelo @Danmarcur

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA 

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