Oleg
Stepanenko
Corresponsal
de Pravda en Minsk
Traducido del ruso por Josafat S. Comín
“Bielorrusia
responderá de un modo adecuado al refuerzo de divisiones de la OTAN cerca de
las fronteras de Bielorrusia”, declaró Alexánder Lukashenko en la reunión del
Consejo de Seguridad sobre los resultados preliminares de la primera etapa de
comprobación del nivel de preparación de las FF.AA. del país.
Por
supuesto que nos preocupa la situación que se ha creado en Ucrania, señaló el presidente
bielorruso. "Ese es nuestro país, nuestra gente, nuestros hermanos. He de decir
que el pueblo de Ucrania no se merece lo que está pasando allí. Es un pueblo heroico
que en su mayoría combatió contra el fascismo; estuvimos juntos en la la última
guerra y la ganamos. Por eso la postura de Bielorrusia, en virtud de nuestra
memoria histórica, de nuestra historia, es inequívoca".
Y
esa postura coincide con la postura de Rusia. Especial preocupación despierta
la activación de la actividad militar de
Occidente, que ha sido quien abiertamente has estado alimentando el conflicto
en Ucrania, cuando ha estado apoyando y sigue apoyando a las fuerzas
profascistas, que han sido las que han ejecutado el golpe de Estado y las que
se han hecho con el poder.
Últimamente
estamos observando una escalada del conflicto: Una escalada que no está
sucediendo ni en Siria, ni en Libia ni en Irak. Está pasando aquí, junto a
nuestras fronteras. Es algo que afecta a nuestros intereses, declaró Alexander
Lukashenko.
Al
condenar los intentos de Occidente de amedrentar a Bielorrusia por las posibles
consecuencias en caso de que apoye a Rusia, Lukashenko, subrayó que el país
actuará exclusivamente en correspondencia con la base normativa jurídica, que
existe entre los dos países hermanos. Y en primer lugar, en correspondencia con
el tratado de construcción del Estado unificado, donde bielorrusos y rusos
tienen obligaciones mutuas en la defensa de sus fronteras comunes. “Ya lo he
dicho abiertamente en más de una ocasión, recordó Lukashenko: los rusos y
nosotros somos un mismo pueblo, al igual que los ucranianos, somos de un mismo
árbol, somos eslavos y siempre estaremos juntos. Vamos a velar por los intereses
de nuestro país y de nuestros amigos y vecinos, nuestros aliados”.
Esto
adquiere especial relevancia en la situación actual, cuando los mandos de la OTAN,
han adoptado la decisión, conjuntamente con los norteamericanos, de aumentar al
grupo de fuerzas aéreas, junto a las fronteras del Estado unificado.
"Hemos
reaccionado con tranquilidad, hasta el momento en que esas importantes maniobras
han comenzado más al sur en territorio de Polonia, y Polonia ha pedido que se amplíen
e incrementen dichas maniobras. Habríamos de preguntarnos para qué. Para qué, -incidió
el presidente de Bielorrusia- justamente ahora en que la situación en la región
no se puede calificar de tranquila".
Al
informar de que de acuerdo con la información de que disponía más de 15 cazas
de Reino unido e Italia habían sido de urgencia dislocados a las frontera con
Bielorrusia, Alexander Lukashenko, recalcó que de acuerdo con el tratado del
Estado unificado, el grupo de tropas conjuntas ruso-bielorrusas, tiene un plan
de acción que contempla dicho supuesto. Y ese es el plan que se ha pedido que
aplique al Ministerio de Defensa. Se ha decidido comenzar la segunda etapa de
comprobación del nivel de preparación de las Fuerzas Armadas, en el marco de la
que, en caso necesario, se desplegarían unidades complementarias, para llevar a
cabo, en palabras del presidente bielorruso, “las maniobras correspondientes,
como están haciendo nuestros vecinos en el territorio de Polonia”.
Según
lo establecido por el grupo conjunto de tropas, Rusia está obligada en la
actual situación, a apoyar a Bielorrusia con fuerzas aéreas, desplazando a sus
aeródromos 15 cazas. De continuar la escalada del conflicto por parte de
Occidente, se adoptarían las medidas adecuadas para la defensa de los intereses
del Estado unificado.
Al
desenmascarar el verdadero rostro de los “revolucionarios maidanistas”, que han
ejecutado los planes de sus socios occidentales, Alexánder Lukashenko señaló:
“Hay
que trabajar más y menos correr por el extranjero. Hay que ocuparse de nuestro
país y del bienestar de nuestro pueblo. Si alguien necesita saber cómo, le
podemos ayudar, se lo podemos explicar”.
Por desgracia el actual régimen profascista de Kiev no necesita ninguna ayuda para salvar a Ucrania de la “peste parda”. Incapaces de escuchar la voz de su propio pueblo, se han convertido en un arma de la política agresiva de Occidente, a la que Bielorrusia, junto con la hermana Rusia, se enfrenta llena de decisión.
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