por Pedro Echeverría V.
Miércoles, 12 de Febrero de 2014
Este “otro sindicalismo” puede construirse entre todos trabajadores
de la Educación, sin fronteras de las entidades, pero para ello debe
antecederle un intenso trabajo de concientización, de educación política
y sindical.
1. Los sindicatos,
durante fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, fueron simples
órganos de defensa de los trabajadores contra la explotación y los malos
tratos, así como de lucha para la conquista de salarios y prestaciones;
es decir sólo podían luchar contra los vicios del capitalismo, buscaban
hacerlo menos injusto; nunca se propusieron enterrar la explotación
capitalista para que los mismos trabajadores se encarguen de ser los
propietarios colectivos de la empresa.
2. Por sólo dar luchas
gremiales, es decir, encerrar nuestras demandas y peticiones en asuntos
de nuestras empresas o fábricas, nunca vimos –nos bloquearon- la
estrecha alianza que se registraba entre gobierno, empresarios, medios
de información, iglesia y embajada yanqui para someter a los
trabajadores. Vimos a los gobiernos y explotadores como personas, no
como clase social burguesa sólo interesada por defender sus intereses
contra descontentos trabajadores paristas, huelguistas, bloqueadores.
Pero las experiencias nos enseñaron.
3. A partir de los años
sesenta, con el crecimiento de la tecnología, la intensidad de la
explotación, la aparición de lo que se llamó “la tercer ola”, es decir,
el sector servicios o los obreros de cuello blanco, así como el
permanente aumento del desempleo, los sindicatos poco a poco fueron
incorporados al servicio del gobierno, el Estado y el empresariado. Las
centrales sindicales en México
–controladas por Fidel Velázquez y su mafia, fueron obligadas a formar
el llamado Congreso del Trabajo en 1966 y a comportarse con más sumisión
a la empresa.
4. Las poquísimas
organizaciones sindicales que se declararon independientes: SME
electricistas, STEUNAM, STERM, algunos sindicatos privados (SPICER,
Lido, Up Jhon, Tula) no solo sufrieron la represión de sus patrones sino
también del gobierno y de los líderes espurios. Ya no podría ser el
sindicato muy limitado que sólo luchaba por sus intereses de gremio y
que no buscaba la solidaridad de otros sindicatos y de luchadores
sociales. Como dicen hoy los zapatistas, se necesitada “otro sindicato”,
es decir, otra concepción sindical.
5. En Europa de los
sesenta, sobre todo entre los analistas de Frankfurt, ya se hablaba del
“aburguesamiento” de la clase obrera; no que materialmente tuviera
enormes sueldos, sino que su pensamiento era más pacifista porque se
había integrado al “establecimiento”. En EEUU, México
y otros países en proceso de desarrollo –sobre todo del primer mundo-
los sindicatos dejaron de hablar de lucha de clases entre explotados y
explotadores, de ser radicales, el clero aconsejó el amor entre patrones
y trabajadores; las burguesías hablaron de la desaparición de la lucha
de clases.
6. Fue necesario entonces un nuevo
sindicalismo. El otro sindicalismo debe ser independiente de gobiernos,
empresarios, partidos y líderes espurios; dejar de ser formal que busca
el reconocimiento del gobierno y secretaría del Trabajo, para
convertirse en rebelde; debe depender menos de las leyes del trabajo, de
juntas de conciliación y de abogados, para basarse en las
movilizaciones de todos los trabajadores y los luchadores solidarios.
Más que buscar el reconocimiento de la burguesía se debe centrar el
trabajo de propaganda, organización y agitación, entre los trabajadores.
7. Se puede seguir
respetando los cargos burocráticos de secretario general, de conflictos y
finanzas, pero quienes mandan en los sindicatos deberán ser las
asambleas de masas que toman los acuerdo, conformados por dirigentes o
direcciones horizontales, rotativas y revocables en cualquier momento.
Este “otro sindicalismo” puede construirse entre todos trabajadores
de la Educación, sin fronteras de las entidades, pero para ello debe
antecederle un intenso trabajo de concientización, de educación política
y sindical. Y el Congreso de la CNTE debe analizarlo y discutirlo.
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